lunes, 27 de diciembre de 2010

EPÍLOGO DE UNA DESAPARICIÓN

Comunicado a la opinión pública de los "misteriosos desaparecedores".

17 de diciembre del 2010

Primera de tres.

Los clásicos no establecieron ningún principio que prohibiera matar, fueron los más compasivos de todos los hombres, pero veían ante sí enemigos de la humanidad que no era posible vencer mediante el convencimiento. Todo el afán de los clásicos estuvo dirigido a la creación de circunstancias en las que el matar ya no sea provechoso para nadie. Lucharon contra la violencia que abusa y contra la violencia que impide el movimiento. No vacilaron en oponer violencia a la violencia.



Bertolt Brecht

Maestro y alumno... ¿o patrón y empleado ?





En México vivimos inmersos en un clima de creciente violencia destructiva que las mafias del gobierno permiten y fomentan, porque sólo así pueden ocultar la sistemática represión, tratar de controlar el descontento social e impedir, por el momento, que se generalice la lucha popular. Las formas de la violencia son cada vez más crueles y abominables; el conflicto no sólo ha dejado decenas de miles de personas muertas, sino terror e incertidumbre entre los vivos. La distancia entre el discurso de gobierno y las prácticas corruptas que lo caracterizan son una clara muestra de que los más altos funcionarios y las instituciones del Estado mexicano están coludidos con el crimen contra quien dicen estar luchando.


Esta contradicción inicial desata una cadena ininterrumpida de mentiras difundidas ampliamente por los medios de comunicación con los que están coludidos; esta difusión forma parte de la violencia cultural que promueve, legitima y justifica la violencia directa que el gobierno sostiene, así como de la violencia del hambre, del desempleo, de la migración, de la delincuencia infantil y juvenil, de la trata de blancas. En fin, de esa violencia silenciosa que obliga a gritar ¡Ya Basta!


Vemos día a día la impunidad militar, los levantones policiales para entregar víctimas al narco y la convivencia evidente entre presidente de la república, gobernadores, senadores, diputados, jueces, generales y jefes policiacos con los grandes capos, incluso, es posible afirmar que la alta burocracia y los sectores reaccionarios de la clase política, son quienes forman parte de las mafias más criminales en nuestro país. La “guerra” que el gobierno dice sostener en aras de la paz, no combate la raíz del problema ni a los verdaderos delincuentes, los de cuello blanco, que con base en fobaproas, rescates empresariales, privatizaciones (concesiones de carreteras, contratos secretos del petróleo, de fibra óptica y otros recursos naturales) se enriquecen y adquieren la facultad de poner y quitar gobiernos.


Sin embargo la violencia más sofisticada, la que a diario nos golpea y quizá la que menos reconocemos como violencia, es la que parece no venir de ninguna persona; es la violencia estructural “invisible” presentada siempre como "estragos", "golpes" o “crisis internacionales” que parecen nunca terminar para Nosotros pueblo y que nos son presentadas como “avances”. El duopolio televisivo y los gobernantes quieren que creamos en los “avances” y en la “modernidad” mientras hay más despidos, menos oportunidades de encontrar empleos productivos y un salario que cada día vale menos. Esa “modernidad” no es con la que soñamos ni la que queremos heredar a nuestros hijos.


La pobreza, para muchos la miseria, es una constante amenaza de muerte y es mucho más poderosa que todos los grupos de sicarios juntos; la vida es reducida a su condición de supervivencia sin ninguna posibilidad de un desarrollo auténticamente humano. Estas condiciones acercan a millones de personas más a la muerte que a la vida y frente a este peligro (del que Ellos, los grupos privilegiados, se benefician funcionalizando la pobreza al máximo) no se encontrarán soluciones concretas a menos que lo hagamos Nosotros.


Así, la violencia visible-directa, la invisible-estructural (de la que parece no haber ningún responsable) y la cultural, son promovidas y sustentadas por los gobiernos; éstos, no son la representación política de todos los mexicanos, sino quienes velan por los intereses de una restringida porción de la población, que privilegian especialmente a un restringido número de familias que encabezan el control del poder, la clase privilegiada, que se hace carne y hueso en un entramado altamente sofisticado y eficiente de grupos y personajes clave, que con una planeación meticulosa y una larga carrera, se siguen colocando en posiciones estratégicas para continuar beneficiándose a costa de todo un país. El gobierno es mafioso porque protege los intereses de los grandes ricos, de los dueños de todo, de los que saquean nuestros recursos naturales y trafican con todo desde personas hasta armas, drogas e influencias. Es un gobierno que sirve a las mafias aliadas al capital trasnacional, también mafioso.


Desde allí operan por dentro y por fuera de la ley grandes intereses económicos y políticos, en un entramado múltiple de lazos familiares, de compadrazgo, de arreglos de conveniencia, secretos, pactos, complicidades, bendecidos por la cúpula de poder de la Iglesia católica y una certeza que los identifica: pertenecer a un grupo definido al que son leales, conscientes de ser Ellos quienes tienen el poder y la riqueza repartida entre sus manos.


Para Nosotros la violencia (la visible y la aparentemente invisible) se traduce en un constante peligro de muerte, debido por un lado, a la intensificación de los conflictos que el saqueo mafioso genera para obtener mayores ganancias, y por otro de manera cotidiana por las condiciones de pobreza y miseria que reduce la vida a una lucha por la supervivencia y al andar diario por un estrecho pasillo de 60 pesos por familia; se vive al día y no hay posibilidad de progreso. Vivimos en amenaza de muerte al tener acceso restringido a la alimentación, a la salud, a los servicios, a los derechos y a conocer la justicia. Como así son las cosas, nos toca perder y como nos habíamos resignado, dejamos de sentir la violencia de no poder vivir bien. En ese sentido también Nosotros volvimos "normal" la violencia; violento no es solo lo que muestran los muertos, violento es también lo que ocultamos los vivos.


La sociedad mexicana, como podemos ver, está divida en dos: Ellos y Nosotros, Ellos ricos y Nosotros pobres, cuyos mundos y realidades son totalmente opuestos pero existen y se desarrollan al mismo tiempo; es la historia que Ellos difunden como la evolución de un solo proyecto al que discursivamente pertenecemos “por igual y al mismo nivel” todos los mexicanos. Ellos aplauden los discursos del gobierno en los que se alude al avance y bienestar en México, pues los confirman en su nivel de vida que constantemente mejora (mejor alimentación, vestido, educación, salud, bienes muebles e inmuebles, lujos, vacaciones y descanso, etc.); sólo en su cerrado círculo el progreso es realidad.
Manlio Fabio y el perverso Claudio X. González


Ellos acumulan riqueza por todos los medios, unos por la vía legal-permisible y otros de forma ilegal-criminal; ambos son lo mismo, pues siempre tienen la posibilidad (al ser Ellos quienes legislan) de transformar lo ilegal en ley y viceversa; en realidad no son extrañas las revelaciones de que la mayoría de las veces quienes viven para acumular riqueza no distinguen en sus círculos entre quienes “respetan las leyes” y entre quienes no lo hacen. Lo que pasa es que unos ocupan cargos dentro de las instituciones del Estado y pueden, desde dentro, operar en su favor y ser “muy legales”. Los intereses políticos y económicos son dos frentes de una misma estrategia que viene fundida y defendida por la violencia. El gobierno mexicano se sostiene con el uso legal e ilegal de la violencia directa e indirecta, estructural y cultural, que lo construyen como salvaguarda de una suerte de "demonio" engendrada por sí mismo.


Quienes encabezan al Estado sostienen discursivamente que procuran alcanzar “la paz perpetua y el bienestar” en un futuro (que nunca llegará de ese modo), y por tal fin justifican su propio ejercicio de la violencia destructiva. Esta utopía de la paz estatal, construye el argumento de legitimidad de la muerte en el presente. El peligro de muerte que Nosotros vivimos es producto del enfrentamiento de grupos de poder económico que luchan por el poder político. Su manera de actuar dentro del aparato estatal despersonaliza decisiones que repercuten en la vida de personas concretas; la decisión burocrática agranda la distancia entre el funcionario y la gente de a pie, manejando públicamente la ficción de que “hacen política” con base en “el bien común”, aunque la comunidad esté excluida, en todos los sentidos, de dicha actividad.


Que “el mundo de la política siempre sinónimo de corrupción e injusticia” es una afirmación común que sintetiza el sentir generalizado y que la estructura estatal y sus funcionarios se encargan día a día de renovar; sin embargo la actividad política debe construirse con otro sentido, considerándola como la capacidad de todos para decidir de manera real y directa sobre los asuntos de la vida en sociedad, así como de fundar y de alterar la legalidad que rige la convivencia humana en pos del bienestar colectivo; la socialidad no debe existir para someter de una vez y para siempre, sino constituirse como la organización a la que se le puede dar forma a través de las decisiones de todos los integrantes. La organización, la instrucción y la disciplina son armas eficaces y hasta ahora son Ellos los que han sabido aprovecharlas. ¿Qué es lo que hace que siendo Ellos tan pocos, puedan someter a tantos Nosotros? Una de las respuestas más certeras es el uso exclusivo que Ellos hacen de “la fuerza del Estado”; sin embargo, que Ellos sean los que poseen el monopolio total y definitivo del uso de la violencia y la ejerzan “solo cuando es justo y necesario” en aras del “bien para todos” es una mentira que nos hemos propuesto derrumbar.


Por paradójico que parezca, la historia de la humanidad demuestra que, para generar las condiciones humanas de existencia, se necesita en ciertos momentos ejercer la violencia como una adecuación social que hace permisible terminar con ciertas formas de vida para generar otras. La violencia destructiva, como la que ejerce el gobierno, sólo concibe destruir sin construir algo superior y distinto que constituya verdaderamente un estado mejor de vida y no sólo para unos pocos. La violencia es constructiva cuando es rebeldía frente a la amenaza de muerte, cuando enfrenta a la muerte personificada por quienes nos someten a la miseria. La violencia, al tener rostro de muerte, nos es presentada como injustificable, sobre todo si atenta contra el poder establecido.


El discurso gubernamental la repudia e invita a preservar el orden, o protestar dentro de los marcos institucionales que no operan de acuerdo al fin para el que fueron creados, como un recurso que le queda para seguir operando bajo la cara de “la legalidad” y “la democracia”, presentándose como el resultado histórico de las luchas del pasado. Así, lo violento es presentado como lo anti-estatal; la única política permitida es la actividad esencialmente no-política, acompañada de la resignación. La violencia cultural es la más sofisticada porque guarda al Estado bajo un marco de “aceptabilidad” y muestra a los enemigos de quienes lo comandan, o sea, a los que luchan contra el mal gobierno, como enemigos de toda la sociedad.


Pero ¿este gobierno mafioso es el único viable en nuestro país? Sabemos que no, otro México es posible y lo tenemos que construir Nosotros los de abajo, desde las organizaciones obreras, campesinas, ecologistas, de colonos, de víctimas de la delincuencia y crímenes del ejército y policías. Nos toca a nosotros, al pueblo mexicano organizado de diferentes formas y recurriendo a todos los medios, armados y no armados, ir construyendo con nuestra rebeldía organizada, un nuevo México en el que todos podamos ser y vivir con dignidad.


El ejercicio de la violencia es para Nosotros un recurso ineludible, pero necesita de un proyecto en el que su uso sea solamente un medio necesario; el proyecto no puede reducirse a destruir otro. Nuestro proyecto es recuperar lo que la vileza de los poderosos nos arrebata, y es nuestra condición humana; nuestro proyecto es de rehumanización de todos los que no formamos parte de su selecto círculo, a diferencia de Ellos que sólo buscan su propio beneficio. Pensar y hacer política pasa por evaluar las condiciones de existencia, nuestras relaciones sociales e inter-personales, transformarlas en cada acto y hacerse cargo de la vida pública. El Estado construye toda disidencia como el enemigo exterminable, todo en el mismo cajón de la criminalidad, y con ello impide que se desarrollen formas organizativas que resuelvan nuestras necesidades y satisfagan nuestras expectativas y legítimas demandas. Hay un punto en el que no se puede hacer nada y las reglas del juego, a las que Ellos mismos no se atienen, nos son aplicadas con toda la violencia estatal-destructiva. La existencia de Ellos como minoría poderosa y dominante y sus formas de operar persistirán sólo en la medida en que Nosotros lo hagamos aceptable.


Fraternalmente:


RED POR LA TRANSFORMACIÓN GLOBAL


¡CONTRA LA INJUSTICIA Y LA IMPUNIDAD, NI PERDON NI OLVIDO!


Invierno de 2010.


Segunda de tres.


Los poderosos llaman ley a su propia violencia y crimen a la de los oprimidos… por eso, los oprimidos debemos luchar por el establecimiento de una nueva ley frente a los crímenes de los poderosos, por todos los medios, incluida la violencia…


En México coexisten dos países distintos. Uno es habitado por menos del 10% de la población; son Ellos quienes participan en la política y aplauden los discursos del gobierno de progreso y bienestar porque los viven; es la empresa dirigida y sostenida por quienes poseen y gozan de la mayor parte de la riqueza del país. En contraste el otro México es habitado por más del 90% de la población; y aunque somos la gran mayoría no tenemos ningún peso en las decisiones políticas y económicas.


¿Es posible conocer a los individuos que decidieron el destino de un país entero? El proyecto neoliberal en México se concretó gracias a la actuación de diversos personajes en acuerdo y complicidad. En la figura de Carlos Salinas de Gortari se identifica más claramente el inicio de esta etapa destructiva, cruzando varios intereses y procesos; es un actor principal y es miembro de los círculos más restringidos del control de poder de ese entramado mafioso. Salinas impuso transformaciones (diseñadas desde la cúspide del poder capitalista) en sintonía con Estados Unidos, que no ha abandonado su histórica política intervencionista, apoyado por la elite empresarial y política mexicana de su partido (PRI) y algunos importantes aliados políticos; ha permanecido tras bambalinas desde que dejó la presidencia. De sus más preciados aliados podemos señalar como principal cómplice a un miembro destacado del partido de la oposición leal (PAN), Diego Fernández de Cevallos Ramos, un cacique panista inmensamente rico gracias a su triple carácter de funcionario del estado, empresario y abogado de demandas en contra del erario público.

La conitnuidad del desastre...


El Jefe Diego es otro nudo por donde atraviesan múltiples historias turbias. Ahora conocemos de cierto los modos de los trabajos y oficios con los que se maneja, las personas con las que trata y algunas de las que han sido sus más logradas empresas. Con nada que ocultar la mafia ha sido enumerada en las cartas elaboradas y dirigidas por el propio Diego a sus “benefactores”, reclamándoles apoyo económico en correspondencia a su lealtad y a sus servicios: Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera Carrera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Ronh, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Dechamps, Elba Esther Gordillo, entre otros. Se establecen diversas relaciones entre empresarios, políticos, la Iglesia, el narcotráfico, las redes de crimen organizado, el ejército, los grupos paramilitares, las televisoras, etc. Estas relaciones están regidas por entendidos más allá de la legalidad, por dentro y fuera de toda apariencia de normatividad; son feudos de una maraña de poderes en pugna y con el control del país.




Diego Fernández de Cevallos acumula una larga pero poco honrosa carrera de impunidad y enriquecimiento. Por ejemplo, como amigo y abogado del millonario Alberto Bailleres (Presidente de Grupo Bal y dueño de El Palacio de Hierro y Seguros GNP), defendió a la empresa MetMex Peñoles contra las madres de más de 11,000 niños envenenados por la contaminación ocasionada por la fundidora en Torreón Coahuila. Ni las movilizaciones ni demandas penales de los afectados tuvieron éxito, pues la poderosa empresa estaba jurídicamente blindada contra las demandas populares gracias a las artes litigantes de su abogado a quien la justicia es lo que menos importa.



Uno de los principales logros de la historia de México, fue haber logrado la separación de la Iglesia católica y el Estado. Debe añadirse a los libros de texto que esa lucha culminó con una amable reconciliación cuyo mediador fue el mismo Diego Fernández de Cevallos en complicidad con los más altos mandos de la Iglesia y Carlos Salinas de Gortari. Ellos modificaron en 1992 los artículos constitucionales 3, 5, 24, 27 y 130 y en julio del mismo año se promulgó la Ley de Asociaciones Religiosas y de Culto Público, así como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Estado mexicano y la Santa Sede, representando el inicio de una inédita etapa en la historia contemporánea de México, cuyas consecuencias políticas y sociales empiezan a perfilarse. Iglesia como aparato aliado de las elites y parte fundamental de éstas a través de la historia, además de fungir como vínculo con “los pobres”; es más bien un supra Estado, férreamente centralizado, feudal, totalitario y ultraconservador. A través del jefe Diego y Carlos Castillo Peraza del PAN, se selló un nuevo pacto entre la Iglesia y el Estado, dotándolas de permiso para acumular bienes materiales heredables, además de la facultad de intervenir en la educación. Para hacer oficial el reconocimiento, las Iglesias debieron solicitar su registro ante la Secretaría de Gobernación. No resulta sorpresivo que el primer registro, el oficio 001, sea de la Iglesia Apostólica Romana, cuya copia enmarcada con una agradecida dedicatoria (“Para Diego Fernández de Cevallos. Con gratitud y cariño. G. Prigione”) cuelga en el despacho de Diego Fernández de Cevallos. Esta ley sustituía a la de 1926, cuando Calles selló la separación Iglesia-Estado iniciada por Benito Juárez.


Ahora sabemos que la revelada relación entre los gobiernos mexicanos y el narcotráfico ha sido una constante. Lo que en un inicio fue un jugoso negocio controlado con acuerdos y cuotas pactadas se ha convertido en un mercado en disputa donde el gobierno no ha dejado de favorecer al ala que lo ha nutrido. Desde finales de los ochentas la diferencia entre el narco y el Estado comenzó a desdibujarse y no se sabía quién era quién. Raúl Salinas bajo el consentimiento de su hermano Carlos, Mario Arturo Acosta Chaparro, Francisco Quiroz Hermosillo, Nazar Haro, Juan Sandoval Íñiguez, Rubén Figueroa (padre e hijo), Diódoro Carrasco, Ulises Ruiz, Mario Marín, Jorge Tello Peón, Genaro García Luna, por mencionar a algunos de sus principales actores, han sido contacto y beneficiarios, y no podía faltar Diego Fernández de Cevallos. Su relación con la muerte del Señor de los Cielos (desmentida por García Calderoni) y haber recibido algunos millones de dólares procedentes del narco, parecen asuntos menores en comparación con la estrecha relación del gobierno y el desarrollo y consolidación del narcotráfico en México. México vive el contexto más violento desde la Revolución mexicana, como consecuencia del proyecto Irán-contra, impulsado por el gobierno de los Estados Unidos desde la década de los ochenta, por medio del cual permitió el tráfico de drogas de Latinoamérica a la Unión Americana, pactando con personajes de la talla de Pablo Escobar, Caro Quintero y el propio Señor de los Cielos, a cambio de recursos para combatir los movimientos insurgentes en Centroamérica. El gobierno de Estados Unidos fomentó la actividad del narco, sin importar las implicaciones que esta actividad tenía en los lugares donde se promovía (sobre todo Colombia y México) a cambio de exterminar a la disidencia política; la herencia que nos queda del Irán-contra es el inmenso poder económico y de combate que acumularon los carteles del narcotráfico en nuestros países. México fue cómplice de dicho plan, y ahora todos Nosotros pagamos las consecuencias del crecimiento del narcotráfico a niveles que ni el Estado puede controlar, además de la falsa guerra emprendida, pues es absurdo luchar contra quien uno mismo ha creado.


A través de esta compleja y poderosa mafia, Diego Fernández de Cevallos fue pieza central para concretar el cambio de México a un Estado mínimo (sin responsabilidades sociales y de economía abierta, privatización y apertura comercial a capitales trasnacionales), además de diversos cambios de legislación que implicaron quiebres históricos para México. Desde la legitimación del fraude realizado contra Cuauhtémoc Cárdenas, la venta de las empresas paraestatales, la privatización de la banca mexicana, la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, hasta el reconocimiento jurídico de la Iglesia católica (dando vuelta atrás a más de 100 años de lucha por la separación de la Iglesia y el Estado) y la reforma al artículo 27 de la Constitución (considerado como el máximo triunfo de la Revolución de 1910), aniquilando no una forma de producción económica (los ejidos) sino la base de la identidad de muchas culturas; conocemos a los responsables directos de la actual realidad mexicana.


Estas personas, fieles a una lógica que niega de facto el derecho a la vida digna de la mayor parte de la población mexicana, han prostituido los bienes y recursos de la nación, se han servido de ella, la han disfrazado, mutilado y traicionaron su historia… a cambio, se hincharon de poder político y económico. Es alta traición llevar adelante todas estas operaciones e igualmente grave legalizar su operación garantizando su impunidad al armarse una propia justicia; ni siquiera en su lógica son inocentes. Han tenido la osadía de abanderar y operar un proyecto anti-patriótico que renuncia a honrar la memoria histórica y que confina a la gente a la miseria como forma general de la existencia.


El país se desmorona ante sus ojos atónitos que no dan crédito a lo que ven; se deshace por causa suya sin que discursos y fanfarrias mediáticas puedan convencernos de que vamos con rumbo cierto a la solución de los múltiples problemas que históricamente persisten en el país; la nación se desangra a borbollones y no desean admitir que ellos y solamente Ellos, han saciado su hambre de riqueza desmedida y poder político inconmensurable a costa de una patria exangüe y anémica.


Más de 30,000 muertos sin contar a aquellos que deambulan en el anonimato; más de 200, 000 encarcelados por haber encontrado como opción de vida la delincuencia; casi 8 millones de jóvenes desocupados que bien podrían alimentar los grupos delincuenciales, de esquiroles o la drogodependencia. La pérdida progresiva de visión de futuro y de perspectiva para los jóvenes que miran como opción de vida el enriquecimiento rápido a través de su inserción dentro del mágico mundo de la “cultura de las televisoras” o dentro de las huestes del narcotráfico. La extinción de fuerzas de trabajo para defender los intereses de Ellos, a través de la privatización de empresas y recursos del país; la pauperización de condiciones de trabajo y de salarios para mantener fuentes de empleo. La militarización del país, la criminalización de la disidencia política, la paramilitarización de las policías, la extinción de los derechos humanos bajo argucias legales y extralegales, entre éstas la impunidad de los militares bajo el concepto de “fuero militar”, el incumplimiento de las garantías individuales “plasmadas en la Constitución” para dar paso a la inconstitucional figura del “arraigo”.


Este es un fragmento del México que han dejado como saldo para nosotros una larga dictadura, la seudo-transición y las complicidades partidistas. Si recortamos nuestra descripción a los últimos 25 años… ¡qué curioso! encontramos a los mismos delincuentes que habíamos denunciado antes y entre ellos a Diego Fernández de Cevallos.




Estos delincuentes de cuello blanco han saqueado a la Patria, han organizado sus grupos y acciones para poder gozar del poder y enriquecerse de manera prepotente bajo el manto de su protección. Han aprovechado sus estancias en los órganos estatales y se han servido de ello para obtener ilegal e ilegítimamente beneficios económicos, políticos e ideológicos para ser Ellos y solamente Ellos los únicos y eternos beneficiarios.


Aseguran el nombramiento de Secretarios de Estado, de Seguridad Pública, Procuradores Generales de la República, Gobernadores y Presidentes municipales de algunas entidades, Senadores, Diputados, Asambleístas y diversos cargos de “elección popular” para posicionarse política y económicamente. Negocian y pactan reconocimientos y prebendas para asegurar su lugar en el poder político y económico. Defienden fraudes políticos, económicos y jurídicos y los apoyan económica, ideológica y políticamente; sin menospreciar las jurídicas y judiciales. Hasta parece un retrato hablado. La impunidad les cubre a lo largo de su vida como aureola de santidad. Niegan para sí mismos que el pueblo, las organizaciones de que disponen y sus redes de acción no los alcanzarán con su brazo de justicia y legitimidad; sin embargo esto no es así.


Ellos se manejan de acuerdo a principios y valores que en la práctica niegan la posibilidad de vida plena para Nosotros. Han gozado de la posibilidad de ejercer la violencia de manera legal e ilegal, visible e invisible no sólo contra las expresiones armadas organizadas sino en escarmientos contra cualquier demostración de hartazgo e insubordinación social. Estos principios y valores son reproducidos todos los días por individuos con poder local (en las colonias, en los municipios, en pueblos y ranchos) que de manera miserable maltratan y menosprecian a la gente aprovechando la constante de la pobreza. La transformación de todo esto pasa por erradicar estas conductas que encuentran en el provecho del ejercicio impune del poder económico, político, religioso, etc. su hábitat para garantizar sus privilegios a costa de los demás.


No se les están imputando responsabilidades abstractas sino crímenes concretos, hay actos solapados y manejos que aun dentro de su propio estado de derecho son injustificables; el crimen es su práctica y el cinismo su estampa. Nosotros, construyendo poder popular, nuevas formas de justicia y sanciones podremos mostrar que nadie, ni siquiera Ellos permanecerán impunes.



Fraternalmente:


RED POR LA TRANSFORMACIÓN GLOBAL


¡CONTRA LA INJUSTICIA Y LA IMPUNIDAD, NI PERDON NI OLVIDO!



Tercera de tres.


La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.


Artículo 39 constitucional



A estas horas


ay, amigos míos, artesanos,
pintores, astrónomos, marineros,
estamos despiertos. Es trabajo
nuestro el de arreglar algunas cosas.



Diego Fernández de Cevallos parecía intocable hasta aquella noche en que su pasado oscuro lo alcanzó. Y, muy a su pesar, tuvo que responder de algunos de sus actos y verse en el espejo de nuestra mirada… espejo que al hacerlo prisionero reflejó su hechura de corrupto, prepotente y voraz expropiador, demostrando un hecho fundamental: siempre que como pueblo nos atrevamos a luchar contra la injusticia, no habrá felonía que quede impune.


Diego Fernández de Cevallos Ramos (DFCR) es uno de los políticos que mayor responsabilidad tienen en el sostenido proceso de hecatombe económica, política y social que la elite dominante ha impuesto y desplegado en nuestro país de 1982 a la fecha, por medio de un entramado mafioso que opera dentro y fuera de las instituciones estatales; este proceso depredador vino a profundizar, bajo la criminal bandera neoliberal, las de por sí deterioradas condiciones de vida de los hombres y mujeres que viven en México, generando la mayor contrarreforma y el mayor retroceso histórico en nuestro país en lo que a bienestar social se refiere.


DFCR es uno de los políticos que más se ha caracterizado por el abuso del poder, el tráfico de influencias y el enriquecimiento a costa del erario y de los bienes de la nación, legislando en pro de los grandes monopolios (financieros, de comunicaciones, alimentos, construcción, transportes, etc.) asesorando a las mafias del poder y litigando a favor de los grandes capos del narcotráfico. Es uno de los principales cómplices y operadores del fraudulento proceso electoral que se ha perpetrado sistemáticamente en nuestro país, desde el ocultamiento del fraude que impuso en 1988 a Carlos Salinas de Gortari en la presidencia mediante la quema de boletas electorales hasta la organización del fraude que en 2006 impuso a Felipe Calderón Hinojosa. Es uno de los principales encubridores de los responsables de la guerra sucia y contrainsurgente desplegada por el régimen priista y ahora por el PAN contra los movimientos sociales, armados o no, convirtiéndose en uno más de los cómplices de la existencia de incontables perseguidos, torturados, asesinados, presos y desaparecidos por motivos políticos. Es un responsable directo de la inserción subordinada de México al bloque de países capitaneados en nuestro continente por el imperialismo estadounidense y, en consecuencia, del desmantelamiento industrial, la ruina del campo, la masiva migración, de la pauperización de la vida en general y el saqueo de nuestros recursos.


En breve, Diego Fernández de Cevallos Ramos es un operador de la oligarquía neoliberal y de la ultraderecha fundamentalista, un traficante de influencias, un mercenario de los juzgados, un legislador a sueldo, un rentista de la crisis y un defensor de los grandes capos de la droga. Por ello su aprehensión fue una actividad pensada y realizada como un acto de desagravio.


Tomarlo prisionero, exhibirlo y obligarlo a devolver una milésima de lo robado constituyó además un golpe político a la plutocracia y a sus instituciones; una demostración de la voluntad de lucha y de la capacidad operativa de los “descalzonados”, como él nos denomina; una demostración de que nadie, por poderoso que sea, puede ser intocable; una demostración de que con unidad de acción se puede doblegar la voluntad del enemigo y combatir la impunidad.


Pocas veces se había percibido el miedo, la confusión y el enojo que una imagen puede generar en la poderosa elite gobernante, como lo hizo la primera foto del jefe Diego cautivo que empezó a circular en internet, y que los medios de comunicación se vieron obligados a difundir. En ella se le pudo observar no con la prepotencia ni el cinismo de los que ha hecho gala el trasnochado encomendero a lo largo de su vida personal y política, sino en la total indefensión, casi parecida a la que vivimos y a la que hemos sido sometidos la mayoría de mexicanos, sólo que con una notable diferencia: A Diego le fue respetada su integridad física sin el desprecio que por la vida humana demuestra el poder con Nosotros.


Con base en los resultados de este acto, consideramos necesario compartir la convicción de que si quienes somos pueblo logramos organizarnos en una sola voluntad política nacional, en una colosal fuerza social organizada, podremos hacer frente común a la injusticia y a la impunidad, a fin de derrotar a nuestros opresores y acordar la organización de una sociedad verdaderamente humanizada. Y pese a tener innumerables imputaciones en su contra y de que miles de ciudadanos exigen su legítima ejecución, conscientes estamos de que la verdadera solución a la crisis que vive el país no está en liquidarlo, sino en la capacidad del pueblo para organizarse y retomar las riendas de su propio destino, recurriendo a todos los medios a su alcance.


Como parte del pueblo organizado decidimos realizar una tarea, la responsabilidad es nuestra. Creemos firmemente que reapropiarse del uso constructivo de la violencia es legítimo y hemos actuado en consecuencia.


Esta tarea es parte de un proyecto más grande e importante: participar en la construcción del poder popular para transformar este país transnacionalizado en una verdadera patria digna, libre y nuestra. ¿O es mucho soñar con que las riquezas de México sean para la mayoría de los mexicanos? ¿Es ambicioso soñar con un país productivo que pueda dar trabajo y remuneración digna a sus hijos? ¿Es un sueño guajiro pensar que somos los 90 millones de pobres quienes debemos tener la posibilidad real de tomar las decisiones importantes en el modelo económico, político y cultural que deseamos? ¿Es mucho pedir un México para todos los mexicanos?


Fraternalmente:


RED POR LA TRANSFORMACIÓN GLOBAL


¡CONTRA LA INJUSTICIA Y LA IMPUNIDAD, NI PERDON NI OLVIDO!


Invierno de 2010.



PLAZA PÚBLICA / Ni perdón ni olvido


Por

Miguel Ángel Granados Chapa

(23-Dic-2010).-
A diferencia de Diego Fernández de Cevallos, que apenas volvió a su vida normal perdonó a quienes lo secuestraron meses atrás, sus captores se niegan a practicar ese sentimiento. Al contrario, su consigna es "Contra la injusticia y la impunidad ni perdón ni olvido". Con ella firman sus comunicados recientes, cuya autenticidad ha podido medirse en los hechos, pues anunciaron la liberación de Fernández de Cevallos cuando efectivamente ocurrió.

El manifiesto político contenido en las tres partes del Boletín epílogo muestra que no se trata de un secuestro común y corriente, puramente mercenario, sino de un acto político. Así lo define la propia víctima, por lo que situarse en la cómoda posición de considerar que sus autores son meros delincuentes no ayudará a localizarlos y llevarlos ante la justicia, como es menester. Han cometido un delito y deben responder por él, así hayan actuado por móviles no sólo económicos. Pero es preciso conocer esas motivaciones.

El manifiesto se compone de tres porciones entreveradas. La más vasta de ellas es un análisis de la estructura social mexicana, no con la profundidad de una indagación sociológica, sino regido por ideas previas que parte de una concepción dicotómica de la sociedad, dividida entre "Ellos" y "Nosotros". Aquellos generan y aprovechan la violencia estructural, y organizan la suya propia, una violencia destructiva, destinada a exterminar a los desposeídos. Éstos no son sólo víctimas de esas violencias sino que han contribuido a dar carta de naturalidad a la primera, como si fuera una situación inexorable ante la que sólo queda rendirse. Justamente contra esa posición se levantan los "misteriosos desaparecedores", o la Red de Transformación Global.

La segunda parte se integra con denuncias concretas contra Fernández de Cevallos explicando por qué se le escogió para este acto de violencia "revolucionaria"; y también contra Carlos Salinas de Gortari. Con retratos de ambos se ilustraron los primeros comunicados, los que incluían pruebas de vida de Diego. Para los secuestradores, en "la figura de Carlos Salinas de Gortari se identifica más claramente el inicio de esta etapa destructiva; cruzando varios intereses y procesos, es un actor principal y miembro de los círculos más restringidos del control del poder en ese entramado mafioso".

El reaparecido panista, a su turno, es un "nudo por donde atraviesan múltiples historias turbias", conocidas por los secuestradores a lo largo de meses de probable interrogatorio inquisitivo, que los condujo en algún momento a mofarse de las confidencias que les había hecho su víctima. En el epílogo, aseguran que "ahora conocemos de cierto los modos de los trabajos y los oficios con los que se maneja, las personas con las que trata y algunas de las que han sido sus más logradas empresas". En ese punto narran que el secuestrado escribió y remitió cartas, "reclamándoles apoyo económico en correspondencia a su lealtad y a sus servicios", a 23 destinatarios, cuyos nombres se han dado a conocer, encabezados por el propio Salinas de Gortari.

Fernández de Cevallos, dijeron sus captores, "acumula una larga pero poco honrosa carrera de impunidad y enriquecimiento". Citan algunos ejemplos de servicios rendidos a poderosos. Éste es un ejemplo particular: menciona la dedicatoria, escrita "con gratitud y cariño", estampada por el nuncio Girolamo Prigione en la copia de la inscripción número uno en el registro de asociaciones religiosas, a nombre de la Iglesia Apostólica Romana. Los secuestradores afirman que esa nota de Prigione cuelga en el despacho de Diego. Tendrían por qué conocer este detalle si el propietario de la oficina lo narró -lo que indica el grado a que llegaron las confidencias- o si alguno de los secuestradores estuvo alguna vez en ese despacho.

También imputan a Fernández de Cevallos haberse caracterizado "por el abuso de poder, el tráfico de influencias y el enriquecimiento a costa del erario y de los bienes de la nación". Por ello, "tomarlo prisionero, exhibirlo y obligarlo a devolver una milésima de lo robado constituye además de un golpe político a la plutocracia y a sus instituciones, una demostración de la voluntad de lucha y de la capacidad operativa de los 'descalzonados' como él nos denomina, una demostración de que nadie, por poderoso que sea, puede ser intocable, una demostración de que con unidad de acción se puede doblegar la voluntad del enemigo y combatir la impunidad".

En estas últimas líneas se percibe ya, disperso aquí y allí, un plan de acción, la tercera parte del manifiesto. No es un plan descrito minuciosamente sino sólo en sus largos trazos, para desatar una lucha en que "el pueblo" despliegue "todos los medios a su alcance". Los desaparecedores han elegido la vía armada:



"El ejercicio de la violencia es para Nosotros ineludible, pero necesita de un proyecto en el que su uso sea solamente un medio necesario: el proyecto no puede reducirse a destruir otro. Nuestro proyecto es recuperar lo que la vileza de los poderosos nos arrebata, y es nuestra condición humana; nuestro proyecto es la rehumanización de todos los que no formamos parte de su selecto círculo, a diferencia de Ellos que sólo buscan su propio beneficio. Pensar y hacer política pasa por evaluar las condiciones de existencia, nuestras relaciones sociales e interpersonales, transformarlas en cada acto y hacerse cargo de la vida pública".

Los secuestradores declaran su convicción de que "el uso constructivo de la violencia es legítimo".

Fuego sobre San Martín. José Agustín Ortiz Pinchetti

El Despertar

joseaorpin@hotmail.com

El desastre que provocó el estallido en un ducto de Pemex en San Martín Texmelucan es buen ejemplo para mirar cómo se manejan estos problemas en el país. Me reuní con enlaces de los comités del Movimiento para Transformar a México (por fortuna ningún compañero sufrió daños).

Esta es la opinión de estos activistas que, creo, refleja la de la población: 1) Nadie cree en la versión de Pemex de que el siniestro se generó por el descontrol en una toma clandestina. Piensan que se debió (y en esto coinciden con el senador Francisco Labastida) a que las instalaciones están en mal estado y sin mantenimiento desde hace años. Las “ordeñas” se hacen de productos refinados, como gasolina y diesel, no de petróleo crudo. 2) El número de muertos es mucho mayor a los 36 que se reportan. El fuego se propagó en varias colonias. Muchísimos desaparecieron convertidos en cenizas por una ola de fuego de 40 metros de altura. 3) Están seguros de que los medios, particularmente la televisión, “echarán tierra” sobre el desastre. Ya lo están haciendo al dar espacio al farsante de Diego Fernández de Cevallos. 4) Creen que el impacto ambiental afectará el agua, el suelo y la atmósfera, y será resentido totalmente por la población. Que el río Atoyac quedará contaminado y que se echarán a perder numerosos cultivos. 5) No habrá investigación seria ni justicia. No se pagarán enteras las indemnizaciones. Nadie responderá. Ni diputados, ni senadores, ni gobierno federal harán nada serio para esclarecer los hechos. La impunidad se mantendrá intacta.

Nuestros compañeros hacen autocrítica: a pesar de que el desastre provocó solidaridad de la gente con las víctimas, a pesar de que hay rabia e inconformidad, el pueblo no se organizó ni se organizará para exigir justicia. Los manipuladores confían en que la gente, abrumada por una sensación de impotencia, se someterá. Al final de cuentas, mientras no exista una organización articulada, no sólo en San Martín sino en todos los distritos de Puebla, los abusos de las autoridades seguirán impunes. Me dijeron: “Si tuviéramos en esta región 143 comités en otras tantas comunidades que existen, la respuesta no se haría esperar y las autoridades tendrían que responder de sus actos”.

Cuando terminó la reunión, quedó flotando entre todos nosotros la convicción de que la única fórmula para cambiar las cosas en México está en tres palabras: organizarse, organizarse y organizarse.

La reaparición. Luis Javier Garrido


La reaparición del panista Diego Fernández de Cevallos en un operativo mediático, enmarcado en un discurso plagado de mentiras y de renovada violencia de la derecha mexicana, se está revirtiendo contra el gobierno panista, que se hunde en un desprestigio cada vez mayor que le hace muy difícil el poder gobernar en los próximos meses.

1. La reaparición escénica de Diego Fernández de Cevallos en vísperas de la Navidad de este 2010, siete meses después de haber sido presuntamente secuestrado el 14 de mayo en su rancho de La Cabaña, en el municipio de Pedro Escobedo, en Querétaro, se ha saldado por una serie de hechos tan turbios como los que marcaron su publicitado rapto, que ponen en tela de duda todo lo acontecido y que crean nuevas responsabilidades al gobierno de facto de Felipe Calderón.

2. La información dada a conocer ayer por La Jornada sobre el caso, revelando que la “liberación” de Diego, lejos de haber sucedido la noche del 20 al 21 de diciembre –como anunció Joaquín López Dóriga en Televisa la mañana del lunes 20, y se pretendió poco después en un show mediático–, había ocurrido nueve días antes de ese mediodía en que ante la presencia de los medios el barbón se presentara arrogante y perfectamente atildado en su domicilio al volante de un Mercedes Benz con su nuevo look matusalénico, no hace más que arrojar nuevas dudas sobre el caso y desprestigiar aún más a los panistas en el poder, confirmando la descomposición del poder.

3. El hecho de que la mafia en el poder pretendiera engañar a los mexicanos dando al desenlace de lo que anunciaron como un grave delito el tratamiento de un happening, mueve y con razón a todas las sospechas. Las hipótesis que se han manejado desde el lunes 20 están siendo en consecuencia un reflejo del repudio popular a los panistas, y así se está hablando desde que fue una patraña o simulación hasta que constituyó la exitosa extorsión de un grupo criminal, de que fue el acto de un comando popular hasta que aparece como un crimen político, olvidándose en esta última presunción que todo atentado contra un político es siempre por definición un crimen político, como lo reconoce el propio Diego al margen de las pretensiones que tenga con su reaparición: hay “un marcado matiz político en mi plagio”, insistió al presentarse trigarante tras su cautiverio (El Universal del 21 de diciembre).

4. Las revelaciones del montaje escénico dan al traste aún más con la campaña mediática que se montó con la pretendida odisea de Fernández de Cevallos con su “liberación”, contada por él con minucias a sus amigos de Milenio Diario, que le han servido como divulgadores de su versión, difundida el 22 de diciembre, y en la que refiere como supuestamente él mismo “pactó su libertad”, negociando una cooperación de sus amigos oligarcas que dice a la postre no fue necesaria, pues su propia familia reunió la suma de 30 millones de dólares que su hijo Diego y el abogado Antonio Lozano Gracia dejaron el 10 de diciembre entre Toluca y la capital en 17 paquetes.

5. Muy significativo resulta en este contexto el conocer la lista de “amigos” (publicada por esta misma fuente) a los que Fernández de Cevallos pretende haberse dirigido para que le ayudasen a su “liberación”, pues son aquellos políticos y empresarios salinistas responsables del desastre de México: Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X. González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Rhon, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Deschamps y Elba Esther Gordillo.

Jorge Kahwagi recibió 800 mil pesos por no trabajar

Ya no lo mantiene "papi". Ahora, nosotros.

Jorge Kahwagi, diputado y dirigente del Partido Nueva Alianza, además de no presentar una sola iniciativa en el recién terminado periodo de sesiones en San Lázaro (1 de septiembre al 15 de diciembre de 2010), se convirtió en el legislador más faltista, publicó Reforma.

De las 35 sesiones legislativas en la Cámara de Diputados, Kahwagi sólo asistió a una: la del 23 de septiembre. Pasó de ser un legislador que asistía tarde a las reuniones y se iba temprano, a uno que simplemente no asiste y aún así recibe su sueldo y beneficios íntegros.

Ha conseguido que la Mesa Directiva le dé permisos especiales para ausentarse de sus labores y de esta manera no se le descuente de su dieta las 34 sesiones a las que no se ha presentado. El legislador presentó oficios en los que asegura que tiene actividades fuera del recinto.

También ha echado mano de justificantes por enfermedad y documentos en los que dice tener compromisos legislativos. A pesar de no participar en las decisiones legislativas, nadie en la Cámara de Diputados ha levantado la voz.

Por el periodo de sesiones que acaba de concluir, y al que sólo asistió una vez, recibió 800 mil pesos netos como paga: 600 mil como parte de sus dietas, así como apoyos por asistencia en su labor y atención ciudadana.

Obtuvo su aguinaldo completo por 184 mil pesos, luego que la Cámara le retuviera el ISR y le entregaron 14 mil pesos por ayuda de transportación terrestre; en cuanto a los apoyos que su fracción le haya dado no se tiene una cifra pues se maneja de manera discrecional

Fernández Noroña : en el gobierno federal, los verdaderos narcos...

Confirman secuestro de 9 migrantes EFE

Oaxaca— Las autoridades del estado de Oaxaca confirmaron ayer el secuestro de nueve inmigrantes centroamericanos a manos de la delincuencia organizada, de los cuales uno resultó muerto, tres lograron escapar y otros cinco permanecen desaparecidos.

El fiscal en la zona del Istmo, Gustavo Francisco García Bautista, explicó que tres de los nueve inmigrantes secuestrados la madrugada del pasado miércoles cuando viajaban en un tren de carga, se encuentran a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM), mientras que dos de los miembros de la banda, que asesinó a uno de los inmigrantes, fueron arrestados.

“Los dos detenidos están rindiendo su declaración, ante el agente del Ministerio Público”, dijo el fiscal.

Añadió que de los otros 5 inmigrantes secuestrados se ignora hasta el momento su paradero: “seguimos investigando, porque no sabemos si lograron huir o los tienen secuestrados aún”.

Durante el secuestro, registrado el pasado 22 de diciembre en Ciudad Ixtepec, en la región del Istmo de Tehuantepec, los plagiarios asesinaron al salvadoreño Tomás Ferman Villatoro por lo que se inició la averiguación previa.

García detalló que el asesinato de Ferman Villatoro fue denunciado por Rolando Antonio Ferman, sobrino del fallecido, quien “con sus testimonios y de otros inmigrantes, contribuyó a la detención Juan Carlos Catillejos Morales, alias ‘El Carrito’, originario de Arriaga, Chiapas y José Ramón Núñez Flores, alias ‘El Pelón’, de nacionalidad hondureña”.

El fiscal explicó que “los detenidos revelaron que el homicida del inmigrante es un sujeto conocido como “El Nica”.

Los centroamericanos que están bajo resguardo de agentes del INM son el hondureño Hernán Sigfredo Martínez de 33 años de edad; y los salvadoreños José Ramón Ramírez, de 27 años, y Rolando Antonio Ferman, de 32 años, quienes seguirán declarando para dar con el paradero de los presuntos secuestradores que faltan por detener.

Actualmente, tras la presión de los Gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, las autoridades federales mexicanas investigan el secuestro de medio centenar de inmigrantes centroamericanos registrado en la misma zona el pasado 16 de diciembre.

El funcionario negó que estos hechos estén vinculados con el secuestro de unos 50 centroamericanos ocurrido el pasado 16 de diciembre, que fue denunciado el pasado jueves por el coordinador del albergue Hermanos en El Camino, Alejandro Solalinde Guerra.

Agregó además que los presuntos secuestradores no pertenecen a la banda Mara Salvatrucha, como lo han denunciado los defensores de los inmigrantes centroamericanos.

Por su parte, Solalinde Guerra aseguró ayer que el gobierno de Oaxaca “busca desviar la atención y minimizar la información, quiere que la sociedad vea que hay unas banditas, pero no, están bien organizados y sí son de Los Mara, hay vídeos que así lo demuestran y esas pruebas las tenemos nosotros”.

El sacerdote que fundó el albergue Hermanos en El Camino en 2007 para proteger a los inmigrantes que pasan por el Istmo con dirección a Estados Unidos, dijo que “la detención que hizo la policía este fin de semana sí tiene que ver con el secuestro de los 50 inmigrantes, sólo que la autoridad quiere minimizar el asunto, lo que pretender que solo son grupitos y no una banda organizada”.

Añadió que sobre los 50 inmigrantes desaparecidos desde el pasado 16 de diciembre, “no tienen ninguna esperanza, porque no se quiere actuar contra los delincuentes”.

Buena nueva-Hernández

El policía del mundo-Rocha

Desconfía el Ejército de la policía en la lucha antinarco

La participación militar durará 10 años más, anticipa el general Galván
La guerra contra el narco desgasta prestigio de la Sedena, reconoce



Periódico La Jornada
Lunes 27 de diciembre de 2010, p. 2
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general Guillermo Galván Galván, desconfía de las entidades policiales del país y prefiere trabajar por separado debido a los casos de funcionarios corruptos, quienes pasan información a los criminales, según se desprende de un cable con fecha del 26 de octubre de 2009 filtrado por el sitio de Internet Wikileaks.
El cable 09México3077 señaló que el jefe de la Defensa lamentó la larga participación del Ejército en la ofensiva antinarcóticos, aunque pronosticó que durará hasta 10 años más.
“Galván sugirió que aumentar la cooperación de la inteligencia de Estados Unidos podría reducir ese periodo, y también aplaudió los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para prevenir el tráfico de armas a través de la frontera con México”.
El documento filtrado se refirió a una reunión entre Galván Galván y el entonces director de inteligencia nacional de Estados Unidos, Dennis Blair.
Según Wikileaks “la Secretaría de la Defensa corre el riesgo de perder su prestigio público y ser criticada por violaciones a los derechos humanos si se alarga su participación en la campaña antinarcóticos”, afirmó Galván Galván.
En el documento, el general afirmó que el Ejército estaría dispuesto a aceptar cualquier adiestramiento que pueda ofrecerle Estados Unidos.
Al responder a una pregunta hecha por Blair sobre cómo el gobierno de México puede hacer la transición de una lucha contra el narcotráfico del Ejército en una lucha estrictamente civil, Galván señaló que actualmente no ve un fin rápido a su despliegue interno. Indicó que el esfuerzo es difícil para los militares, en parte debido a la percepción de que no tienen marco jurídico para respaldar sus acciones. Señaló que la Sedena trabaja con el Congreso para aprobar una legislación que aborde este asunto.
Según Wikileaks líderes militares de México pidieron un trabajo más estrecho con la DEA, con el argumento de que no pueden confiar en la policía local.
El cable afirma que Galván mencionó que “el artículo 29 de la Constitución sirve de base para llamar a un estado de excepción y en ciertas áreas del país eso puede ofrecerles tal autoridad legal”.
De acuerdo con el documento “Galván Galván se quejó de que las operaciones conjuntas con otras autoridades son un reto debido a las filtraciones sobre planeación e información por parte de funcionarios corruptos, quienes han puesto en riesgo esfuerzos pasados. Llevar a la policía, particularmente a nivel municipal y estatal, a un buen estándar será un reto y un proceso prolongado”. el general dijo que el despliegue permanente de la Sedena de dos oficiales del Centro de Inteligencia de El Paso ayudará a difundir rápidamente información al comandante en Ciudad Juárez.
El encargado de la Defensa aseguró, según el documento, que las autoridades mexicanas intentan la captura del jefe narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán. La Sedena realiza una operación en tres etapas. La primera, que en gran parte han cumplido, es establecer una fuerza física en el área de su operación, principalmente destinada a reunir información de inteligencia.
Señaló que se han encontrado 10 a 15 lugares en los que se mueve, pero que El Chapo tiene el apoyo de una amplia red de informantes y tiene círculos de seguridad hasta de 300 hombres, que hacen su captura complicada. La segunda etapa es desplegar un círculo de tropas en la zona donde se mueve, lo que Galván espera realizar pronto. La tercera etapa es su captura, concluyó el cable.

Detienen a “Dipuhooligan” por riña callejera

El "nuevo"  PRI...
Cristian Vargas es conocido como el Dipuhooligan tras romper un vidrio, en septiembre de 2009 a unos días de rendir protesta, para exigir la entrega de su oficina

Elementos de la policía capitalina detuvieron al diputado local priísta Cristian Vargas, conocido como el Dipuhooligan, junto con dos personas como consecuencia de un altercado vecinal.

De acuerdo con las autoridades capitalinas, el incidente por el que fue conducido a la agencia del Ministerio Público 16, ocurrió en el domicilio ubicado en la esquina de las calles 608 y 412, en el fraccionamiento Villas de Aragón.

El Dipuhooligan habría sido puesto a disposición de autoridades ministeriales junto con otras dos personas reconocidas como Alfredo Espinoza Ramos, de 24 años de edad, y José Luis Vences Ramos, de 25 años, quienes habrían sido señalados por la parte acusadora.

Los primeros reportes indican que el legislador y sus acompañantes habrían protagonizado un conflicto con las mismas personas con las que, al parecer, tuvo problemas en septiembre pasado.

Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF confirmaron la detención. Al cierre de la edición, aún no se informaba de la liberación de Vargas, quien como legislador goza de fuero, que lo protege de acciones judiciales.

Vargas es conocido como el Dipuhooligan tras romper un vidrio, en septiembre de 2009 a unos días de rendir protesta, para exigir la entrega de su oficina.

Después, en octubre de este año, dijo que José Emilio Pacheco escribió "Crónica de una muerte anunciada", cuyo autor es Gabriel García Márquez. Ese mes también rompió otro vidrio, ahora del salón de plenos, para exigir que lo dejaran pasar con unos manifestantes