jueves, 16 de julio de 2009
La columna de Julio Hernández
Astillero
Tuta-Marcola
Parlamentar en la cumbre
Caminos de Michoacán
Julio Hernández López
El coronel (Felipe) ya tiene con quién dialogar. Don Servando” (Gómez Martínez, de apellidos; La Tuta, de apodo) se ha hecho entrevistar en un programa de televisión de Morelia para decirle al mínimo gobierno que está dispuesto a negociar. Jefe operativo del Partido de la Familia, plantea un pacto nacional para frenar la violencia hoy desbordada en Michoacán y, en su improvisada exposición de motivos, ha señalado el carácter supuestamente heroico, casi de resistencia popular obligada, que les ha hecho defender a su entidad de los ataques brutales de los tamaulipecos, así sea mediante el mal comprendido sistema sustituto de recaudación de impuestos a través de cuotas a la gente productiva para sostener el ejército de protección regional y ha denunciado los errores del calderonismo, particularmente los excesos y la condición facciosa de Genaro García Luna, siempre en defensa de los Zetas (esto, según el análisis de Don Servando, como con respeto le llamó el entrevistador, quien a su vez le soltó un par de veces la paternal clasificación de “muchacho” a ese periodista que, como la gran mayoría de quienes allá trabajan, saben que tienen que atender a esos hombres de poder real que, por ejemplo, ya antes han hecho publicar en planas de diarios locales su peculiar ideario).
La aparición del plenipotenciario Tuta (que la administración federal pretende calificar de apócrifa, como si en Morelia algún medio se pudiera atrever a desoír una instrucción de la Familia o prestarse a jugarretas de suplantación) hace recordar lo sucedido con la presunta entrevista realizada en Brasil, y ampliamente difundida en internet, a quien así se erigiría como supuesto ideólogo del narcotráfico de aquel país, Marcos Camacho (no es una combinación fantasiosa relacionada con la tragicomedia política mexicana), apodado Marcola, que dirigía el Primer Comando de la Capital (PCC) y que haría ver el surgimiento del poder popular del narco como una revancha histórica, una apropiación fogosa de lo que les ha sido arrebatado a quienes no tienen otro camino que los cárteles para hacerse de riqueza, fuerza y privilegios, así sea fugazmente.
Tuta-Marcola propone al michoacano (jaqueado por tantos lados) que entienda que la tal guerra contra el narcotráfico ha sido facciosa, cargada a un solo lado, y que ellos, los delincuentes confesos, no tienen objeción en que se les persiga y enfrente con las armas del Estado en la mano, pero sin meterse con las familias ni personas inocentes. La bronca no es con el ocupante de Los Pinos ni con los militares y marinos, sino con los policías federales y sus mandos. Ya son muchas las voces que piden enterrar la demencial estrategia actual de “guerra” contra el narcotráfico. El nuevo poder priísta, financiado por fuentes económicas oscuras, busca quitar presión al máximo negocio nacional de exportación. Ya nomás falta fijar fecha y lugar para ese encuentro en la cumbre entre Don Servando y el licenciado Felipe.
Astillas
Continúan llegando a esta fiscalía especializada en astilladas denuncias electorales los reportes de las andanzas fraudulentas del priísmo, mediante tarjetas de 200 pesos canjeables en supermercados y mecanismos más o menos tradicionales de compra del voto. Pero también destaca la novedad de la temporada: el estilo empresarial “multinivel” o de “pirámide”, que va premiando a los mapaches en orden ascendente conforme a “metas” o “logros”, de tal manera que entre más votos consigan los subordinados más dinero irá ganando, proporcionalmente, el organizador o promotor... Un mexicano residente en Canadá escribe: “en épocas de crisis económicas, los poderosos como el Canadá tienden a cerrarse y replegarse, con leyes estúpidas de inmigración y proteccionismo, por ejemplo; también hay un peligroso aumento del racismo en contra de las minorías visibles (los latinos, en Norteamérica), como en los treintas de la Alemania nacionalista; y surgen gobiernos de extrema derecha religiosa, como es hoy el gobierno de Canadá. Pero, lo peor de todo, es la falta de respuesta de las autoridades diplomáticas mexicanas, calladistas y agachonas con los poderosos. Es verdad... hay muchos que hacen trampa, sobre todo los pirrurris, para entrar a este infierno invernal, pero no es suficiente motivo para imponer visas arbitrarias e injustas a todos los demás”... Otro paisano, especializado en ciencias sociales, que vive en aquellas tierras, comentó: “Canadá tiene motivos para protegerse del abuso en las solicitudes de refugio político. Con un desparpajo absoluto, han llegado hasta acá algunas personas que alegan riesgos de represión porque, dicen, un funcionario municipal de cuarto nivel les dijo alguna frase que consideran amenazante o porque según su criterio los podrían matar. Con una normatividad diseñada para dar pronto abrigo a verdaderos perseguidos políticos, Canadá se fue llenando de mexicanos en busca de simplificado acomodo económico y, en ese proceso, han pagado justos por pecadores, pues quienes de verdad son amenazados y hostigados ahora tendrán cerrada o más difícil de abrir la puerta protectora de acá”... Por cierto, Ricardo Monreal aseguró ayer que el calderonismo ya sabía de la decisión canadiense, pero que no quiso hacerla pública antes de las elecciones del pasado 5... Y, ya que se habla de temas internacionales, el licenciado Calderón y la canciller Es-penosa no han asumido una posición de defensa de los intereses nacionales en los casos de Lucía Morett y Alejandro Ordaz, quienes enfrentan, respectivamente, una solicitud de presentación en otro país y una sentencia polémica. Ni siquiera porque Nicolas Sarkozy dijo meses atrás que su obligación era defender a todos los franceses, hubiesen hecho lo que fuera... Y, mientras el calderonato ofrece quince mil pesos a quienes cambien de viejo (automóvil), ¡hasta mañana, con Cesarín Nava en camino de ser felipescamente perdonado por sus exabruptos contra el difunto Mouriño, lo que le valió la expulsión del paraíso íntimo de Los Pinos, para ahora encargarse de la paraestatal de graves números rojos llamada PAN!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Dejarán unos 450 mil alumnos las escuelas privadas, revela la ANEP
Los institutos laicos, los más afectados por la crisis y el IETU; los centros religiosos, exentos
El sistema educativo privado enfrentará su peor crisis desde este ciclo escolarFoto Archivo La Jornada
Karina Avilés
Como efecto de la crisis económica, las escuelas privadas perderán en el siguiente ciclo escolar alrededor de 450 mil alumnos de educación básica; entre 400 y 500 planteles cerrarán o suspenderán temporalmente sus servicios y unos mil 500 maestros y empleados se quedarán sin trabajo, revela un estudio de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares en la República Mexicana (ANEP).
Se trata de la “peor crisis del sistema educativo privado” en dos décadas, advierte en entrevista el director general de la ANEP, Alfonso Arellano, quien señala que de continuar con esta tendencia está anunciada “la muerte de las escuelas privadas laicas” porque los centros confesionales no se han visto afectados, ya que el actual esquema de tributación, desde el gobierno de Vicente Fox “está beneficiando únicamente a las instituciones religiosas”.
La asociación afirma que las zonas en donde el cierre de escuelas y la emigración de alumnos de centros privados a públicos será más grave en el Distrito Federal, Guadalajara, Mérida, Monterrey y el estado de México.
La ANEP señala además que ya existe una cartera vencida con cerca de 400 mil padres de familia. Con colegiaturas promedio de entre 3 mil y 5 mil pesos mensuales en los planteles de enseñanza básica, los adeudos por cada familia oscilan entre los 10 mil y 15 mil pesos, precisa Arellano.
La baja de alumnos en los planteles de paga afectará sobre todo a la enseñanza primaria. Tan sólo en la capital del país, se calcula que 300 planteles no abrirán sus puertas en agosto, ya que solicitaron una suspensión temporal para no perder el Registro de Validez Oficial.
En el panorama que ofrece la ANEP para el ciclo escolar 2009-2010 se anticipa también que habrá una “disminución real de 15 por ciento de las percepciones económicas del personal docente” y se perderán unos mil 500 empleos.
Arellano indicó que desde el año pasado, el mercado de la enseñanza privada se atomizó: “No hemos crecido en el porcentaje (de alumnos), pero sí en el número de escuelas. Se ha duplicado en el número de planteles en los pasados tres años”.
En este sentido, indica que la matrícula de la primaria privada representa entre 10 y 12 por ciento del total nacional, mientras que la de la secundaria significa 7 por ciento y la del preescolar llega a 12 por ciento.
Destacó que esta situación de crisis también obedece a la puesta en marcha del impuesto empresarial de tasa única (IETU), el cual “sólo favoreció a las escuelas religiosas porque éstas pudieron convertirse en donatarias, y dijeron, bueno, yo me cambio a ser donataria, me saco el dinero de la bolsa de la escuela y me lo guardo en la bolsa de la organización religiosa que represento, y la organización religiosa sigue sin pagar impuestos. A las laicas nos pegó porque nosotros no podemos hacer eso, no nos podemos volver donatarias”.
El sistema educativo privado enfrentará su peor crisis desde este ciclo escolarFoto Archivo La Jornada
Karina Avilés
Como efecto de la crisis económica, las escuelas privadas perderán en el siguiente ciclo escolar alrededor de 450 mil alumnos de educación básica; entre 400 y 500 planteles cerrarán o suspenderán temporalmente sus servicios y unos mil 500 maestros y empleados se quedarán sin trabajo, revela un estudio de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares en la República Mexicana (ANEP).
Se trata de la “peor crisis del sistema educativo privado” en dos décadas, advierte en entrevista el director general de la ANEP, Alfonso Arellano, quien señala que de continuar con esta tendencia está anunciada “la muerte de las escuelas privadas laicas” porque los centros confesionales no se han visto afectados, ya que el actual esquema de tributación, desde el gobierno de Vicente Fox “está beneficiando únicamente a las instituciones religiosas”.
La asociación afirma que las zonas en donde el cierre de escuelas y la emigración de alumnos de centros privados a públicos será más grave en el Distrito Federal, Guadalajara, Mérida, Monterrey y el estado de México.
La ANEP señala además que ya existe una cartera vencida con cerca de 400 mil padres de familia. Con colegiaturas promedio de entre 3 mil y 5 mil pesos mensuales en los planteles de enseñanza básica, los adeudos por cada familia oscilan entre los 10 mil y 15 mil pesos, precisa Arellano.
La baja de alumnos en los planteles de paga afectará sobre todo a la enseñanza primaria. Tan sólo en la capital del país, se calcula que 300 planteles no abrirán sus puertas en agosto, ya que solicitaron una suspensión temporal para no perder el Registro de Validez Oficial.
En el panorama que ofrece la ANEP para el ciclo escolar 2009-2010 se anticipa también que habrá una “disminución real de 15 por ciento de las percepciones económicas del personal docente” y se perderán unos mil 500 empleos.
Arellano indicó que desde el año pasado, el mercado de la enseñanza privada se atomizó: “No hemos crecido en el porcentaje (de alumnos), pero sí en el número de escuelas. Se ha duplicado en el número de planteles en los pasados tres años”.
En este sentido, indica que la matrícula de la primaria privada representa entre 10 y 12 por ciento del total nacional, mientras que la de la secundaria significa 7 por ciento y la del preescolar llega a 12 por ciento.
Destacó que esta situación de crisis también obedece a la puesta en marcha del impuesto empresarial de tasa única (IETU), el cual “sólo favoreció a las escuelas religiosas porque éstas pudieron convertirse en donatarias, y dijeron, bueno, yo me cambio a ser donataria, me saco el dinero de la bolsa de la escuela y me lo guardo en la bolsa de la organización religiosa que represento, y la organización religiosa sigue sin pagar impuestos. A las laicas nos pegó porque nosotros no podemos hacer eso, no nos podemos volver donatarias”.
Fracasó la línea de la claudicación
MARTí BATRES
El gran perdedor de las elecciones del 2009 es Felipe Calderón. Él solito convirtió la jornada electoral en un referéndum sobre su gobierno, al conminar a los ciudadanos a definir si apoyaban o no su guerra contra el crimen. De origen ilegítimo, no pudo sin embargo recuperarse políticamente a la mitad de su administración. El país carga como a un fardo a su gobierno: ni lo eligió en 2006 y no lo reivindicó en 2009. Prácticamente, sólo 10% de los electores sufragaron para respaldarlo.
El PRI aparece como el victorioso de una jornada electoral mediocre, sin pasión, sin figuras. Igual que en 2003. Nos vende el espejismo de su resurrección, igual que en 2003. Nos amenaza con llegar a Los Pinos, igual que en 2003. Se le olvida al PRI que es el campeón de las elecciones intermedias y el perdedor de las contiendas ciudadanas. Cuando baja la participación ciudadana sube el voto por el PRI, sus estructuras arrasan en despoblado. Cuando participan los ciudadanos arrasan los símbolos del cambio y la esperanza.
Sin embargo, es el PRI el que capitaliza por el momento la reprobación a la gestión calderonista. El PRD es el gran ausente. Después de su espectacular ascenso en 2006, se perdió pronto en una prolongada batalla en contra de sí mismo. En contra del excandidato a la Presidencia de la República que más votos le ha dado, en contra del mejor gobierno local que tiene, en contra de sus liderazgos más respetados y convocantes, en contra de los propios postulados que le han significado identidad propia y base social, en contra de sus aliados, en contra pues de todo lo que le ha permitido avanzar históricamente.
La cronología es larga y el daño es profundo. En 1997, en la voz de Porfirio Muñoz Ledo, el PRD desafió al presidencialismo y le dio voz a la sociedad en el Congreso. En 2007, 10 años después, el PRD llegó otra vez a la Presidencia de la Cámara de Diputados, pero entonces para hacer política cortesana tradicional, y lo que es peor, con un Ejecutivo surgido de un fraude, y para combatir desde ahí al propio movimiento que le dio la más grande bancada de toda su historia. Es una ironía trágica.
En 2006, la convocatoria avasalladora del perredismo en la ciudad le dio la mayoría a este partido por tercera ocasión en la Asamblea Legislativa, pero desde ahí, el liderazgo de la misma asume como misión principal denostar, insultar y obstruir al gobierno emergido de sus propias filas.
Ante el peligro de la privatización, los perredistas eligen a Alejandro Encinas como su presidente. Pero el aparato del partido pacta con el Tribunal Electoral la imposición de otro dirigente.
Todos firman, frente a la multitud agolpada en el zócalo capitalino, un manifiesto en el que se desconoce a Felipe Calderón como presidente de la República, pero poco después algunos se desesperan por acercarse al gobierno que llamaron ilegítimo.
El partido que ha perdido a más de 600 de sus militantes, asesinados por el abuso despótico del poder, termina votando a favor de la famosa Ley Gestapo, legislación que asfixia el ejercicio de los derechos humanos en aras de una supuesta batalla contra el crimen.
El movimiento de 2006 pone en crisis a los órganos electorales, pero la cúpula del PRD los avala a cambio de una cuota de magistrados y consejeros que en nada cambia la perversidad de sus decisiones.
El ascenso de 2006 es resultado de un gran abanico de alianzas. Pero la reforma electoral pactada por el PRD tiene el propósito de exterminar a sus aliados.
Gobierno espurio, ineficaz, conservador, neoliberal. La mesa puesta para avanzar. Pero no sucedió. Fracasó una línea política, una conducta. La línea de 2006 le dio al PRD 15 millones de votos, 35% de la votación, las bancadas parlamentarias más grandes de su historia. La línea de Nueva Izquierda no sirve, no da triunfos, no da confianza, no da votos.
El gran perdedor de las elecciones del 2009 es Felipe Calderón. Él solito convirtió la jornada electoral en un referéndum sobre su gobierno, al conminar a los ciudadanos a definir si apoyaban o no su guerra contra el crimen. De origen ilegítimo, no pudo sin embargo recuperarse políticamente a la mitad de su administración. El país carga como a un fardo a su gobierno: ni lo eligió en 2006 y no lo reivindicó en 2009. Prácticamente, sólo 10% de los electores sufragaron para respaldarlo.
El PRI aparece como el victorioso de una jornada electoral mediocre, sin pasión, sin figuras. Igual que en 2003. Nos vende el espejismo de su resurrección, igual que en 2003. Nos amenaza con llegar a Los Pinos, igual que en 2003. Se le olvida al PRI que es el campeón de las elecciones intermedias y el perdedor de las contiendas ciudadanas. Cuando baja la participación ciudadana sube el voto por el PRI, sus estructuras arrasan en despoblado. Cuando participan los ciudadanos arrasan los símbolos del cambio y la esperanza.
Sin embargo, es el PRI el que capitaliza por el momento la reprobación a la gestión calderonista. El PRD es el gran ausente. Después de su espectacular ascenso en 2006, se perdió pronto en una prolongada batalla en contra de sí mismo. En contra del excandidato a la Presidencia de la República que más votos le ha dado, en contra del mejor gobierno local que tiene, en contra de sus liderazgos más respetados y convocantes, en contra de los propios postulados que le han significado identidad propia y base social, en contra de sus aliados, en contra pues de todo lo que le ha permitido avanzar históricamente.
La cronología es larga y el daño es profundo. En 1997, en la voz de Porfirio Muñoz Ledo, el PRD desafió al presidencialismo y le dio voz a la sociedad en el Congreso. En 2007, 10 años después, el PRD llegó otra vez a la Presidencia de la Cámara de Diputados, pero entonces para hacer política cortesana tradicional, y lo que es peor, con un Ejecutivo surgido de un fraude, y para combatir desde ahí al propio movimiento que le dio la más grande bancada de toda su historia. Es una ironía trágica.
En 2006, la convocatoria avasalladora del perredismo en la ciudad le dio la mayoría a este partido por tercera ocasión en la Asamblea Legislativa, pero desde ahí, el liderazgo de la misma asume como misión principal denostar, insultar y obstruir al gobierno emergido de sus propias filas.
Ante el peligro de la privatización, los perredistas eligen a Alejandro Encinas como su presidente. Pero el aparato del partido pacta con el Tribunal Electoral la imposición de otro dirigente.
Todos firman, frente a la multitud agolpada en el zócalo capitalino, un manifiesto en el que se desconoce a Felipe Calderón como presidente de la República, pero poco después algunos se desesperan por acercarse al gobierno que llamaron ilegítimo.
El partido que ha perdido a más de 600 de sus militantes, asesinados por el abuso despótico del poder, termina votando a favor de la famosa Ley Gestapo, legislación que asfixia el ejercicio de los derechos humanos en aras de una supuesta batalla contra el crimen.
El movimiento de 2006 pone en crisis a los órganos electorales, pero la cúpula del PRD los avala a cambio de una cuota de magistrados y consejeros que en nada cambia la perversidad de sus decisiones.
El ascenso de 2006 es resultado de un gran abanico de alianzas. Pero la reforma electoral pactada por el PRD tiene el propósito de exterminar a sus aliados.
Gobierno espurio, ineficaz, conservador, neoliberal. La mesa puesta para avanzar. Pero no sucedió. Fracasó una línea política, una conducta. La línea de 2006 le dio al PRD 15 millones de votos, 35% de la votación, las bancadas parlamentarias más grandes de su historia. La línea de Nueva Izquierda no sirve, no da triunfos, no da confianza, no da votos.
El yunquista Nava se alista para encabezar al PAN
ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, DF, 15 de julio (apro).- Ante la imposibilidad de perfilar una candidatura de "oposición" a la que ya definió Felipe Calderón, en una reunión el domingo en Los Pinos, César Nava Vázquez, recién electo diputado federal, se perfila como el más viable prospecto para suceder a Germán Martínez como presidente del Partido Acción Nacional (PAN).
Inclusive Manuel Espino, quien ayer dio como un hecho que Calderón impondrá al sucesor de Martínez, llamó hoy a los panistas a respaldar al nuevo presidente del PAN, aun si es Nava, quien mañana solicitará su registro, justo el día en que cumple 35 años de edad.
Nava Vázquez, miembro juramentado de la organización ultraderechista El Yunque y exsecretario particular de Calderón, inclusive dejó ver que ejercerá la presidencia del PAN sin solicitar licencia como diputado.
"Me debo a los electores. En mi mente no cruza ni siquiera la posibilidad de dejar la diputación", dijo Nava, quien hoy participó en la presentación del libro Diálogo entre generaciones, una compilación de opiniones de panistas y no panistas que coordinó junto con Luis H. Alvarez, quien a su vez no le dio su expreso respaldo.
--¿Usted apoya a Nava por la presidencia del PAN? –le preguntó un reportero a Alvarez, funcionario federal.
--No es el momento y el lugar para abordar ese tema.
--¿Lo va a designar Felipe Calderón?
--Ustedes conocen al partido.
--Por eso se lo pregunto.
Ya no dijo nada el coordinador de la Oficina para la Atención de los Pueblos Indígenas, quien minimizó la derrota del PAN: "No creo que haya pasado algo verdaderamente singular. En una democracia eso es lo usual. No debe sorprendernos."
--¿Y ahora qué sigue en el PAN?
--Seguramente habrá quiénes estén dispuestos a relevarlo y ellos mismos, estoy cierto, habrán de continuar en lo que ha sido siempre una brega de eternidad.
--¿Pero por qué perdió el PAN?
--Porque no votaron los suficientes electores por él.
Nava, por su parte, en su discurso al término de la presentación del libro, en la que participaron el secretario de Educación, Alonso Lujambio, y el analista Jorge Alcocer, dijo que en el PAN es tiempo de reflexión y de autocrítica, pero no de revancha. "Es tiempo de alejarnos de la ciénega y del pantano y subir a la roca fuerte y poderosa de la esencia, la identidad y los principios", expuso.
Y pontificó: "En suma, el modo de ser de Acción Nacional, un modo distinto y distinguible, un modo que ha transformado México en 70 años y que lo seguirá transformando por siempre con nuevas generaciones, con nueva sangre, con lealtad a quienes nos han precedido en el camino, de quienes hemos recibido ya prendido todo y quienes nos pasan hoy la estafeta, el mapa de viaje y la linterna."
Por su parte, Lujambio coincidió y propuso entrar en un análisis constructivo:
"Y digo constructivo porque algunos quisieran dinamitar la posibilidad del diálogo civilizado y constructivo. Es un momento para los constructivos, para los positivos, para los que creen en el futuro del partido."
Según él, la crisis económica empujó el desplome del PAN en las elecciones del 5 de julio. "Ese fue el elemento más importante que incidió en el proceso", puntualizó.
También opinó sobre el proceso para suceder a Martínez en la presidencia del PAN y rechazó que Calderón imponga al sucesor:
"Creo que esa interpretación ofende al Consejo Nacional. El Consejo Nacional es quien va a definir. Pensar que el Consejo Nacional está manipulado por un actor político me parece una simplificación casi ad náuseam de la realidad política."
--Está acreditado que el 70 por ciento son empleados federales y los procedimientos fraudulentos para su integración también están documentados.
--Va a ver usted un debate plural. El hecho de que nosotros seamos funcionarios federales no nos hace, y mucho menos a un panista, un perrito con mecate.
"De ninguna manera es aceptable que porque se es funcionario federal se va a votar en uno u otro sentido. Va a haber una discusión, va a haber diversos candidatos, va a ser un debate plural y va a ser muy positivo para el PAN."
--¿Va a apoyar a César Nava?
--Insisto en que es un momento para construir y para generar un ambiente de unidad dentro del partido. Que sea, sí, muy crítico de lo que sucede, pero también muy cuidadoso de la unidad del partido.
MÉXICO, DF, 15 de julio (apro).- Ante la imposibilidad de perfilar una candidatura de "oposición" a la que ya definió Felipe Calderón, en una reunión el domingo en Los Pinos, César Nava Vázquez, recién electo diputado federal, se perfila como el más viable prospecto para suceder a Germán Martínez como presidente del Partido Acción Nacional (PAN).
Inclusive Manuel Espino, quien ayer dio como un hecho que Calderón impondrá al sucesor de Martínez, llamó hoy a los panistas a respaldar al nuevo presidente del PAN, aun si es Nava, quien mañana solicitará su registro, justo el día en que cumple 35 años de edad.
Nava Vázquez, miembro juramentado de la organización ultraderechista El Yunque y exsecretario particular de Calderón, inclusive dejó ver que ejercerá la presidencia del PAN sin solicitar licencia como diputado.
"Me debo a los electores. En mi mente no cruza ni siquiera la posibilidad de dejar la diputación", dijo Nava, quien hoy participó en la presentación del libro Diálogo entre generaciones, una compilación de opiniones de panistas y no panistas que coordinó junto con Luis H. Alvarez, quien a su vez no le dio su expreso respaldo.
--¿Usted apoya a Nava por la presidencia del PAN? –le preguntó un reportero a Alvarez, funcionario federal.
--No es el momento y el lugar para abordar ese tema.
--¿Lo va a designar Felipe Calderón?
--Ustedes conocen al partido.
--Por eso se lo pregunto.
Ya no dijo nada el coordinador de la Oficina para la Atención de los Pueblos Indígenas, quien minimizó la derrota del PAN: "No creo que haya pasado algo verdaderamente singular. En una democracia eso es lo usual. No debe sorprendernos."
--¿Y ahora qué sigue en el PAN?
--Seguramente habrá quiénes estén dispuestos a relevarlo y ellos mismos, estoy cierto, habrán de continuar en lo que ha sido siempre una brega de eternidad.
--¿Pero por qué perdió el PAN?
--Porque no votaron los suficientes electores por él.
Nava, por su parte, en su discurso al término de la presentación del libro, en la que participaron el secretario de Educación, Alonso Lujambio, y el analista Jorge Alcocer, dijo que en el PAN es tiempo de reflexión y de autocrítica, pero no de revancha. "Es tiempo de alejarnos de la ciénega y del pantano y subir a la roca fuerte y poderosa de la esencia, la identidad y los principios", expuso.
Y pontificó: "En suma, el modo de ser de Acción Nacional, un modo distinto y distinguible, un modo que ha transformado México en 70 años y que lo seguirá transformando por siempre con nuevas generaciones, con nueva sangre, con lealtad a quienes nos han precedido en el camino, de quienes hemos recibido ya prendido todo y quienes nos pasan hoy la estafeta, el mapa de viaje y la linterna."
Por su parte, Lujambio coincidió y propuso entrar en un análisis constructivo:
"Y digo constructivo porque algunos quisieran dinamitar la posibilidad del diálogo civilizado y constructivo. Es un momento para los constructivos, para los positivos, para los que creen en el futuro del partido."
Según él, la crisis económica empujó el desplome del PAN en las elecciones del 5 de julio. "Ese fue el elemento más importante que incidió en el proceso", puntualizó.
También opinó sobre el proceso para suceder a Martínez en la presidencia del PAN y rechazó que Calderón imponga al sucesor:
"Creo que esa interpretación ofende al Consejo Nacional. El Consejo Nacional es quien va a definir. Pensar que el Consejo Nacional está manipulado por un actor político me parece una simplificación casi ad náuseam de la realidad política."
--Está acreditado que el 70 por ciento son empleados federales y los procedimientos fraudulentos para su integración también están documentados.
--Va a ver usted un debate plural. El hecho de que nosotros seamos funcionarios federales no nos hace, y mucho menos a un panista, un perrito con mecate.
"De ninguna manera es aceptable que porque se es funcionario federal se va a votar en uno u otro sentido. Va a haber una discusión, va a haber diversos candidatos, va a ser un debate plural y va a ser muy positivo para el PAN."
--¿Va a apoyar a César Nava?
--Insisto en que es un momento para construir y para generar un ambiente de unidad dentro del partido. Que sea, sí, muy crítico de lo que sucede, pero también muy cuidadoso de la unidad del partido.
