Critica decisiones del dirigente priísta como la coalición con PVEM y Panal
Moreira complica el triunfo del PRI en 2012; debe irse: Sauri
Me parece que buscan arrinconar a Beltrones; está latente el riesgo de división, advierte
Andrea Becerril
Periódico La Jornada
Domingo 20 de noviembre de 2011, p. 5
Domingo 20 de noviembre de 2011, p. 5
Dulce María Sauri Riancho, ex dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), advirtió que el riesgo de división en ese instituto político está latente y las posibilidades de que regrese a Los Pinos se complican por la determinación del presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Humberto Moreira, de mantenerse en el cargo y de tomar decisiones equivocadas que han provocado inconformidad entre los priístas.
Consideró un error que Moreira haya eliminado de la convocatoria para el registro de candidatos el párrafo en el que se garantizaba la equidad en la contienda entre Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, al igual que los términos en que se negoció la coalición con los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), a los que
extrañamentese cedieron posiciones importantes.
Esas dos situaciones, recalcó, han
arrinconadoa Beltrones y complicado sin razón la postulación de aspirantes a la candidatura presidencial para 2012,
un proceso que parecía ir en forma por demás tersa.
Son, dijo, tres frentes que el PRI ha abierto. Por eso Moreira debe dejar la presidencia del partido para hacer frente a los cuestionamientos formulados por su gestión en el gobierno de Coahuila.
La intención de Moreira para permanecer en la dirigencia hasta que haya candidato formal –dentro de tres meses–
no habla de un PRI moderno. Se trata de un lapso
en que pueden pasar muchas cosas en la trinchera política.
Dirigente del tricolor en el año 2000, cuando ese partido dejó de gobernar el país después de 70 años en el poder, Sauri señaló que no entiende por qué si el PRI tiene una intención de voto tan alta, la dirigencia negocia un acuerdo de coalición desventajoso con PVEM y Panal.
Es un convenio en que si el PRI gana la Presidencia, los dos partidos ganan, y si pierde, de todas formas los otros ganan. Sin hacer absolutamente nada tendrán grupo parlamentario en el Senado y otras posiciones, a costa de los priístas.
Deploró que no haya memoria histórica y se olvide cómo le fue al panista Vicente Fox con su coalición con el PVEM, además de que soslaye que el Panal viene de una alianza electoral en Michoacán
¡con el PAN!
Insistió en que no debió darse todo de entrada, sino incentivar a los partidos coaligados, pero
aquí hay un incentivo negativo para los priístas, porque en varios estados de la República, comenzando por el Distrito Federal, ya están asignadas las posiciones con nombre y apellido. Pregunto qué estímulo pueden tener los priístas de Quintana Roo o de Chiapas, no para luchar por una candidatura al Senado, sino por el partido.
Agregó que en la negociación del actual convenio de coalición trascendió que el Panal trató de condicionar la candidatura, más que en favor de Enrique Peña Nieto, en contra de Manlio Fabio Beltrones.
Ahora se complica la negociación interna para las posiciones que acordarían ambos, para que finalmente Manlio no se inscriba en la contienda, me parece que lo arrinconan.
–¿Qué escenario vislumbra si siguen acorralando a Beltrones?
–Creo que Beltrones es un político muy hábil, conocedor del sistema. Indudablemente no va a hacer por sí ninguna cuestión que afecte la posibilidad de triunfo del partido. Pero el PRI está perdiendo una excelente oportunidad de resolver la candidatura a la Presidencia, como no se ha hecho desde 1982.
Detalló que ese año fue el problema con Javier García Paniagua, que se inconformó con la postulación de Miguel de la Madrid. “Después, en 1988 la situación se dio con Alfredo del Mazo y Sergio García Ramírez; en 1994 la tragedia por el asesinato de Luis Donaldo Colosio; en 2000 un proceso abierto cuyo resultado –la candidatura de Francisco Labastida– no fue aceptado y hubo resistencia pasiva del grupo de Roberto Madrazo, y en 2006, la candidatura construida desde la presidencia del partido y la fractura”.
En esa coyuntura, recalcó Sauri, el PRI no puede cantar victoria.
Hay que entender que esta sopa está en un plato donde la distancia a la boca es muy larga. Se debe valorar cómo afecta el incidente de un día antes en la renovación del consejo político priísta en el Distrito Federal, la rebelión en otras entidades y la decisión que adoptará Beltrones.
Destacó que el senador tiene la misma capacidad política de acuerdos y conciliación que Marcelo Ebrard,
nada más que las condiciones que el PRD creó para materializar el acuerdo para elegir a su candidato presidencial no las hay en el PRI para Beltrones.