jueves, 13 de mayo de 2010
PLAZA PÚBLICA / El ahorrativo secretario y su par el Presidente
Por Miguel Ángel Granados Chapa
(09-May-2010).- Genaro García Luna parece depender hoy de dos jefes. Uno es el presidente Calderón, que lo designó secretario de Seguridad Pública el 1o. de diciembre de 2006. El otro es, por lo menos en apariencia, el embajador de Washington Carlos Pascual, cabeza de una comitiva que anteayer viernes viajó a Ciudad Juárez.
La nota de Reforma resume el objetivo de la misión. Pascual visitó esa frontera "para supervisar las acciones de la Policía Federal contra el crimen organizado". Se utiliza el mismo verbo para describir su presencia en una principalísima instalación de ese cuerpo: "El embajador supervisó el Centro de Respuesta Inmediata (CERI) a cargo de la Policía Federal; posteriormente se trasladó al centro de mando de ésta, donde ofreció una conferencia de prensa". En ella, con sus propias palabras, se asumió como parte de la lucha contra la delincuencia organizada en México: "Hemos hecho un esfuerzo tremendo y lo vemos aquí".
El embajador "estuvo acompañado por el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna; por el comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas, y por el representante de la mesa de seguridad del plan 'Todos somos Juárez', Arturo Valenzuela" (Reforma, 8 de mayo).
Mientras la comitiva en torno del diplomático realizaba su visita, y horas después, el crimen organizado no cesó su acción letal: en la ciudad misma y en el valle de Juárez fueron asesinadas cinco personas, entre ellos un agente de la policía ministerial de Chihuahua. Miembros del Ejército, que fueron replegados a las afueras de aquella ciudad, y los 5 mil agentes de la Policía Federal, al mando de García Luna, no han podido contener la violencia criminal. En cambio, en sólo un mes de establecida esta nueva modalidad de la estrategia contra la delincuencia han sido consignados 18 miembros de la Policía Federal "por abuso de autoridad, extorsión y robo", según el visitador de la Comisión de derechos humanos de aquella entidad, Gustavo de la Rosa (El Universal, 8 de mayo).
Son datos mínimos sin duda. Pero acumulados a muchos más de semejante índole configuran el retrato de una política cada vez más próxima al fracaso, a cuya cabeza se encuentra el titular de Seguridad Pública federal. Uno de los motivos que explican tal ineficacia es, quizá, la atención que presta García Luna a su patrimonio personal, que se ha acrecentado sin explicación pública, de manera exponencial en los años recientes. Así lo muestra la investigación realizada por la revista electrónica Reporte Índigo que desde Monterrey dirige Ramón Alberto Garza.
En la preparación del número ahora disponible en internet, que contiene nueva información sobre los bienes de García Luna, el camarógrafo Carlos Salazar y el fotógrafo Carlos Ferrer, conducidos por el chofer Marcos Flores, ingresaron al fraccionamiento Jardines de la Montaña, en las laderas del Ajusco en el Distrito Federal. Se les encomendó captar imágenes de la casa de García Luna, pues se actualizaría, como ocurrió, la información sobre ese inmueble, presentada a fines de marzo de 2009. Entonces la residencia estaba en construcción y ahora está ya concluida. El reporte sobre el domicilio del secretario de Seguridad Pública completaría la nueva revelación de la reportera Anabel Hernández sobre el patrimonio de García Luna.
El personal de Reporte Índigo, sin embargo, fue detenido y remitido por la guardia de la casa del secretario a la subdelegación capitalina de la Procuraduría General de la República. Se informó oficialmente en la SSP que los tres "sujetos" se hallaban "vigilando a la esposa y los hijos" de García Luna, lo que es falso porque la familia del secretario no se encontraba en el lugar. Se entiende que la guardia de la casa encare a quienes captan imágenes de ese domicilio, medida elemental de protección a un funcionario que por la naturaleza de sus funciones está expuesto a considerables riesgos de seguridad. Pero sólo se entiende como una agresión el haber retenido durante casi un día entero en una instalación ministerial, sin denuncia alguna, a personas cuyo trabajo contribuye a la revelación de informes sobre el patrimonio de García Luna, que él mismo está obligado a explicar. Ya el año pasado camarógrafos de TVC, la oficina de noticias de las redes de cable en el país, sufrieron una detención semejante por igual motivo.
En la edición en curso de Reporte Índigo se informa de la transformación de tres predios en Jiutepec, Morelos, en dos residencias espléndidas, en donde García Luna pasa los fines de semana y cuya construcción suma 2 mil 585 metros cuadrados. A pesar de que hace un año estaban descuidados y se alzaba allí una casa en mal estado, junto a una alberca descuidada, el banco Inbursa les atribuyó un monto de 15 millones de pesos, y los recibió en garantía para sustituir la ofrecida en la hipoteca de otra casa de García Luna en Jardines de la Montaña, que se presume vendería para solventar la construcción de su actual domicilio. No se tiene noticia de tal venta y sí, en cambio, del costo total de esa residencia: 20 millones de pesos.
La fortuna inmobiliaria de García Luna, que no se refleja en la declaración patrimonial que por su cargo está obligado a rendir, no se compadece con sus ingresos. Desde que es secretario gana al año poco menos de 4 millones de pesos (3.8 millones) y sus gastos ascienden a 1.3 millones de pesos, lo cual da una diferencia considerable, de 2 millones y medio. Si calculamos que esa cifra se ahorra enteramente, en tres años García Luna contaría con 7 millones y medio, más los 200 mil con los que declaró contar al iniciar sus funciones en el gabinete. Si se trata de un habilísimo, prodigioso manejo de sus finanzas personales, o si hay en esas operaciones recursos provenientes de otras fuentes, diversas de las oficia- les, no lo sabemos. Y convendría que la sociedad tuviera cer- tezas sobre los bienes de quien encabeza la lucha contra la delincuencia organizada.
Es tradicional la manía inmobiliaria de quienes encabezan el gobierno, pertenezcan al partido que sea. El propio presidente Calderón no ha escapado a esa obsesión, que suele ir acompañada con opacidad en los recursos personales. En sus números 1741 y 1742, respectivamente del 14 y el 21 de marzo pasado, el semanario Proceso publicó reportajes de Daniel Lizárraga y Álvaro Delgado sobre el inexplicado crecimiento de la fortuna personal y familiar del Ejecutivo federal: "
...Felipe Calderón hizo crecer 11 veces el terreno donde se asienta su residencia privada -escribe Lizárraga-; adquirió otros bienes inmuebles a nombre de su esposa Margarita Zavala, y, aunque su salario es de 146 mil 830 pesos mensuales netos, de mayo de 2008 al mismo mes de 2009 saldó un crédito bancario por 2 millones 612 mil pesos, contratado a un plazo de 20 años.
"Cuando la familia Calderón Zavala compró su casa, en 2003, ésta se aseaba en un terreno de 174 metros cuadrados, y ahora se ubica, junto con otras propiedades que ambos adquirieron -sin que Margarita Zavala reciba salario alguno como presidenta del DIF-, en un predio que mide mil 940 metros cuadrados".
Por su parte, Delgado echa la vista sobre la historia de las finanzas personales del hoy presidente de la República:
"Al quedar en el desempleo por su renuncia a la Secretaría de Energía en junio de 2004, Felipe Calderón poseía un modesto patrimonio: tenía sólo 32 mil pesos en dos bancos y un depósito de 16 mil dólares en Estados Unidos. Debía la hipoteca de su casa. El sostén de la familia era Margarita Zavala Gómez del Campo, su mujer, aunque ella misma dejó de tener ingresos cuando, en marzo de 2006, solicitó licencia como diputada federal... Pero la suerte en el dinero comenzó a cambiarle a Calderón no sólo desde que, el 1 de diciembre de 2006, asumió el cargo de titular del Ejecutivo... sino desde que se convirtió en candidato". Añade el reportero que "sin haber tenido empleo alguno entre junio de 2004 y enero de 2006, los fondos de sus cuentas bancarias se multiplicaron por 10". Al iniciar su campaña presidencial contaba con 288 mil pesos, pero en diciembre siguiente subieron a 700 mil pesos, aunque sólo ganó un mes de salario.
Esto es sólo parte de un material periodístico de gran importancia. Conviene considerarlo al cavilar sobre la opacidad de los recursos de quienes gobiernan.
Astillero
Obama exhibe a Felipe
EU: paz consumidora
México:
guerra
Bicornio porfirista
Julio Hernández López
Obama no está dispuesto a que en su territorio haya sangre y muerte a causa de guerras contra el narcotráfico cuya efectividad considera muy limitada. Ayer, al anunciar los trazos a mediano plazo de su estrategia contra ese mercadeo de drogas, dejó entrever que no instaurará en su nación ninguna medida de fuerza real para inhibir el consumo de sustancias enervantes, aunque sí apoyará el traslado de los mecanismos bélicos a los países productores o de tránsito de esas mercancías que se continuarán utilizando plácidamente allá mientras las muertes, la inseguridad, el desbordamiento delincuencial y el horror cotidiano se mantienen en los patios traseros, particularmente el mexicano, cuyo representante gerencial, Felipe Calderón, se topará con ese descolón conceptual y operativo del poder gringo cuando realice la pomposa visita en la que hablará ante el Congreso estadunidense, y tratará de disimular con el tema de Arizona el papel de sicario institucional transfronterizo que la Casa Blanca les asigna a varios capataces latinoamericanos de derecha en el tema sustancial del manejo del narcotráfico.
