Historia oculta de Virgilio Andrade: enfrenta demandas de ex pareja
El secretario de la Función Pública maniobró para colocar a Nayeli Martínez, su pareja hasta enero pasado, primero en la Sedesol y después en Sedatu. En un giro de la historia, ella denunció "amenazas de muerte" y "violencia" por parte del funcionario. La misma dependencia encabezada por Andrade es la encargada de investigarlo.
Por Carolin Fromm* y Gustavo Sánchez
Virgilio Andrade Martínez, nombrado secretario de la Función Pública en febrero 2015, por el presidente Enrique Peña Nieto, usó su anterior y actual cargo en el gobierno para colocar y mantener en la administración federal a Nayeli Martínez, quien fue su pareja hasta hace unos meses y con quien tiene un hijo.
“Virgilio me dijo que ya no me iba a dar la pensión alimenticia de nuestro hijo y que con ese sueldo, yo me iba a hacer cargo de la manutención”, declaró ella ante la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra Mujeres, en la PGR, donde se abrió una averiguación previa
Nayeli cobró por un tiempo hasta 80 mil pesos mensuales, y se le financió un doctorado así como un chofer, aunque no se le asignaron funciones en las dos secretarías que ha estado: la de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu); en esta última siguió percibiendo un sueldo al menos hasta el mes pasado.
La médico cirujano de 39 años reconoció que consiguió su puesto gracias a un “favor” que le pidió Andrade a su “amigo”, Emilio Zebadúa, quien fue oficial mayor de la Sedesol y ahora ocupa el mismo cargo en la Sedatu.
En enero de este año, terminó la relación extramarital, tras lo que ella acusa como “amenazas de muerte”, “violencia sexual” y “económica” por parte de Andrade.
“Atrévete imbécil a denunciarme y verás lo que te pasa”, fue la advertencia que le hizo, según lo consignó ella en una denuncia que interpuso ante la contraloría interna de la
Secretaría de la Función Pública, dependencia encabezada por el hombre con quien mantuvo una relación de casi 5 años.
Ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos -otra instancia a la que acudió Nayeli- Andrade rechazó las acusaciones de su ex pareja, aunque no explicó cómo llegó la doctora primero a la Sedesol y después a la Sedatu.
Por su parte, la CNDH decidió cerrar el caso en marzo pasado, argumentando que “se advirtió que se trataba de un asunto entre particulares”. Pero el organismo apuntó que “lo relacionado con la presunta violencia de la que afirmó ser víctima la quejosa, al tratarse de una posible conducta delictuosa, corresponde a la autoridad ministerial llevar a cabo la investigación correspondiente y, en su oportunidad, determinar lo procedente conforme a Derecho, para lo cual se inició la respectiva averiguación previa ante la FEVIMTRA”.
En tanto, “la Contraloría Interna de la SFP tramita un expediente integrado con motivo de los escritos que la quejosa presentó el 28 de enero del año en curso, y es quien deberá resolver, en el ámbito de sus atribuciones”.
Es decir, Andrade es investigado por la dependencia que él encabeza.
Mientras la Fiscalía rechazó hablar sobre un caso en específico, la Secretaría de la Función Pública no contestó a las solicitudes de entrevista, relacionadas con la investigación que se realiza sobre el caso.
Tras las denuncias que interpuso, Nayeli comenzó a cobrar menos -pasó de 80 a 30 mil pesos al mes-; fue degradada de puesto; ya no se le paga chofer ni doctorado; además de que se le quitó la oficina que tenía por “limitaciones de espacio” y hasta la fecha opera desde su casa.
No obstante, gracias a una demanda de manutención, logró que Andrade pagara los gastos del menor de forma mensual.
La ex pareja aseguró que el secretario usa “el poder del Estado” para que, en general, sus denuncias ante dependencias del gobierno y la demanda ante un juzgado de lo familiar, no prosperen.
“Con Virgilio sufrí de violencia psicológica, violencia económica, violencia sexual, violencia intrafamiliar, me hizo muchas amenazas si lo dejaba, si se enteraba la gente que teníamos un hijo y si le iniciaba una demanda de pensión alimenticia, la cual ya inicié”, alertó la doctora en una carta dirigida a la secretaria Rosario Robles, entregada en febrero pasado -con sellos de recibido- la cual aún no tiene respuesta.
Durante su gestión, Andrade emitió el Código de Ética de los Servidores Públicos del Gobierno federal, a fin de “propiciar la integridad de los servidores públicos e implementar acciones permanentes que favorezcan su comportamiento ético”. Además fue Andrade quien exoneró al presidente Enrique Peña Nieto -quien lo puso al frente de la SFP- de algún conflicto de interés en la compra de la casa blanca de las Lomas de Chapultepeca un contratista del gobierno federal.
