De predominar el abstencionismo en las elecciones federales del próximo 7 de junio, el grupo en el poder, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, tendrá el control absoluto en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, con lo cual se profundizará el proceso de contrarreformas y de la entrega del país al extranjero como ha venido sucediendo en la actual administración gubernamental en México.
Así lo advirtió el senador Alejandro Encinas Rodríguez, quien resaltó la necesidad de que la gente salga a votar el domingo 7 de junio, a efecto de evitar esta situación en el país.
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal estuvo este jueves en la capital tlaxcalteca para impartir la conferencia “Gobierno, democracia y el uso de recursos públicos en campaña”, como parte de las acciones de respaldo a los candidatos a diputados federales por Tlaxcala del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En su momento, enfatizó que en estos 13 días que faltan de campaña, antes de la votación del próximo 7 de junio, “se debe poner el énfasis en que la gente vaya a votar, porque en un escenario optimista se espera un 60 por ciento de abstencionismo en esta elección”.
Advirtió que en caso de que se concrete este pronóstico, el beneficiado sería el grupo en el poder, pues tendría en la Cámara de Diputados el control para continuar impulsando las contrarreformas, que han permitido la entrega del país a varias empresas extranjeras.
Este grupo, observó, sería encabezado en la Cámara de Diputados por César Camacho Quiroz del PRI, Gustavo Madero del PAN y Jesús Zambrano del PRD, quienes fueron los que suscribieron el Pacto por México, el cual permitió la aprobación de las 12 reformas estructurales.
“Por eso hay que poner énfasis para que la gente vaya a votar a fin de impedir que se consolide esta alianza, esta coalición conservadora, que teniendo incluso una minoría precaria en la Cámara de Diputados construyó esta alianza con el PAN para hacer todas las reformas constitucionales y echar atrás las conquistas logradas”, indicó.
Previamente, el senador de la República –quien estuvo acompañado en el presídium del dirigente de Morena en la entidad, Joel Flores Bonilla; del candidato a diputado federal por el distrito 02, Marco Antonio Castillo Hernández y por el diputado federal Edilberto Algredo Jaramillo– advirtió que el proceso electoral vigente se desarrolla en el momento de mayor deterioro de la credibilidad del Estado mexicano, de las instituciones públicas, del sistema de partidos y de todas las fuerzas políticas.
“Estamos en la peor crisis que haya enfrentado el Estado mexicano, no solamente en materia de violación a los derechos humanos, como en Iguala y Ayotzinapa, las ejecuciones en Tlatlaya, las fosas clandestinas donde se han encontrado decenas de cuerpos de migrantes, el incremento significativo en el problema de la trata y tráfico de personas, incluso el establecimiento de relaciones de esclavitud en varias partes del país donde migrantes centroamericanos han sido secuestrados no sólo para la delincuencia organizada sino para empresarios como en Chiapas, el Distrito Federal y en San Quintín, Baja California.
“Es una crisis de desprestigio que ha llevado al atraso y la gente está harta de la corrupción, la impunidad y los privilegios de la clase política. Eso alcanza a todos, la gente no quiere ese tipo de políticos, no quiere a los actuales partidos políticos y no quiere que se siga manteniendo esta situación”, anotó.
Además, consideró que no se ha encontrado el lineamiento legal que garantice plenamente la equidad, la transparencia y la legalidad en las elecciones, y “lamentablemente a estas alturas del proceso electoral y a dos semanas de que se realice la elección, es evidente que esta reforma política ya fracasó”.
“Fracasó no sólo por las expresiones despectivas del presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, hacia un dirigente indígena chichimeca, que merece respeto como todos los mexicanos, sino porque la idea inicial de centralizar el desarrollo y organización de las elecciones en un órgano nacional llevó al diseño de un sistema mixto que no solamente ha diluido la responsabilidad electoral en los estados y a nivel federal, sino que el objetivo original no se cumplió”.
Recordó que el propósito planteado por los promotores del Pacto por México para buscar la centralización de la organización de las elecciones fue eliminar el secuestro que tenían los gobernadores de los estados de los órganos electorales estatales, pero “lamentablemente no solamente no se eliminó esta situación porque sigue habiendo una enorme ascendencia de las autoridades estatales, sino que el INE está secuestrado por el Ejecutivo federal”, alegó.
Como ejemplo de ello, refirió que se ha observado que el INE ya conformó una mayoría cercana a la Presidencia de la República que no garantiza las condiciones de legalidad y certeza en su desempeño, además está desacreditada y no ha garantizado el desarrollo de toda la estructura electoral.
Alertó que hay focos rojos en el país, que no se reducen a Guerrero, sino que hay problemas serios para el desarrollo de las elecciones en los estados de Michoacán, Jalisco, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Coahuila, “y en muchas microrregiones del país donde, lamentablemente, por los problemas de inseguridad, la autoridad legítimamente reconocida no tiene el control y ha sido sustituida por los poderes fácticos, particularmente de la delincuencia organizada”.
Informó que la presencia de la delincuencia organizado ha permeado a todos los órdenes de gobierno, a todos los partidos políticos y la mayor evidencia de ello es la desaparición forzada de los 43 normalistas de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“Este es un ejemplo, pero hay otras entidades como Michoacán y Jalisco, donde ya hubo una afrenta al Estado con los disturbios que se presentaron particularmente con el cartel de Jalisco Nueva Generación, donde no se trató sólo de un enfrentamiento entre la delincuencia con el Ejército mexicano, sino que ya se utilizó un cohete para derribar un helicóptero, lo cual es una llamada de atención y una advertencia a que se puede bajar a cualquier tipo de nave, incluida la del presidente de México”.
De acuerdo con Alejandro Encinas, esta situación que atraviesa el país ha provocado que surjan varias campañas en donde se promueve el voto de castigo o el abstencionismo consciente en el proceso electoral, las cuales “son propuestas legítimas porque ante esta indignación de la ciudadanía, ante esta falta de respuesta de las autoridades, ante actos claros de corrupción, no se castiga ninguno, como el caso del gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivera; del ex director de Conagua, del ex secretario del Estado de México o el caso de la Casa Blanca”.
Indicó que sólo 2 por ciento de los actos de corrupción que se acreditan en el país es castigado y solamente se penaliza a funcionarios menores. “La impunidad va a llevar a que en este proceso electoral haya fuertes críticas a los partidos políticos y al debilitamiento de las instituciones públicas”, señaló.
El senador habló de las encuestas que se han publicado en las últimas semanas que revelan dos datos muy significativos, “no me refiero a la intención del voto que es en lo que más se fijan, sino en el número de ciudadanos que rechaza ser encuestado”.
Expuso que en todas las encuestas el rechazo a ser encuestado es del 30 al 51 por ciento, o sea un promedio de cerca del 40 por ciento. El otro dato significativo, abundó, es el porcentaje de ciudadanos que responde que no sabe por quién votará el próximo 7 de junio, o que no quiere decirlo, que está por encima del 30 por ciento de los encuestados.
“Por eso encontramos tanta disparidad en los resultados de las encuestas, creo que como nunca van a fracasar estos estudios demoscópicos por estos dos indicadores que señalan el profundo malestar, el enojo social que existe con esta forma de hacer política, con estos políticos y con la situación que existe en el país actualmente”.
Indicó que las previsiones de abstencionismo son del 60 por ciento en las eleccion.
“Con un porcentaje de esa naturaleza y sacando el promedio de las encuestas, suponiendo sin conceder que el partido que obtenga el mayor número de votos alcance el 40 por ciento, permitiría que esa fuerza política tuviera el 50 por ciento más uno en la Cámara de Diputados federal con apenas el 13 por ciento del listado nominal, lo cual es un indicador de pérdida de legitimidad profunda de los órganos de representación popular.
“Es importante porque si se registra un 60 por ciento de abstención de un listado nominal de arriba de los 83 millones de mexicanos, sólo estará votando alrededor de 32 millones registrados en la lista nominal”.
Si bien Alejandro Encinas consideró que en el descrédito de los partidos políticos también se encuentra Morena, asentó que esta fuerza política tiene el reto de ser el instrumento para que la sociedad llegue a los puestos de toma de decisión.
Asimismo, consideró que la votación que logre Morena en esta elección, que le permitirá contar con una fracción parlamentaria en la Cámara de Diputados, no será suficiente para ir solo en las elecciones presidenciales de 2018, de ahí que buscará establecer alianzas con las fuerzas de izquierda, pero sobre todo con la sociedad civil para cambiar el rumbo de México.