Karina Avilés
Los nuevos libros de texto gratuitos con los que arranca la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) –que en este ciclo escolar impactará a siete de los 25 millones de estudiantes que hoy lunes regresan a las aulas– eliminan de un plumazo la Conquista de México y los tres siglos de dominación y colonialismo español.
Ésta es la consecuencia de haber “entregado” a un grupo político –el de Elba Esther Gordillo– la educación, ya que la RIEB, encabezada por el subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez, yerno de la maestra, es una reforma “caótica” y estos títulos son el resultado de un proceso “improvisado y sin coherencia interna”, afirmó el especialista Olac Fuentes Molinar.
A petición de La Jornada, el ex subsecretario de Educación Básica se dio a la tarea de analizar los 10 volúmenes correspondientes a primero y sexto grados de primaria con los que en este ciclo comenzará la RIEB. Tras su estudio advirtió sobre la “debilitación institucional” de los libros de texto, ya que los pone en “riesgo”.
Al no corresponder estos textos a las necesidades formativas de los niños de primaria ni a sus posibilidades de aprendizaje en términos de edad y diversidad, muchos maestros pedirán libros alternos editados por la iniciativa privada, sostuvo el especialista.
Expresó que con estos volúmenes se formarán alumnos llenos de “confusión y debilidad de estructuras académicas fundamentales, como la comprensión de lectura y la indagación”.
La SEP debió distribuir para el ciclo 2009-2010, que hoy arranca con el regreso de más de 25 millones de estudiantes, un total de 175 millones de libros de texto gratuitos, de los cuales 27 millones corresponden a los textos de primero y sexto grados con el nuevo plan de estudios de la RIES, según datos de la Subsecretaría de Educación Básica (SEB).
Historia recortada
Entre una de sus primeras observaciones, Olac Fuentes Molinar advirtió que la etapa de la Conquista y el establecimiento de las estructuras coloniales y, junto con ello, la explicación de por qué dominaron los españoles; o las concepciones de Fray Bernardino de Sahagún, quien dedicó parte de su vida a la indagación de la cultura de los antiguos mexicanos, o de Fray Toribio de Benavente, Motolinia, quien defendió a los autóctonos de los abusos de los conquistadores, no aparecen en el “libro de historia de sexto grado y de los programas de estudio” de ese año.
Explicó: “Los contenidos que estaban en quinto grado hasta el año pasado, que buscaban articular la historia de México con la de la humanidad, en la que se abordaba la Conquista, la Colonia, ahora la van a ver en sexto año, pero recortada porque ni siquiera llega a la Conquista”.
El bloque cinco, titulado La expansión cultural y demográfica, que cierra el nuevo libro de historia de sexto, aborda el Renacimiento, contemporáneo de otras temáticas que también incorpora, como la era de los descubrimientos y de los viajes de exploración de los siglos XV y XVI, pero sin mencionar la Conquista y el periodo colonial.
El problema es: “¿Dónde van a ver historia moderna y contemporánea de México, hasta secundaria?... Los niños de primaria tienen que salir con una visión básica de la historia completa, entre otras razones porque no todos van a secundaria”, subrayó Fuentes Molinar.
Olac Fuentes mencionó que su reserva es “si esto es provisional o no. Sólo tendría sentido si hubiera un nuevo libro para sexto y el actual regresara a quinto grado”.
Por su parte, el investigador Hugo Casanova del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, expresó que en el citado libro de Historia se “desconoce el complejo y doloroso origen de nuestra nación” y, en cambio, hay una visión de una “historia eurocentrista”. Sin caer en extremos, es necesaria una concepción en la que podamos comprender al mundo a partir de los orígenes de nuestros pueblos, destacó.
“No sólo es importante el conocimiento erudito, sino una cultura básica que permita ser ciudadanos, para ir por el mundo después. Si no tenemos claro cuáles son nuestros fundamentos es muy difícil que posteriormente lo logremos.”
También observó que en dicho texto hay una visión “parcial” y poco clara de las civilizaciones mesoamericanas, a las cuales se les desdibuja sin que se alcance a percibir su magnitud.
Hugo Casanova enfatizó que es evidente una concepción “de la historia absolutamente tradicionalista, fundada en fechas y en nombres”, lo cual se había tratado de superar. Y además, la narración, como un fundamento didáctico de la enseñanza de la historia, ya no existe. Estos libros, sintetizó, constituyen una muestra “más de las limitaciones de quienes gestionan la educación”.
La píldora del día siguiente, fuera
Pese a que desde enero de 2004, la pastilla del día siguiente está oficialmente reconocida al publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la modificación a la norma NOM-005-SSA2-1993 de los servicios de planificación familiar, este método no se incluye en la relación de los tipos de anticonceptivos que se enseñan en el libro de ciencias naturales de sexto de primaria.
En la lección tres denominada La reproducción humana –la cual consta de cuatro páginas–, se mencionan entre los principales métodos anticonceptivos: las pastillas regulares, las inyecciones, el dispositivo, los espermicidas y los condones, pero no las llamadas píldoras de emergencia, mismas que diputados y senadores del PAN, sacerdotes y asociaciones religiosas trataron infructuosamente de evitar al promover un juicio de amparo.
Sin embargo, Olac Fuentes destacó que la información sobre la pastilla del día siguiente para los adolescentes “es central porque es cuando más probablemente ocurre el ‘se me fue la onda y ya’”.
Otros de los problemas de los textos de la RIEB es que “hay excesos conceptuales”, al exigir al niño el dominio de conceptos que corresponden a grados más avanzados, añadió. Tal es el caso de la temática sobre la evolución de la vida y el origen del universo que por primera vez se incluye en el libro de ciencias naturales y donde, incluso, se pretende que los alumnos se acerquen a la teoría del Big Bang.
Lejos de combatir la memorización y el enciclopedismo, los títulos contienen un “exceso de información” que acentúa esas problemáticas y carecen de elementos para la “formación”. El caso “más grave”, consideró, es el texto de español de primer año, ya que dicho volumen, como los otros de ese grado, parte de que los niños ya saben leer y escribir, lo cual resulta “desconcertante”, resaltó Fuentes Molinar.
Otra de las constantes de dichos textos es que responden a un tipo de escuela “idealizada, dotada de recursos en abundancia”, coincidieron los expertos. Así, los libros instruyen al alumno a buscar en las bibliotecas de aula o en Internet, como si todos tuvieran acceso a esos medios.
Fuentes Molinar lamentó que el destino de la mayor parte de toda esta saturación contenida en los textos será el “olvido” y un mal recuerdo de la primaria: “Es desesperante y preocupante el grado de charlatanería con el cual se refieren a la educación y la presunta sapiencia”.