viernes, 10 de abril de 2009
Escolta de Onésimo Cepeda es ejecutado en Coacalco
Intercepta un grupo de sicarios a Roberto Martínez de la Vega, adscrito a la seguridad del obispo de Ecatepec, en la colonia Villa de las Flores
09:02 Roberto Martínez de la Vega, de 42 años de edad, policía municipal de Ecatepec y adscrito a la seguridad del obispo Onésimo Cepeda, murió ejecutado en Boulevard Coacalco, colonia Villa de las Flores, en Coacalco, estado de México.
El hoy occiso viajaba en un auto Ford Fusion, color blanco y sin placas, frente a la clínica 98 del IMSS, cuando fue interceptado por un grupo de sicarios que presuntamente viajaban en una camioneta Lincoln Navigator, color blanco.
En el lugar se contabilizaron alrededor de cien casquillos de calibre 2.23 (AK-47).
Hace alrededor de dos meses en el mismo Boulevard el hermano de la víctima murió acribillado.
Gordillo negoció con el PAN la candidatura del líder del SNTSS
Fue la intermediaria para “convencerlo” de aceptar una posición plurinominal
Es una forma de romper con el corporativismo de antaño, señala el dirigente de los trabajadores del IMSS
Patricia Muñoz Ríos
Elba Esther Gordillo fue la intermediaria para que el Partido Acción Nacional (PAN) le ofreciera al dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Valdemar Gutiérrez Fragoso, una candidatura plurinominal a diputado federal.
La maestra ofreció sus oficios políticos al dirigente y fue quien operó esta candidatura al interior del PAN, revelaron fuentes del sector sindical, las que incluso entregaron información del seguimiento que hicieron sobre diversas reuniones que sostuvo Gutiérrez con Gordillo durante el año pasado e inicios de éste.
Según su versión, paralelamente a los encuentros con la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Valdemar Gutiérrez buscaba también la candidatura en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por lo que tuvo reuniones con diversos dirigentes y legisladores como Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones e incluso con líderes sindicales como Joaquín Gamboa Pascoe, de la Confederación de Trabajadores de México. En este periodo fue cuando anunció su pretensión de dejar la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Las fuentes consultadas refieren que “en el PRI hubo muchas dudas para determinar su candidatura y fue una de las más cuestionadas, porque entre algunos políticos había resquemor de que pudiera haber un escándalo porque uno de sus hijos, Israel Gutiérrez Botello, estuvo preso en España acusado de tráfico de drogas”.
Ahora, señalan, “¿con qué cara el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, va a criticar los historiales de los candidatos de PRI, PRD o cualquier otro partido? Sin tener idea compró un boleto completo”.
Por su parte, los grupos opositores al SNTSS advierten que “crecerá el descontento contra esta dirigencia, ya que comprometió al sindicato a apoyar al partido que acabó con el régimen de jubilaciones y pensiones de IMSS e ISSSTE, que impone incrementos salariales de dos pesos a los salarios mínimos, que ataca la libertad sindical y va con todo en contra de los derechos de los trabajadores”.
En respuesta, Gutiérrez declaró ayer que “fueron las bases las que tomaron la decisión de ir con el PAN, en un ejercicio democrático ante la oferta de partidos al SNTSS”. Aseguró que “una forma de romper con el corporativismo de antaño en las organizaciones sindicales es que sean las bases las que decidan con qué partido deben buscar un cargo de representación popular”.
En este caso, la decisión de incorporarse como candidato independiente en el PAN, según expuso Valdemar Gutiérrez, “no la tomé yo como dirigente. En el sindicato se presentaron los ofrecimientos de los tres partidos políticos y fueron el propio comité ejecutivo nacional y el consejo nacional ordinario los que dictaron la última palabra”.
También informó que en el 63 consejo nacional ordinario del sindicato, en Los Cabos, se sometieron a votación los ofrecimientos partidistas para contender en las elecciones del 5 de julio, y fueron los 450 congresistas reunidos los que votaron en favor de la propuesta blanquiazul.
A las críticas respecto de que se verá comprometido a seguir las directrices del PAN, Gutiérrez Fragoso respondió que aceptó la candidatura de este partido, pero bajo el compromiso de “mantener el derecho a la libertad y autonomía sindical, respeto a los derechos de los trabajadores y a trabajar en un proyecto que fortalezca la seguridad social en el país”.
Incluso, aseguró que de parte del PAN “hay un fuerte compromiso para que nuestra fuente de empleo, a la que pertenecen 400 mil trabajadores, siga fortaleciéndose, manteniéndose las inversiones y las contrataciones, lo que nos permitirá brindar un mejor servicio en beneficio de los derechohabientes”.
También comentó que de ninguna manera ir con Acción Nacional en las elecciones afectará la relación con los presidentes colegiados de la UNT, “porque esa organización es plural y permite desarrollar proyectos, independientemente del partido, pues mantenemos un objetivo común: la defensa de los derechos de los trabajadores”.
Es una forma de romper con el corporativismo de antaño, señala el dirigente de los trabajadores del IMSS
Patricia Muñoz Ríos
Elba Esther Gordillo fue la intermediaria para que el Partido Acción Nacional (PAN) le ofreciera al dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Valdemar Gutiérrez Fragoso, una candidatura plurinominal a diputado federal.
La maestra ofreció sus oficios políticos al dirigente y fue quien operó esta candidatura al interior del PAN, revelaron fuentes del sector sindical, las que incluso entregaron información del seguimiento que hicieron sobre diversas reuniones que sostuvo Gutiérrez con Gordillo durante el año pasado e inicios de éste.
Según su versión, paralelamente a los encuentros con la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Valdemar Gutiérrez buscaba también la candidatura en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por lo que tuvo reuniones con diversos dirigentes y legisladores como Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones e incluso con líderes sindicales como Joaquín Gamboa Pascoe, de la Confederación de Trabajadores de México. En este periodo fue cuando anunció su pretensión de dejar la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Las fuentes consultadas refieren que “en el PRI hubo muchas dudas para determinar su candidatura y fue una de las más cuestionadas, porque entre algunos políticos había resquemor de que pudiera haber un escándalo porque uno de sus hijos, Israel Gutiérrez Botello, estuvo preso en España acusado de tráfico de drogas”.
Ahora, señalan, “¿con qué cara el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, va a criticar los historiales de los candidatos de PRI, PRD o cualquier otro partido? Sin tener idea compró un boleto completo”.
Por su parte, los grupos opositores al SNTSS advierten que “crecerá el descontento contra esta dirigencia, ya que comprometió al sindicato a apoyar al partido que acabó con el régimen de jubilaciones y pensiones de IMSS e ISSSTE, que impone incrementos salariales de dos pesos a los salarios mínimos, que ataca la libertad sindical y va con todo en contra de los derechos de los trabajadores”.
En respuesta, Gutiérrez declaró ayer que “fueron las bases las que tomaron la decisión de ir con el PAN, en un ejercicio democrático ante la oferta de partidos al SNTSS”. Aseguró que “una forma de romper con el corporativismo de antaño en las organizaciones sindicales es que sean las bases las que decidan con qué partido deben buscar un cargo de representación popular”.
En este caso, la decisión de incorporarse como candidato independiente en el PAN, según expuso Valdemar Gutiérrez, “no la tomé yo como dirigente. En el sindicato se presentaron los ofrecimientos de los tres partidos políticos y fueron el propio comité ejecutivo nacional y el consejo nacional ordinario los que dictaron la última palabra”.
También informó que en el 63 consejo nacional ordinario del sindicato, en Los Cabos, se sometieron a votación los ofrecimientos partidistas para contender en las elecciones del 5 de julio, y fueron los 450 congresistas reunidos los que votaron en favor de la propuesta blanquiazul.
A las críticas respecto de que se verá comprometido a seguir las directrices del PAN, Gutiérrez Fragoso respondió que aceptó la candidatura de este partido, pero bajo el compromiso de “mantener el derecho a la libertad y autonomía sindical, respeto a los derechos de los trabajadores y a trabajar en un proyecto que fortalezca la seguridad social en el país”.
Incluso, aseguró que de parte del PAN “hay un fuerte compromiso para que nuestra fuente de empleo, a la que pertenecen 400 mil trabajadores, siga fortaleciéndose, manteniéndose las inversiones y las contrataciones, lo que nos permitirá brindar un mejor servicio en beneficio de los derechohabientes”.
También comentó que de ninguna manera ir con Acción Nacional en las elecciones afectará la relación con los presidentes colegiados de la UNT, “porque esa organización es plural y permite desarrollar proyectos, independientemente del partido, pues mantenemos un objetivo común: la defensa de los derechos de los trabajadores”.
Los insultos de la CONAGUA.
Jacobino
José luis Luege Tamargo y Juan Ramón Ardavín, han sido mucho más activos en proliferar insultos que en resolver los problemas del abasto del agua, que es para lo que les pagamos.
Nosotros no elegimos que este par de rufianes estuviera donde está, ni cobrando lo que no desquitan.
Sabemos de sus raices ultraderechistas. Sabemos que son del yunque y sabemos que el yunque odia a los capitalinos. Sabemos también, que el yunque ha sido el promotor de las campañas "Haz Patria. Mata un Chilango", muy notorias en estados donde la ultraderecha asesina las libertades.
A las autoridades del D.F. las elegimos los capitalinos. Y de la evaluación sobre su desempeño, nosotros tomaremos acciones. A ustedes, los nombró un funcionario de legitimidad, al menos, muy cuestionada hasta por sus compinches priistas. Y no dejan de ser nuestros empleados.
Tengan eso en cuenta "perritos del mal". Como ciudadanos, ya les estaremos pronto, exigiendo cuentas también a Ustedes y, por supuesto, a sus "patroncitos".
Las maniobras
Luis Javier Garrido
En vísperas de la visita del presidente Barack Obama, la soberanía e independencia de México están amenazadas cada vez más, y el anuncio de que está a punto de concretarse la integración del Ejército Mexicano al Comando Norte es el detonador de un nuevo escándalo.
1. El gobierno de facto de Felipe Calderón está muy cerca de enfrentar la mayor crisis por la que ha atravesado en estos dos años tras conocerse que las fuerzas armadas de México participarán, en violación a la Constitución General y ya en plena subordinación a Washington, en una serie de “ejercicios militares” organizados por el Pentágono, durante un operativo llamado Unitas 50-09, que se llevará a cabo en las aguas de Florida del 19 de abril al 7 de mayo, según informó el pasado lunes 6 de abril el general James Cartwright, subjefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas estadunidenses.
2. El hecho de que una información de enorme trascendencia, que entraña un viraje histórico de magnitud impredecible en las políticas de México, sea dada a conocer a los mexicanos por el gobierno de Estados Unidos aprovechando la Semana Santa y no por el de México, y que hasta ahora éste haya guardado silencio, no ha hecho más que confirmar el carácter de pelele de las fuerzas trasnacionales que tiene Felipe Calderón.
3. La información difundida por el Pentágono el lunes 6 de abril ante el silencio del gobierno espurio, que fue difundida de inmediato por El Noticiero de Televisa de esa noche –y paradójicamente soslayada por casi todos los medios–, en el sentido de que las fuerzas armadas mexicanas participarían en maniobras militares bajo la conducción de Estados Unidos “por primera vez en la historia”, y de que el Pentágono tomaba para el futuro la iniciativa de determinar cuáles serían las necesidades del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de México y sus políticas, constituye una afrenta para el país y resulta inconcebible que ni el Senado de la República, corresponsable de la defensa y de la política exterior, ni mucho menos las propias fuerzas armadas, hayan refutado hasta ahora.
4. El hecho que se presenta como consumado –sin serlo–, en el sentido de que el gobierno de facto negoció con la Casa Blanca, a espaldas de los mexicanos, y desde luego del Senado, esta subordinación a las viejas exigencias de Washington, de uncir nuestras fuerzas armadas a las políticas imperiales estadunidenses, deja al presidente ilegítimo en una situación en extremo vulnerable ante las acusaciones que van a insistir en que está traicionando los intereses fundamentales de la nación, en particular a los pocos días de que uno de sus aliados y comparsas, el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, líder del tricolor en el Senado, le advirtiera el lunes 6 que hay mexicanos que lo siguen viendo como “espurio”.
5. El anuncio es de extrema gravedad para el futuro de México como nación soberana e independiente, pues, aun sin haberse llevado a cabo, este acto de indudable traición a la patria confirma que la complicidad del grupo panista en el gobierno con las mafias de poder económico, político y militar estadunidenses es total ante las pretensiones hegemónicas de Washington, y que ha aceptado no sólo la entrega de los recursos básicos del pueblo mexicano y el control estratégico del territorio nacional por Estados Unidos, sino el pleno dominio del gobierno de Obama sobre el aparato estatal de nuestro país al reducir a las fuerzas armadas mexicanas a meros cuerpos de apoyo de las políticas expansionistas de Washington.
6. El anuncio hecho el 6 de abril no deja, por otra parte, lugar a dudas, pues por un lado Cartwright señaló que el Comando Norte va a luchar “contra los cárteles de la droga”, pero no se detuvo ahí, sino que agregó que su gran objetivo –y entiéndase lo que se quiere decir– es la defensa de la región, para lo cual Washington se arrogaría el derecho de determinar cuáles han de ser en el futuro las políticas del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de México y el armamento con el que cuenten.
7. La integración de las fuerzas armadas de México en el Comando Norte, preparada con la supuesta “guerrra contra el narco” de Calderón, se hace en violación flagrante a la Constitución, que por un lado no da a éstas más papel que defender la soberanía y la integridad de la nación y no les autoriza de ningún modo a subordinarse a las fuerzas militares de otro país, y que por otra parte establece claramente en su artículo 89 fracción X que el Ejecutivo está obligado a dirigir la política exterior con base en principios, entre los cuales están la autodeterminación, la no intervención, la solución pacífica de las controversias y la proscripción de la amenaza y uso de la fuerza en las relaciones internacionales que han sido violados por las acciones del tristemente célebre Comando Norte.
8. La participación de México en las maniobras programadas no constituiría nada más un símbolo de que el Estado mexicano se doblegó por completo ante Washington, lo que Estados Unidos buscó afanosamente desde principios del siglo XIX, sino que constituiría en los hechos una gravísima abdicación del proyecto de México como nación soberana e independiente. De nada valen los seudoargumentos de que no son más que simples ejercicios navales o de que estarán presentes algunos otros países del continente como Brasil, que por cierto secundó las políticas intervencionistas de Bush enviando soldados brasileños a otras latitudes.
9. El escándalo es todavía mayor porque la vocación histórica de México ha sido formar parte de ese gran proyecto que es América Latina y que ahora, como nunca en nuestra historia, está en vías de irse concretando, y no fungir como un protectorado del decrépito poder imperial estadunidense, mucho menos en los días en que el proyecto del capitalismo neoliberal que ellos han buscado imponer al mundo ha evidenciado su fracaso rotundo. Así lo veía, entre otros, Lázaro Cárdenas, en particular cuando fungió en plena Segunda Guerra Mundial como comandante del Pacífico (1941) y secretario de la Defensa Nacional (1942-1945), según se lee en su correspondencia con Francisco Castillo Nájera, embajador de México en Washington, y que ni siquiera en ese grave contexto cedió ante las presiones para que las fuerzas armadas de México se subordinaran a las estadunidenses.
10. Las maniobras entreguistas que se proyectan ponen en entredicho al régimen mexicano en su conjunto y en particular al Senado de la República, que está ahora ante la oportunidad histórica de frenar las políticas entreguistas y de traición a la patria de Calderón, porque de no hacerlo dejará solo al pueblo de México.
En vísperas de la visita del presidente Barack Obama, la soberanía e independencia de México están amenazadas cada vez más, y el anuncio de que está a punto de concretarse la integración del Ejército Mexicano al Comando Norte es el detonador de un nuevo escándalo.
1. El gobierno de facto de Felipe Calderón está muy cerca de enfrentar la mayor crisis por la que ha atravesado en estos dos años tras conocerse que las fuerzas armadas de México participarán, en violación a la Constitución General y ya en plena subordinación a Washington, en una serie de “ejercicios militares” organizados por el Pentágono, durante un operativo llamado Unitas 50-09, que se llevará a cabo en las aguas de Florida del 19 de abril al 7 de mayo, según informó el pasado lunes 6 de abril el general James Cartwright, subjefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas estadunidenses.
2. El hecho de que una información de enorme trascendencia, que entraña un viraje histórico de magnitud impredecible en las políticas de México, sea dada a conocer a los mexicanos por el gobierno de Estados Unidos aprovechando la Semana Santa y no por el de México, y que hasta ahora éste haya guardado silencio, no ha hecho más que confirmar el carácter de pelele de las fuerzas trasnacionales que tiene Felipe Calderón.
