miércoles, 19 de enero de 2011

Sorprende reglamento para la nueva cédula de identidad- La Jornada


Consejeros y legisladores involucrados en el tema desconocían los términos del decreto presidencial publicado hoy en el Diario Oficial de la Federación, pese al rechazo de diputados, IFE, CNDH e Ifai.

Fabiola Martínez
Publicado: 19/01/2011 15:44

México, DF. A través de un decreto firmado por el presidente Felipe Calderón y nueve integrantes de su gabinete, el gobierno federal reglamentó la expedición de la Cédula de Identidad Personal para toda la población, es decir, no sólo los menores de edad, sino también los adultos.

Pese a la solicitud de instancias como la Cámara de Diputados, el IFE, la CNDH y el Ifai para que no se tomaran decisiones apresuradas en torno a este proceso, el decreto precisa lo relativo al registro de huellas dactilares, imagen del iris y firma del ciudadano, cuya recopilación será en los términos que determine la Secretaría de Gobernación.

Los cambios y adiciones al Reglamento de la Ley General de Población entran en vigor este jueves, y se especifica que durante los siguientes cinco años se podrá registrar a mexicanos y mexicanas que hayan cumplido 18 años de edad y expedir la Cédula de Identidad Ciudadana.

Consejeros y legisladores, involucrados en este tema, desconocían hasta esta tarde los términos y alcances de este decreto publicado hoy en el Diario Oficial de la Federación. “Estamos analizando el documento y de acuerdo a la información preliminar esto parece un albazo del Ejecutivo a quien está claro que le gana el sentido autoritario”, advirtió el diputado Cánek Vázquez, presidente del grupo especial que analiza el tema de la Cédula de Identidad.

Entre las reformas y adiciones destacan los cambios al artículo 47, inciso I, a fin de que la cédula contenga fotografía, huellas dactilares, imagen del iris y firma del ciudadano; precisa también que el registro de estos datos será de acuerdo con los mecanismos que para tal efecto determine la Secretaría de Gobernación.

En los transitorios de este decreto se especifica que “durante lo siguientes 5 años a la entrada en vigor, el Renapo podrá registrar mexicanos y mexicanas que hayan cumplido 18 años de edad y expedir la Cédula de Identidad Ciudadana”.

Cabe recordar que el próximo lunes 24 de enero, el Renapo iniciará el proceso y trámite para el arranque de la expedición de la cédula para menores de 4 y 17 años de edad que vivan en uno de los seis estados determinados para esta primera etapa (Baja California, Colima, Chiapas, Guanajuato, Jalisco y Nuevo León).

Gobernación anunció que la expedición en conjunto para los menores de edad concluirá a finales de 2012.

‘Méxodo’ Jorge Ramos Periodista


Miami– Los mexicanos se han malacostumbrado a la violencia. En México se vive una masacre tras otra. Pero son tantas y tan seguidas que a veces ni siquiera se reportan en la prensa.

Y cuando se reportan ya no causan sorpresa en la población. Los políticos, incluyendo al presidente, ni las mencionan en sus discursos.

Qué diferencia, en cambio, con lo ocurrido en Tucson, Arizona. Ahí asesinaron el pasado fin de semana a seis personas e hirieron de gravedad a una congresista, Gabrielle Giffords. El hecho conmocionó al país entero, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asistió a un emotivo acto para recordar a las víctimas y se ha iniciado un intenso debate nacional sobre las causas que lo provocaron.

Ese mismo fin de semana en Acapulco, México, se encontraron 15 cuerpos decapitados.

Y no pasó nada. Nada. No hubo una ceremonia pública para recordar a los muertos. El presidente Felipe Calderón no fue a Acapulco a dar un discurso. Y no cambió para nada el debate en México sobre cómo enfrentar la violencia por el narcotráfico.

“Dime como mueres y te diré quién eres”, escribió Octavio Paz en El Laberinto de la Soledad. México se ha definido en los últimos cuatro años por sus muertes violentas. Y así, violenta, es también la vida de los mexicanos. Basta ver las cifras.

