Pompín Iglesias y Nacho Contla fueron una pareja nada importante en la vida cómica mexicana. El primero, empero, tuvo una frase que fue muy comentada en todas partes, y no por su gracia más bien por su cinismo. Cuándo Ignacio le decía a Pompín que venía alguna tormenta, éste contestaba “No pasa nada, no pasa nada”. Esa ha sido la sentencia recurrente de priistas y panistas ante los asuntos más terribles que han ocurrido en el país en los últimos decenios.
Frente al horror de 90 mil asesinados, decenas de miles de desaparecidos y un millón o más de desplazados, la esposa de Felipe Calderón, Margarita, asegura que ambos podrán caminar por las calles mexicanas sin que les griten reclamos (El Universal, 20 de octubre).
Lo que muestra claramente, el mundo en que viven esos políticos: la estratósfera.
Igual ocurre en estos momentos. En tanto avanzan los días, la PGR, la secretaría de Gobernación y el Ejecutivo repiten como Pompín: “No pasa nada, no pasa nada”. Mientras los familiares de los desparecidos insisten, por uno y otro lado, si el gobierno lo quisiera, encontraría a los jóvenes que se llevaron (no extraterrestres, sino policías identificados). En Iguala, además, había elementos del ejército y, aseguran ciertas fuentes, hasta marinos.
Pero hay otros políticos que son todavía más ineptos e insensibles. En el Senado, por ejemplo, hasta finales de este mes (quizá anticipándose al día de muertos) discutirán el asunto de Ángel Aguirre y, entonces, determinarán si promueven su desafuero o quizá, felicitan a un mandatario que alardea tiene en unas encuestas realizadas por su equipo, el ¡60 por ciento de aceptación entre sus súbditos! Ni en las dictaduras más horripilantes se percibía tal desprecio a todos, especialmente a los guerrerenses.
Pero no se crea que en la PGR van a la zaga de los senadores. En donde aparentemente se procura justicia, no recibieron al padre Alejandro Solalinde, a quien Jesús Murillo Karam había invitado a declarar. Se alegaron dificultades burocráticas. Es decir, primero hay que hacer bien los procedimientos; la vida de los estudiantes queda en un segundo plano. Ni en Andorra hay tal desconsideración y torpeza.
Para desviar la atención no faltan ayudantes gubernamentales. Hay cuando menos tres noticias al respecto.
De manera inopinada, luego de tres meses, el millonario- por el valor de su casa- titular de la CNDH, Raúl Plascencia, dice que en el caso Tlatlaya hubo agresión del ejército a los ciudadanos inermes, y 15 soldados fueron culpables de esa fechoría. Claro que el asunto hará que en el extranjero, los medios que han alabado el “Mexican Moment”, digan ahora que habrá justicia para las víctimas.
Antes, detuvieron después de largos meses de andar como chino libre, al señor Amado Yáñez, el de Oceanografía.
Claro que no pudo vender su empresa a Miguel Alemán e hijos; desde luego que nos enteramos hace tiempo que en Banamex corrieron a muchos por las transas de Amado; asimismo supimos de su “arraigo” en Acapulco a todo lujo. Pero como se necesitan noticias bomba, pues hay que apresarlo y quizá, si se puede, acusarlo de lavado de dinero, cuestión que en México realmente no existe porque nadie ha sido procesado por ese delito (sic que maneja millones de dólares).
Y para echarle más sal al guisado, Luis Téllez (el mismo que aseguró: Salinas se robó la partida secreta de la Presidencia), renuncia a la Bolsa Mexicana de Valores (aunque su dimisión ocurrirá hasta enero próximo). Claro, era totalmente absurdo que siguiera como empleado del gobierno y banqueros si además es ejecutivo de Sempra Energy, una trasnacional que invertirá en aguas profundas y negocios ligeros y mal olientes.
No pasa nada, pues.
En tanto, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, muy quieta desde hace 15 años, se va al paro junto con otras escuelas en apoyo a los 43. La BUAP que hace largo tiempo no se movilizaba, ya dijo que hará un montón de acciones por los de Ayotzinapa. Abel Barrera, representante del colectivo de defensa de derechos humanos: Tlachinollan, asegura que los padres de los desparecidos ya pusieron un límite a sus angustias y fecha para que les den resultados y no persistan las vueltas a las oficinas federales. Y los maestros de Guerrero incendian, torpemente, las instalaciones del PRD en Acapulco.
22 y 23 de octubre habrá marchas, paros, volanteo, toma de diversas instalaciones. Para la segunda fecha, también esperan los del IPN la respuesta a su pliego petitorio. Los rojiblancos, por cierto, tomaron pacíficamente las instalaciones de canal 11, donde hicieron un cerco para que no entrara la directora, Enriqueta Cabrera, quien antes quería tirar bombas con Víctor Rico Galán y ahora con un salario mensual de más de 200 mil pesos se dedica a apagar fuegos. Intelectuales de todo el mundo se indignan por los de Ayotzinapa. Y estudiantes de posgrado de diversas escuelas, incluyendo Colegio de México, ITAM e Ibero, irán a la manifestación del 22 de este mes.
Situación grave la actual que va sumando indignación por todos lados, ante la pachorra gubernamental y de los grillos.
Por cierto, la nueva declaración de EPN es: Mi gobierno trabaja por la libertad de expresión en los medios. Y la pregunta obligada: ¿Habrá la detención de algunos de los asesinos de los ochenta periodistas que han caído en 14 años?