Lo menos que Felipe Calderón debería hacer, al enterarse del tono y objetivos del plan obamista contra el negocio de las drogas ilícitas, sería serenarse un poco y preguntarse por qué la contraparte exacta de su sangrienta batida contra el mercadeo de drogas no saca el Ejército a las calles, establece un virtual estado de sitio, atropella derechos y garantías constitucionales, suma decenas de miles de muertos y crea las condiciones para que se produzcan crueles rituales de ejecuciones, destazamientos, decapitaciones y torturas. Siendo el mercado estadunidense la continuación natural de la cadena de corrupción y delitos que en México causan tantas muertes y desasosiego social, ¿por qué allá se prefiere el enfoque que privilegia los tratamientos médicos y sicológicos de las adicciones, las campañas publicitarias contra esos consumos y la tarea social de convencimiento de los males que causan esas sustancias tóxicas? La obligada paridad de conductas delictivas que conlleva la relación entre un país productor y transportista y otro consumidor, ¿no debería tener políticas sustancialmente parecidas para enfrentar los males comunes, a riesgo de que si en una se aprieta demasiado, y en la otra se afloja, todo el esfuerzo de una parte quedaría en terrible maniobra macabra que no arreglaría nada de verdad en cuanto no hubiera simetrías ni concordancias en las acciones de los presuntos socios justicieros?
En el ámbito electoral han comenzado a saltar las esquirlas de la granada mayor: apenas van iniciando las campañas de proselitismo y ya están las evidencias del uso de recursos económicos e instrumental judicial por gobernadores decididos a obtener resultados en su favor al costo que sea. Chucho Nava y César Ortega, la pareja partidista Patylú, denuncian con razón las artimañas del gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, quien ha establecido un veto informativo a la candidata del Centro Fox a la sucesión de aquella entidad, Xóchitl Gálvez (quien, prudente, no invitó al jefe Chente al acto de arranque de campaña), contra la cual trabajan desde ahora las bandas de mapachería electoral que el priísmo mueve, acentuadamente la vertiente peñanietista, por todo lugar donde vaya a haber urnas en fecha próxima.
En Zacatecas, las dos García gobernantes han lanzado una ofensiva policiaca contra el priísmo que va ganando terreno ante el desorden amalista, las acusaciones de corrupción gubernamental y la falta de crecimiento del candidato oficial perredista a la sucesión. Al más puro estilo del calderonismo, policías estatales dicen haber recibido una denuncia anónima de presunto robo de automóviles que al ser investigada habría dado como resultado la detección de vehículos destinados a la campaña del aspirante postulado por PRI, PVEM y Panal, Miguel Alonso Reyes. Ya se verá si el lance policiaco, coordinado por Concepción del Rocío García Medina, hermana de la gobernadora, en el que fueron retenidos 14 automóviles Tsuru y dos camiones de pasajeros, fue un acto de justicia verdadera o una patraña de las que día con día van agravando la suciedad electoral mexicana.
Astillas
Si alguien desea sentirse a tono con los aires gubernamentales que por la República soplan, a partir de esta noche podrá calarse un bicornio que perteneció a Porfirio Díaz, según parientes de éste que aspiran a conseguir entre 30 y 50 mil pesos por el sombrero elaborado “en fieltro negro ribeteado, decorado con aplicaciones de pluma, hilo metálico dorado y rosetón tricolor, marcado en su interior con monograma metálico PD y la leyenda ‘Tardan Hnos.’” La casa de subastas Morton señala que la pieza pertenece a la colección particular de la familia Díaz. Los interesados en pujar por tan distintivo bicornio no necesitarán llevar carta de recomendación de Los Pinos, casa también de subastas, ésta, que bien haría en hacerse de tan representativo aditamento cefálico de dos picos... En la Casa de la Cultura de Guaymas, Sonora, no encontraron mejor manera de promover las altas expresiones del espíritu que organizando un Curso Intensivo de Uñas Acrilicas (así, sin acento esdrújulo en la manta original) y otro de Pestañas. El presidente municipal de Guaymas es panista... Cuántas personas que no tienen dinero tienen que enfrentar injusticias, más cuando los funcionarios públicos, como jueces y magistrados, se prestan a los intereses de empresas como ésta, que hoy me quiere a como dé lugar tras las rejas: actor Rogelio Guerra, al denunciar, por violaciones a sus derechos laborales y profesionales, al equipo jurídico del área de novelas de Televisión Azteca. Guerra hizo un llamado: a todos los actores de México les aviso que se cuiden de Tv Azteca, que revisen cualquier contrato a detalle, porque si no, se enfrentarán, como yo, a un poder económico que me quiere ver fulminado como actor y como persona, sobre todo cuando la justicia es para el que tiene dinero... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El proceso de adaptación y 23,000 muertos
• La minoría ni tan ridícula
• Elecciones y encono…
• Elecciones y encono…
El político, mi estimado, revela su carácter hasta en las cosas más simples. Preocupante lo que sigue sucediendo alrededor de la “ridícula minoría”, que no resultó ser ni minoría, ni mucho menos ridícula. El arsenal decomisado por nuestras fuerzas armadas en el municipio de Higueras, Nuevo León, contenía armas de alto poder que incluyeron cohetes antitanques y miles de cartuchos de diversos calibres, granadas y un sinfín de gadgets que develan la capacidad armamentista de lo que ha sido tildado de ridículo, o sea, de risible, grotesco y trivial.
El contexto integral de la radiografía donde operan estas organizaciones criminales, my friend, muestra haber rebasado, por mucho, a este (des)gobierno que no da visos de desarrollar una estrategia que esté funcionando y dando resultados. Los decomisos, sin detenciones, no dejan de ser llamativamente divertidos, sumándole la peligrosidad de que con la novedad, El Chapo del sexenio, Joaquín Guzmán, manejaba 8 capitanías de puerto utilizando 28 buques de pesca para el trasiego de drogas.
Y para documentar los niveles de delicada infiltración (y del descubrimiento del hilo negro), El Chapo obtenía de las fuerzas federales y de los mandos operativos toda la información de investigaciones en su contra y del despliegue de elementos en diversas partes del territorio nacional.
Chingón.
La red de vínculos de estos revoltosos devela los niveles de corrupción y de control que se tiene sobre plazas específicas y, al atestiguar los descomunales parques que detonan una sangrienta ola de violencia, va de más decir, mi estimado, que el gobierno de los Estados Unidos y su Tío Sam debe dejarse de discursitos, señalamientos, palabrería y poner sus barbas a remojar.
Sobre todo ahora que una vez más, la (ni tan) diplomática Hillary Clinton expuso que ante la persistente amenaza que presenta el narcotráfico en el hemisferio hacen falta estrategias más efectivas que las implementadas hasta ahora, en especial Centroamérica y México. La secretaria de Estado declaró que pese a esfuerzos (valientes, of course) y progresos como los alcanzados en Colombia (aquí se debió haber mordido la lengua), la amenaza (de la “ridícula minoría”) no ha acabado y que es necesario tener estrategias más inteligentes y efectivas... (u morons?).
El atractivo misil pegó en (la dentadura federal) la línea de flotación que se ha convertido en el eje del discurso presidencial, que ya está desgastado por monotemático, sin sumarle la simpática ola de pronósticos de los genios del gymboree (con minúsculas) federal que se disputan el primer lugar por haberle atinado al timing en que se reducirá la violencia en este Vive México de sangre, gasolinazos y sugestivo caos…
Que se empalma de lleno en los procesos electorales que ya contaminan agendas legislativas, posturas políticas y la tan cacareada civilidad y responsabilidad que tronó, cual granada deschavetada, en la Comisión Permanente, donde entidades como Zacatecas y Yucatán se llevaron los aplausos a la madriza donde no faltaron los señalamientos sobre las mentadas elecciones de Estado.
Los legisladores, siempre taaaaan trabajadores, intercambiaron puntos de vista con altura de miras, por supuesto de interés ciudadano y de visión política… como el relacionado al debate de la importante encuesta de Los Pinos para decidir si Felipe inaugura el Mundial en Sudáfrica.
Y así, en el Coliseo San Lázaro se dan hasta con la cubeta, en los estados donde habrá comicios afloran las distintivas travesuras para que aprendan a respetar(se), el gobernador Leonel Godoy denuncia los usos y abusos de la figura del arraigo y de los acreditadísimos testigos protegidos cerrando con...
