domingo, 28 de septiembre de 2008

Mensaje íntegro de AMLO durante la asamblea del 28 de septiembre

Amigas y amigos: La crisis del México actual es producto del agravamiento de dos males endémicos: la corrupción y la desigualdad. Es indudable que siempre se ha padecido de estas calamidades. Pero de 1983 a la fecha, la corrupción y la desigualdad se han fomentado desde el poder público; es decir, se han institucionalizado. Durante el periodo llamado neoliberal lo que realmente ha predominado es una política excluyente y de pillaje. Aquí insisto: desde 1983, un grupo muy selecto de traficantes de influencias, especuladores, banqueros, grandes empresarios y políticos corruptos se apoderaron del gobierno, se han venido apropiando de los bienes del pueblo y de la Nación y han utilizado el presupuesto público para su exclusivo beneficio. Todo este proceso ha sido operado por tecnócratas formados en escuelas del extranjero, donde se elaboran los sofismas o falsedades para justificar el predominio del interés económico de una minoría y la apropiación de los recursos naturales de las naciones por encima del bienestar de los pueblos. Incluso, como borregos, muchos intelectuales y comunicadores al servicio de la derecha repetían y consideraban válida la seudo teoría del goteo, según la cual, si le iba muy bien a los de arriba les iría bien a los de abajo. Si llovía fuerte arriba, goteaba abajo; como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa. Veamos con precisión y objetividad cuál es el saldo de esta política de pillaje llamada neoliberal: De 1983 a la fecha, se han privatizado más de mil empresas públicas (entre ellas bancos, teléfonos, acero, minas, puertos, aeropuertos, líneas aéreas, ferrocarriles, electricidad). En los últimos veintiséis años se ha extraído tres veces más petróleo que todo lo producido en 81 años (de 1901, cuando inició la explotación petrolera, hasta 1982). De 1983 a la fecha, la deuda pública creció de 80 mil a 300 mil millones de dólares. En el periodo neoliberal se ha construido menos infraestructura y obras públicas (carreteras, hospitales, escuelas, presas, sistemas de riego), se abandonó el campo; se suprimió toda la política de fomento económico; se arruinó al pequeño y al mediano comercio; se ha desmantelado la industria nacional, y estas actividades pasaron casi por completo a manos de extranjeros. De 1982 a la actualidad, el salario mínimo ha perdido el 85 por ciento de su poder adquisitivo. En aquel entonces, el salario mínimo alcanzaba para comprar 56 kilos de tortilla, hoy sólo permite comprar 5 kilos; en 1982, del total de la población económicamente activa, 35 por ciento tenía empleo en la economía formal. Hoy sólo tiene ocupación formal 22 por ciento y, según cifras oficiales, 12 millones trabajan en la economía informal. En 1982, salieron del país a buscar trabajo al extranjero 210 mil mexicanos; en 2007 tuvieron la necesidad de emigrar 582 mil. En este periodo, mientras las universidades privadas aumentaron seis veces el número de sus estudiantes, las universidades públicas apenas duplicaron su matrícula. Este ha sido el periodo de mayor concentración de la riqueza en toda la historia de México. Un dato: en 2006, según Forbes y cifras del INEGI, el patrimonio de los 10 mexicanos más ricos era equivalente al ingreso de un año de la mitad de la población de nuestro país. Así mismo, en ese año, el 70 por ciento de las familias mexicanas vivía con ingresos menores a 8 mil pesos. Uno de los resultados más lamentables de esta política discriminatoria, es que de 1982 a la fecha, el número de pobres pasó de 32 millones a más de 60 millones; es decir, se duplicó. Aunque cruda, esta es la realidad. La espeluznante verdad: en México la riqueza de unos (pocos) se ha edificado con la miseria de otros (muchos). Por eso sostenemos que para enfrentar la crisis actual, lo primero que tiene que hacerse es cambiar esta política injusta y excluyente, que es la causa principal del empobrecimiento, de la inseguridad y de la violencia. En otras palabras, debe aplicarse una nueva política que tenga como objetivo central la atención a las necesidades del pueblo y no el lucro y los privilegios de una minoría. Este debe ser el gran tema del debate nacional. Sobre esta base es que estamos dispuestos a dialogar y a llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas y sectores sociales. Desde esta plaza pública defino con toda claridad lo siguiente: primero, rechazamos la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, nuestro movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico. Aquí abro un paréntesis para condenar una vez más, el acto terrorista de Morelia, que causó la muerte de 8 seres humanos y lesionó a más de 100 personas inocentes. Segundo, es necesario aclarar que no estamos en contra quienes, con esfuerzo, trabajo y de conformidad con la ley, crean riquezas y generan empleos, sino de aquellos que de la noche a la mañana amasan grandes fortunas en la ilegalidad o al amparo del poder público. Estamos a favor de una iniciativa privada con cultura productiva, con responsabilidad cívica y dimensión social. Tercero, siempre por encima de nuestros legítimos intereses personales o de grupo, estará el bienestar del pueblo y de la Nación. Cuarto, para rescatar al país de la crisis actual, estamos dispuestos a construir un acuerdo con todas las fuerzas políticas y con los representantes de todos los sectores sociales de México, siempre y cuando se convenga cambiar la política económica para apoyar a la mayoría de los mexicanos, y en especial a los pobres y desposeídos de nuestro país. Y todos nos comprometamos a no permitir la privatización de la industria petrolera en ninguna de sus modalidades. Quiero explicar a ustedes con mayor detalle por qué es indispensable cambiar la actual política y qué proponemos de manera concreta. Es innegable que la situación económica del país está en franco deterioro y si no se corrige el rumbo, la situación va a empeorar y será el pueblo pobre el que resulte más afectado. Aunque todos lo padeceremos porque en una sociedad siempre el destino de unos, está atado al de otros. Este año, el crecimiento económico de México es el más bajo de todos los países de América Latina y el Caribe. En los últimos tiempos ha sido mayor la pérdida de empleos. El salario y los ingresos están resultando insuficientes ante la carestía. Está creciendo la cartera vencida. Los bancos han reducido sus créditos. Las tiendas departamentales están bajando sus ventas. En estos días, la industria de la construcción no está creciendo. Por los efectos de la recesión en Estados Unidos, se está reduciendo el monto de las remesas de los trabajadores mexicanos en el extranjero; está cayendo la producción y las exportaciones mexicanas son menores; están bajando los niveles de ocupación en los destinos turísticos; hay falta de crédito internacional para proyectos de inversión. No quisiéramos que ocurriera, pero lo más lógico es que con el deterioro de la economía mundial habrá menores flujos de divisas hacia México por concepto de inversión, de crédito y de exportaciones. Adicionalmente, la caída en la producción de Pemex, ocasionada por su mal manejo, y una probable baja en los precios del petróleo, automáticamente plantea el riesgo del déficit creciente en la balanza de pagos. Sin considerar las exportaciones de petróleo, el déficit comercial, (es decir, cuando se compra en el extranjero más de lo que vendemos afuera) en el 2000, fue de 14 mil 149 millones de dólares; en 2007, de 53 mil 92 millones de dólares, y en 2008, según proyecciones, será de 68 mil 374 millones de dólares; es decir, crecerá 15 mil millones de dólares en un año. Y es importante señalar que el 86 por ciento de este incremento, se debe a la creciente compra en el extranjero de alimentos y petrolíferos, principalmente gasolinas. Y todavía así, el gobierno usurpador se ha negado a construir nuevas refinerías y no ha apoyado a los productores del campo mexicano para lograr la autosuficiencia alimentaria. Pareciera como si estuviera esperando una gran crisis de balanza de pagos para actuar. No es ningún secreto que un ambiente de turbulencia financiera internacional y de crédito restringido, un déficit de gran magnitud podría llevar a que la crisis económica pasara a crisis financiera, con consecuencias negativas para las tasas de interés o el tipo de cambio.
Añadir una crisis cambiaria a la crisis que hoy padecemos por falta de crecimiento, empleo y falta de seguridad tendría efectos muy graves para el bienestar de los mexicanos.
Por esta razón, desde esta plaza pública, proponemos al Congreso la aplicación de un plan anticrisis, bajo los siguientes lineamientos:
Consideramos que en materia económica, para enfrentar la crisis y evitar un mayor agravamiento, se debe fortalecer nuestra producción interna para, cuando menos, evitar un mayor desempleo y disminuir el déficit comercial.
Esto lo podemos lograr aumentando la producción para depender menos de las importaciones de gasolinas, diesel, gas natural, alimentos y toda la gama de productos manufacturados que no son competitivos por los altos costos de los energéticos y del crédito.
Los fondos para este plan anticrisis pueden obtenerse si se reduce en 200 mil millones de pesos el gasto superfluo del gobierno y se utilizan los 200 mil millones de pesos de excedentes que se recibirán este año por precios altos de petróleo.
Con esta bolsa de 400 mil millones de pesos, se deben financiar proyectos de alto impacto económico para mejorar el nivel de empleo, la competitividad y atemperar la crisis social y el clima de inseguridad.
El día 15, por la noche, propuse que se llevaran a cabo las siguientes medidas que ahora repito:
1. Que se cancelen los aumentos de precios de la gasolina, el diesel, el gas y la electricidad. Aquí añado que con esto lograremos mejorar la competitividad de la industria; dar alivio a los consumidores y reducir la presión inflacionaria.
2. Que se otorguen becas a todos los estudiantes de preparatoria del país como se hace en el Distrito Federal. Es necesario ver el gasto destinado a la juventud como una inversión social.
3. Que se aumente el presupuesto de las universidades públicas para resolver el problema de miles de jóvenes que son rechazados, con el pretexto de que no pasan el examen de admisión, cuando en realidad lo que sucede es que las universidades no tienen cupo o espacio por falta de presupuesto. Debe repararse el daño que se ha hecho con la política neoliberal, que ha dejado a los jóvenes sin oportunidad de trabajo y de estudio, y los ha orillado a emigrar o a tomar el camino de las conductas antisociales.
4. Que se otorgue una pensión alimentaria a todos los adultos mayores del país, equivalente a medio salario mínimo, como se lleva a cabo en el Distrito Federal. Este apoyo debe otorgarse desde los 65 años, cuando menos, en regiones indígenas y en las zonas de mayor pobreza del campo y la ciudad.
5. Que se entreguen de inmediato los ahorros de los exbraceros.
6. Que se aumente el presupuesto destinado al campo; se establezcan precios de garantía y subsidios al fertilizante y a otros insumos. Con ello se pueden reducir las importaciones de alimentos; evitar más aumentos en los precios de los alimentos básicos; mejorar la economía de campesinos y productores, y atemperar el fenómeno migratorio.
7. Que se construyan las tres refinerías que se necesitan en el país para dejar de comprar gasolinas en el extranjero. Con esta decisión se reducirían las importaciones de gasolina que ya se acercan al 50 por ciento de lo que consumimos, se daría valor agregado al petróleo crudo, se generarían empleos y se ahorrarían divisas.
8. Que se cancele la llamada Alianza Educativa, y en particular, que no se permita el cierre de las escuelas normales y se otorguen plazas a todos sus egresados.
9. Que se lleve a cabo un programa de construcción de obras públicas para reactivar la economía y generar empleos; de manera particular, que se atienda la falta de servicios públicos y de vivienda, en beneficio de la gente pobre de los centros urbanos y de las ciudades fronterizas.
10. Que renuncien de inmediato los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública y el procurador General de la República, por carecer de integridad y ser ineficaces en el combate a la inseguridad y la violencia.
Adicionalmente, nosotros estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo con nuestros adversarios, si además, repito, se hace el compromiso de retirar en definitiva las iniciativas de privatización de Pemex y a cambio de ello, se apoya el Programa de Acción Inmediata para el Fortalecimiento de Pemex, que ha sido elaborado por un grupo muy diverso de personas de diferentes ideologías, militantes de varios partidos, y otros que no militan en ninguno. Este programa, según ellos mismos, atiende la urgencia de rescatar a Pemex de la postración en que lo han sumido las políticas de los últimos gobiernos. Con este programa se asignarán mayores recursos a Pemex para que los destine a actividades que se han rezagado: exploración, refinación, conservación y mantenimiento de equipos y plantas, petroquímica, ductos, almacenamiento, e investigación y desarrollo.
Con este programa, sin ninguna reforma legal y mucho menos violando el espíritu y la letra de la Constitución, se demuestra que existen recursos suficientes para garantizar el sano crecimiento y diversificación de las actividades de Pemex y para comenzar a fortalecer su infraestructura e iniciar nuevas plantas de refinación e instalaciones de transporte y almacenamiento. Se demuestra, también, que no se requiere invitar a inversionistas del exterior para fortalecer a Pemex.
Amigas y amigos:
Si se aplica todo lo aquí expresado, se puede frenar la crisis, enfrentar la incertidumbre y crear un ambiente de seguridad, de aliento y de esperanza al pueblo de México.
