jueves, 16 de mayo de 2019

La derecha le pidió a Trump que interviniera en las elecciones del 2018.

Margarita Zavala pide a Trump intervencionismo en elección de 2018

Margarita zavala
Zavala citó el caso de Venezuela y la llegada al poder de Hugo Chávez en 2002 como advertencia para la actual Administración del Presidente Donald Trump.
Regeneración, 10 marzo 2017.- Margarita Zavala argumentó a manera de advertencia y petición intervencionista de visita en Washington: “Estados Unidos tiene que analizar qué tipo de vecino quiere en su frontera sur pues la elección presidencial en México ya corre el riesgo de polarización y de relajación en seguridad y comercio”.
 “En ese momento está México: Está decidiendo entre una vuelta al pasado, entre volver a hablar de enemigos imaginarios”, dijo Zavala, aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN).
En una intervención pública en la sede del Atlantic Council en Washington, donde estaba de gira de trabajo, Zavala citó el caso de Venezuela y la llegada al poder de Hugo Chávez en 2002 como advertencia para la actual Administración del Presidente Donald Trump.
“La gente no se dio cuenta del riesgo que representaba Hugo Chávez sin la parte democrática con un enorme autoritarismo, con un discurso de confrontación y polarización. Y además después de Chávez llegó Maduro lo cual resulta peor”.
“Estados Unidos también tiene que ver eso. Y todos tenemos que ver eso: ¿Qué queremos de vecinos? ¿Cómo queremos ser los vecinos? ¿Qué queremos para la región”, apuntó.
“Y si en el 2018, que son la elecciones presidenciales están marcadas, lo están, por un enorme riesgo a la polarización, al odio, a la relajación de políticas públicas como la de seguridad, a la relajación de políticas de intercambio. En esa perdemos todos”, concluyó.
Este día, la ex Primera Dama publicó un editorial en el diario The Washington Post titulado: “¿Dejarán los estadounidenses que Trump destruya las relaciones entre México y EU?”, donde llamó al Mandatario a una alianza.
Además de visitar el Capitolio, Zavala ofreció una conferencia en el Atlantic Council junto a Michael Chertoff, el ex Secretario de Seguridad Interna de EU.
Posteriormente, entrevistada por Jorge Ramos, quien de forma directa le preguntó “¿usted cree que lo que hizo su esposo fue correcto”; Zavala respondió “en muchas materias seguramente puede no estar exento en equivocaciones, pero el que todos los días pensó como debemos pensar los mexicanos que queremos trabajar en la política y que tomamos decisiones o tomaremos decisiones, lo mejor lo que tenemos que decidir es lo mejor para México y algunas veces se entenderá poco, algunas veces poco se comprenderá o como creo que fue uno de los grandes errores fue la comunicación, puede ser uno de los grandes errores que se tuvieron, pero si te quiero decir que nunca estuvo fuera de la decisión de los gobiernos panistas o del sexenio 2006-2012, estuvo fuera de foco el ayudar a México”.
Margarita Zavala con su valoración sobre el proceso electoral que viene para disputar la presidencia de la república, lisa y llanamente está pidiendo a Trump un tratamiento similar al que le brindaba Estados Unidos en el pasado a las “repúblicas bananeras”, ¿o estará pensando en algo al estilo Pinochet en Chile? Es pregunta, pero se enmarca y hay razones para pensarlo, conociendo la forma como la derecha se ha comportado a lo largo de la historia, no sólo en México sino en el mundo.
El destacado economista Gerardo Esquivel escribió “¿o sea? ¿le está pidiendo a Estados Unidos que intervenga de alguna manera o qué? ¡qué peligrosas esas declaraciones!”; José Merino tuiteó “Concuerdo, creo que les parece tan legitima su defensa del statu quo que no miden lo que dicen”. Sobre el tema, hace unas horas un analista reconocido me soltaba “Los Calderón son un peligro para México”. Yo me pregunto: ¿Quién en su sano juicio votaría por el grupo político que democratizó la muerte?.

"Idiotas útiles; pura masa", llama Bolsonaro a manifestantes brasileños


Río de Janeiro. Con su delicadeza habitual, el presidente Jair Bolsonaro se refirió a los participantes en las protestas que ayer se multiplicaron por todo el país, reuniendo a más de un millón de manifestantes, en términos de: idiotas útiles, unos imbéciles, pura masa de maniobra. La declaración fue hecha desde Dallas, Texas, donde se encuentra para recibir un homenaje inicialmente previsto para Nueva York, que rechazó de manera vehemente su presencia.
El motivo de las protestas callejeras fue el recorte al presupuesto de educación pública, con atención especial en el nivel superior. El promedio es de 30 por ciento, pero en algunos casos específicos alcanza hasta 42.
Debido al recorte ya se frenaron investigaciones y desaparecieron becas; además, varias universidades advirtieron que suspenderán sus actividades a partir de septiembre. La medida alcanza también a la enseñanza infantil, que dejará de recibir aportaciones federales.
Mientras el ministro de Educación, Abraham Weintraub, economista que comete errores de ortografía y concordancia gramatical, se mantiene en un tono agresivo, en especial con relación a las universidades federales, algunos de sus asesores tratan de suavizar el panorama, con el argumento de que no se trata propiamente de recortes, sino de suspensión temporal de los fondos presupuestales.
Si Weintraub se declara dispuesto a pisotear la Constitución, que asegura autonomía curricular y administrativa de las universidades públicas, sus auxiliares se dicen abiertos al diálogo.
La fiscalía pública, a su vez, manifestó que la medida del gobierno es inconstitucional. Para el jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, se trata de una contingencia. Para mejor aclarar su posición, comparó el actual corte con el papá que se da cuenta, en mayo, de que no tendrá dinero para el vestido de lujo de su hija que cumplirá los 15 en octubre. ¿Qué hace? Empieza a cortar gastos. Aprovechó para reiterar que la culpa de todo la tiene el PT, ignorando que (la ex presidenta) Dilma Rousseff ha sido destituida por un golpe parlamentario ocurrido hace tres años.
Por la tarde, y en otra derrota del gobierno en el Congreso, el ministro Weintraub compareció ante la Cámara de Diputados para hacer aclaraciones. En la prolongada sesión fue masacrado cantidad de veces por la oposición, sin contar con respaldo equivalente de los simpatizantes del gobierno. Hasta los aliados del gobierno admitieron que su paso por la cámara baja ha sido desastroso. Llegaron incluso a pedir que salga del ministerio, ya sea por voluntad propia o por decisión del presidente.
Las de ayer fueron las primeras manifestaciones callejeras multitudinarias contra el gobierno. Coincidieron, además, con muy malas noticias en el campo económico: en el primer trimestre del año de estreno del ultraderechista, la economía retrocedió alrededor de 0.7 por ciento, las proyecciones relacionadas al desempeño del producto interno bruto fueron revisadas 11 veces – todas para menos, insinuando la posibilidad de recesión–, y el mercado financiero da muestras cada vez más palpables de desánimo.
El pasado viernes Bolsonaro declaró que para esta semana preveía un tsunami en su gobierno. El lunes la justicia anunció el rompimiento del secreto fiscal y bancario de Flavio, hijo del presidente, y del ex policía militar Fabricio Queiroz, amigo íntimo de la familia presidencial e involucrado con grupos de exterminio en Río de Janeiro. Ambos tendrán que hacer aclaraciones sobre movimientos atípicos en sus cuentas.
Ayer vino el segundo tsunami: más de un millón de brasileños se volcaron a las calles del país para manifestarse contra el gobierno.
El desgaste de Bolsonaro se hace más agudo cada semana.