La perlita del día en voz del cadáver de Bucareli, Fernando Gómez Mont, asegurando que la estrategia anticrimen (mi Hillary) implementada por el (des)gobierno está en proceso de adaptación por lo que no es posible establecer todavía una valoración de sus resultados.
¡¡¡¡Mmmtaaaaaa!!!!
Quizá, my friend, podríamos empezar, por ejemplo, con una valoración adecuada de resultados que hoy arroja la friolera aproximada de… 23,000 muertos.
Yunes, rumbo a la picota
Estrictamente Personal
May 12, 2010
— 12:00 am
Las cosas no le están saliendo nada bien al líder nacional del PAN César Nava en la recta final de las elecciones para gobernador. A escasos 60 días de los comicios el PAN se quedó sin candidato en Aguascalientes, pues a Martín Orozco le negaron el registro ante presuntas irregularidades y tráfico de influencias. Y si la PGR trabaja en forma expedita, otro candidato, Miguel Ángel Yunes, que aspira ganar en Veracruz, puede verse metido en un problema judicial antes siquiera de probarse en las urnas. Nava está pagando una deficiencia de los partidos en México: nunca verifican de qué tamaño es la cola de sus candidatos.
A Orozco se la encontraron. Un juez local aceptó la acusación de probable delito de tráfico de influencias y ejercicio indebido de la función pública cuando fue presidente municipal de Aguascalientes capital, por lo que solicitó al Instituto Federal Electoral la suspensión de sus derechos políticos. El Consejo General del Instituto Electoral local actuó en consecuencia y le negó el registro. El caso de Yunes no se encuentra ante un juez, pero va caminando en esa dirección, con investigaciones que están volteando de cabeza su administración.
La PGR está integrando una averiguación sobre presuntos desvíos de recursos durante su gestión al frente del ISSSTE, en donde pidió licencia para lanzarse por la gubernatura de Veracruz. La PGR confirmó que está armándose el expediente desde hace tiempo, pero no dio mayores detalles de lo que contiene. Yunes ha sido acusado públicamente por sus adversarios políticos de haber utilizado recursos del erario para sus fines políticos, lo cual no deja de ser parte del golpeteo natural entre rivales que luchan por el poder.
La investigación de la PGR, sin embargo, tiene un carácter diferente que lleva a pensar que no se trata de un ajuste de cuentas entre adversarios de partidos o enemigos añejos, como es el caso de Yunes y el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, que han hecho de su confrontación permanente una forma de hacer política de arrabal. Las denuncias en la PGR que Yunes utilizó recursos del erario para realizar viajes frecuentes a Veracruz sin aparente razón están tomando cuerpo.
A las acusaciones originales se van a ir acumulando otros elementos que saldrán de la auditoría que está realizando el Órgano de Control Interno del ISSSTE, donde han aparecido una serie de irregularidades que involucra a varios de sus más cercanos colaboradores. De acuerdo con personas que conocen de la auditoría en la paraestatal, se canalizó hasta un 70% de las campañas de salud de la dependencia a Veracruz, y hay evidencias de que se realizaron campañas únicamente en el estado.
La información que está saliendo en la auditoría incluye una serie de cheques firmados por Ramón García -de una vieja reputación dudosa- supuestamente para el pago de esas campañas específicas en Veracruz, y documentación que fue firmada por los responsables en la Dirección de Comunicación Social de la paraestatal. Los auditores están analizando el monto de gasto invertido en medios de Veracruz en comparación con los del Distrito Federal, y ya comenzaron a solicitar facturas originales, comprobantes y balances a algunos de ellos.
Yunes, un hombre tan inteligente y audaz como polémico, ha caminado varias veces sobre fuego en los últimos años. Por ejemplo, combatió una acusación de pedofilia en su contra en instancias legales, solicitando a cada una de ellas -incluida la PGR- que lo investigaran, tras lo cual, cuando menos judicialmente, limpió su nombre. En 2008, ya como director del ISSSTE, fue acusado por los propios panistas de haber utilizado dinero público para enviar 240 mil cartas de agradecimiento a personas que dijo le habían enviado tarjetas de navidad.
El candidato panista al gobierno de Veracruz tiene muy mala imagen dentro de amplios sectores del PAN desde hace tiempo, por haber sido uno de los responsables -cuando militaba en el PRI- de haber impulsado las multas del IFE en contra de la campaña presidencial de Vicente Fox. Sin embargo, pese a esa reputación entre los panistas, Yunes fue llevado a la candidatura en Veracruz de la mano del propio presidente Felipe Calderón, quien movilizó al aparato del partido a su disposición para imponerlo sobre el candidato que deseaba el panismo estatal, Gerardo Buganza.
La estrecha relación entre el Presidente y su director con licencia del ISSSTE no ha impedido que se siga integrando la averiguación en contra de Yunes, y por la forma como trabaja la procuración de la justicia, tampoco se puede comprobar tortuguismo en la pesquisa. No obstante, el propio hecho que se le esté investigando y que se esté realizando una auditoría a su gestión mientras él hace campaña en Veracruz, llena de minas la candidatura del panista.
Las tensiones hacia el interior del panismo por la candidatura de Yunes pueden colocarlo en una situación delicada antes de que los electores vayan a las urnas en julio, y provocar una crisis como la que estallaron en Aguascalientes, donde un mal manejo del proceso electoral hizo enfrentar a Nava con el gobernador Luis Armando Reynoso, que vio cómo su primer opción para sucederlo, fue derrotada por la imposición del centro. Igual sucedió en Veracruz, que motivó la salida de Buganza del PAN y una operación política de panistas en contra de Yunes en el estado.
Hasta dónde llegará el agua de este río, no es nada fácil anticiparlo. El problema en Veracruz era más grave que en Aguascalientes, pero fue allí donde se quebró el orden institucional en el PAN y empezó la batalla entre panistas, favoreciendo al PRI, que busca recuperar el estado. Veracruz tiene otras características, sobretodo porque no es sólo Nava el que está empeñado en que gane Yunes, sino el propio presidente Calderón que con él, se jugó todo en contra de Fidel Herrera.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
May 12, 2010
— 12:00 am
Las cosas no le están saliendo nada bien al líder nacional del PAN César Nava en la recta final de las elecciones para gobernador. A escasos 60 días de los comicios el PAN se quedó sin candidato en Aguascalientes, pues a Martín Orozco le negaron el registro ante presuntas irregularidades y tráfico de influencias. Y si la PGR trabaja en forma expedita, otro candidato, Miguel Ángel Yunes, que aspira ganar en Veracruz, puede verse metido en un problema judicial antes siquiera de probarse en las urnas. Nava está pagando una deficiencia de los partidos en México: nunca verifican de qué tamaño es la cola de sus candidatos.
A Orozco se la encontraron. Un juez local aceptó la acusación de probable delito de tráfico de influencias y ejercicio indebido de la función pública cuando fue presidente municipal de Aguascalientes capital, por lo que solicitó al Instituto Federal Electoral la suspensión de sus derechos políticos. El Consejo General del Instituto Electoral local actuó en consecuencia y le negó el registro. El caso de Yunes no se encuentra ante un juez, pero va caminando en esa dirección, con investigaciones que están volteando de cabeza su administración.
La PGR está integrando una averiguación sobre presuntos desvíos de recursos durante su gestión al frente del ISSSTE, en donde pidió licencia para lanzarse por la gubernatura de Veracruz. La PGR confirmó que está armándose el expediente desde hace tiempo, pero no dio mayores detalles de lo que contiene. Yunes ha sido acusado públicamente por sus adversarios políticos de haber utilizado recursos del erario para sus fines políticos, lo cual no deja de ser parte del golpeteo natural entre rivales que luchan por el poder.
La investigación de la PGR, sin embargo, tiene un carácter diferente que lleva a pensar que no se trata de un ajuste de cuentas entre adversarios de partidos o enemigos añejos, como es el caso de Yunes y el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, que han hecho de su confrontación permanente una forma de hacer política de arrabal. Las denuncias en la PGR que Yunes utilizó recursos del erario para realizar viajes frecuentes a Veracruz sin aparente razón están tomando cuerpo.
A las acusaciones originales se van a ir acumulando otros elementos que saldrán de la auditoría que está realizando el Órgano de Control Interno del ISSSTE, donde han aparecido una serie de irregularidades que involucra a varios de sus más cercanos colaboradores. De acuerdo con personas que conocen de la auditoría en la paraestatal, se canalizó hasta un 70% de las campañas de salud de la dependencia a Veracruz, y hay evidencias de que se realizaron campañas únicamente en el estado.
La información que está saliendo en la auditoría incluye una serie de cheques firmados por Ramón García -de una vieja reputación dudosa- supuestamente para el pago de esas campañas específicas en Veracruz, y documentación que fue firmada por los responsables en la Dirección de Comunicación Social de la paraestatal. Los auditores están analizando el monto de gasto invertido en medios de Veracruz en comparación con los del Distrito Federal, y ya comenzaron a solicitar facturas originales, comprobantes y balances a algunos de ellos.
Yunes, un hombre tan inteligente y audaz como polémico, ha caminado varias veces sobre fuego en los últimos años. Por ejemplo, combatió una acusación de pedofilia en su contra en instancias legales, solicitando a cada una de ellas -incluida la PGR- que lo investigaran, tras lo cual, cuando menos judicialmente, limpió su nombre. En 2008, ya como director del ISSSTE, fue acusado por los propios panistas de haber utilizado dinero público para enviar 240 mil cartas de agradecimiento a personas que dijo le habían enviado tarjetas de navidad.
El candidato panista al gobierno de Veracruz tiene muy mala imagen dentro de amplios sectores del PAN desde hace tiempo, por haber sido uno de los responsables -cuando militaba en el PRI- de haber impulsado las multas del IFE en contra de la campaña presidencial de Vicente Fox. Sin embargo, pese a esa reputación entre los panistas, Yunes fue llevado a la candidatura en Veracruz de la mano del propio presidente Felipe Calderón, quien movilizó al aparato del partido a su disposición para imponerlo sobre el candidato que deseaba el panismo estatal, Gerardo Buganza.
La estrecha relación entre el Presidente y su director con licencia del ISSSTE no ha impedido que se siga integrando la averiguación en contra de Yunes, y por la forma como trabaja la procuración de la justicia, tampoco se puede comprobar tortuguismo en la pesquisa. No obstante, el propio hecho que se le esté investigando y que se esté realizando una auditoría a su gestión mientras él hace campaña en Veracruz, llena de minas la candidatura del panista.
Las tensiones hacia el interior del panismo por la candidatura de Yunes pueden colocarlo en una situación delicada antes de que los electores vayan a las urnas en julio, y provocar una crisis como la que estallaron en Aguascalientes, donde un mal manejo del proceso electoral hizo enfrentar a Nava con el gobernador Luis Armando Reynoso, que vio cómo su primer opción para sucederlo, fue derrotada por la imposición del centro. Igual sucedió en Veracruz, que motivó la salida de Buganza del PAN y una operación política de panistas en contra de Yunes en el estado.
Hasta dónde llegará el agua de este río, no es nada fácil anticiparlo. El problema en Veracruz era más grave que en Aguascalientes, pero fue allí donde se quebró el orden institucional en el PAN y empezó la batalla entre panistas, favoreciendo al PRI, que busca recuperar el estado. Veracruz tiene otras características, sobretodo porque no es sólo Nava el que está empeñado en que gane Yunes, sino el propio presidente Calderón que con él, se jugó todo en contra de Fidel Herrera.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
México merece un gobierno de izquierda: Vasconcelos
Judith Amador Tello
Al repasar y analizar la concepción cultural que su padre, José Vasconcelos, aplicó para la educación del México posrevolucionario en el siglo XX, el exembajador Héctor Vasconcelos lamenta que la derecha en el poder no esté interesada en la formación humanística, sino en la capacitación exclusiva para la producción económica. Hay una razón: “La derecha tiene desprecio y temor a las ideas”.
Convencido de que la derecha tecnocrática está quebrada y ha llevado al fracaso económico al país y al mundo, Héctor Vasconcelos considera que México debe darse la oportunidad de tener nuevamente un gobierno de izquierda, luego de que han transcurrido 70 años desde la presidencia de Lázaro Cárdenas.
El exdiplomático, miembro de la comisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para la celebración del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución, y actual secretario de Relaciones Internacionales del llamado gobierno legítimo, vislumbra incluso que habría un mejor proyecto educativo y cultural opuesto a la manifiesta carencia de ideas de los gobiernos panistas.
Y es que para el hijo del filósofo y político José Vasconcelos, exrector de la Universidad y fundador de la Secretaría de Educación Pública, la exclusión de la filosofía y de las humanidades en la enseñanza media superior (Proceso 1695 y 1738) y el retiro del representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (Proceso 1733), no son hechos aislados, sino signos del desprecio y el temor por las ideas, característicos de la derecha.
Por ello, se suma a las críticas que diversos filósofos y especialistas en educación han expresado en este semanario, en el sentido de que a los últimos gobiernos no les ha preocupado la educación integral, la formación de individuos pensantes y críticos, sino la capacitación de mano de obra para servir productivamente al sistema económico en el poder.
Mientras en la concepción de educación, que ha imperado en los últimos siglos en Occidente, lo fundamental es formar la mentalidad de los estudiantes para que puedan ejercer un pensamiento crítico, aquí la tecnocracia en el poder –acorde con las políticas del consenso de Wa-shington– quita el énfasis en la formación humanística.
La supresión de la filosofía viene a ser un paso más de la reforma al sistema educativo, en la cual ya se había eliminado etapas de la historia en la enseñanza secundaria, y parte de un proceso de décadas en el cual se ha venido desvinculando los proyectos educativos y culturales (Proceso 1748). En este sentido, apunta Vasconcelos:
“La cuestión de la historia es realmente crucial, porque si no es a partir del conocimiento de la historia del país propio, ¿cómo pueden formarse ciudadanos que valoren y evalúen el presente de cada generación? Me parece que solamente a partir de una perspectiva histórica y filosófica puede uno tomar decisiones maduras el día de hoy.
“Pero la derecha ha temido históricamente las ideas, porque la derecha no tiene ideas, tiene prejuicios. Ha sido así durante siglos en todas partes del mundo. Y ciertamente la derecha mexicana también ha tenido prejuicios en vez de ideas, entonces es evidente que no tiene ningún interés en que los jóvenes y los adolescentes se formen en la filosofía y en la historia, pues eso es lo que desarrolla las ideas; quieren gente que simple y sencillamente asuma los prejuicios de la derecha y luego sirvan a la función productiva.”
Advierte, sin embargo, una paradoja en el hecho de que para los tecnócratas lo fundamental sea lo económico, pues no tiene buenos resultados en ese campo:
“Fueron ellos los que nos llevaron a una crisis económica como la del año pasado. Es decir, desde mi punto de vista, esta derecha tecnocrática está quebrada en los hechos, porque causaron una crisis internacional que es –por lo menos– la más grave desde 1929.
“Si tuvieran estos criterios puramente economicistas o financieros para llevarnos al éxito, ¡pero no! Nos han llevado al fracaso y han detenido el crecimiento de México que, como todos sabemos, durante los años cuarenta, cincuenta y sesenta tuvo un auge económico importante que permitió –por ejemplo– el surgimiento de una clase media. Desde que la tecnocracia está en el poder, básicamente desde 1982 y de manera muy acusada ahora con los gobiernos del PAN, ni siquiera ha producido prosperidad económica.”
Histórico proyecto
En su departamento de Polanco, rodeado hasta el último rincón de libros sobre diversos temas, el también exdirector del Festival Internacional Cervantino y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), evoca, a petición de Proceso, algunos rasgos del proyecto de José Vasconcelos.
Es un tema amplísimo, pero sintetiza que tuvo básicamente dos vertientes: La formación del individuo, como ser humano, a través de la filosofía, las humanidades y las artes. Y en el contexto mexicano, la formación de ciudadanos herederos de una tradición cultural milenaria.
No estaba en su esquema favorecer la producción económica. Por el contrario, su ideal era la formación del ciudadano griego, del ciudadano ateniense de la época de Pericles. Y lo había concebido aun antes de la creación de la SEP en 1921:
“Él lo traía desde mucho antes, era una forma de ver la vida que desarrolló, yo creo que desde la época de su juventud extrema, casi adolescencia, en que funda el Ateneo de la Juventud con sus amigos Alfonso Reyes, Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña y otros. Justamente, todos ellos no son otra cosa que grandes humanistas. De modo que cuando mi padre llega a la Rectoría de la Universidad y luego a la Secretaría de Educación, ya traía esa concepción de la vida, del país y del ciudadano.”
Y esas son las concepciones y vertientes (la formación del individuo y la del ciudadano) que ve amenazadas como resultado de las reformas educativas impulsadas por los gobiernos panistas, primero el de Vicente Fox y ahora el de Felipe Calderón.
A su memoria acude el hecho, muy personal –aclara– de que incluso como padre Vasconcelos aplicó sus preceptos humanistas. Comparte que lo educó desde los seis o siete años dentro de la “gran literatura y la gran filosofía”. En ese tenor, el primer libro que le leyó en voy alta fue La odisea y un día antes de morir le estaba leyendo uno de los Diálogos de Platón.
Hay quienes han señalado que no se puede hablar propiamente de que Vasconcelos tuviera una política cultural, pues no está plasmada en documentos. Otros opinan que no hizo falta. A decir del historiador Víctor Díaz Arciniega, sentó las bases conceptuales de la cultura nacional del siglo XX y cumplió materialmente con sus proyectos, que siguen vigentes tanto en la UNAM como en la SEP (Proceso 1705).
Héctor Vasconcelos concuerda con que no hizo falta un programa como tal:
“Uno la infiere de los hechos, de lo que hizo en política cultural. En efecto, que yo sepa, él no se puso a redactar un documento, un plan, porque no había tiempo, estaban saliendo de la Revolución, había que hacer las cosas. Pero si uno revisa lo que hizo, queda claro cuál era su idea de la educación en la estructura de la Secretaría de Educación, en la forma en que dividió las disciplinas, las escuelas, la formación de los estudiantes, en los libros que editó. En todo eso va implícita una concepción de la vida, no sólo de la educación. Ése es su proyecto.”
Tal peso tuvo en la construcción de la nación postrevolucionaria y en la reunificación del país, que prevaleció por años, e incluso hoy hay elementos, ideas y concepciones que subsisten. Una de ellas, dice su hijo, es la promoción de las artes, que derivó en 1989 en la creación del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
–¿Cuándo comenzó a abandonarse el modelo vasconcelistas? –se le pregunta.
Responde que el propio José Vasconcelos diría que desde la segunda mitad de la década de los años veinte comenzaron a cambiarse las ideas que él había impulsado.
Pero a decir de Héctor Vasconcelos, ha habido momentos de recuperación. Señala como dos importantes los años cuarenta y sesenta del siglo pasado con Jaime Torres Bodet, quien fue secretario particular de su padre y al cual considera no sólo como a una de las personas más cercanas intelectual y personalmente, sino el “heredero directo” de sus ideas sobre educación.
Y sin rodeos, apunta tajante que lo que ha dado al traste con todo aquel proyecto es el papel político asumido por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con su “infinita corrupción y mediocridad”:
“Es un sindicato cuyo liderazgo traicionó la vocación educativa del concepto de magisterio de mi padre para convertirse en un instrumento político ofrecido al mejor postor. Pero ese es otro tema, es el gran tema de por qué está tan mal la educación: por el contubernio entre las élites políticas y las élites sindicales...”
–Aunque parece que a este gobierno no le interesa, ¿habría que volver al proyecto original?
–Exactamente, porque es la derecha tecnocrática. Ahora, no me refiero a que necesariamente habría que volver al proyecto original de mi padre, no. Me refiero al proyecto de la educación humanista en cualquier parte del mundo.
Como ejemplo nombra la Universidad de Harvard –la conoce bien pues ahí realizó sus estudios en ciencias políticas–, en donde las humanidades son básicas independientemente de lo que se quiera ser (arquitecto, economista o lo que fuere). Se aplica el llamado Liberal Arts Education, que contempla cursos de historia de las ideas, teatro griego o pintura renacentista, por mencionar algunas materias, al margen de la profesión elegida.
“Se enseña a la gente sobre todo a pensar, no a ejercer un oficio. Es la gran diferencia.”
Desprecio a la tradición
Algunas voces críticas han señalado que la crisis social, la violencia y el narcotráfico son resultado de la falta de formación humanística. Vasconcelos estima que en parte sí y lo vincula con el ejercicio democrático electoral. Cuestiona cómo pueden los jóvenes tomar decisiones inteligentes sin conocimiento de la historia de las ideas.
El resultado es que al votar lo hacen por los candidatos mediáticamente atractivos y no en función de su concepción del país, de sí mismos y de lo que ocurre, cuando obviamente requieren de un bagaje humanístico, conocimientos de sociología, de ciencias políticas y una concepción de la vida.
En contraparte, reflexiona, se están creando autómatas, gente “proclive a aceptar los prejuicios de la derecha”, los dogmas religiosos, por ejemplo. Ha ocurrido así en todas las derechas del mundo, España antes de la guerra civil, las dictaduras militares latinoamericanas de hace unos años y en Estados Unidos el gobierno de George Bush.
Retoma entonces el asunto de la UNESCO, en la que a partir de enero de este año México no tiene un representante permanente exclusivo, sino que desde abril pasado, luego de ser aprobado por mayoría en el Senado, el también embajador ante Francia, Carlos de Icaza, desempeña esa función.
La Secretaría de Relaciones Exteriores esgrimió en su momento razones monetarias, de ahorro presupuestario (Proceso 1730). Vasconcelos lamenta que en el PAN se reduzca todo a términos de pesos y centavos, y juzga esa idea “tecnocrática” como una falta de respeto e “incluso de amor por la tradición cultural de México, por lo que México ha representado en la UNESCO”.
Recuerda que Torres Bodet fue el segundo director general de la UNESCO, luego del internacionalista británico Julian Huxley (hermano del escritor Aldous). Y no sólo eso, sino que tuvo un papel esencial en el diseño y desarrollo del organismo internacional. Pero como esto “no se traduce en pesos y centavos como en los balances de las compañías, no existe”. Se eliminó el gasto de la representación “y que lo haga quien sea”.
Vasconcelos pone énfasis en que la tradición cultural milenaria es la columna dorsal de México y no se debe echar por la borda. Para ello se requiere desempeñar un papel de primer orden en instituciones como la UNESCO, y hace falta, por tanto, un embajador específico.
Él no cree en las razones económicas esgrimidas por la cancillería. Tampoco circunscribe el retiro del representante meramente a los campos de educación y cultura, donde los informes –tanto de la Organización de las Naciones Unidas como de la propia UNESCO– han evidenciado los rezagos de México.
Cita al constitucionalista Diego Valadés, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien en público y en privado ha dicho que se trató de rehuir el debate sobre los temas del aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la eutanasia, ante los cuales la derecha ha expresado abiertamente su rechazo.
El exprocurador general de la República declaró el pasado 12 de marzo (La Jornada), que el retiro del embajador se debió a una sola razón: La UNESCO es la promotora de una legislación internacional en materia de bioética, bioseguridad, biotecnología, donde se están discutiendo los temas antes señalados y en los cuales el Estado mexicano ya no quiso tener compromiso y retiró a su representante.
–¿Para cambiar los modelos que se están imponiendo ahora, es necesario sacar a la derecha del gobierno?
–Pienso definitivamente que sí. No me parece que sean cosas accidentales, no, sino que la derecha hace esto: elimina lo humanístico porque no es útil para la optimización de los beneficios económicos de las élites que dominan en un régimen de derecha.
Asume que en términos históricos, las izquierdas o los gobiernos de centro izquierda han tenido mejor comunicación con la comunidad intelectual, pues comparten lenguajes y valores. Así lo vio él en los regímenes del PRI y en gobiernos de izquierda de otras partes del mundo.
En México, indica, la última vez que hubo un gobierno de izquierda fue entre 1934 y 1940 con el general Lázaro Cárdenas. Así que luego de 70 años de ello, México “merece la oportunidad de tener un nuevo gobierno de izquierda”. Recuerda que en 2006 con Andrés Manuel López Obrador se abrió una posibilidad, pero “todos los poderes fácticos de ese momento se pusieron de acuerdo para impedirlo”.
Ahora, convoca, “ha llegado el momento de que intentemos, y veremos qué resulta. Difícilmente puede resultar algo peor de lo que padecemos con los gobiernos de derecha que hemos tenido a partir del año 2000”.
El siguiente paso sería construir un proyecto educativo y cultural de izquierda. Prevé que sería mejor que el de la derecha pues estaría también enfocado al desarrollo social.
“Y como digo, entre la comunidad intelectual y la izquierda cuando menos hay lenguajes, preocupaciones y valores compartidos. Se habla el mismo idioma. El idioma de los libros.” l
Solidaridad con el SME. Adolfo Sánchez Rebolledo.
La ya prolongada resistencia de los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) contra el decreto que de la noche a la mañana lanzó a la calle a decenas de miles de trabajadores al extinguir la empresa Luz y Fuerza del Centro, sirve para comprobar cuán lejos nos hallamos del ideal democrático sustentado en el principio de legalidad. Mientras las impugnaciones de los afectados se estrellan contra el muro de las interpretaciones de la ley a cargo del gobierno y, aunque parezca increíble, de la mayoría legislativa que evade su responsabilidad, la situación de los electricistas se deteriora, aunque se mantengan muy altas sus convicciones y su espíritu de lucha. Tal pareciera que los argumentos jurídicos se midieran con una doble vara (y una doble moral) según provengan de los sindicalistas o de sus patrones estatales, con lo cual sigue ahondándose la desconfianza en las soluciones propiamente institucionales.
Sin embargo, como se ha podido comprobar a través de la historia del sindicalismo en México, los trabajadores son los primeros en esgrimir la ley y los últimos en abandonarla, pese a que saben de antemano que los dados suelen estar cargados, pues las grandes decisiones en materia laboral –como el despido de golpe de 40 mil asalariados– se toman en función de consideraciones políticas encubiertas, eso sí, en fantasiosas y muy discutibles argumentaciones técnicas. Apenas hace unos días, el periodista Miguel Ángel Granados Chapas contaba, a guisa de ejemplo de ese extraño maridaje entre el poder económico y el político, cómo el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial presumía de su influencia sobre el presidente Calderón, a quien en cierta ocasión le pidió, justamente, ¡la extinción de Luz y Fuerza del Centro!, como prueba de su fidelidad al programa antiestatista que nutre el imaginario neoliberal de los hombres de fortuna en nuestro país.
El gobierno que a la menor provocación insiste en desbordar “por la izquierda” a sus adversarios políticos, no desperdicia la oportunidad de probar, con hechos, cuál es su particular interpretación del “estado de derecho” en cuanto se trata de tocar los grandes intereses que bajo las sombras mueven a las figuras presentes en la escena. Y cumplió. A pesar de algunos traspiés, la política hacia el SME forma parte de una estrategia general cuyos objetivos no difieren en lo esencial de la que se adoptó hace ya varias décadas para ubicar en la cabina de mando a los grandes inversionistas que, en el sector eléctrico y energético como tal, aspiran a una “reforma estructural” que los haga dueños no sólo de hecho sino de derecho de aquellas riquezas que todavía hoy la constitución reserva a la nación.
Está de moda, porque así conviene a los intereses que pugnan por la reforma laboral, una ofensiva contra el sindicalismo, disfrazada de acción “antimonopolios”. Grandes conceptos como pueden ser los de transparencia o rendición de cuentas aparecen en los labios –o en los escritos– de los nuevos modernizadores, tan preocupados por la competitividad pero tan distraídos al preguntarse de dónde viene, cómo se ha sostenido y a quién ha beneficiado la permanencia del charrismo, lo mismo en el viejo régimen corporativo que en el actual gobernado por el PAN. No deja de extrañar que el objetivo de sus obsesiones sean, por cierto, los escasos sindicatos que no sin dificultades han logrado construir opciones no asimilables a la tradición corporativa, como es el caso del SME, pero también de los mineros y otros gremios acosados por el celo de sus modernos perseguidores. Todo el mundo sabe que los peces gordos del viejo sistema comen de la mano del poder al que sirven desde siempre a cambio de las ostentosas canonjías que los líderes no ocultan ni disimulan.
Bastaría con aplicar la ley y despojar a las mafias sindicales del apoyo del poder político para que éstas comenzaran a declinar, pero en última instancia no será desde las oficinas de la Presidencia o de las empresas que el sindicalismo resurja como una fuerza genuina en defensa del interés de los asalariados. No es un camino sencillo, pues la corrupción que domina la atmósfera del mundo del trabajo no será erradicada sin la participación activa, sostenida, de los propios interesados. Y eso tiene grandes costos. Implica sufrimientos que la sociedad mediática prefiere caricaturizar hasta la ignominia. Abrir las puertas para que entre el aire fresco de la democracia al mundo sindical, como exigía Galván, es mucho más difícil y complejo que administrar la decadencia de un sistema creado para controlar a los trabajadores que, para colmo, se ha desfasado de las grandes urgencias nacionales. Pero mientras eso no se produzca, tendremos también un movimiento social sin la fuerza suficiente para interpelar a los otros jugadores, sean el gobierno, las empresas o los propios partidos políticos. En este sentido, la labor de la izquierda (entendida de forma amplia y abarcante como un movimiento político) no puede ser la de crear formaciones paralelas a las organizaciones sociales que luchan día a día por los intereses de los suyos, pero sí debe comprometerse a darles su respaldo sin sectarismo, respetando su autonomía y eludiendo como un mal mayor el cáncer del clientelismo que sólo en la superficie da fuerza y presencia en la arena pública.
Ahora mismo, ante la sordera oficial, se despliega una dolorosa huelga de hambre de los electricistas emprendida como recurso extremo para sacudir la conciencia nacional y orillar al diálogo a las autoridades que impunemente atentan contra el bien más preciado de la nación: la fuerza de trabajo calificada, hoy por hoy sujeta a la amenaza –no desmentida por el baile de cifras que niegan la recesión– del desempleo, el aumento de la pobreza, la desilusión nacional que alimenta la restauración de los viejos prejuicios autoritarios. En otras circunstancias, la huelga de hambre progresiva, a la que cada día se suman nuevos ayunantes, sería motivo de escándalo nacional. Aquí, por razones que no se explican con facilidad, subsiste la indiferencia de la mayoría, la ausencia de un debate legislativo a tono con el problema, cuando no la animadversión teledirigida que quiso vender el golpe como una venganza de las clases medias por los servicios deficientes, salvando así la cara del gobierno en la gestación de la situación que además consigue, sin reformas de por medio, abrir las compuertas al inversionismo según los dictados del catecismo en boga.
Los electricistas esperan que la Suprema Corte abra, al fin, una vía de solución para el conflicto, dejando fuera la arrogancia y la prepotencia de la parte patronal, es decir, del gobierno. ¿Será eso posible? Es hora de expresar nuestra solidaridad con los electricistas.
¿Quién Iluminará a Calderón?
Columna Asimetrías
Por Fausto Fernández Ponte
12 mayo 2010
ffponte@gmail.com
“Dios de los chamulas, ¡ilumíname!”.
Felipe Calderón.
I
Que el Presidente de Facto de México Felipe Calderón vive en la oscuridad en el ejercicio de las potestades que su investidura conlleva no obstante su cierta espuriedad y carencia de representatividad es un hecho que antójasele obvio aun al más insensible.
La petición del mandatario es no sólo una metáfora antropológica y, por ello mismo, cultural, sino también sociológica y acusadamente filosófica, ideológica y política que se nos ofrece cual epítome fiel, sincrético, de nuestra tragedia nacional.
Y esa tragedia nacional es la de que nuestros hombres y mujeres de pro, dirigentes, no saben qué hacer ni lo que han estado haciendo y muéstrase cual prospectiva ominosa que no saben qué hacer pues no han sido iluminados por un bondadoso “fiat” del Cielo.
Pero el Cielo guarda silencio. El 2 de diciembre de 2012 don Felipe podrá decirle a los historiadores (los medios de difusión masiva lo ignorarán pues habrá dejado de ser su cliente principal) que no contó con la iluminación necesaria para ejercer el poder.
Pero los mexicanos ya hemos tenido iluminados en demasía: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox (o su ubícua señora Marta) y ya vemos, sufrimos, lo que está ocurriendo: una debacle.
Pero es don Felipe el primero que públicamente --por inferida implicación, desde luego— demanda en musitación casi bisbiseada que la iluminación le llegue o, si acaso le llegue alguna vez aun regateada.
II
¿Chunga? ¡Quiá, nada de eso! Éste escribidor no incurre en chanza pitorreíca acerca de algo tan serio y trascendente como el que un mandatario mexicano pida humildemente, consternado, ser iluminado por alguno de los dioses chamulas.
Es obvio que don Felipe vive a oscuras de la realidad económica, política, social y hasta histórico-cultural –la idiosincrasia del mexicano— y que no se identifica con los dramas de los gobernados. Quizá por ello sus decisiones de “Estado” son antisociales.
Su oscuridad, aclárese, no se exhibe en su angustioso –si no es que desesperado— e implorante petición susurrada en la ancestral tierra de los chamulas en Chiapas hace unos días. No. Su oscuridad no tiene origen divino.
Empero, don Felipe, según obsérvase, parece atribuirle a los dioses la oscuridad en la que parece hallarse ante el cúmulo dramático e incluso espectacular de decisiones de “Estado” y de “gobierno” que tiene que tomar y que ha ido posponiendo.
Y si los manes –cualesquiera que sean y doquiera se hallen, incluido el de los chamulas que, dicho sea de paso, no es uno, sino muchos pues allí la responsabilidad es colectiva y su religión politeísta— le dieron oscuridad, pues culpa es de éstos.
Pero los dioses –entre ellos, las deidades chamulas-- parecen renuentes a “iluminar” a don Felipe, tal vez porque aun entre ellos existen vacíos de poder, oquedades de autoridad moral y cortedades de sus propios alcances éticos.
III
¿Moraleja? Los dioses, pues, fueren de los cristianos o de los musulmanes o de los judíos (en realidad es el mismo dios) o de las grandes religiones politeístas africanas, asiáticas e indígenas americanas como la chamula, se han ensañado con don Felipe.
Visto así –al través de los prismas de la religiosidad y la búsqueda de satisfactores espirituales— habría que inquirirse que pecado tan grande e imperdonable ha cometido éste devotísimo siervo de sí mismo y de los intereses que representa.
Vero, sí, ¿qué pecado tan grave ha cometido don Felipe que vive en la oscuridad de discernimiento y clama a los dioses, los de los chamulas incluidos, solicitando humildemente que lo iluminen? Pide ser iluminado, pero ¿y los yerros pasados?.
¿Es ello aceptación implícita de que don Felipe ha cometido pecados, como el de ser responsable de la muerte de casi 25 mil mexicanos en los últimos tres años y de sufrimiento de millones de sus conciudadanos confinados a mayor pobreza?
¿Es, acaso, una solicitud implícita de perdón divino por esas muertes de tantos seres humanos y las infelicidad de millones más de congéneres a lo largo y ancho de éste México torturado, literalmente, por el ejercicio oscurecido, no iluminado, del poder?
Antes que un dios lo perdone, don Felipe necesitaría el perdón de sus conciudadanos, no pocos de los cuales quieren revocarle un mandato que no le dieron. Abrevar en el pueblo ilumina a un gobernante; no hacerlo lo oscurece.
Ffponte@gmail.com
Por Fausto Fernández Ponte
12 mayo 2010
ffponte@gmail.com
“Dios de los chamulas, ¡ilumíname!”.
Felipe Calderón.
I
Que el Presidente de Facto de México Felipe Calderón vive en la oscuridad en el ejercicio de las potestades que su investidura conlleva no obstante su cierta espuriedad y carencia de representatividad es un hecho que antójasele obvio aun al más insensible.
La petición del mandatario es no sólo una metáfora antropológica y, por ello mismo, cultural, sino también sociológica y acusadamente filosófica, ideológica y política que se nos ofrece cual epítome fiel, sincrético, de nuestra tragedia nacional.
Y esa tragedia nacional es la de que nuestros hombres y mujeres de pro, dirigentes, no saben qué hacer ni lo que han estado haciendo y muéstrase cual prospectiva ominosa que no saben qué hacer pues no han sido iluminados por un bondadoso “fiat” del Cielo.
Pero el Cielo guarda silencio. El 2 de diciembre de 2012 don Felipe podrá decirle a los historiadores (los medios de difusión masiva lo ignorarán pues habrá dejado de ser su cliente principal) que no contó con la iluminación necesaria para ejercer el poder.
Pero los mexicanos ya hemos tenido iluminados en demasía: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox (o su ubícua señora Marta) y ya vemos, sufrimos, lo que está ocurriendo: una debacle.
Pero es don Felipe el primero que públicamente --por inferida implicación, desde luego— demanda en musitación casi bisbiseada que la iluminación le llegue o, si acaso le llegue alguna vez aun regateada.
II
¿Chunga? ¡Quiá, nada de eso! Éste escribidor no incurre en chanza pitorreíca acerca de algo tan serio y trascendente como el que un mandatario mexicano pida humildemente, consternado, ser iluminado por alguno de los dioses chamulas.
Es obvio que don Felipe vive a oscuras de la realidad económica, política, social y hasta histórico-cultural –la idiosincrasia del mexicano— y que no se identifica con los dramas de los gobernados. Quizá por ello sus decisiones de “Estado” son antisociales.
Su oscuridad, aclárese, no se exhibe en su angustioso –si no es que desesperado— e implorante petición susurrada en la ancestral tierra de los chamulas en Chiapas hace unos días. No. Su oscuridad no tiene origen divino.
Empero, don Felipe, según obsérvase, parece atribuirle a los dioses la oscuridad en la que parece hallarse ante el cúmulo dramático e incluso espectacular de decisiones de “Estado” y de “gobierno” que tiene que tomar y que ha ido posponiendo.
Y si los manes –cualesquiera que sean y doquiera se hallen, incluido el de los chamulas que, dicho sea de paso, no es uno, sino muchos pues allí la responsabilidad es colectiva y su religión politeísta— le dieron oscuridad, pues culpa es de éstos.
Pero los dioses –entre ellos, las deidades chamulas-- parecen renuentes a “iluminar” a don Felipe, tal vez porque aun entre ellos existen vacíos de poder, oquedades de autoridad moral y cortedades de sus propios alcances éticos.
III
¿Moraleja? Los dioses, pues, fueren de los cristianos o de los musulmanes o de los judíos (en realidad es el mismo dios) o de las grandes religiones politeístas africanas, asiáticas e indígenas americanas como la chamula, se han ensañado con don Felipe.
Visto así –al través de los prismas de la religiosidad y la búsqueda de satisfactores espirituales— habría que inquirirse que pecado tan grande e imperdonable ha cometido éste devotísimo siervo de sí mismo y de los intereses que representa.
Vero, sí, ¿qué pecado tan grave ha cometido don Felipe que vive en la oscuridad de discernimiento y clama a los dioses, los de los chamulas incluidos, solicitando humildemente que lo iluminen? Pide ser iluminado, pero ¿y los yerros pasados?.
¿Es ello aceptación implícita de que don Felipe ha cometido pecados, como el de ser responsable de la muerte de casi 25 mil mexicanos en los últimos tres años y de sufrimiento de millones de sus conciudadanos confinados a mayor pobreza?
¿Es, acaso, una solicitud implícita de perdón divino por esas muertes de tantos seres humanos y las infelicidad de millones más de congéneres a lo largo y ancho de éste México torturado, literalmente, por el ejercicio oscurecido, no iluminado, del poder?
Antes que un dios lo perdone, don Felipe necesitaría el perdón de sus conciudadanos, no pocos de los cuales quieren revocarle un mandato que no le dieron. Abrevar en el pueblo ilumina a un gobernante; no hacerlo lo oscurece.
Ffponte@gmail.com
Los cómplices de Maciel
Lydia Cacho
Plan B
13 de mayo de 2010
Todo parece indicar que ahora que el Vaticano dio la venia papal, políticos, periodistas y poderosos empresarios que durante años pusieron en duda la verdad, o la callaron, se atreven a asegurar que el pederasta Marcial Maciel los engañó, que era un experto simulador. Le dieron el beneficio de la duda que les negaron a todas sus víctimas.
Después de estudiar durante años a las redes de poder que protegen la pornografía y la explotación sexual infantil, estoy segura de que Maciel no hubiese podido cometer semejantes delitos sin la silenciosa complicidad de los poderosos que tienen nombre y apellido. Las estructuras económicas que movilizó Maciel através de su imperio educativo de los Legionarios de Cristo, permitieron que desde 1997, año en que se expuso públicamente en México al sacerdote pederasta, se activaran las cadenas de favores que intentaron desacreditar a los valientes sobrevivientes del abuso. Asimismo presionaron para que periodistas como Ciro Gómez y Carmen Aristegui recibieran órdenes de callar a cambio de no perder su trabajo y credibilidad; les amenazaron si insistían en denostar a quien soñaba con ser canonizado. Vale recalcar que el Vaticano reaccionó finalmente no por sus actos pedófilos, largamente denunciados, sino hasta que se le descubrió un falso matrimonio.
Las y los exalumnos de los Legionarios que desde sus empresas boicotearon la información a pedido expreso del violador de infantes, son sus cómplices. El CISEN que tuvo en sus manos cuatro informes con fotografías y grabaciones de las perversiones de cura, es cómplice. Ni Ernesto Zedillo, ni Fox, ni Calderón tuvieron las agallas para enfrentar jurídicamente al poder de las élites religiosas que protegen la explotación sexual infantil y al igual que los ex procuradores son encubridores en diferentes grados.
Todos estos personajes públicos y privados conforman una red concreta que avala el delito y concita a la ilegalidad de las élites. El caso Maciel demuestra que son ellos, los dueños del patriarcado económico, empresarial, eclesiástico y político quienes desde la cúspide de la pirámide impiden la reconstrucción del sistema de justicia mexicano, son ellos quienes con diferentes matices fortalecen la cultura de la pederastia bajo un doble discurso.
Mientras tanto, señalar con nombre y apellido a todos los responsables del ocultamiento de los crímenes contra la infancia resulta vital, porque con ello la sociedad unida y fuerte desgasta y perturba las estructuras productoras y multiplicadoras de la violencia. Sólo así todos los niños y niñas sabrán que el abuso sexual no es normal ni natural, ni aunque detrás de él estén los Legionarios de Cristo, el góber precioso o Jorge Erderly. Va esta columna en honor de los sobrevivientes de Maciel, que se negaron al silencio y jamás se dieron por vencidos, con ello quebrantaron la estructura y reescribieron la historia.
Plan B
13 de mayo de 2010
Todo parece indicar que ahora que el Vaticano dio la venia papal, políticos, periodistas y poderosos empresarios que durante años pusieron en duda la verdad, o la callaron, se atreven a asegurar que el pederasta Marcial Maciel los engañó, que era un experto simulador. Le dieron el beneficio de la duda que les negaron a todas sus víctimas.
Después de estudiar durante años a las redes de poder que protegen la pornografía y la explotación sexual infantil, estoy segura de que Maciel no hubiese podido cometer semejantes delitos sin la silenciosa complicidad de los poderosos que tienen nombre y apellido. Las estructuras económicas que movilizó Maciel através de su imperio educativo de los Legionarios de Cristo, permitieron que desde 1997, año en que se expuso públicamente en México al sacerdote pederasta, se activaran las cadenas de favores que intentaron desacreditar a los valientes sobrevivientes del abuso. Asimismo presionaron para que periodistas como Ciro Gómez y Carmen Aristegui recibieran órdenes de callar a cambio de no perder su trabajo y credibilidad; les amenazaron si insistían en denostar a quien soñaba con ser canonizado. Vale recalcar que el Vaticano reaccionó finalmente no por sus actos pedófilos, largamente denunciados, sino hasta que se le descubrió un falso matrimonio.
Las y los exalumnos de los Legionarios que desde sus empresas boicotearon la información a pedido expreso del violador de infantes, son sus cómplices. El CISEN que tuvo en sus manos cuatro informes con fotografías y grabaciones de las perversiones de cura, es cómplice. Ni Ernesto Zedillo, ni Fox, ni Calderón tuvieron las agallas para enfrentar jurídicamente al poder de las élites religiosas que protegen la explotación sexual infantil y al igual que los ex procuradores son encubridores en diferentes grados.
Todos estos personajes públicos y privados conforman una red concreta que avala el delito y concita a la ilegalidad de las élites. El caso Maciel demuestra que son ellos, los dueños del patriarcado económico, empresarial, eclesiástico y político quienes desde la cúspide de la pirámide impiden la reconstrucción del sistema de justicia mexicano, son ellos quienes con diferentes matices fortalecen la cultura de la pederastia bajo un doble discurso.
Mientras tanto, señalar con nombre y apellido a todos los responsables del ocultamiento de los crímenes contra la infancia resulta vital, porque con ello la sociedad unida y fuerte desgasta y perturba las estructuras productoras y multiplicadoras de la violencia. Sólo así todos los niños y niñas sabrán que el abuso sexual no es normal ni natural, ni aunque detrás de él estén los Legionarios de Cristo, el góber precioso o Jorge Erderly. Va esta columna en honor de los sobrevivientes de Maciel, que se negaron al silencio y jamás se dieron por vencidos, con ello quebrantaron la estructura y reescribieron la historia.
Termina la narcoguerra… allá
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
13 de mayo de 2010
Las cabezas de ayer en EL UNIVERSAL no tienen desperdicio: en Estados Unidos fallaron 40 años de guerra antidrogas; EU cambia estrategia: prevención, no guerra.
Yo no sé qué tanto vayan a impactar estos anuncios en el ánimo del presidente Calderón, pero los mensajes están clarísimos una semana antes de su visita a mister Obama. Todo indica que ahora ya no podrá vender los enormes sacrificios de su gobierno, 22 mil muertos incluidos: nosotros ya no estamos en ese negocio, allá tú si insistes en tu guerra.
Los argumentos centrales de la Casa Blanca no son menores: desde los tiempos de Nixon —quien declaró a las drogas como el enemigo público número uno— hemos librado una guerra contra las drogas y no hemos tenido éxito; es tiempo de romper, de una vez por todas, con el círculo vicioso de consumo-drogas-crimen-delincuencia-encarcelamiento y mejor apostar a la prevención y la reinserción social.
El gobierno del presidente Barack Obama se propone dos objetivos muy claros: reducir 40% el narcotráfico de aquí al 2015 para interrumpir flujos de dinero, drogas y precursores químicos; y bajar 15% el consumo entre sus jóvenes en cinco años reduciendo el uso crónico de drogas. Todo ello, reconociendo la premisa de que “Estados Unidos es uno de los mercados más lucrativos para las drogas ilegales”.
Esos son los puntos sustanciales y notables del anuncio. Sin embargo, hay por ahí un párrafo perdido que me parece de enorme y aleccionadora relevancia: “La estrategia está siendo dada a conocer tras casi un año de consultas con fuerzas policiacas, grupos civiles y sector médico”. No me digan que no es una joya declarativa. Porque a estas alturas, sólo los necios pueden ignorar que Felipe Calderón —por su iniciativa o por consejo de alguno de sus brillantes cercanos— inició su guerra contra el narco para legitimarse en la Presidencia. No había pasado ni el primer mes en Los Pinos cuando sacó al Ejército a las calles para demostrar quién mandaba en este país. Pero además lo hizo muy mal: a las carreras, a tontas y a locas, “haiga sido como haiga sido”.
Por eso hoy se valen viejas y nuevas preguntas: ¿Consultó Calderón con alguien —fuera de su círculo íntimo— lo que pensaba hacer? ¿Preguntó a por lo menos un par de expertos en áreas como seguridad nacional y justicia sobre las consecuencias de sacar a los soldados a la calle a balacear narcos o sospechosos de serlo? ¿Hubo alguna vez un pizarrón, un organigrama, una ruta crítica? ¿Por qué ha cambiado —a aparente capricho— la cabeza operativa de esta guerra: primero Medina Mora y la PGR; luego Genaro García Luna de la SSP; más tarde el general secretario Galván Galván y recientemente el señor almirante Máynez? ¿Han sido desconfianzas, ineficiencias, corrupción, chismes o simplemente van cayendo de la gracia presidencial? ¿Nadie le dijo nunca al Presidente que primero tenía que limpiar la casa? ¿Dónde están sus metas, sus plazos, su programa, sus estrategias? ¿Cuánto tiempo más, cuántos muertos más de esta guerra sangrienta y bajo sospecha?
Allá arriba, el tío comenzó a rasurar sus barbas.
Detrás de la Noticia
13 de mayo de 2010
Las cabezas de ayer en EL UNIVERSAL no tienen desperdicio: en Estados Unidos fallaron 40 años de guerra antidrogas; EU cambia estrategia: prevención, no guerra.
Yo no sé qué tanto vayan a impactar estos anuncios en el ánimo del presidente Calderón, pero los mensajes están clarísimos una semana antes de su visita a mister Obama. Todo indica que ahora ya no podrá vender los enormes sacrificios de su gobierno, 22 mil muertos incluidos: nosotros ya no estamos en ese negocio, allá tú si insistes en tu guerra.
Los argumentos centrales de la Casa Blanca no son menores: desde los tiempos de Nixon —quien declaró a las drogas como el enemigo público número uno— hemos librado una guerra contra las drogas y no hemos tenido éxito; es tiempo de romper, de una vez por todas, con el círculo vicioso de consumo-drogas-crimen-delincuencia-encarcelamiento y mejor apostar a la prevención y la reinserción social.
El gobierno del presidente Barack Obama se propone dos objetivos muy claros: reducir 40% el narcotráfico de aquí al 2015 para interrumpir flujos de dinero, drogas y precursores químicos; y bajar 15% el consumo entre sus jóvenes en cinco años reduciendo el uso crónico de drogas. Todo ello, reconociendo la premisa de que “Estados Unidos es uno de los mercados más lucrativos para las drogas ilegales”.
Esos son los puntos sustanciales y notables del anuncio. Sin embargo, hay por ahí un párrafo perdido que me parece de enorme y aleccionadora relevancia: “La estrategia está siendo dada a conocer tras casi un año de consultas con fuerzas policiacas, grupos civiles y sector médico”. No me digan que no es una joya declarativa. Porque a estas alturas, sólo los necios pueden ignorar que Felipe Calderón —por su iniciativa o por consejo de alguno de sus brillantes cercanos— inició su guerra contra el narco para legitimarse en la Presidencia. No había pasado ni el primer mes en Los Pinos cuando sacó al Ejército a las calles para demostrar quién mandaba en este país. Pero además lo hizo muy mal: a las carreras, a tontas y a locas, “haiga sido como haiga sido”.
Por eso hoy se valen viejas y nuevas preguntas: ¿Consultó Calderón con alguien —fuera de su círculo íntimo— lo que pensaba hacer? ¿Preguntó a por lo menos un par de expertos en áreas como seguridad nacional y justicia sobre las consecuencias de sacar a los soldados a la calle a balacear narcos o sospechosos de serlo? ¿Hubo alguna vez un pizarrón, un organigrama, una ruta crítica? ¿Por qué ha cambiado —a aparente capricho— la cabeza operativa de esta guerra: primero Medina Mora y la PGR; luego Genaro García Luna de la SSP; más tarde el general secretario Galván Galván y recientemente el señor almirante Máynez? ¿Han sido desconfianzas, ineficiencias, corrupción, chismes o simplemente van cayendo de la gracia presidencial? ¿Nadie le dijo nunca al Presidente que primero tenía que limpiar la casa? ¿Dónde están sus metas, sus plazos, su programa, sus estrategias? ¿Cuánto tiempo más, cuántos muertos más de esta guerra sangrienta y bajo sospecha?
Allá arriba, el tío comenzó a rasurar sus barbas.
No hubo sabotaje, falta de mantenimiento originó cortocircuito: SME
La situación empeorará con la temporada de lluvias, y la CFE lo sabe, indicó el líder sindical Martín Esparza.
Patricia Muñoz
Publicado: 12/05/2010 17:48
México, DF. Los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas no realizaron ningún sabotaje contra las líneas de eléctricas subterranéas en el Centro Histórico, si estallaron éstas es por falta de mantenimiento y la Comisión Federal de Electricidad lo sabe, señaló este miércoles el líder de esta organización Martín Esparza.
En entrevista dijo que en la temporada de lluvias la situación empeorará con más apagones, más estallidos subterráneos y más caídas del servicio porque las redes están en total descuido y abandono.
“Nadie está regulando las cargas y puede haber un verdadero colapso del servicio, y esto lo advirtió el sindicato desde que inició el conflicto y antes cuando denunció que tan sólo para el Centro Histórico se entregaron 400 millones de pesos para sustitución de cableado, lo cual no se hizo y tampoco se sabe donde quedó el dinero que se entregó a Luz y Fuerza del Centro para ese propósito”, dijo el dirigente.
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