Si aceptan estas propuestas, vamos al acuerdo para salvar al país y proteger a nuestro pueblo.
Este acuerdo podría llevarse a cabo en el Poder Legislativo, donde están representadas todas las fuerzas políticas del país y desde el Congreso, podría convocarse al resto de la sociedad. Además, la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto y la mayor parte de nuestras propuestas, dependen de una nueva orientación del gasto público. En pocas palabras, se necesita que el destinatario del presupuesto sea el pueblo y no los potentados y la alta burocracia. En consecuencia, voy a solicitar respetuosamente a los legisladores del Frente Amplio Progresista que presenten a sus homólogos de otros partidos este plan anticrisis.
Claro está, se trata de algo serio, que exige voluntad, compromisos y responsabilidad de todos. También es obvio que no aceptaremos la simulación ni el engaño.
Si nuestros adversarios optan por seguir haciendo la política de siempre, esa donde sólo cuentan los intereses de una minoría y no las demandas y aspiraciones del pueblo. De una vez les decimos, que sigan su camino, que nosotros vamos a continuar ejerciendo el legítimo derecho de hacer una nueva política para construir una República más justa, más humana y más igualitaria.
Por eso también aprovecho esta reunión para convocarlos a seguir trabajando en defensa del pueblo, de los bienes nacionales y de la transformación del país. De manera particular, les pido que estemos atentos a cualquier llamado, porque si Calderón y las cúpulas del PRI y del PAN insisten en aprobar un dictamen que privatice la industria petrolera, vamos a movilizarnos, habrá resistencia civil pacífica. Y no habrá multa o sanción que nos impida ejercer el derecho constitucional de manifestación. Además, la libertad y la justicia no se imploran, se conquistan.
Amigas y amigos: Desde esta plaza pública exigimos que se atienda el grave problema de contaminación del Río Santiago que afecta a los habitantes de los municipios de Juanacatlán y El Salto en Jalisco, donde está en peligro la salud de la gente, e inclusive, perdió la vida recientemente un niño por la terrible contaminación de las aguas.
Reiteramos nuestro rechazo al basurero de residuos tóxicos de una empresa española en Zimapán, Hidalgo. A la destrucción del cerro de San Pedro por la minera canadiense San Xavier, en San Luis Potosí, y a la devastación de Huizopa, Chihuahua, por otra minera canadiense.
También expresamos nuestro apoyo a las luchas en defensa del agua, los bosques y el medio ambiente. Nuestra solidaridad con los trabajadores y maestros que luchan en contra de las reformas a la Ley del ISSSTE y de la llamada Alianza Educativa.
Exigimos la libertad de los presos políticos de Atenco y a todos los luchadores sociales que se encuentran privados de su libertad por la defensa de causas populares.
En cuatro días se cumplen cuarenta años del movimiento estudiantil y popular de 1968. Desde esta plaza queremos rendir un sincero homenaje a esos jóvenes que abrieron los cauces democráticos en nuestro país. Cuarenta años después, como ellos, seguimos luchando por la justicia, la democracia y la libertad.
También nuestra solidaridad con los mexicanos que están siendo maltratados y deportados de Estados Unidos por las medidas injustas del gobierno de ese país.
Amigas y amigos:
Aquí repito lo fundamental: mantengamos la convicción de que en el camino hacia la construcción de una nueva República tenemos que ir creando, y eso es lo que estimo más importante, una nueva corriente de pensamiento que se arraigue y permanezca en la conciencia del pueblo. Una nueva corriente de pensamiento que reconozca y exalte la cultura y la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo. Una nueva corriente de pensamiento que haga surgir una voluntad colectiva para impedir que en la política y en la vida pública predominen el engaño, la intolerancia, la corrupción y el afán de lucro, en vez de la verdad, la diversidad, los valores morales y el amor al prójimo. Una nueva corriente de pensamiento para evitar que el dinero triunfe sobre la dignidad y el ser humano valga por su trabajo, rectitud y generosidad.
Sigamos luchando con la moral en alto, sabedores que la verdadera felicidad se alcanza cuando se está bien con uno mismo, con nuestras conciencias y con nuestros semejantes. ¡Viva el movimiento estudiantil y popular de 1968! ¡Viva el Movimiento en Defensa del Petróleo! ¡Vivan los hombres y mujeres libres y conscientes! ¡Viva nuestro movimiento! ¡Viva México!

Al cine los abusos sexuales de marcial maciel... ¿ A poco todo cupo en una hora ?

MÉXICO, D.F., 26 de septiembre (apro).- En cartelera comercial será presentada en México la película Votos de silencio, un documental que aborda el tema de los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por el sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
El documental de una hora, dirigido por el estadounidense Jason Berry, recoge los testimonios de las personas que fueron abusadas por Maciel, entre ellas Alejandro Espinosa, José Barba, Juan José Vaca, Arturo Jurado y Paul Lennon.
La función inaugural de Votos de silencio se realizará este sábado 27, en Cinemex Insurgentes, en el marco del III Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México.
Alejandro Espinosa, una de las personas que dan su testimonio en la película, señala:
"El documental empezó a filmarse en 2005, cuando el Vaticano ordenó una investigación contra Marcial Maciel, por lo que envió al fiscal Charles Scicluna para recoger los testimonios de las víctimas".
-- ¿Mientras el fiscal los entrevistaba se filmó el documental?
-- No, el director de la película, Jason Berry, realizó sus propias entrevistas de manera independiente, pero aprovechó la investigación del Vaticano para localizarnos a nosotros, que además estábamos en buena disposición para hablar.
Autor del libro El Legionario, donde cuenta cómo fue abusado por Maciel, Alejandro Espinosa señala que las víctimas de aquel actualmente se encuentran en México, Estados Unidos, España e Italia, por lo que el documental tuvo que filmarse en esos países.
"Es un documental que recoge testimonios muy valiosos y que, además, se basa en investigaciones realizadas sobre el fundador de los Legionarios de Cristo", comenta Espinosa.
Por su parte, José Barba, otra de las víctimas, indica que Votos de silencio también aborda los fuertes problemas de drogadicción que tenía Marcial Maciel, quien falleció a principios de este año, poco tiempo después de que el Papa Benedicto XVI lo castigó por su pederastia, prohibiéndole "todo ministerio público".
"Esperamos que Votos de silencio, luego de que concluya el festival de cine documental, siga exhibiéndose en las salas comerciales de cine", dice Barba.
El documental llega a México luego de ser exhibido en Estados Unidos, donde participó en el Festival Internacional de los Derechos Humanos de Nueva Orleáns, y en España, donde se proyectó en el Festival Internacional de Documentales de Madrid.

Más fotos de la marcha del 28 de septiembre del 2008






















La marcha del 28 de Septiembre del 2008. Parte I




Hoy acudimos al llamado que nos hiciera Andrés Manuel López Obrador el pasado 15 de Septiembre.


Las circunstacias muy adversas:



  • Tuvimos apenas 13 días para organizarnos.

  • El gobierno usurpador promovió el pánico social utilizando como pretexto la tragedia de Morelia, para inmovilizar al pueblo.

  • ¡ Y hacía un pinche frío...!

¿ Cuántos éramos ? Muchísimos. Ya habrá mucha información numérica. Pero antes de iniciar la marcha, los alrededores del Ángel llenísimos de Renegados desbordantes de entusiasmo y combatividad.



Presencia de compañeros de Veracruz, Ciudad Juárez, Durango, Oaxaca, Jalisco, Guerrero, Colima, Quintana Roo, León y de todos los rincones del País. Por supuesto, los contingentes del Estado de México y del D.F.



Quienes pensaron que esta movilización sería de las más lánguidas, deben estar muy enojados. Nada podrá desmovilizar al Pueblo conciente.





¿Para Qué Quiere Más Poder Calderón?...de Blogotitlán

Felipe Calderón, presidente formal por decisión de un tribunal corrompido, sabe muy bien que no ganó las elecciones del 2006 y, por consiguiente, hoy padece su carencia de una base social a la que implora que lo apoye.

Su exigua "mayoría" fue armada tramposa y transitoriamente, sólo para aparentar su "victoria", con votos fraudulentos de gobernadores del PRI y operadores de la lideresa magisterial traidora a su partido; con los mecanismos informáticos electorales para restar sufragios al opositor y sumarlos a Calderón; y, finalmente, con la decisión abiertamente amañada de un Tribunal Electoral que reconoció todas las ilegalidades cometidas por el entonces presidente Fox y sus partiquinos del Consejo Coordinador Empresarial, y a pesar de ello dio por válida la elección, porque no se pudo probar cómo afectó el resultado.

Contra la voluntad ciudadana, contra la lógica, se impuso a Felipe Calderón como presidente formal del país. Pero el país realmente no lo aceptó. Toleró su imposición a la mala, pero no lo aceptó... y sigue sin aceptarlo. Por eso hoy clama y reclama unidad que lo apoye en sus torpezas. Si su "mayoría" hubiera sido real, no tendría necesidad de sus clamores. Pero el verdadero problema es más grave: su ignorancia.

Se invistió con todos los poderes de facto, pero no sabe emplearlos. Se adueñó del presupuesto y la fuerza públicos; del predominio mediático, inducido por los poderosos anunciantes que lo patrocinaron condicionadamente; emprendió arreglos interesados con la tercera fuerza política (el PRI) para mediatizar hasta desaparecer a la verdadera fuerza sociopolítica de México representada por Andrés Manuel López Obrador (según todos los indicios reales, el verdadero Presidente de la República)... y no entiende qué hacer con ellos, nada le funciona.

Aun con todos los poderes formales y de facto, Felipe Calderón no sabe qué hacer ni cómo gobernar el país. Acostumbrado sólo a los conciliábulos de un partido opositor sin aceptación pública más que focalizada y reducida a círculos sociales de pretensiones clasistas, pactó solamente con los afines y actuó igual que en un club privado, percibiendo al país como su estancia o rancho sujeto a su voluntad, cambiante al consejo de sus amigos.

Convencido de que su único problema era el descontento social creciente con las trapacerías de su antecesor, que se obligó a encubrir para realizar las suyas, en vez de buscar caminos para conciliar y restaurar la confianza, Calderón decidió presumir de hombre fuerte, de emperador autócrata cuyo solo deseo es una orden fulminante e inapelable (ficción alimentada por sus mismos patrocinadores en mensajes televisivos a todo el país), y emprendió una peligrosa militarización que hoy se le está revirtiendo.

Sin la mínima noción gubernamental ni logística, operando con los mismos funcionarios ineficaces heredados de Fox, más sus partidarios poco avispados e ignorantes de la administración gubernamental, ordenó un atropellado "combate al crimen organizado" sacando al Ejército a las calles, para poner retenes militares tan abusivos con la población inerme, como ineficaces contra el hampa. La plena exhibición de un gobierno a tontas y a locas. Lejos de ganar simpatías, sumó desconfianzas y antipatías, esparció la violencia y empeoró las cosas, especialmente cuando "instituciones" supuestamente creadas para proteger a los ciudadanos, se volvían contra ellos por defender la obtusa voluntad presidencial.

Inconsciente en su percepción de la realidad, como en el manejo de los tiempos, Calderón se metió en más problemas cuando decidió emprender la entrega formal de Pemex a sus patrocinadores de la iniciativa privada y, para operarla, nombró secretario de Gobernación a su íntimo experto en contratos ilegales Juan Camilo Mouriño, como responsable de la tranquilidad y manejo político del país, pese a su pasado bastante polémico y sin mayor antecedente que su intimidad con el actual poderoso.

Expuesto de inmediato como extranjero en un cargo que le prohíbe la Constitución y descubierto como traficante de influencias para favorecer, como servidor público, los intereses privados de su familia, Mouriño perdió en seguida el supuesto capital político que le atribuía la prensa vendida.

