Días antes de que autoridades capitalinas clausuraran la plaza Meave el pasado jueves (en la imagen), los estafadores ya lo sabían y no se presentaron en el lugar, denunciaron comerciantes del pasajeFoto Alfredo Domínguez
La policía mantiene vigilancia en el centro comercial especializado en la venta de productos electrónicosFoto Alfredo Domínguez
Mirna Servín Vega
Periódico La Jornada
Sábado 27 de junio de 2015, p. 31
Sábado 27 de junio de 2015, p. 31
Nunca fue un secreto. Los coyotes que operan afuera de la plaza Salvador Mea-ve, sobre Eje Central, se multiplicaron en los pasados dos años hasta sumar cerca de 100 en una sola manzana. Engañan a clientes y paseantes para quedarse con sus teléfonos, dispositivos de cómputo, aparatos electrónicos e incluso dinero en menos de un minuto, sin que generalmente haya denuncias formales o detenciones, afirmaron comerciantes establecidos de la zona.
Trabajan en grupos de cuatro o cinco para distraer, tapar el paso o amenazar a su víctima. Llevan ropa para cambiarse tras cada atraco, cada vez son más jóvenes y algunos andan armados.
Lo que más los distingue, explican, es que son
muy labiosos. Tienen una gran habilidad para embaucar en segundos a los transeúntes que pasan por Eje Central y República de El Salvador para que éstos entreguen sus celulares, principalmente bajo tres tipos de engaño:
Te regalo una mica para tu celular,
este chip tiene mil pesos de crédito, te lo pongo por 200,
te descargo juegos y aplicaciones gratis.
El transeúnte o cliente de la plaza se ve tentado por alguna de las ofertas y en menos de un minuto es convencido para permitir que el coyote se lleve
momentáneamenteel teléfono para hacerle válida la oferta, pero el supuesto comerciante nunca vuelve a aparecer.
Cuando la víctima se da cuenta que ha sido timada aparece otra persona que
le recomiendamejor irse del lugar, porque ya los conoce y
sabe que si vuelven le puede ir mal. Generalmente el engañado se va.
“Algunas veces hay señoras que hasta se desmayan del susto. Ahí es cuando aparece La China, una líder de los coyotes, quien lleva en su cangurera algodón y alcohol para auxiliarlas y decirles que les conviene más irse de ahí”, comentó un trabajador del lugar.
Cuando la policía logra detenerlos, detalla, devuelven el aparato para
calmar la broncao salen en unas horas porque el delito no es clasificado como robo, sino como
abuso de confianza, porque la víctima
entregó voluntariamente el aparato.
El problema es tan grave, dicen las personas entrevistadas, que un solo coyotepuede obtener más de 20 celulares en un día. “Se cambian de ropa en un estacionamiento que se encuentra atrás de la plaza o se reparten la mercancía en las calles traseras, donde está la pulquería Los duelistas.
Los locatarios, cansados de esta situación porque afecta la imagen de la zona, han puesto mantas o bocinas que advierten del engaño.
No entregues tu celular o mercancía, las personas de afuera no trabajan en la plaza. Sin embargo, dicen, la gente sigue cayendo.
Toman el celular, se meten corriendo a la plaza, que es un laberinto, y ya nadie da con ellos, a menos que hayan robado a alguien pesado y se arme un operativo, entonces optan por devolver el celular o lo transado, detallan.
Los comerciantes establecidos explicaron que días antes del operativo del jueves en el que clausuraron los locales de la plaza, los coyotes desaparecieron.
Desde que salió el video en los medios, donde se les ve cuando roban los celulares, ellos ya sabían que habría operativo y dejaron de venir, pero en unos días todo será igual, lamentaron.