Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).- Después de los bancos, los activos administrados por las Afores son los de mayor importancia en el sistema financiero de México: manejan recursos por tres billones 414,374 millones de pesos y parte de ese dinero financia al sector privado. Pero ¿qué tan riesgosas son esas inversiones? En 2013 dos administradoras depositaron dinero de los trabajadores en Oro Negro y en 2018, cinco lo hicieron en el Aeropuerto de Texcoco, la primera se declaró en quiebra y el segundo proyecto fue cancelado.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) informó en marzo que se recuperó el 99 por ciento de la inversión inicial por más de 17 mil millones de pesos que las cinco Afores (Inbursa, PENSIONISSSTE, Profuturo, XXI-Banorte y SURA) hicieron en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
El capital invertido por las Afores en Bonos y FIBRA E (el instrumento que se colocó en el mercado mexicano para obtener recursos que apoyarían la construcción del nuevo aeropuerto) fue recomprada con intereses devengados y una compensación por vencimiento anticipado.
Es decir, aunque se canceló la construcción del NAIM en Texcoco no hubo pérdidas para los ahorradores de las Afores.
MINUSVALÍA EN ORO NEGRO
Otro caso en donde las Afores invirtieron recursos de los trabajadores fue Oro Negro, compañía de servicios petroleros que se declaró en quiebra en junio pasado.
En este caso las Afores Citibanamex y SURA reportaron minusvalías (disminución del valor) y la Consar reconoció que tuvieron sus efectos sobre los saldos de algunos ahorradores, pero fueron compensados por las inversiones en otros instrumentos financieros.
“A raíz de la declaración de quiebra de Oro Negro, no hay ninguna razón para esperar que se registren minusvalías por esta razón, porque las asociadas ya se dieron hace años y se materializaron, tuvieron sus efectos sobre los saldos de algunos ahorradores, pero fueron compensados por las inversiones en otros instrumentos financieros”, declaró en junio pasado Abraham Vela, presidente de la Consar tras participar en un foro organizado por Fitch Ratings.
Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro, S.A.P.I. de C.V., se fundó en julio de 2012 por los primos Gonzalo Gil White y José Antonio Cañedo White, prófugos de la justicia y bajo investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México por un presunto desvío de más de 750 millones de pesos en la empresa.
La Reforma Energética de Enrique Peña Nieto significó la obtención de contratos cuantiosos. Por ejemplo, a través de una de sus filiales, obtuvo dos contratos por 4 mil 657 millones 568 mil pesos en un solo día. Y vinieron más contratos: uno de tres mil 201 millones 295 mil pesos y dos semanas después, otro de 3 mil 42 millones 840 mil pesos.
La relación entre Oro Negro y las Afores Citibanamex y SURA comenzó en 2013 cuando éstas invirtieron recursos en ese empresa a través de Axis Capital Management, un fondo que creó Gonzalo Gil White, hijo del ex Secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.
“A través de ésta inversión, Axis se convirtió en el mayor accionista de Oro Negro, lo que volvió a Oro Negro en una compañía mayoritariamente propiedad de trabajadores mexicanos a través de sus ahorros en fondos de pensiones”, informó Axis en un comunicado difundido ese 2013.
El monto invertido por las Afores en Oro Negro les permitiría ganancias a ambas partes, sin embargo, solo la empresa se vio beneficiada porque con ese dinero sustentó sus operaciones por varios años.
Las Afores Citibanamex y SURA, en cambio, reportaron minusvalías cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) canceló contratos con la empresa de servicios petroleros, y ahora que Oro Negro se declaró en quiebra será difícil recuperar la inversión. La empresa no tiene para pagar ni a sus acreedores ni a sus propietarios.
Afore Citibanamex reconoció que la inversión en Oro Negro generó en su momento minusvalías, pero aseguró que el dinero de sus ahorradores está seguro.
“La prioridad es el manejo responsable y seguro de los ahorros de nuestros clientes. Mantenemos un portafolio de inversiones diversificado en distintos instrumentos financieros que protege e incrementa el ahorro para el retiro y disminuye riesgos. Este esquema brinda certeza y tranquilidad a nuestros clientes”, señaló Afore Citibanamex.
Destacó que la inversión en Oro Negro representó en su momento el 0.25 por ciento respecto al total de recursos administrados por la Afore Citibanamex. “La minusvalía de la inversión en Oro Negro se compensa con la plusvalía en muchas otras inversiones”, explicó.
Este movimiento que implicó minusvalías para la administradora ocurrió en el año 2013, cuando Javier Orvañanos se desempeñaba como director de Inversiones de Afore Citibanamex.
El ex directivo salió el mes pasado de la institución por el incumplimiento de las políticas y reglamento de trabajo del Grupo Financiero y de la Afore, según informó Afore Citibanamex.
Ese incumplimiento que originó la salida de Orvañanos, según afirman columnistas y círculos financieros, habría sido por el caso de Oro Negro, sin embargo, la administradora de ahorro para el retiro no confirmó esta información. Lo único que sí aclara es que “las conductas en las que incurrió Javier Orvañanos no afectan el patrimonio de los afiliados, ni de la Afore Citibanamex”.
Afore SURA también reportó munusvalías por la inversión en Oro Negro. En una declaración enviada a SinEmbargo, vía correo electrónico, explicó que la participación en el CKD Axis que invirtió en esa empresa fue muy acotada y al día de hoy equivale básicamente a cero por lo que no representa ningún riesgo para los ahorros de sus clientes.
“Si bien es cierto que esta inversión no cumplió con las expectativas, es importante subrayar que muchas otras decisiones de inversión han compensado a ésta y que los rendimientos que se han entregado a nuestros clientes han sido muy competitivos. Nuestra estrategia de inversión siempre se ha apegado al régimen de inversión que marca la Consar. Reiteramos que permanentemente tomamos las medidas que cuidan el mejor interés de nuestros clientes”, precisó SURA.
“En el caso de Oro Negro, si las Afores incumplieron con lo que dice la Ley, entonces la Consar debería de actuar y no solo decir que son las minusvalías. Por ejemplo, si Oro Negro quebró entonces esa era una inversión de alto riesgo y de acuerdo a la ley no debería haber invertido ningún tipo de Afore en esa empresa”, mencionó en entrevista Abraham Vergara, director de la Maestría en Finanzas Internacionales de la Universidad Internacional de Posgrados Akali.
Por definición, las inversiones de las Afores son de mínimo riesgo, agregó. “No se debe engañar al trabajador, que se les diga que se están haciendo inversiones de bajo riesgo y que al final se hagan de alto riesgo”.
Enrique Díaz Infante, director del Programa del Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), detalló que en el caso del aeropuerto de Texcoco nadie preveía que se iba a cancelar, es decir, no era mala inversión por parte de las Afores. En el caso de Oro Negro, dijo, “si se van a concurso mercantil los ahorradores se van a tener que formar como acreedores para ver qué es lo que se logra recuperar, ahorita lo que seguramente se están reflejando son minusvalías”.
Se calcula que los trabajadores de esta generación obtendrán, en promedio, una pensión equivalente a 26 por ciento de su último sueldo antes del retiro (tasa de remplazo), el nivel más bajo entre los países miembros de la OCDE.
“Más renta variable y menos comisión te debe dar un monto mayor de jubilación, pero aún así México es el país dentro de la OCDE en el que sus trabajadores contribuyen menos para sus Afores”, mencionó Díaz Infante, del CEEY.