domingo, 7 de septiembre de 2008

LUTO EN NUESTRO MOVIMIENTO


La Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia A. C. expresa su más profundo pesar y tristeza por la irreparable pérdida de nuestro amigo y camarada



JOSÉ G. ZAMARRIPA



destacado dirigente del movimiento nacional de resistencia civil pacífica, integrante del Gobierno Legítimo de México y un gran luchador social y político en defensa de la democracia, la soberanía y la voluntad popular.






DESCANSE EN PAZ

No nada más a los "perros". También a las "ratas".

Señala que el gobierno soltó a “los perros de la información”; apremia a neutralizarlos

Volcarse a las calles para frenar iniciativas energéticas de PRI y AN, plantea Taibo II
Georgina Saldierna

El escritor Paco Ignacio Taibo II apremió ayer a los integrantes de la Convención Nacional Democrática a salir a las calles y crear entre la población un consenso de tal tamaño contra las propuestas energéticas del PRI y el PAN, que éstos se vean imposibilitados de aprobarlas.

Al participar en un foro sobre la resistencia civil pacífica en defensa del petróleo, añadió que el gobierno ha soltado a “los perros de la información”.

No ha ganado la batalla mediática, pero sí tiene una fuerza inmensa gracias al uso de la televisión, subrayó, al destacar que es necesario neutralizarla por la vía de la propaganda directa y la conversación con los vecinos.

En ese contexto, expuso que el movimiento de resistencia debe volcarse hacia afuera y contarle a la ciudadanía lo que está pasando en materia petrolera. Aún hay tiempo de hacerlo, enfatizó.

Consideró que es necesario frenar a quienes buscan la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) e impedir que la renta del crudo se vaya a las trasnacionales. Es necesario que se utilice en el mejoramiento de la paraestatal, en educación y en salud, dijo. Advirtió que no hacerlo puede ser trágico para el país.

Durante el foro también estuvo presente el catedrático de la UAM Armando Rendón, quien resaltó que el derecho a la rebelión nunca se pierde, porque se trata de un derecho a la sobrevivencia frente a la opresión.

Sobre la desobediencia civil, explicó que llama la atención sobre las cosas que están mal, al igual que la resistencia, la cual quiere cambiar el orden vigente.

Población manipulada

Añadió que en México ya se está construyendo un camino mediante la resistencia civil pacífica, luego de señalar, sin embargo, que hay una amplia franja del pueblo que es manipulada contra sus propios intereses, a partir de los subsidios que reciben por medio de los programas sociales gubernamentales.

Mencionó que la administración federal tiene subejercicios presupuestales en diversas áreas, con el fin de hacer un “guardadito” para después utilizarlo con el propósito de comprar la voluntad ciudadana.


http://www.jornada.unam.mx/2008/09/07/index.php?section=politica&article=008n1pol

Ceremonia en el Zócalo estará dedicada a la defensa del petróleo: AMLO

Advertiremos, a quienes usurpan el poder, que el movimiento nacional por la defensa del recurso defenderá el carácter público del energético, aseguró.

Fabiola Martínez, enviada
Publicado: 07/09/2008 17:49



Villa Juárez, SLP. Andrés Manuel López Obrador dijo que la ceremonia conmemorativa de la Independencia de México –que encabezará el próximo lunes 15 en el Zócalo capitalino- será dedicada a la defensa del petróleo y para advertir a quienes usurpan el poder que el movimiento civil defenderá el carácter público de esta industria.

“Yo no soy mentiroso y el que mejor lo sabe es (Felipe) Calderón; sabe que no ganó (la Presidencia de la República) y todos los días anda hecho un manojo de nervios, con cruda... moral, de conciencia. No se puede gobernar a México si no se tiene autoridad moral y política. Por eso no lo respeto”, expresó aquí el "presidente legítimo".

http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/09/07/ceremonia-en-el-zocalo-estara-dedicada-a-la-defensa-del-petroleo-amlo

¡ Una Esperanza, por amor de Diós !

Rolando Cordera Campos

Una esperanza por el amor de Dios
Al celebrar los cincuenta años de Wal- Mart, el Presidente rechazó que en México sólo exista lugar para la tragedia y consignó: “Por lo que vemos, oímos o leemos en algunos medios, también parece que de lo que se trata es de eliminar todo resquicio de esperanza para los mexicanos” (La Jornada, 05/09/08). En homenaje a la transparencia, Calderón dejó para la posteridad nombre y ubicación de los medios, pero no dejó de asegurarnos que “la fuerza de México no está en quien augura catástrofes sino en todas las personas que todos los días trabajan, se esfuerzan y son honestas” (Ibíd.).

La soga en la casa de “los colgados” (B Traven): “Corte deja a Wal-Mart sin su tienda de raya”, cabecea El Universal e informa: “La empresa Wal-Mart se convirtió en moderna tienda de raya… De acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la compañía trasnacional aplicó un sistema similar (al del porfiriato), pues sus trabajadores debían canjear sus vales de despensa únicamente en las tiendas de autoservicio de la cadena… Por esa razón, los ministros de la segunda sala declararon inconstitucional este acuerdo laboral y anularon el llamado plan de previsión social de Wal-Mart, lo que permitirá ahora a los empleados de esta empresa adquirir productos en las tiendas de su elección” (05/09/08, p. A12).

De lejos viene la tesis de que la nuestra es la tierra de la desigualdad, como describiese Humboldt a la Nueva España. De cerca, nos llega la constatación de que la moderna sociedad mexicana es casi totalmente “inelástica” a la inequidad, como lo postulara hace unos años Nora Lústig ante el Foro de Equidad Social del Banco Interamericano de Desarrollo. De hoy, nos viene la confirmación de que esta desigualdad se cuela por todos los poros del cuerpo nacional, deja sin educación básica a millones, relega al inempleo a cientos de miles de jóvenes que además no tienen acceso a la educación media superior y superior, y abandona a su suerte a “alrededor de 20 millones de personas (que) no tienen acceso a servicios médicos en el país” (La Jornada, p. 49).

Ser modernos y consumir de todo ha sido viejo afán de las elites mexicanas. Pero en su empeño, que tocó fondo en el año de desgracia de 2006, cuando se rehusaron a arriesgar por un cambio político moderado que proponía que por el bien de todos primero los pobres, dejaron en el archivo muerto la elemental sensibilidad social que requiere todo proyecto modernizador y optaron por el exilio interior de sus casas amuralladas y helicópteros a la puerta para llegar en estos días a la fuga hacia delante y sin eufemismos: casa en Houston y depa en Santa Fe, por aquello de las reuniones de consejo, cabildeo con el secretario de turno, entrevista en la Cumbre con Don Tutufato y sus amigos.

No hay resquicio para esperanza alguna con una cúpula obstinada en vivir un mundo raro y unos dirigentes dispuestos a todo menos a reconocer la patología de un país cuya economía se arrastra por más de veinte años y para mantenerse así, a ras del suelo, se come sus recursos naturales y los dilapida comprando voluntades mafiosas en los sindicatos que quedan y en los gobiernos locales famélicos e incapaces de convocar a sus mandantes a contribuir para la hacienda pública. No hay ojo de aguja por el cual pasar.

Vivimos de tiempo prestado y requerimos en efecto de esperanza para tan sólo seguir arando. Pero reclamarlo en la tienda de raya global es como demasiado. Y para esto no se necesita marchar… de blanco, de rojo o de negro.

http://www.jornada.unam.mx/2008/09/07/index.php?section=opinion&article=017a1pol

Edgar González Ruiz y su opinión sobre la marcha "contra" la inseguridad :

La derecha y la inseguridad

La marcha contra la inseguridad
Edgar González Ruiz

La organización de la marcha del sábado 30 de agosto, supuestamente “contra la inseguridad” buscó en realidad, apoyar la propaganda de Fecal, basada en identificar ese problema como el principal del país.

Con ello, a la vez que el gobierno espurio intenta justificar la militarización, se privilegian los intereses de los más ricos, que suelen ser ladrones de cuello blanco, a la vez que víctimas naturales de una delincuencia organizada, cuya operación requiere de complicidades con elementos de la policía y del ejército.
Ciertamente, en el capitalismo proliferan los delitos contra la propiedad, que se cometen sea por necesidad o por ambición, por ello, la clientela natural de la marcha del sábado eran los alumnos de escuelas particulares, y las familias acaudaladas que asistieron un rato a la marcha, luego de haber ido a comer a los restaurantes caros de Reforma y de la Zona Rosa.

Iban vestidos de blanco, como evocación de la ideología de la ultraderecha católica que animó los primeros movimientos “contra la inseguridad”. Estos surgieron, con esa simbología, en 1993, en Guadalajara, en protesta por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas, en Guadalajara; eran las llamadas “damas de blanco”. En 97, surgió México Unido contra la Delincuencia, encabezado por el ultraderechista Guillermo Velasco Arzac, del cual ahora ese grupo dice ahora estar distanciado.

En 2004, la ultraderecha, con un inmenso apoyo mediático logró sacar a la calle a muchas personas, que simplemente protestaban “contra la inseguridad”, en un acto que los organizadores, entre los que se contaba Velasco Arzac, entendieron como parte de su estrategia para desestabilizar al gobierno de AMLO.

La inseguridad es un problema en todas las sociedades capitalistas, pero la derecha empresarial lo manipula a su conveniencia, para avalar la represión y para dejar de lado los verdaderos problemas sociales, como la pobreza, la subsistencia cada vez más difícil de la mayoría de las personas, y en particular de los ancianos, la elevación de los precios y de los impuestos, etc.


Muchos se preguntan por qué miles de personas que no son acaudaladas fueron a la marcha, y la respuesta radica, evidentemente, en la manipulación de los “grandes” medios, dedicados a apoyar esa manifestación y su ideología subyacente.

La del sábado fue, como en 2004, una marcha promovida por la televisión, por estaciones de radio y periódicos como El Universal, por ejemplo, que en su primera plana de la edición del día anterior ofreció dar seguimiento a la marcha “contra la inseguridad” durante todo el día.


Hay que notar que esos mismos medios que facilitan el acarreo a las marchas “contra la inseguridad”, despotrican sistemáticamente contra los actos populares encabezados por AMLO, y hace dos años incluso en la televisión dejaron de reportar algunas de las marchas más numerosas de la resistencia civil.


Además de que la marcha de hace unos días convocó a menos gente que la de 2004, fue notable que la derecha recurriera a membretes o personajes nuevos, supuestamente ajenos al activismo católico conservador, al grado de que en cartelones pegados en las aceras cercanas al Angel, México Unidos contra la Delincuencia, proclamaba ser una organización “laica”. Pero la verdad es que, unos y otros, Moreira y Velasco Arzac, por mencionar dos casos conocidos, siguen están do en el mismo barco, de quienes apoyan al gobierno Fecal y reivindican la permanencia de la derecha en el poder.


La marcha se articuló en torno al asesinato de un adolescente de familia multimillonaria, que gozaba de la protección de una guardia personal, pues los medios quieren que la gente, incluso la más pobre, se identifique con los problemas de la élite. Es dramática cualquier tragedia humana, y en particular la de ese joven, pero es absurdo plantear que su situación y su forma de vida tiene punto de comparación con la de los inmensa mayoría de los mexicanos. ¿Cuántas personas disfrutan de condiciones holgadas para vivir?, y de ellas, ¿cuántas tienen tanto dinero que no pueden estar seguras ni siquiera con un pelotón de guardaespaldas?. La identificación de muchas personas con el drama que vivió esa poderosa familia, fue resultado de una labor de los medios.


El sábado llegaban al Angel de la Independencia, formando un grupo compacto y clasista, señoras y señores ricos, bajándose de lujosas autos particulares, vestidos con ropa blanca de marca, muchachas y jóvenes de escuelas particulares, como El Cristóbal Colón de Lomas Verdes (que fuera hace unas décadas uno de los semilleros del grupo Provida), de La Salle, y de otras escuelas, muchos de ellos en camiones cuyo alquiler costaba alrededor de 5 mil pesos por unidad.


Fue una marcha promovida por los intereses clasistas, de quienes temen que una banda encuentre que es buen negocio secuestrarlos o asesinarlos para quitarles algo de sus muchos millones. Desde luego, fueron muchas otras personas, incluso de clase media y hasta de condiciones humildes, pero fueron ante todo porque la televisión y la radio los llevaron tramposamente, manipulando su inquietud por sufrir algún tipo de robo o de violencia por parte de una delincuencia que sólo puede menguar si en el país existen condiciones más justas y más bienestar para todos, con políticas como las que impulsó AMLO, de crear escuelas públicas y ayudar a los que menos tienen.
A unos metros de la concentración de los preocupados por la “inseguridad”, había otras personas a las que los medios ignoran olímpicamente: son los que carecen de recursos y que esta tarde, en las cercanías de las estaciones del Metro, estaban buscando desperdicios para comer. Ellos no existen para Televisa ni para la propaganda Fecal, según la cual, todos tenemos en México tal prosperidad, que hasta podemos ser víctimas de las grandes bandas de ladrones. Para esas personas marginadas, su preocupación es encontrar algún lugar donde dormir y algo que comer; para muchas otras, sin llegar a ese extremo, su verdadero problema es no poder pagar la renta, la luz, el gas, etc., pero Fecal y sus aliados mediáticos pretenden que todos debemos pensar como si fuéramos millonarios.


