Premios y malos augurios Sismo 2016: 20 por dólar Nochixtlán: tres meses P ase lo que pase en el México real, y luego de sus prescindibles participaciones en asambleas de las Naciones Unidas, a Enrique Peña Nieto se le da el recibir en Nueva York premios de élites que le consideran un gran estadista. El 23 de septiembre de 2014, por ejemplo, la Appeal of Conscience (traducible como Llamado a la conciencia) le entregó el premio Estadista Mundial 2014 . En nombre de esa fundación, en la que convergen y participan representantes de distintos credos religiosos, el rabino Arthur Schneier quiso ser optimista vaticinador y terminó como ave de mal agüero: A veces tengo profecías, y usted me oyó decir, antes, que usted va a asumir un papel de liderazgo en la escena mundial , le dijo a Peña, tres días antes de que, con la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, se agudizara el ciclo mexicano, oscuro y amargo, iniciado en diciembre de 2012 con el arribo del mexiquense al