viernes, 10 de agosto de 2018

Cómo no te voy a querer .- JORGE ZEPEDA PATTERSON

En un país en el que la figura presidencial es percibida con ánimos monárquicos, resulta inusitado ver a un presidente electo cargar su propio equipaje


López Obrador, durante una reunión en agosto.
López Obrador, durante una reunión en agosto.  EFE

La imagen de Andrés Manuel López Obrador arrastrando con una mano una maleta de viaje con un portafolio encaramado en precaria columna mientras sostiene con cierta dificultad un teléfono celular en el oído, arrasó en redes sociales. En un país en el que la figura presidencial es aun percibida con ánimos monárquicos, resulta inusitado ver a un presidente electo cargar su propio equipaje y sin el impensable séquito de ayudantes y cortesanos.
Más aún cuando en las mismas horas la opinión pública se escandalizó con los problemas por los que pasó Francisco Cobos en París cuando al tomar fotos de Angélica Rivera, la primera dama, mientras esta comía con sus hijas en un famoso y caro restaurante. Guardias al servicio de la esposa de Enrique Peña Nieto intimidaron al improvisado fotógrafo hasta obligarle a borrar las imágenes (una hija de Cobos logró captar a cierta distancia a La Gaviota y el acoso que sufrió su padre).
El contraste entre los hábitos de viaje en ambos casos no hace sino ampliar las buenas sensaciones que ha provocado López Obrador en la opinión pública desde que venció en los comicios presidenciales hace cinco semanas. Obtuvo alrededor del 53 por ciento de la votación, pero a partir de ese momento se ha dedicado a sumar voluntades y entusiasmos, hasta conseguir una aprobación claramente masiva. El mejor indicador sigue siendo el peso mexicano que, lejos de desplomarse como se había presagiado, ha ganado alrededor de un 12 por ciento a partir del triunfo del candidato de la izquierda. Algo que ni siquiera sus más apasionados seguidores habían anticipado.
El entusiasmo que ha generado López Obrador tiene que ver desde luego, con la “cargada” natural a favor de los ganadores que suele darse en los primeros meses de una nueva administración. Tomará posesión a partir del 1 de diciembre, pero el continuo anuncio de las nuevas políticas y designaciones, y el vacío de poder de un Peña Nieto ausente para efectos prácticos, provocan la sensación de que el nuevo régimen ha comenzado ya en más de un sentido. Andrés Manuel se ha beneficiado de la fascinación que despiertan los recién llegados al poder.
Pero su creciente popularidad también es resultado de una cuidadosa estrategia de alianzas tranquilizadoras. El presidente electo se ha reunido con empresarios de toda índole (incluyendo a Carlos Slim con quien polemizó públicamente en la campaña a propósito de la construcción del nuevo aeropuerto), con obispos y líderes sociales, con rivales políticos, incluido José Antonio Meade ex candidato priista. Ha hecho las paces con enemigos del pasado y prometido que la suya será una administración incluyente y sin ánimos revanchistas.
En suma, en pocas semanas López Obrador ha conseguido que las amenazas de inestabilidad tras su triunfo se conviertan en aceptación resignada pero también aliviada entre los sectores conservadores. El tan temido lobo que habían profetizado los radicales de derecha no apareció por ningún lado. Y el entusiasmos entre los seguidores de Andrés Manuel tampoco ha menguado pese los gestos conciliadores para con las élites de parte del presidente electo. Y esto en buena medida gracias a las imágenes de su líder arrastrando una maleta por el aeropuerto. “No, no se ha vendido al poder, sigue siendo el mismo hombre austero y honesto, su discurso conciliador es una estrategia política para facilitar el cambio sin boicots o resistencias”, dirían sus asesores.
Y en efecto, una maleta roja barata, probablemente proporcionada por su esposa en el último momento ante el estado calamitoso del equipaje de su marido, confirma que hay un abismos de separación entre la visión del mundo de Angélica Rivera y Peña Nieto, y la de López Obrador. Y esa es la mejor tarjeta de presentación del presidente entrante.
Desde luego la popularidad inicial de la que goza AMLO no es una patente de corso. Aunque nunca alcanzó este rating, Enrique Peña Nieto también disfrutó del beneficio de la duda tras presentar su célebre Pacto por México al arranque de su sexenio. Alcanzó su cúspide cuando la revista Time lo declaró el modernizador del país gracias a sus reformas; era el Peña Nieto Momentum. Ya sabemos lo que duró.
Por lo pronto, López Obrador vive su luna de miel con el pueblo mexicano. Y nunca mejor expresado que el tuit espontáneo y anónimo que acompañaba a la imagen del hombre arrastrando una maleta: “cómo no te voy a querer”.

La inflación mensual más alta en 6 años


Incrementos en frutas, verduras, gasolina y gas LP, entre los motivos, señalan analistas
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Miriam Posada García
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de agosto de 2018, p. 25
El incremento en el precio de bienes de consumo generalizado, como frutas, verduras, gasolina y gas LP provocó una inflación de 0.54 por ciento en julio, la más alta para ese mes en seis años, como muestran cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Medida en términos anuales, la inflación fue de 4.81 por ciento, el nivel más alto a lo largo de este año, informó el Inegi.
La inflación anual de julio superó el objetivo previsto por el Banco de México, que es de 3 por ciento anual, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo. Sin embargo, fue 2.43 puntos inferior que en el mismo mes de hace un año, cuando se ubicó en 6.44 por ciento.
Analistas económicos advirtieron que el precio de los energéticos continuará al alza y eso tendrá algún impacto en la canasta básica; sin embargo, mantuvieron sus previsiones de inflación general para 2018 entre 4.2 y 4.3 por ciento.
Los productos que más se encarecieron durante julio fueron frutas y verduras, en 6.48 por ciento, y los energéticos en 1.30 por ciento, productos que consume la mayoría de la población.
El Inegi señaló que la gasolina de bajo octanaje se encareció durante el mes 1.81 por ciento; tomate, 49.69; naranja, 19.63, y jitoma-te, 10.68; alimentos procesados: tabaco y bebidas costaron 0.42 por ciento más, entre los incrementos más notables.
El área de análisis de Ve por más enfatizó que si bien mantienen su pronóstico de inflación en 4.20 para 2018, existe el riesgo de que los precios de energéticos sigan en aumento y que eso impacte en la canasta básica.
Casa de Bolsa Finamex señaló que sus previsones inflacionarias para julio tuvieron una variación respecto de las cifras ofrecidas por el Inegi, debido a que hubo una subestimación de 0.05 por ciento en el comportamiento de precios de los energéticos, en especial, la gasolina de bajo octanaje.
En coincidencia sobre el impacto que el incremento de la gasolina tuvo en el INPC mensual, Citibanamex señaló que ese energético, junto con el encarecimiento de frutas y verduras, incidieron en la inflación general de julio con 0.36 puntos porcentuales. Destacaron que el repunte en los precios de losenergéticos podría continuar en los próximos meses, pero a diferencia de otros analistas señalaron que no ven ningún efecto significativo de segundo orden sobre los precios de otros productos.
Las ciudades con los mayores aumentos fueron Tepic, Querétaro, Iguala y Colima, en rangos de 1.07 a 0.88 por ciento.
Mientras las urbes en las que la inflación tuvo un impacto menor fueron Tapachula, Matamoros y San Andrés Tuxtla, con 0.09, 0.24 y 0.31 por ciento, respectivamente.
En la medición que el Inegi hizo sólo de la segunda quincena de julio, el INPC se movió 0.18 por ciento. En esos 15 días los costos de productos y servicios que mostraron los incrementos más notables fueron transporte, con 0.44 por ciento; alimentos y bebidas sin alcohol, 0.38, y restaurantes y hoteles, 0.24.
Analistas de Banorte explicaron que este nivel de inflación, considerado el más alto de los pasados cuatro meses, se explica por la presión que ejercieron los precios de frutas y verduras, así como por el incremento en el precio de la gasolina de bajo octanaje.
Señalaron que conforme a los datos ofrecidos por el Inegi, la inflación anual se ubica en 4.81 por ciento, en contraste con 4.65 registrado en junio. Previeron que se mantendrá en rangos de 4.6 los próximos meses y sostuvieron su pronóstico de que el promedio anual será de 4.3 por ciento.
Citibanamex previó que en agosto se incrementarán los precios de productos agrícolas, pero consideró que la inflación general anual probablemente alcanzó su punto máximo en julio, tal vez para el próximo mes el descenso sea moderado”, con lo que mantuvo su previsión para 2018 en 4.2 por ciento.

LA REINA DE SONORA-Helguera


EN PALACIO-Fisgón


Cuidadores, sinarmas // EPN, bien portado: AMLO Julio Hernández López

Astillero
Transición de terciopelo // Avanzaren SSP y fiscales // Cuidadores, sinarmas // EPN, bien portado: AMLO
Julio Hernández López
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▲ ACUERDOS PARA EL RELEVO. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, fue recibido en Palacio Nacional por Enrique Peña Nieto, con quien analizó temas de la transición.Foto Presidencia
E
n términos gráficos y declarativos, la segunda reunión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Enrique Peña Nieto (EPN) confirmó la aterciopelada textura de la transferencia del Poder Ejecutivo federal.
De nuevo en Palacio Nacional, en una sesión vespertina, el despacho de los asuntos de interés común pareció transcurrir en un marco de extraordinaria civilidad, según los reportes que los participantes ofrecieron: el priísta a través de Twitter y el morenista mediante un mensaje directo a los reporteros que cubrieron el singular acto.
Destaca la clara intención del presidente electo de ir consolidando la estructura de trabajo en materia de procuración de justicia (a través de diversas fiscalías) y de seguridad pública. En este terreno, sobresale la celeridad con que se busca tener a punto la nueva Secretaría de Seguridad Pública en cuanto arranque la gestión lopezobradorista, el primer día de diciembre próximo. En un gesto de cortesía política, que abona el plácido camino hacia el retiro de Peña Nieto, el presidente electo propuso a quien aún ocupa Los Pinos que éste avale y empuje en el nuevo Congreso federal la aprobación del cuerpo jurídico que reinstale la secretaría que ocupará el sonorense Alfonso Durazo.
Cortesía, se dijo líneas atrás, porque, en estricto sentido, la amplia mayoría de Morena en las dos cámaras de la próxima legislatura, más algunos votos de partidos aliados o deseosos de serlo, haría relativamente innecesaria la intervención de Peña Nieto, como jefe de las escuálidas bancadas priístas. Con el mexiquense o sin él, Morena y López Obrador podrían sacar adelante ese punto. Pero López Obrador desea evitarse cualquier obstáculo o retraso y ha decidido compartir con Peña esa faena legislativa que a ambos políticos redituará bonos, sobre todo al tabasqueño, pero también a su anfitrión de ayer.
En el proceso de normalizaciónde las áreas relacionadas con la procuración de justicia, López Obrador y Peña Nieto acordaron coordinar esfuerzos para que en diciembre ya esté determinada la titularidad de la fiscalía general de la nación (punto este en el que continuará la discusión respecto al carácter de esa fiscalía, si abiertamente allegada o vinculada al futuro presidente de la República o si independiente del Poder Ejecutivo, como lo demandan algunas agrupaciones civiles), la fiscalía anticorrupción y, aun cuando hay actualmente un encargado de esa área, la fiscalía de delitos electorales. A contrapelo de la precariedad intencional que Peña Nieto sostuvo en esas oficinas, López Obrador empuja para tenerlas funcionando cuanto antes.
El tema de la seguridad personal de López Obrador también fue definido: lo cuidarán 20 personas, en igualdad numérica de género y sin armas. Serán profesionistas con, cuando menos, licenciatura. El Estado Mayor Presidencial se reintegrará a la Secretaría de la Defensa Nacional (con esta medida, ampliamente anunciada con anterioridad, los ex presidentes deberían quedar en automático sin los elementos del EMP que han utilizado, casi siempre en términos abusivos). El delicado tema de la designación de los secretarios de las fuerzas armadas (la Defensa Nacional y la Marina) será tratado por AMLO con los actuales titulares de esos cargos (ya se verá si se mantiene la tradición de que las élites de esas secretarías propongan al presidente entrante ciertos nombres para que éste escoja a los nuevos titulares, o López Obrador determina sin más tales designaciones).
Se confirmó que el equipo lopezobradorista participará en la confección de la propuesta presupuestal para el año próximo, lo cual evitará tropiezos en el Poder Legislativo y, eventualmente, retrasos en el arranque del nuevo presidente. Y la cereza del pastel a cuatro manos ha sido la declaración de López Obrador: El presidente Peña se está portando muy bien, dijo, y afirmó que el priísta no le ha pedido nada a cambio de estos acuerdos. Tersura, fluidez, entendimiento: la Magia del Poder.
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