Otro aspecto desconcertante puede ser la medida en que la marcha y en general la propaganda mediática en torno a la inseguridad, afectará al gobierno espurio. Este último tiene un guión muy claro que es nada menos que, con algunas variantes, el que ha seguido Bush para sus guerras y el exhibido recientemente en la película Batman (la lucha “contra el crimen organizado”): las autoridades se presentan como encabezando una “guerra” para neutralizar la oposición y para movilizar a la gente en apoyo a los proyectos plutocráticos.
Los medios siguen las consignas fecales que insisten en el tema de la inseguridad, el narcotráfico, etc., pero el infantilismo de ese guión oficialista se hace patente cada día: la delincuencia no se puede erradicar en un sistema basado en las desigualdades económicas, y menos todavía se logra eso involucrando al ejército, además de que, en particular, el narcotráfico sólo se puede acabar mediante la despenalización de las drogas. Mientras exista el clandestinaje existirá el crimen ligado a él, con la complicidad de la policía y del ejército.


Lo que ha ocurrido desde hace dos años es bastante sencillo: para legitimarse y evitar los procesos democráticos, el gobierno panista de Fecal usa la ideología de la inseguridad, con apoyo de los grandes medios, pero ahora, paradójicamente, la persistencia de los crímenes y de la delincuencia, demuestran que Fecal no está teniendo éxito, pues ante todo la consigna de la llamada “lucha contra la delincuencia organizada” es un absurdo, sobre todo si constatamos que la principal banda de delincuentes, la que se apoderó del gobierno en el 2006, y que todos los días abusa del poder, está encabezada por ese personaje.

http://contra-la-derecha.blogspot.com/

La columna de Ortiz Pinchetti pone el dedo en la llaga : ¿ quién financia la campaña de calumnias ?

El despertar

José Agustín Ortiz Pinchetti jaorpin@yahoo.com.mx.

■ Calumnias y canalladas

Los éxitos de la resistencia, que son síntoma de la articulación del movimiento obradorista y la debilidad y contradicciones del gobierno de Calderón, están incitando a una campaña de calumnias contra AMLO y sus colaboradores. En varios periódicos “nacionales”, en la televisión y en la radio se está “sembrando” la acusación de que intentamos derrocar a Felipe. Esas denuncias no se sustentan en ningún hecho concreto. Son elaboradas por “plumíferos” inteligentes, bien pagados y colocados en posiciones estratégicas.


Cuando la derecha y el gobierno quieren provocar una reacción de opinión pública coordinan esos ataques. Todo el mundo y sobre todo ellos saben que nuestro movimiento es pacífico.

Que no hemos roto un vidrio ni lastimado a nadie. En contraste, las fuerzas de seguridad de Calderón han provocado dentro de la fallida guerra contra el narco más de 600 denuncias por violaciones a los derechos humanos contra la población rural. Estas campañas no deben asombrarnos. La política de comunicación de este gobierno, como el de Fox y el de la época del PRI, está sustentada en engaños, calumnias y medias verdades.

Sorprende que un sector cada vez más amplio de la opinión pública las rechace a pesar de su poderío, reiteración y concertación. Esta resistencia ciudadana es síntoma del crecimiento de la conciencia pública.


Estos ataques son delitos, pero resultan impunes porque están protegidos por las instituciones gubernamentales. En una sociedad abierta y democrática estos francotiradores no podrían sobrevivir, pero México no ingresa todavía al concierto de las naciones democráticas.


Ni el que escribe esta columna ni ninguno de los colaboradores de AMLO están trabajando para el colapso del gobierno de Calderón. Quien está haciendo esa tarea es el propio Presidente ilegítimo y sus pésimos colaboradores. No son capaces de detener la decadencia del régimen.

Calderón tendrá que enfrentar una crisis múltiple, económica, política y de seguridad pública, que repercutirá en una insurgencia social muy peligrosa que nosotros no estamos provocando. Nosotros nunca estaremos del lado de la violencia y del golpismo. Apostamos al crecimiento de la conciencia pública y a la organización popular con fines pacíficos. Esto es plenamente legal y éticamente responsable.


PD. Nueva canallada. Otra calumnia contra AMLO. Lo acusan de modo infame de burlarse de la muerte del niño Martí. Una campaña mediática de miles de mensajes. ¿Quién la financia? Nuestros adversarios están nerviosos.

http://www.jornada.unam.mx/2008/09/07/index.php?section=opinion&article=006o1pol

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo