lunes, 29 de diciembre de 2008
Por instrucciones de los chuchos : "PSD pide al IFE investigar origen del financiamiento a López Obrador"
Notimex / La Jornada On Line
Publicado: 29/12/2008 15:16
México, DF. El presidente del Partido Socialdemócrata, Jorge Carlos Díaz Cuervo, presentó este lunes una queja ante el Instituto Federal Electoral (IFE) contra el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador por presuntos actos anticipados de campaña y financiamiento irregular.
Luego de entrevistarse con consejeros electorales, el dirigente partidista señaló que “sólo estamos pidiendo que se nos diga de dónde saca el dinero Andrés Manuel López Obrador”.
Sostuvo que el ex candidato presidencial gasta entre cinco millones y seis millones de pesos durante cada gira semanal en actividades evidentemente proselitistas, pues viaja con los logotipos de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia.
Además, suelen acompañarlo diputados, senadores, alcaldes y otros funcionarios y representantes populares de esas tres fuerzas políticas, lo que constituye en la práctica actos anticipados de campaña, por lo menos en el lapso de octubre a la fecha, aseguró.
Díaz Cuervo señaló que probablemente el movimiento que encabeza el tabasqueño sea legítimo, pero insistió en que es necesario que se transparente de dónde proceden los recursos que utiliza.
“Tal vez sean legales, aunque tal vez no, en cuyo caso se tendrán que aplicar las sanciones que correspondan; el tema es que se nos diga, por elemental principio de transparencia, de dónde proceden esos recursos”, enfatizó.
En opinión de Díaz Cuervo, el argumento de que el movimiento se financia con las aportaciones de los legisladores federales es insostenible, pues “las cuentas no salen”.
Confió en que el IFE conteste la queja en el tiempo que marca la ley, a fin de que aplique las sanciones conducentes que podrían ir desde una amonestación, hasta multas a los partidos políticos involucrados.
Bucareli, Jacobo Zabludovsky
El mensaje
Queridos compatriotas: termina otro año y como es costumbre me dirijo a ustedes para hablar sobre algunos de los temas que nos interesan.
Me van a permitir alejarme en esta ocasión del tono optimista característico de este mensaje que cada año me permite entrar respetuosamente a sus hogares. Tal vez será para ustedes una sorpresa, pero no desagradable, el escuchar cuáles son mis propósitos para el año venidero.
En primer lugar he girado las órdenes para que a partir del 1 de enero sea rebajado mi salario en 50% y se cancelen las prestaciones, gastos y sobresueldos o cualquiera otra retribución, llámese como se llame, que derive en mi beneficio. Esta disposición irrevocable, obedece a varias causas que no por obvias dejaré de explicar, aunque mencione sólo las más notorias y eso con la mayor brevedad posible.
Usted sabe muy bien, compatriota, que mientras ocupe este cargo y viva en esta casa no gasto un quinto aunque me propusiera hacerlo. Me dan todo, techo, comida, transportes, medicinas, peines. Tengo médico y bolero gratis. En otras palabras: acumulo todo mi sueldo. Cuando termine mis funciones, entre capital e intereses tendré algunos millones de pesos. Sumados a la pensión que por ley se me otorgará, tendré un ingreso que me va a permitir un retiro decoroso y digno. Viviré en la medianía ejemplar de la que fue ejemplo nuestro ilustre Benito Juárez.
El recorte de mi sueldo obligará a todos los funcionarios, gobernadores, por ejemplo, a recortar los suyos puesto que nadie debe ganar más que yo. La pirámide de ajustes arrojará un superávit considerable en las arcas públicas para ser usado en caso de que padezcamos algún tropiezo financiero. Por otra parte, la medida servirá para desbaratar la calumnia tan extendida de que gano más yo que mi estimable colega de Estados Unidos.
Para demostrar absoluta confianza en lo que tantas veces he dicho sobre la educación pública, he decidido inscribir a mis hijos en una escuela gratuita y laica. Así, además, ahorro (ahora me acuerdo: este es mi único gasto) las altísimas colegiaturas que cobran las escuelas particulares y los muchachos recibirán los beneficios del sistema educativo que gozan millones de niños y jóvenes en todo el país.
Hablando de lo laico, para nadie es un secreto que soy devoto de mi religión, pero estoy convencido de la sana distancia que debe haber entre la Iglesia y el Estado, por lo cual me propongo separar claramente en actos y palabras mis funciones políticas de mis convicciones íntimas. Procuraré no impartir bendiciones divinas en actos públicos, y no tomarme en discursos oficiales la pequeña libertad de inspirarme en algunas bienaventuranzas evangélicas.
Si en el curso de mi mandato sufriera alguna enfermedad, Dios no lo quiera, no acudiré a los hospitales privados sino a los que va la mayoría de los mexicanos, para dar, otra vez, ejemplo de la confianza que tenemos en esas prestigiadas instituciones. Giro instrucciones para que esta costumbre sea observada sin excepción por todos los funcionarios que suelen ir a Houston, Rochester o a otras clínicas en el extranjero.
Espero que las medidas enunciadas y otras que enunciaré, se entiendan como actos congruentes con el estado de emergencia económica que padecemos y será peor en los próximos meses. Están en consonancia con la pérdida de empleos y poder adquisitivo de los salarios que, probablemente, usted ya sufre.
Es costumbre en este tipo de mensajes, hacer un elogio de lo bueno y olvidar lo malo. Es hora de reconocer algunas disfunciones que han conducido a una minusvalía de nuestra seguridad individual y familiar. O sea, que andamos en el pánico. La delincuencia nos ha rebasado, se ha infiltrado en nuestros cuerpos de seguridad e inteligencia, cuenta con mejores armas y logística. Lo que llamamos calidad de vida se ha deteriorado por eso y por el tsunami financiero mundial y nacional. La clase media desapareció antes de aparecer y los pronósticos no pueden ser optimistas. Ni modo, así son las cosas.
Y ahora permítame desearle, amigo, amiga, un feliz año nuevo. Que este 2009 nos traiga la unidad de todos los mexicanos, unidad que lograremos mandando a algunos banqueros a la selva lacandona para que se unan con los vecinos del entorno y trayendo tarahumaras al restaurante Churchill donde se unan a otros comensales. La unión es la fuerza y está al alcance de nuestra mano. México es más que cualquiera de sus componentes. No hay nada que pueda dividirnos, separarnos, enemistarnos. De todas maneras, nombro la Comisión Para Lograr y Garantizar la Unidad. Unidos venceremos.
Feliz Año Nuevo
Echarle ganas - Sergio Aguayo Quezada
"Ésa o ése, tiene problemas con la autoridad". Así descalifican a quienes se inconforman con la ineficiencia gubernamental, o con el mal servicio de alguna empresa. Olvidan cuán irritantes son la desigualdad, las injusticias y los modos de los poderosos de este país. Por otro lado, los protestones somos una minoría superada por dos tercios de conformistas que, según encuestas, hacen chuza con las normas del sentido común más elemental. Aquí no aplica el enunciado de Nicolás Maquiavelo: "lo que importa no son las intenciones del Príncipe, sino los resultados". En México a nuestros "Príncipes" y "Princesas" (Presidente, gobernadores, munícipes, líderes sindicales, etcétera) se les disculpa todo.
En la encuesta publicada por Reforma el 1o. de diciembre del 2008, el grueso de la población acepta que, en los dos años de Felipe Calderón, se ha deteriorado la economía y la seguridad, pero aun así sus tasas de aprobación se mantienen por arriba de los 60 puntos. Cuando Reforma preguntó a los entrevistados sobre la "principal razón por la que usted aprueba el trabajo de Felipe Calderón como Presidente", un 33 por ciento respondió con un sonoro "¡le está echando ganas!", otro 20 dijo que se preocupa "por los problemas de los mexicanos", un 8 piensa que "al Presidente hay que apoyarlo incondicionalmente", y un 5 que "(Calderón) es una buena persona". En suma, ¡un 66 por ciento juzga la gestión presidencial por subjetividades!; sólo el 17 por ciento tomó en cuenta que estuviera "dando buenos resultados".
Lo mismo aparece con otros gobernantes. En las encuestas levantadas por Consulta Mitofsky sobre Vicente Fox había consenso sobre su incapacidad para resolver problemas y sobre lo deficiente de su liderazgo; pese a ello, más del 60 por ciento lo aprobaba. En el 2008 se difundió un estudio de opinión hecho por Gallup en toda América Latina: ¡el 68 por ciento de los mexicanos expresó satisfacción con nuestro sistema de educación pública! Vistas así las cosas, si nos gobernara el caballo de Calígula, el equino recibiría mención honorífica hiciera lo que hiciera.
