viernes, 3 de septiembre de 2010
Empieza el PRI proceso para expulsar a Murat; lo culpa de la derrota en Oaxaca
Roberto Garduño y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Viernes 3 de septiembre de 2010, p. 17
La Comisión de Honor y Justicia del PRI empezó un proceso de expulsión contra el ex gobernador de Oaxaca José Murat por su presunto respaldo a la campaña de la coalición opositora para la gubernatura de Oaxaca, que encabezó Gabino Cué Monteagudo.
En respuesta, Murat sostuvo que la dirigencia nacional priísta trata de buscar chivos expiatorios de las derrotas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Hace una semana, el ex gobernador recibió la notificación sobre dicho proceso, iniciado por una persona que se identificó como Nabor López García, presunto consejero suplente del Consejo Político Nacional del PRI. Murat refirió en entrevista que tras recibir el oficio presentó sus alegatos de descargo, pero el martes pasado también abrió un juicio para la protección de sus derechos político-electorales.
Aseguró que el proceso de expulsión tiene el aval de la presidenta del tricolor, Beatriz Paredes Rangel. "Seguimos siendo un partido a la vieja usanza, que toma decisiones en la cúpula, entre cuatro o cinco que asumen actitudes de venganza cuando hay opiniones distintas a las de Beatriz Paredes, y entonces se inicia la persecución de los militantes".
Aseguró que con el procedimiento, la dirigente del partido pretende granjearse el respaldo del sector duro del PRI para sus aspiraciones rumbo a 2012. "Lamentablemente, no hace mucho que el Comité Ejecutivo Nacional dejó de tener dirección y es controlado por una camarilla. Es una lástima que el PRI sufra una involución en alguno de sus cuadros dirigentes", expresó. Paralelamente, el Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca revisará este viernes otra solicitud de expulsión contra Murat, en una reunión que tendrá lugar en el salón de fiestas Dyonisius, en la capital del estado.
Murat rechazó los señalamientos de que ha operado contra el PRI y recordó que participó activamente en la campaña del candidato al gobierno de Veracruz, Javier Duarte. "En Oaxaca nadie me invitó a colaborar, como sí lo hicieron en Veracruz, donde se me convocó a trabajar en algunas áreas estratégicas de esa campaña triunfadora, y de eso sí hay constancias".
Planteó que las acusaciones se basan en un documento frívolo, cuyo sustento son copias de notas periodísticas, de columnas y de mensajes vía Twitter. "Sólo con eso se intenta expulsarme, cuando se trata de versiones de segunda mano, inclusive de chismes; si fuera cierta esta especie, también Beatriz Paredes debía ser enjuiciada y expulsada, porque según el chisme de la época, ella contribuyó a la derrota del PRI en Tlaxcala al respaldar a candidatos de otros partidos".
En este caso –agregó–, también habría que revisar a quién señalará la cúpula del PRI como responsable de las derrotas en Sinaloa y Puebla y la debacle en Durango. “O el último caso, el de Guerrero, donde por impericia e incapacidad se manejó una candidatura desaseada, que derivó en la salida de uno de los cuadros más importantes del tricolor”.
Senadores critican el llamado de Saynez a la delincuencia; "refleja desesperanza"
Víctor Ballinas y Andrea Becerril
Periódico La Jornada
Viernes 3 de septiembre de 2010, p. 14
Senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) consideraron desafortunado el llamado a la "sensatez" que el secretario de Marina, Francisco Saynez Mendoza, hizo a los narcotraficantes. "Es una especie de reconocimiento de la incapacidad de las instituciones" para frenar el crimen organizado, advirtió el perredista Tomás Torres.
Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del PRI, dijo que el almirante tendrá sus razones para haber hecho tal llamado. "Espero que el delincuente que lo escuche lo atienda".
En tanto, el panista Felipe González, presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Senado, aseveró que "es un señalamiento muy válido. Quiero entender que el secretario de Marina trató de mandar el mensaje de que no es ensañándose ni siendo crueles con la sociedad civil como van a lograr que el gobierno deje de combatirlos".
Tomás Torres, senador del PRD, manifestó que "esa expresión del almirante es desafortunada. No debemos entenderla como una especie de clemencia, sino como una posibilidad de entendimiento" que todos han repudiado, incluido "el comandante supremo de las fuerzas armadas".
–El gobierno federal le declaró la guerra al narcotráfico. ¿Cómo le puede pedir sensatez?
–Al que hay que pedirle sensatez es al secretario de Marina.
El senador Torres subrayó: "fue inadecuado que el secretario de Marina haya hecho ese llamado; es una especie de reconocimiento de la incapacidad de las instituciones para frenar el crimen organizado".
En lo político "también se vale rectificar. Hay que hacerlo, porque las fuerzas armadas están en condición de instituciones leales a México, leales a la sociedad".
Fernando Castro Trenti, senador priísta, dijo: "¡qué buen nivel de diálogo se está construyendo! Entiendo que es un llamado a un compás de espera, para que luego sigan las actividades ilícitas".
Abundó: "es una mala señal que la autoridad que debe hacer un llamado a que se respete la ley, les pida a los narcotraficantes permiso para que el 15 y el 16 de este mes no atenten contra civiles, después ya veremos. Eso es lo que está diciendo (...) Ese llamado refleja desesperanza".
Beltrones dijo que el secretario de Marina es un funcionario probo, capaz, que ha mostrado enorme patriotismo. "Viniendo de una alta jerarquía de las fuerzas armadas, implica que nosotros tuviéramos que escucharlo con mucha atención. Él tendrá sus razones por las cuales está haciendo un llamado de esa naturaleza. Yo espero que delincuente que lo escuche, ojalá y lo atienda".
El panista González insistió: “el llamado a la sensatez es porque ellos saben que quien los persigue es la autoridad, es el Estado mexicano. Creo que ese llamado es para decirles: ‘no es a la sociedad a la que tienen que sacrificar para pedir impunidad’”.
¿En qué gastó Molinar Horcasitas?
Astillero
Calderón, entre Fidel, el Gavioto y La Barbie
Federico Arreola
02 de Septiembre, 2010
En México nada es lo que parece. Todos los principales actores políticos en nuestro país son mentirosos y desde hace años dejaron de mentir por estrategia. Ahora engañan por naturaleza. Se ha dado algo así como una mutación en los "genes" de los políticos que "triunfan". Después de décadas de faltar a la verdad en forma conciente, deliberada, buscando un fin determinado pero sin engañarse a sí mismos, desde la llegada de los panistas al poder el político mexicano vive tan metido en sus mentiras que se las cree. No es cinismo, sino un mal psiquiátrico.
Una francesa acusada de secuestro está en una cárcel mexicana. Al margen de la culpabilidad de esta mujer, lo que exhibió a nuestro sistema policiaco fue el montaje. Participaron los medios de comunicación mexicanos y el gobierno federal. Fue transmitido "en vivo" el arresto de la europea. Pero no hubo tal. Se trató de una escenificación, de una pésima y aun tétrica obra de teatro que debería ser suficiente para que un juez liberara a la acusada.
En un operativo de las fuerzas armadas en Cuernavaca resultó muerto Arturo Beltrán Leyva. El cadáver del capo fue fotografiado por las autoridades mexicanas para darlo a conocer a la opinión pública. Hasta ahí, todo más o menos correcto. El problema fue la forma en que se presentó el cuerpo de Beltrán Leyva: desnudo, cubierto de billetes... terrible papel el que hizo el gobierno mexicano que no respetó la dignidad de una persona. Porque aun el peor criminal es un ser humano y tiene derechos que por ningún motivo se pueden violentar.
Felipe Calderón visitó Veracruz para estar presente en una tragedia social provocada por inundaciones. Caminó con el agua hasta las rodillas al lado del gobernador Fidel Herrera. Hasta se vieron bien ambos personajes. Televisa, que a pesar de tener su propia agenda política (apoya a Peña Nieto), es el verdadero ministerio de comunicación del estado mexicano, dio a conocer la nota. Con "objetividad" contrastó la imagen de Calderón bien metido en el agua con una de Herrera en lancha burlándose del gobernador veracruzano. Desde luego, Televisa no publica nada relacionado con Calderón sin el visto bueno de Los Pinos. Aquí la empresa de Emilio Azcárraga Jean mató dos pájaros de una pedrada: quedó bien con Calderón y golpeó a un fuerte rival de Enrique Peña Nieto en la contienda interna del PRI por la candidatura presidencial en 2012. Naturalmente, Televisa ni dio explicaciones ni se disculpó ni volverá a ocuparse del asunto porque, dirá Joaquín López-Dóriga, en esa empresa se dijo "la verdad".
La policía federal detuvo en el Estado de México a La Barbie. El que se supone es el más sanguinario narcotraficante no opuso resistencia, o al menos, corrió con la enorme suerte de haber peleado hasta el límite de sus fuerzas antes de entregarse sin que le pasara nada. El menos violento capo apellidado Coronel peleó por su vida en Guadalajara y lo mataron. Beltrán Leyva se resistió al arresto en Cuernavaca y lo mataron. Otros capos que han sido aprehendidos cuando son presentados ante la opinión pública mínimamente lucen un golpe en el rostro. Con La Barbie las cosas fueron de otro modo.
Cuando La Barbie apareció en televisión no se le veía ni asustado ni agresivo y ni siquiera reflejando en su rostro la incertidumbre que cualquiera exhibiría en una situación así. Después de la captura de Oziel Cárdenas, cuando éste apareció ante las cámaras, su expresión era retadora y preocupada. La Barbie, no. La Barbie se veía tranquilo, seguro, convencido quizá de que dadas las circunstancias había logrado ya el mejor acuerdo posible.
No me sorprendería que en el futuro se descubriera que el arresto de La Barbie en el Estado de México fue un montaje. Que el capo fue atrapado en otro lugar y en otro momento, que se negoció con él algún tipo de privilegio a cambio de información, y que después aceptó participar en la escenificación que todos hemos visto. ¿Con qué propósito? Guerra sucia política, grilla electoral.
No sé por qué, pero mucho me temo que pronto en el contexto de las elecciones mexiquenses de 2011 aparecerán "impactantes revelaciones" de La Barbie que involucrarán en sucios asuntos a la mitad del gabinete de Peña Nieto. En el México de las mentiras, de la simulación todo es posible. Sabemos que Calderón está decidido a acabar con Peña Nieto y en sus planes está ponerlo fuera de combate en las elecciones de gobernador del Estado de México del próximo año. De ahí la insistencia en una nueva alianza PAN--PRD, pero por si ésta no bastara, los "estrategas" del gobierno federal están ya integrando toda clase de expedientes contra el novio de la gaviota.
Por supuesto a mi me importa poco el bienestar político de Peña Nieto, lo que no me gusta es lo que veo venir: todo el aparato del gobierno federal, basado en verdades y en mentiras, contra un político de oposición. Y mientras no se dé el cambio en la presidencia en 2012, Peña Nieto, a pesar de su poder y del apoyo que tiene de una parte de la mafia económica, sigue militando en la oposición.
Esta guerra sucia contra Fidel Herrera y contra Enrique Peña Nieto la rechazo porque es una película que ya vi e incluso, literalmente produje con el cineasta Luis Mandoki: la de todo el aparato de poder contra la oposición.
Los que estamos con Andrés Manuel López Obrador porque buscamos un cambio verdadero en México, debemos ser siempre los primeros en oponernos en la utilización política del poder que es lo único que verdaderamente sabe hacer Felipe Calderón, que como no ha podido ser un gobernante eficaz ha decidido actuar como toda su vida lo ha hecho: como un grillo profesional, uno de esos que acabaron con la decencia y los principios que dieron origen al Partido de Acción Nacional.
Periodistas en la guerra Víctor M. Quintana S.
omo están las cosas, casi cada reportera o reportero en Chihuahua, y en muchos estados de la República, deviene corresponsal de guerra. Pocas veces en la historia había sido tan riesgosa esta profesión en México, pocas veces tan necesaria. En esta interminable cuan ineficaz guerra decretada por Calderón, las y los trabajadores de los medios, sobre todo reporteros y fotógrafos, son no sólo testigos, también protagonistas de esta dolorosa historia social.
Una terrible prueba de la importancia de la labor de los trabajadores de la prensa, a la vez que de la molestia que ésta provoca en los poderes, ya sea institucionales, ya sea fácticos, son las numerosas agresiones que han padecido y que hacen de nuestro país el segundo más inseguro en el mundo para ejercer esta profesión. Agresiones que pueden venir tanto de los criminales, como de los supuestamente encargados de combatirlos.
Todos los días en los diversos medios impresos, digitales, radiofónicos o televisivos, hay muestras continuas del tenaz y comprometido trabajo reporteril. En estas mismas páginas de La Jornada, Miroslava Breach y Rubén Villalpando nos han regalado una y otra vez sus crónicas y reportajes del horror cotidiano que en Chihuahua se vive desde que comenzaron los operativos conjuntos.
Para enriquecer aún más el aporte periodístico a la documentación de esta improvisada batalla, varios periodistas acaban de publicar el libro colectivo La guerra de Juárez (Planeta, 2010), coordinado por Alejandro Páez, en el que toman parte Marcela Turatti, Sandra Rodríguez, José Pérez Espino, Enrique Lomas, Miguel Angel Chávez Díaz de León e Ignacio Alvarado. Excelente recolección de reportajes sobre estos años de combate en Juárez, sus antecedentes, consecuentes, personajes, impactos, etcétera.
Con el estilo propio de cada autor, pero coincidiendo en un ágil manejo del lenguaje, con no pocos destellos literarios y de new journalism, este grupo de periodistas chihuahuenses, jóvenes en su mayoría, nos presentan 24 estampas vívidas de otros tantos aspectos de esta batalla que tan sólo en el estado de Chihuahua ha arrojado más de 8 mil muertos, casi 30 por ciento del total nacional.
En estas páginas podemos encontrar la génesis personal de algunos maleantes; también, varias crónicas del dolor y la destrucción de familias. Viajes al origen local del cártel, con sus personajes como La Nacha y las odas cantadas al contrabando. Reconstrucciones de pasajes diversos de la guerra sucia en contra de la población, por parte de Ejército y policías. Pruebas narrativas de la corrupción de éstos. Asimismo, el constante acoso de las fuerzas del orden sobre los adictos. Nostalgias de la ciudad bullanguera, abierta, liberal, con sus noches interminables, que les fue arrebatada a los juarenses. Rastreos del origen del feminicidio, y la negligencia en diseñar políticas públicas para prevenirlo y terminar con su impunidad. Cuidadoso y documentado seguimiento de los daños colaterales de esta guerra: cierre de negocios, migración a Estados Unidos.
Con ejemplos como el de este libro, el de muchas notas y reportajes, las y los periodistas de este país nos están mostrando nuevas formas de generar no sólo información, también conocimiento. Éste no tiene que esperar a la labor de los académicos y expertos. Se va construyendo en la calle, en el día a día, en la investigación que combina la vivencia directa del que investiga con la entrevista, el análisis de documentos, la participación en algunos hechos.
Y lo que va quedando claro es que la prensa en sus diversas formas ha reafirmado y adoptado nuevas funciones sociales en este contexto muy concreto, en esta coyuntura de violencia. La primera de ellas, visibilizar lo que los poderes fácticos o institucionales se empeñan en ocultar: el dolor y la destrucción generada por aquéllos; la colusión de unos y otros, los datos de los terribles efectos de esta guerra: asesinatos, secuestros, violaciones, incendios, exilios.
La segunda, cuestionar las versiones oficiales: los verdaderos alcances de las estrategias de seguridad pública, el nivel de la corrupción y la colusión de servidores públicos, los fracasos de los operativos.
La tercera, ofrecer el punto de vista de las víctimas: de las familias de las mujeres asesinadas o desaparecidas; de los torturados o aprehendidos injustamente; de quienes sufren el terror de los levantones, extorsiones y secuestros.
En medio del horror, de la violencia criminal o de las instituciones, la sociedad mexicana deja relucir de pronto destellos de las reservas éticas y creativas que mantiene y reproduce a pesar de quienes la gobiernan y quienes la atacan. Una de estas reservas es el compromiso moral y profesional de muchos trabajadoras y trabajadores de la información. Otro pequeño oasis en este interminable desierto.
El informe Avelino Soto Ugalde
El informe | ||||
Avelino Soto Ugalde Catedrático | 02-09-2010 | 23:00 | Opinión | ||||
Venturosamente llegamos a septiembre. Y es correcto decir venturosamente, porque el alto grado de inseguridad y de violencia que estamos padeciendo no únicamente en la ciudad, sino en todo el país, nos coloca a todos, hombres y mujeres, en el riesgo de perder la vida en cualquier momento. |
Antisindicalismo en Banobras - Miguel Ángel Granados Chapa
Antisindicalismo en Banobras | ||||
Miguel Ángel Granados Chapa Periodista | 02-09-2010 | 22:58 | Opinión | ||||
Distrito Federal– Está en curso la formación de una nueva federación de sindicatos bancarios, que agrupará a los que son la contraparte laboral de la banca de desarrollo. Desde hace décadas miembros de la federación perteneciente al Congreso del Trabajo, los trabajadores de instituciones de crédito de bancos gubernamentales han encontrado que sus intereses serán mejor servidos en una agrupación especializada y han dado los pasos necesarios para constituirla.
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El fracaso Luis Javier Garrido
l fracaso de Felipe Calderón en la jefatura de facto del Estado mexicano ha sido analizado en los medios al llegar la fecha del que debió ser el cuarto Informe (que no se dio), subrayándose el desastre al que han llevado las acciones de violencia militar y policial que ha buscado presentar como lucha contra el narcotráfico
, y que han ocupado lo central de su gestión, pero muy pocos han precisado, más allá de que no han alcanzado los objetivos anunciados de destruir a los cárteles y minar el narcotráfico, las gravísimas consecuencias reales a las que han conducido.
1. Las políticas de Calderón instauraron durante todos estos años un Estado de ilegalidad absoluta en el país, al hacer actuar al Ejército y a la Marina en violación a la Constitución, y al tolerar además sus abusos de poder. La explicación
dada por él a Joaquín López Dóriga, el 25 de septiembre, afirmando que el 89 constitucional lo faculta para utilizar a las fuerzas armadas para la seguridad interior
del país, la hizo por consiguiente con la intención de engañar a los mexicanos, pues no puede ignorar lo que se ha repetido hasta la saciedad y es que para ello debe previamente el Congreso votar una ley de suspensión de las garantías individuales conforme al artículo 29, ya que el 129 prohíbe expresamente en tiempos de paz toda actuación de este tipo de las fuerzas armadas, y el 21 da al Ministerio Público y a su policía la exclusividad en la investigación y persecución de los delitos.
2. Tales políticas han provocado en estos años una violación sistemática del gobierno panista a los derechos humanos, como lo han constatado dependencias de Naciones Unidas y múltiples organizaciones internacionales al señalarlo a escala internacional por innumerables actos de barbarie, desde homicidios hasta detenciones ilegales, allanamientos domiciliarios y vejaciones a la población, como nunca antes en la historia de México, en especial al utilizarse estas políticas para amedrentar al pueblo y a las organizaciones sociales y criminalizar la inconformidad. Son ya más de 3 mil los desaparecidos en el periodo calderonista, según reportaba La Jornada el 30 de agosto.
3. El gobierno que ofreció desde sus inicios atacar el problema de la inseguridad ha creado por el contrario la mayor inseguridad que se recuerde en el país en los últimos 80 años. Ello ha suscitado el encono de todos los sectores del país, incluyendo los más conservadores, muchas de cuyas organizaciones se han sumado al reclamo de que Calderón se vaya y deje con sus acciones de dañar a México.
4. La utilización ilegal y abusiva de las fuerzas armadas se ha revertido en estos años contra el propio Estado mexicano, ya que ha conducido tanto a una mayor corrupción como a una verdadera desintegración tanto del Ejército como de la Armada. La corrupción de militares y marinos que se han dedicado a trabajar para los cárteles desde sus propias corporaciones, aunada a las decenas de miles de desertores de ambos cuerpos que han pasado a engrosar las filas del narco para servirle como sicarios capacitados en el manejo de las armas, era sin embargo previsible, y aunque muchas voces advirtieron al gobierno calderonista de dicho riesgo, éste persistió en su obcecación y en su mala fe. Los grupos más conservadores estimaban hace un año en más de 100 mil el número de elementos de las fuerzas armadas que se habían pasado a las filas del narcotráfico, y ahora asumen haberse quedado cortos.
5. Las políticas de Calderón
fortalecieron en consecuencia a los cárteles, que se hicieron más activos, y sobre todo se tornaron de grupos medianamente armados en verdaderas organizaciones paramilitares, con elementos y efectivos provenientes del Ejército, y entraron con el gobierno en la espiral de la violencia que se buscaba desde el poder.
6. Las políticas del gobierno supuestamente contra el narco, dictadas y decididas por la DEA y otras agencias del gobierno estadunidense, han conducido en cuatro años a que las fuerzas de seguridad, tanto policiacas como militares, y sobre todo las navales, estén cada vez más bajo el control del gobierno estadunidense y que, por lo mismo, las que deberían ser decisiones soberanas del gobierno de nuestro país sean ahora de Washington y en función de sus políticas, y que sean sus expertos los que decidan a quién golpear y con quién negociar, con el objetivo ya señalado por muchos expertos que es el de la pretensión que tienen de reordenar el negocio conforme a sus intereses, a cambio de lo cual el gobierno calderonista se adjudicaría el tener aparatos de inteligencia de los cuales carece y podría presentar mediáticamente algunas acciones como supuestos éxitos. El capo llamado La Barbie, presentado el 30 de agosto para generar un impacto mediático, se sonreía a todas luces porque sabe que negoció su detención para ser extraditado y protegido como testigo por la DEA.
7. Las políticas de Calderón han hecho en consecuencia de México el espacio para que se lleven a cabo operaciones violentas de todo tipo, incluso de terrorismo, con objetivos políticos. Ya desde mediados de 2009 expertos señalaban que decapitaciones, narcomantas y ejecuciones eran obra por igual de militares como de ex militares al servicio del narco y que tendían cada vez más a fortalecer la imagen de México como un narcoestado para propiciar en todos los órdenes la intervención del exterior. La ejecución de 72 migrantes centro y sudamericanos en San Fernando, Tamaulipas, el 26 de agosto, ha suscitado por eso todo tipo de interpretaciones, fortalecidas al haberse escondido a los incómodos sobrevivientes, en particular porque históricamente las fuerzas represivas de México han abusado de los indocumentados de estos países cuando atraviesan el territorio nacional, como lo sostiene Amnistía Internacional, según reporta Proceso 1765.
8. La guerra de Calderón
, que según todos los análisis ha conducido a un fortalecimiento de los cárteles y del negocio del narcotráfico, ha perjudicado por el contrario de manera descomunal a la economía, como llevan cuatro años discutiéndolo tanto analistas como los hombres de negocios
; de ahí el reclamo airado del pueblo, que incluye también a miles de empresarios.
9. La responsabilidad del gobierno es también muy grave en lo que acontece a los mexicanos del otro lado de la frontera y a los que buscan huir del sistema panista. No se puede desconocer que al contribuir de manera expresa Calderón con sus políticas de violencia a fortalecer la imagen de México como un Estado fallido
, ha actuado contra los intereses de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, que son ya criminalizados por serlo en diversos estados y por lo mismo a fortalecer el clima de intolerancia.
10. La opción del gobierno de dar prioridad a la supuesta guerra contra el narco buscaba desde consolidarlo en el poder hasta encubrir su abandono de las políticas sociales del Estado. En la pachanga mediática para sustituir al Informe que organizó Calderón el jueves 2 en el patio de Palacio Nacional ante sus propios subordinados, que poco por cierto le aplaudían, llamó por eso desesperado a construir una política de Estado en materia de seguridad
, reconociendo así implícitamente que ésta no existe y que lo que hay es una serie de desenfrenadas acciones criminales de violencia estatal para satisfacer las ambiciones de él y de su grupo.
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