domingo, 28 de noviembre de 2010
Los muertos. Pedro Echeverría V.
“Que los muertos entierren a sus muertos” mientras los vivos ayudan a los trabajadores a liberarse
28 noviembre 2010
pedroe@cablered.net.mx
1. ¡Cuánto me duele –como a muchos artesanos- que lo que aprendí (en teoría y práctica política) en los años sesenta esté apareciendo como viejo y que no tenga la suficiente inteligencia para captar lo nuevo que hoy plantean los jóvenes anarquistas y libertarios! ¿Cómo combatir el centralismo, el dirigismo, el caudillismo, el verticalismo, el verbalismo, para participar en la construcción de organizaciones descentralizadas, no jerárquicas, muy libertarias, antiautoritarias, con coordinaciones rotativas y que no busquen dirigir ni imponer sus ideas? Mi obligación es revisar mis fuentes teóricas, mis errores, mi vanguardismo, para ser un simple colaborador en la rebeldía mundial. Quizá lo primero sea enterrar a mis muertos, a mis fantasmas, para liberarme de mis cargas sicológicas y emocionales y así emprender libre la búsqueda de los problemas que nos atan a las tradiciones que el capitalismo nos ha metido hasta en la sangre.
2. Esto de “que los muertos entierren a sus muertos para cobrar conciencia de su propio contenido” me parece habérselo leído a Marx en el 18 Brumario… para responder a aquellos burgueses que les gusta venerar a sus héroes y a los personajes que les han prodigado bienestar y privilegios; pero también para aquellos que de manera dogmática construyen dioses, divinidades, sabios, infalibles y caudillos para luego someterse a ellos con enorme docilidad. Por el contrario, los que viven realmente y tienen confianza en las transformaciones que el mundo tiene que registrar, no pueden dejar de cobrar conciencia, de pensar y luchar en todo momento; aunque deben reconocerse pensamientos e ideas avanzadas, éstas les sirven como instrumento de transformación, nunca para someterse a ellas. ¿O acaso, como sucede en las religiones, debemos crear otra modalidad de creencias, otros dioses y santos, para que los fieles nos sigan?
3. Durante décadas he pensado que siendo revolucionarios, incluso estudiosos marxistas y reconociéndonos como ateos, al entregar largas décadas de nuestra vida por un ideal socialista que no se ha transformado en real; al vivir permanentemente esperanzados en que esta sociedad capitalista se derrumbará con la fuerza de todos nosotros los trabajadores para establecer una nueva justa e igualitaria, nos convertimos en algo parecido a los hombres de fe, en seguidores dogmáticos de una forma de religión. Y si además seguimos como dogmas bíblicos escritos “científicos” y a héroes, personajes políticos o filósofos como si fueran santos a adorar, entonces sólo nos falta arrodillarnos a su paso. Yo admiro a miles de pensadores y luchadores sociales que a través de la historia se enfrentaron al sistema dominante: Marx, Bakunin, Flores Magón, Guevara, pero no puedo subordinar mi pensamiento y mis acciones a ellos.
4. Cuando Marx escribió que “la religión es el opio del pueblo” parece haber expresado una idea amplia, general, no concreta contra alguna religión en particular. Habló de la alienación religiosa como un momento en el camino del hombre hacia el logro de su autoconciencia. El problema religioso no puede superarse con consejos y explicaciones filosóficas mientras exista una realidad material de vida que la hace posible. Marx afirma que el hombre se aliena en un plano ideal porque se haya alienado en su existencia real. La sociedad dividida en opresores y oprimidos, la sociedad de clases, en la que unos poseen los medios de producción y los demás se ven obligados a venderles su fuerza de trabajo (aquello que los hace humanos), esta sociedad estructuralmente injusta y explotadora que impide el desarrollo pleno del hombre, es la que lleva al hombre a buscar su realización en un mundo ideal, irreal, imaginario.
5. El sólo hecho de definir la dialéctica como lucha de contrarios que provoca cambios y transformaciones sin fin, que dice que “nunca nos bañamos en el mismo río” y que hasta la misma muerte se transforma en vida, nos indica que no pueden haber pensamientos fijos, estáticos, inmovibles. Al contrario, nuestra vida es un constante hacer y la militancia política es una permanente crítica y autocrítica. Quien no sea capaz de pensar y decidir por cuenta propia acerca de los problemas de las luchas revolucionarias quedará atado a la acción de los caudillos o de los “grandes hombres”. El marxismo, diría alguien que no recuerdo, no es un dogma sino una teoría para la acción. Y Lenin, en alguna parte de sus obras políticas planteó que: “sin teoría revolucionaria tampoco hay movimiento revolucionario”. Esto y más nos obligan a ser permanentemente críticos frente a la historia del pensamiento y el mundo.
6. Aunque en las llamadas “ciencias” sociales no hay verdades sino sólo ideas y tendencias, grandes personalidades de nazismo afirmaron que “las mentiras, de tanto repetirlas, pueden convertirse en verdades”. Parece que mucha gente está desesperada en la búsqueda de la verdad, de la verdad única para que pueda guiar su vida; por eso la burguesía –como la iglesia- busca imponer el pensamiento único. ¿Qué es el pensamiento único sino un dogma del que todo individuo debe creer para unificar su pensamiento alrededor del capitalismo? El pensamiento único, según el teórico Ignacio Ramonet, viene a ser una visión social, una ideología, que se pretende exclusiva, natural e incuestionable. El pensamiento de la izquierda radical representa exactamente lo contrario: está permanentemente cuestionando y reflexionando todo, es dubitativo, escéptico y, sobre todo, crítico; pero obviamente sin dejar de ser alegre y jovial.
7. En la lucha contra el capitalismo -una sociedad mundial que lleva cuatro siglos de vida y aún conserva su enorme fuerza y poder- los revolucionarios no pueden avanzar rodeados de prejuicios y limitaciones. Para no ser simple blanco de la represión y asesinatos, tienen que construir pensamientos y estrategias adecuadas, así como organizaciones horizontales y descentralizadas que permitan mayor unidad y apoyo. Hay que releer a Marx y a Bakunin, a Flores Magón y al Che, pero con otro espíritu, con las ideas de la rebeldía del siglo XXI. Busquemos todas las formas unitarias posibles para destruir el capitalismo y todas sus formas de dominación y prejuicios, pero sin pensar en controlar, dirigir y comenzar un nuevo ciclo de dominación. Los jóvenes de China, Japón, Francia, Italia, España, EEUU, están saliendo a las calles en la lucha por la igualdad, la libertad y la fraternidad, esta sigue siendo la tarea principal.
http://pedroecheverriav.wordpress.com/
Lo conocí en Tijuana; él tenía 56 años y yo 19, relata la esposa mexicana de Maciel
¿Quieres ser padre? ¿De cuántos niños?, cuestionó a su hijo que quería ser sacerdote
Carmen Aristegui
Periódico La Jornada
Domingo 28 de noviembre de 2010, p. 12
Ustedes son la familia que construyó Marcial Maciel en México. Hoy han decidido compartir su historia con la sociedad mexicana; tienen sus razones para hacerlo. Una fundamental es que se conozca la verdad. Blanca, ¿cómo conociste a Marcial Maciel? Lo conocí en Tijuana. Es una historia muy larga; siempre te bajan la luna, el sol, las estrellas. Todo. Él tenía 56 años y yo diecinueve. Me dijo que era viudo y que andaba buscando una muchacha para casarse, que quería formar su familia. Lo conocí, no sé si desgraciadamente o afortunadamente. Ya no sé ni cómo decirlo. Pero así surgió todo.
Tú eras una joven de 19 años que acababa de separarse de su pareja; tenías un bebé muy chiquito, Omar, que después él adopta y lo reconoce como parte de esta familia. Así es. No hubo boda, él nunca se quiso casar. Yo era muy inocente, era una niña de 19 años y realmente no tenía la suficiente madurez. Sí adoptó a mi hijo Omar, que es de mi primer matrimonio que había tenido en Sinaloa. Y seguimos adelante y todo. Nunca nos casamos pero vivimos casi 30 años unidos. Por los viajes que él hacía, a veces estábamos juntos; a veces, por su trabajo, estaba fuera del país.
Según él, ¿en qué trabajaba? Siempre mantuvo lo de la Shell Internacional. ¡Puras mentiras! Luego decía que era detective privado, que era de la CIA. Total que puras mentiras; así me llevó todo el tiempo y yo ¡le creí toda la vida! Realmente yo no sabía con quién vivía. Pero pues la verdad llegó.
¿Cómo explicaba el hecho de que él se presentaba como Rivas y tus hijos son González? Decía que se llamaba José Rivas. Cuando llegó el momento en que se tenían que registrar, cuando nació Raúl, me dijo: “Voy a buscar un acta de nacimiento que tengo por ahí; voy a buscar bien los apellidos de mi papá”. Entonces ya no hubo de otra y me dijo que sus apellidos eran González y Rodríguez. Y el Rivas quedó atrás.
¿Fueron 30 años? Veinticinco. Él venía y se estaba un mes, dos meses; a veces nos íbamos de vacaciones. Iba y venía constantemente, y todos los días, tres, cuatro veces al día, me hablaba por teléfono. Nos escribíamos muchas cartas; me mandaba muchas tarjetas postales. Siempre hubo mucha comunicación.
¿Y cuándo te diste cuenta? En 1997, cuando salió la revista Contenido.
¿Tú viste Contenido, con la portada de Maciel? Sí, fue donde yo me di cuenta y hubo mucha confusión en mí porque realmente yo no sabía ni con quién vivía, y de hecho él estaba en Nueva York cuando salió esta revista. Yo iba a caminar, a hacer mis ejercicios y vi la revista en el puesto del periódico. Me quedé sorprendida. En la noche él me llamó por teléfono y le dije: “¿Qué pasa? Aquí hay una revista así y así, es Contenido, y sales tú. Y dicen estas cosas. Te acusan de abusos sexuales, de muchísimas barbaridades”. “No, no, pero cómo puede ser.” Él lo negó. Y dijo: “Ahorita voy para allá, tomo el primer vuelo que encuentre y voy para México”. Fue cuando yo me enteré de la verdadera historia, de su otra cara.
Raúl, tu madre vio la revista y dice: “Ese es mi marido”. ¿Qué hace ahí? Lo enfrenta. ¿Qué pasó contigo? En esa ocasión nos percatamos de la revista, habla mi papá y mi mamá le expresa: “Saliste en una revista, regresa de Nueva York”, y él me dice: “Raúl, te voy a mandar dinero en un sobre con el señor Antonio para que vayas a todos los puestos de revistas de Cuernavaca y las compres”. Y así fue; llegó el señor Antonio con un sobre de dinero, rento un taxi, compro todas las revistas. Las que pude, porque las personas me decían: “Oye, ¿por qué quieres tantas?” Envía al señor Antonio con maletas, se le llenó con las revistas y se las lleva.
¿Hubo algún tipo de confrontación, de reclamo, de pregunta de ti a tu padre? Jamás.
¿Por qué? Mira, era una persona… en primer lugar, mayor; era nuestro padre, nuestra figura paterna. Le teníamos un gran afecto; reconocemos: “Es nuestro papá”; como adolescente, como niño, lo ves en lo alto, como cualquier niño, y nunca cuestionamos nada. Ahora caemos en la cuenta de por qué le decían “padre”. Cuando estábamos en lugares públicos teníamos la indicación de retirarnos cuando llegaran personas a saludarlo.
Escuchábamos que le decían: “Hola, padre”. Pero mi mamá nos decía: “Ha de ser padre de muchos hijos”. Era un cuestionamiento que nos hacíamos, y en ese momento nos dimos cuenta.
Omar, ¿cómo viviste ese momento? En ese momento lo veíamos como una figura paterna, como nuestro ídolo, como nuestro patriarca en la familia. Nosotros nunca nos íbamos a imaginar que él fuese así. Lo quisimos mucho; él sabía cómo manejar los asuntos. Tenía una gran facilidad para expresarse, para inducir a las personas, para lavar el coco. Él siempre era muy afectuoso con todo el mundo. Me acuerdo que cuando llegaba a la casa, los vecinos le decían: “Oiga, usted debe ser un santo”.
Y siempre nos decía a nosotros que hiciéramos el bien. “No mientas, ten una novia hasta los 25 años, no fumes, no tomes.” A mí me mandó a Denver en 1997; en ese momento fue cuando surgió lo de la revista Contenido. Yo le digo: “Oye, papá, a mí me interesaría ser sacerdote, ser padre”. Y me dice: “¿De cuántos hijos?” Y entonces le dice mi mamá: “¿Pero de cuántos hijos tú eres padre?” Él se empezó a reír; una risita burloncita.
¿Cómo recuerdas esta escena, Blanca? Estábamos en la hora de la comida. Le dice a Omar: “Conque quieres ser sacerdote”, y se ríe. Pero de pura burla. “¿De cuántos hijos quieres ser padre, Omar?” “¿Pues de cuántos hijos eres padre tú?”, le contesté yo a él. No le gustó que yo saliera a defender a Omar. Y dijo: “Bueno, ya, vamos a seguir comiendo; no hay que amargarnos el momento”.
Christian, eres el hijo menor. ¿Qué pasa por tu cabeza cuando oyes todo esto de tu padre? Es muy confuso; la verdad realmente no sabía quién era. Toda la vida viví con mentiras hasta que me di cuenta de quién era mi padre en realidad.
Dejaste de verlo en una edad temprana. Sí, como a los seis años.
¿Cuando ustedes se separaron finalmente? Más o menos. Él tendría unos ocho años cuando nos separamos.
Y a partir de entonces ya no lo volviste a ver.
–Ya no lo volví a ver.
–Raúl y Omar, ustedes afirman que su padre abusó de ustedes. Me han dicho que se lo han contado a los legionarios. Esta historia ya la saben el obispo Ricardo Watty Urquidi, el padre [Rodolfo] Mayagoitia, director territorial, y Carlos Skertchly, el supuesto procurador de los Legionarios de Cristo ante la Santa Sede.
¿Por qué “supuesto”? Ricardo Watty Urquidi me comenta que Álvaro Corcuera no me puede recibir en enero pero que envía al subprocurador de los Legionarios de Cristo ante la Santa Sede. Y cuál fue la sorpresa, que no era ningún procurador, sino un padre que tuvo un cargo en una escuela de Brasil; y, bueno, no sabemos si engañaron al obispo Watty.
¿Todos ellos han escuchado tus narraciones y las de Omar? No, nada más las mías, pero yo les he hecho mención de los abusos a mi hermano.
¿Qué sucedió? A Mayagoitia solamente le comenté que había abusos, que había cosas muy fuertes; que si estaba preparado para escuchar. Le dije que habíamos sido abusados durante ocho años mi hermano Omar y yo. Mi primer abuso sucedió cuando yo tenía siete años de edad, en Colombia. Yo estaba acostado con él, como cualquier niño con su padre; baja mi calzoncillo e intenta violarme. Por instinto humano reacciono y me muevo. Se da cuenta y no me fuerza. Ese fue el primer abuso y de ahí ya empezaron todos los demás. Hacía que lo masturbáramos, que le sacáramos fotos masturbándolo; él se quedaba con las fotografías, se hacía el dormido y nos decía que su tío le hacía lo mismo; que ensayáramos con él.
¿Y tú, Omar? Mi primer abuso fue cuando fuimos a Madrid, en el Holiday Inn, me acuerdo. Se hacía el dormido y empezamos a masturbarlo; siempre nos decía que a él le dolía mucho la pierna, que al menos uno de los dos durmiéramos siempre con él. “Caliéntenme la pierna porque me duele mucho.” Y entonces… bueno, éramos niños, sin malicia, y él era nuestro padre.
Maciel, acusado de abuso por sus hijosFoto Notimex
Lo quisimos mucho, pero creo que esto no se vale; definitivamente no tiene explicación alguna lo que hemos vivido, y no únicamente nosotros.
Blanca, ¿nunca te diste cuenta de nada? Yo no me di cuenta porque, como te decía, yo no sabía ni con quién vivía. Nunca sospeché; ni por acá me pasó que este tipo fuera así o sus mañas. Igual, como dicen ellos, ¡uf!, yo lo idolatraba, ¡lo adoraba! De hecho un día le dije: “Tú eres como un dios para mí”.
A ver, si nomás hay un dios en el mundo cómo voy a decirle a un señor que también es como un dios para mí. Yo lo quería muchísimo, ¡muchísimo! ¡Estaba ciega! Totalmente. Hasta que me di cuenta, en 1997, cuando vi la revista Contenido. Y no estaba segura de lo que pasaba, porque él todavía me decía:
“No, ya sabes cómo es la gente, ya no hallan qué hacer; lo que pasa es que me quieren sacar del Vaticano. Pídele a la Virgen de Guadalupe por el Papa que va a entrar ahora, para que no me saque”. ¡Y yo todavía pidiéndole a la Virgen!
¿Cuánto tiempo mantuvieron su relación después de que viste la portada de Contenido? Yo les creí a mis hijos en 1999, que habían sufrido un abuso sexual por parte de su padre.
¿Raúl, en 1999 se lo contaste a tu mamá? Sí; yo cursaba el tercer grado de preparatoria y me empecé a sentir muy mal; tenía una sensación muy rara, de terror. Yo no sabía ni qué me estaba pasando. Rompí con mi novia y dije: “Ahora sí no sé qué me pasa”. Le comenté a mi papá: “Me siento muy mal”.
¿Emocionalmente te sentías mal? Estaba muy confundido. Llegué a pensar que algo pasaba en mi sexualidad. Experimentaba una sensación muy rara, que no se la deseo a nadie. Le dije a mi papá: “Voy a ver a una psicóloga en Cuernavaca, porque ya no aguanto”. Me dice: “No, si vas a ver un psicólogo te pueden destrozar la vida. Yo te voy a mandar con un psiquiatra en Madrid”. Entonces me manda con el doctor Francisco López Ibor a una clínica muy prestigiosa en Madrid. En ese tiempo yo me quedaba por tiempos en casa de Norma y luego en un hotel.
Norma Hilda Bolaños es la otra mujer de Marcial Maciel. Así es. Ella estaba en Madrid. Y ustedes tenían relación familiar, por lo que veo. Sí, desde niños viajábamos con Norma, Omar y yo solos. Nos dijo: “Les presento a su tía Norma”. De niño eso nunca lo cuestionas. Entonces voy a Madrid a tratamiento con el doctor Francisco López Ibor. Si me permites, voy a mostrarte una carta. Éste es el diagnóstico del doctor; esta carta es muy interesante porque yo acudo con él por primera vez en 1999, y cuando me llega el diagnóstico, cinco años después, me comentan que yo tenía… Si me permites la voy a leer: “Paciente de 19 años de edad que acude por primera vez a esta clínica el día 1° de julio de 1999. Presentaba desde dos meses atrás sintomatología delirante con ideas de referencia; presentaba rasgos acusados previos de tipo obsesivo, humor subdepresivo. Desde el año 1994 siguió tratamiento ambulatorio a base de neurolépticos, Olanzapina, Risperidona, ansiolítico, Pinazepam y ocasionalmente Sertralina. Experimentó notoria mejoría”.
¿Durante cuánto tiempo tomaste esas sustancias? Como año y medio. Cuando llego a esta clínica, el doctor me dice: “Te vamos a atender muy bien y más si vienes recomendado por el padre”.
¿Y qué pasó, Blanca, con tu hijo Raúl? Mi hijo siempre estaba acostado, dormido, tomando ese medicamento que le había recetado el doctor. No se podía voltear, ni se podía levantar; estaba dopado totalmente. No podía hablar, siempre estaba echando saliva por un lado, quejándose. Pasaron como dos días y yo lo tenía que llevar al baño. Digo: “No, esto no es normal. ¿Cómo voy a tener a este muchacho así?” Habla el señor este, su papá, y le comento: “Mi hijo está así, ¿qué hago? ¿Lo llevo a un médico o qué?” Él me dijo: “No, no, no, sigue dándole el medicamento, lo va a componer; eso lo relaja. No pasa nada”.
Por supuesto que Maciel no quería que su hijo tuviera un tratamiento psicológico en el que hablara. Yo creo que este señor lo quería tener atontado. “Así lo voy a volver loco; va a haber un momento en que este muchacho no pueda hablar.”
¿Ustedes confrontaron a su padre, Omar? No, por lo regular era su facilidad de palabra… dulce, amable. Yo estaba por cumplir 21 años. Vamos a Nueva York y nos presenta al hermano de Norma; se llama Luis y me dice que si me gustaría ir a Denver a trabajar. Podemos imaginarnos el porqué. Cuando en ese entonces mi hermano le comenta a mi mamá de los abusos sexuales, creo que ahí él nos está desvinculando como familia, separándonos.
A ti, Omar, te manda a Denver, y a ti, Raúl, con un psiquiatra y te dopa. ¿Y tú Blanca? ¿Qué te puedo decir? Llegué a pensar en ponerle una demanda, pedir ayuda, defender a estos muchachos, porque realmente es algo tan duro que… ellos crecen con el corazón vacío, lleno de traumas y problemas psicológicos. Todo el tiempo fui mamá y papá para ellos. Entonces gracias a Dios toda esta situación me ha dado la fortaleza de irlos sacando adelante.
Christian, debe ser muy duro oír a tus hermanos narrar lo que acabamos de escuchar. No tenemos noticia de que tu padre haya abusado de ti. No, no. Gracias a Dios. Aunque fuera del aire, Blanca, dijiste: “Me lo pidió prestado”. ¿En algún punto te dijo: “Préstame a Christian”? Me dijo: “Nena, a ver si cuando Christian tenga unos ocho añitos me lo prestas para que me lo lleve a Irlanda, para que también se prepare como Raúl”. Y yo le contesté: “Sí, no te preocupes, te lo voy a prestar, con todo lo que le hiciste a mis hijos. ¿Todavía quieres que te preste a Christian?” “¿Qué les hice?” “Tú sabes qué les hiciste, ¿cómo crees que te voy a dar a mi hijo?” A Raúl se lo llevó a Irlanda sin mi consentimiento.
¿Cómo fue eso? Fueron a España Omar y él, con su papá, y de regreso me mandó nada más a Omar; me habló por teléfono y me dijo: “¿Qué crees, nenita, fíjate que mandé a Raúl a Irlanda con una familia; va a estar muy bien, no te preocupes, se va a preparar ahí para que sepa muy bien el inglés para su futuro”, cosas así. Me quedé sorprendida otra vez, porque dije: “¿Cómo, por qué se lleva al niño?” ¿Y cuánto tiempo se fue a Irlanda? Dos años. ¿Un día te dijo: “Me lo llevo” y regresó al niño dos años después? No me dijo sino cuando ya lo había mandado. Me mandó a Omar solo para México y de ahí se llevó a Raúl a Irlanda. Tienen cartas, postales, tarjetas navideñas que les enviaba su padre. Está, por ejemplo, esta carta, en la que hace mención de lo que habíamos platicado, donde se espanta cuando le digo que voy a un sicólogo: “Querido hijo: me dijo tu mamá que gracias a Dios y a la santísima Virgen tú ya estabas y te sentías bien; no te imaginas la alegría que me da. También me dijo que te recomendaron un psicólogo de Cuernavaca. Mira, Raúl, yo te recomiendo que no vayas con esos psicólogos porque pueden arruinar tu mente para toda la vida y hacer que no puedas vivir sin estar tomando pastillas. Se me hace muy raro que no encuentres a la doctora que recomienda el doctor López Ibor, que es el que te conoce y sabe bien tu situación. Además, recuerda que esa doctora trabajó 10 años en Madrid con López Ibor. Yo ya he hablado con esa doctora y te he recomendado”.
¿Supieron qué contenían esas pastillas que tomaba Raúl por prescripción del psiquiatra recomendado por Maciel? Bueno, yo investigué más o menos para qué tipo de personas eran prescritas. Eran para personas que tenían esquizofrenia, que eran muy hiperactivas, que no podían dormir. Cuando éramos adolescentes él nos daba unas pastillas rojas, Darvoset de 100 miligramos; nos daba la mitad de esa pastilla cuando nos dolía la cabeza. Es un derivado de la morfina.
Blanca, a lo largo de esos años, ¿tuviste algún indicio de que él consumiera y que diera a tus hijos algún tipo de sustancias? ¡Nunca en la vida! Lo único que sé es que él traía siempre un maletín como de médico; sacaba un montón de pastillas después de los alimentos, o antes, y decía que eran vitaminas. Pero nunca supe qué tomaba, menos qué les diera a mis hijos.
Carmen Aristegui
Periódico La Jornada
Domingo 28 de noviembre de 2010, p. 12
Ustedes son la familia que construyó Marcial Maciel en México. Hoy han decidido compartir su historia con la sociedad mexicana; tienen sus razones para hacerlo. Una fundamental es que se conozca la verdad. Blanca, ¿cómo conociste a Marcial Maciel? Lo conocí en Tijuana. Es una historia muy larga; siempre te bajan la luna, el sol, las estrellas. Todo. Él tenía 56 años y yo diecinueve. Me dijo que era viudo y que andaba buscando una muchacha para casarse, que quería formar su familia. Lo conocí, no sé si desgraciadamente o afortunadamente. Ya no sé ni cómo decirlo. Pero así surgió todo.
Tú eras una joven de 19 años que acababa de separarse de su pareja; tenías un bebé muy chiquito, Omar, que después él adopta y lo reconoce como parte de esta familia. Así es. No hubo boda, él nunca se quiso casar. Yo era muy inocente, era una niña de 19 años y realmente no tenía la suficiente madurez. Sí adoptó a mi hijo Omar, que es de mi primer matrimonio que había tenido en Sinaloa. Y seguimos adelante y todo. Nunca nos casamos pero vivimos casi 30 años unidos. Por los viajes que él hacía, a veces estábamos juntos; a veces, por su trabajo, estaba fuera del país.
Según él, ¿en qué trabajaba? Siempre mantuvo lo de la Shell Internacional. ¡Puras mentiras! Luego decía que era detective privado, que era de la CIA. Total que puras mentiras; así me llevó todo el tiempo y yo ¡le creí toda la vida! Realmente yo no sabía con quién vivía. Pero pues la verdad llegó.
¿Cómo explicaba el hecho de que él se presentaba como Rivas y tus hijos son González? Decía que se llamaba José Rivas. Cuando llegó el momento en que se tenían que registrar, cuando nació Raúl, me dijo: “Voy a buscar un acta de nacimiento que tengo por ahí; voy a buscar bien los apellidos de mi papá”. Entonces ya no hubo de otra y me dijo que sus apellidos eran González y Rodríguez. Y el Rivas quedó atrás.
¿Fueron 30 años? Veinticinco. Él venía y se estaba un mes, dos meses; a veces nos íbamos de vacaciones. Iba y venía constantemente, y todos los días, tres, cuatro veces al día, me hablaba por teléfono. Nos escribíamos muchas cartas; me mandaba muchas tarjetas postales. Siempre hubo mucha comunicación.
¿Y cuándo te diste cuenta? En 1997, cuando salió la revista Contenido.
¿Tú viste Contenido, con la portada de Maciel? Sí, fue donde yo me di cuenta y hubo mucha confusión en mí porque realmente yo no sabía ni con quién vivía, y de hecho él estaba en Nueva York cuando salió esta revista. Yo iba a caminar, a hacer mis ejercicios y vi la revista en el puesto del periódico. Me quedé sorprendida. En la noche él me llamó por teléfono y le dije: “¿Qué pasa? Aquí hay una revista así y así, es Contenido, y sales tú. Y dicen estas cosas. Te acusan de abusos sexuales, de muchísimas barbaridades”. “No, no, pero cómo puede ser.” Él lo negó. Y dijo: “Ahorita voy para allá, tomo el primer vuelo que encuentre y voy para México”. Fue cuando yo me enteré de la verdadera historia, de su otra cara.
Raúl, tu madre vio la revista y dice: “Ese es mi marido”. ¿Qué hace ahí? Lo enfrenta. ¿Qué pasó contigo? En esa ocasión nos percatamos de la revista, habla mi papá y mi mamá le expresa: “Saliste en una revista, regresa de Nueva York”, y él me dice: “Raúl, te voy a mandar dinero en un sobre con el señor Antonio para que vayas a todos los puestos de revistas de Cuernavaca y las compres”. Y así fue; llegó el señor Antonio con un sobre de dinero, rento un taxi, compro todas las revistas. Las que pude, porque las personas me decían: “Oye, ¿por qué quieres tantas?” Envía al señor Antonio con maletas, se le llenó con las revistas y se las lleva.
¿Hubo algún tipo de confrontación, de reclamo, de pregunta de ti a tu padre? Jamás.
¿Por qué? Mira, era una persona… en primer lugar, mayor; era nuestro padre, nuestra figura paterna. Le teníamos un gran afecto; reconocemos: “Es nuestro papá”; como adolescente, como niño, lo ves en lo alto, como cualquier niño, y nunca cuestionamos nada. Ahora caemos en la cuenta de por qué le decían “padre”. Cuando estábamos en lugares públicos teníamos la indicación de retirarnos cuando llegaran personas a saludarlo.
Escuchábamos que le decían: “Hola, padre”. Pero mi mamá nos decía: “Ha de ser padre de muchos hijos”. Era un cuestionamiento que nos hacíamos, y en ese momento nos dimos cuenta.
Omar, ¿cómo viviste ese momento? En ese momento lo veíamos como una figura paterna, como nuestro ídolo, como nuestro patriarca en la familia. Nosotros nunca nos íbamos a imaginar que él fuese así. Lo quisimos mucho; él sabía cómo manejar los asuntos. Tenía una gran facilidad para expresarse, para inducir a las personas, para lavar el coco. Él siempre era muy afectuoso con todo el mundo. Me acuerdo que cuando llegaba a la casa, los vecinos le decían: “Oiga, usted debe ser un santo”.
Y siempre nos decía a nosotros que hiciéramos el bien. “No mientas, ten una novia hasta los 25 años, no fumes, no tomes.” A mí me mandó a Denver en 1997; en ese momento fue cuando surgió lo de la revista Contenido. Yo le digo: “Oye, papá, a mí me interesaría ser sacerdote, ser padre”. Y me dice: “¿De cuántos hijos?” Y entonces le dice mi mamá: “¿Pero de cuántos hijos tú eres padre?” Él se empezó a reír; una risita burloncita.
¿Cómo recuerdas esta escena, Blanca? Estábamos en la hora de la comida. Le dice a Omar: “Conque quieres ser sacerdote”, y se ríe. Pero de pura burla. “¿De cuántos hijos quieres ser padre, Omar?” “¿Pues de cuántos hijos eres padre tú?”, le contesté yo a él. No le gustó que yo saliera a defender a Omar. Y dijo: “Bueno, ya, vamos a seguir comiendo; no hay que amargarnos el momento”.
Christian, eres el hijo menor. ¿Qué pasa por tu cabeza cuando oyes todo esto de tu padre? Es muy confuso; la verdad realmente no sabía quién era. Toda la vida viví con mentiras hasta que me di cuenta de quién era mi padre en realidad.
Dejaste de verlo en una edad temprana. Sí, como a los seis años.
¿Cuando ustedes se separaron finalmente? Más o menos. Él tendría unos ocho años cuando nos separamos.
Y a partir de entonces ya no lo volviste a ver.
–Ya no lo volví a ver.
–Raúl y Omar, ustedes afirman que su padre abusó de ustedes. Me han dicho que se lo han contado a los legionarios. Esta historia ya la saben el obispo Ricardo Watty Urquidi, el padre [Rodolfo] Mayagoitia, director territorial, y Carlos Skertchly, el supuesto procurador de los Legionarios de Cristo ante la Santa Sede.
¿Por qué “supuesto”? Ricardo Watty Urquidi me comenta que Álvaro Corcuera no me puede recibir en enero pero que envía al subprocurador de los Legionarios de Cristo ante la Santa Sede. Y cuál fue la sorpresa, que no era ningún procurador, sino un padre que tuvo un cargo en una escuela de Brasil; y, bueno, no sabemos si engañaron al obispo Watty.
¿Todos ellos han escuchado tus narraciones y las de Omar? No, nada más las mías, pero yo les he hecho mención de los abusos a mi hermano.
¿Qué sucedió? A Mayagoitia solamente le comenté que había abusos, que había cosas muy fuertes; que si estaba preparado para escuchar. Le dije que habíamos sido abusados durante ocho años mi hermano Omar y yo. Mi primer abuso sucedió cuando yo tenía siete años de edad, en Colombia. Yo estaba acostado con él, como cualquier niño con su padre; baja mi calzoncillo e intenta violarme. Por instinto humano reacciono y me muevo. Se da cuenta y no me fuerza. Ese fue el primer abuso y de ahí ya empezaron todos los demás. Hacía que lo masturbáramos, que le sacáramos fotos masturbándolo; él se quedaba con las fotografías, se hacía el dormido y nos decía que su tío le hacía lo mismo; que ensayáramos con él.
¿Y tú, Omar? Mi primer abuso fue cuando fuimos a Madrid, en el Holiday Inn, me acuerdo. Se hacía el dormido y empezamos a masturbarlo; siempre nos decía que a él le dolía mucho la pierna, que al menos uno de los dos durmiéramos siempre con él. “Caliéntenme la pierna porque me duele mucho.” Y entonces… bueno, éramos niños, sin malicia, y él era nuestro padre.
Maciel, acusado de abuso por sus hijosFoto Notimex
Lo quisimos mucho, pero creo que esto no se vale; definitivamente no tiene explicación alguna lo que hemos vivido, y no únicamente nosotros.
Blanca, ¿nunca te diste cuenta de nada? Yo no me di cuenta porque, como te decía, yo no sabía ni con quién vivía. Nunca sospeché; ni por acá me pasó que este tipo fuera así o sus mañas. Igual, como dicen ellos, ¡uf!, yo lo idolatraba, ¡lo adoraba! De hecho un día le dije: “Tú eres como un dios para mí”.
A ver, si nomás hay un dios en el mundo cómo voy a decirle a un señor que también es como un dios para mí. Yo lo quería muchísimo, ¡muchísimo! ¡Estaba ciega! Totalmente. Hasta que me di cuenta, en 1997, cuando vi la revista Contenido. Y no estaba segura de lo que pasaba, porque él todavía me decía:
“No, ya sabes cómo es la gente, ya no hallan qué hacer; lo que pasa es que me quieren sacar del Vaticano. Pídele a la Virgen de Guadalupe por el Papa que va a entrar ahora, para que no me saque”. ¡Y yo todavía pidiéndole a la Virgen!
¿Cuánto tiempo mantuvieron su relación después de que viste la portada de Contenido? Yo les creí a mis hijos en 1999, que habían sufrido un abuso sexual por parte de su padre.
¿Raúl, en 1999 se lo contaste a tu mamá? Sí; yo cursaba el tercer grado de preparatoria y me empecé a sentir muy mal; tenía una sensación muy rara, de terror. Yo no sabía ni qué me estaba pasando. Rompí con mi novia y dije: “Ahora sí no sé qué me pasa”. Le comenté a mi papá: “Me siento muy mal”.
¿Emocionalmente te sentías mal? Estaba muy confundido. Llegué a pensar que algo pasaba en mi sexualidad. Experimentaba una sensación muy rara, que no se la deseo a nadie. Le dije a mi papá: “Voy a ver a una psicóloga en Cuernavaca, porque ya no aguanto”. Me dice: “No, si vas a ver un psicólogo te pueden destrozar la vida. Yo te voy a mandar con un psiquiatra en Madrid”. Entonces me manda con el doctor Francisco López Ibor a una clínica muy prestigiosa en Madrid. En ese tiempo yo me quedaba por tiempos en casa de Norma y luego en un hotel.
Norma Hilda Bolaños es la otra mujer de Marcial Maciel. Así es. Ella estaba en Madrid. Y ustedes tenían relación familiar, por lo que veo. Sí, desde niños viajábamos con Norma, Omar y yo solos. Nos dijo: “Les presento a su tía Norma”. De niño eso nunca lo cuestionas. Entonces voy a Madrid a tratamiento con el doctor Francisco López Ibor. Si me permites, voy a mostrarte una carta. Éste es el diagnóstico del doctor; esta carta es muy interesante porque yo acudo con él por primera vez en 1999, y cuando me llega el diagnóstico, cinco años después, me comentan que yo tenía… Si me permites la voy a leer: “Paciente de 19 años de edad que acude por primera vez a esta clínica el día 1° de julio de 1999. Presentaba desde dos meses atrás sintomatología delirante con ideas de referencia; presentaba rasgos acusados previos de tipo obsesivo, humor subdepresivo. Desde el año 1994 siguió tratamiento ambulatorio a base de neurolépticos, Olanzapina, Risperidona, ansiolítico, Pinazepam y ocasionalmente Sertralina. Experimentó notoria mejoría”.
¿Durante cuánto tiempo tomaste esas sustancias? Como año y medio. Cuando llego a esta clínica, el doctor me dice: “Te vamos a atender muy bien y más si vienes recomendado por el padre”.
¿Y qué pasó, Blanca, con tu hijo Raúl? Mi hijo siempre estaba acostado, dormido, tomando ese medicamento que le había recetado el doctor. No se podía voltear, ni se podía levantar; estaba dopado totalmente. No podía hablar, siempre estaba echando saliva por un lado, quejándose. Pasaron como dos días y yo lo tenía que llevar al baño. Digo: “No, esto no es normal. ¿Cómo voy a tener a este muchacho así?” Habla el señor este, su papá, y le comento: “Mi hijo está así, ¿qué hago? ¿Lo llevo a un médico o qué?” Él me dijo: “No, no, no, sigue dándole el medicamento, lo va a componer; eso lo relaja. No pasa nada”.
Por supuesto que Maciel no quería que su hijo tuviera un tratamiento psicológico en el que hablara. Yo creo que este señor lo quería tener atontado. “Así lo voy a volver loco; va a haber un momento en que este muchacho no pueda hablar.”
¿Ustedes confrontaron a su padre, Omar? No, por lo regular era su facilidad de palabra… dulce, amable. Yo estaba por cumplir 21 años. Vamos a Nueva York y nos presenta al hermano de Norma; se llama Luis y me dice que si me gustaría ir a Denver a trabajar. Podemos imaginarnos el porqué. Cuando en ese entonces mi hermano le comenta a mi mamá de los abusos sexuales, creo que ahí él nos está desvinculando como familia, separándonos.
A ti, Omar, te manda a Denver, y a ti, Raúl, con un psiquiatra y te dopa. ¿Y tú Blanca? ¿Qué te puedo decir? Llegué a pensar en ponerle una demanda, pedir ayuda, defender a estos muchachos, porque realmente es algo tan duro que… ellos crecen con el corazón vacío, lleno de traumas y problemas psicológicos. Todo el tiempo fui mamá y papá para ellos. Entonces gracias a Dios toda esta situación me ha dado la fortaleza de irlos sacando adelante.
Christian, debe ser muy duro oír a tus hermanos narrar lo que acabamos de escuchar. No tenemos noticia de que tu padre haya abusado de ti. No, no. Gracias a Dios. Aunque fuera del aire, Blanca, dijiste: “Me lo pidió prestado”. ¿En algún punto te dijo: “Préstame a Christian”? Me dijo: “Nena, a ver si cuando Christian tenga unos ocho añitos me lo prestas para que me lo lleve a Irlanda, para que también se prepare como Raúl”. Y yo le contesté: “Sí, no te preocupes, te lo voy a prestar, con todo lo que le hiciste a mis hijos. ¿Todavía quieres que te preste a Christian?” “¿Qué les hice?” “Tú sabes qué les hiciste, ¿cómo crees que te voy a dar a mi hijo?” A Raúl se lo llevó a Irlanda sin mi consentimiento.
¿Cómo fue eso? Fueron a España Omar y él, con su papá, y de regreso me mandó nada más a Omar; me habló por teléfono y me dijo: “¿Qué crees, nenita, fíjate que mandé a Raúl a Irlanda con una familia; va a estar muy bien, no te preocupes, se va a preparar ahí para que sepa muy bien el inglés para su futuro”, cosas así. Me quedé sorprendida otra vez, porque dije: “¿Cómo, por qué se lleva al niño?” ¿Y cuánto tiempo se fue a Irlanda? Dos años. ¿Un día te dijo: “Me lo llevo” y regresó al niño dos años después? No me dijo sino cuando ya lo había mandado. Me mandó a Omar solo para México y de ahí se llevó a Raúl a Irlanda. Tienen cartas, postales, tarjetas navideñas que les enviaba su padre. Está, por ejemplo, esta carta, en la que hace mención de lo que habíamos platicado, donde se espanta cuando le digo que voy a un sicólogo: “Querido hijo: me dijo tu mamá que gracias a Dios y a la santísima Virgen tú ya estabas y te sentías bien; no te imaginas la alegría que me da. También me dijo que te recomendaron un psicólogo de Cuernavaca. Mira, Raúl, yo te recomiendo que no vayas con esos psicólogos porque pueden arruinar tu mente para toda la vida y hacer que no puedas vivir sin estar tomando pastillas. Se me hace muy raro que no encuentres a la doctora que recomienda el doctor López Ibor, que es el que te conoce y sabe bien tu situación. Además, recuerda que esa doctora trabajó 10 años en Madrid con López Ibor. Yo ya he hablado con esa doctora y te he recomendado”.
¿Supieron qué contenían esas pastillas que tomaba Raúl por prescripción del psiquiatra recomendado por Maciel? Bueno, yo investigué más o menos para qué tipo de personas eran prescritas. Eran para personas que tenían esquizofrenia, que eran muy hiperactivas, que no podían dormir. Cuando éramos adolescentes él nos daba unas pastillas rojas, Darvoset de 100 miligramos; nos daba la mitad de esa pastilla cuando nos dolía la cabeza. Es un derivado de la morfina.
Blanca, a lo largo de esos años, ¿tuviste algún indicio de que él consumiera y que diera a tus hijos algún tipo de sustancias? ¡Nunca en la vida! Lo único que sé es que él traía siempre un maletín como de médico; sacaba un montón de pastillas después de los alimentos, o antes, y decía que eran vitaminas. Pero nunca supe qué tomaba, menos qué les diera a mis hijos.
El exjefe Diego
Jorge Carrasco Araizaga
MÉXICO, D.F., 28 de noviembre (apro).- En México se negocia y se pacta con la delincuencia. Se le busca y se llega a acuerdos para que cada quien obtenga lo que quiere. Los delincuentes logran su objetivo principal: el lucro; el gobierno, “la resolución” de los casos de mayor impacto en la opinión pública.
El esclarecimiento de los hechos y, sobre todo, el establecimiento de responsabilidades quedan de lado. No existen. La impunidad total.
Cuando en mayo pasado secuestraron al hasta entonces intocable millonario Diego Fernández de Cevallos, el gobierno de Felipe Calderón no movilizó los recursos del Estado, como era su obligación, para dar con el panista. Recurrió a uno de los símbolos del autoritarismo y la impunidad en México: el general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro, uno de los principales violadores de derechos humanos en los años setenta, durante la guerra sucia en México.
No fue la familia la que buscó al militar en retiro, experto en persecución y represión de los grupos subversivos. Fue el propio gobierno de Calderón quien lo
llamó. En particular, el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont. “Nos tiene que ayudar para la liberación de mi socio”, le dijo Gómez Mont al viejo militar. El abogado, entonces funcionario, en efecto, ha trabajo durante años para el despacho de Diego Fernández, junto con otro inseparable del grupo dedicado a la política y a los negocios desde la abogacía, el exprocurador general de la República, Antonio Lozano Gracia, central en las negociaciones
para la liberación de Fernández.
El tono con el que Gómez-Mont se dirigió al militar en retiro fue el de un jefe a un subordinado. Y así era. Desde el primer año de que Calderón ocupó Los
Pinos, Acosta Chaparro se convirtió en asesor de su gobierno para el combate al narcotráfico y a la guerrilla.
Para llegar a contar sus servicios, Acosta Chaparro primero debió ser exonerado de las acusaciones de narcotráfico en su contra y reivindicado por el Ejército,
tal y como lo hizo públicamente quien fue su compañero de generación y amigo, el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional.
Acosta Chaparro era desde mediados de 2007, el asesor de lujo de Calderón. Su primera misión importante fue en septiembre de 2008, cuando se encargó de negociar la entrega de los supuestos responsables de los granadazos contra la población civil la noche del Grito de Independencia en Morelia.
Con conocimiento del gobierno de Calderón, en particular del antecesor de Gómez-Mont, Juan Camilo Mouriño, y del propio general Galván, Acosta Chaparro
viajó a Michoacán para encontrarse con el liderazgo de La Familia Michoacana, la que casualmente acaba de anunciar una tregua navideña a través de narcomantas.
Con los jefes de ese grupo, como lo publicó Proceso en septiembre pasado, el militar en retiro pactó la entrega de tres hombres a la PGR como presuntos
autores del que fue el primer atentado narcoterrorista en México, que dejó ocho muertos y más de cien heridos.
No fue el único encuentro de Acosta Chaparro con los jefes del narcotráfico en México. Se reunió también con el jefe de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, y el jefe más popular del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.
El general viajaba hasta donde estuvieran los supuestos enemigos de Calderón en su guerra contra narcotraficantes. Y lo hacía con pleno conocimiento
gubernamental. Así es que la tarea que le encomendó Gómez Mont para dar con los secuestradores del exjefe Diego no fue nueva. Y el general se sentía otra vez en lo suyo: en tareas de persecución desde la clandestinidad.
