viernes, 11 de noviembre de 2016

Situación económica depende de la “buena vibra”: Peña


Ciudad de México. El presidente Enrique Peña Nieto llamó a ver la situación económica y el futuro del país con optimismo, “dejemos de lado el pesimismo y optemos por ser positivos”, porque la energía “que podamos proyectar es como estaremos invocando lo que queremos para nuestra nación”.
Al participar en la ceremonia por el 99 Aniversario de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco-Servytur), el Presidente de la República pidió seguir haciendo una mejor patria y un mejor espacio de oportunidades para nuevas generaciones, pero, recalcó, “depende realmente de la buena vibra, de la energía que proyectemos y del México que concibamos en nuestras mentes”.
Recalcó que aunque se escuchan voces “que hablan de que pasamos por momentos difíciles en nuestra economía y casi señalan como si se viviera una situación de crisis, es evidente que las cifras que hoy se tienen muestran una realidad diferente”.
Enumeró que hay bajas tasas de inflación, cifras históricas en materia de empleo, aumento en el consumo privado en 4.4 por ciento, además de que en las tiendas departamentales se observó un crecimiento el pasado mes de octubre de 11.14 por ciento. “Esto deja ver que se está viviendo un mayor dinamismo en nuestra economía”, insistió.
Acompañado por los secretarios de Hacienda, Economía, Relaciones Exteriores, Marina y Defensa, además de dirigentes empresariales y los presidentes de ambas cámaras, Peña Nieto se refirió también a la relación con Estados Unidos luego del triunfo de Donald Trump.
Dijo que el gobierno federal ha establecido con toda claridad que trabajará a partir de un diálogo constructivo y de un respeto mutuo entre Estados Unidos y México.
Se va trabajar, insistió, en la definición de una nueva agenda de trabajo que permita impulsar la prosperidad en ambas sociedades.

¡ A festejar !

Quemar los ‘New Balance’, la nueva protesta contra Trump

Cientos de usuarios han protestado, quemando y tirando a la basura sus tenis; además amenazaron a la compañía por las pérdidas en sus ventas.

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Después de que Donald Trump ganó en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la periodista Sara Germano del The Wall Street Journal, compartió las reacciones de las compañías respecto al resultado electoral.
La compañía de zapatos deportivos New Balance respondieron: “la Administración Obama nos hizo oídos sordos y, francamente, con el presidente electo Trump creemos que las cosas van a avanzar en la dirección correcta”.
Después de la difusión del comentario, cientos de usuarios publicaron fotos y videos en redes sociales, quemando y tirando a la basura sus tenisa y amenazaron a la compañía por las pérdidas en sus ventas.
Para muchos de los estadounidenses, New Balance se han convertido en las últimas horas en un símbolo de apoyo a Donald Trump, sin embargo, la marca buscó matizar sus palabras, afirmando que la declaración se refería a su postura sobre no aprobar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP).
“Como la única compañía importante que todavía fabrica calzado deportivo en los Estados Unidos, New Balance tiene una perspectiva única en el comercio en la que queremos hacer más zapatos en Estados Unidos, no menos.
New Balance hizo público el apoyo a la postura comercial de Hillary Clinton, Bernie Sanders y Donald Trump de priorizar el foco en la creación de empleo gracias a la fabricación en Estados Unidos y continuamos soportándolo hoy día. Creemos en la comunidad”, dijo la compañía.

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Lista de tareas para el día siguiente* .- Michael Moore

Cinco consejos de Michael Moore para encarar el triunfo de Trump

O
cupar el Partido Demócrata y devolverlo al pueblo. Nos han fallado miserablemente.
2. Despedir a todos los expertos, pronosticadores, encuestadores y a cualquier otro empleado de los medios que haya tenido una narrativa de la que no pueda desprenderse y se haya negado a escuchar o reconocer lo que en realidad ocurría. Eso mismos pomposos analistas nos dirán ahora que debemos sanar la división y unirnos. Seguirán proclamando esas burradas en los días por venir. Hay que apagarlos.
3. Cualquier miembro del Partido Demócrata o del Congreso que no se despertó la mañana siguiente dispuesto a luchar, resistir y obstruir de la misma forma en que los republicanos lo hicieron con el presidente Obama cada día durante ocho años debe hacerse a un lado, y dejar que quienes sabemos lo que pasa encabecemos la marcha para detener la malignidad y la locura que están por comenzar.
4. Todos deben dejar de decir que están pasmados y conmocionados. Lo que dan a entender es que estaban en una burbuja y que no prestaban atención a sus compatriotas estadunidenses y a su desesperación. En AÑOS de ser despreciados por ambos partidos, la rabia y la necesidad de venganza contra el sistema sólo crecieron. Llegó una estrella de la televisión que les caía bien, cuyo plan era destruir ambos partidos y decir a todo el mundo: ¡Estás despedido! La victoria de Trump no es una sorpresa. Nunca fue una broma. Tratarlo como si lo fuera sólo lo fortaleció. Es tanto una criatura como una creación de los medios, y los medios nunca lo reconocerán.
5. Deben decir esta frase a todos los que encuentren: ¡HILLARY CLIN-TON GANÓ EL VOTO POPULAR! La MAYORÍA de los estadunidenses prefirieron a Hillary Clinton sobre Donald Trump. Punto. Es un hecho. Si esta mañana despertaron con la idea de que viven en un país que se fue al caño, deséchenla. La mayoría de nuestros compatriotas querían a Hillary, no a Trump. La única razón por la que es presidente es por una idea arcaica y demente, del siglo XVIII, que se llama Colegio Electoral. En tanto no la cambiemos, continuaremos teniendo presidentes que no elegimos y no queremos. Vivimos en un país donde la mayoría de los ciudadanos han dicho que creen en el cambio climático, creen que las mujeres deben recibir el mismo salario que los hombres, quieren una educación superior libre de deudas, no quieren que invadamos países, quieren un aumento del salario mínimo y un sistema universal de salud pagado por el Estado. Nada de eso ha cambiado. Sólo nos falta el liderazgo liberal necesario para que eso ocurra.
Tratemos de tener todas estas tareas hechas al mediodía de hoy.
* Mensaje publicado originalmente al día siguiente de la elección en Estados Unidos.
Traducción: Jorge Anaya

América Latina y el triunfo de Trump

Raúl Zibechi
A
quienes tenían dudas de que ha nacido una nueva derecha, el triunfo de Donald Trump debería convencerlos de lo contrario. La nueva derecha cuenta con amplio apoyo popular, sobre todo entre los trabajadores y las clases medias vapuleadas por la crisis de 2008 y los efectos de la globalización, como ya sucedió en Inglaterra con el Brexit. Estamos ante un mundo nuevo donde esta derecha machista y racista recoge la rabia de los millones perjudicados por el sistema. Una derecha nostálgica de un pasado que no volverá, en un periodo de decadencia imperial y del sistema-mundo capitalista.
Lo que desnudaron las elecciones estadunidenses es la fractura interna que vive la sociedad, el empobrecimiento de las mayorías y el enriquecimiento obsceno del 1%. Pero también desnudaron el papel vergonzoso de los medios de comunicación, empezando por los respetables The New York Times y The Wall Street Journal, que no tuvieron empacho en titular que Trump era el candidato de Vladimir Putin. Robert Parry (periodista de investigación que destapó el escándalo Irán- Contras) afirma que el otrora respetable Times ha perdido su senda periodística, convirtiéndose en una plataforma de propaganda y apologética de los poderosos(goo.gl/BbVy1d).
La campaña desnudó también la fractura de instituciones tan vitales para el 1% como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que fue quebrada internamente por las presiones de Hillary Clinton para que no investigara sus correos. Con Trump perdieron Wall Street, el complejo industrial-militar, la arquitectura internacional fraguada por Estados Unidos desde 1945 y el 1%, que apostaron fuerte por Clinton. Ahora rodean al vencedor para condicionarlo, algo que no les va a costar mucho porque pertenecen a la misma clase y defienden los mismos intereses.
Es probable que negros y latinos sufran más con un gobierno de Trump. Pero, ¿es que ahora lo están pasando bien? Bajo los gobiernos de Barack Obama las muertes de afroestadunidenses a manos de la policía crecieron de modo exponencial, la brecha de ingresos entre latinos y afroestadunidenses respecto a los blancos creció a consecuencia de la crisis de 2008.
En 2013 la renta de los blancos era 13 veces mayor que la de los afroestadunidenses y 10 la de los latinos, mientras en 2004 era siete veces superior en los primeros y nueve en los segundos (goo.gl/7CWaIE).
La situación de los migrantes mejorará si fortalecen sus organizaciones, las extienden y se movilizan contra el 1%, no por lo que decida la Casa Blanca. La política de los demócratas consistió en cooptar a pequeñas élites de las minorías raciales para usarlas contra las mayorías negra y latina, y para exhibirlas como trofeos electorales. Lo mismo hicieron respecto a las mujeres: un feminismo para blancas de clases medias altas.
Pero no es el racismo ni el machismo lo que irritó al 1%, sino las propuestas de Trump hacia el sector financiero y en política internacional. Propuso aumentar los impuestos a los corredores de fondos de alto riesgo, los nuevos ricos sumisos a Wall Street. Defiende una alianza con Rusia para combatir al Estado Islámico y auspiciar salidas negociadas en Medio Oriente. Frente al intervencionismo descarado, propone concentrarse en los problemas domésticos. Otra cosa es que lo dejen, ya que sin guerra el 1% puede venirse abajo.
Desde América Latina, el triunfo de Trump puede ser entendido como un momento de incertidumbre en la política imperial hacia la región. No debemos aventurar pronósticos. ¿Recuerdan cuando Bergoglio fue ungido Francisco I, y muchos aseguraron que haría un papado reaccionario? Bajo la administración Obama (iniciada en 2009) hubo golpes de Estado en Honduras y Paraguay, la destitución ilegítima de Dilma Rouseff en Brasil, la insurrección derechista en Venezuela, incluida la profundización de la guerra contra el narco en México, iniciada por su antecesor George W. Bush. Peor no nos pudo ir con el progresista en la Casa Blanca.
Para los de debajo de América Latina las cosas pueden cambiar, en varios sentidos.
En primer lugar, el discurso machista y racista de Trump puede alentar a las nuevas derechas y facilitar la profundización de los feminicidios y el genocidio de los pueblos indio y negro. La violencia contra los pueblos, principal característica de la cuarta guerra mundial/acumulación por despojo, puede encontrar menos escollos institucionales (¡menos aún!), mayor legitimación social y silencio de los medios monopólicos. No es una nueva tendencia, sino más de lo mismo, lo que de por sí es grave. Será más difícil contar con paraguas institucionales de protección y, por lo mismo, los represores se verán con las manos más libres para golpearnos.
La segunda tendencia es que el sistema pierde legitimidad cuando se disparan tendencias como las que encarna Trump. Este proceso ya se venía perfilando, pero ahora se produce un salto adelante con la pérdida de credibilidad popular en las instituciones estatales, que es una de las cuestiones que más temen las élites del mundo.
La tercera cuestión es la división entre las clases dominantes, tendencia global que debe ser analizada con mayor profundidad, pero que tiene efectos desestabilizadores para el sistema y, por lo tanto, para la dominación. Básicamente, hay quienes apuestan todo a la guerra contra los pueblos y otros que creen que es mejor ceder algo para no perderlo todo. Que los de arriba estén divididos es una buena noticia, porque la dominación será más inestable.
Por último, los de abajo lo vamos a pasar peor. La inestabilidad y el caos son tendencias estructurales, no coyunturales, en este periodo. Es doloroso, pero es la condición necesaria para poder cambiar el mundo. Sufriremos más represión, estaremos en peligro de ser encarcelados, desparecidos o asesinados. Se avizora mucho sufrimiento en el horizonte. El capitalismo se cae a pedazos y los escombros pueden enterrarnos. La contracara es que muchos dejarán de creer que la única forma de cambiar el mundo es votar cada cuatro o seis años.

