Miguel Concha
Día de la Ciudadanía
Durante varias décadas fue habitual que los analistas de la política mexicana, particularmente extranjeros, expresaran su admiración por la prolongada estabilidad política del país. Hoy a ninguno se le ocurriría afirmar que México es un modelo de ello. Aunque parece que esta evidencia aún no se asume en los círculos del poder, quienes siguen tomando decisiones sin tener en cuenta que el viejo modelo de gobernar ya no genera estabilidad, y que, por tanto, debe ser cambiado. Como en el muy conocido relato del Rey desnudo, hace falta que los ciudadanos les digamos que no llevan ningún vestido invisible, que sus decisiones están desnudas de honestidad y eficacia y que urge cambiar el camino.
Tres marchas distintas este mismo fin de semana –más allá de sus diferencias ideológicas– representan un grito al unísono: “el régimen político va desnudo”. Hoy mismo, seguramente, cientos de miles saldrán a la calle a demandar al gobierno garantías de seguridad. Al menos eso es lo que se ha anunciado. El incremento de la violencia contra las personas y sus bienes por medio de secuestros, asaltos, robos, agresiones sexuales e incluso desapariciones forzadas, les llevarán a recordarle al gobierno que una de sus principales obligaciones es la seguridad, la que por supuesto no puede darse a costa de disminuir las acciones y recursos en favor del bienestar social ni del crecimiento económico, que son parte de la seguridad humana, y cuyo descuido es también base de la violencia. Menos todavía a costa de las garantías constitucionales y las libertades públicas.
Es cierto que la impunidad de los delincuentes, asociada necesariamente a la corrupción de los cuerpos de seguridad y del sistema de justicia, es causa inmediata de la ineficacia en la seguridad pública, pero también es cierto que un país en crisis social, con niveles de vida en deterioro continuo y polarización política, no tiene condiciones para enfrentar muchos de los orígenes y causas de las acciones de la delincuencia. De nada sirve incrementar las penas, si no hay a quienes aplicárselas.
Mañana, otros muchos cientos de miles saldrán a la calle a demandar del gobierno que no hipoteque el futuro del país con una reforma energética que supone que basta con la participación privada para solucionar los graves problemas nacionales como por arte de magia.
Reivindicando la historia de nuestra nación, los manifestantes del domingo demandarán que el gobierno no imponga una reforma, que además de sus consecuencias negativas –como se puso de manifiesto en los foros de alto nivel realizados en el Senado–, ciertamente generará una mayor crispación, en el ya de suyo endeble régimen político, y con ello una ruptura de consecuencias impredecibles. También el primero de septiembre una gran cantidad de organizaciones campesinas, civiles y sindicales –que en enero de 2007 y enero de 2008 realizaron dos megamarchas hacia el Zócalo de la ciudad de México, y que hoy se agrupan en el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas–, han convocado a toda la ciudadanía de la República a una Jornada Nacional de Lucha, en la que proponen diversas modalidades de expresión de la protesta social, por la falta de voluntad política del gobierno federal para resolver la agenda que le plantearon, que demanda apoyos a la producción campesina, crecimiento económico con generación de empleos y garantía de todos los derechos humanos. Lo que implica cambios en las políticas públicas, pero también en la administración, toda vez que exigen la participación ciudadana en las decisiones que le conciernen. Dichas expresiones culminarán con una gran marcha el próximo lunes, en cuyo mitin informarán de todas las actividades realizadas en el país durante la jornada, y se hará un pronunciamiento político.
Las organizaciones del movimiento han formulado una nueva propuesta, que es básica para el tema que nos ocupa. El primero de septiembre había sido tradicionalmente el Día del Presidente, dedicado a ensalzar lo que fuera el eje del sistema político mexicano, y que hoy se convierte en su principal obstáculo: el presidencialismo. La propuesta es que, a partir de ahora, el primero de septiembre sea el Día de la Ciudadanía, cambio simbólico que estaría marcando el paso de la preminencia del autoritarismo y el arbitrio del poder a la garantía de los derechos del ciudadano, esencia de la democracia, y de la cual las elecciones son sólo un medio, necesario sí, pero insuficiente. Todas estas acciones son un fuerte llamado al gobierno y a la clase política para salir de su marasmo, en cuanto a iniciativas acordes a la situación actual del mundo.
Habrá que admitirlo, vamos a la zaga en América Latina en cuanto a la innovación de estrategias para recuperar el rumbo perdido del desarrollo, el cual es imposible si no se acompaña de democracia e integralidad de derechos. Diversos países experimentan nuevas rutas, sólo México y algún otro país se empeñan en mantener las mismas políticas obsoletas que sólo han traído empobrecimiento y rezago a la región. Sólo hay una forma democrática de arropar al desnudo poder: la garantía de los derechos a la ciudadanía.
Que éste sea el inicio de una transformación, y que cada año verifiquemos sus avances en el Día de la Ciudadanía.
http://www.jornada.unam.mx/2008/08/30/index.php?section=opinion&article=019a2pol
sábado, 30 de agosto de 2008
Jaime Avilés en la Jornada de hoy:
Desfiladero
Jaime Avilés
jamastu@gmail.com
■ ¿Veladoras contra la inseguridad pública o contra López Obrador?
A Felipe Calderón se le fue el país de las manos. Hay 16 millones de desempleados, la inflación es la más alta de los últimos 12 años y las bandas del narcotráfico hoy controlan importantes ciudades y regiones, de Chihuahua a Yucatán, dejando una estela de cadáveres, matanzas a la luz del día, ataques a instalaciones militares, cuerpos decapitados, secuestros y venta de protección a incontables negocios, desde inocentes taquerías hasta ruidosos tugurios de table-dance.
Todo el mundo lo dice, lo sabe, lo palpa: este pequeño “gobierno”, que no fue sino una caricatura sin chiste ni gracia, desapareció entre las patas de los caballos, la falta de profesionalismo, la improvisación, la suma de complicidades y la carencia absoluta de un proyecto nacional. Peor todavía, los terribles problemas que ha causado se agravarán más, y más, y más, mientras la sociedad no lo remplace. ¿Cómo llegamos a tal situación de desastre?
En el principio, sobre las ruinas del modelo socialdemócrata del viejo PRI, nos obligaron a beber las medicinas “amargas pero necesarias” del Fondo Monetario Internacional. Miguel de la Madrid sacó a remate las mil 100 empresas que formaban el patrimonio de la nación. Salinas de Gortari consumó la subasta. Ernesto Zedillo vendió los últimos ferrocarriles y la firma estadunidense que se los compró lo nombró gerente para que los administrara.
El saqueo pronto se reflejó en la estadística: en 1996, el Banco de México reportó que 75 por ciento del dinero depositado en los bancos del país estaba en manos de 2.5 por ciento de los “ahorradores”, mientras el restante se lo disputaban 97.5 por ciento de los cuentahabientes. En 15 años, el neoliberalismo produjo una concentración de riqueza tan injusta como la que existió aquí durante el virreinato.
Cuando un grupúsculo de ricachones se adueñó de casi todas las empresas del Estado –con excepción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad–, Salinas “arregló” la Constitución para que Vicente Fox pudiera ser presidente de la República. Un sexenio más tarde Zedillo hundió al PRI para que Fox ganara las elecciones presidenciales y, gracias a ambos, el ranchero salvaje de Guanajuato encabezó “un gobierno de empresarios por empresarios para empresarios”.
Entre 2001 y 2006 –de acuerdo con datos oficiales de la Auditoría Superior de la Federación–, Fox “devolvió” a los 50 mayores empresarios del país 604 mil millones de pesos, suma idéntica a la que esos magnates en conjunto pagaron al fisco por concepto de impuestos en el mismo periodo. Éstos no dudaron en respaldar a Fox cuando trató de encarcelar a Andrés Manuel López Obrador en 2005, ni en bendecir el fraude electoral de 2006; sabían que el eventual triunfo del tabasqueño les quitaría tan abusivo privilegio.
Conmovido por la adhesión “espontánea” que le manifestaron en aquellos momentos difíciles, Calderón mantuvo la política foxista de no cobrarles impuestos a los más ricos: en el primer semestre de 2008 ya les devolvió 93 mil millones de pesos por concepto de “incentivos fiscales”. Huelga decir que tanto los 604 mil millones de pesos que Fox le robó a la nación para agasajar a sus cómplices, como los 93 mil que acaba de dilapidar Calderón, provienen de las ventas excedentes del petróleo, es decir, del dinero no presupuestado ni comprometido para su gasto que Pemex recibió gracias al aumento constante del precio de los hidrocarburos.
Por no haber invertido esos recursos en obras productivas, creación de empleos y desarrollo de infraestructura, Fox y Calderón son responsables de que México registre el crecimiento económico más bajo de América Latina, inferior incluso al de Haití, que es una de las naciones más pobres del mundo. Si la ultraderecha panista, en lugar de robarse los 700 mil millones de pesos que Pemex captó por las ventas excedentes de petróleo entre 2001 y 2007, hubiera multiplicado las fuentes de trabajo, fortalecido el campo, modernizado los sistemas educativo y de salud, intensificado la investigación científica y tecnológica y construido las refinerías que faltan para reducir la importación de combustible, nuestro país tendría tasas de crecimiento cercanas a 8 por ciento anual, similares a las de Brasil y Argentina, sólo por debajo de la de Venezuela. Pero no.
Todo fue a dar a las manos de unos cuantos, mientras la miseria y la falta de horizontes empujaban a millones a emigrar a Estados Unidos y la economía paralela de la droga absorbía a cientos de miles de jóvenes del campo, a la periferia de las ciudades y ahora también a las clases medias, que nutren las legiones de sicarios del narcotráfico.
Esta noche, algunos de los principales beneficiarios de esta política impulsada por los últimos presidentes –de De la Madrid a Fox– más el breve espuriato de Calderón marcharán para repudiar la violencia del crimen organizado y la impotencia de las autoridades. En realidad, todos los mexicanos deberíamos acudir a esa movilización para exigir la renuncia del gobierno federal por su incapacidad y corrupción manifiestas. Sin embargo, la prensa identificada con esa minoría y con la ultraderecha no habla sino de López Obrador, como si éste fuera responsable de los más de 5 mil muertos que la descomposición del régimen de facto ha dejado por todo el país.
Quienes encabezan la protesta de esta noche en realidad representan los intereses de aquellos que se benefician de la devolución de impuestos y quieren comprar Pemex. Hace cuatro años apoyaron la intentona del desafuero; después financiaron la campaña del odio que polarizó al país; más tarde bendijeron el fraude electoral que en los hechos constituyó un golpe de Estado y se burlaron del IFE violando las nuevas disposiciones que les prohíben difundir mensajes políticos.
Ahora, usando políticamente el miedo, la angustia, el dolor y la desolación que abruma incluso a sus propios familiares y amigos, pedirán que se implante una especie de dictadura militar, con el Ejército en las calles y la abolición de las garantías individuales, como medida extrema para evitar que Calderón se caiga ante la evidente insatisfacción del pueblo.
Por lo pronto, mañana a las 10 de la mañana, en el Monumento a la Revolución, López Obrador dará a conocer las nuevas medidas que adoptará el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, si el PRIAN, una vez reabierto el Congreso, vuelve a intentar la privatización de Pemex. En tal caso –millones de mexicanos lo saben– sobrevendrá un paro indefinido, con cierre de autopistas, para evitar que nos arrebaten lo último que nos queda.
http://www.jornada.unam.mx/2008/08/30/index.php?section=opinion&article=004o1pol
Jaime Avilés
jamastu@gmail.com
■ ¿Veladoras contra la inseguridad pública o contra López Obrador?
A Felipe Calderón se le fue el país de las manos. Hay 16 millones de desempleados, la inflación es la más alta de los últimos 12 años y las bandas del narcotráfico hoy controlan importantes ciudades y regiones, de Chihuahua a Yucatán, dejando una estela de cadáveres, matanzas a la luz del día, ataques a instalaciones militares, cuerpos decapitados, secuestros y venta de protección a incontables negocios, desde inocentes taquerías hasta ruidosos tugurios de table-dance.
Todo el mundo lo dice, lo sabe, lo palpa: este pequeño “gobierno”, que no fue sino una caricatura sin chiste ni gracia, desapareció entre las patas de los caballos, la falta de profesionalismo, la improvisación, la suma de complicidades y la carencia absoluta de un proyecto nacional. Peor todavía, los terribles problemas que ha causado se agravarán más, y más, y más, mientras la sociedad no lo remplace. ¿Cómo llegamos a tal situación de desastre?
En el principio, sobre las ruinas del modelo socialdemócrata del viejo PRI, nos obligaron a beber las medicinas “amargas pero necesarias” del Fondo Monetario Internacional. Miguel de la Madrid sacó a remate las mil 100 empresas que formaban el patrimonio de la nación. Salinas de Gortari consumó la subasta. Ernesto Zedillo vendió los últimos ferrocarriles y la firma estadunidense que se los compró lo nombró gerente para que los administrara.
El saqueo pronto se reflejó en la estadística: en 1996, el Banco de México reportó que 75 por ciento del dinero depositado en los bancos del país estaba en manos de 2.5 por ciento de los “ahorradores”, mientras el restante se lo disputaban 97.5 por ciento de los cuentahabientes. En 15 años, el neoliberalismo produjo una concentración de riqueza tan injusta como la que existió aquí durante el virreinato.
Cuando un grupúsculo de ricachones se adueñó de casi todas las empresas del Estado –con excepción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad–, Salinas “arregló” la Constitución para que Vicente Fox pudiera ser presidente de la República. Un sexenio más tarde Zedillo hundió al PRI para que Fox ganara las elecciones presidenciales y, gracias a ambos, el ranchero salvaje de Guanajuato encabezó “un gobierno de empresarios por empresarios para empresarios”.
Entre 2001 y 2006 –de acuerdo con datos oficiales de la Auditoría Superior de la Federación–, Fox “devolvió” a los 50 mayores empresarios del país 604 mil millones de pesos, suma idéntica a la que esos magnates en conjunto pagaron al fisco por concepto de impuestos en el mismo periodo. Éstos no dudaron en respaldar a Fox cuando trató de encarcelar a Andrés Manuel López Obrador en 2005, ni en bendecir el fraude electoral de 2006; sabían que el eventual triunfo del tabasqueño les quitaría tan abusivo privilegio.
Conmovido por la adhesión “espontánea” que le manifestaron en aquellos momentos difíciles, Calderón mantuvo la política foxista de no cobrarles impuestos a los más ricos: en el primer semestre de 2008 ya les devolvió 93 mil millones de pesos por concepto de “incentivos fiscales”. Huelga decir que tanto los 604 mil millones de pesos que Fox le robó a la nación para agasajar a sus cómplices, como los 93 mil que acaba de dilapidar Calderón, provienen de las ventas excedentes del petróleo, es decir, del dinero no presupuestado ni comprometido para su gasto que Pemex recibió gracias al aumento constante del precio de los hidrocarburos.
Por no haber invertido esos recursos en obras productivas, creación de empleos y desarrollo de infraestructura, Fox y Calderón son responsables de que México registre el crecimiento económico más bajo de América Latina, inferior incluso al de Haití, que es una de las naciones más pobres del mundo. Si la ultraderecha panista, en lugar de robarse los 700 mil millones de pesos que Pemex captó por las ventas excedentes de petróleo entre 2001 y 2007, hubiera multiplicado las fuentes de trabajo, fortalecido el campo, modernizado los sistemas educativo y de salud, intensificado la investigación científica y tecnológica y construido las refinerías que faltan para reducir la importación de combustible, nuestro país tendría tasas de crecimiento cercanas a 8 por ciento anual, similares a las de Brasil y Argentina, sólo por debajo de la de Venezuela. Pero no.
Todo fue a dar a las manos de unos cuantos, mientras la miseria y la falta de horizontes empujaban a millones a emigrar a Estados Unidos y la economía paralela de la droga absorbía a cientos de miles de jóvenes del campo, a la periferia de las ciudades y ahora también a las clases medias, que nutren las legiones de sicarios del narcotráfico.
Esta noche, algunos de los principales beneficiarios de esta política impulsada por los últimos presidentes –de De la Madrid a Fox– más el breve espuriato de Calderón marcharán para repudiar la violencia del crimen organizado y la impotencia de las autoridades. En realidad, todos los mexicanos deberíamos acudir a esa movilización para exigir la renuncia del gobierno federal por su incapacidad y corrupción manifiestas. Sin embargo, la prensa identificada con esa minoría y con la ultraderecha no habla sino de López Obrador, como si éste fuera responsable de los más de 5 mil muertos que la descomposición del régimen de facto ha dejado por todo el país.
Quienes encabezan la protesta de esta noche en realidad representan los intereses de aquellos que se benefician de la devolución de impuestos y quieren comprar Pemex. Hace cuatro años apoyaron la intentona del desafuero; después financiaron la campaña del odio que polarizó al país; más tarde bendijeron el fraude electoral que en los hechos constituyó un golpe de Estado y se burlaron del IFE violando las nuevas disposiciones que les prohíben difundir mensajes políticos.
Ahora, usando políticamente el miedo, la angustia, el dolor y la desolación que abruma incluso a sus propios familiares y amigos, pedirán que se implante una especie de dictadura militar, con el Ejército en las calles y la abolición de las garantías individuales, como medida extrema para evitar que Calderón se caiga ante la evidente insatisfacción del pueblo.
Por lo pronto, mañana a las 10 de la mañana, en el Monumento a la Revolución, López Obrador dará a conocer las nuevas medidas que adoptará el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, si el PRIAN, una vez reabierto el Congreso, vuelve a intentar la privatización de Pemex. En tal caso –millones de mexicanos lo saben– sobrevendrá un paro indefinido, con cierre de autopistas, para evitar que nos arrebaten lo último que nos queda.
http://www.jornada.unam.mx/2008/08/30/index.php?section=opinion&article=004o1pol
No hay manera de creerles:
Niega Mouriño que gobierno proteja al narco; las mantas, una estrategia, dice
Lo mismo se han dado golpes y capturado a narcotraficantes del cártel de Tijuana, del Pacífico y del Golfo, o de "La Familia", en Michoacán, que a distintos grupos y organizaciones criminales, expresó el secretario de Gobernación.
Y la nota completa,aquí:
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/08/29/niega-mourino-que-gobierno-proteja-al-narco-las-mantas-una-estrategia-dice
Lo mismo se han dado golpes y capturado a narcotraficantes del cártel de Tijuana, del Pacífico y del Golfo, o de "La Familia", en Michoacán, que a distintos grupos y organizaciones criminales, expresó el secretario de Gobernación.
Y la nota completa,aquí:
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/08/29/niega-mourino-que-gobierno-proteja-al-narco-las-mantas-una-estrategia-dice
Reporte Indigo: "Apaguemos a Calderón o iluminemos México"
Vale la pena leer el reportaje de Anabel Hernández , autora de Fin de Fiesta en los Pinos y La pareja presidencial, sobre María Elena Morera, presidenta de México Unido contra la Delincuencia, la organización yunquera principal promotora de la marcha en "contra de la inseguridad":
Extraigo una cita, sólo para invitar a los lectores de este blog a leer Reporte Indigo de esta semana, que hace una amplia cobertura de la famosa "marcha" en contra de la "inseguridad".
Y pues como para muestra basta este botón, ¿ Realmente que buscan los organizadores de la marcha con la manipulación del legítimo miedo de la sociedad? Yo estoy seguro que nada bueno.
Y hay más en esta edición:
Las voces que desde la derecha pretenden remover al usurpador, porque no les ha cumplido los compromisos que hizo a cambio del apoyo para llegar al poder, a las cuales mañosamente se les une con el reclamo ciudadano de la Revocación de Mandato, que es una bandera del Movimiento Democrático en contra de la imposición.
Sabemos que aunque parezcan lo mismo, en el fondo el propósito de unos y otros, no sólo es distinto, sino contradictorio.
http://www.reporteindigo.com/online
Extraigo una cita, sólo para invitar a los lectores de este blog a leer Reporte Indigo de esta semana, que hace una amplia cobertura de la famosa "marcha" en contra de la "inseguridad".
"Morera está cautiva de los encantos del secretario de Seguridad Pública, cuyos fracasos, ineficiencia y corrupción, están documentados desde el sexenio pasado, al frente de la AFI, son parte de los motivos centrales de la movilización de este sábado no sólo en la capital del País, sino en decenas de ciudades.
¨Nos recibió el Ingeniero Genaro García Luna: un hombre singular, joven, impecable, en su trato y educación. Lo primero que me pregunté, fue: ¿ Cómo una persona con estas características que transmitía seguridad y confianza, podía ser el titular de una de las instituciones más desprestigiadas : la policía judicial federal ? ".
Y pues como para muestra basta este botón, ¿ Realmente que buscan los organizadores de la marcha con la manipulación del legítimo miedo de la sociedad? Yo estoy seguro que nada bueno.
Y hay más en esta edición:
Las voces que desde la derecha pretenden remover al usurpador, porque no les ha cumplido los compromisos que hizo a cambio del apoyo para llegar al poder, a las cuales mañosamente se les une con el reclamo ciudadano de la Revocación de Mandato, que es una bandera del Movimiento Democrático en contra de la imposición.
Sabemos que aunque parezcan lo mismo, en el fondo el propósito de unos y otros, no sólo es distinto, sino contradictorio.
http://www.reporteindigo.com/online
Los empresarios golpistas ya de arrepintieron.
Crimen organizado "infectó" sistema político: empresarios
la redacción
MÉXICO, DF, 28 de agosto (apro).- A unos días de la marcha contra la inseguridad Iluminemos México y de que el presidente Felipe Calderón entregue un reporte sobre su segundo año de gobierno, la cúpula empresarial consideró que el sistema político y de procuración de justicia se encuentra “infectado” por el crimen organizado.
Los representantes del sector empresarial mexicano consideraron que en el segundo año de gobierno de Calderón ha habido “tibios avances y mucho pendientes”.
Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de México (Coparmex), dijo que ahora se observa a “una sociedad agraviada que no confía en las autoridades”.
Sostuvo que existen formas respetuosas en el discurso político pero es inexistente el diálogo entre los diversos actores políticos. “Esto es un maquillaje que oculta la parálisis legislativa y el agotamiento del sistema político”.
Entre los logros, comentó que ahora México cuenta con una economía estable pero aún insuficiente para garantizar la prosperidad de los mexicanos.
Aseguró que el combate a la pobreza sigue dando resultados, aunque aclaró que se siguen atacando más los efectos que las causas.
A su vez, Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), consideró que falta mucho por hacer en el fomento de la competitividad, el rescate al campo mexicano, concretar la reforma constitucional judicial y mejorar el sistema educativo en México.
Agregó que son buenos los avances en materia de reformas estructurales, pero hasta ahora ninguna de ellas cumple con el objetivo de cambiar de fondo la situación del país.
El líder empresarial agregó que la falta de seguridad en el país no es un asunto que solamente compita al Ejecutivo, sino también a las entidades federativas, pues “es ahí donde se cometen 95% de los delitos”.
Ismael Plascencia, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), destacó que los empleos creados descendieron de 607 mil 893 en 2006, menos de la mitad de la meta anual, a 570 mil 908 puestos laborales en 2007, y a cerca de 420 mil al cierre del presente año.
“Es cierto que hemos dado pasos importantes en el sentido correcto, pero también lo es que nos queda mucho por hacer para elevar la rentabilidad de la inversión productiva, mejorar la competitividad integral de la economía, reducir el costo-país y elevar la productividad de los factores de la producción”.
http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=1&nta=61748&nsec=Nacional
la redacción
MÉXICO, DF, 28 de agosto (apro).- A unos días de la marcha contra la inseguridad Iluminemos México y de que el presidente Felipe Calderón entregue un reporte sobre su segundo año de gobierno, la cúpula empresarial consideró que el sistema político y de procuración de justicia se encuentra “infectado” por el crimen organizado.
Los representantes del sector empresarial mexicano consideraron que en el segundo año de gobierno de Calderón ha habido “tibios avances y mucho pendientes”.
Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de México (Coparmex), dijo que ahora se observa a “una sociedad agraviada que no confía en las autoridades”.
Sostuvo que existen formas respetuosas en el discurso político pero es inexistente el diálogo entre los diversos actores políticos. “Esto es un maquillaje que oculta la parálisis legislativa y el agotamiento del sistema político”.
Entre los logros, comentó que ahora México cuenta con una economía estable pero aún insuficiente para garantizar la prosperidad de los mexicanos.
Aseguró que el combate a la pobreza sigue dando resultados, aunque aclaró que se siguen atacando más los efectos que las causas.
A su vez, Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), consideró que falta mucho por hacer en el fomento de la competitividad, el rescate al campo mexicano, concretar la reforma constitucional judicial y mejorar el sistema educativo en México.
Agregó que son buenos los avances en materia de reformas estructurales, pero hasta ahora ninguna de ellas cumple con el objetivo de cambiar de fondo la situación del país.
El líder empresarial agregó que la falta de seguridad en el país no es un asunto que solamente compita al Ejecutivo, sino también a las entidades federativas, pues “es ahí donde se cometen 95% de los delitos”.
Ismael Plascencia, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), destacó que los empleos creados descendieron de 607 mil 893 en 2006, menos de la mitad de la meta anual, a 570 mil 908 puestos laborales en 2007, y a cerca de 420 mil al cierre del presente año.
“Es cierto que hemos dado pasos importantes en el sentido correcto, pero también lo es que nos queda mucho por hacer para elevar la rentabilidad de la inversión productiva, mejorar la competitividad integral de la economía, reducir el costo-país y elevar la productividad de los factores de la producción”.
http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=1&nta=61748&nsec=Nacional
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