Apenas habían pasado tres días del secuestro del famoso político litigante cuando fue atacado y por poco pierde la vida. Estuvo varios días inconsciente.
Sus investigaciones se centraban en que el secuestro había sido cometido por la guerrilla: el grupo Tendencia Democrática Revolucionaria, que en 1999 se
escindió del Ejército Popular Revolucionario (EPR), con una probable ayuda de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
De las investigaciones no se supo nada. Calderón optó por la negociación directa con los secuestradores. Repitió lo que hizo Carlos Salinas de Gortari en 1994, cuando el EPR secuestró al exbanquero Alfredo Harp Helú. Después de tres meses, fue liberado a cambio de un pago estimado en 30 millones
de dólares. Salinas, que se encontraba ya en el infierno de 1994 por el asesinato de Luis Donaldo Colosio y el levantamiento del EZLN, optó por
desactivar el grupo que estaba a cargo de la identificación de los secuestradores. En ese grupo participaba, precisamente, Acosta Chaparro.
Calderón, que dice no negociar con el narco, ha buscado la interlocución con ellos. Ahora lo hace con quienes cometen raptos de alto impacto. Si deja el
famoso secuestro en la impunidad, habrá que preguntarse quién será el siguiente.
jcarrasco@proceso.com.mx
MÉXICO, D.F., 28 de noviembre (apro).- En México se negocia y se pacta con la delincuencia. Se le busca y se llega a acuerdos para que cada quien obtenga lo que quiere. Los delincuentes logran su objetivo principal: el lucro; el gobierno, “la resolución” de los casos de mayor impacto en la opinión pública.
El esclarecimiento de los hechos y, sobre todo, el establecimiento de responsabilidades quedan de lado. No existen. La impunidad total.
Cuando en mayo pasado secuestraron al hasta entonces intocable millonario Diego Fernández de Cevallos, el gobierno de Felipe Calderón no movilizó los recursos del Estado, como era su obligación, para dar con el panista. Recurrió a uno de los símbolos del autoritarismo y la impunidad en México: el general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro, uno de los principales violadores de derechos humanos en los años setenta, durante la guerra sucia en México.
No fue la familia la que buscó al militar en retiro, experto en persecución y represión de los grupos subversivos. Fue el propio gobierno de Calderón quien lo
llamó. En particular, el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont. “Nos tiene que ayudar para la liberación de mi socio”, le dijo Gómez Mont al viejo militar. El abogado, entonces funcionario, en efecto, ha trabajo durante años para el despacho de Diego Fernández, junto con otro inseparable del grupo dedicado a la política y a los negocios desde la abogacía, el exprocurador general de la República, Antonio Lozano Gracia, central en las negociaciones
para la liberación de Fernández.
El tono con el que Gómez-Mont se dirigió al militar en retiro fue el de un jefe a un subordinado. Y así era. Desde el primer año de que Calderón ocupó Los
Pinos, Acosta Chaparro se convirtió en asesor de su gobierno para el combate al narcotráfico y a la guerrilla.
Para llegar a contar sus servicios, Acosta Chaparro primero debió ser exonerado de las acusaciones de narcotráfico en su contra y reivindicado por el Ejército,
tal y como lo hizo públicamente quien fue su compañero de generación y amigo, el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional.
Acosta Chaparro era desde mediados de 2007, el asesor de lujo de Calderón. Su primera misión importante fue en septiembre de 2008, cuando se encargó de negociar la entrega de los supuestos responsables de los granadazos contra la población civil la noche del Grito de Independencia en Morelia.
Con conocimiento del gobierno de Calderón, en particular del antecesor de Gómez-Mont, Juan Camilo Mouriño, y del propio general Galván, Acosta Chaparro
viajó a Michoacán para encontrarse con el liderazgo de La Familia Michoacana, la que casualmente acaba de anunciar una tregua navideña a través de narcomantas.
Con los jefes de ese grupo, como lo publicó Proceso en septiembre pasado, el militar en retiro pactó la entrega de tres hombres a la PGR como presuntos
autores del que fue el primer atentado narcoterrorista en México, que dejó ocho muertos y más de cien heridos.
No fue el único encuentro de Acosta Chaparro con los jefes del narcotráfico en México. Se reunió también con el jefe de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, y el jefe más popular del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.
El general viajaba hasta donde estuvieran los supuestos enemigos de Calderón en su guerra contra narcotraficantes. Y lo hacía con pleno conocimiento
gubernamental. Así es que la tarea que le encomendó Gómez Mont para dar con los secuestradores del exjefe Diego no fue nueva. Y el general se sentía otra vez en lo suyo: en tareas de persecución desde la clandestinidad.
Apenas habían pasado tres días del secuestro del famoso político litigante cuando fue atacado y por poco pierde la vida. Estuvo varios días inconsciente.
Sus investigaciones se centraban en que el secuestro había sido cometido por la guerrilla: el grupo Tendencia Democrática Revolucionaria, que en 1999 se
escindió del Ejército Popular Revolucionario (EPR), con una probable ayuda de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
De las investigaciones no se supo nada. Calderón optó por la negociación directa con los secuestradores. Repitió lo que hizo Carlos Salinas de Gortari en 1994, cuando el EPR secuestró al exbanquero Alfredo Harp Helú. Después de tres meses, fue liberado a cambio de un pago estimado en 30 millones
de dólares. Salinas, que se encontraba ya en el infierno de 1994 por el asesinato de Luis Donaldo Colosio y el levantamiento del EZLN, optó por
desactivar el grupo que estaba a cargo de la identificación de los secuestradores. En ese grupo participaba, precisamente, Acosta Chaparro.
Calderón, que dice no negociar con el narco, ha buscado la interlocución con ellos. Ahora lo hace con quienes cometen raptos de alto impacto. Si deja el
famoso secuestro en la impunidad, habrá que preguntarse quién será el siguiente.
jcarrasco@proceso.com.mx
Exhibe WikiLeaks actos de EU contra Chávez y Kirchner
Archivos secretos del Departamento de Estado revelan que se intentó aislar al mandatario venezolano y se inquirió la salud mental de la presidenta argentina. También que Arabia Saudita instó a atacar Irán por su programa nuclear.
AFP
Publicado: 28/11/2010 13:03
Madrid. La diplomacia estadunidense trabajó para que países de América Latina aislaran al presidente venezolano Hugo Chávez, según los documentos secretos filtrados este domingo por WikiLeaks, cuyo contenido difundió entre otros el diario español El País.
El País habla de los "esfuerzos" de la diplomacia de Estados Unidos "por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez", sin publicar por el momento el documento al respecto difundido por WikiLeaks.
La página digital WikiLeaks distribuyó información secreta del Departamento de Estado estadunidense al diario español y al británico The Guardian, el estadunidense The New York Times, el francés Le Monde y la revista alemana Der Spiegel.
También El País informa sobre las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta en Washington, hasta el punto de que la Secretaría de Estado llega a solicitar información sobre su estado de salud mental.
Los documentos secretos del Departamento de Estado estadunidense revelados hoy dan cuenta de los esfuerzos para persuadir a distintos países para que acepten albergar detenidos de la prisión de Guantánamo para sospechosos de terrorismo, un paso clave para poder cerrar la controvertida cárcel.
Además se difundió hoy que Estados Unidos pidió a sus diplomáticos en 2008 investigar la posible presencia de Al Qaeda y otros "grupos terroristas" islámicos en Paraguay, en la zona de la triple frontera con Argentina y Brasil, según los documentos secretos filtrados este domingo por WikiLeaks.
La cancillería estadunidense, en un documento difundido por la página digital WikiLeaks a varios diarios y publicado por el británico The Guardian, pidió en 2008 a su embajada en Asunción "información sobre la presencia, intenciones, planes y actividades de grupos terroristas (...) en Paraguay, en concreto en la triple frontera" con Brasil y Argentina.
Washington quería información no sólo de la posible presencia de "Hezbollah" o "Hamas", entre otras organizaciones armadas islámicas, sino también de "Al Qaeda" y "agentes estatales iraníes", según el texto.
The Guardian también difunde que el rey Abdallah de Arabia Saudita instó a Estados Unidos a atacar Irán para destruir su programa nuclear.
Los cables de embajadas estadunidenses en Medio Oriente filtrados dan cuenta de las "frecuentes exhortaciones a Estados Unidos para atacar Irán y poner fin a su programa de armas nucleares".
Los documentos dicen también que el monarca saudita llamó a Estados Unidos a "cortarle el cuello a la serpiente", y que afirmó que trabajar con Washington para contrarrestar la influencia iraní en Irak era "una prioridad estratégica para el rey y su gobierno".
Israel aseguró a EU que negociaciones con Irán no funcionarían
Israel animó a Estados Unidos a adoptar una posición firme en diciembre de 2009 contra Irán, al afirmar que su estrategia de negociación con Teherán "no funcionará", según un documento publicado por WikiLeaks y retomado el domingo por la página en Internet del diario francés Le Monde.
Un telegrama estadunidense relata una conversación del 1 de diciembre de 2009 entre Amos Gilad, director de los asuntos político-militares en el ministerio israelí de Defensa, y Ellen Tauscher, la subsecretaria de Estado estadunidense.
"Mirando en su bola de cristal", escribe la diplomática estadunidense, "Gilad dice que no es seguro que Irán haya decidido fabricar un arma nuclear, pero que Irán está 'determinado' a tener la opción de construir una".
La diplomacia del presidente Barack Obama, "el compromiso estratégico con Irán", "es buena idea, pero está bien claro que esto no funcionará", añade Gilad, según este telegrama obtenido por WikiLeaks y estudiado por Le Monde.
En otro telegrama fechado el 18 de noviembre de 2009, la diplomacia estadounidense hace las siguientes observaciones: "Un representante del Mossad (servicio secreto israelí) afirma que Teherán entiende que al reaccionar positivamente al compromiso (estadunidense), Irán puede seguir jugando con el tiempo a su favor".
"Desde el punto de vista del Mossad, Irán no hará nada más que utilizar las negociaciones para ganar tiempo. De tal forma que en 2010-2011, Irán tendrá la capacidad tecnológica de fabricar un arma nuclear", afirma este telegrama.
AFP
Publicado: 28/11/2010 13:03
Madrid. La diplomacia estadunidense trabajó para que países de América Latina aislaran al presidente venezolano Hugo Chávez, según los documentos secretos filtrados este domingo por WikiLeaks, cuyo contenido difundió entre otros el diario español El País.
El País habla de los "esfuerzos" de la diplomacia de Estados Unidos "por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez", sin publicar por el momento el documento al respecto difundido por WikiLeaks.
La página digital WikiLeaks distribuyó información secreta del Departamento de Estado estadunidense al diario español y al británico The Guardian, el estadunidense The New York Times, el francés Le Monde y la revista alemana Der Spiegel.
También El País informa sobre las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta en Washington, hasta el punto de que la Secretaría de Estado llega a solicitar información sobre su estado de salud mental.
Los documentos secretos del Departamento de Estado estadunidense revelados hoy dan cuenta de los esfuerzos para persuadir a distintos países para que acepten albergar detenidos de la prisión de Guantánamo para sospechosos de terrorismo, un paso clave para poder cerrar la controvertida cárcel.
Además se difundió hoy que Estados Unidos pidió a sus diplomáticos en 2008 investigar la posible presencia de Al Qaeda y otros "grupos terroristas" islámicos en Paraguay, en la zona de la triple frontera con Argentina y Brasil, según los documentos secretos filtrados este domingo por WikiLeaks.
La cancillería estadunidense, en un documento difundido por la página digital WikiLeaks a varios diarios y publicado por el británico The Guardian, pidió en 2008 a su embajada en Asunción "información sobre la presencia, intenciones, planes y actividades de grupos terroristas (...) en Paraguay, en concreto en la triple frontera" con Brasil y Argentina.
Washington quería información no sólo de la posible presencia de "Hezbollah" o "Hamas", entre otras organizaciones armadas islámicas, sino también de "Al Qaeda" y "agentes estatales iraníes", según el texto.
The Guardian también difunde que el rey Abdallah de Arabia Saudita instó a Estados Unidos a atacar Irán para destruir su programa nuclear.
Los cables de embajadas estadunidenses en Medio Oriente filtrados dan cuenta de las "frecuentes exhortaciones a Estados Unidos para atacar Irán y poner fin a su programa de armas nucleares".
Los documentos dicen también que el monarca saudita llamó a Estados Unidos a "cortarle el cuello a la serpiente", y que afirmó que trabajar con Washington para contrarrestar la influencia iraní en Irak era "una prioridad estratégica para el rey y su gobierno".
Israel aseguró a EU que negociaciones con Irán no funcionarían
Israel animó a Estados Unidos a adoptar una posición firme en diciembre de 2009 contra Irán, al afirmar que su estrategia de negociación con Teherán "no funcionará", según un documento publicado por WikiLeaks y retomado el domingo por la página en Internet del diario francés Le Monde.
Un telegrama estadunidense relata una conversación del 1 de diciembre de 2009 entre Amos Gilad, director de los asuntos político-militares en el ministerio israelí de Defensa, y Ellen Tauscher, la subsecretaria de Estado estadunidense.
"Mirando en su bola de cristal", escribe la diplomática estadunidense, "Gilad dice que no es seguro que Irán haya decidido fabricar un arma nuclear, pero que Irán está 'determinado' a tener la opción de construir una".
La diplomacia del presidente Barack Obama, "el compromiso estratégico con Irán", "es buena idea, pero está bien claro que esto no funcionará", añade Gilad, según este telegrama obtenido por WikiLeaks y estudiado por Le Monde.
En otro telegrama fechado el 18 de noviembre de 2009, la diplomacia estadounidense hace las siguientes observaciones: "Un representante del Mossad (servicio secreto israelí) afirma que Teherán entiende que al reaccionar positivamente al compromiso (estadunidense), Irán puede seguir jugando con el tiempo a su favor".
"Desde el punto de vista del Mossad, Irán no hará nada más que utilizar las negociaciones para ganar tiempo. De tal forma que en 2010-2011, Irán tendrá la capacidad tecnológica de fabricar un arma nuclear", afirma este telegrama.
Operación Mouriño : Contacto entre Chapo y el gobierno federal.
Anabel Hernández
En su libro Los señores del narco, la periodista Anabel Hernández hace una sorprendente revelación: a principios de 2008 la Presidencia de la República estableció contacto directo con Joaquín Guzmán Loera, en una operación instrumentada por Juan Camilo Mouriño, entonces el hombre más cercano a Felipe Calderón. La misión era pactar para poner paz entre los cárteles de la droga. Sin embargo, El Chapo aprovechó la oportunidad para dar a conocer los nombres de los cómplices de su fuga del penal de Puente Grande en 2001 y, sobre todo, para involucrar al propio Mouriño en la “venta” de plazas al narcotráfico. Con autorización de Grijalbo y de la autora, transcribimos fragmentos del volumen de casi 600 páginas, de inminente aparición.
Corrían los primeros meses de 2008 y el general X,1 disciplinado, perseverante y arriesgado como era, fue a los terrenos del más poderoso capo de México para hablar con él cara a cara. El Chapo Guzmán ya estaba preparado para recibir al mensajero de Los Pinos. El general X, de más de 65 años de edad, colaboraba con Juan Camilo Mouriño en la Presidencia de la República desde 2007, en una asesoría subrepticia como había sido prácticamente toda su tarea durante los 45 años que sirvió para el Ejército Mexicano en la Brigada Blanca, la Dirección Federal de Seguridad y la Coordinación de Seguridad Nacional. El jefe de la Oficina de la Presidencia –el hombre más cercano a Calderón– le había encargado una misión imposible: poner en paz a los cárteles de la droga. En enero de 2008, Juan Camilo fue nombrado secretario de Gobernación, pero su encomienda seguía vigente.
Si el general que sabía más por viejo que por diablo no podía lograrlo es que entonces nadie lo haría. El militar estuvo preso durante casi siete años acusado de presuntos vínculos con Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Hubo muchos testimonios en su contra pero quedó el velo de la duda, como casi siempre ocurre en esos tortuosos procesos de la milicia. Le faltaban todavía otros siete años de cárcel pero en el primer año del gobierno de Felipe Calderón fue puesto en libertad. Su encarcelamiento fue un asunto político, dicen sus cercanos, y su liberación también.
Nueve meses después de haber salido de la cárcel, ante el azoro de sus compañeros, fue condecorado por el secretario de la Defensa Nacional, el general Guillermo Galván Galván, por su “patriotismo, lealtad y abnegación”. El gobierno federal tenía que hacerlo visible y creíble ante sus interlocutores: los narcos. El general X ha dicho que el secretario de la Defensa Nacional también tenía conocimiento de la encomienda encargada por Mouriño.
Nunca fue remilgoso en las tareas difíciles que le encomendaron, en muchas de ellas había tenido que entablar relación con los diferentes grupos del narcotráfico, por lo que en 2008, cuando comenzó a tocar a la puerta de los protagonistas de la guerra entre los narcos, la gran mayoría se la abrió, como ocurrió con El Chapo.
“La libertad no tiene precio”, le dijo Joaquín Guzmán Loera al militar en su encuentro. La declaración sonaba un poco cínica incluso viniendo de un cínico como El Chapo. La frase del capo obligó al general X a preguntarle cómo había logrado salir del penal de máxima seguridad de Puente Grande aquel 19 de enero de 2001. Guzmán Loera fue directo, lo habían comenzado a ayudar desde 1995, cuando lo trasladaron de la prisión de La Palma a Puente Grande, por órdenes de la Secretaría de Gobernación. Directamente de su “fuga” el capo responsabilizó a tres hombres, figuras de la política y seguridad pública en México.
Uno de ellos es el teniente coronel y ex gobernador de Quintana Roo, Joaquín Ernesto Hendricks Díaz. Dice El Chapo que él lo ayudó cuando trabajaba en la Secretaría de Gobernación. El único cargo que Hendricks tuvo en esa dependencia fue en el sexenio de Ernesto Zedillo como director de Ejecución de Sentencias en la Dirección General de Prevención y Readaptación (1996-1997), cuando Francisco Labastida era el titular de la dependencia.
En 1999 Hendricks Díaz se convirtió en el gobernador de uno de los estados con mayor desembarque de droga en México, y por ende, una de las principales bases de operaciones de la organización del Pacífico. Recibió el gobierno de manos de Mario Villanueva Madrid, El Chueco, extraditado en 2010 por sus presuntos vínculos con la organización de Amado Carrillo Fuentes, de la cual El Chapo fue integrante.
En febrero de 2001, a unos días de la “fuga” de Guzmán Loera y sin ninguna petición de explicación de por medio, el titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), José Trinidad Larrieta, afirmó que no estaba realizando ninguna investigación “respecto al presunto involucramiento del gobernador constitucional de Quintana Roo, Joaquín Hendricks Díaz, en el caso del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán”. “Ningún funcionario de la UEDO –precisó– realiza investigaciones al respecto en esa entidad federativa, ni en otro estado de la República”.2 Es hasta la confesión de El Chapo cuando ese boletín de la PGR toma su justa dimensión en un país como México, donde generalmente lo que niega la autoridad es la realidad. Tras su salida de Puente Grande, Guzmán Loera estuvo escondido principalmente en Nayarit y Quintana Roo.
Seis años después, alejado del servicio público, Trinidad Larrieta fue uno de los abogados contratados por la primera dama Marta Sahagún antes de que terminara el mandato de su esposo, para proteger a sus hijos Manuel y José Alberto Bribiesca Sahagún, así como a su hermano Guillermo Sahagún,3 de todos sus oscuros enjuagues presuntamente relacionados con el narcotráfico, según investigaba la DEA.
El otro implicado en la fuga de El Chapo, que el propio narcotraficante le reveló al general X, fue el exprocurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha, quien –junto con Jorge Tello Peón– estuvo al frente del operativo realizado después de la evasión de Guzmán Loera, y le dio órdenes a Genaro García Luna de investigar la salida del capo del penal de máxima seguridad.
A principios de 2005 Macedo de la Concha renunció a su cargo de procurador y fue enviado por el presidente Vicente Fox como agregado militar de la embajada de México en Roma, donde el general permaneció en el exilio durante el resto del sexenio. Al inicio de la administración de Felipe Calderón, Macedo regresó a México y fue instalado como magistrado del Tribunal de Justicia Militar, desde donde se conduce con un riguroso bajo perfil.
El tercer nombre de sus principales cómplices, según contó El Chapo, fue Jorge Enrique Tello Peón, entonces subsecretario de la SSP federal, quien incluso el mismo día de la fuga de Guzmán Loera visitó el penal de máxima seguridad como si hubiera ido para ultimar los detalles de la salida del capo. Durante los últimos dos años (2008-2010) este hombre, a quien el narcotraficante acusa sin aspavientos de haberlo liberado, ha sido asesor de cabecera del presidente Felipe Calderón en materia de seguridad pública. Tello Peón fue el mentor de Genaro García Luna en el Cisen, él mismo lo impulsó ante Juan Camilo Mouriño para que se convirtiera en el titular de la SSP del gobierno de Felipe Calderón. A pesar de todas las malas referencias y pruebas que el Ejército Mexicano le mostró a Mouriño sobre García Luna, éste ocupó el codiciado cargo.4
Enviado directamente por el presidente Calderón, Tello Peón trabajó con García Luna en la SSP federal como secretario ejecutivo del Sistema de Seguridad Nacional. En enero de 2010 se fue a la Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional por supuestas diferencias con García Luna, quien ahora tenía más poder y quería demostrarle a su maestro que el alumno lo había superado. Tello Peón tampoco pudo sobrevivir en ese nuevo cargo y terminó únicamente como asesor del presidente Calderón.
No cabe duda de que El Chapo es un hombre perverso, vaya broma que le jugó al destino. El 9 de junio de 1993, el general Jorge Carrillo Olea, coordinador de lucha Contra el Narcotráfico, recibió al prisionero Joaquín Guzmán Loera en la cajuela de una pick up medio destartalada, donde se encontraba amarrado como un cerdo, en un paraje de la carretera que va hacia Cacahoatán, Chiapas. Ocho años después, el alter ego de Carrillo Olea, su hechura, su hijo putativo, Jorge Enrique Tello Peón, presuntamente fue quien lo puso en libertad.
Guzmán Loera le dijo al general X que todas las “plazas” de México, es decir, los estados donde opera el crimen organizado, “están vendidas”. Lo peor es que algunos funcionarios del gobierno federal y de algunos gobiernos locales las han vendido en más de una ocasión a diferentes grupos, provocando un caos dentro de las organizaciones criminales.
Cuando el emisario de Los Pinos se reunió con Guzmán Loera, el capo ya había comenzado una pelea frontal con los Beltrán Leyva, sus primos y exsocios. Quizá por eso El Chapo le reveló al general X, en tono de queja, que el propio Juan Camilo Mouriño y su entonces coordinador de asesores en la Segob les vendieron a los Beltrán Leyva la plaza del Estado de México en 10 millones de dólares, el pequeño detalle es que eso ocurrió después de que la operación en dicha entidad ya había sido comprometida con Guzmán Loera. Mouriño habría hecho la transacción persuadido por el expresidente municipal panista de Tlalnepantla y actual senador del Estado de México, Ulises Ramírez, a quien El Chapo describió como “un pillo”.“El senador debe de haberse quedado por lo menos con un millón”, pensó para sus adentros el general X.
Actualmente Ulises Ramírez aspira a ser candidato del PAN a la gubernatura del Estado de México en las elecciones de 2011.
Fuentes de información vinculadas con Mouriño confirmaron la versión, pero aseguraron que supuestamente el secretario de Gobernación ignoraba el acuerdo que Ulises Ramírez había hecho a su nombre.
Guzmán Loera le contó al enviado de la Presidencia que él y su clan acordaron con el gobierno federal que éste combatiera a sus antiguos socios, los Beltrán Leyva. El general X debió de sentirse muy desconcertado ante las afirmaciones que el capo le hacía cara a cara. Entendió, quizá tarde, que Mouriño lo había mandado a encontrar un arreglo a su propia falla, metiéndolo a él mismo en un callejón sin salida.
Por razones obvias, la reunión del general X con el narcotraficante fue breve, y por su propia seguridad el militar no ha contado el lugar donde se llevó a cabo. Cuando se despidieron, el enviado de Los Pinos tuvo una certeza: El Chapo hacía lo que se le venía en gana y no estaba dispuesto a perder su libertad por nada, costara lo que costara. ¿Y quién podía criticarlo? Él había hecho un negocio con alguien que le había puesto precio al país, lo único que el capo tuvo que hacer fue pagarlo, como es uso y costumbre desde hace décadas en México.
u u u
Desde el inicio de su gobierno, la estrategia de Calderón contra los capos fue diseñada para favorecer a El Chapo Guzmán y a sus principales socios: El Mayo Zambada, Ignacio Coronel Villarreal y Juan José Esparragoza Moreno.
Hay evidencia documental de que la guerra de Felipe Calderón ha sido dirigida no contra los “narcotraficantes” en general, sino contra los “narcotraficantes” que son enemigos de El Chapo o que representan un riesgo para su liderazgo en el jugoso negocio. Desde 2007, su gobierno tenía información precisa sobre los domicilios de los principales narcotraficantes de México y sus familiares. En algunos casos incluso números telefónicos y de radio, cuentas bancarias y otros datos valiosos para asestar golpes certeros. Así lo prueban las fichas de cada capo elaboradas por la SSP federal, con el apoyo del Cisen, cuyo titular es Guillermo Valdés Castellanos.11 Pero por los muy escasos resultados de esa “guerra contra el narcotráfico” pareciera que esos datos fueron empleados sólo para dar golpes de inútil propaganda política en los momentos de mayor cuestionamiento al gobierno federal.
La SSP planteó la estrategia contra el narcotráfico basada en unas “líneas de investigación” que definieron las prioridades en el combate a los capos durante el sexenio de Calderón. Esas prioridades fueron avaladas en reuniones en la Secretaría de Gobernación y la PGR. De acuerdo con la información de esas fichas, la SSP determinó como “prioridad estratégica 1” capturar al líder del cártel del Golfo, Ezequiel Cárdenas Guillén –hermano de Osiel Cárdenas Guillén–, y a Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, su segundo al mando. Los únicos capos de La Federación con “prioridad estratégica 1”, señalados desde el inicio del sexenio, fueron: Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, Marcos Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y Édgar Valdés Villarreal, La Barbie.
En cuestión de poder, de todos sus socios el que representaba más riesgos para El Chapo era Marcos Arturo Beltrán Leyva y su grupo. El Barbas estaba comenzando a tener demasiada fuerza por cuenta propia. A Guzmán Loera tampoco le gustaba que las lealtades de su primo fueran más cercanas a Vicente Carrillo Fuentes que a él.
El asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, ordenado por El Mayo Zambada y consentido por El Chapo, fue una herida que nunca cicatrizó. La relación de los líderes del cártel de Sinaloa con El Viceroy pendía de alfileres, y les daba temor la estrecha relación que El Barbas tenía con él. Aunque los Beltrán Leyva todavía eran parte de La Federación en 2007, todo indica que desde principios del sexenio de Calderón ya se olía la traición, sólo era cuestión de tiempo.
En contraste, Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García, Ignacio Coronel Villarreal y Juan José Esparragoza Moreno estaban catalogados como “prioridad estratégica 2”, pese a que desde entonces ellos encabezaban a la organización de narcotráfico más poderosa del continente americano y con mayor presencia delictiva en Estados Unidos.
En un documento desclasificado del Comando Norte del Departamento de Defensa estadunidense, elaborado en 2009, se afirma categóricamente que entre los cárteles mexicanos, el de Sinaloa es el más peligroso.Y lo califican como “cártel de granujas” que son la fuente de violencia en las ciudades fronterizas. Con preocupación advirtieron que el cártel de Sinaloa controla el corredor del Pacífico, y no tiene oposición para asumir el control del corredor que pertenecía a la organización de los Arellano Félix.12
En consecuencia con la dudosa estrategia, la mayoría de los narcotraficantes detenidos por el gobierno federal son de bandos contrarios a la organización encabezada por Joaquín Guzmán Loera. Edgardo Buscaglia, uno de los principales críticos de la guerra fallida del gobierno de Calderón, tiene las cifras claras: el experto en seguridad señala que de las 53 mil 174 detenciones realizadas durante los últimos cuatro años, ligadas ya sea con asociación delictuosa o delincuencia organizada, sólo 941 corresponden al cártel de El Chapo Guzmán.
Por si fuera poco, de esas detenciones, la mayoría de los casos se cae, o sea que la situación es aún peor, afirma Buscaglia: “Cuando dicen que detuvieron al hijo o al abuelo de El Mayo Zambada, o a quien sea, yo pregunto qué se deriva de esa detención. ¿Una sentencia condenatoria? ¿Un mapeo patrimonial de El Chapo, El Mayo o El Azul Esparragoza?” los hechos avalan al incómodo asesor de la ONU. La protección del gobierno federal a Joaquín Guzmán Loera se palpa, se siente, y el mismo capo ha hecho alarde de esta situación.
Los primeros días de julio de 2007, El Chapo decidió “casarse” a plena luz del día, teniendo a elementos del Ejército Mexicano como guaruras, y a narcos y políticos del PAN y el PRI como invitados. l
1 Por las implicaciones que tiene esta información narrada por
fuentes vivas directas se decidió omitir el nombre del militar.
2 Boletín 058/01 de la PGR, 1 de febrero de 2001.
3 Anabel Hernández, Fin de fiesta en Los Pinos, México, Grijalbo, 2006.
4 Anabel Hernández, Los cómplices del presidente, México, Grijalbo, 2008.
11 La autora tiene en su poder copia de las fichas elaboradas por las
dos instituciones, las cuales, de acuerdo con las propiedades informáticas
de los documentos, fueron hechas en el Cisen, la Segob y la SSP.
12 La autora tiene copia de dicho documento.
Niegan familiares que Diego Fernández haya sido liberado
Hermana del político afirma que “no se ha confirmado nada”
En ranchos del ex senador panista no hay movimientos inusuales
Mariana Chávez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 28 de noviembre de 2010, p. 10
Pedro Escobedo, Qro., 27 de noviembre. Ante las versiones de que Diego Fernández de Cevallos fue liberado y es buscado en seis estados del país, hermanos del ex senador negaron estar en conocimiento de su paradero y sostuvieron que ni siquiera tienen comunicación con los hijos del político para confirmar los señalamientos.
Ricardo Anaya Cortés y Alfredo Botello Montes, dirigente estatal y secretario de acción de gobierno del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, respectivamente, confiaron en que Fernández de Cevallos se encuentre bien y que pronto “va a estar con nosotros”.
En entrevista telefónica, Elena Fernández, hermana del político panista, dijo que está preocupada por los rumores de que el ex candidato ya ha sido liberado, “pero no hemos podido confirmar nada”.
Aseguró que intentó establecer comunicación con los hijos del Jefe Diego, pero “nadie contesta”. Incluso pidió a la persona que respondió el teléfono que si sabía algo le informara. “Llámanos, por caridad”, expresó.
Agregó que le preocupa que a su hermano lo hayan dejado en algún lugar donde “no tenga manera de comunicarse”.
Alfonso Fernández de Cevallos, también vía telefónica, comentó que no tiene contacto con los hijos del panista y calificó de “rumores” las afirmaciones de que Diego Fernández fue liberado.
En la casa de Miguel Fernández de Cevallos, ubicado en la cabecera municipal de San Juan del Río, también dijeron desconocer algo acerca de la supuesta liberación del político.
El presidente municipal de la capital queretana, Francisco Domínguez Servién, indicó: “El día que exista algo (sobre la liberación) va a salir su hijo Diego a dar la noticia”.
Manifestó que la familia del ex senador pidió que se frenen las especulaciones, con el propósito de evitar riesgos que atenten contra su vida. “Las cosas serán dadas a conocer por la familia y parece que todo va bien”, enfatizó.
Adolfo Vega Montoto, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del gobierno de Querétaro, indicó que no ha recibido notificación alguna para emprender la búsqueda de Diego Fernández, ante la presunción de que fue liberado.
La mañana de este sábado, en La Cabaña, La Asturiana y El Estanco, ranchos de Diego Fernández de Cevallos, no hubo movimientos inusuales. Trabajadores aseguraron que no conocen las versiones.
A las 18 horas, en el rancho La Cabaña, de donde Diego Fernández fue raptado el 14 de mayo, un empleado comentó que los hijos del ex senador visitan el lugar cada mes y que no le han avisado sobre el regreso del panista.
Mientras, un vigilante del rancho El Asturiano dijo que no conocer el tema.
En ranchos del ex senador panista no hay movimientos inusuales
Mariana Chávez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 28 de noviembre de 2010, p. 10
Pedro Escobedo, Qro., 27 de noviembre. Ante las versiones de que Diego Fernández de Cevallos fue liberado y es buscado en seis estados del país, hermanos del ex senador negaron estar en conocimiento de su paradero y sostuvieron que ni siquiera tienen comunicación con los hijos del político para confirmar los señalamientos.
Ricardo Anaya Cortés y Alfredo Botello Montes, dirigente estatal y secretario de acción de gobierno del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, respectivamente, confiaron en que Fernández de Cevallos se encuentre bien y que pronto “va a estar con nosotros”.
En entrevista telefónica, Elena Fernández, hermana del político panista, dijo que está preocupada por los rumores de que el ex candidato ya ha sido liberado, “pero no hemos podido confirmar nada”.
Aseguró que intentó establecer comunicación con los hijos del Jefe Diego, pero “nadie contesta”. Incluso pidió a la persona que respondió el teléfono que si sabía algo le informara. “Llámanos, por caridad”, expresó.
Agregó que le preocupa que a su hermano lo hayan dejado en algún lugar donde “no tenga manera de comunicarse”.
Alfonso Fernández de Cevallos, también vía telefónica, comentó que no tiene contacto con los hijos del panista y calificó de “rumores” las afirmaciones de que Diego Fernández fue liberado.