3. La información difundida por el Pentágono el lunes 6 de abril ante el silencio del gobierno espurio, que fue difundida de inmediato por El Noticiero de Televisa de esa noche –y paradójicamente soslayada por casi todos los medios–, en el sentido de que las fuerzas armadas mexicanas participarían en maniobras militares bajo la conducción de Estados Unidos “por primera vez en la historia”, y de que el Pentágono tomaba para el futuro la iniciativa de determinar cuáles serían las necesidades del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de México y sus políticas, constituye una afrenta para el país y resulta inconcebible que ni el Senado de la República, corresponsable de la defensa y de la política exterior, ni mucho menos las propias fuerzas armadas, hayan refutado hasta ahora.
4. El hecho que se presenta como consumado –sin serlo–, en el sentido de que el gobierno de facto negoció con la Casa Blanca, a espaldas de los mexicanos, y desde luego del Senado, esta subordinación a las viejas exigencias de Washington, de uncir nuestras fuerzas armadas a las políticas imperiales estadunidenses, deja al presidente ilegítimo en una situación en extremo vulnerable ante las acusaciones que van a insistir en que está traicionando los intereses fundamentales de la nación, en particular a los pocos días de que uno de sus aliados y comparsas, el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, líder del tricolor en el Senado, le advirtiera el lunes 6 que hay mexicanos que lo siguen viendo como “espurio”.
5. El anuncio es de extrema gravedad para el futuro de México como nación soberana e independiente, pues, aun sin haberse llevado a cabo, este acto de indudable traición a la patria confirma que la complicidad del grupo panista en el gobierno con las mafias de poder económico, político y militar estadunidenses es total ante las pretensiones hegemónicas de Washington, y que ha aceptado no sólo la entrega de los recursos básicos del pueblo mexicano y el control estratégico del territorio nacional por Estados Unidos, sino el pleno dominio del gobierno de Obama sobre el aparato estatal de nuestro país al reducir a las fuerzas armadas mexicanas a meros cuerpos de apoyo de las políticas expansionistas de Washington.
6. El anuncio hecho el 6 de abril no deja, por otra parte, lugar a dudas, pues por un lado Cartwright señaló que el Comando Norte va a luchar “contra los cárteles de la droga”, pero no se detuvo ahí, sino que agregó que su gran objetivo –y entiéndase lo que se quiere decir– es la defensa de la región, para lo cual Washington se arrogaría el derecho de determinar cuáles han de ser en el futuro las políticas del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de México y el armamento con el que cuenten.
7. La integración de las fuerzas armadas de México en el Comando Norte, preparada con la supuesta “guerrra contra el narco” de Calderón, se hace en violación flagrante a la Constitución, que por un lado no da a éstas más papel que defender la soberanía y la integridad de la nación y no les autoriza de ningún modo a subordinarse a las fuerzas militares de otro país, y que por otra parte establece claramente en su artículo 89 fracción X que el Ejecutivo está obligado a dirigir la política exterior con base en principios, entre los cuales están la autodeterminación, la no intervención, la solución pacífica de las controversias y la proscripción de la amenaza y uso de la fuerza en las relaciones internacionales que han sido violados por las acciones del tristemente célebre Comando Norte.
8. La participación de México en las maniobras programadas no constituiría nada más un símbolo de que el Estado mexicano se doblegó por completo ante Washington, lo que Estados Unidos buscó afanosamente desde principios del siglo XIX, sino que constituiría en los hechos una gravísima abdicación del proyecto de México como nación soberana e independiente. De nada valen los seudoargumentos de que no son más que simples ejercicios navales o de que estarán presentes algunos otros países del continente como Brasil, que por cierto secundó las políticas intervencionistas de Bush enviando soldados brasileños a otras latitudes.
9. El escándalo es todavía mayor porque la vocación histórica de México ha sido formar parte de ese gran proyecto que es América Latina y que ahora, como nunca en nuestra historia, está en vías de irse concretando, y no fungir como un protectorado del decrépito poder imperial estadunidense, mucho menos en los días en que el proyecto del capitalismo neoliberal que ellos han buscado imponer al mundo ha evidenciado su fracaso rotundo. Así lo veía, entre otros, Lázaro Cárdenas, en particular cuando fungió en plena Segunda Guerra Mundial como comandante del Pacífico (1941) y secretario de la Defensa Nacional (1942-1945), según se lee en su correspondencia con Francisco Castillo Nájera, embajador de México en Washington, y que ni siquiera en ese grave contexto cedió ante las presiones para que las fuerzas armadas de México se subordinaran a las estadunidenses.
10. Las maniobras entreguistas que se proyectan ponen en entredicho al régimen mexicano en su conjunto y en particular al Senado de la República, que está ahora ante la oportunidad histórica de frenar las políticas entreguistas y de traición a la patria de Calderón, porque de no hacerlo dejará solo al pueblo de México.
La columna de Julio Hernández
Astillero
Crucifixiones
Los Mochis, un caso
México, sin Sábado de Gloria
Julio Hernández López
Los mexicanos viven martirios cotidianos. No sólo a causa de los problemas económicos o la crónica infuncionalidad del vigente sistema de gobierno. A partir de diciembre de 2006, apenas unos días después de que Felipe Calderón tomó el poder formal y declaró una desquiciada guerra” contra el narcotráfico, los habitantes de este país entraron en una espiral de violencia institucional, agravios a los derechos humanos y ofensas diarias al presunto “estado de derecho”. De golpe (ha sido, política y socialmente, un Golpe) los mexicanos vieron multiplicados los retenes en las carreteras y los operativos en zonas habitacionales, en una inocultable ruptura de los mecanismos de cierto control que sobre el actuar de los soldados se tenía en el esquema de mando “civil”. Felipe Calderón se entregó al poder verde olivo y entregó el país a prácticas que diariamente arrojan saldos de muertes que simplemente son adjudicadas al expediente del “crimen organizado”, sin que haya leyes y procedimientos que permitan investigar hechos y determinar responsabilidades.
Este viernes de Cuaresma es posible asomarse cuando menos a uno de los muchos casos de criminal abuso que contra la población realizan las fuerzas policiacas militarizadas. El pasado martes en Los Mochis, Sinaloa, el ejidatario Sergio Moreno Mora, de 38 años de edad, fue sacado de su domicilio por agentes de la Policía Federal Preventiva, quienes lo torturaron para que aceptara ser un asesino a sueldo de narcotraficantes. “Yo no era. ¿Por qué a mí? Se dieron vuelo golpeándome, me dieron con lo que quisieron, con las cachas de los rifles, me ahogaban con una bolsa en la cara y otras veces con agua de garrafón para que confesara que sí era un sicario, de apodo El Pelón”, narró el agredido a sus familiares, según nota de El Debate redactada por Rafael Inés Verdugo.
Llorando “de dolor e impotencia”, señaló que tras dejarlo “medio muerto”, y luego de robarle el dinero que llevaba y una esclava de oro, lo tiraron “como a un perro” en las cercanías de una gasolinera, “hasta donde llegó arrastrándose”. Los miembros de la PFP lo habían detenido porque lo había acusado Jesús Adrián Moreno Lerma, él sí un asesino a sueldo, involucrado en un enfrentamiento con soldados en Chihuahua, donde hubo 21 muertos, quien de esa manera pretendía engañar a los policías. Llevado a un hospital para ser atendido, Sergio fue recogido por sus familiares, que lo debieron tomar por los brazos y llevar “a rastras” a un automóvil. El propio agraviado denunció los hechos ante la Comisión de Derechos Humanos de Sinaloa y un agente del Ministerio Público Federal. Nadie espera gran cosa. Saben todos que reina la impunidad y que alguien hará como que hace algo para acabar no haciendo nada. Sergio es uno más de los diarios crucificados de este México sin Sábado de Gloria.
Astillas
Sumamente ofendidos porque el clon panista pretende restregarles con fines electorales inmediatistas el rol oscuro y corrupto que con profesialismo han escenificado durante décadas, los altos mandos del cártel del priísmo han decidido darse por ofendidos y ponerse moños de más alto costo en caso de que los vuelva a invitar a arreglos bajo la mesa el germanismo blanquiazul (con apellido Martínez o cualquier otro, pues el titiritero es sólo uno: chaparrito, pelón y de lentes). Primero fue el impoluto Beltrones quien se permitió decir que “supuestamente” Felipe Calderón había ganado las elecciones. Ahora, según la nota de Andrea Becerril en La Jornada de este jueves, han saltado al foro otro par de ejemplos de limpieza y honestidad, el hidalguense Jesús Murillo Karam y el también senador Carlos Lozano de la Torre, para recordarles a los ocupantes ilegales de Los Pinos que si tienen lo que ahora presumen es porque ellos, los bautismalmente institucionales priístas, se prestaron (aunque ahora los panistas no quieren pagar los réditos agiotistas de ese préstamo) para que el jaqueado Felipe tomara posesión y luego desarrollara su intento de gobierno. Las verdades electorales que están sacando las comadres enojadas constituyen confirmaciones de que Calderón no ganó las elecciones en 2006 y que el priísmo contribuyó a darle viabilidad a un proyecto ilegítimo mediante arreglos subterráneos que han dado al tricolor el carácter de virtual cogobernante, hasta ahora, y a personajes como Beltrones un poder equivalente a un vicepresidente. Desesperado porque sabe que hay una opinión colectiva altamente contraria a los abusos y novatadas que él y su equipo han hecho (aunque las encuestas de opinión bajo contrato digan lo que los interesados deseen) y que ese sentir se manifestará mediante votos en contra de los candidatos panistas, Calderón está haciendo cuanto le es posible para no perder San Lázaro. Entre otras cosas, está desplegando una campaña sucia contra el históricamente sucio PRI, aun al costo de romper alianzas con el tricolor que se siente encaminado a victorias electorales en julio próximo y en 2012... Andrés Tovilla plantea: “La clase política mexicana, de cualquier partido, es corrupta e insensible a las necesidades de la gente. No rinden cuentas y están implícitamente de acuerdo en pagar con nuestros recursos –tan necesarios en esta crisis económica– campañas costosísimas, que solamente llevan a ineptos a la Cámara de Diputados. No representan a nadie y por ello lo mejor es no votar. El Estado ha empantanado la transición democrática. Para forzar a que se mejore la oferta política, se haga una mejor selección de candidatos y exista congruencia de los partidos con su plataforma y principios, lo mejor es no votar en 2009”... Y, mientras llega a tiempo el dinero del Banco Mundial para que el Cordero de Sedeso trate de limpiar los pecados del panismo antes de los comicios, en auténticas Oportunidades de clientelismo electoral, ¡feliz fin de semana, con los partidos haciendo los últimos ajustes a sus listas de candidatos a diputados federales!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Crucifixiones
Los Mochis, un caso
México, sin Sábado de Gloria
Julio Hernández López
Los mexicanos viven martirios cotidianos. No sólo a causa de los problemas económicos o la crónica infuncionalidad del vigente sistema de gobierno. A partir de diciembre de 2006, apenas unos días después de que Felipe Calderón tomó el poder formal y declaró una desquiciada guerra” contra el narcotráfico, los habitantes de este país entraron en una espiral de violencia institucional, agravios a los derechos humanos y ofensas diarias al presunto “estado de derecho”. De golpe (ha sido, política y socialmente, un Golpe) los mexicanos vieron multiplicados los retenes en las carreteras y los operativos en zonas habitacionales, en una inocultable ruptura de los mecanismos de cierto control que sobre el actuar de los soldados se tenía en el esquema de mando “civil”. Felipe Calderón se entregó al poder verde olivo y entregó el país a prácticas que diariamente arrojan saldos de muertes que simplemente son adjudicadas al expediente del “crimen organizado”, sin que haya leyes y procedimientos que permitan investigar hechos y determinar responsabilidades.
Este viernes de Cuaresma es posible asomarse cuando menos a uno de los muchos casos de criminal abuso que contra la población realizan las fuerzas policiacas militarizadas. El pasado martes en Los Mochis, Sinaloa, el ejidatario Sergio Moreno Mora, de 38 años de edad, fue sacado de su domicilio por agentes de la Policía Federal Preventiva, quienes lo torturaron para que aceptara ser un asesino a sueldo de narcotraficantes. “Yo no era. ¿Por qué a mí? Se dieron vuelo golpeándome, me dieron con lo que quisieron, con las cachas de los rifles, me ahogaban con una bolsa en la cara y otras veces con agua de garrafón para que confesara que sí era un sicario, de apodo El Pelón”, narró el agredido a sus familiares, según nota de El Debate redactada por Rafael Inés Verdugo.
Llorando “de dolor e impotencia”, señaló que tras dejarlo “medio muerto”, y luego de robarle el dinero que llevaba y una esclava de oro, lo tiraron “como a un perro” en las cercanías de una gasolinera, “hasta donde llegó arrastrándose”. Los miembros de la PFP lo habían detenido porque lo había acusado Jesús Adrián Moreno Lerma, él sí un asesino a sueldo, involucrado en un enfrentamiento con soldados en Chihuahua, donde hubo 21 muertos, quien de esa manera pretendía engañar a los policías. Llevado a un hospital para ser atendido, Sergio fue recogido por sus familiares, que lo debieron tomar por los brazos y llevar “a rastras” a un automóvil. El propio agraviado denunció los hechos ante la Comisión de Derechos Humanos de Sinaloa y un agente del Ministerio Público Federal. Nadie espera gran cosa. Saben todos que reina la impunidad y que alguien hará como que hace algo para acabar no haciendo nada. Sergio es uno más de los diarios crucificados de este México sin Sábado de Gloria.
Astillas
Sumamente ofendidos porque el clon panista pretende restregarles con fines electorales inmediatistas el rol oscuro y corrupto que con profesialismo han escenificado durante décadas, los altos mandos del cártel del priísmo han decidido darse por ofendidos y ponerse moños de más alto costo en caso de que los vuelva a invitar a arreglos bajo la mesa el germanismo blanquiazul (con apellido Martínez o cualquier otro, pues el titiritero es sólo uno: chaparrito, pelón y de lentes). Primero fue el impoluto Beltrones quien se permitió decir que “supuestamente” Felipe Calderón había ganado las elecciones. Ahora, según la nota de Andrea Becerril en La Jornada de este jueves, han saltado al foro otro par de ejemplos de limpieza y honestidad, el hidalguense Jesús Murillo Karam y el también senador Carlos Lozano de la Torre, para recordarles a los ocupantes ilegales de Los Pinos que si tienen lo que ahora presumen es porque ellos, los bautismalmente institucionales priístas, se prestaron (aunque ahora los panistas no quieren pagar los réditos agiotistas de ese préstamo) para que el jaqueado Felipe tomara posesión y luego desarrollara su intento de gobierno. Las verdades electorales que están sacando las comadres enojadas constituyen confirmaciones de que Calderón no ganó las elecciones en 2006 y que el priísmo contribuyó a darle viabilidad a un proyecto ilegítimo mediante arreglos subterráneos que han dado al tricolor el carácter de virtual cogobernante, hasta ahora, y a personajes como Beltrones un poder equivalente a un vicepresidente. Desesperado porque sabe que hay una opinión colectiva altamente contraria a los abusos y novatadas que él y su equipo han hecho (aunque las encuestas de opinión bajo contrato digan lo que los interesados deseen) y que ese sentir se manifestará mediante votos en contra de los candidatos panistas, Calderón está haciendo cuanto le es posible para no perder San Lázaro. Entre otras cosas, está desplegando una campaña sucia contra el históricamente sucio PRI, aun al costo de romper alianzas con el tricolor que se siente encaminado a victorias electorales en julio próximo y en 2012... Andrés Tovilla plantea: “La clase política mexicana, de cualquier partido, es corrupta e insensible a las necesidades de la gente. No rinden cuentas y están implícitamente de acuerdo en pagar con nuestros recursos –tan necesarios en esta crisis económica– campañas costosísimas, que solamente llevan a ineptos a la Cámara de Diputados. No representan a nadie y por ello lo mejor es no votar. El Estado ha empantanado la transición democrática. Para forzar a que se mejore la oferta política, se haga una mejor selección de candidatos y exista congruencia de los partidos con su plataforma y principios, lo mejor es no votar en 2009”... Y, mientras llega a tiempo el dinero del Banco Mundial para que el Cordero de Sedeso trate de limpiar los pecados del panismo antes de los comicios, en auténticas Oportunidades de clientelismo electoral, ¡feliz fin de semana, con los partidos haciendo los últimos ajustes a sus listas de candidatos a diputados federales!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El agua y la guerra electoral
México SA
El agua y la guerra electoral
Grillas y albercas de temporada
Carlos Fernández-Vega
Una de las ciudades más grandes, pobladas y hacinadas del mundo, la capital mexicana, una vez más enfrenta la carencia de agua. Junto a ella, muchos municipios conurbados del estado de México, que deberán sortear durante varios días la carencia. Es una dificultad temporal” (tanto como la sempiterna ausencia en Iztapalapa, por ejemplo), aseguran quienes de un lado y otro manejan el abasto del líquido, en medio del peloteo y de una feroz guerra electoral (albercas incluidas) que entre las patas se lleva a la ciudadanía. Sin embargo, el problema de fondo es que sólo cuando revientan este tipo de situaciones, que provocan quejas por doquier, se habla de “tomar medidas urgentes y definitivas”, aunque superada la “coyuntura”, tales acciones brillan por su ausencia en este cada vez más delicado asunto de seguridad nacional.
Al ritmo que va el consumo, pero especialmente como opera la disparatada autoridad en la materia, tarde que temprano el problema del agua nos rebasará, y entonces sí esto se pondrá color de hormiga deshidratada. De la cultura del “me vale madres, porque para eso la pago” a la ausencia total del líquido sólo hay un paso, y éste es cada día más corto. El abasto, un asunto prioritario en cualquier país, no puede dejarse en manos de grillos de octava, ni mucho menos manejarse con criterios de política electoral. No sólo constituye un delito legal, sino uno de lesa progenitora.
En el peloteo, Marcelito y Pepe Luis se culpan mutuamente, pero tan irracional y derrochador es hacer albercas de temporada (sobre todo en estiaje), como dedicarse a la grilla y olvidar para qué fueron oficialmente designados (ídem). Al final de cuentas, los únicos que pagan por los jaloneos del poder son los ciudadanos, y gane quien gane de todas maneras se quedarán sin agua Por ello, vale recordar qué tan bien ha funcionado la Comisión Nacional del Agua, responsable, a nivel federal, del abasto y cuidado del líquido, de acuerdo con el más reciente recuento que sobre el particular elaboró la Auditoría Superior de la Federación.
De entrada, la ASF documentó que en 2007 la Conagua reportó “subejercicio en la aplicación de los recursos presupuestarios de actividad prioritaria”, a pesar de que el organismo “requería realizar los estudios faltantes para la publicación de la disponibilidad de las aguas subterráneas de los acuíferos del país”. A pesar de ello, la respuesta institucional a cada una de las observaciones de la Auditoría fue: “no se hizo por carecer de recursos suficientes”. La comisión informó en la Cuenta Pública 2007 que solicitó una ampliación neta a su presupuesto para cubrir un déficit en el pago de energía eléctrica por mil 500 millones de pesos; “sin embargo, esa ampliación se destinó indebidamente para pagar un anticipo por los consumos de 2008”.
En términos generales, subraya la ASF, Conagua “no cumplió con las disposiciones normativas aplicables en relación con el propósito de preservar las aguas nacionales en cantidad y calidad; a 2007 la entidad fiscalizada no había publicado los estudios de disponibilidad del recurso en 371 de los 653 acuíferos del país, lo que representó 56.8 por ciento del total, y no realizó la actualización de 188 estudios de 202 acuíferos en los que se debió atender esta obligación. En 2007, la Comisión otorgó 5 mil 29 títulos de concesión de aguas subterráneas sin asegurarse de contar con la disponibilidad efectiva del recurso; se registró sobreexplotación en 125 acuíferos de los 653 existentes, en los que se reportó un déficit de agua de 5 mil 515.5 millones de metros cúbicos, y en el caso de las aguas superficiales, en 53 de las 722 cuencas, con un déficit de 5 mil 385.8 millones”.
Respecto del objetivo de preservar el agua con calidad, “se determinó que con base en la medición del indicador de Sólidos Suspendidos Totales, se reportaron niveles de contaminación fuera del rango aceptable en 7.3 por ciento de las aguas superficiales del país; en el indicador de Demanda Bioquímica de Oxígeno, el 8.2 por ciento, y en el indicador de Demanda Química de Oxígeno, se registró un volumen de agua contaminada de 22.1 por ciento”.
La ASF constató que “la Conagua carece de instrumentos para la medición de los niveles de agua en 401 acuíferos, 61.4 por ciento de los 653 existentes en el país y en 82 cuencas, 11.4 por ciento de las 722. Asimismo, se determinó que la comisión no tiene instalados sitios de monitoreo para evaluar la calidad del agua en 562 acuíferos, 86.1 por ciento del total, y en 596 cuencas, 82.6 por ciento”. Además, de acuerdo con el balance hídrico anual de las aguas nacionales en las regiones y cuencas hidrológicas, “se concluye que la comisión ha otorgado títulos para el uso o aprovechamiento de aguas subterráneas sin asegurarse de que las concesiones y asignaciones de agua estén fundamentadas en la disponibilidad efectiva del recurso que correspondan”.
La Conagua “no tiene elementos para explicar la diferencia de 66.93 por ciento entre el volumen anual concesionado o asignado a los usuarios de aguas nacionales y el volumen que utiliza el usuario, debido a que no registra ni verifica los volúmenes de las aguas nacionales concesionadas o asignadas en los títulos correspondientes en incumplimiento de las disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales; tampoco verifica la medición de los medidores de agua que deben instalar los usuarios dentro de los 45 días siguientes a la recepción del título respectivo”.
La Auditoría subraya que en 2007 Conagua “desconoce el volumen que se extrae de las cuencas y acuíferos al amparo de 415 mil 116 títulos de concesión o asignación del uso de las aguas nacionales, porque la dependencia cuenta en promedio con cinco servidores públicos para verificar la medición y registro de 9,678.63 millones de m3 en 12 de los 13 organismos de cuenca que declararon utilizar y pagar 7 mil 114.3 millones de pesos por concepto de derechos de agua”.
Para redondear, internacionalmente México ocupa el lugar 90 en lo que a disponibilidad de agua por habitante se refiere, y uno de los más bajos en América Latina. En poco más de medio siglo, en el país se redujo la disponibilidad de agua per cápita en más de cuatro veces. Además, en cuanto a calidad del agua México ocupa la posición 106 en el mundo, de 122 posibles, muy cerca de Zambia, y apenas por arriba de Benín, Uganda y Etiopía (Haití la 101), y el último de América Latina.
Las rebanadas del pastel
De ese tamaño es el “problema temporal”.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Vigencia de Emiliano Zapata
Hoy hace 90 años, en una hacienda de Chinameca, en Morelos, fue asesinado el general Emiliano Zapata en una emboscada fraguada desde las filas del carrancismo. Concluyó, de tal forma, una vida consagrada a la lucha en defensa de la justicia, la libertad y los reclamos de los desprotegidos, y pionera en la reivindicación de una causa que habría de estar, desde entonces hasta la fecha, en el centro de los reclamos políticos y sociales en nuestro país y que habría de servir de inspiración a futuros dirigentes: el derecho de los campesinos sobre la tierra.
Hoy, nueve décadas después de su muerte y a casi un siglo del inicio de la Revolución Mexicana (1910) y de la promulgación del Plan de Ayala (1911), los ideales del Caudillo del Sur cobran particular vigencia y relevancia ante la desastrosa situación que enfrentan el campo y los campesinos en México. En efecto, después de la reforma agraria impulsada por el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, el campo mexicano sufrió durante el siglo pasado un proceso sostenido de abandono al fragor de los planes de industrialización nacional. Más tarde, el inicio del ciclo neoliberal profundizó ese deterioro con episodios como la contrarreforma agraria de Carlos Salinas de Gortari, quien en 1992, con el propósito de incrustar al agro mexicano en la lógica de mercado y en la apertura comercial, modificó el artículo 27 constitucional –eliminando el concepto de propiedad social– y, de esa manera, puso fin a los programas de redistribución de la tierra, liquidó el sistema ejidal y acabó, en suma, con una de las principales herencias del zapatismo y la Revolución.
Por añadidura, durante los pasados cinco lustros las sucesivas administraciones han puesto en marcha directrices que han significado el abandono de los entornos rurales y el empeoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes: han desmantelado los apoyos estatales a la pequeña producción y al consumo interno de alimentos, han concentrado el presupuesto destinado al campo en un reducido grupo de grandes exportadores y han iniciado procesos de apertura comercial indiscriminada –cuya expresión más acabada es el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte–, que hoy amenaza las perspectivas de vida de millones de campesinos. Ante ello, el grupo en el poder ha mantenido una actitud de cerrazón, insensibilidad y ceguera, y ha carecido de voluntad política para atender las expresiones de descontento que no sólo recorren al sector agrícola, sino que se extienden por amplias franjas de la población.
Por añadidura, desde los altos círculos del poder público se han emprendido, como en tiempos de Zapata, campañas de agresión y persecución en contra de luchadores sociales y activistas que han intentado continuar, de una u otra manera, el camino trazado por el Caudillo del Sur. Baste mencionar, como botón de muestra, las excesivas e injustas condenas que se han impuesto en contra de Ignacio del Valle y otros dirigentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco.
En una coyuntura como la presente, cuando queda de manifiesto la necesidad de reactivar al campo mexicano y apoyar a sus habitantes, con miras a que el país recupere algo de lo que ha perdido en materia de autosuficiencia alimentaria y de justicia social, los ideales zapatistas se presentan intactos y vigentes. Corresponde a la sociedad retomarlos para saldar la deuda histórica con los sectores más desfavorecidos y para construir una nación más justa, libre y equitativa.
Hoy, nueve décadas después de su muerte y a casi un siglo del inicio de la Revolución Mexicana (1910) y de la promulgación del Plan de Ayala (1911), los ideales del Caudillo del Sur cobran particular vigencia y relevancia ante la desastrosa situación que enfrentan el campo y los campesinos en México. En efecto, después de la reforma agraria impulsada por el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, el campo mexicano sufrió durante el siglo pasado un proceso sostenido de abandono al fragor de los planes de industrialización nacional. Más tarde, el inicio del ciclo neoliberal profundizó ese deterioro con episodios como la contrarreforma agraria de Carlos Salinas de Gortari, quien en 1992, con el propósito de incrustar al agro mexicano en la lógica de mercado y en la apertura comercial, modificó el artículo 27 constitucional –eliminando el concepto de propiedad social– y, de esa manera, puso fin a los programas de redistribución de la tierra, liquidó el sistema ejidal y acabó, en suma, con una de las principales herencias del zapatismo y la Revolución.
Por añadidura, durante los pasados cinco lustros las sucesivas administraciones han puesto en marcha directrices que han significado el abandono de los entornos rurales y el empeoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes: han desmantelado los apoyos estatales a la pequeña producción y al consumo interno de alimentos, han concentrado el presupuesto destinado al campo en un reducido grupo de grandes exportadores y han iniciado procesos de apertura comercial indiscriminada –cuya expresión más acabada es el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte–, que hoy amenaza las perspectivas de vida de millones de campesinos. Ante ello, el grupo en el poder ha mantenido una actitud de cerrazón, insensibilidad y ceguera, y ha carecido de voluntad política para atender las expresiones de descontento que no sólo recorren al sector agrícola, sino que se extienden por amplias franjas de la población.
Por añadidura, desde los altos círculos del poder público se han emprendido, como en tiempos de Zapata, campañas de agresión y persecución en contra de luchadores sociales y activistas que han intentado continuar, de una u otra manera, el camino trazado por el Caudillo del Sur. Baste mencionar, como botón de muestra, las excesivas e injustas condenas que se han impuesto en contra de Ignacio del Valle y otros dirigentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco.
En una coyuntura como la presente, cuando queda de manifiesto la necesidad de reactivar al campo mexicano y apoyar a sus habitantes, con miras a que el país recupere algo de lo que ha perdido en materia de autosuficiencia alimentaria y de justicia social, los ideales zapatistas se presentan intactos y vigentes. Corresponde a la sociedad retomarlos para saldar la deuda histórica con los sectores más desfavorecidos y para construir una nación más justa, libre y equitativa.
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