Horas antes del inicio del primer debate presidencial, realizado en el céntrico Palacio de Minería en la Ciudad de México, un grupo de protestantes se manifestó en calles aledañas con letreros diseñados y homologados contra Andrés Manuel López Obrador. La manifestación se dividió entre simpatizantes de Morena y ellos. Ya en la noche, tras el debate y la lluvia, cuando el morenista salió en carro por Tacuba, la gente también gritaba “Anaya, Anaya”, candidato del Frente PAN-PRD-MC.
Uno de los letreros de los protestantes en Donceles decía que eran “trabajadores de la Ciudad de México”. Un reportaje de Univisión reveló que empleados fueron obligados bajo amenaza de ser despedidos por el sindicato de empleados del gobierno capitalino a manifestarse, de acuerdo con mensajes de Whatsapp de los forzados. El domingo SinEmbargo observó que gritaban contra López Obrador incluso cuando ingresaban al recinto personajes políticos del Frente. Mujeres se negaron a decir su nombre “por medio a represalias”. Además, un video de Regeneración, medio abiertamente de Morena, sugirió en un video que esas personas eran enviadas del Frente.
“Están muy nerviosos los de la mafia del poder, al borde de una crisis de nervio, porque a pesar de todo, de que quisieron trampearnos en el debate y no pudieron, a pesar de la guerra sucia estamos arriba, estamos creciendo incluso. Vamos más de 20 puntos y creciendo. Tengo información de ayer [martes] de encuestas telefónicas y subimos después del debate. Pero como ellos saben esto están desesperados porque no quieren dejar de robar y no quieren dejar de mandar”, afirmó López Obrador en el video.
No cita esas encuestas, pero el ponderado de encuestas de Bloomberg revela que dos días antes del domingo bajó menos de un punto porcentual y se mantiene arriba 18.70 puntos porcentuales de su más cercano competidor, Ricardo Anaya Cortés.
“El único que puede parar a Andrés Manuel López Obrador es él mismo, las equivocaciones que cometa, las irregularidades que hay en el proyecto, las propuestas que no estén bien explicadas, los debates que no sepa responder, las explicaciones que exige la sociedad y no da”, afirmó el analista político Enrique Toussaint.