Ahora bien, es difícil saber el tamaño de la pasividad porque una parte de ese 68 por ciento aprueba lo que sucede porque se beneficia del orden existente. Supongamos que los pasivos auténticos son ese 33 por ciento que aplauden a Calderón por "echarle ganas". Es probable que en ellos pensara Octavio Paz cuando escribió ensayos indispensables para entender ese girón de la identidad nacional. El mexicano, escribió, es "silencioso y tímido, resignado... Sonríe siempre, espera siempre"; también aseguró que "más que el brillo de la victoria nos conmueve la entereza ante la adversidad".
Pasemos a los orígenes de la pasividad. La disciplina de los pueblos precolombinos se reforzó con los férreos controles impuestos por un conquistador inspirado en esa versión del catolicismo según la cual la santidad, y por tanto el éxito, se concede a personas fracasadas. Un buen número de santos y santas padecieron tortura y muerte con la resignación, y la paciencia, de quienes confían en que la recompensa llegará en la otra vida (ver el Sermón de la Montaña -Mateo capítulos 5 a 7).
Esta conciencia colectiva siguió afianzándose a medida que México fue cincelando su historia de país independiente. Salvo contadas excepciones, nuestros héroes tuvieron existencias por demás trágicas. Eso sí, le echaron muchísimas ganas hasta que se corrompían, se pudrían en el exilio o se paraban frente al pelotón de fusilamiento.
Lógicamente, la sociedad se acostumbró al modelo. El mexicano es luchón pero pareciera estar condicionado a rendirse tan pronto se topa con el sistema de siempre, ese que se basa en, y que sostiene a, la desigualdad y la impunidad. Cuando nos instalamos en la actitud de que "contra el destino nadie la puede", florece la pasividad, la evasión o el humor negro. Son las estrategias más aptas para sobrevivir en México; o eso sugiere Jorge Ibargüengoitia, ese muralista literario de las tribulaciones de quienes vivimos en México.
Siempre ha existido una minoría de rebeldes e inconformes dispuestos a combatir las injusticias. Después de todo, otra parte del mensaje de Jesús -nacido, según la tradición, un 24 de diciembre- es aquel que exhorta a sus seguidores a construir el Reino de Dios en la tierra, y a luchar por la justicia con métodos pacíficos. Creo que hay motivos para pensar que en el 2009 se fortalecerán quienes exigen el respeto de los derechos. Todo depende de la manera en que se alineen las diferentes variables.
La recesión y la crisis financiera golpearán con brutalidad a las mayorías, y los inconformes seguiremos difundiendo una visión crítica por aquellos medios de comunicación dispuestos a difundirla. En esas condiciones, ¿se reducirá el número tan alto de conformistas? La respuesta, en primer lugar, en las instituciones que deberían, en teoría, captar y canalizar el desconten- to. En el 2009, ¿superarán los partidos, aunque sea un poquito, su mezquindad e ineficacia?
En ello será determinante la capacidad de reacción de organismos sociales y cívicos que han ido aprendiendo cómo aprovechar a) los espacios creados para el ejercicio de libertades, b) las leyes que dan acceso a la información pública y c) los tribunales que cumplen con la función para la cual fueron creados. Es una coyuntura ideal para repensar, renovar y reactivar la agenda ciudadana, para lo cual se requiere una mayor claridad sobre la forma en que se disputa y distribuye el poder.
Para que ello suceda se requiere, como paso previo, identificar mejor los puntos neurálgicos en los cuales una ciudadanía, minoritaria pero consciente, puede concentrar su energía y forzar algunas transformaciones. Ahora más que nunca adquiere consistencia la tesis de que la participación social organizada es la mejor esperanza que tenemos para reducir el número de quienes se conforman con gobernantes duchos en "echarle ganas".
Esta columna se benefició con las opiniones sobre pasividad y religión de Ignacio Cuevas de la Garza (profesor de la Universidad Iberoamericana), y de José Antonio Crespo, "Misteriosa popularidad presidencial", Excélsior, 9 de diciembre del 2008, y Andrés Oppenheimer, "El gran engaño latinoamericano", Reforma, 5 de diciembre del 2008.
Correo electrónico: saguayo@colmex.mxEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
2008: balance general - José Antonio Crespo
A) La inseguridad pública se disparó. No es que en años previos el problema no existiera, sino que cobró mayor fuerza. La inseguridad está directamente asociada con la corrupción de las múltiples e ineficaces policías en todos los niveles de gobierno y, crecientemente, la del Ejército (la revista Proceso de esta semana documenta cómo oficiales venden armas e información confidencial a diversos bandos del crimen organizado). Y de la mano de la corrupción viene la impunidad, que ha sido rasgo definitorio de nuestro sistema político, lo mismo con el PRI en el poder que con el PAN. Mientras no haya una política amplia y sistemática de rendición de cuentas, la corrupción policiaca seguirá como si nada. De ahí la futilidad de los esfuerzos gubernamentales por reducir o prevenir delitos del orden común, y la lacerante práctica de los secuestros (en todas sus modalidades).
B) Con la inseguridad derivada del narcotráfico la cosa es aún peor, en virtud de la enorme capacidad que tienen los cárteles para desafiar abiertamente al Estado (como lo muestran una vez más con la decapitación de ocho militares en Guerrero). El mercado negro de las drogas maneja miles de millones de dólares anuales, lo que permite a los cárteles corromper casi a quienes lo deseen (como a Víctor Garay, ex jefe de la Policía Federal Preventiva) y a otros los pueden eliminar (como a Édgar Millán, también ex jefe de la Policía Federal Preventiva). La estrategia elegida por Felipe Calderón no parece ir por buen camino; al menos ya se ha abandonado el lema de “Vamos ganando, aunque no parezca”, pero para ser sustituido por el del “Ni un paso atrás”, una decisión que refleja muchos pantalones, mas no muchas neuronas. El número de muertes derivado de la guerra contra el narcotráfico superó en más de 100% al registrado el año pasado. Por eso, pese a todas las “operaciones limpieza” que se quiera, de no reducirse esta tendencia en 2009 el número de víctimas será mayor (y así sucesivamente, año con año, hasta que la fuerza de la realidad nos obligue a cambiar de estrategia). Queda claro, en todo caso, que la viabilidad del Estado está en entredicho.
C) La crisis económica internacional estalló este año, aunque venía gestándose de tiempo atrás. No es una responsabilidad del gobierno mexicano, aunque no haber reconocido desde el principio su gravedad, quizá provocó que se retrasaran las medidas necesarias para amortiguar su perjudicial efecto sobre la economía nacional. Los daños palpables al día de hoy son una devaluación que por mucho tiempo había logrado contenerse, un importante número de plazas perdidas, la reducción ya palpable de remesas, y la amenaza de que se cierre esa importante válvula de escape a las tensiones económicas y sociales de México. Pero según los expertos, la crisis apenas inicia. No se sabe bien a bien dónde está el piso, ni cuando se tocará antes de emprender el ascenso a la recuperación. Dependiendo de las medidas que tome el gobierno mexicano, la responsabilidad que hoy se ubica fuera del país podría terminar aterrizando justo en el gobierno de Calderón. Situación que desde ya empieza a capitalizar políticamente la oposición (más el PRD que el PRI), sobre todo en medio de una elección intermedia con varias concurrentes, programadas en 2009.
D) La reforma petrolera fue quizás el logro más importante de este año en materia legislativa. No fue el único, pero sí el más controvertido y relevante. Cada quien tiene su lectura sobre este acontecimiento. Quienes favorecían una mayor apertura del sector al capital privado se quejan de que el proceso fue un “parto de los montes” e incluso contraproducente (por el costo político que tuvo que pagar Calderón). Para quienes se oponían incluso a la menor participación de capital privado fue una victoria. El caso es que, objetivamente, la iniciativa presentada por Calderón, que ni siquiera proponía un cambio constitucional, intentó ser aprobada de la única forma en que podría serlo, un fast track, que fue detenido por el famoso tribunazo del PRD. En virtud de lo cual, las fuerzas “nacionalistas” se agruparon (lo mismo en el PRI que en el PRD) para deslavar la iniciativa calderonista hasta dejarla irreconocible. Fue, a todas luces una victoria política de Andrés López Obrador que, sin embargo, éste se negó a reconocer como tal.
E) Finalmente, en materia de partidos políticos, lo más relevante fue la elección interna del PRD para renovar a su dirigencia nacional, que derivó en un pantano electoral (tanto por el fango como por el impasse político que representó). Así fue denunciado por ambas partes, por lo cual debió culminar en la anulación del ejercicio y su repetición más adelante. Con tantas irregularidades, aunadas a un resultado estrecho, era imposible descifrar la intención de la militancia. Así lo determinaron las instancias partidarias, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió revalidar la elección, dando el triunfo a Jesús Ortega (cuando el Tribunal tenía todos los elementos jurídicos para confirmar la anulación a partir de los principios constitucionales). Eso dio pie al inicio de lo que parece una inevitable ruptura en el sol azteca, con consecuencias políticas y electorales imposibles de ponderar por ahora, pero que a todas luces serán perjudiciales para el polo izquierdo de la gama ideológica.
Para que no olvidemos la postura del gobierno usurpador ante la crisis : "México tendrá catarrito por crisis en EU: Carstens"
"México tendrá catarrito por crisis en EU: CarstensAdmite secretario de Hacienda
que el país se verá afectado por la desaceleración en EU , aunque descarta que,
como en el pasado, nos vaya a dar pulmonía. En escala de 0 a 10 donde 0 es “no
estoy preocupado” y “10 estoy muy preocupado”, él se califica con 8"Y aquí la opinión de Carlos Fernández Vega sobre lo "emocionante" del derrumbe Mexicano :
El michoacano de las mil promesas incumplidas ha intentado sortear con propaganda y discursos fatuos los compromisos que en campaña daba por realizados si llegaba a Los Pinos. Del empleo “para todos” a la “seguridad” pública de los mexicanos; de “erradicar” el crimen organizado a “desmantelar” monopolios y oligopolios que impiden el avance del país; de los precios “accesibles” a las tarifas “bajas” para los que menos tienen; del “navío de gran calado” a la economía “envidiada por todos”; en síntesis, del futuro promisorio a la dicha plena, “para vivir mejor”.
A estas alturas, sin embargo, una de las promesas incumplidas que más deterioran su de por sí ajada imagen y ofende en grado sumo a los mexicanos de todos los colores y sabores, porque a todos daña, es aquella que, ya como inquilino de Los Pinos, pomposamente asumió hace poco más de un año, el 28 de septiembre de 2007: “nunca más habrá una crisis económica”.
En pleno zarandeo económico-financiero, cuando tirios y troyanos exigen acción inmediata al patidifuso inquilino de Los Pinos y en medio del hecho insólito de que la Cámara de Diputados ponga al Ejecutivo un plazo perentorio para que en un máximo de 48 horas modifique su paquete económico para 2009, porque si no el propio Legislativo actuará en consecuencia, aquella promesa de septiembre de 2007 le pone la cereza al cada día más grande pastel del fracaso calderonista.
Sólo alguien más fatuo que Calderón –aunque éste va que vuela para llevarse la medalla de oro– se animó a prometer en público que México “nunca más” registraría una crisis, y ese no fue otro –imposible que no lo fuera– que el de las ideas cortas y la lengua larga, el mismísimo Vicente Fox.
Pocos acontecimientos contribuyen a la unidad de los mexicanos, pero el inquilino de Los Pinos es un suertudo y le toca protagonizar uno de esos momentos, aunque sea en su contra: la delicada circunstancia económico-financiera que vive el país, previsible de cuando menos dos años atrás, ahora provoca la unión de voces, reclamos y exigencias de sectores productivos y especulativos, gobernadores, partidos, legisladores y mexicanos todos, para que la administración calderonista deje a un lado el discurso, salga de su letargo, reaccione ante lo obvio y actúe de inmediato para hacer frente a la enorme bola de nieve que se deja venir.
A estas alturas del zarandeo, ¿qué tan “emocionado” se sentirá el inquilino de Los Pinos?, toda vez que en otra de sus célebres frases de ocasión, pronunciada a principios del presente año aseguraba: “me emociona un poquito el escenario preocupante de 2008”, ante el cual “no nos quedaremos de brazos cruzados”.
Sin duda debe ser “emocionante” observar cómo se pierde el escaso empleo generado y se cancela el existente, cómo se reduce a su mínima expresión el crecimiento económico, cómo se debilita el tipo de cambio (ayer a 12.40 pesos por dólar), cómo en unos cuantos días el mercado bursátil mexicano perdió todo lo ganando durante sus 22 meses y pico en Los Pinos, cómo regresan al país cientos, tal vez miles, de paisanos ahora doblemente expulsados por la crisis estadunidense (la primera fue por la mexicana), y cómo, en fin, el “catarrito” y la “gripa” adquieren su dimensión real.
Allá por septiembre de 2007, en este espacio comentamos que el inquilino de Los Pinos tendría que definir qué es lo que entiende por crisis, porque, al igual que en el sexenio pasado, lleva ya varios discursos al hilo con dicho tema como elemento central y con los mismos lentes oscuros. Entre la frases utilizadas por Felipe Calderón destacan, con todo y sintaxis oficial, las siguientes: “que nunca más una crisis económica afecte a los mexicanos… nos costó mucho trabajo, pero trabajamos de manera decidida para no volver nunca más a una crisis económica… trabajamos para que no se repita una crisis económica… estamos trabajando para que nunca más volvamos a tener una crisis económica”, y así por el estilo.
Decíamos también que el michoacano retomaba el discurso y el decreto de la “inexistencia de la crisis”, y lo hacía con igual falta de visión, insensibilidad o cinismo que sus antecesores en Los Pinos, porque de qué otra manera, que no sea crisis, se puede calificar a un país en el que la mitad de su población sobrevive en la pobreza y la miseria; en el que millones de personas no tienen para lo elemental; en el que la economía “crece” a niveles similares o incluso inferiores a los reportados por una nación como Haití; en el que alrededor de 65 por ciento de los ocupados obtienen un ingreso menor a tres salarios mínimos; en el que la mitad de los trabajadores se emplea en el sector informal; en el que millones de personas han salido del país en su desesperación por mejorar su precario nivel de vida; en el que el salario mínimo vigente es totalmente anticonstitucional; en el que la mayoría de los empleados no tiene prestaciones de ley, y tantas otras carencias y deficiencias. Si esto no es crisis, ¿qué es?
De allí el discurso vacío, repetitivo y temerario de que México está libre de crisis. En septiembre de 2007 dijo el inquilino de Los Pinos: “hoy nos encontramos en un momento muy diferente de nuestra historia y estamos trabajando de manera decidida para nunca más volver a tener una crisis económica en el país; ese es un compromiso muy claro que tiene este gobierno con todas las mexicanas y con todos los mexicanos, que nunca más una crisis económica afecte el patrimonio nacional… pensar en 25 años atrás es pensar en lo que había en México en aquel entonces y lo recordamos perfectamente. A veces se nos olvida a los mexicanos lo que se ha sufrido y lo que ha pasado el país, y quizá por eso no se aprecia cabalmente el logro que se tiene”. ¿En serio las condiciones de vida, las perspectivas para el grueso de los mexicanos han cambiando en esos 26 años? ¿Realmente, en lo social y económico, México es diferente que hace cinco lustros, como se presume en el discurso oficial?
Todo indica, puntualizábamos, que para el clan que lleva cinco lustros en el poder lo único que entiende por crisis es devaluación, tasas de interés en las nubes, elevado riesgo-país, déficit y demás síntomas de inestabilidad macroeconómica, pero no pobreza, miseria, desempleo, marginación, migración, salarios de hambre y conexos.
Pues bien, con el “catarrito”, ahora también en lo macroeconómico.Para rematar, hasta les pagamos por burlarse de nosotros.
Irresponsables e incompetentes ¡ Que se vayan ! : Anticipa SHCP nuevo ajuste a principios de 2009
Se desmoronan los pronósticos de crecimiento para la economía mexicana
Algunos especialistas pronostican caída debido a que el país es arrastrado por la actual crisis mundial
El Financiero en línea
México, 29 de diciembre.- Los pronósticos de crecimiento para la economía mexicana durante 2008 y 2009 quedaron desmoronados, e incluso algunos especialistas pronostican caída debido a que el país es arrastrado por la actual crisis mundial, de la que aún nadie puede prever el fin.
En su expectativa original, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señaló un crecimiento de 3.7 por ciento para 2008, aunque en posteriores revisiones el primer trimestre la bajó a 2.8 por ciento, en septiembre a 2.4 y en octubre a 2.0 por ciento.
Lo que no tiene precedente es el ajuste que la dependencia hizo a la estimación de crecimiento en 2009. El 8 de septiembre, cuando entregó al Congreso su propuesta de paquete económico para el año próximo, preveía un aumento de 3.0 por ciento en la actividad económica.
Pero un mes después, antes incluso de que los legisladores aprobaran el programa económico, la Secretaría de Hacienda modificó a sólo 1.8 por ciento la estimación de crecimiento de la economía nacional para 2009, tasa que finalmente ratificó el Congreso.
Este cambio al marco macroeconómico se hizo el 8 de octubre pasado, durante el anuncio del Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo, que contiene diversas medidas contracíclicas con las que el gobierno pretende aminorar el impacto de la crisis global.
Sin embargo, las acciones fueron insuficientes para contagiar a los analistas privados del optimismo de la SHCP sobre la economía nacional, dado que los efectos de esta crisis apenas comienzan a reflejarse en algunos indicadores económicos y, sobre todo, porque nadie sabe cuándo terminará este ciclo.
Especialistas consultados cada mes por el Banco de México (Banxico) han reducido en forma gradual sus estimaciones de
crecimiento para el cierre de este año: en enero calculaban 2.82 por ciento, para junio pasaron a 2.63 y en diciembre a tan sólo 1.72 por ciento.
Para 2009, pronostican que en el primer trimestre el Producto Interno Bruto (PIB) de México mostrará una disminución anual de 0.3 por ciento, y en el curso del próximo año se reduzca en 0.1 por ciento, aunque anticipan que para 2010 se reactivará la economía a 2.4 por ciento.
Con estimaciones propias, el Banxico también ha recortado a lo largo del a;o sus proyecciones de crecimiento para 2008: De un rango inicial de 2.40 a 2.90 por ciento, su última estima estimación es de 2.0 por ciento. Para 2009, lo sitúa entre 0.5 y 1.5 por ciento.
Organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) comparten una perspectiva pesimista para México.
De un tasa cercana a la estimada por la Secretaría de Hacienda, dichos organismos bajaron sus proyecciones para 2008 en alrededor de 1.5 por ciento, y para el año próximo calculan que rondará 0.5 por ciento.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) es más concluyente en sus pronósticos. Su presidente saliente, Federico Casas-Alatriste, estimó que México crecerá cerca de 2.0 por ciento en 2008, pero en 2009 la actividad sería nula (cero por ciento) o incluso caería en una tasa de 1.0 por ciento.
Todo esto a causa del deterioro de las perspectivas económicas a nivel mundial, en particular en Estados Unidos, un entorno que tendrá impacto en la economía mexicana reflejado en disminución de exportaciones, remesas, turismo e inversión extranjera, entre otros sectores.
Pero eso no es todo. En días pasados el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, adelantó que la dependencia a su cargo continúa revisando la meta de crecimiento económico de México en 2009, actualmente en 1.8 por ciento, y la nueva proyección se dará a conocer a principios de año. (Con información de Notimex/AYV)
¿El "presidente" del empleo? : Estados del norte, los más afectados por el desempleo
Concentran 84% de la disminución de plazas en noviembre
Registra el sector industrial la mayor contracción laboral
Por Arturo Robles
El Financiero en línea
México, 16 de diciembre.- Las entidades del norte del país fueron las que presentaron las mayores pérdidas en materia de empleo formal de los últimos cinco años.
Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila abarcaron 84 por ciento de la disminución de plazas laborales durante noviembre.
Estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) revelan que la pérdida de la oferta laboral en estas entidades fue consecuencia del menor impulso en actividades relacionadas con la industria, particularmente la manufactura de transformación.
Dos de cada ocho empleos que se perdieron en un mes corresponden a Baja California, es decir más de 15 mil 100 plazas, mientras que Sonora tuvo una reducción de 11 mil 300 puestos y Chihuahua más de diez mil.
Estas dos entidades tuvieron una participación de 31 por ciento de los casi 68 mil trabajos eliminados en noviembre.
La mano de obra en Chihuahua sufrió reducciones desde que comenzó la segunda mitad del año, con menos 31 mil 500 de julio a noviembre.
Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila participaron con 30 por ciento del total, siendo los dos primeros los que han experimentado un menor impulso en la demanda de trabajadores desde septiembre.
Según cifras de la dependencia, cuando se enfría la economía los estados que resienten los efectos de manera inmediata son los del norte de la República, como sucedió entre 2001 y hasta casi la mitad de 2003.
Otras entidades que también experimentaron bajas en su plantilla laboral fueron las del centro del país, tales como Querétaro, Estado de México, Distrito Federal, Puebla y Guanajuato.
Éstas tuvieron una contracción de 14 mil 760 plazas, y su pérdida es significativa por la participación de las industrias de consumo, automotriz y de manufacturas de transformación, especialmente la textil.
Por su parte, Veracruz y Sinaloa fueron las que tuvieron las menores pérdidas, con cien mil y 200 mil menos.
Esta reducción laboral en 24 estados del país fue ligeramente compensada con la creación de empleos en ocho entidades, particularmente en la zona sur.
Tabasco tuvo un aumento de dos mil 600 plazas; Quintana Roo, de cuatro mil 500, y Oaxaca, más de cuatro mil 700.
Motor
Economistas de Banamex y Santander expusieron que la dinámica laboral en los estados del sur obedece a la presencia de la industria petrolera, aunque en los últimos meses la creación de empleos se ha moderado.
Con respecto a la contracción de plazas por actividad económica, las industrias de la transformación y la construcción fueron las más afectadas, con 95 mil 570 menos contra el mes previo.
El trabajo relacionado con el transporte tuvo una baja de dos mil 800 puestos, mientras que las funciones relacionadas con servicios a la empresa y las personas presentaron una reducción de 750.
A su vez, las actividades primarias observaron la disminución de dos mil 250 plazas.
El comercio y los servicios comunales y sociales generaron 32 mil 576 empleos, que fueron insuficientes para compensar el menor número de plazas creadas en noviembre. (Con información de El Financiero/APB)
A recibir el 2009 juntos y organizados
PLAZA PÚBLICA
26 Dic. 08
El expediente Bours
A través de 350 solicitudes de información al gobierno de Eduardo Bours y las distintas respuestas que se recibieron se puede ver la negativa en ese estado a satisfacer el interés ciudadano por saber. Álvaro Cepeda Neri es un abogado y periodista, ha sufrido en su afanes informativos enfrentamientos con Eduardo Bours
Durante un año, de octubre de 2007 al mismo mes de 2008, Álvaro Cepeda Neri dirigió 350 solicitudes de información al gobierno de Sonora, con el propósito de establecer el modus operandi de una administración caracterizada por su desdén a los ciudadanos. Formado en la empresa privada, el gobernador Eduardo Bours ha logrado manejar el gobierno que encabeza como cosa propia, sin tener que rendir cuentas a nadie, más allá de las formalidades que le demanda una legislatura a la cual controla. Ahora el pertinaz solicitante hace un servicio a la causa del acceso público a la información al publicar sus peticiones y las respuestas que dieron a ellas los funcionarios a las órdenes de Bours. El resultado es un volumen de 800 páginas, que contiene cientos de documentos y notas del autor que sitúan en su contexto las solicitudes y lo dicho por la burocracia boursista.
Cepeda Neri es un abogado que desde hace décadas convirtió su instrumental jurídico en arma para el ejercicio periodístico a que se ha dedicado con denuedo y pasión. Nacido en Ciudad Obregón, a pesar de residir en la Ciudad de México no ha perdido jamás contacto con su tierra, cuya política conoce a profundidad desde que participó en la tentativa de Fausto Acosta Romo de protagonizar un gobierno vocado a las mayorías, algo que nunca ha ocurrido en aquella entidad norteña.
Los afanes informativos del periodista han sido enfrentados sin miramiento alguno por Bours, que hizo desaparecer el diario Cambio, justo en el momento en que Cepeda Neri se haría cargo de su dirección. Y ha estorbado la circulación de la edición sonorense de la revista Contralínea, cuyo periodismo de investigación ha develado la verdadera naturaleza del gobierno de Bours.
En las respuestas a los 350 requerimientos de información presentados por el jurista cajemense hay de todo, hasta información útil que muestra el talante proempresarial de Bours. Pero abundan los rechazos a las peticiones y menudea la expresión que sirve para evitar que el interés ciudadano por saber sea satisfecho: esa información no existe. Damos aquí sólo un par de ejemplos de esas respuestas, cuya índole justifica la paradoja con que subtituló su expediente el inquisitivo preguntón: La corrupción de la transparencia. La transparencia de la corrupción.
Cuando el periodista quiso conocer la situación patrimonial de Bours (y otros funcionarios) se le respondió abiertamente: que su solicitud "ha sido rechazada" y con una prosa espesa y redundante se explica que eso es así "en virtud de atender a lo dispuesto en los artículos 18 y 26 de la ley de acceso a la información pública del estado de Sonora, que otorga el carácter de confidencial a la información requerida, encontrándonos imposibilitados legalmente para proporcionarla al solicitante. Lo anterior en razón de que la información contenida en las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos es considerada, de pleno derecho, como información confidencial, de conformidad con lo establecido en la ley de acceso a la información pública del estado de sonora y en el artículo 3o., de esa misma ley, en relación directa con los artículos 5o. último párrafo; 30, fracción I, inciso A; y 31, incisos G), H) e I) de los Lineamientos generales para la clasificación y desclasificación de la información de los sujetos obligados en el estado de Sonora. Al respecto cito textual el artículo 30, fracción I, inciso A) de los lineamientos citados al final del párrafo anterior. Artículo 30. Se considerará como información confidencial la siguiente: I. La información que contenga datos personales de los particulares o servidores públicos como: a) la información patrimonial que los servidores públicos declaren en los términos de la ley de la materia, salvo que los declarantes autoricen su divulgación", lo que obviamente Bours no ha hecho.
De la información lograda por Cepeda Neri quiero detenerme en un convenio firmado por el gobierno estatal y la empresa Ford, una de cuyas plantas mexicanas se halla en Hermosillo. Las cláusulas respectivas son un ejemplo de confusión, al margen de la ley, de las políticas de promoción económica y de adquisiciones La cláusula primera de ese convenio firmado el 16 de agosto de 2004 establece que el gobierno del estado "conviene en realizar la adquisición del parque vehicular por parte de las dependencias y entidades del gobierno del estado de Sonora, de las marcas comercializadas por la Empresa Ford (misma que 'se compromete a que los precios que oferte serán siempre competitivos... en condiciones preferenciales y garantizando en todo momento la calidad y entrega oportuna de los bienes objeto del presente. Adicionalmente los gobiernos municipales del estado de Sonora podrán solicitar al gobierno adherirse en los mismos términos y condiciones al presente convenio...
"...toda vez que la Empresa Ford no se encuentra constituida para llevar a cabo operaciones de venta directa al usuario final, las documentará a través de la empresa Proveedora Compañía de Automóviles, SA de CV, misma que está constituida como distribuidora preferente de ventas al gobierno...
"El gobierno del estado de Sonora entregará de tiempo en tiempo a la Empresa Ford un informe que contenga la planeación de compra de vehículos para que ésta pueda tasar los precios y asegurar el abastecimiento oportuno".
Además de esas compras, el gobierno se compromete a dar a Ford "el mejor paquete de apoyos... de carácter fiscal, de infraestructura y modernidad".
Fuente : Grupo Reforma
59%: su situación económica hoy es peor que a finales de 2007...( Y al resto ya no le puede ir peor)
En promedio, son altas las calificaciones que dieron a la situación en sus relaciones personales o familiares, así como en su ambiente de trabajo, su salud o las condiciones en las que se encuentra la casa en donde viven.
La encuesta en viviendas que hicimos a finales de noviembre incluyó algunas preguntas sobre la situación económica personal de los entrevistados, así como su percepción de la calidad de vida que tienen hoy día.
Si bien la mayoría reconoce que en 2008 su situación económica ha empeorado y que cuando piensan en su futuro se sienten preocupados, resulta que seis de cada diez quisieran algo mejor en sus vidas, pero no se quejan de lo que tienen.
En promedio, son altas las calificaciones que dieron a la situación en sus relaciones personales o familiares, así como en su ambiente de trabajo, su salud o las condiciones en las que se encuentra la casa en donde viven.
Si se midiera la situación de un país por lo satisfechos que están sus habitantes con lo que tienen, ¡México estaría en los primeros lugares! En el fondo, celebro que tantos estén tan satisfechos con su situación personal, pero creo que ya va siendo hora de que nos volvamos un poquito más exigentes ¿no les parece?, porque como diría mi abuela: “el que no llora, no mama”
México SA. Carlos Fernández-Vega
■ Discurso sin acción, respuesta internacional a la masacre perpetrada por Israel
A punto de concluir este agitado 2008, ya se escuchan las tradicionales fanfarrias que emanan del micrófono oficial sobre “los grandes logros”, aquí y allá, en un sector y en los otros también, aunque la credibilidad de los eventuales receptores del mensaje brille por su ausencia, en medio de una terca realidad que los ubica en la exacta dimensión del problema.
Uno de esos “logros”, versión Sagarpa, es que en 2008 las importaciones de alimentos “podrían llegar a poco más de 19 mil millones de dólares”. ¡Felicidades!, pero de acuerdo con la estadística del Inegi, lo anterior, que desde luego no es “logro” alguno, sólo sería posible si el país hubiera cerrado las fronteras a la importación de ese tipo de productos desde el pasado 21 de noviembre y extendiera la medida hasta el 31 de diciembre. Sólo así, con 40 días menos en el balance, podrían “celebrar” esos 19 mil millones de dólares, un monto de por sí aterrador para efectos de soberanía alimentaria.
Pero mientras se escuchan las fanfarrias oficiales, otros pronunciamientos más serios nos ubican en un contexto que si bien no nos gusta, es ingrato, corresponden a la siempre chocante realidad. Por ejemplo, señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, la pérdida del poder adquisitivo del salario en México hace que el mini ingreso a todas luces resulte insuficiente. En 1982 se podía adquirir 94 por ciento de los productos de la canasta básica con un salario mínimo general. En 2008, con el mismo salario, sólo puede adquirirse menos de 10 por ciento de los productos de una canasta básica.
El índice de precios de la canasta básica se encuentra por arriba del índice nacional de precios al consumidor desde 2002, cuando menos. En noviembre de 2008, con el efecto de los incrementos en los alimentos, dicho indicador aumentó 6.3 por ciento anual, mientras el incremento nominal del salario mínimo general ha venido descendiendo desde el año 2000; en noviembre de 2008, el incremento salarial fue 2.3 puntos porcentuales menor al incremento de la inflación general.
En términos reales, se observa el deterioro del salario frente a los incrementos de la inflación en general, y en los alimentos, en particular. No obstante que entre septiembre y octubre descendieron los precios internacionales del maíz y el trigo, los precios de los productos elaborados con dichos cereales continúan presentando variaciones al alza, en algunos casos en menor medida que la observada en el segundo trimestre de 2008. En el tercer trimestre, productos como arroz y huevo se incrementaron en mayor medida que en los trimestres previos en que se dispararon los precios.
A lo largo del cuarto trimestre de 2008 el alza se ha mantenido, pero los datos disponibles revelan que hasta el tercer trimestre algunos aumentos anualizados han sido los siguientes (todas las cifras son porcentajes): arroz, 61.6; aceites y grasas vegetales comestibles, 50.4; huevo, 27.1; pan de caja, 20.2; galletas populares, 15.2; harinas de trigo, 26.7; pasteles y pastelillos, 12.4; pollo en piezas, 5.4; leche pasteurizada fresca, 6.7 (CEFP/ Banco de México).
Por otra parte, el valor de las importaciones de alimentos pasó de 2 mil 800 millones de dólares promedio anual en el trienio 1980-1982 a 14 mil 300 millones en el trienio 2004-2006, y a 19 mil 300 en 2007, lo que refleja el crecimiento de la dependencia alimentaria en México. Hasta octubre pasado, el monto alcanzó 17 mil 800, con una proyección de 21 mil 400 millones al cierre de 2008 (Inegi).
De acuerdo con el siguiente ejercicio realizado por el CEFP con algunos productos de la canasta básica, se puede apreciar que en la mayoría de éstos las cantidades consumidas en 2008 disminuyeron en comparación con 2002. Los productos que presentan una disminución más marcada son el arroz y la tortilla. Así, medido por poder de compra, en 2002 con un salario mínimo general promedio se compraban 13.3 kilogramos de tortilla de maíz; en 2008 sólo seis, lo que entre un año y otro representa un aumento de 185 por ciento en el precio de este producto básico; para el caso del arroz, la relación pasó de 9.9 a 3.2 kilogramos, respectivamente, igual a 300 por ciento de aumento en el precio; la pasta para sopa (en muchos hogares un “sustituto” de la carne) registra un aumento de 93 por ciento en su precio, con lo que el poder de compra de ese minisalario cayó de cuatro a 2.6 kilogramos; con ese ingreso en 2002 se adquirían 2.9 litros de aceites y grasas vegetales comestibles, mientras en octubre de 2008 sólo podían comprarse dos litros, lo que denota un avance en el precio de 83 por ciento.
Lo mismo sucede con otros alimentos, cuyos precios se incrementaron en la siguiente proporción (todas las cifras son porcentajes): azúcar, 39; café soluble, 39; carne molida de res, 82; frijol, 23; huevo, 42; leche pasteurizada y fresca, 50; pan blanco, 28; galletas populares, 59; refrescos envasados, 10. Todo lo anterior, insisto, sin considerar los aumentos de precios registrados a lo largo y ancho del cuarto trimestre de 2008. Muchos menos, los que se avecinan en la inminente “cuesta” de enero (febrero, marzo, abril, mayo, etcétera, etcétera) de 2009.
Lo anterior refleja el deterioro que ha sufrido el poder adquisitivo (28 por ciento de 2002 a 2008) y nutricional de la población de menores ingresos, ya que en el año 2000, según el Instituto Nacional de Nutrición, 40 por ciento de la población basó su dieta en el consumo de huevo, pan blanco, tortilla, vísceras y frijoles, y 15 por ciento de ese total habitaba en zonas marginadas, donde se consume únicamente chile, tubérculos y tortilla. De acuerdo con el Banco Mundial, durante 2007 la pobreza alimentaria afectó a 17.6 por ciento de la población en México.
La concentración oligopólica es otro factor que influye en la fijación de precios de los alimentos, aunque no se mencione como una causa en la actual crisis. Aproximadamente cinco empresas controlan el mercado mundial de granos e insumos agrícolas, las cuales tienen el poder suficiente para manipular los precios a gran escala.
En síntesis, “la mejoría observada en los dos últimos meses con relación a una mejor cosecha y menores precios, no debe crear expectativas sobre seguridad alimentaria en el país, debido a que se continúa observando volatilidad en los mercados. México debe considerar el hecho de que los niveles de precios en los granos básicos no volverán a presentar las cotas observadas antes de esta crisis”.
Las rebanadas del pastel
Frente a la masacre perpetrada por Israel, la respuesta internacional es el discurso, no la acción. Una “sensible mejoría” de la comunidad de naciones, si se recuerda, por ejemplo, el ensordecedor silencio que guardó ante el genocidio en Ruanda, con su millón de muertos a golpe de machete.
México SA. Carlos Fernández-Vega
■ Discurso sin acción, respuesta internacional a la masacre perpetrada por Israel
A punto de concluir este agitado 2008, ya se escuchan las tradicionales fanfarrias que emanan del micrófono oficial sobre “los grandes logros”, aquí y allá, en un sector y en los otros también, aunque la credibilidad de los eventuales receptores del mensaje brille por su ausencia, en medio de una terca realidad que los ubica en la exacta dimensión del problema.
Uno de esos “logros”, versión Sagarpa, es que en 2008 las importaciones de alimentos “podrían llegar a poco más de 19 mil millones de dólares”. ¡Felicidades!, pero de acuerdo con la estadística del Inegi, lo anterior, que desde luego no es “logro” alguno, sólo sería posible si el país hubiera cerrado las fronteras a la importación de ese tipo de productos desde el pasado 21 de noviembre y extendiera la medida hasta el 31 de diciembre. Sólo así, con 40 días menos en el balance, podrían “celebrar” esos 19 mil millones de dólares, un monto de por sí aterrador para efectos de soberanía alimentaria.
Pero mientras se escuchan las fanfarrias oficiales, otros pronunciamientos más serios nos ubican en un contexto que si bien no nos gusta, es ingrato, corresponden a la siempre chocante realidad. Por ejemplo, señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, la pérdida del poder adquisitivo del salario en México hace que el mini ingreso a todas luces resulte insuficiente. En 1982 se podía adquirir 94 por ciento de los productos de la canasta básica con un salario mínimo general. En 2008, con el mismo salario, sólo puede adquirirse menos de 10 por ciento de los productos de una canasta básica.
El índice de precios de la canasta básica se encuentra por arriba del índice nacional de precios al consumidor desde 2002, cuando menos. En noviembre de 2008, con el efecto de los incrementos en los alimentos, dicho indicador aumentó 6.3 por ciento anual, mientras el incremento nominal del salario mínimo general ha venido descendiendo desde el año 2000; en noviembre de 2008, el incremento salarial fue 2.3 puntos porcentuales menor al incremento de la inflación general.
En términos reales, se observa el deterioro del salario frente a los incrementos de la inflación en general, y en los alimentos, en particular. No obstante que entre septiembre y octubre descendieron los precios internacionales del maíz y el trigo, los precios de los productos elaborados con dichos cereales continúan presentando variaciones al alza, en algunos casos en menor medida que la observada en el segundo trimestre de 2008. En el tercer trimestre, productos como arroz y huevo se incrementaron en mayor medida que en los trimestres previos en que se dispararon los precios.
A lo largo del cuarto trimestre de 2008 el alza se ha mantenido, pero los datos disponibles revelan que hasta el tercer trimestre algunos aumentos anualizados han sido los siguientes (todas las cifras son porcentajes): arroz, 61.6; aceites y grasas vegetales comestibles, 50.4; huevo, 27.1; pan de caja, 20.2; galletas populares, 15.2; harinas de trigo, 26.7; pasteles y pastelillos, 12.4; pollo en piezas, 5.4; leche pasteurizada fresca, 6.7 (CEFP/ Banco de México).
Por otra parte, el valor de las importaciones de alimentos pasó de 2 mil 800 millones de dólares promedio anual en el trienio 1980-1982 a 14 mil 300 millones en el trienio 2004-2006, y a 19 mil 300 en 2007, lo que refleja el crecimiento de la dependencia alimentaria en México. Hasta octubre pasado, el monto alcanzó 17 mil 800, con una proyección de 21 mil 400 millones al cierre de 2008 (Inegi).
De acuerdo con el siguiente ejercicio realizado por el CEFP con algunos productos de la canasta básica, se puede apreciar que en la mayoría de éstos las cantidades consumidas en 2008 disminuyeron en comparación con 2002. Los productos que presentan una disminución más marcada son el arroz y la tortilla. Así, medido por poder de compra, en 2002 con un salario mínimo general promedio se compraban 13.3 kilogramos de tortilla de maíz; en 2008 sólo seis, lo que entre un año y otro representa un aumento de 185 por ciento en el precio de este producto básico; para el caso del arroz, la relación pasó de 9.9 a 3.2 kilogramos, respectivamente, igual a 300 por ciento de aumento en el precio; la pasta para sopa (en muchos hogares un “sustituto” de la carne) registra un aumento de 93 por ciento en su precio, con lo que el poder de compra de ese minisalario cayó de cuatro a 2.6 kilogramos; con ese ingreso en 2002 se adquirían 2.9 litros de aceites y grasas vegetales comestibles, mientras en octubre de 2008 sólo podían comprarse dos litros, lo que denota un avance en el precio de 83 por ciento.
Lo mismo sucede con otros alimentos, cuyos precios se incrementaron en la siguiente proporción (todas las cifras son porcentajes): azúcar, 39; café soluble, 39; carne molida de res, 82; frijol, 23; huevo, 42; leche pasteurizada y fresca, 50; pan blanco, 28; galletas populares, 59; refrescos envasados, 10. Todo lo anterior, insisto, sin considerar los aumentos de precios registrados a lo largo y ancho del cuarto trimestre de 2008. Muchos menos, los que se avecinan en la inminente “cuesta” de enero (febrero, marzo, abril, mayo, etcétera, etcétera) de 2009.
Lo anterior refleja el deterioro que ha sufrido el poder adquisitivo (28 por ciento de 2002 a 2008) y nutricional de la población de menores ingresos, ya que en el año 2000, según el Instituto Nacional de Nutrición, 40 por ciento de la población basó su dieta en el consumo de huevo, pan blanco, tortilla, vísceras y frijoles, y 15 por ciento de ese total habitaba en zonas marginadas, donde se consume únicamente chile, tubérculos y tortilla. De acuerdo con el Banco Mundial, durante 2007 la pobreza alimentaria afectó a 17.6 por ciento de la población en México.
La concentración oligopólica es otro factor que influye en la fijación de precios de los alimentos, aunque no se mencione como una causa en la actual crisis. Aproximadamente cinco empresas controlan el mercado mundial de granos e insumos agrícolas, las cuales tienen el poder suficiente para manipular los precios a gran escala.
En síntesis, “la mejoría observada en los dos últimos meses con relación a una mejor cosecha y menores precios, no debe crear expectativas sobre seguridad alimentaria en el país, debido a que se continúa observando volatilidad en los mercados. México debe considerar el hecho de que los niveles de precios en los granos básicos no volverán a presentar las cotas observadas antes de esta crisis”.
Las rebanadas del pastel
Frente a la masacre perpetrada por Israel, la respuesta internacional es el discurso, no la acción. Una “sensible mejoría” de la comunidad de naciones, si se recuerda, por ejemplo, el ensordecedor silencio que guardó ante el genocidio en Ruanda, con su millón de muertos a golpe de machete.
Los católicos ya no son la población mayoritaria en 55 municipios del país
En un mapa cambiante y cada vez más plural de la religión en México, ya son 55 los municipios donde el catolicismo dejó de tener una población mayoritaria, casi todos ubicados en los estados de Chiapas y Oaxaca. Además, en diez la preferencia predominante es la “sin religión”, categoría que incluso constituye una nueva mayoría en los municipios de Mecayapan y Santiago del Pinar, en los estados de Veracruz y Chiapas, respectivamente.
Sin embargo, no hay una sola religión que se perfile a ocupar el lugar que deja la Iglesia católica. Más bien se presenta una diversidad que se agrupa en dos grandes tendencias: los cristianos no católicos y los que se definen “sin religión”. Por cierto, es esta categoría la que mostró en el año 2000 una media nacional de 3.5 por ciento, la cifra más alta después del catolicismo para una adscripción particular, sólo comparable con el grupo de “protestantes o evangélicas”.
El grupo “sin religión” registra un crecimiento promedio anual más dinámico que el de la población católica, pues mientras ésta crece 1.7 por ciento anual, quienes dicen no tener ninguna religión lo hacen a un ritmo de 5.2 por ciento. Tanto el volumen como el porcentaje de la población sin religión ha aumentado desde 1960, año en que se registró una media de 0.6 por ciento –previamente no existía esa opción en la cédula censal–, con un incremento importante a partir de 1980, cuando pasó a 3.1 por ciento.
En sus investigaciones “Población sin religión” y “Ubicación y patrones de distribución”, contenidas en el Atlas de la diversidad religiosa en México, las especialistas Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga, y el investigador Eric Janssen, describen y analizan los paisajes de la pluralidad religiosa y la presencia de los no creyentes, principalmente a escala municipal.
Los 55 municipios donde la Iglesia católica ha dejado de ser mayoría se ubican de la siguiente forma: 34 en Chiapas, 13 en Oaxaca, 5 en Veracruz y uno cada uno en Puebla, Chihuahua y Campeche. La mayoría de los municipios chiapanecos son fronterizos.
De 10 municipios donde predomina la categoría “sin religión”, ocho se encuentran en Chiapas y dos en Veracruz. No obstante, son 18 los municipios donde cuando menos 30 por ciento de su población se declara de esa manera.
En general, la tendencia es que no hay municipio donde alguna opción religiosa no católica supere a la católica, a excepción del municipio de Riva Palacio en Chihuahua, que es un territorio donado por el presidente Álvaro Obregón en 1921 para construir ahí las colonias menonitas, con familias procedentes de Manitoba, Canadá.
Dentro del grupo de los cristianos, los adventistas y los protestantes históricos –presbiterianos, bautistas, metodistas y nazarenos– tienen mayor presencia en Chiapas, mientras que los pentecostales y otras evangélicas se ubican más en los municipios del estado de Oaxaca y en Zongozotla, del estado de Puebla. Sólo hay un municipio, el de Bejucal de Ocampo, en Chiapas, donde la presencia de los testigos de Jehová es contundente, pero ahí los que dicen no profesar ninguna religión es la categoría predominante. No existen tendencias exclusivistas religiosas sino de diversidad, pero dentro del abanico religioso pueden advertirse ciertos dominios.
En un análisis de estos 55 municipios se desprende que tienen un grado de marginación alto o muy alto, que el grado de desarrollo humano es predominantemente medio bajo y en algunos casos bajo, y que el grado de intensidad migratoria es bajo o nulo.
Mientras tanto, al aplicarles el índice de disimilitud, se percibe que las religiones cristianas no católicas se caracterizan por índices de concentración geográfica. Así, por ejemplo, están los adventistas, que aunque en el total nacional son menos, presentan un patrón de concentración territorial tendiente a crear una hegemonía regional. En caso contrario se ubican los testigos de Jehová, que aunque son la religión con mayor número de adherentes después de la católica, presentan una capacidad de difusión de su credo que les permite estar presentes en casi todos los municipios del país.
Por lo que respecta a los “sin religión”, Cristina Gutiérrez Zuñiga señala que esta población tiene en promedio un pobre perfil educativo, pues muestra cifras de alfabetismo más bajas que el nivel nacional (87.2 por ciento) y seis de cada 10 no tienen instrucción o no han terminado la primaria.
De acuerdo con el mapa de su distribución por estados, se observa que la zona sur-sureste concentra 45 por ciento de la población sin religión. Si se suma el porcentaje correspondiente a la zona centro, la cifra alcanza 64.8 por ciento del total. La zona centro-occidente es la que muestra menor porcentaje, y dentro de ella, en Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco esta preferencia no llega a un punto porcentual, a la vez que éstos son los estados que presentan las más altas preferencias porcentuales de población católica en el país. Es decir, donde hay mayores proporciones de católicos hay menores proporciones de población sin religión, dice Gutiérrez Zuñiga.
Pero por otra parte, esta misma categoría “sin religión” concentra también el mayor número de profesionistas entre la población en general. Entre ellos se encuentran 145 mil profesionistas, lo que implica que están más concentrados que en el conjunto nacional, tienen un promedio de hijos por mujer ligeramente menor que el de las demás religiones, y reportan las cifras más altas de unión libre –20.9 por ciento, contra 10 por ciento de católicos– y unión sólo civil: 23 por ciento contra 11 de católicos.
Se siguen pasando de lanzas : Retiran subsidio al consumo de luz a viviendas y lo ceden a la IP
Los grandes industriales contarán con mejores condiciones de pago para que no les afecten las “variaciones inflacionarias”
■ Podrían contar incluso con un esquema de cargos fijos, señala el SME
Patricia Muñoz Ríos
En forma subrepticia, el gobierno federal modificó en el último bimestre de este año las tarifas del servicio eléctrico para beneficiar a los grandes industriales y mayores consumidores del país y darles mejores condiciones de pago, e incluso está trasladando a los empresarios subsidios que tenían los usuarios domésticos, mientras para los ciudadanos en 2009 las tarifas de luz se incrementarán en forma mensual.
Además, a partir de febrero y marzo del próximo año cambiará radicalmente el esquema de cobro de energía eléctrica en el Distrito Federal y estados colindantes, y entrará en operación un nuevo sistema que incluye la instalación de cajeros automáticos en los que se podrá pagar el servicio las 24 horas del día, así como tres call centers, o centros de atención telefónica, en los que se podrán realizar trámites y quejas sobre el servicio, según detalló el líder Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza Flores.
En cuanto a la modificación de las tarifas a escala nacional, información de las secretarías de Hacienda y Energía revela que desde la última semana de noviembre se cambió el esquema tarifario para “eliminar el efecto de la volatilidad de los precios de los combustibles y (evitar) que las variaciones inflacionarias” afectaran a los industriales del país que tienen elevados consumos.
Según Hacienda, se trata de “atenuar” el impacto del mayor costo de la energía para los grandes productores del país –tanto nacionales como extranjeros–, ampliar las opciones de pago y adoptar un esquema de cargos fijos para los usuarios industriales de alta tensión.
Para el líder del SME, Martín Esparza, de nueva cuenta se trata de beneficiar a las empresas privadas y darles mejores condiciones de pago, e incluso se trasladan subsidios que tenían los usuarios domésticos a los industriales. Sin embargo, para los consumidores domésticos durante 2009 seguirá incrementándose el costo de la energía eléctrica, ya que los cobros se determinan tomando como referente el costo de la unidad de medición del gas internacional y no el costo de producción nacional.
Asimismo se modificará el recibo de pago y los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que realizan la tarea de tomar las lecturas del servicio portarán equipos electrónicos especiales para procesar en tiempo real los consumos y emisión de recibos de luz y hacer más eficientes los cobros.
En entrevista, el dirigente señaló que desde finales de noviembre el gobierno federal modificó una serie de tarifas eléctricas para favorecer a los industriales, darles mejores condiciones de pago e incluso apoyarlos con subsidios. En tanto, para los usuarios domésticos continuará incrementándose el costo del servicio durante todo el próximo año, porque las tarifas aumentan prácticamente cada mes.
En cuanto al nuevo esquema que Luz y Fuerza del Centro establecerá a partir de febrero o marzo de 2009 para aplicar el cobro, realizar la toma de lecturas y atender al público, el líder del SME indicó que el Instituto Politécnico Nacional desarrolla el modelo, que modificará desde las gestiones para la solicitud de contratos hasta la verificación de lecturas, facilidades para los pagos y demás.
Este programa está muy avanzado e incluye modificaciones a las estructuras del sindicato y algunas cuestiones administrativas, ya que, por ejemplo, los tres call centers que se van a instalar darán servicio para que los usuarios vía telefónica realicen reclamos de por qué llegó alto el costo del servicio en el recibo y se pidan visitas de trabajadores para verificar instalaciones. Los cajeros automáticos se instalarán en establecimientos comerciales.
Las sucursales también van a contar con máquinas touch screen, o sea con pantallas táctiles que darán información a los usuarios. Los tomadores de lectura van a contar con pantallas portátiles, en las que ingresarán los datos del consumo desde los domicilios de los usuarios, y procesarán en línea las facturas o recibos; incluso vía Internet se podrán realizar consultas sobre el servicio.
Según informó Esparza Flores, también se va a cambiar la factura, el recibo tradicional de luz, el cual se hará más amplio y contendrá información sobre el historial del consumo, el costo real del servicio y los subsidios que se reciben.
Agregó que incluso ya se cuenta con recursos para iniciar el programa de licitación de compras, y los trabajadores van a comenzar un plan de capacitación para poner en marcha este nuevo sistema de gestión comercial.
Crisis, insensibilidad y descontento
La medida mantiene la línea anunciada el pasado 1º de noviembre por el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, quien afirmó, durante el Foro Nacional de la Industria Química, que los grandes consumidores de energía eléctrica podrían acceder a una tarifa preferencial por periodos anuales, así como adquirir contratos de cobertura para protegerse de las fluctuaciones abruptas en las cotizaciones internacionales del gas natural. Por su parte, en una reunión con representantes del Consejo Coordinador Empresarial, el 5 de diciembre, el titular de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, confirmó que parte de la estrategia del gobierno federal ante la crisis económica era “bajar todos los insumos de las empresas, principalmente de energía eléctrica”, según versión del presidente del organismo, Armando Paredes.
En un escenario como el actual, marcado por un severo desorden financiero de alcances globales y por el colapso del modelo neoliberal y sus dogmas, nadie en su sano juicio pondría en duda la pertinencia de la intervención del sector público para paliar los efectos de la crisis y reactivar los motores de la economía y el mercado internos. Sin embargo, la medida que se comenta da cuenta de una actitud sesgada e insensible del gobierno, pues se combina con una política constante de retiro de subsidios de los servicios eléctricos para los usuarios domésticos, que se ha reflejado, en los últimos meses, en incrementos exorbitantes en los recibos de luz –hasta 200 por ciento en un solo bimestre–, ante los cuales los pequeños consumidores no tienen manera de defenderse.
El doble rasero con que se conduce el grupo gobernante en el cobro de los servicios eléctricos es indicativo, por lo demás, de que prevalecen en la actual administración las inercias características de los gobiernos neoliberales, propensos a rescatar, en tiempos de crisis, a los grandes consorcios financieros, comerciales e industriales en aprietos y dejar a la deriva a los asalariados, las clases medias, los pequeños empresarios, los sectores populares, los ciudadanos de a pie.
Los aumentos desproporcionados en las tarifas eléctricas –a los que habrá que sumar los que se han dado en los precios del gas y la gasolina, que este año se incrementaron en 33 ocasiones–, en sí mismos ofensivos para millones de familias, constituyen un agravio adicional para la población en un escenario en que convergen índices crecientes de desempleo, caídas en las remesas desde Estados Unidos, inflación y carestía, amén de las desigualdades económicas y sociales de siempre.
Hasta ahora el gobierno federal no ha atinado a articular un discurso mínimamente congruente con esta realidad. Se ha limitado a emitir balbuceos y alegatos inverosímiles en torno a la pretendida “solidez” de la economía mexicana y a emprender acciones como las que se comentan, orientadas al beneficio de unos cuantos. En cambio, se muestra ajeno al creciente descontento popular que se genera por el sombrío panorama económico y por sus consecuencias en los bolsillos de las mayorías. Urge, por tanto, que aparezcan indicios de un nuevo rumbo económico, con medidas, sentido y sensibilidad sociales.
Luis Téllez, traidor a México
por Humberto Musacchio para Excélsior
Excelente reportero que se convirtió en columnista, Francisco Garfias no olvida los años pasados en busca de materia periodística, de hechos de interés público, de noticias como esa que nos dio el pasado martes en su Arsenal y que por mínima congruencia debe costarle el puesto a todos los que intervinieron o permitieron el atentado de lesa patria al que se refiere el ameritado colega. Escribió Garfias que la modernización de la Red Privada del Presidente “fue adjudicada por la SCT, en noviembre pasado, a filiales de las empresas representantes de la transnacional Cisco y la estadunidense Motorola”, lo que constituye un problema de seguridad nacional, pues se pone en manos de dos entidades privadas extranjeras un instrumento de poder que mal empleado puede ocasionar gravísimos daños a las instituciones. Peor todavía es que las empresas de Estados Unidos, por ley, están obligadas “a entregar toda la información de que dispongan a las autoridades de ese país, sin notificarlo a los clientes. Es decir, todo lo que hable el Presidente mexicano por esa red privada podría escucharlo el gobierno gringo” y, agregamos, actuar en consecuencia buscando proteger, no el interés de México, sino el de Washington. El asunto se destapó, informa Garfias, por una queja que presentó el Grupo Swagger, filial de la firma francesa Matra, empresa que participó en el concurso realizado por invitación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dependencia federal que pasó alegremente sobre lo dispuesto por la Ley de Adquisiciones y Arrendamientos y Servicios del Sector Público. Aun si cambiara la adjudicación del contrato respectivo, el daño puede ser irreparable, pues según el grupo quejoso “no se siguió el procedimiento de confidencialidad de la información sobre configuración, topología, equipos, protocolos, instalaciones estratégicas, que por fuerza necesitaron conocer más de cinco proveedores” invitados a presentar sus propuestas a la SCT. Ignoramos cuántas firmas invitadas son de matriz extranjera, pero la entrega de esa información, de obvio carácter estratégico, “es contraria a la Ley de Seguridad Nacional”. Por supuesto, se muerde la lengua el Grupo Swagger, uno de los cinco concursantes invitados, pues se trata de otra firma de matriz fuereña, pero resulta lamentable que sea ella la que recuerde a los mexicanos que la SCT, entidad convocante, dejó “en posición de vulnerabilidad a la Seguridad Nacional del Estado Mexicano, al permitir que los Códigos de Seguridad o Llaves de Encripción estén en posesión de un gobierno extranjero; específicamente del gobierno de los Estados Unidos” (la sintaxis y las mayúsculas son por cuenta del denunciante). Ante hechos como los narrados, el ciudadano ha de preguntarse en manos de quién estamos. Ya en el ámbito penal se ha hecho costumbre la entrega de reales o presuntos capos del narcotráfico a Estados Unidos, con lo que el Estado mexicano abdica del derecho y renuncia al deber de juzgar y castigar a quienes delinquen en territorio nacional. Mediante múltiples vías se ha hecho patente la cesión de soberanía a los intereses de la potencia del norte, pero en este caso se ha llegado demasiado lejos. Cabe preguntar si en México no contamos con personal y tecnología suficientes para crear y mantener una red de comunicación que debe manejar sus mensajes en la mayor discreción y hasta en el más riguroso secreto. Sería interesante conocer el punto de vista del Instituto Politécnico, de la Universidad Nacional de México, de Teléfonos de México y de otras instituciones y empresas que trabajan en el ramo de las comunicaciones, pues todo indica que esta vez el malinchismo llegó demasiado lejos, más allá de donde lo permiten las leyes y la Constitución. La puntual exposición de Francisco Garfias debe llevar no sólo al cese fulminante del secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, veterano traficante de influencias y servidor de intereses extranjeros en la esfera estatal y en la privada. Lo ocurrido es suficiente para someterlo a juicio político y llevarlo a la cárcel junto con los funcionarios que participaron de tan sucio enjuague. Pero es dudoso que desde Los Pinos le exijan a Téllez la renuncia, pues entre santanistas no se leen la suerte. Tal vez haya en el gobierno federal algún funcionario que no sea afín a los intereses de Washington. Quizás uno de esos hispanistas de los viejos tiempos del PAN al que habría que buscar con lupa, pues todo indica que esa especie ya se extinguió. Ahora la Meca de los albiazules está junto al río Potomac y no ocultan su interés en congraciarse con EU, no por la empatía que puede experimentarse frente al amigo, sino por miedo a su fuerza y, en el fondo, por el afán de ser protegidos paternalmente en sus posesiones y posiciones por los señores del imperio, que están más interesados en tener capataces que en cultivar amistades. Por eso suponemos que los panistas no darán la espalda al traidor. Esperemos a ver qué opina la oposición.
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