domingo, 3 de marzo de 2019

Chávez ridiculiza a Jorge Ramos

Con o sin el apoyo internacional, reemplazaremos a Maduro: EU

John Bolton advierte a Maduro que si se detiene a Guaidó a su regreso a Venezuela solo acelerará el día de su propia marcha.

Estados Unidos busca crear “una coalición tan grande como sea posible” para reemplazar al presidente Nicolás Maduro, pero de no lograrlo lo haría sin el apoyo internacional, advirtió el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.

“Estamos tratando de obtener apoyo para la transferencia pacífica del poder de [el presidente venezolano] Nicolás Maduro a [el líder opositor venezolano] Juan Guaidó, a quien reconocemos como presidente encargado”, dijo Bolton en entrevista a programa State of the Union de la cadena CNN.

“Esto debe terminar, así que me gustaría ver la coalición más amplia que podamos formar para reemplazar a Nicolás Maduro y a todo el régimen corrupto. Eso es lo que intentamos hacer. Pero si no Estados Unidos también podrá realizar sus planes sin el apoyo internacional”, advirtió.

Afirmó que el caso de Venezuela es diferente a los diálogos que Estados Unidos lleva a cabo con otros dictadores en el mundo.

“En esta administración no tenemos miedo de usar el término ‘Doctrina Monroe’, ya que su objetivo y el de todos los presidentes de Estados Unidos desde Ronald Reagan siempre ha sido el de un hemisferio completamente democrático”, indicó.

La Doctrina Monroe, nombre por el que se conoce a la política exterior adoptada por Estados Unidos respecto a los países latinoamericanos, es conocida además bajo el lema de “América para los americanos”, que se usó en muchas ocasiones para defender los intereses de Washington en América Latina.

Asimismo, Bolton hizo referencia a su frenética actividad en Twitter, donde ha llegado a publicar unos 150 mensajes sobre Venezuela, la mayoría en español, en el marco de los esfuerzos para recabar apoyo para “una transición pacífica del poder de Maduro a Juan Guaidó, el autoproclamado presidente encargado de Venezuela.

Tanto en la entrevista a la CNN, como en otra publicada este domingo por el canal Fox News, Bolton criticó la influencia de Cuba en Venezuela.

“Parte del problema en Venezuela es la fuerte presencia cubana, hay de 20 mil a 25 mil funcionarios de seguridad cubanos, este es el tipo de cosa que nos parece inaceptable”, indicó a la CNN Bolton, quien minutos más tarde dijo en Fox News que había que “desembarazarse” de dicha influencia de Cuba.

También señaló a esta segunda cadena de televisión que hay conversaciones “bajo la mesa” sobre el futuro del Ejército venezolano.

Por otro lado, advirtió a Maduro que si se detiene a Guaidó a su regreso a Venezuela solo acelerará el día de su propia marcha, porque, aseguró, “la oposición está unida de una manera sin precedentes en los últimos 20 años”.

Guaidó anunció su regreso a Venezuela tras una gira por cinco naciones latinoamericanas, que le han llevado a Argentina, Paraguay, Colombia, Brasil y Ecuador, en busca de apoyo político.
“Anuncio mi regreso al país y la convocatoria de movilizaciones en todo el territorio nacional para este lunes y martes”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter, en los primeros minutos del domingo.(Ntmx)

La advertencia de Chávez sobre Uribe, objetivo y elocuente.

Evo Morales pone en su lugar a Jorge Ramos

La muerte del nieto de Lula desata los monstruos del odio

Sabíamos que en Brasil, mayoritariamente solidario, sensible al dolor ajeno y que ama a sus pequeños, existían monstruos de odio. Confieso, sin embargo, que ignoraba que fueran tantos y con tanta carga de sadismo. Lo demuestran los comentarios sórdidos y hasta blasfemos que invocan a Dios con motivo de la muerte de Arthur, de siete años, nieto inocente de Lula, condenado y encarcelado por corrupción.
Un niño aún no tiene tiempo de conocer hasta qué abismos de ceguera puede conducir la política como ideología. Y cae sobre nuestras conciencias de adultos la infamia de convertir en bromas baratas, ironía y sarcasmo en las redes sociales el dolor de un abuelo por la pérdida de su nieto. Lula, aún condenado y en la cárcel, no ha perdido ni su dignidad como persona ni el pedazo de historia positiva que dejó escrita en este país.
Quienes llegan a alegrarse de la pérdida del nieto de Lula como un castigo de Dios por haber apoyado como presidente a Gobiernos como el de Venezuela —que hoy mata de hambre a sus niños, como he leído en este diario— están revelando hasta qué pozo de ceguera y de insensibilidad humana puede llegar el soberbio Homo sapiens
Esa ausencia de empatía y de decoro ha contagiado a políticos con grandes responsabilidades como el hijo del presidente Bolsonaro, el diputado federal Eduardo, que todo lo que supo escribir en la red sobre la triste muerte del nieto de Lula es que el expresidente debía estar “en una cárcel común, como un preso común”. Lo escribió sin una sola palabra de piedad o, por lo menos, de respeto por su enemigo político. Le respondió Fernando Lula Negrao, quien apuntó que las palabras del hijo del presidente eran propias "de la falta de misericordia, de los odios, de las angustias y de la falta de amor que es típica de los psicópatas, de los asesinos seriales y de los cobardes…” . Un juicio duro que millones de brasileños que no han perdido la capacidad de solidarizarse con el dolor ajeno aplauden.
También Alexandre Braga, seguramente otro de los millones de brasileños sanos, no envenenados por la ideología, le respondió con sensatez: “[Eduardo Bolsonaro] perdió la oportunidad de callarse. Lula ya está acabado y preso. Respete el dolor del abuelo. Basta de ese odio malvado y vamos a pensar en Brasil”.
Intenté recordar tiempos oscuros de la historia en los que el ser humano llegó a degradarse hasta el punto de no solo no respetar la inocencia de la infancia, sino de hacer de ella carne de infamia. Solo me vinieron a la memoria aquellos campos de concentración nazi donde los niños eran quemados vivos porque “no servían para trabajar”. Fue en uno de aquellos campos donde uno de los responsables dedicaba la poca agua que había a regar las flores de su jardín, dejando morir de sed a los niños.
Para alguien como yo que ha dedicado tantas columnas a contar lo positivo del alma brasileña (que tanto me ha enseñado y reconfortado en los momentos en que no es difícil perder la confianza en el ser humano), el hecho de leer comentarios sin alma, sin empatía, cargados de odio, sarcasmo e incluso regocijándose de la muerte de un inocente, solo por el odio a Lula, hace que prefiera no haber vivido este día.
Soy de los periodistas que criticaron, en su momento, el hecho de que Lula, que llegó con la esperanza de renovar la política, hubiese acabado contagiado por los halagos de los poderosos y por la política fácil de la corrupción. Hoy, sin embargo, ante esos camiones de basura que las redes sociales están vomitando contra él y hasta contra el nieto inocente que ha perdido, me atrevo a pedirle perdón en nombre de esos millones de brasileños que aún no se han vendido al odio fácil y saben aún mantener su dignidad ante la muerte de un niño.
Hubo quien escribió que, después de los campos de concentración del nazismo, no era posible seguir creyendo en Dios. ¿Y después de esos odios y sucios insultos lanzados contra Lula tras haber perdido a su nieto, es posible seguir creyendo en Brasil? El Brasil de las cloacas, que hoy han manchado gratuitamente el alma de un niño, terminará como le sucedió al nazismo. El otro Brasil, el anónimo, el que hoy se ha horrorizado viendo desfilar a los monstruos sueltos en las redes sociales, el mayoritario, acabará (¿o será solo mi esperanza?) dominando a los monstruos que hoy nos asustan para dar paso a los ángeles de la paz.