El mensaje de "La Tuta" preocupó en Los Pinos; respondieron desde Segob
Lo malo de declarar una guerra, como lo hizo el presidente Felipe Calderón el 2 de diciembre de 2006, es que los aludidos ya se la creyeron. Ahora quieren trato de “ejército regular”, como lo demandaría una fuerza militar ante la Convención de Ginebra. Qué tanto preocuparía el mensaje de Servando Gómez, líder de La Familia (quien exigió ayer una “guerra limpia” y respetuosa de los derechos humanos, faltaba más), que el titular de Gobernación salió a hablar a los mexicanos, comunicado en mano: “Por más que pretendan enmascarar con todo tipo de explicaciones sus acciones, estos grupos extorsionan, amenazan, secuestran, torturan y asesinan sin escrúpulos, lo mismo a ciudadanos que agentes del orden”, dijo Fernando Gómez Mont. El otro Gómez, el criminal, había lanzado un mensaje de Robin Hood que pudo generar simpatías entre los despistados. Fue necesario minimizarlo: “En esta lucha, el gobierno federal cuenta con el respaldo de la sociedad y de la ley para enfrentar a quienes son los verdaderos enemigos”, respondió el secretario.
Con responsabilidad, se debe decir que ayer los mexicanos fuimos testigos de una amenaza velada de parte Servando Gómez, “La Tuta”. Cuando pidió respeto para los hijos de “sus muchachos” y los propios, dejó en el aire la posibilidad de una represalia. Cuidado.
Hoy se registra César Nava para contender por la presidencia del PAN. Pero esa no es la nota. Como le decíamos ayer, los precandidatos que no son afines a las decisiones de Los Pinos razonan si se registran o no. Y mientras deciden qué hacer, dato curioso, anoche se filtró que ya se habían convencido de no participar. Cuidado, que puede haber sorpresas; eso nos dijeron ya entrada la noche de ayer miércoles. “El presidente Felipe Calderón aplicó la aplanadora. Ya se le metió en la cabeza que debe nombrar al nuevo dirigente y nadie lo sacará de ésa, aunque tenga un costo”, nos dijo una fuente. Aun así, los precandidatos no oficiales pueden llegar a acuerdos que sorprendan. Pero no se han retirado. Y no es que Nava sea malo para su partido. Lo que cuestionan los panistas no alineados es el método por el que llegará. Se pidió un periodo de reflexión y no lo dieron; la renuncia del Comité Ejecutivo Nacional en pleno, y tampoco sucedió; un plazo mayor a los 30 días para elegir al líder, y no; un periodo de reflexión para analizar la derrota: mucho menos... porque la derrota es lo último que los calderonistas quieren recordar. Prefieren los triunfos, nos dicen: aun cuando implique aplastar a los demás.
Apunte final: “Acaba de terminar un proceso político; desgraciadamente, para mala fortuna del ciudadano Presidente de la República, pues no se le dieron las cosas, ¿verdad?” Lecciones de política de Servando Gómez, “La Tuta”. Las cosas que estamos presenciando, caray.
Con responsabilidad, se debe decir que ayer los mexicanos fuimos testigos de una amenaza velada de parte Servando Gómez, “La Tuta”. Cuando pidió respeto para los hijos de “sus muchachos” y los propios, dejó en el aire la posibilidad de una represalia. Cuidado.
Hoy se registra César Nava para contender por la presidencia del PAN. Pero esa no es la nota. Como le decíamos ayer, los precandidatos que no son afines a las decisiones de Los Pinos razonan si se registran o no. Y mientras deciden qué hacer, dato curioso, anoche se filtró que ya se habían convencido de no participar. Cuidado, que puede haber sorpresas; eso nos dijeron ya entrada la noche de ayer miércoles. “El presidente Felipe Calderón aplicó la aplanadora. Ya se le metió en la cabeza que debe nombrar al nuevo dirigente y nadie lo sacará de ésa, aunque tenga un costo”, nos dijo una fuente. Aun así, los precandidatos no oficiales pueden llegar a acuerdos que sorprendan. Pero no se han retirado. Y no es que Nava sea malo para su partido. Lo que cuestionan los panistas no alineados es el método por el que llegará. Se pidió un periodo de reflexión y no lo dieron; la renuncia del Comité Ejecutivo Nacional en pleno, y tampoco sucedió; un plazo mayor a los 30 días para elegir al líder, y no; un periodo de reflexión para analizar la derrota: mucho menos... porque la derrota es lo último que los calderonistas quieren recordar. Prefieren los triunfos, nos dicen: aun cuando implique aplastar a los demás.
Apunte final: “Acaba de terminar un proceso político; desgraciadamente, para mala fortuna del ciudadano Presidente de la República, pues no se le dieron las cosas, ¿verdad?” Lecciones de política de Servando Gómez, “La Tuta”. Las cosas que estamos presenciando, caray.
Expulsiones y nueva dirigencia: Cárdenas
En una carta abierta a la militancia perredista, el fundador del partido propone aplicar los mandatos del estatuto para volver a la legalidad interna; indispensable, la disolución de las corrientes, considera
México.- Este miércoles, Cuauhtémoc Cárdenas hizo un “último llamamiento” a los militantes del PRD para tratar de reformular los preceptos de la izquierda mexicana.
Por medio de una carta abierta y en respuesta a la reunión de líderes perredistas en Michoacán, el pasado fin de semana, el fundador del PRD afirmó que ese partido, en sus condiciones actuales, “está traicionando a sus muertos y, lastrado como se encuentra por las violaciones a sus reglas internas, pierde su condición de instrumento de lucha por la soberanía de la nación, el progreso y la democracia”.
La propuesta de Cárdenas establece una serie de condiciones fundamentales para retomar el camino: aplicar los mandatos del estatuto para volver a la legalidad interna; reunión del Consejo Nacional y renuncia de los actuales dirigentes y que el mismo Consejo Nacional realice las sustituciones y ponga en marcha el proceso de reorganización del partido, para luego disolverse.
A continuación, el texto íntegro de la misiva de Cuauhtémoc Cárdenas.
A los militantes del Partido de la Revolución Democrática: un último llamamiento.
Seriamente preocupado por el descrédito y la pérdida de autoridad moral del Partido de la Revolución Democrática frente a la ciudadanía y a la opinión pública en general, quiero compartir con mis compañeros las siguientes reflexiones:
En marzo del año pasado, después de la cuestionada elección para renovar la dirección del partido, advertí de la fuerte confrontación y fractura que vivía nuestra organización y plantee públicamente un camino de solución: la renuncia de todos los contendientes a los cargos de elección, la disolución de los cuerpos de dirección del partido y su sustitución por entes provisionales, para permitir con ello la recomposición y reencauzamiento de nuestra organización. Ninguna respuesta ni comentario merecí de la dirección o de los liderazgos internos, pues prevalecieron los intereses de facción, el sectarismo y la intolerancia.
Nada se arregló. El enfrentamiento se ha hecho más agudo y virulento conforme el tiempo ha transcurrido. Entre los resultados más graves de esa confrontación se encuentran el permanente quebrantamiento de las disposiciones estatutarias por parte de las instancias de dirección, individuales y colectivas, sea para responder a presiones clientelares y sectarias, sea mostrándose complacientes ante la violación de la regla, así como la parálisis en la que se ha mantenido al partido respecto al trabajo para su crecimiento como organización y la falta de debate interno y de propuestas sobre los grandes problemas de la nación.
En esas condiciones, el desempeño electoral del pasado 5 de julio resultó lógico. No podía esperarse otro. Ratifica la condición de grave empantanamiento que vive el PRD. Sin embargo, y es un hecho que no debe desestimarse, donde el PRD ha mantenido un trabajo de organización desde la base y donde los compromisos adquiridos se han cumplido, el partido se ha conservado como fuerza política competitiva y de significación.
El 7 de julio pasado, me visitaron y cambié impresiones con varios dirigentes del partido, incluido el presidente. Se planteó en esa ocasión convocar a una reunión incluyente, no pública ni anunciada por conducto de los medios de información, en la que participarían el presidente y la secretaria general del partido, los coordinadores y ex coordinadores parlamentarios, gobernadores, ex gobernadores y los ex presidentes, para analizar posibles propuestas que pudieran hacerse tanto a los colectivos de dirección como a la militancia en su conjunto, para superar la actual situación del partido, empezando porque se tomarían, aun antes de la citada reunión, decisiones que permitirían iniciar el proceso de recuperación de la legalidad interna, en particular que se anunciaría la pérdida de derechos partidarios de quienes hubieran contendido contra el PRD. A la reunión celebrada el pasado 11 de julio en Morelia se convocó con parcialidad, razón de algunas ausencias y de inexplicables presencias.
Los asistentes a esa reunión, algunos dirigentes del partido y líderes de grupos de presión, algunos gobernadores, algunos ex gobernadores y ex presidentes del partido, coordinadores parlamentarios y algunos más, aun cuando lo hayan hecho con la mejor buena fe, convinieron, según la información pública, si no explícitamente sí en los hechos, desentenderse del mandato de hacer valer la legalidad interna, decretando, también sin hacerlo explícito, incumpliendo toda norma y sin estar facultados para ello, una amnistía para que se mantengan como militantes del partido quienes contendieron en su contra postulados, a decir de la Secretaría General del partido, por el PRI, PAN, PT, Convergencia, PSD, etcétera., en las recientes elecciones del 5 de julio.
A este respecto cabe recordar que el 5 de julio de 2007, el entonces presidente del PRD, por cierto, uno de los no invitados a la reunión de Morelia, dio a conocer en los medios informativos que se iniciaba un procedimiento de suspensión de los derechos partidarios contra varios miembros del partido por apoyar a otras fuerzas políticas en las elecciones locales de Zacatecas. Sobre el mismo caso, la gobernadora de aquel estado declaró entonces que los estatutos del PRD “establecen que quienes apoyen a candidatos de otros organismos políticos, o se postulen bajo otras siglas, no se les expulsa sino que automáticamente se colocan fuera del PRD”.
Desde Morelia también, los ahí reunidos hicieron un llamado abstracto a la unidad de la izquierda, sin haber llegado previamente a acuerdos, ni entre sí que se sepa ni con nadie más, sobre programas y principios, como si las declaraciones de unidad por sí solas hicieran fuertes a las organizaciones y resolvieran los problemas.
Tal como está el PRD, en lo que todos y cada uno de sus militantes tenemos responsabilidad, es incapaz de dar viabilidad a su proyecto democrático y progresista de nación y sobre todo, no le es de ninguna utilidad al pueblo mexicano.
En estas circunstancias, es momento para que cada militante y el partido como colectivo llevemos a cabo una seria reflexión autocrítica. Es tiempo de recordar que en el llamamiento que convocó a la formación del PRD se dijo: “Queremos que nuestra organización sea un instrumento de la sociedad, y no tan sólo de sus miembros o dirigentes, y para ello tendrá que dar en sus normas democráticas, en su vida interna, en la transparencia de sus recursos, en la autonomía de sus componentes regionales, en la libertad de tendencias y corrientes en su seno, en la unidad y en el respeto a las decisiones colectivas y, sobre todo, en la conducta personal de cada uno de sus miembros, la imagen tangible de aquello que se propone para el país y para la sociedad”.
En la coyuntura política que vivimos, nuestro compromiso prioritario es revertir la embestida reaccionaria y entreguista. Condición para ser exitosos en esta causa es contar con una organización con fortaleza política y autoridad moral, capaz de convocar y encabezar la transformación progresista y democrática del país. Estamos de nueva cuenta frente a la necesidad de tomar decisiones valientes y generosas, que al reposicionarnos en el ánimo de la ciudadanía nos devuelvan la hoy perdida autoridad moral.
Los problemas políticos se resuelven con medidas políticas. Los problemas de mayor complejidad y dificultad, demandan la mayoría de las veces de decisiones valientes, que hagan prevalecer los principios sobre cualquier interés individual o de grupo. Los problemas que hoy confronta el PRD no se resolverán con medidas administrativas sino con decisiones políticas de gran alcance, tomadas dentro de nuestras normas estatutarias.
Procedería entonces, a mi entender y antes que otra cosa, aplicar los mandatos del estatuto para volver a la legalidad interna. Inmediatamente después, debiera darse la convocatoria del Presidente del partido para que se reúna el Consejo Nacional. Reunido éste, el Presidente, el Comité Ejecutivo y los integrantes de todas las comisiones y órganos de dirección y representación debieran presentar su renuncia ante el citado Consejo.
Dado este paso, el Consejo tendría que proceder a realizar las necesarias substituciones, a las que daría el carácter de provisionales y a las que mandataría poner en marcha un proceso de reorganización del partido, a partir de la renovación y fortalecimiento de sus bases territoriales y la vinculación con las verdaderas problemáticas populares y nacionales. Hecha la designación de los cuerpos y dirigentes provisionales, el actual Consejo Nacional debiera votar su propia disolución.
La dirección provisional debiera ser dotada de plenas facultades para el gobierno, la reorganización y conducción del partido en el período de transición, que tendría que abrirse desde este momento y hasta la elección del nuevo Presidente, Secretario General y Consejo Nacional, que debiera celebrarse después de la realización de un Congreso Nacional Extraordinario en el que se aprobaran nuevos documentos básicos y un padrón levantado a partir de la reafiliación de los militantes y de llevar a cabo, simultáneamente, una intensa campaña de afiliación. Se trata de reconstruir el partido desde sus bases.
La dirección que se designe con carácter provisional tendría, ante la militancia y la nación, la responsabilidad de poner en práctica una política hacia el interior del partido y hacia el exterior que represente una verdadera regeneración, con la que se identifiquen los miembros del partido leales a sus principios fundacionales, que sancione sin contemplaciones toda violación a la legalidad interna, que ponga fin al sistema corporativo y clientelar de cuotas en la integración de los cuerpos de dirección y en la selección de candidatos a cargos de elección popular, que desde dentro y desde afuera se reconozca por la ética en las conductas y por la autoridad moral recuperada.
