Elementos de la Marina en Tamaulipas. Foto: Víctor Hugo Valdivia |
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Más de un centenar de efectivos de la Secretaría de Marina (Semar) desplazados en Nuevo Laredo mantienen rodeada la oficina del Comité de Derechos Humanos de esa ciudad, en un acto de “intimidación y amenaza”, acusó el presidente de esa organización civil, Raymundo Ramos Vázquez.
En entrevista telefónica, el defensor denunció que desde las 9:00 los marinos mantienen sitiada la colonia La Joya, donde se encuentra su oficina, sin permitir el ingreso y salida de los vecinos, “allanado a las casas sin orden de cateo, alegando que están en operativo, y amenazan con entrar a mi oficina que ya fue cerrada”.
El CDHNL es la única organización civil de defensa de derechos humanos que ha sobrevivido en Tamaulipas, por la violencia desatada en la entidad a partir de la “guerra contra el narcotráfico” y la disputa por la plaza entre los cárteles del Golfo y los Zetas.
Dicha organización ha documentado casos de desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de la Marina y de la Defensa Nacional, lo que ha derivado en amenazas contra Ramos Vázquez, quien es beneficiario del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras y Periodistas.
Durante la visita del relator para la tortura de la ONU, Juan Méndez, Ramos Vázquez presentó varios casos de abusos cometidos por las fuerzas armadas, mismos que fueron publicados en el número 1957 de la revista Proceso.
El defensor aseguró que a las 9:00 personal de la Marina que ya tenía sitiada la colonia, “estacionaron un vehículo no oficial afuera de la oficina” y minutos después se presentaron para “solicitar unos folletos de derechos humanos, que les fueron entregados por mi secretaria (Hilda Muñiz); yo llegué más tarde y no me dejaron entrar”.
A las 13:30, un oficial de Marina que no se identificó llamó a Ramos Vázquez para informarle que tenía interés de ingresar a su oficina para “saber cómo están trabajando y revisar los expedientes de los abusos documentados”.
El defensor se negó a dar autorización para que los marinos ingresaran y ordenó al personal de su oficina desalojarla y cerrarla. En la colonia hay siete vehículos de la Marina y seis no oficiales distribuidos en las calles, y por lo menos hay un centenar y medio de marinos, apuntó.
“Un amigo abogado se acercó a preguntar a los marinos, que no se identifican, sobre lo que estaba ocurriendo y por qué querían entrar a mi oficina, y la explicación que le dieron es que sospechaban que presuntos delincuentes estuvieran escondidos ahí”, contó.
Ramos Vázquez consideró la actuación de los marinos como un acto de “amenaza e intimidación”, ante la actividad desplegada por el CDHNL.
“Luego de presentar los casos ante el relator a fines de abril, hicimos una manifestación con motivo del Día de las Madres, para recordar a los desaparecidos, y este jueves tenía programada una conferencia de prensa en mis oficinas para sumar al Comité a la campaña mundial contra la tortura lanzada por Amnistía Internacional”, detalló.
Ramos Vázquez recordó que no ha sido la primera vez en que se ha sido amenazado por miembros de fuerzas armadas, hechos que atribuye a su labor como defensor.