Sábado 24 de noviembre de 2018. El jefe de Gobierno de Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, afirmó que al asumir el cargo sólo tenía dos opciones: consentir, callar y agacharse o garantizar la gobernabilidad de la capital.
Quienes pensaban que yo iba a ser tibio, consentidor y que no iba a ser más que una comparsa es que no me conocían, aseguró en entrevista con La Jornada, a 12 días de concluir la actual administración.
Por eso, dijo, para hacer frente a problemas como la inseguridad había que reconocer que en la ciudad operan grupos de la delincuencia organizada a los que les hacen llegar armas, drogas y mandan importantes cantidades de dinero, situación que su antecesor Miguel Ángel Mancera Espinosa siempre negó.
Señaló que su decisión de no seguir adelante con el proyecto de la planta de termovalorización respondió a su compromiso de no
dejar ningún antecedente que le reste autoridad o impida la toma de decisionesa la próxima jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, ya que sostener ese proyecto implica la disposición de todo un sistema público, incluido el presupuesto.
La intención que tuve desde el principio y con independencia de quien hubiera ganado, es entregar un gobierno en el que la persona titular, en este caso la doctora Claudia (Sheinbaum) pudiera tomar las riendas, de allí que se han detenido licitaciones para obras en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la Oficialía Mayor y el Sistema de Aguas, entre otras áreas que generaban un compromiso para la próxima administración.
En la biblioteca del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Amieva Gálvez destacó que en el ejercicio de gobierno es fundamental el trabajo en equipo, y si en éste no hay una labor de apoyo al gobernante, es muy complejo que se pueda desarrollar de una manera integral; admitió que en los pocos más de siete meses al frente de la administración capitalina, hubo funcionarios que nada más pasaron el rato para concluir su gestión.
Conozco a las personas que integran el gabinete y sé lo que puede dar cada una de ellas. Hay quienes hacen mucho más allá de lo que la obligación les pide; otras que la verdad las he visto poco, expresó el mandatario capitalino.
Incluso, durante la conversación deja entrever que con el paso del tiempo se ha quedado solo, pues al empezar su gestión era acompañado por muchos funcionarios, que poco a poco disminuyeron en la asistencia a actos
y se han ido haciendo cada vez menos, pero aclaro: no voy a descargar nunca la responsabilidad en el gabinete. Yo soy, en este periodo de tiempo, el responsable.
–¿Reconoce que usted es la cabeza de este gobierno y que hubo áreas que fallaron?
–No me gustaría señalar que no lo hicieron, sino tal vez que no hicieron lo suficiente. Me gustaría mas emplear que no se ha hecho lo suficiente.
Amieva también reconoció que la realidad que se vive en la capital del país dista mucho de las expectativas de los ciudadanos, por lo que la obligación del gobierno es cubrir las necesidades de la población que lo que quiere es poder hacer sus actividades cotidianas con tranquilidad, tener espacios seguros y con servicios eficientes.
“Uno no puede olvidar que lo que hace como gobernante es ponerse en los zapatos del gobernado. Antes, cuando caía en los baches decía: ‘pinche gobierno’, ¿no? Ahora, cuando caigo en esos baches digo que el pinche soy yo”. Personal de la Contraloría recorre vialidades primarias y cuando ven un hoyo llaman a la Agencia de Gestión Urbana para que lo repare, si no lo hacen se inicia un procedimiento de sanción.
La inseguridad, preocupación de muchos
Uno de los rubros que más preocupa a la población y por ende al gobierno es el de la inseguridad que vive la ciudad, por lo que había que reconocer primero que hay grupos delictivos que se dedican al narcomenudeo, conjuntamente con otros delitos como el cobro de piso y el uso de recursos de procedencia ilícita, y de esta manera establecer una estrategia para su combate.
Agregó que uno de los problemas que enfrentan actualmente las autoridades capitalinas es que con el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, alrededor de 7 mil personas que estaban en prisión, sujetas a proceso penal fueron liberadas y ahora están en la calle delinquiendo.
–¿Hay remedio para el sistema de justicia?
–Todos los problemas que tiene la ciudad, todos tienen solución. Nuestro sistema de justicia está entre que hay que tratar a todas las personas con apego a los derechos humanos, pero aquellos quienes se están constituyéndose en un enemigo de la sociedad tenemos que aplicarles con toda seriedad las medidas jurídicas que los convierten en enemigos.
Refirió que se debe garantizar la funcionalidad de la ciudad y antes de pensar en cosas nuevas, hay que atender lo que ya se tiene, y como ejemplo mencionó la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro, cuya infraestructura tiene una antigüedad de 50 años.
Agregó que el Metro se ha convertido en un tema de atención social, pues quien utiliza ese medio de transporte percibe un beneficio que implica tener el cobro de una cantidad menor a la que verdaderamente cuesta, aunque señaló que es incongruente subir las tarifas del transporte público si no se mejoran las condiciones adquisitivas o la economía familiar.
Amieva Gálvez entregará la administración pública local el próximo 5 de diciembre a Claudia Sheinbaum, y aseguró que no le dejará las arcas vacías, sino con recursos por más de 2 mil millones de pesos.
Asimismo, agregó, con los ahorros generados del capítulo mil –relativo a los salarios y prestaciones de los trabajadores del sector público– se entregará a los 354 mil empleados del gobierno un bono de 2 mil pesos que no será sexenal, sino de transición. “¿Qué significa? Que la doctora Claudia y yo nos hemos puesto de acuerdo para darles ese apoyo y no para decir ‘miren qué bueno soy’, sino para decirles traten bien a quien llega, así, literalmente”.
Con 23 años de labor en la administración pública local, Amieva Galvez resume así su experiencia en el cargo:
Yo el otro día hice un comparativo: que tomé un poquito de veneno y no me mató, o sea, estuve un ratito en el poder y creo que sobreviví.
Afirma que si no hubiera sido bajo las condiciones en las que llegó a ser jefe de Gobierno, como sustituto de Miguel Ángel Mancera,
nunca hubiera podido arribar, porque aunque es un puesto administrativo a mí no se me da el tema político, verdaderamente respeto a quienes lo hacen, pero a mí no se me da el tema político.
Manifestó que más que ser recordado
yo lo que quiero es ser aceptado; simplemente que vuelva a ser aceptado en una posición común de donde he venido, eso es lo que quiero.
Sobre su futuro en la administración pública, afirmó que hasta el momento no tiene alguna oferta de trabajo.
–¿Qué le hereda al gobierno que viene?
–La intención es dejarle una ciudad funcional. Vamos a publicar un acuerdo administrativo para no generar ningún tipo de vacío en tres aspectos importantes: mandos policiacos y cuerpos de emergencia, servicios públicos y acceso a sistemas de las dependencias.