Hay dos Andrés Manuel. Hay que acostumbrarse a ello. Uno murió el pasado el 1 de julio. Otro lleva apenas un mes y es difícil de leer. Los que votaron contra él alimentaron su zozobra con dudas inyectadas por las campañas de odio. Los que votaron por él hicieron una apuesta.
¿Quién es AMLO en este momento? Yo creo que es un hombre profundamente pragmático. En los hechos, es un cheque del banco de la Cuarta Transformación… que no se puede cobrar. El banco, además, todavía no existe. Y quien lo firma es real, pero es un acto de fe. Es una gran apuesta pero, al final, cada sexenio lo es.
Yo creo esto: Andrés Manuel va a hacer todo lo que sea necesario para que lo dejen navegar libremente los primeros dos años. Quiere que nadie se le atraviese en los planes del arranque. Pero entiende que vendrá un desgaste de bono democrático en el inicio y sabe que necesitará recuperarlo antes de que inicie su tercer año, también. Se concentrará en echar a andar sus grandes proyectos durante dos años, y cuando llegue al tercero, dará golpe de timón. Será más político que administrador, porque necesitará hacer campaña por el referéndum que prometió y por las peligrosas elecciones intermedias, cuando puede perder la mayoría de la Cámara de Diputados.
El ánimo de la reconciliación, ¿dará vía libre a Mancera y a Peña? Yo creo que sí… por ahora. Los dejará tomar aire este tiempo. Pero en el tercer año, si necesita acomodarlos en fila junto con Carlos Romero Deschamps y otros indeseables, AMLO lo hará. Para antes de la llegada del tercer año, lo hará.
Peña Nieto y Mancera no tuvieron habilidades en la elección presidencial de 2018. Perdieron todo. Nada me dice que escarbarán una trinchera lo suficientemente profunda para defenderse antes de que se agote el segundo año de AMLO, que es cuando entrarán en zona de riesgo.
Peña y Mancera deben disfrutar la derrota, por lo pronto. Estos tiempos, los de la derrota, son los realmente buenos: parecen terribles, pueden empeorar. En el futuro, si López Obrador lo necesita, el yate y la tabla de surf de Peña y Mancera podrían pasar por un huracán categoría 5. Yo creo que ese es el cálculo de AMLO. Habrá que esperar.