Regina Martínez
JALAPA, Ver., 8 de febrero (apro).- El gobernador Fidel Herrera Beltrán se deslindó de sus supuestos nexos con la delincuencia organizada y acusó a sus presuntos detractores de implicarlo con el crimen organizado por el simple hecho de que “Veracruz esté en pleno desarrollo”, a diferencia de otras entidades.
“No soy santo, pero no cometo delitos”, subrayó Herrera Beltrán tras defenderse de las imputaciones que le hicieron exempleados de detenidos por delitos contra la salud y que hoy forman parte del programa de testigos protegidos de la PGR, de las cuales dio cuenta el semanario Proceso en el número que empezó a circular desde el pasado domingo 7 (número 1736).
Entrevistado en el puerto de Veracruz, el mandatario estatal fue cuestionado por la prensa local sobre el reportaje escrito por el reportero Jorge Carrasco, en el que, con base en testimoniales de testigos protegidos de la PGR, se le acusa de brindar protección al cártel de La Compañía,
Molesto, el funcionario dejó entrever en un principio que procedería legalmente en contra del semanario dirigido por Rafael Rodríguez Castañeda, pero luego reculó.
“Eso es una infamia más”, dijo y subrayó que este tipo de acusaciones surgen “cuando a Veracruz le va bien”, entonces, “le tienen que buscar este tipo de cosas”.
Tras inaugurar las nuevas instalaciones del Colegio de Bachilleres número 50, en la congregación de Tejería en el puerto jarocho, Herrera Beltrán aseguró que su gobierno, en materia de seguridad pública, “está trabajando”.
Insistió en que su tarea es seguir trabajando en materia de seguridad, incluso adelantó que posteriormente iría a una reunión en la zona militar de Veracruz --“donde se realiza una evaluación periódica del operativo México Seguro”-- y para preparar las acciones de vigilancia durante el carnaval de Veracruz.
Ahí, en ese lugar, fue cuestionado sobre el reportaje publicado por la revista Proceso con el título “Veracruz, bajo el control de ‘La Compañía’”. Con base en dichos de informantes que laboraron en la administración estatal de 2005 a 2009, el texto de Carrasco detalla cómo se hicieron Los Zetas del control de las actividades delictivas del estado, al amparo de la protección oficial.
Herrera Beltrán lamentó que este tipo de acusaciones “busquen manchar la imagen de un gobierno y de un estado que avanza a pesar de la situación económica que enfrenta el país”.
En Veracruz, insistió el mandatario estatal, “todo está en orden”: se avanza, se crean empleos, se desarrollan inversiones y “no le vamos a parar pésele a quien le pese, ya que Veracruz vive bien y va a vivir mejor”.
Aun cuando reconoció que no es un “santo”, precisó que tampoco es un delincuente, y reiteró que lo publicado por Proceso “es una infamia más, que no merece más que el esclarecimiento legal que tenga que hacerse de hechos”.
En este sentido, apuntó, “puede ser falso como todo lo que se ha hecho cuando Veracruz va tan bien, pues le tienen que buscar cosas, no soy santo, pero no cometo delitos”, no obstante rechazó hacer eco a los señalamientos publicados en su contra.
Ante la insistencia de los reporteros a si procedería legalmente contra la revista, según lo dejo entrever al inicio, reculo y negó que vaya a actuar penalmente, “pues sería perder el tiempo cuando Veracruz concreta inversiones”.
A pesar de que el viernes pasado criticó al gobierno de Felipe Calderón de estar dando “palos de ciego” en materia de seguridad, hoy argumento el compromiso de su administración de “cerrar filas” con la federación en la lucha contra el crimen organizado, en el que participan las fuerzas armadas.
En medio de esta nueva controversia, Herrera Beltrán remarcó que periódicamente se reúne con el gabinete de Seguridad Pública, en el que participan las instancias federales, militares y estatales, “para plantear las estrategias a seguir y dar certidumbre a la población” en esta materia.
Por separado, el dirigente estatal del PRI, Jorge Carvallo Delfín, exigió que “deben probarse” los señalamientos en los que se involucra al gobernador Herrera Beltrán con bandas criminales, “ya que además de ser parte de una campaña negra contra Veracruz, estamos en pleno inicio del proceso electoral local”.