Él lo niega todo
Ante la queja de Nayeli en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el secretario respondió que “se ha conducido de forma correcta y respetuosa… sin que se haya mezclado en ello, su vida como servidor público, ni ejercido actos de violencia física, moral o psicológica, sexual o intrafamiliar y económica, mucho menos amenazado con causarle un mal… niega rotundamente todas y cada una de las imputaciones”.
A ese organismo de derechos humanos, así como al juzgado de lo familiar, han sido los únicos a los que este medio pudo corroborar que Andrade ha respondido, de todas las denuncias que interpuso su ex pareja.
Aristegui Noticias lo buscó desde principios de abril pasado para que diera su versión. La respuesta nunca llegó. En cambio, el funcionario interpuso un recurso para que no se conociera esta historia.
Con el apoyo del despacho Nassar Nassar, en abril pasado, Virgilio Andrade solicitó a la jueza de lo familiar que estableciera una “medida de apremio”, para que los periodistas que decidieran investigar y publicar esta historia, tuvieran consecuencias.
Andrade aludió al “interés superior” del hijo de ambos para urgir que no se “filtrara” ninguna información.
La jueza no le concedió silenciar a los medios de comunicación. No obstante, les ordenó a ambos abstenerse de “publicar” todo lo relacionado con el caso. Sin embargo, la señora Martínez fue entrevistada desde marzo pasado, mucho antes de la orden de la juez; el tema no fue su hijo, sino las presuntas amenazas de Andrade y lo que acepta ella como una maniobra para colocarla dentro del gobierno.
El favor para Andrade
Diez días después de la llegada de Enrique Peña Nieto a Los Pinos, en diciembre de 2012, Virgilio Andrade fue nombrado titular de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
Nayeli y Andrade llevaban ya casi dos años de relación extramarital. Ella había trabajado en el Hospital General de Iztapalapa y dice que previamente asesoró en temas de seguridad al ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard. Además, buscó, sin éxito, ser diputada. Pero no había ocupado una dirección en una secretaría del gobierno federal.
En octubre de 2014, un año después de tener un hijo con el funcionario, Nayeli comenzó a ocupar un puesto en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dependencia encabezada por Rosario Robles.
“Me mandó con un amigo suyo”, mencionó Nayeli, en referencia al entonces oficial mayor de la Sedesol, Emilio Zebadúa.
Andrade y Zebadúa son viejos conocidos: trabajaron en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari; coincidieron en el Instituto Federal Electoral, donde el primero fungió como representante suplente del PRI, después fue consejero (2003-2010) y el segundo también ocupó este último cargo (1996-2000).
Los dos pasaron a formar parte, casi al mismo tiempo, del gobierno de EPN: tanto Andrade como Zebadúa asumieron sus cargos en la presente administración desde diciembre 2012.
En la Sedesol, Nayeli ocupó desde octubre 2014 la dirección general adjunta de la Oficialía Mayor, encabezada por Zebadúa.
La doctora aseguró que cumplía un horario de oficina. Pero se dio cuenta de la clase de “trabajo” que le habían asignado: “No se me permitía hacer nada… Era como una congeladora”, contó en marzo pasado.
Su rutina, explicó, fue siempre la misma: “Checaba el correo institucional, veía las noticias, me reportaba con mi jefe”.
En ese puesto, según la doctora, Andrade comenzó a citarla, en horas laborales, para tener relaciones en hoteles de la Ciudad de México. Los encuentros, acusó, se tornaron violentos, pues abusaba de ella.
“¿Cómo alguien puede obligarte a ese tipo de cosas tan terribles, tan humillantes, tan degradantes? Yo no puedo reponerme… Me sentía humillada, me sentía degradada, me sentía deprimida, me sentía sin valor”, relató.
Mientras esos encuentros se repetían, en la Sedesol “jamás desempeñé una función o trabajo ni actividad alguna relacionada con el trabajo que me había sido otorgado… yo le decía a Virgilio que me dejara hacer el trabajo por el cual estaba cobrando, ya que yo tenía una oficina sin tener ninguna actividad que desarrollar”, declaró Nayeli ante Fevimtra.
Un comprobante de pago de agosto 2015 -su último mes en la Sedesol- muestra que en una quincena cobró cerca de 40 mil pesos, descontando los impuestos retenidos.
Además, ella aceptó que la dependencia le pagó un chofer e incluso se le “apoyó” con una beca para un doctorado en la Universidad Anáhuac.
Parte de esos pagos, dijo, fueron en efectivo y se los daba el propio Emilio Zebadúa, su jefe directo.