Pero en vez de corregir el yerro, Calderón se empecinó en sostener y encubrir al ciudadano español Mouriño con la ayuda de su partido y el auxilio mercenario del PRI, en otro alarde de prepotencia y soberbia autocrática. Y para aprovechar el escándalo mediático pretendió que el Congreso aprobara por vía rápida y sin mayor trámite lo que llamó "reforma energética", que no fue más que una modificación a leyes secundarias para burlar la Constitución y entregar a la iniciativa privada del país y el extranjero los mecanismos de la renta petrolera, conservando con cargo al presupuesto la pesada y gravosa burocracia que arruina a Pemex.

Ni eso le funcionó, pues de nuevo su némesis López Obrador convocó a un sui géneris levantamiento pacífico en el Congreso (pese al coraje de los líderes de todos los partidos, salvo el del Trabajo y Convergencia) y forzó a abrir un ciclo de debates con juristas y expertos que en su abrumadora mayoría condenaron la iniciativa presidencial como privatizadora, entreguista y traidora a la Patria. Sólo el PAN calderonista vio una ilusoria "mayoría" a favor de la iniciativa oficial.

De nuevo, en vez de rectificar, Calderón se empecinó y trató de obligar al PRI a la inmediata aprobación de su iniciativa, en cuanto concluyeran los debates, pero el PAN y todo el gobierno (inoportuna y torpemente, pues habían dicho que los expertos aprobaron la propuesta de Calderón) anunciaron que no lo tomarían en cuenta, pues era un simple ejercicio retórico del "derecho al pataleo" que con gran menosprecio habían concedido a la oposición. Craso error. Exhibido el PRI como simple comparsa de Calderón y su partido, debió recular y dio al traste con los planes del presidente de facto.

Sin reconocer sus traspiés que se sucedían uno tras otro, Calderón quiso aprovechar el asesinato del joven hijo de un prominente empresario, patrocinador suyo, para armar otra distracción pública y culpar, de paso, al odiado Gobierno del Distrito Federal con otra marcha "contra la delincuencia" organizada por los mismos membretes que utilizó Fox contra López Obrador.

Pero los acontecimientos que ninguna de sus "inteligencias" le advirtió, le ganaron a Calderón. Empezaron a brotar cadáveres por todos lados, en entidades que le son afines o francamente partidarias, con mantas en que la delincuencia culpaba abiertamente al "presidente narco" de apoyar a un solo cártel (del Chapo Guzmán), al mismo tiempo que surgían indicios de que sus policías (no únicamente los de Marcelo Ebrard, que detuvo y consignó a los presuntos responsables) no sólo protegían, sino que estaban involucrados con la delincuencia organizada y Calderón los apoya abiertamente. La detención de una funcionaria de Seguridad Pública federal, pedida por el gobierno capitalino como resultado de las pesquisas sobre el asesinato del joven heredero del patrocinador de Calderón, trató de ser, primero, negada y después eludida por el secretario heredado del foxismo. Cuando no le quedó más remedio que entregarla a la policía del DF, encubrió a quien contrató y protegía a la funcionaria federal, responsable del área de secuestros de la dependencia federal.

Pero ni de eso aprendió Calderón y ya se metió al apoyo irrestricto al PAN en las elecciones del 2009, para que obtenga una aplastante "victoria" que le garantice una mayoría en la Cámara de Diputados y más gobernadores afines. Piensa que así no podrá ser sujeto a juicio político por traición a la Patria, como crecen las acusaciones con mayores evidencias, y que podrá consumar la entrega de Pemex que le están urgiendo sus partiquinos y patrocinadores de dentro y de fuera.

Bien visto, sin apasionamientos, ¿para qué quiere Felipe Calderón mayor poder, si no sabe qué hacer con el que tiene? ¿Para qué más poder si no sabe para qué sirve, que no sea el enriquecimiento grosero de él, su parentela y asociados?

¿Para qué pretende el PAN una mayoría legislativa, si la que hoy tiene no le sirve para nada y está inválida sin el PRI, el Verde Ecologista y la alianza de Elba Esther Gordillo? ¿Para qué pretende llenar el Congreso con personas ignorantes de la política y el bien público? ¿Para autorizar y encubrir todos los saqueos de Calderón, como ha hecho con los de Fox?

¿Para qué quieren la mayoría? ¿Para más corrupción y mayor impunidad?