El partido en sus condiciones actuales está incapacitado para cumplir con el compromiso que tiene con el pueblo y la nación, compromiso que surge de los grandes movimientos de reivindicación del siglo XX y que asumió el PRD desde su fundación. El partido en sus condiciones actuales está traicionando a sus muertos y lastrado como se encuentra por las violaciones a sus reglas internas, pierde su condición de instrumento de lucha por la soberanía de la nación, el progreso y la democracia.
Al mismo tiempo que se toman e instrumentan todas las decisiones anteriores, es indispensable la disolución de los grupos de presión dentro del partido, las mal llamadas corrientes, que han privilegiado intereses personalistas y de facción y que han sido causa principal de las prácticas sectarias y clientelares, así como de las actitudes de intolerancia que han inhibido la libre discusión de ideas y propuestas, ahondando las fracturas y los desencuentros.
Convoco a mis compañeros a compartir conmigo estas propuestas y a apelar a la conciencia y responsabilidad de los dirigentes del partido para que nos escuchen y den pronta respuesta. Estamos ante la última oportunidad para que no se pierda un instrumento que con el sacrificio y el esfuerzo de miles de mujeres y hombres de todos los rincones del país fue construido, como dice nuestro Llamamiento originario, para promover la democratización de la sociedad y de las instituciones estatales; defender y hacer respetar el voto ciudadano; luchar por la liberación de los sindicatos y organizaciones de trabajadores, campesinos y populares de toda burocracia corrompida; poner un alto a la destrucción consciente y sistemática de las instituciones y creaciones de la Revolución Mexicana: el ejido, la cooperativa, el contrato colectivo de trabajo, el sindicato, la empresa pública en las ramas donde nuestra independencia económica la hace imprescindible; impulsar la educación pública laica y gratuita; defender e imponer la independencia de la justicia, la dignidad del individuo, los derechos y garantías consagrados en nuestra Constitución, el cese de toda represión política o ilegal; combatir la corrupción, el privilegio, la injusticia, el despotismo de gobernantes, funcionarios y poderosos, el caciquismo, la arbitrariedad, el uso patrimonial de los fondos públicos; promover la igualdad, la libertad y la solidaridad como valores rectores de nuestra vida ciudadana.
Alcemos nuestras voces y ratifiquemos con este llamado a nuestras propias conciencias y responsabilidades y a nuestros compañeros, el compromiso de levantar un México de hombres y mujeres libres e iguales ante la ley y ante la vida, una patria democrática, solidaria y generosa, una patria para todos.
Cuauhtémoc Cárdenas.
15 de julio del 2009.
www.ccardenass.org
México.- Este miércoles, Cuauhtémoc Cárdenas hizo un “último llamamiento” a los militantes del PRD para tratar de reformular los preceptos de la izquierda mexicana.
Por medio de una carta abierta y en respuesta a la reunión de líderes perredistas en Michoacán, el pasado fin de semana, el fundador del PRD afirmó que ese partido, en sus condiciones actuales, “está traicionando a sus muertos y, lastrado como se encuentra por las violaciones a sus reglas internas, pierde su condición de instrumento de lucha por la soberanía de la nación, el progreso y la democracia”.
La propuesta de Cárdenas establece una serie de condiciones fundamentales para retomar el camino: aplicar los mandatos del estatuto para volver a la legalidad interna; reunión del Consejo Nacional y renuncia de los actuales dirigentes y que el mismo Consejo Nacional realice las sustituciones y ponga en marcha el proceso de reorganización del partido, para luego disolverse.
A continuación, el texto íntegro de la misiva de Cuauhtémoc Cárdenas.
A los militantes del Partido de la Revolución Democrática: un último llamamiento.
Seriamente preocupado por el descrédito y la pérdida de autoridad moral del Partido de la Revolución Democrática frente a la ciudadanía y a la opinión pública en general, quiero compartir con mis compañeros las siguientes reflexiones:
En marzo del año pasado, después de la cuestionada elección para renovar la dirección del partido, advertí de la fuerte confrontación y fractura que vivía nuestra organización y plantee públicamente un camino de solución: la renuncia de todos los contendientes a los cargos de elección, la disolución de los cuerpos de dirección del partido y su sustitución por entes provisionales, para permitir con ello la recomposición y reencauzamiento de nuestra organización. Ninguna respuesta ni comentario merecí de la dirección o de los liderazgos internos, pues prevalecieron los intereses de facción, el sectarismo y la intolerancia.
Nada se arregló. El enfrentamiento se ha hecho más agudo y virulento conforme el tiempo ha transcurrido. Entre los resultados más graves de esa confrontación se encuentran el permanente quebrantamiento de las disposiciones estatutarias por parte de las instancias de dirección, individuales y colectivas, sea para responder a presiones clientelares y sectarias, sea mostrándose complacientes ante la violación de la regla, así como la parálisis en la que se ha mantenido al partido respecto al trabajo para su crecimiento como organización y la falta de debate interno y de propuestas sobre los grandes problemas de la nación.
En esas condiciones, el desempeño electoral del pasado 5 de julio resultó lógico. No podía esperarse otro. Ratifica la condición de grave empantanamiento que vive el PRD. Sin embargo, y es un hecho que no debe desestimarse, donde el PRD ha mantenido un trabajo de organización desde la base y donde los compromisos adquiridos se han cumplido, el partido se ha conservado como fuerza política competitiva y de significación.
El 7 de julio pasado, me visitaron y cambié impresiones con varios dirigentes del partido, incluido el presidente. Se planteó en esa ocasión convocar a una reunión incluyente, no pública ni anunciada por conducto de los medios de información, en la que participarían el presidente y la secretaria general del partido, los coordinadores y ex coordinadores parlamentarios, gobernadores, ex gobernadores y los ex presidentes, para analizar posibles propuestas que pudieran hacerse tanto a los colectivos de dirección como a la militancia en su conjunto, para superar la actual situación del partido, empezando porque se tomarían, aun antes de la citada reunión, decisiones que permitirían iniciar el proceso de recuperación de la legalidad interna, en particular que se anunciaría la pérdida de derechos partidarios de quienes hubieran contendido contra el PRD. A la reunión celebrada el pasado 11 de julio en Morelia se convocó con parcialidad, razón de algunas ausencias y de inexplicables presencias.
Los asistentes a esa reunión, algunos dirigentes del partido y líderes de grupos de presión, algunos gobernadores, algunos ex gobernadores y ex presidentes del partido, coordinadores parlamentarios y algunos más, aun cuando lo hayan hecho con la mejor buena fe, convinieron, según la información pública, si no explícitamente sí en los hechos, desentenderse del mandato de hacer valer la legalidad interna, decretando, también sin hacerlo explícito, incumpliendo toda norma y sin estar facultados para ello, una amnistía para que se mantengan como militantes del partido quienes contendieron en su contra postulados, a decir de la Secretaría General del partido, por el PRI, PAN, PT, Convergencia, PSD, etcétera., en las recientes elecciones del 5 de julio.