En 2015, Andrade y Nayeli cambiaron de dependencia federal. En febrero, él se convirtió en Secretario de la Función Pública. En septiembre de ese año, Nayeli pasó de la Sedesol a la Sedatu, cuando Rosario Robles fue nombrada titular de esa dependencia.
Como ocurrió en Desarrollo Social, Emilio Zebadúa fue designado oficial mayor de la Sedatu. Al cambiarse él de dependencia, también cambiaron a Nayeli.
“Al irme a la Sedatu con el oficial mayor por indicaciones de Virgilio Andrade Martínez también estuve aislada sin realizar ningún trabajo”, refirió sobre el inicio en esa secretaría.
“Virgilio me dijo que me fuera a Sedatu, que él quería que siguiera trabajando con el Dr. Emilio Zebadúa y yo no quería irme porque no me dejaba trabajar y estaba aislada laboralmente, y controlada, sin embargo él me dijo que así tendría que ser”, abundó la mujer en una ampliación de denuncia ante la contraloría interna de la SFP.
Un oficio firmado por Zebadúa el 1 de septiembre del 2015, da cuenta del nombramiento de Nayeli, entonces todavía pareja de Andrade, en su nuevo cargo en la Sedatu:
“A partir de esta fecha, se expide el presente nombramiento temporal por un periodo de hasta diez meses, para desempeñar el puesto de: Directora de organización y aplicación de recursos en la Dirección General de Organización y Evaluación de Fondo para el Desarrollo Regional sustentable de estados y municipios mineros”.
Cuando ella quería resolver algún problema relacionado con su trabajo, según Nayeli, Zebadúa llegó a esquivarla con un seco: “Háblalo con Virgilio”.
Este medio pudo corroborar que, a través de mensajes en whatsapp, el propio Zebadúa operaba los pagos que se le hacían a Nayeli, al menos en Sedatu. En enero de este año, por ejemplo, el oficial mayor le preguntó directo a la doctora: “¿Cuánto te debemos?”.
Para Nayeli, los múltiples pagos se los daban en compensación por la manutención de su hijo que –explicó- Andrade no quería pagar con dinero propio. La primera vez que recibió un pago para mantener al menor, dijo, fue en febrero de este año, tras denunciar a su ex pareja. Eso coincidió con la disminución de su sueldo en la Sedatu. La doctora pasó de ganar 80 a 30 mil pesos mensuales que en este caso sí son transferidos por la dependencia a su cuenta. Este último pago pudo ser constatado en un recibo:
“La violencia que ejercía Virgilio contra mí era brutal, en el sentido que él ejercía control en mis ingresos, en lo que podría hacer en mi trabajo y con las amenazas de atentar contra mi vida”, indicó a la contraloría interna de la Secretaría de la Función Pública.
“A partir de enero (sic) me dejaron de pagar el chofer porque el pago siempre me lo daban con un mes de diferencia, es decir en febrero correspondía que me dieran lo que correspondía a enero, entonces el 4 de febrero me piden que vaya a mi casa, me quitaron mi oficina, me quitaron el chofer, me quitaron la plaza, me dejaron de dar la beca correspondiente al doctorado que curso en la Universidad Anáhuac…”, abundó.
Emilio Zebadúa, personaje clave en esta historia, fue buscado para conocer su versión de los hechos, sin obtener respuesta. Cuando contestó quien se identificó como su asistente, de pronto colgó la llamada y no volvió a responder:
Llamada a Emilio Zebadúa
Voces: Reportero AN y Asistente
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Denunciado en su propia Secretaría
Nayeli dijo que Andrade la citaba en horas laborales para tener relaciones sexuales con él. Según ella, le ordenaba ir a hoteles, a la oficina de la SFP, así como a una casa que supuestamente rentó el funcionario, al sur de la ciudad, sobre Periférico, según se puede ver en la denuncia ante la propia SFP.
Se buscaron los hoteles mencionados por la doctora, sin que se obtuviera información relevante, debido a la secrecía de este tipo de lugares. En tanto, en la referida casa de Periférico no abrió nadie la puerta, en ocasiones distintas.
El 2 de febrero pasado, el contralor interno de la SFP, Roberto Michel Padilla, recibió el escrito de Nayeli, donde se hacen diversas acusaciones contra Andrade:
En ese momento Virgilio Andrade estaba por cumplir un año al frente de esa institución que se encarga de recibir quejas contra funcionarios públicos y de establecer un Código de Ética entre los servidores.
En esa denuncia, Nayeli refirió que él “se ha vuelto más violento, posesivo, controlador, intimidante, amenazante, me ha obligado incluso a tener sexo oral con él en su oficina”. Nayeli pidió al contralor interno que pregunten a Luis Islas López, el coordinador de asesores de la oficina de Andrade, con qué dinero pagó los hoteles donde se veía ella con Andrade.
También pidió corroborar sus dichos con el Estado Mayor Presidencial, que acompañó a Andrade a los hoteles, e incluso a la casa de Nayeli. Y también pidió que hablaran con sus choferes.
Esa denuncia sigue abierta pero ella teme que no prospere, pues Andrade controla esa Secretaría y a ella le han negado el acceso al expediente, con el argumento de que se trata de una investigación en curso.
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Queja en Sedatu
En febrero pasado, la ex pareja de Andrade decidió denunciar su situación en la propia Sedatu:
Hasta el mes pasado Nayeli seguía en la nómina de esa dependencia pero cobrando menos que antes de las denuncias.
Ocupa la plaza número 810241 y tiene el puesto de “directora de organización y aplicación de recursos en la Dirección General de Organización y Evaluación del Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de Estados y Municipios Mineros con Nivel Salarial MA1”.
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CNDH: caso cerrado
La Comisión Nacional de Derechos Humanos cerró el caso de Nayeli el pasado 11 de marzo, dos días después de que la encargada de revisarlo, la cuarta visitadora Norma Inés Aguilar León, firmó un convenio con Virgilio Andrade, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
En el acto del 9 de marzo, participaron Andrade y la encargada de asuntos de género de la CNDH, la misma que notificó la “conclusión” de la queja del caso que involucra al secretario de la Función Pública:
“Con relación a los hechos que imputa al titular de la Secretaría de la Función Pública, sin prejuzgar sobre su veracidad, no se acreditó que las conductas que le atribuyó hayan sido en el ejercicio de su cargo, por lo que se trata de un asunto entre particulares”, estableció Norma Inés Aguilar León.
Así, le dio la razón a la declaración de Andrade, quien previamente pidió cerrar la queja porque, según él, se trata de un asunto privado.
La visitadora Aguilar León refiere en sus conclusiones parte de la defensa de Andrade:
“El 19 de febrero de 2016, se recibió en este Organismo Nacional el oficio SP/100/23/2016, firmado por el titular de la Secretaría de la Función Pública, quien informó que con relación a los hechos materia de la queja, se ha conducido de forma correcta y respetuosa, proporcionando de manera constante el apoyo económico que requiere el menor, sin que haya mezclado en ello, su vida como servidor público, ni ha ejercido actos de violencia física, moral o psicológica, sexual o intrafamiliar y económica, mucho menos amenazado con causarle un mal a su persona o familia, por lo que niega rotundamente todas y cada una de las imputaciones que usted señala”.
Aristegui Noticias hizo a la CNDH solicitudes de entrevista con la cuarta visitadora, además de que se le envió un cuestionario. La entrevista no ha llegado y el cuestionario no fue respondido. Una de las preguntas es: ¿cómo es posible cerrar el caso con acusaciones tan profundas y diferentes procesos en trámite…?
La Comisión decidió enviar esta semana una “nota informativa” en la que detalla lo ocurrido en este caso, así como el motivo para cerrar la queja: “El 11 de marzo de 2016, se determinó concluir el asunto, con fundamento en lo establecido en el artículo 125, fracción VIII, del Reglamento Interno de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en razón de que, con relación a los hechos que la quejosa atribuyó al funcionario federal, se advirtió que se trataba de un asunto entre particulares, respecto de la relación que guarda el aludido servidor público con ella y su menor hijo”.
Pero advierte que “se encuentra facultada para solicitar la reapertura del expediente”.
Aquí lo que envió la CNDH:
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“Amigo” del Presidente
En febrero 2015, Andrade fue nombrado secretario de la Función Pública por el presidente Enrique Peña Nieto.
Por su cercanía con el presidente, así como con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray -quien, al igual que Andrade, egresó del ITAM-, Nayeli teme que sus denuncias no prosperen.
“Él menciona que ellos (Peña y Videgaray) son sus amigos, y que siempre van a apoyarle en todo y van a hacer lo que él les pida. Y que tiene todo el apoyo de ellos dos”, dijo.
Ni la Sedatu, ni Emilio Zebadúa ni Rosario Robles, ni la Secretaría de la Función Pública, ni Andrade han contestado a las diferentes solicitudes de entrevista para conocer su versión de los hechos.
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*Carolin Fromm es una periodista alemana que, con el apoyo de una beca del Club de Prensa de Hanover, colaboró con Aristegui Noticias en esta investigación. En Alemania trabaja para la radiodifusora pública Norddeutscher Rundfunk.