Reforma laboral

El “Not my president” se multiplica por todo EU; es “injusto”, dice Trump

Miles de personas volvieron a salir a las calles en al menos 25 ciudades. Alistan una protesta masiva el 20 de enero, cuando rinda protesta el empresario.

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Por segundo día consecutivo, el jueves miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos para reiterar su repudio al presidente electo Donal Trump, quien tuvo menos votos populares que Hillary Clinton, pero consiguió más de 270 votos electorales, necesarios para llegar a la Casa Blanca.
Desde Nueva York -donde las movilizaciones han sido notoriamente nutridas-, pasando por Los Ángeles, Oakland, Chicago, Filadelfia, Portland, Atlanta, Seattle, Boston y Washington DC, los manifestantes se unieron al grito “Not my president” (no es mi presidente) y “Dump Trump” (Botemos a Trump). En Manhatan fueron detenidas al menos 60 personas que participaban en las protestas.
El sitio en Facebook Conexión Migrante indicó que las manifestaciones se registraron en un total de 25 ciudades. Además convocó a una protesta masiva frente al Capitolio en Washington el próximo 20 de enero: “Únete a nosotros el día de la investidura para hacer oír nuestra voz. Nos negamos a reconocer a Donald Trump como presidente de Estados Unidos y nos negamos a aceptar órdenes de un gobierno que pone a intolerantes en el poder”.
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En la prestigiada Universidad de Berkeley, unos mil 500 estudiantes dejaron las aulas y salieron a manifestarse con banderas mexicanas, coreando en español “sí se puede” frente al edificio principal, el Sproul Hall, donde incluso se tendió una manta con la leyenda “indocumentados, no teman”. 
Los inconformes son principalmente jóvenes de todas las razas. Los grupos que manifiestan más preocupación ante las medidas que el gobierno de Donald Trump pudiera ejecutar en su contra son los inmigantes latinos y la comunidad lésbico – gay. Las mujeres también temen retrocesos en materia de equidad de género.
Las manifestaciones en contra de Trump no sólo se hacen patentes en redes sociales y en las calles: una petición en la plataforma AVAAZ aglutina ya más de 2 millones de firmas para rechazar “su incitación al miedo, al odio y a la intolerancia. Rechazamos su menosprecio a las mujeres, a los musulmanes, a los mexicanos (…) Como ciudadanos del mundo, nos 
oponemos colectivamente a sus esfuerzos por dividirnos”.
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Mientras tanto, Donald Trump reaccionó en su cuenta de twitter y aseguró que se trata de movilizaciones promovidas por los medios: “Acabamos de tener una exitosa y abierta elección presidencial. Ahora, manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. Muy injusto”.

Just had a very open and successful presidential election. Now professional protesters, incited by the media, are protesting. Very unfair!