NO SON-Hernández

Propone Bernie Sanders hacer una “revolución política” en EU


Nueva York. El senador federal y autodefinido socialista democrático Bernie Sanders arrancó su campaña presidencial en su nativo Brooklyn al declarar que es la continuación de la “revolución política” que se inició en la contienda de 2016 para rescatar al país no solo del “presidente más peligroso” de tiempos recientes, sino de las garras del 1 por ciento más rico para establecer un gobierno de y para las mayorías.
Ante miles que llenaron la plaza central de Brooklyn College - parte de la Universidad de la Ciudad de Nueva York donde el ahora senador por Vermont, inicio sus estudios universitarios -Sanders con su melena blanca despeinada en un viento invernal después de una nevada, agradeció a todos por ser parte de su campaña para ganar la nominación del Partido Demócrata, “y que no solo derrotara a Donald Trump, el presidente más peligroso en la historia moderna de Estados Unidos, sino con la ayuda de todos ustedes transformará a este país y, finalmente, creará una economía y un gobierno que trabaja para todos los estadunidenses y no solo el 1 por ciento”.
“Los principios subyacentes de nuestro gobierno no serán la avaricia, el odio y las mentiras. No será el racismo, el sexismo, la xenofobia, homofobia e intolerancia religiosa. Eso se va a acabar. Los principios de nuestro gobierno serán basados en la justicia: la justicia económica, la justicia social, la justicia racial y la justicia ambiental… una campaña que le dirá a los intereses especiales poderosos que controlan tanto de nuestra vida económica y política que ya no toleraremos la avaricia del Estados Unidos empresarial y la clase multimillonaria - avaricia que ha resultado en que este país tenga más desigualdad en ingreso y riqueza que cualquier otro país mayor en la tierra”, declaró entre ovaciones y gritos de “Bernie, Bernie”.
“No, ya no nos quedaremos quietos y permitir que tres personas en este país sean dueños de más riqueza que la mitad más baja de Estados Unidos, mientras que, al mismo tiempo, más del 20 por ciento de nuestros niños viven en la pobreza, veteranos militares duermen en las calles y los de la tercera edad no pueden pagar por sus medicamentos recetados.… Hoy, luchamos por una revolución política”.
Igual que en su primera campaña, definió como prioridades de su agenda política el acceso universal a servicios de salud, educación superior gratuita en universidades públicas, elevar el salario mínimo federal -algo que él mismo ya ha promovido y ganado en campañas contra Amazon y Disney entre otras- y una reforma del sistema de justicia criminal, incluyendo poner fin a la llamada “guerra contra las drogas”.
Declaró que el cambio climático es una “amenaza de existencia” para este país y el planeta, y por lo tanto, se tienen que dejar atrás los hidrocarburos y buscar energía sustentable, ya que “tenemos una responsabilidad moral para asegurar que el planeta que le dejamos a nuestro hijos y nietos es saludable y habitable”.
Sobre inmigración, declaró que “ya no arrancaremos a bebés de los brazos de sus madres” al condenar la política de separación de familias inmigrantes. Agregó que “en lugar de demonizar a los inmigrantes indocumentadas en este país, vamos a promover una reforma migratoria integral” y desarrollar una política fronteriza humanitaria para los que buscan asilo.
Recordó que él es hijo de un inmigrante polaco cuya familia fue casi desaparecida por los Nazi; quien trabajo toda su vida vendiendo pintura en Brooklyn.
El candidato más viejo - de 77 años - continúa generando enorme entusiasmo entre los jóvenes como lo hizo hace cuatro años. El impacto de su campaña anterior se registra en que el debate dentro del Partido Demócrata ha girado hacia sus posiciones e incluso varios de los candidatos que competirán con él por la nominación han adoptado varias de sus propuestas.
Al iniciar su segunda campaña presidencial, Sanders ya no es esa figura política a quien todos los expertos descartaban (antes de ser sorprendidos por el movimiento que detonó) sino ahora arranca encabezando las encuestas entre el creciente elenco de candidatos demócratas, y recaudando 10 millones de dólares en contribuciones pequeñas - mucho más que los demás - solo en su primera semana al tiempo que registró a a un millón de personas en apoyo de su campaña.
Su visión de otro Estados Unidos definirá en gran medida el debate político-electoral de aquí a las elecciones presidenciales del 2020.

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo