Jenaro Villamil
En su VI y último informe de gobierno, Enrique Peña Nieto no sólo repitió las consignas de sus logros y de la “inevitabilidad” del triunfo del PRI en el 2012 con él como candidato. También nos recordó que encabeza una “pareja de poder” con Angélica Rivera, la actriz de Televisa que ahora es su esposa. La historia de esta relación forma parte del proyecto mediático que hay en torno al mandatario. He aquí la historia.
-¿Podemos entrar al tema que verdaderamente preocupa a la nación mexicana? –le preguntó Sabina Berman a Enrique Peña Nieto.
La emisión del programa Shalalá de aquel 12 de noviembre de 2008, conducido por la escritora Berman y la periodista Katia D’Artigues le arrancaron en esa ocasión la declaración que el mandatario mexiquense necesitaba en su romance que era ya cotilleo en todas las revistas rosas y en la chismografía de la farándula.
-La prensa del corazón lleva meses preguntándole si usted y La Gaviota andan. ¿Sí o no? ¿Son novios? –soltó Sabina Berman.
-Nunca me han preguntado –reviró Peña Nieto.
-Entonces le preguntamos –acorraló D’Artigues.
-Sí, sí estoy saliendo con ella…
-Espérese, ¿qué es eso de ‘estoy saliendo con ella’?
-¿Quieres saber si tenemos una relación? Sí. Somos novios, sí. –afirmó Peña Nieto.
El rating del programa de Canal 13, de TV Azteca, se disparó en ese momento. La “confirmación” de Peña Nieto iba a dar para más líneas ágata y comentarios en televisión para mantener la presencia del mandatario mexiquense.
-¿Cómo fue? ¿Usted la vio primero y tuvo una entrevista previa con ella para decidir si la elegía ser el rostro del Estado de México? –cuestionó Katia D’Artigues.
-No. No hice casting ni nada de eso. Realmente, decidimos que fuera a través de una figura pública, una artista, para que nuestra comunicación fuera más eficaz.
-¿Quién la propuso?
-El área que nos hace la creatividad se entrevistó con ella, y luego la propuso Televisa, con la que tenemos un convenio de publicidad, como con otros medios. El acuerdo decía que podíamos incorporar a uno de sus actores para apoyar la comunicación. Me propusieron a Angélica y yo dije que estaba bien. ‘Me gusta que sea Angélica’. Me entrevisté con ella en abril o mayo, justo para la campaña de los 300 Compromisos. Cuando acabó la campaña, la invito a salir, a cenar, para darle las gracias por su participación. Salí una primera vez, y luego una segunda vez.
La versión de Peña Nieto sobre la contratación y el posterior romance con la actriz de telenovelas era medianamente cierta. Confirmaba que La Gaviota, formaba parte de un convenio de publicidad con Televisa. Sin embargo, se cuidó de no desacreditar la versión de una relación genuina.
En los hechos, se ha tratado de un romance, una boda y una relación mediáticamente calculados en función de la promoción de la figura del gobernador mexiquense.
En efecto, el contacto inició en abril de 2008, cuando la actriz Angélica Rivera aceptó una cita privada con el mandatario estatal, por intermediación de Manuel Cavazos Melo, experto en cabildeo y relaciones públicas.
Cavazos Melo es amigo del publicista Juan Carlos Limón, de la empresa ByPower, e hijo de Manuel Cavazos Azcárraga, emparentado con el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean. Limón fue el artífice de la estrategia de los “compromisos cumplidos” ante notario público.
El “flechazo” entre ambos personajes quedó a la perfección, como parte del proyecto de asesoría y mercadotecnia política que Peña Nieto contrató con ByPower, y con la empresa TV Promo, de Alejandro Quintero, vicepresidente de Comercialización de Televisa, para aminorar el escándalo generado por las contradicciones en torno al fallecimiento de su esposa Mónica Pretelini.
Testigos de esta negociación relataron a Proceso que en abril de 2008, la ex protagonista de la telenovela Destilando Amor, donde interpretó el personaje apodado La Gaviota, había culminado la campaña publicitaria “300 Compromisos Cumplidos” que se transmitió en los medios electrónicos de todo el país, especialmente en los mejores horarios de Canal 2, hasta el 8 de junio.
Por recomendación de Cavazos Melo, Angélica Rivera acudió a ByPower para pactar una cita con Peña Nieto. ByPower es una agencia de publicidad y relaciones públicas, creada por Juan Carlos Limón García, que tiene entre sus subsidiarias a la empresa Inner Music, dedicada a la “representación artística de cantantes, actores, modelos y cualquier otro tipo de artistas, organizaciones de eventos masivos de fines artísticos”, según consta en el folio 372970 del Registro Público de la Propiedad.
El mismo Limón García, uno de los asesores mercadológicos de Peña Nieto vio la oportunidad de ganarle a TV Promo y a los brokers de Televisa un convenio para diseñar el “romance” del gobernador viudo.
El intermediario, Cavazos Melo, tenía una relación cercana con Maritza Rivera, hermana de la actriz, y con Limón García. Fue director de Relaciones Gubernamentales de ByPower y, por tanto, intermediario en varios de los convenios publicitarios con el gobierno del Estado de México y con otras administraciones priistas. Desde la campaña electoral de Peña Nieto, Cavazos Melo se coordinaba con Yessica de la Madrid, responsable del proyecto publicitario de Radar Servicios Especializados y de TV Promo, ambos vinculados a Televisa.
Cavazos Melo fue nombrado por el ex procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, como director general de Coordinación Interinstitucional de la dependencia.
La “Exclusividad” de La Gaviota
Al enterarse de que La Gaviota había llegado por su propia cuenta con Peña Nieto, los ejecutivos de Televisa alegaron que Angélica Rivera tenía un “contrato de exclusividad” con la empresa. Por tanto, ellos eran los dueños de su imagen.
En declaraciones a la cadena Univisión, en octubre de 2008, una fuente del gobierno del Estado de México afirmó:
“Nosotros no llamamos a Angélica Rivero directamente, sino que fue a través de Televisa. De hecho, el gobierno no paga los honorarios de Angélica, eso ya está cubierto dentro de la pauta que tenemos con Televisa”.
En revistas como la española Hola! se ventiló que Angélica Rivera había sido pareja durante 14 años del productor de Televisa, José Alberto El Güero Castro, hermano de Verónica Castro, celebridad también del “canal de las estrellas”. El primer desafío para lograr que el romance terminara en boda era anular o invalidar el enlace religioso entre Rivera y Castro para cumplir con el proyectado enlace religioso en un templo católico.
De esta manera, Televisa desplazó a ByPower de la “gestión” del romance y de la futura boda. Entre julio y agosto de 2008 comenzaron a filtrarse noticias de la relación entre la actriz y el gobernador.
Ambos se dejaron fotografiar en los restaurantes San Angel Inn y Phillipe, en la Ciudad de México, así como en bodas de alto impacto mediático como la de Ninfa Salinas, hija del concesionario de TV Azteca, y de la actriz y cantante Chantal Andere y Enrique Rivero Luke.
La revista Quién publicó en su edición 175 la “historia del romance ente Peña Nieto y La Gaviota”, pero fue hasta la emisión del programa Shalalá, en Canal 13, cuando el mandatario confirmó su romance con la actriz.
Las Contradicciones de un Romance
En las revistas de sociales, en los programas de chismes del espectáculo y en todas las barras de infoentretenimiento de la televisión abierta, la pareja Peña Nieto-La Gaviota comenzó a aparecer como parte de una estrategia de “publicidad integrada”, como se le conoce en el argot mercadológico a la promoción de productos y personalidades políticas insertados en el contenido de la programación.
La polémica se concentró en si el matrimonio de Angélica Rivera con El Güero Castro había sido anulado o no por El Vaticano. En la edición del 10 de junio de 2009, la actriz le declaró a la revista Quién que nunca estuvo casada con el productor de Televisa.
“No fue anulación, la Iglesia lo dictaminó como algo inválido. No tuvo validez porque no llevamos las formas como la Iglesia lo requiere, fue un error de parte de nosotros, la Iglesia lo tomó así”, afirmó la actriz que apareció en la portada como “Mamá Gaviota”.
También dio su versión del “flechazo” con Peña Nieto. Según La Gaviota, la primera cita fue en el restaurante Phillipe, al término de la campaña de “Los 300 Compromisos Cumplidos”.
Después de cinco meses de salir y conocerse “un día me invitó a cenar a un restaurante. Luego de un rato se me quedó viendo, me abrazó lentamente y me preguntó si quería ser su novia. Era la primera vez que alguien me decía: ‘¿Quieres ser mi novia?’”.
Sin embargo, esta versión rosa del encuentro se contradijo con la publicada en un extenso publirreportaje de la revista española Hola!, publicado en diciembre de 2009. Con un despliegue de 12 páginas con fotografías para difundir la visita de Peña Nieto y Rivera a El Vaticano, la redacción de la revista anotó:
“Superados los momentos difíciles y con los papeles que la declaraban soltera de nuevo en la mano, Angélica encontró un año más tarde nuevamente el amor en el atractivo político Enrique Peña Nieto, cuando él la buscó para que fuera la imagen de la campaña del Estado de México ‘Los 300 Compromisos Cumplidos’. Así se conocieron y, poco después, se enamoraron”.
La polémica sobre la anulación o no de la boda religiosa de Angélica Rivero trascendió hasta los programas de espectáculos.
Curiosamente, también desde las oficinas de Televisa se soltó el rumor de que Lucero, imagen que sustituyó a Angélica Rivero en la promoción del gobierno peñista, como una posible “candidata” de la alianza PAN-PRD al gobierno del Estado de México.
El Vaticano como set Televisivo
Para zanjar cualquier duda, el gobernador Peña Nieto y una gran comitiva formada por familiares, funcionarios mexiquenses y 13 obispos mexicanos protagonizaron una visita del 14 al 19 de diciembre a El Vaticano bajo el pretexto de inaugurar una exposición de artesanías del Estado de México en la Vía de la Conciliación, principal arteria de la Santa Sede.
“Casualmente” Peña Nieto, Angélica Rivera y Televisa convirtieron al Vaticano en un gran set televisivo para transmitir el anuncio de la próxima boda del gobernador con la actriz, frente al pontífice Benedicto XVI.
El miércoles 16, Peña Nieto posó ante la televisión ara saludar al papa, poco después de donar el nacimiento y las artesanías mexiquenses que formaban parte de la exposición Arte y Espíritu en El Vaticano.
Cuando saludó a Benedicto XVI, Peña Nieto le presentó a Angélica Rivero, ataviada con vestido y mantilla negros. Los noticiarios de Televisa transmitieron el momento en que el mandatario le señaló al pontífice: “pronto me casaré”.
Al ser cuestionado por utilizar una visita oficia para promover su boda, Peña Nieto se disculpó diciendo: “no sabía que el micrófono estaba abierto, le comenté que le traíamos un saludo desde México, que en el Estado de México se le aprecia y se le quiere, que lo tuviera presente en una eventual visita a nuestro país” (ver Proceso No. 1729).
La utilización de una audiencia en El Vaticano para hacerse promoción fue criticada hasta por los propios correligionarios de Peña Nieto. La senadora priista María de los Angeles Moreno declaró a pregunta expresa, el 17 de diciembre:
“Nadie tiene razón ni necesidad de anunciar en Roma y en El Vaticano, y ante el Papa, que se va a casar. Es un asunto privado… Creo que son trucos mediáticos que lamentablemente en la política de hoy se usan mucho. Todos los usan… Las actitudes públicas son públicas; las privadas deben ser privadas; no (hay que) mezclar y mucho menos involucrar cuestiones de creencias personales, con cuestiones de política pública. Esa es mi opinión”.
La Boda, Obligadamente Sencilla
Casi un año después de aquel viaje a El Vaticano, la boda se concretó para el sábado 27 de noviembre de 2010, justo antes de que iniciara la precampaña para designar al sucesor de Peña Nieto.
Se desplegaron 25 páginas a todo color, con fotos de los hijos de ambos, para anunciar su enalce y negar que su amor se trate de un reality emocional.
“Como figuras públicas que son, mucho se ha dicho acerca de su romance de dos años –advierte el publirrreportaje firmado por Lucía Alarcón-. Comentarios desde que es estrategia de mercadotecnia para hacer una precampaña presidencial hacia el 2012, que la relación es un montaje, que obligan a sus hijos a aparentar que se quieren y que todo es idea de Televisa, son algunos de los argumentos sin fundamento que han circulado en los medios de comunicación en relación con su romance”.
El despliegue publicitario de Caras incluyó, por supuesto, la promoción de la portada en los canales de Televisa.
Durante todo el mes de noviembre, los comentarios, rumores y “adelantos” sobre la “boda en privado” ocuparon los programas televisivos de chismes de la farándula.
El productor de Televisa, Pedro Torres, dueño de The Media Group, fue el encargado de realizar el video sobre la “retrospectiva” de la vida y el noviazgo de ambos personajes que se presentará ante los invitados y, por supuesto, en “el canal de las estrellas”.
Sin embargo, el evento no contó con la euforia de la jerarquía católica, especialmente de los obispos del Estado de México. Las dudas sobre si la anulación matrimonial de Rivera fue correcta o no prevalecieron en buena parte de los prelados, sobre todo, cuando algunos sacerdotes confirmaron que sí se casó en una parroquia de la Ciudad de México y no en la playa de Acapulco.
El padre José de Jesús Cuevas Aguilar contradijo esa versión, advirtiendo que “al parecer” hubo también una ceremonia en la Ciudad de México.
Sin embargo, Cuevas Aguilar precisó que existe un decreto de El Vaticano que ordena que no puede haber “fastuosidad” en una boda cuando hay una anulación matrimonial previa.
“Cuando hay una nulidad matrimonial, el decreto solicita que en caso de que la persona vuelva a casarse, lo haga con una celebración lo más sencilla y discreta posible. Tendrían que hacer caso a este decreto, como fue el caso de Vicente Fox y Martha Sahagún, que no pudieron casarse en una iglesia ni con fastuosidad”, aclaró el padre Cuevas Aguilar.
Por esta razón, explican conocedores de los entretelones de la Iglesia católica, como Bernardo Barranco, la ceremonia tuvo que reducirse al mínimo de invitados y no pudo concelebrarse con todos los obispos del Estado de México.
“Existen sectores dentro de la iglesia e incluso en El Vaticano que se opusieron a una anulación matrimonial tan acelerada”, afirmó Barranco, consultado por Proceso.
La boda no fue televisada, aunque las revistas y los periódicos publicaron ediciones especiales sobre el evento. La red social Facebook se convirtió en el medio alternativo donde la propia Angélica Rivera dio pormenores del evento. Sus seguidores se elevaron hasta los 193, 584 de ahora.
En su página en esta red social, Angélica Rivera felicitó a Enrique Peña Nieto por su cumpleaños, el pasado 21 de julio, y aprovechó también para recordar que ese mismo día su esposo logró el “compromiso 600” de su gobierno.