Desde que Felipe Calderón tomó posesión como presidente han sido asesinadas 34 mil 612 personas en crímenes vinculados al narco, según cifras oficiales. El 2010 ha sido el año más violento desde la revolución mexicana. Fueron asesinadas 15 mil 273 personas.

Más de tres mil de esas muertes ocurrieron en Ciudad Juárez. Los niveles de violencia en México son equivalentes o superan las de una zona de guerra. Hay muchos días en que se reportan más muertes violentas en México que en Irak o Afganistán.

El presidente Felipe Calderón, sin embargo, lo ve con otros ojos. Él dijo en una entrevista de radio que “la buena noticia” era que se ha “avanzado en el combate a las organizaciones criminales de México.”

Pero eso suena a autoengaño. Lo que para el presidente es una “buena noticia” para muchos mexicanos es un reverendo fracaso. Y la reacción es una: se están yendo del país.

“Méxodo” es el nuevo término que se está utilizando para describir la salida de mexicanos de su país, particularmente hacia Estados Unidos, debido a la violencia. Es un fenómeno relativamente nuevo y difícil de cuantificar, pero es real.

El doctor Alejandro Alvarado, de la Universidad Internacional de la Florida, ha sido uno de los primeros en utilizar el término “Méxodo” y está iniciando una investigación al respecto. “Hasta ahora, la política de seguridad nacional del gobierno de Calderón ha fracasado”, me dijo. “La militarización del problema del narcotráfico ha creado un clima de guerra y muchos mexicanos de las zonas más afectadas están buscando seguridad en el país vecino. Para ellos, el mexicano, es un Estado fallido, como lo es para todos aquellos que salen de sus países por razones de seguridad.”

Hay poblaciones de México que están quedando vacías, particularmente cerca de la frontera con Estados Unidos, debido a la lucha entre cárteles de las drogas. El problema central, desde luego, está en el gigantesco consumo de drogas en Estados Unidos y en el fácil acceso de armas norteamericanas que tienen los narcotraficantes mexicanos.

Pero la estrategia del gobierno de México frente a esa realidad no ha funcionado y como prueba están los miles de muertos. Cada muerto es una muestra más de que urge un cambio radical. Ese cambio ya no se prevé con Calderón en la presidencia. Habrá que esperar al nuevo residente de Los Pinos en el 2012. Y mientras tanto, los muertos y las masacres se acumulan.

Durante un discurso en Panamá en 1995, el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez dijo que “mi impresión es que el tráfico de drogas es un problema que se le salió de las manos a la humanidad”. Una década y media después el problema sólo se ha acrecentado.

La legalización de la droga es, por ahora, un simple debate académico. Y la estrategia de mano dura de Calderón contra los narcos sólo ha resultado en más muertes y violencia. Así que, ante la falta de una solución real que pacifique al país, lo único que le queda a muchos mexicanos es irse para salvar la vida.

Fallida alianza mexiquense Miguel Ángel Granados Chapa Periodista

Distrito Federal– Aunque los partidos más directamente involucrados en el intento persisten formalmente en alcanzarla, es un hecho que no habrá alianza del PAN y el PRD, aun si la consulta que emprenderá cada uno por su parte determinara la participación conjunta. Demasiados factores en contra se han conjuntado, y conseguido que se frustre la coalición de esas organizaciones, única manera de derrotar al PRI, terminar con su reinado de ochenta años de autoritarismo y de evitar, asimismo, que el gobernador Enrique Peña Nieto sea candidato del PRI y Presidente de la República, que lo sería por designio y a conveniencia de Televisa.

Sin la alianza entre PAN y PRD, los votantes mexiquenses tendrán tres opciones en la próxima jornada electoral. Será una elección disputada, que ganará el PRI, quienquiera que sea su candidato, pues el gobierno estatal participa muy activamente en la organización de la campaña del candidato a suceder a Peña Nieto. El empeño de Andrés Manuel López Obrador por oponer una campaña popular frente a la mediática que impulsará el PRI, tendrá frutos notorios pero no al punto de conseguir que el tricolor salga del palacio de gobierno de Toluca.

El éxito de las coaliciones en que participaron los partidos nacionalmente antagónicos, unidos por el afán específico y loable de lograr la alternancia (especialmente en estados donde la prolongada permanencia del PRI en el poder infirió graves daños a la sociedad), condujo a la conclusión de que la misma conducta debía observarse en el estado de México. En realidad, esa posibilidad estaba presente en el escenario mexiquense aun antes de las elecciones de julio pasado. El célebre pacto entre el gobierno federal y el de Peña Nieto para comprometer al panismo a ir solo a las elecciones de 2011, firmado en fecha ya tan lejana como octubre de 2009, partió de la conciencia priísta de que la unión de sus contrarios, y contrarios entre sí, era veneno puro en su perjuicio. Paradójicamente, la repugnancia de Andrés Manuel López Obrador a esa alianza hará que se cumpla el propósito del documento firmado por los presidentes del PRI y el PAN, Beatriz Paredes y César Nava, con el aval de Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación y Luis Miranda, su equivalente estatal, en nombre de Peña Nieto.

Aun si López Obrador hubiera adoptado en el estado de México una actitud como la que permitió a Gabino Cué en Oaxaca beneficiarse del apoyo del movimiento que encabeza el ex jefe de gobierno del DF y sus partidos afines, al mismo tiempo que del PAN, la alianza tenía delante de sí la gran dificultad de encontrar al Gabino Cué que la encabezara. Se hicieron exploraciones en tal sentido que no rindieron el fruto deseado.

Una muy notable se dirigió a Humberto Lira Mora a quien, cada uno por su lado, buscaron dirigentes perredistas y prohombres del PAN en el estado de México. El historial de Lira Mora lo hacía una figura atractiva para el propósito aliancista.

Al cabo de una larga carrera en el ámbito local y federal, recorrida con escrúpulo reconocido por todos, Lira Mora fue marginado de la vida pública mexiquense después de que contendió en 1999 con Arturo Montiel en pos de la candidatura al gobierno del Estado. Con armas innobles fue derrotado y ello implicó su virtual retiro de la política en activo.

Pero no significó la pérdida de sus convicciones. Lira Mora, quien llegó al extremo de inhibir la actuación de los alquimistas electorales en la elección federal de 1994, para evitar que trucaran unos comicios que el PRI iba de todas formas a ganar, sigue creyendo en los principios que abrazó desde su ingreso en la política activa. De modo que agradeció el interés de sus interlocutores y rehusó considerar siquiera la posibilidad de seguir la ruta de otros priístas que dejaron de serlo para convertirse en candidatos de la oposición.

El problema de la candidatura aliancista se complicó una vez que los partidos involucrados vieron surgir a aspirantes dotados de fuerza en el interior de los partidos. Es difícil en una coalición verdadera que el candidato pertenezca a uno de los participantes, porque entonces la vinculación partidaria se convierte en un acto de adhesión. En Coahuila el PRD ha accedido a apoyar al candidato panista, y compadre del presidente Calderón, el senador Guillermo Anaya, porque el perredismo ha prácticamente desaparecido en esa entidad. Pero no es el caso mexiquense donde a pesar de sus derrotas recientes en las elecciones federales y en las locales, el PAN y el PRD son capaces de atraer porciones semejantes del electorado.

Sólo un miembro del PRD, Alejandro Encinas hubiera podido ser apoyado por el PAN, por el respeto que genera su posición a lo largo de los años. Pero sus convicciones y su vínculo con López Obrador lo llevaron a rechazar ser candidato aliancista. En ese momento quedó cancelada la posibilidad de una coalición. Aunque la dirección nacional y la local no sean entusiastas partidarios de su postulación, les resultará imposible convencer a los militantes que es mejor apoyar a un candidato panista, con tal de ir en alianza, que a Encinas mismo.

Ante el surgimiento de Encinas, el PAN tomó sus providencias. Luís Felipe Bravo Mena fue comisionado por su jefe el presidente Calderón para participar en los comicios mexiquenses. A eso se debió su salida de Los Pinos, de la secretaría particular del Presidente. No se comprende por qué Calderón tuviera que mentir diciendo que su colaborador establecería un negocio de consultoría.

Los riesgos de la no guerra-Hernández

Secretario zángano-Rocha

Sujétense de la brocha-Helguera

Magú Fisgón Helguera Rocha Hernández

Astillero - Julio Hernández López

Astillero
PRI: oficio corleonesco
PAN: continuismo sangriento
Izquierda: división inducida




No arranca la verdadera construcción política porque nada en firme se podrá tejer mientras el factor determinante y distorsionador de la actividad pública siga siendo la violencia derivada de la “guerra”, ahora hipócritamente reclasificada como “lucha”, contra el narcotráfico. Los partidos, sus líderes y principales personajes aparecen en el foro político teñidos de colores diluídos a causa de la tonalidad extrema del rojo sangriento que domina la totalidad. De seguir las cosas como van, lo político y lo civil seguirán sumiéndose en las aguas engañosas de una supuesta legalidad vigente y de una auténtica suplantación militar, marina y policial de las funciones públicas.
Frente al fracaso de la segunda administración federal panista se levantan dos opciones que difieren respecto a la manera en que debe ser enfrentado el asunto del narcotráfico pero que convergen en cuanto al sostenimiento del actual sistema de privilegios, injusticias y exclusiones. El PRI ofrece el discreto encanto del retorno a los entendimientos mafiosos, mientras el PAN se fatiga tratando de convencer que tiene sentido y viabilidad el baño nacional de sangre. El oficio corleonesco sugiere la restitución de la vieja pax priísta, con arreglos bajo el agua, plazas y cuotas bien definidas; la criminal falta de oficio del calderonismo sugiere la continuidad falsamente épica de una “lucha” que en el fondo ha sido solamente la búsqueda de reacomodos comerciales favorables para empresas consentidas. Pero PAN y PRI postulan en esencia lo mismo, así sea operado ese conservadurismo gansteril mediante bandas, capos, nombres y apodos diferentes. Que todo cambie para que nada cambie, es la propuesta del partido tricolor. Que nada cambie para que nada cambie, es la descarnada confesión del panismo calderonista.
La elaboración de plataformas alternas a ese narcobipartidismo está resultando muy difícil porque, en el fondo, lo que han ido haciendo los belicosos estrategas pripánicos es desarmar el escenario tradicional de lo electoral (aquel en que aun con trampas y abusos era medianamente posible aspirar a pegar campanazos aislados que dieran poder mediante las urnas a corrientes o programas de cierto contenido social transformador), desilusionar y ahuyentar a los ciudadanos respecto a las posibilidades de lo comicial, y sumergir a diversas vertientes de esa oposición en las aguas teñidas de rojo de la violencia política desatada que, según eso, a cualquiera puede alcanzar, sobre todo si ese “cualquiera” enarbola o propone proyectos políticos de resistencia o de abierto combate político a la barbarie institucionalizada.
En ese contexto de aparente confrontación de priístas y panistas, que finalmente coinciden en lo básico, a la “izquierda” le está resultando particularmente difícil presentar una propuesta unitaria. Es obvio que al bipartidismo inconfeso le favorece todo cuanto sea pulverización de los partidos cargados a la izquierda, y el calderonismo y el salinismo se han aplicado a la promoción de disensos, malos entendidos y choques entre agrupaciones y personajes de esa franja ideológica y política. Recuérdese, por ejemplo, el encumbramiento mediático de quien en esos momentos era grotescamente inflada hasta rozar presuntos niveles de estadista, la diputada federal perredista Ruth Zavaleta, que mucho sirvió para golpear al movimiento de resistencia encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a título de esa izquierda “moderna, civilizada y dialogante” que tanto gusta promover a la derecha y al oficialismo (hoy, por cierto, aquella figura rutilante del escenario nacional colabora con el PRI en Guerrero, en busca de consolidar el cacicazgo de René Juárez y Rubén Figueroa mediante el manejable Manuel Añorve).
Las arenas movedizas del calderonismo-salinismo pretenden constreñir lo electoral venidero solamente a las vertientes aprobadas. Es decir, PRI, PAN y aliancismo concertado con Ebrard a la cabeza, pueden pelear por las posiciones electorales, en un esquema que pretende “normalizar” las contiendas a criterio de las cúpulas gobernantes. Así, el movimiento encabezado por AMLO, con PT y Convergencia, necesita ser excluido de ese cuadro de regularización forzada para que no afecte los entendimientos de reparto que se han tejido. Por ello es que, aún cuando hay barullo, declaraciones, actos públicos, mítines y aparente confrontación entre esos segmentos (PRI, PAN y perredismo chucho-marcelista), aún no prende ni prospera la auténtica construcción de opciones políticas sanas, claras, viables. Los controladores del aparato institucional pretenden asentar una secuencia política simple: si los de tres colores dieron paso al atribulado Calderón el primero de diciembre de 2006 para que rindiera una toma de protesta precaria y forzada; a los de blanco y azul correspondería patalear cuanto sea necesario antes de devolver la cortesía y entregar el mando bajo la condición de taparse los unos a los otros.
Astillas
La consulta envenenada: las cúpulas del panismo y el perredismo apoyan la realización en el estado de México de un proceso de preguntas a la ciudadanía para saber qué piensan respecto a ir en alianza para enfrentar al PRI o realizar postulaciones por separado. El problema está en la alta capacidad de manipulación que poseen los poderes concurrentes en ese proceso: el peñanietismo, para impulsar la separación que dé mejores expectativas de triunfo al tricolor, y el calderonismo para tratar de forzar la alianza tan torpedeada. Una definición trascendente corresponderá a Alejandro Encinas, quien ha zigzagueado respecto a su sometimiento a los resultados de esa consulta, pues ha dicho que está claramente en contra de esas alianzas, con lo que ha complacido al segmento lopezobradorista, y en otras ocasiones ha declarado que respetará los resultados, sin precisar si además de respetarlos habrá de asumirlos, es decir, si será candidato de la alianza PAN-PRD, contra la que está personalmente, por “mandato” de esas urnas tan susceptibles de ser manejadas desde las alturas... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Muñoz Ledo: el Estado actual, en el tránsito de la tecnocracia hacia la cleptocracia mediocre

“Hay que actuar para lograr una renovación tajante de la vida pública, señala AMLO
Los grupos colaboracionistas de la izquierda han continuado negociaciones vergonzantes: Encinas
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Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador durante la presentación del libro La vía radical para refundar la República, del legislador petistaFoto Cristina Rodríguez

Ciro Pérez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 14
Porfirio Muñoz Ledo abrió ayer un debate nacional contra los estragos de la globalización desigual y la concentración del ingreso, y sobre la necesidad de refundar la República y la organización de las izquierdas más allá de los procesos electorales, discusión en la que coincidieron ayer Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, Ifigenia Martínez y Lorenzo Meyer al presentar La vía radical para refundar la República, colección de artículos y ensayos de Muñoz Ledo.
Con esa obra se pretende dar cuenta de los acontecimientos en México y el mundo en los años recientes. Muñoz Ledo advirtió sobre la forma en la que el Estado actual linda con el caos en el tránsito de una tecnocracia aventurera hacia la cleptocracia mediocre, visión que compartieron los presentadores de la obra del legislador.
Frente a la realidad nacional que muestra las peores caras de la violencia, el autoritarismo, la falta de oportunidades y la cada vez más profunda desigualdad social, no hace falta teorizar mucho para darnos cuenta que hay que actuar para lograr una renovación tajante de la vida pública, advirtió en su turno Andrés Manuel López Obrador
En el patio central del Antiguo Colegio de Jurisprudencia, el tabasqueño dijo coincidir con el autor cuando señala que esta vía radical no tiene que ver con la violencia, sino con la organización social como vía de cambio. No hay que perder el tiempo, no podemos estar pensando que el cambio se va a dar con una propuesta de los de arriba. A ellos, aunque le vaya mal al pueblo, siempre les va a ir bien. Ellos quieren seguir manteniendo este régimen de corrupción e injusticia, aunque destruyan al país, aunque terminen de desgraciarnos a todos.
El sentido de la organización social
En esta presentación, que por momentos se convirtió en mitin de apoyo a López Obrador, el ex candidato presidencial destacó que luego del fraude electoral de 2006 ha mantenido un trabajo de organización social y política en todo el país, que ha llevado a la conformación de 16 mil comités no sólo en 2 mil 38 municipios de régimen de partido y 418 de usos y costumbres, sino en rancherías, pueblos y ejidos, organización social indispensable para la transformación que le urge al país. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, ese es el sentido de la organización social, subrayó
Siguiendo el hilo conductor que propone Muñoz Ledo, que sugiere vías radicales, aunque pacíficas, para superar el ciclo neoliberal, Alejandro Encinas, aspirante a la candidatura al gobierno del estado de México por el PRD, coincidió también con el autor en la condena a las alianzas electorales que sólo desdibujan a las fuerzas progresistas.
Destacó que la izquierda mexicana, “tras ser víctima de la defraudación en 2006, ha enfrentado costosamente el dilema de la honestidad política y la abrogación del doble lenguaje; la opción entre colaboracionismo y oposición verdadera. Es la combinación entre avances electorales y movilización social.
A partir del reconocimiento de Felipe Calderón como presidente de la República, los grupos colaboracionistas de la izquierda han continuado negociaciones vergonzantes para conservar cotos de poder en las cámaras del Congreso y en el liderazgo partidista. Por ello, Porfirio Muñoz Ledo atestigua su desempeño como coordinador del Frente Amplio Progresista, que aglutinó a los tres partidos de izquierda y numerosas agrupaciones sociales, periodo en el que se opuso al pragmatismo cínico de los pactos electoreros que comprometen la búsqueda de la equidad social, la moral republicana y el cumplimiento pleno de los derechos sociales.
En su turno, la maestra Ifigenia Martínez destacó de la obra de Muñoz Ledo la referencia a la descomposición del régimen priísta que culminó en la imposición fraudulenta de Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia de la República.
En coincidencia con Porfirio Muñoz Ledo, Lorenzo Meyer, Ifigenia Martínez, López Obrador y Encinas defendieron esta vía radical para la transformación del país. No más de lo mismo con el Ejército en las calles, no más de lo mismo sin reformas económicas, no más de lo mismo. Hay que darle nueva vida a lo que está descompuesto, dijeron.

El narco ya es un "Ejército paralelo", alerta Muñoz Ledo

Rosalía Vergara



MÉXICO, DF, 18 de enero (apro).- Al presentar hoy su libro La vía radical para refundar la República, el diputado federal petista Porfirio Muñoz Ledo advirtió que el narco ya es un “Ejército paralelo” a la existencia de las Fuerzas Armadas del país.
Muñoz Ledo también destacó la configuración en México de un “Estado fallido”, así como la pérdida de territorios frente al crimen organizado.
En la Antigua Escuela de Jurisprudencia, en el Centro Histórico, el legislador argumentó que “la idea central habla de Estado fallido, hay análisis que hablan de 12 connotaciones, 12 causas o razones del Estado fallido, y nosotros ya llevamos diez, y hasta hace poco no teníamos la creación de un Ejército paralelo, pues ya lo tenemos”.
También es un hecho “la pérdida del control sobre el territorio, ya lo tenemos todo, nos falta uno o dos puntos”, puntualizó Muñoz Ledo en el evento al que acudieron el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador; los diputados federales Alejandro Encinas e Ifigenia Martínez, así como el historiador Lorenzo Meyer.
Por su lado, López Obrador aseguró que se está construyendo la unidad del pueblo, desde abajo y con la gente, en referencia a las declaraciones del fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, quien la víspera sostuvo que “ni rezándole a todos los santos” se lograría unificar al perredismo nacional.
El excandidato presidencial señaló que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que él encabeza, está trabajando en pro de la unidad de las izquierdas y para que “el gobierno esté en manos del pueblo y no en manos de la mafia en el poder”.
Luego negó una fractura con el PRD. “Nosotros buscamos la unidad, pero abajo, con el pueblo, para que con la gente se logre el resurgimiento de México”.
Enseguida el tabasqueño rechazó cualquier tipo de alianza partidista, pues “nuestra alianza es con el pueblo”, sentenció.
En la presentación del libro, López Obrador comentó que “debemos pensar como rescatar al país. Coincido en la vía radical, en el sentido de que no es violencia, sino la organización ciudadana, la que llevará a la transformación del país”, expresó.
En tanto, Alejandro Encinas consideró que la transformación radical de la República requiere civilidad, paz y madurez. Y coincidió con Muñoz Ledo, en el sentido de que no existen condiciones para construir un espacio de entendimiento entre “ilegitimidad y democracia”.
Mientras, el historiador Lorenzo Meyer dijo que “cuando uno piensa en Porfirio y política, pensamos en Porfirio Díaz, pero ése es historia. En el siglo XXI, la referencia es Porfirio Muñoz Ledo y la política. El Porfirio de nosotros es la oratoria y la palabra que usa como arma”.
Por último, Muñoz Ledo agradeció a los presentadores sus palabras y envió un mensaje a los presentes:
“Pienso en un despertar ciudadano, porque el arma de la política es la paz, y el de la regresión es la violencia. Por eso me preocupa tanto la violencia en este país y que esta violencia la use el antiguo régimen para recuperar territorio.
“Si dejamos que siga pasando lo que pasó en Guerrero (la agresión a Guillermo Sánchez Nava, representante del PRD ante el órgano electoral), esta actitud se extenderá a todo el territorio del país y ése sí será el fin de la República”, alertó.

mav
-fin de texto

Multa y ... ¡ Cinismo !

Ejército pierde visión nacionalista

El general Samuel Lara Villa –presidente de la Federación de Militares Retirados General Francisco J Múgica, AC– explica que la desarticulación del sector castrense inició en el sexenio de Miguel Alemán. Desde entonces, asegura, se escogen a los militares “más dóciles y sin convicciones revolucionarias”.

Sexenio tras sexenio, señala, los generales secretarios se preocupaban por cumplir de manera lacayuna los mínimos caprichos de quien los había puesto en el poder, sin importarles que violaran la Constitución de 1917. “Para eso inventaron la ‘lealtad a las instituciones’; seguramente, ignoraban que las instituciones las estableció la Carta Magna”.

Agrega que el último general revolucionario que encabezó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue Francisco J Múgica, quien evitó la reelección de Miguel Alemán. La Ley Orgánica del Ejército y la Armada en ese entonces todavía conservaba la misión de “mantener el imperio de la Constitución y las leyes que de ella emanen”.

Para el general en retiro, Vicente Fox “se aseguró de nombrar a un católico en el alto mando del Ejército y se cuidó de gratificarlo convenientemente en unión de los mandos supremos. Metió la religión católica a los cuarteles, pero todavía se topó con rasgos de dignidad por parte de militares que no le permitieron hacer uso de las Fuerzas Armadas indiscriminadamente”.

Al término de su gestión, asegura Lara Villa, el general Clemente Vega García seleccionó a su relevo.

“Preparado el fraude, había que asegurar la instalación del espurio. El general Clemente Vega García se hace a un lado y asume el alto mando de la Sedena el escogido: general Guillermo Galván Galván, quien se encargaría de asegurar la toma de posesión de Felipe Calderón”.

Para ello, señala, inventó la ceremonia en el Campo Marte de Paseo de la Reforma, con la participación del alto mando de la Armada. Entonces, recuerda, “Fox depositó la banda presidencial en manos de un cadete del Colegio Militar que la mantuvo en custodia y la llevó al Palacio Legislativo el 1 de diciembre de 2006, con el fin de que Fox le entregara, en medio de un fuerte dispositivo, la banda a Calderón, y éste saliera inmediatamente del recinto camaral”.

http://www.voltairenet.org/article166008.html

Víctima. Hórax.

La evaluación del magisterio

Editorial EL UNIVERSAL

La educación en México está lejos de ser la mejor posible; lo dicen todos los estudios internacionales al respecto. Uno de los factores que influyen en esa realidad es la calidad de nuestros profesores. Por eso resulta increíble que del total de maestros que hay en el país cerca de 800 mil hayan decidido no ser evaluados. ¿Acaso tendría que ser una cuestión optativa? Es una regla en cualquier política pública que sin diagnóstico no hay manera de hallar la mejor solución posible.

Sorprende la cifra recabada por la Secretaría de Educación Pública sobre todo porque la evaluación era un requisito, supuestamente indispensable, para que los maestros recibieran estímulos de hasta 150% de su sueldo. Esta anomalía nos puede hacer especular varias cosas. O los profesores nunca se enteraron de la opción, o no necesitan el incremento, o han conseguido recibirlo a través de otros canales, o tienen más razones para negarse a ser evaluados de las que tienen para realizar el trámite. Por los resultados de este examen, la respuesta parece ser la última, si bien tal vez no es la única

El Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés) por citar la más reconocida de las mediciones educativas, no examina la calidad de los maestros, pero sí la de sus resultados. Dicha prueba ha demostrado año con año que México está por debajo del nivel educativo del resto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. ¿Esto qué significa?

A la larga, como lo ha demostrado la historia, son los países con generaciones mejor preparadas los que hacen crecer su economía e incrementan la calidad de vida de sus habitantes. Corea del Sur y Japón son un ejemplo consolidado de cómo aprovechar en ese sentido la ciencia y la tecnología. Hacia allá se dirigen a últimas fechas países como China e India, incluso Brasil a pesar de que sus indicadores educativos son similares a los de México.

Cambiar el hecho de que nuestro país exporte frutas y maquila en vez de barcos o computadores depende en primera instancia de la educación. Llegar a ser parte de la sociedad del conocimiento tiene como primer paso diagnosticar adecuadamente los recursos educativos. Eso incluye a los maestros.

Los recursos naturales y la mano de obra barata para la exportación ya no pueden sostener más los privilegios acumulados. Hay que apoyar a los profesores, como a todos, en proporción a la calidad de su trabajo

Buen uso. Rapé

Peña Nieto violó la Constitución: IFE

Redacción/SDP | 19 de Enero, 2011 - 00:18
Envía7 .Enrique Peña Nieto violó la Constitución con sus spots a nivel nacional para promover su quinto informe de gobierno, dictaminó el IFE. .El IFE determinó que el gobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto, violó la Constitución y la ley electoral con promoción personalizada pagada con recursos del erario en spots difundidos a nivel nacional por su quinto informe de gobierno.

De acuerdo con Reforma, con cuatro votos a favor y dos en contra, los consejeros del IFE dictaminaron que está fundada la queja del PAN contra Peña Nieto por violar el artículo 134 Constitucional, el cual prohibe el uso de recursos públicos para promoción personalizada, además de haber violado también el artículo 228 párrafo 5 del Cofipe, el cual limita la difusión de informes de servidores públicos al territorio de su competencia. Es decir, a medios locales.

A favor de validar la queja contra Peña Nieto estuvieron el consejero presidente Leonardo Valdés, y los consejeros Macarita Elizondo, Alfredo Figueroa y Benito Nacif. En contra estuvieron los consejeros Marcos Baños y Francisco Guerrero.