A este respecto cabe recordar que el 5 de julio de 2007, el entonces presidente del PRD, por cierto, uno de los no invitados a la reunión de Morelia, dio a conocer en los medios informativos que se iniciaba un procedimiento de suspensión de los derechos partidarios contra varios miembros del partido por apoyar a otras fuerzas políticas en las elecciones locales de Zacatecas. Sobre el mismo caso, la gobernadora de aquel estado declaró entonces que los estatutos del PRD “establecen que quienes apoyen a candidatos de otros organismos políticos, o se postulen bajo otras siglas, no se les expulsa sino que automáticamente se colocan fuera del PRD”.
Desde Morelia también, los ahí reunidos hicieron un llamado abstracto a la unidad de la izquierda, sin haber llegado previamente a acuerdos, ni entre sí que se sepa ni con nadie más, sobre programas y principios, como si las declaraciones de unidad por sí solas hicieran fuertes a las organizaciones y resolvieran los problemas.
Tal como está el PRD, en lo que todos y cada uno de sus militantes tenemos responsabilidad, es incapaz de dar viabilidad a su proyecto democrático y progresista de nación y sobre todo, no le es de ninguna utilidad al pueblo mexicano.
En estas circunstancias, es momento para que cada militante y el partido como colectivo llevemos a cabo una seria reflexión autocrítica. Es tiempo de recordar que en el llamamiento que convocó a la formación del PRD se dijo: “Queremos que nuestra organización sea un instrumento de la sociedad, y no tan sólo de sus miembros o dirigentes, y para ello tendrá que dar en sus normas democráticas, en su vida interna, en la transparencia de sus recursos, en la autonomía de sus componentes regionales, en la libertad de tendencias y corrientes en su seno, en la unidad y en el respeto a las decisiones colectivas y, sobre todo, en la conducta personal de cada uno de sus miembros, la imagen tangible de aquello que se propone para el país y para la sociedad”.
En la coyuntura política que vivimos, nuestro compromiso prioritario es revertir la embestida reaccionaria y entreguista. Condición para ser exitosos en esta causa es contar con una organización con fortaleza política y autoridad moral, capaz de convocar y encabezar la transformación progresista y democrática del país. Estamos de nueva cuenta frente a la necesidad de tomar decisiones valientes y generosas, que al reposicionarnos en el ánimo de la ciudadanía nos devuelvan la hoy perdida autoridad moral.
Los problemas políticos se resuelven con medidas políticas. Los problemas de mayor complejidad y dificultad, demandan la mayoría de las veces de decisiones valientes, que hagan prevalecer los principios sobre cualquier interés individual o de grupo. Los problemas que hoy confronta el PRD no se resolverán con medidas administrativas sino con decisiones políticas de gran alcance, tomadas dentro de nuestras normas estatutarias.
Procedería entonces, a mi entender y antes que otra cosa, aplicar los mandatos del estatuto para volver a la legalidad interna. Inmediatamente después, debiera darse la convocatoria del Presidente del partido para que se reúna el Consejo Nacional. Reunido éste, el Presidente, el Comité Ejecutivo y los integrantes de todas las comisiones y órganos de dirección y representación debieran presentar su renuncia ante el citado Consejo.
Dado este paso, el Consejo tendría que proceder a realizar las necesarias substituciones, a las que daría el carácter de provisionales y a las que mandataría poner en marcha un proceso de reorganización del partido, a partir de la renovación y fortalecimiento de sus bases territoriales y la vinculación con las verdaderas problemáticas populares y nacionales. Hecha la designación de los cuerpos y dirigentes provisionales, el actual Consejo Nacional debiera votar su propia disolución.
La dirección provisional debiera ser dotada de plenas facultades para el gobierno, la reorganización y conducción del partido en el período de transición, que tendría que abrirse desde este momento y hasta la elección del nuevo Presidente, Secretario General y Consejo Nacional, que debiera celebrarse después de la realización de un Congreso Nacional Extraordinario en el que se aprobaran nuevos documentos básicos y un padrón levantado a partir de la reafiliación de los militantes y de llevar a cabo, simultáneamente, una intensa campaña de afiliación. Se trata de reconstruir el partido desde sus bases.
La dirección que se designe con carácter provisional tendría, ante la militancia y la nación, la responsabilidad de poner en práctica una política hacia el interior del partido y hacia el exterior que represente una verdadera regeneración, con la que se identifiquen los miembros del partido leales a sus principios fundacionales, que sancione sin contemplaciones toda violación a la legalidad interna, que ponga fin al sistema corporativo y clientelar de cuotas en la integración de los cuerpos de dirección y en la selección de candidatos a cargos de elección popular, que desde dentro y desde afuera se reconozca por la ética en las conductas y por la autoridad moral recuperada.
El partido en sus condiciones actuales está incapacitado para cumplir con el compromiso que tiene con el pueblo y la nación, compromiso que surge de los grandes movimientos de reivindicación del siglo XX y que asumió el PRD desde su fundación. El partido en sus condiciones actuales está traicionando a sus muertos y lastrado como se encuentra por las violaciones a sus reglas internas, pierde su condición de instrumento de lucha por la soberanía de la nación, el progreso y la democracia.
Al mismo tiempo que se toman e instrumentan todas las decisiones anteriores, es indispensable la disolución de los grupos de presión dentro del partido, las mal llamadas corrientes, que han privilegiado intereses personalistas y de facción y que han sido causa principal de las prácticas sectarias y clientelares, así como de las actitudes de intolerancia que han inhibido la libre discusión de ideas y propuestas, ahondando las fracturas y los desencuentros.
Convoco a mis compañeros a compartir conmigo estas propuestas y a apelar a la conciencia y responsabilidad de los dirigentes del partido para que nos escuchen y den pronta respuesta. Estamos ante la última oportunidad para que no se pierda un instrumento que con el sacrificio y el esfuerzo de miles de mujeres y hombres de todos los rincones del país fue construido, como dice nuestro Llamamiento originario, para promover la democratización de la sociedad y de las instituciones estatales; defender y hacer respetar el voto ciudadano; luchar por la liberación de los sindicatos y organizaciones de trabajadores, campesinos y populares de toda burocracia corrompida; poner un alto a la destrucción consciente y sistemática de las instituciones y creaciones de la Revolución Mexicana: el ejido, la cooperativa, el contrato colectivo de trabajo, el sindicato, la empresa pública en las ramas donde nuestra independencia económica la hace imprescindible; impulsar la educación pública laica y gratuita; defender e imponer la independencia de la justicia, la dignidad del individuo, los derechos y garantías consagrados en nuestra Constitución, el cese de toda represión política o ilegal; combatir la corrupción, el privilegio, la injusticia, el despotismo de gobernantes, funcionarios y poderosos, el caciquismo, la arbitrariedad, el uso patrimonial de los fondos públicos; promover la igualdad, la libertad y la solidaridad como valores rectores de nuestra vida ciudadana.
Alcemos nuestras voces y ratifiquemos con este llamado a nuestras propias conciencias y responsabilidades y a nuestros compañeros, el compromiso de levantar un México de hombres y mujeres libres e iguales ante la ley y ante la vida, una patria democrática, solidaria y generosa, una patria para todos.
Cuauhtémoc Cárdenas.
15 de julio del 2009.
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