Publicado el Viernes 13 de Enero de 2012Un comentario
Rubén Cortés
La terminación de la Estela de Luz representaba el momento político de culminante Javier Sicilia para ubicarse como lo que pretende desde hace casi un año: el gran luchador por los derechos de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico, que oficialmente son 47 mil 515.
Pero lo dejó pasar porque es un activista social calderonista y filopanista, con resabios cristeros, y no iba a solidarizarse con los grupos de corte izquierdista que obligaron al gobierno a cambiar la fecha de la inauguración del monumento.
Durante toda la semana pasada, colmó las redes una convocatoria para declarar el domingo a la Estela de Luz Monumento a las Víctimas Inocentes de la Guerra contra el Narcotráfico y Museo de la Corrupción. Pero el gobierno les ganó la mano y la inauguró el sábado.
El gobierno fue avasallado en dos trending topic en las redes, donde proliferaron las bromas, los reclamos por la corrupción y hasta por considerar que representa en realidad una lápida, usada como símbolo de la guerra antinarco.
Y en el tema de los símbolos, destacó la manera como fue rebasado Javier Sicilia, hasta ahora monopolizador del tema de las víctimas y quien no solo no se unió con esta propuesta, sino la ignoró y fue borrado por la misma.
Quedó evidenciado también que Sicilia ha usado el tema para mil asuntos, desde llamar a la no realización de las próximas elecciones presidenciales, hasta llamar corruptos a los tres millones de mexiquenses que votaron por el PRI en los pasados comicios para Gobernador.
En cambio, ha sido conciliador con el presidente, tanto por su filia católica como por su simpatía panista, pero ahora no le entró a las protestas contra la Estela de Luz porque se trataba de la condena a un símbolo de supuesta corrupción y el uso excesivo de la fuerza.
Al final, cientos de ciudadanos hicieron una inauguración popular de la Estela y, uno de los activistas, Oscar Mondragón, dijo que entregará la petición de que ésta sea nombrada Museo de la Corrupción del actual gobierno a los precandidatos únicos de “las izquierdas”, AMLO, y de PRI, Enrique Peña.
Lo peor para Sicilia fue que todo esto lo consiguieron los activistas de las redes sin él. Al contrario, lo que le tocó a Sicilia fue una petición del narcotráfico en Michoacán para que sirva de puente entre los criminales y el Presidente:
“Esperamos señor Sicilia que nos escuche y apoye, que la asociación que usted dignamente representa tome cartas en el asunto y no permita que el presidente Calderón continúe con sus abusos, en represalia porque su hermana (Luisa María, ex candidata a la Gubernatura) no ganó las elecciones”.
Porque lo creen muy amigo de Calderón.
La terminación de la Estela de Luz representaba el momento político de culminante Javier Sicilia para ubicarse como lo que pretende desde hace casi un año: el gran luchador por los derechos de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico, que oficialmente son 47 mil 515.
Pero lo dejó pasar porque es un activista social calderonista y filopanista, con resabios cristeros, y no iba a solidarizarse con los grupos de corte izquierdista que obligaron al gobierno a cambiar la fecha de la inauguración del monumento.
Durante toda la semana pasada, colmó las redes una convocatoria para declarar el domingo a la Estela de Luz Monumento a las Víctimas Inocentes de la Guerra contra el Narcotráfico y Museo de la Corrupción. Pero el gobierno les ganó la mano y la inauguró el sábado.
El gobierno fue avasallado en dos trending topic en las redes, donde proliferaron las bromas, los reclamos por la corrupción y hasta por considerar que representa en realidad una lápida, usada como símbolo de la guerra antinarco.
Y en el tema de los símbolos, destacó la manera como fue rebasado Javier Sicilia, hasta ahora monopolizador del tema de las víctimas y quien no solo no se unió con esta propuesta, sino la ignoró y fue borrado por la misma.
Quedó evidenciado también que Sicilia ha usado el tema para mil asuntos, desde llamar a la no realización de las próximas elecciones presidenciales, hasta llamar corruptos a los tres millones de mexiquenses que votaron por el PRI en los pasados comicios para Gobernador.
En cambio, ha sido conciliador con el presidente, tanto por su filia católica como por su simpatía panista, pero ahora no le entró a las protestas contra la Estela de Luz porque se trataba de la condena a un símbolo de supuesta corrupción y el uso excesivo de la fuerza.
Al final, cientos de ciudadanos hicieron una inauguración popular de la Estela y, uno de los activistas, Oscar Mondragón, dijo que entregará la petición de que ésta sea nombrada Museo de la Corrupción del actual gobierno a los precandidatos únicos de “las izquierdas”, AMLO, y de PRI, Enrique Peña.
Lo peor para Sicilia fue que todo esto lo consiguieron los activistas de las redes sin él. Al contrario, lo que le tocó a Sicilia fue una petición del narcotráfico en Michoacán para que sirva de puente entre los criminales y el Presidente:
“Esperamos señor Sicilia que nos escuche y apoye, que la asociación que usted dignamente representa tome cartas en el asunto y no permita que el presidente Calderón continúe con sus abusos, en represalia porque su hermana (Luisa María, ex candidata a la Gubernatura) no ganó las elecciones”.
Porque lo creen muy amigo de Calderón.