sábado, 27 de octubre de 2018

IMPENSABLE-Helguera

Ocho claves para entender las elecciones en Brasil

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Katu Arkonada
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ste domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, y en caso de triunfar el ganador en la primera vuelta, Jair Messias Bolsonaro, podría completarse un círculo que comenzó con el impeachment contra Dilma Rousseff y continuó con el encarcelamiento, sin pruebas, de Luiz Inácio Lula da Silva.
En caso de cerrarse este círculo se clausuraría también el equilibrio, aparente al menos, entre capitalismo y democracia, porque más allá de quien gane la elección presidencial, el ascenso de Bolsonaro representa el fracaso de la democracia neoliberal. Las élites se cansaron del juego liberal democrático y optaron por un neoliberalismo autoritario con rasgos de fascismo social.
Pero llamar fascista a Bolsonaro no ayuda a entender la complejidad del fenómeno que se está produciendo en Brasil. Pasemos a examinar las claves del ascenso de este ex militar, diputado de un pequeño partido, el Social Liberal (PSL), que en julio tenía 17 por ciento de intención de voto, comenzó septiembre con 24 por ciento y ganó la primera vuelta el 7 de octubre con 46 por ciento de los votos, rozando la mayoría absoluta.
1. Voto de clase. Bolsonaro ha arrasado en el Brasil rico y blanco. Es significativo que haya ganado en los 10 municipios más ricos del país, mientras Haddad lo hizo en nueve de los 10 más pobres.
2. Voto antisistema. El triunfo del candidato de ultraderecha se sustenta además en un rechazo al sistema de partidos políticos, a la corrupción de los partidos que simboliza el caso Lava Jato y que encarna sobre todo (en el imaginario de la gente) el Partido de los Trabajadores (PT).
3. Candidato outsider. Bolsonaro se ha presentado como outsider, como una renovación de la clase política, aunque no lo es ni puede ser un aspirante que lleva 28 años como diputado y sus tres hijos son políticos. Es necesario destacar también que uno de sus hijos, Eduardo Bolsonaro, se ha convertido en el diputado federal más votado de Brasil, con casi 2 millones de sufragios.
4. El factor militar. No sólo Bolsonaro sirvió en el ejército que mantuvo a Brasil 21 años bajo una dictadura más larga que la de Pinochet en Chile, sino que su candidato a vicepresidente es el general Antonio Hamilton Mourão. Y para encontrar más similitudes con el Chile pinochetista, Bolsonaro ha colocado a un Chicago Boy, Paulo Guedes, al frente del área económica.
5. El factor evangélico. Bolsonaro ha sustentado su triunfo en las iglesias evangélicas, cada vez más presentes en las favelas y barriadas populares brasileñas. La Rede Record, propiedad del fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios, segunda televisión más vista de Brasil y quinta del mundo, ha sido determinante para que la bancada evangélica esté compuesta por 76 diputados, casi una quinta parte del Congreso.
6. BBB. Si a la bancada evangélica (Biblia) le sumamos la bancada ruralista (Buey), defensora del agronegocio y en contra de cualquier reforma agraria, y la bancada en defensa de las armas (Bala), tenemos con Bolsonaro una BBBB que tendrá mayoría suficiente en el Congreso, aun si Haddad y el PT lograran el milagro de dar la vuelta a la elección en la segunda vuelta. El populismo de derecha sufrirá una nueva vuelta de tuerca y el objetivo serán los pobres, los negros, las mujeres, los campesinos y el activismo social en general.
7. Redes sociales. La campaña de Bolsonaro ha sido la campaña del algoritmo, las fake news y el WhatsApp, las armas de destrucción matemática de la realidad. Este factor explica por qué en el último mes de campaña prácticamente duplicó su intención de voto. Una vez que Facebook, tras los escándalos en Estados Unidos, cerró, al menos parcialmente, su plataforma a las fake news, los estrategas de Bolsonaro descubrieron un hueco por donde colarse en una plataforma de comunicación directa y cerrada como WhatsApp (comprada en 2014 por Facebook) y desarrollaron una campaña sin precedente de guerra sucia, utilizando herramientas como big data y excelente segmentación, para sembrar noticias falsas que apuntaban directamente al imaginario de la gente común.
8. Geopolítica imperial. Y no nos engañemos: Brasil y su Amazonía, pivote latinoamericano de los BRICS, siguen estando en el punto de mira estadunidense. No es casualidad que Lilian Ayalde, ex Usaid y actual asesora del Comando Sur, fuese embajadora de Estados Unidos en Brasil mientras se producía el impeachment contra Dilma, después de haber sido embajadora en Paraguay mientras se sucedía el golpe parlamentario contra Fernando Lugo.
Estos factores confluyen en una paradoja que el uruguayo Andrés Malamud ha definido muy bien: elegir a un fascista de verdad, creyendo que es de mentira, por miedo a un comunismo de mentira que creen que es de verdad.
La distancia se acorta en la segunda vuelta y Haddad ya aventaja en Sao Paulo al ex militar por 51-49 por ciento a pesar de que la diferencia en la primera vuelta fue de 20-45 por ciento a favor de Bolsonaro. No parece que el tiempo vaya a ser suficiente para culminar la remontada, pero cuando la disyuntiva es entre progresismo o barbarie, hay esperanza de que los millones de brasileños que el 7 de octubre votaron nulo o blanco puedan optar este domingo por Orden y Progreso frente a la alternativa bolsonarista de desorden y retroceso disfrazado de neoliberalismo económico y autoritarismo social.

CONSULTOFOBIA-Fisgón

Dudas por corrupción y ajustes liquidaron 7 obras de EPN; hay 21 “por iniciar” a 34 días de su adiós


El Gobierno de Enrique Peña Nieto también buscó un tren en Yucatán, pero el proyecto se canceló desde 2015 lo mismo que otros megaproyectos que, en sus palabras, iniciarían un nuevo capítulo en la historia del país.

En total, se sepultaron oficialmente siete obras, 21 están en estado “por iniciar” con un avance físico de entre cero y 2 por ciento, y dos más se encuentran “en prospectiva”, de acuerdo con “Sigue la obra pública”, una plataforma de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Para el Secretario Gerardo Ruiz Esparza, sin embargo, se cumplió con las obras comprometidas en el Programa Nacional de Infraestructura.

Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo).– Durante su toma de protesta como Presidente, Enrique Peña Nieto expuso que México necesita resolver sus problemas de transporte y contar con trenes modernos, por lo que su sexenio sería “el inicio de un nuevo capítulo en la historia de las comunicaciones de nuestro país”. Sin embargo, por señalamientos de conflicto de interés, supuesta corrupción y recortes al gasto público se cancelaron siete obras y 21 más siguen en un estado “por iniciar” –con cero o 2 por ciento de avance físico–, cuando faltan 34 días para concluir el sexenio.
En la plataforma “Sigue la obra pública”, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) destaca 147 proyectos terminados y 91 en proceso.
Pero siete fueron suspendidos o cancelados: el tren México-Querétaro; el tren Transpeninsular Yucatán-Quintana Roo; la Aviación del Aeropuerto de Hidalgo; la ampliación de la Autopista Toluca-Atlacomulco, Estado de México; la instalación para concretado de cobre en Topolobambo, Sinaloa; la Terminal de Usos Múltiples en Tampico y el aeropuerto de carga en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

 Y entre los 91 en proceso, hay 21 pospuestos: la extensión de la línea A del Metro de Chalco a La Paz, en el Estado de México (iniciaría en mayo 2017 con 11 mil 600 mdp); la ampliación del edificio terminal del Aeropuerto de Toluca (enero de 2016 con 170 mdp), el túnel de acceso rápido a Acapulco (enero 2016 con 2 mil 300 mdp), el Viaducto Indios Verdes (septiembre 2016 con 4 mil 384 mdp) y la red ferroviaria Aguascalientes-Guadalajara (septiembre 2014 con mil 427 mdp).
Además, están “en prospectiva” el nuevo Aeropuerto en San Lázaro, Michoacán, y Las Varas en Nayarit sin avance alguno.
El arquitecto Rigoberto Morón Lara, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que la cancelación de las obras tiene que ver con la falta de una planeación técnica –condiciones adecuadas de la zona– y el sector social, lo cual se debe abordar desde la logística.
Para el académico, al Gobierno de Peña Nieto “le faltó una planificación integral de fondo” para prevenir obstáculos contra las obras e informar a los poblados para integrarlos a los proyectos, en vez de imponerlos. También, consideró Morón, hubo una ausencia de ejercer el gasto evaluando las mejores condiciones de inversión.

La ampliación de la autopista de Toluca a Atlacomulco también fue cancelada. Foto: SCT.

El avance del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) está en suspenso. Desde el pasado jueves al domingo próximo se realiza una consulta ciudadana para determinar si el nuevo Gobierno continúa su construcción o se inicia el proyecto en Santa Lucía. Lleva un 1 por ciento de avance, según “Sigue la obra pública”, con una inversión por 195 mil millones de pesos.
Además, el Tren Interurbano México-Toluca, retrasado por la oposición de comuneros, lleva un 84 por ciento. El tramo de 7 kilómetros de Santa Fe a Observatorio se espera para junio del 2019.
“Hay regiones desarrolladas y otras que padecen aún rezagos importantes. Para cerrar esta brecha e impulsar el crecimiento económico y la competitividad, vamos a dar un impulso decisivo a la infraestructura”, afirmó Peña Nieto el primero de diciembre de 2012 frente a legisladores, gobernadores, embajadores, jefes de Estado, organizaciones civiles y sindicales, rectores de universidades, entre otras figuras.
El Programa Nacional de Infraestructura y Transporte 2012-2018, responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, prometía infraestructura carretera, ferroviaria y de puertos del país, así como obras para conectar e incorporar el sur de México a la economía global. Este último punto también lo ha prometido el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador a través del Tren Maya.
Para Ruiz Esparza, dijo ante el Congreso, a pesar de la reducción en los presupuestos anuales por la baja en el precio del petróleo, “el Gobierno cumple con las obras comprometidas en el Programa Nacional de Infraestructura”.
Durante su gestión, enfatizó, se construyeron y modernizaron 52 autopistas y 80 carreteras, se ampliaron 10 principales accesos a la Ciudad de México, hubo 12 proyectos bajo el esquema de Asociaciones Público-Privadas para infraestructura carretera, así como la ampliación de 28 terminales aeroportuarias, y se fortaleció al Sistema Ferroviario Nacional de carga con una inversión público-privada superior a los 130 mil millones de pesos.
LOS TRENES
“En México volveremos a tener trenes de pasajeros para conectar nuestras ciudades”, anunció el mandatario Enrique Peña Nieto en aquel discurso en Palacio Nacional. El plan implicaba 155 mil millones de pesos para 19 proyectos ferroviarios, entre ellos, el tren México-Querétaro (cancelado), el tren Transpeninsular Yucatán-Quintana Roo (cancelado) y el tren México-Toluca (atrasado).
No obstante, dos años después, el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, anunció la suspensión del tren Yucatán-Quintana Roo (inversión por 16 mil millones de pesos) y el México-Querétaro (por 43 mil 580), por, dijo, un recorte al gasto público por 124 mil 300 millones de pesos al presupuesto de 2015, tras el inicio de la caída de los precios del petróleo.
La cancelación del tren México-Querétaro se dio en medio de las sospechas de conflicto de interés alrededor de la casa blanca presidencial, cuyo propietario, Juan Armando Hinojosa de Grupo Higa, fue uno de los ganadores de la licitación junto con el consorcio China Railway Construction.
Sobre el Tren Interurbano México-Toluca, expuso el Secretario Gerardo Ruiz Esparza, es el primero de alta velocidad en América y proyecta dar servicio diario a 230 mil pasajeros de Zinacantepec a Observatorio, con cuatro estaciones y 30 trenes. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competencia (IMCO), su costo ha aumentado 55 por ciento de 38 a 59 mil millones de pesos.
“Al cierre del ejercicio presupuestal en diciembre tenemos programado que el tren tenga una avance superior al 98 por ciento en el tramo de 50 kilómetros de Zinacantepec-Santa Fe; sin embargo, en razón de los diversos bloqueos que hemos tenido por motivos sociales, siendo el último el día de antier [bloqueo de comuneros de San Juan Coapanoaya el 16 de octubre], nos provocó que dos trabes, cada una pesa mil 200 toneladas, que ya estaban en proceso de fraguado, se echarán a perder, tomando 15 días más su reposición”, expuso durante su comparecencia.
 Para mejorar el tránsito en las grandes ciudades, el Presidente Enrique Peña Nieto prometió las obras de la Línea 3 del Metro de Monterrey por 9 mil 626 millones de pesos (lleva un avance de 76 por ciento), el transporte masivo de Chalco a La Paz, en el Estado de México por 11 mil 599 millones de pesos (no iniciado) y la ampliación del tren eléctrico de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Durante los mitines de los entonces candidatos presidenciales en el Estado de México, los asistentes aún demandaban ser conectados del oriente al metro. “Supuestamente lo iba a hacer la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Se lo hubieran dejado al Metro, ya lo hubiéramos hecho”, acusó el entonces jefe capitalino Miguel Ángel Mancera Espinosa.
A seis años, la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, compromiso de gobierno con una inversión por 25 mil millones de pesos, estará listo en octubre con todas las instalaciones (trenes, viaducto, túnel, centro de control, 18 estaciones) y talleres plenamente equipados, anunció la SCT. El servicio para 233 mil pasajeros diarios, que conectará a los municipios de Zapopan y Tlaquepaque, comenzará después de una serie de pruebas operativas durante siete u ocho meses.
Será su única entrega trascendente.

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo