WASHINGTON (proceso.com.mx) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba y la eventual remoción de la isla en la lista del Departamento de Estado de naciones promotoras del terrorismo internacional, anunciaron funcionarios de la Casa Blanca.
En una teleconferencia de prensa, siete funcionarios del gobierno federal estadunidense que hablaron bajo la condición del anonimato indicaron que fue desde la primavera de 2013 cuando Obama ordenó emprender negociaciones secretas con la Habana para consolidar este cambio en las relaciones de los dos países.
“El presidente Obama anunciará cambios significativos, comenzando con la normalización de las relaciones con Cuba”, dijo uno de los funcionarios de la Casa Blanca.
El gobierno estadunidense adelantó que con esta decisión, el gobierno de Obama contempla reabrir “lo antes posible” una embajada en la capital cubana, lo que implicaría lo mismo para el gobierno de Raúl Castro, en Washington.
Los funcionarios de la Casa Blanca enfatizaron que las modificaciones que anunciará Obama no representan el fin del embargo económico que impuso Estados Unidos a Cuba el 19 de octubre de 1960, pero que ayudaría a que el Congreso federal estadunidense considere cambios a las leyes en ese sentido.
“Hoy no estamos concentrados lo que puede hacer el Congreso, sino en lo que puede hacer el presidente, el no está centrado en iniciar ningún proceso respecto al levantamiento del embargo económico, ni pidiendo al Congreso que tomo una acción en particular”, destacó un funcionario de la Casa Blanca.
Como parte de este proceso de cambios en la relación diplomática entre Cuba y Estados Unidos, la Casa Blanca anunció que este martes hablaron por teléfono por espacio de unos 45 a 60 minutos los presidentes Obama y Castro.
En las negociaciones secretas que ordenó Obama y que se iniciaron con un primer encuentro “frente a frente” en junio de 2013 en Canadá, y que concluyeron en noviembre de este año, la Casa Blanca explicó que uno de los incentivos que conllevó a la decisión del cambio en la política fue el acuerdo de intercambiar prisioneros políticos.
Los funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que la mañana de este miércoles, el gobierno cubano liberó a dos estadunidenses, Alan Gross, arrestado desde 2009 en la Habana, y a un “activo” de los sistemas de inteligencia (espionaje) de Estados Unidos, de quien se negaron a revelar su identidad.
La Casa Blanca aclaró que Gross fue liberado por razones humanitarias, y que el “activo de inteligencia” fue liberado como parte de intercambio de pioneros entre los dos países.
El activo de inteligencia –quien permaneció unos 20 años en una prisión en la Habana-, fue liberado por el gobierno cubano en reacción a la liberación en Estados Unidos de tres agentes del sistema de inteligencia cubano, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labanino.
Los tres agentes cubanos fueron detenidos por el gobierno estadunidense el 12 de septiembre de 1988, acusados de integrar la “Red Avispa” o “Los Cinco Cubanos” junto con Fernando y René González, cuyo objetivo era cometer espionaje y conspirar para asesinar a objetivos estadunidenses.
“No daremos a conocer la identidad del activo de inteligencia”, anotó un funcionario de la Casa Blanca, quien simplemente añadió que este agente estadunidense jugó un papel importantísimo para los intereses de Estados Unidos en Cuba.
“Este activo fue responsable de los procesamientos judiciales en materia de inteligencia y contrainteligencia de Estados Unidos en las últimas décadas; por ejemplo, el identificó a la funcionaria de Ana Belén Montes (espía del gobierno cubano)”, explicó el funcionario.
Los siete funcionarios de la Casa Blanca aclararon que ninguna de las negociaciones secretas se llevaron a cabo en territorio estadunidense o cubano, sino en otros países y en su mayoría en Canadá, con el patrocinio del gobierno de ese país -sin que participara en las negociaciones-, y del Vaticano.
La Casa Blanca acotó que el Papa Francisco envió recientemente una carta a Obama y Castro, encomiándolos a modificar las relaciones diplomáticas entre los dos países.
“Fidel Castro no estuvo involucrado en las negociaciones, el presidente Raúl fue quien autorizó a su equipo a negociar”, aclaró un funcionario del gobierno del presidente Obama.
Además de la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba, Obama anunciará la ampliación de los mecanismos para facilitar los viajes de estadunidenses a Cuba, por motivos familiares, empresariales, educativos, académicos, religiosos, deportivos y humanitarios.
Por medio del Departamento del Tesoro, se permitirá incrementar el envío de remesas de Estados Unidos a Cuba, que actualmente es de 500 dólares cada tres meses, a dos mil dólares.
Se incrementará también la autorización para ampliar la venta de productos agrícolas y medicinas a la isla, y se sube a 400 dólares el monto de las importaciones que pueden ingresar a los Estados Unidos los viajeros provenientes de Cuba, con un máximo de 100 dólares en el valor de productos alcohólicos y tabaco (puros); para consumo personal y no comercial.
Las modificaciones también incluyen ampliar el acceso de Cuba a sistemas tecnológicos como la red de internet, que los bancos estadunidenses puedan abrir cuentas en Cuba, lo que permitirá a personas usar tarjetas de crédito y de débito emitidas por instituciones financieras de los Estados Unidos.
Se abrirán negociaciones para delimitar los problemas entre Estados Unidos en sus fronteras marítimas en el Golfo de México, se promoverá la apertura democrática, religiosa, de respecto a los derechos humanos y de mayor apertura social en Cuba, y finalmente, el gobierno de Estados Unidos retira su oposición a que Cuba participe en la próxima Cumbre de las Américas a celebrarse el próximo ano en Panamá.
En este último aspecto se considera que con el retiro de la oposición de Estados Unidos a la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, el gobierno cubano, si así lo determina podría promover su reinstauración como miembro activo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En un comunicado, la embajada de Estados Unidos difundió:
“Está claro que las décadas de aislamiento de Cuba por parte de EE. UU. no han conseguido nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática. En determinados momentos, esta política de larga data de los EE. UU. en relación con Cuba provocó un aislamiento regional e internacional de nuestro país, restringió nuestra capacidad para influenciar el curso de los acontecimientos en el hemisferio occidental e imposibilitó el uso de toda una gama de medidas que Estados Unidos puede utilizar para promover un cambio positivo en Cuba. A pesar d que esta política se basó en la mejor de las intenciones, su efecto ha sido prácticamente nulo: en la actualidad Cuba está gobernada por los hermanos Castro y el partido comunista, igual que en 1961.
“No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar obtener un resultado diferente. Intentar empujar a Cuba al abismo no beneficia a Estados Unidos ni al pueblo cubano. Hemos aprendido por propia experiencia que es mejor fomentar y respaldar las reformas que imponer políticas que convierten a los países en estados fallidos”.