En la casa de Miguel Fernández de Cevallos, ubicado en la cabecera municipal de San Juan del Río, también dijeron desconocer algo acerca de la supuesta liberación del político.
El presidente municipal de la capital queretana, Francisco Domínguez Servién, indicó: “El día que exista algo (sobre la liberación) va a salir su hijo Diego a dar la noticia”.
Manifestó que la familia del ex senador pidió que se frenen las especulaciones, con el propósito de evitar riesgos que atenten contra su vida. “Las cosas serán dadas a conocer por la familia y parece que todo va bien”, enfatizó.
Adolfo Vega Montoto, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del gobierno de Querétaro, indicó que no ha recibido notificación alguna para emprender la búsqueda de Diego Fernández, ante la presunción de que fue liberado.
La mañana de este sábado, en La Cabaña, La Asturiana y El Estanco, ranchos de Diego Fernández de Cevallos, no hubo movimientos inusuales. Trabajadores aseguraron que no conocen las versiones.
A las 18 horas, en el rancho La Cabaña, de donde Diego Fernández fue raptado el 14 de mayo, un empleado comentó que los hijos del ex senador visitan el lugar cada mes y que no le han avisado sobre el regreso del panista.
Mientras, un vigilante del rancho El Asturiano dijo que no conocer el tema.
Ortega, al servicio de Nava y Calderón
Estado de los ESTADOS
Por Lilia Arellano
Conflicto de “tribus” desgarra al PRD
Paga Amalia absolutismo en Zacatecas
Cancún es un bunker policiaco-militar
Transformar a México, la meta: AMLO
“El que no ama a su patria no puede amar nada”.- Lord Byron
El movimiento social que encabeza Andrés Manuel López Obrador y que se organiza en todo el país tiene como finalidad la transformación de México y carece del propósito de promoción personal para acceder a un cargo público. Así lo ha establecido el tabasqueño durante sus giras por el país y así lo confirmó en Culiacán, Sinaloa, donde explicó que el objetivo de los recorridos por el territorio nacional es lograr la concientización de la mayoría de los mexicanos.
Dadas las actuales condiciones políticas, económicas, sociales y de inseguridad pública, López Obrador, quien también visitó Nayarit, está convencido de que su movimiento social es el único que puede salvar a México y sacar a la mayoría de los ciudadanos del país de la pobreza y la marginación en que se encuentra desde hace tres décadas. En diversos actos públicos en esas dos entidades, señaló este viernes que los problemas “no se resolverán con más de lo mismo, se requiere un cambio de régimen, de voltear la mirada hacia los intereses de la mayoría de los mexicanos”.
Más que frente a sus adversarios políticos, el principal líder opositor del país tiene sus enemigos en casa, en el PRD, que encabeza Jesús Ortega. Por su enfrentamiento con el movimiento lopezobradorista, todo parece indicar que Ortega Martínez quiere que se llegue a la elección presidencial tan sólo con el cascarón y el membrete del Partido de la Revolución Democrática, que en los últimos años ha sido puesto al servicio de los intereses de Felipe Calderón y el PAN. Los problemas internos al interior del “Sol Azteca” exhiben una profunda crisis en ese partido carcomido por una cada vez más profunda corrupción, dado que dirigentes sociales antes menesterosos, ahora han sucumbido al brillo del oro que ha opacado y anulado sus principios e ideales.
Dentro de ese complicado contexto, la postura de Andrés Manuel López Obrador ha sido, sin duda, la más inteligente, pues ha sabido no sólo capotear la adversa dirigencia de los “chuchos” estos últimos años y ha logrado eludir todas sus intentonas para hacerlo tropezar. Hoy su movimiento popular opositor es el más importante del país, y es la materia prima de su rica plataforma electoral para participar en la elección presidencial del 2012, independientemente de que pueda contar con el apoyo de la estructura nacional del PRD, secuestrada por una pequeña pandilla de oportunistas ambiciosos.
López Obrador y el PRD deben enfrentar juntos la próxima contienda electoral federal si quieren ganarla. Hacerlo cada quien por su lado sólo beneficiará al PRI y al PAN, quien también saldría favorecido sí “los chuchos” logran hacerles segunda en los comicios más importantes del país con un candidato común que diera una real pelea al abanderado priísta.
Es este el fondo general de la disputa por la candidatura al gobierno mexiquense entre el tabasqueño y los chuchos Ortega, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, quienes controlan la estructura territorial y electoral perredista y están dispuestos a aplicar, una vez más, la fórmula de la alianza con los panistas para frenar el avance electoral de Enrique Peña Nieto y arrebatarle una de las entidades más rentables, no sólo en términos económicos, sino políticos y electorales. La postulación de Yeidckol Polevnsky fue, sin duda, una buena jugada política del tabasqueño para hacer frente a la intentona de Ortega de aliarse al PAN en el Edomex, pues hizo que las baterías de “los chuchos” se enfocaran en la controvertida legisladora, lo que dejaría la vía libre para la candidatura a Alejandro Encinas o Alejandro Gertz Manero, que sí serían rivales de peso para los candidatos del PRI y del PAN, y cuya postulación forzaría a la dirigencia del Sol Azteca a frenar su alianza con Acción Nacional y a respaldar al abanderado de la izquierda.
Ortega debe rechazar la alianza con el PAN sí quiere que el PRD gobierne el Estado de México. De lo contrario, aun cuando se pudiera dar un remoto triunfo de un candidato respaldado tanto por panistas como por perredistas en esa importante entidad, quien gobernaría sería por supuesto Acción Nacional y una vez más le tocarían a los chuchos sólo las migajas del botín electoral.
También, el resultado de la sucesión en la dirigencia nacional del PRD será fundamental en este proceso. Tanto el jefe del gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como el propio López Obrador, han manifestado su respaldo al ex gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, para que se convierta en el próximo líder del Sol Azteca. El tabasqueño confía en que un PRD en manos de Cárdenas Batel sería una garantía de que no habría alianza con el PAN en el 2012, por “congruencia histórica”.
Mientras tanto, la dirigencia nacional del PAN que encabeza César Nava mantiene su lucha contra la reforma electoral mexiquense en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con el respaldo de los presidentes nacionales de Convergencia, Luis Walton Aburto, y de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez. Nava se reunió con el ministro Ramón Cossio Díaz, con quien abordó la prohibición de las candidaturas comunes, las nuevas reglas de insaculación de ciudadanos, las facultades de la unidad de fiscalización de los recursos de los partidos, así como la disminución de los tiempos de precampaña y campaña electoral, elementos todos que dan una gran ventaja electoral al priísmo en tierra mexiquense.
Por Lilia Arellano
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El movimiento social que encabeza Andrés Manuel López Obrador y que se organiza en todo el país tiene como finalidad la transformación de México y carece del propósito de promoción personal para acceder a un cargo público. Así lo ha establecido el tabasqueño durante sus giras por el país y así lo confirmó en Culiacán, Sinaloa, donde explicó que el objetivo de los recorridos por el territorio nacional es lograr la concientización de la mayoría de los mexicanos.
Dadas las actuales condiciones políticas, económicas, sociales y de inseguridad pública, López Obrador, quien también visitó Nayarit, está convencido de que su movimiento social es el único que puede salvar a México y sacar a la mayoría de los ciudadanos del país de la pobreza y la marginación en que se encuentra desde hace tres décadas. En diversos actos públicos en esas dos entidades, señaló este viernes que los problemas “no se resolverán con más de lo mismo, se requiere un cambio de régimen, de voltear la mirada hacia los intereses de la mayoría de los mexicanos”.
Más que frente a sus adversarios políticos, el principal líder opositor del país tiene sus enemigos en casa, en el PRD, que encabeza Jesús Ortega. Por su enfrentamiento con el movimiento lopezobradorista, todo parece indicar que Ortega Martínez quiere que se llegue a la elección presidencial tan sólo con el cascarón y el membrete del Partido de la Revolución Democrática, que en los últimos años ha sido puesto al servicio de los intereses de Felipe Calderón y el PAN. Los problemas internos al interior del “Sol Azteca” exhiben una profunda crisis en ese partido carcomido por una cada vez más profunda corrupción, dado que dirigentes sociales antes menesterosos, ahora han sucumbido al brillo del oro que ha opacado y anulado sus principios e ideales.
Dentro de ese complicado contexto, la postura de Andrés Manuel López Obrador ha sido, sin duda, la más inteligente, pues ha sabido no sólo capotear la adversa dirigencia de los “chuchos” estos últimos años y ha logrado eludir todas sus intentonas para hacerlo tropezar. Hoy su movimiento popular opositor es el más importante del país, y es la materia prima de su rica plataforma electoral para participar en la elección presidencial del 2012, independientemente de que pueda contar con el apoyo de la estructura nacional del PRD, secuestrada por una pequeña pandilla de oportunistas ambiciosos.
López Obrador y el PRD deben enfrentar juntos la próxima contienda electoral federal si quieren ganarla. Hacerlo cada quien por su lado sólo beneficiará al PRI y al PAN, quien también saldría favorecido sí “los chuchos” logran hacerles segunda en los comicios más importantes del país con un candidato común que diera una real pelea al abanderado priísta.
Es este el fondo general de la disputa por la candidatura al gobierno mexiquense entre el tabasqueño y los chuchos Ortega, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, quienes controlan la estructura territorial y electoral perredista y están dispuestos a aplicar, una vez más, la fórmula de la alianza con los panistas para frenar el avance electoral de Enrique Peña Nieto y arrebatarle una de las entidades más rentables, no sólo en términos económicos, sino políticos y electorales. La postulación de Yeidckol Polevnsky fue, sin duda, una buena jugada política del tabasqueño para hacer frente a la intentona de Ortega de aliarse al PAN en el Edomex, pues hizo que las baterías de “los chuchos” se enfocaran en la controvertida legisladora, lo que dejaría la vía libre para la candidatura a Alejandro Encinas o Alejandro Gertz Manero, que sí serían rivales de peso para los candidatos del PRI y del PAN, y cuya postulación forzaría a la dirigencia del Sol Azteca a frenar su alianza con Acción Nacional y a respaldar al abanderado de la izquierda.
Ortega debe rechazar la alianza con el PAN sí quiere que el PRD gobierne el Estado de México. De lo contrario, aun cuando se pudiera dar un remoto triunfo de un candidato respaldado tanto por panistas como por perredistas en esa importante entidad, quien gobernaría sería por supuesto Acción Nacional y una vez más le tocarían a los chuchos sólo las migajas del botín electoral.
También, el resultado de la sucesión en la dirigencia nacional del PRD será fundamental en este proceso. Tanto el jefe del gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como el propio López Obrador, han manifestado su respaldo al ex gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, para que se convierta en el próximo líder del Sol Azteca. El tabasqueño confía en que un PRD en manos de Cárdenas Batel sería una garantía de que no habría alianza con el PAN en el 2012, por “congruencia histórica”.
Mientras tanto, la dirigencia nacional del PAN que encabeza César Nava mantiene su lucha contra la reforma electoral mexiquense en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con el respaldo de los presidentes nacionales de Convergencia, Luis Walton Aburto, y de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez. Nava se reunió con el ministro Ramón Cossio Díaz, con quien abordó la prohibición de las candidaturas comunes, las nuevas reglas de insaculación de ciudadanos, las facultades de la unidad de fiscalización de los recursos de los partidos, así como la disminución de los tiempos de precampaña y campaña electoral, elementos todos que dan una gran ventaja electoral al priísmo en tierra mexiquense.
Una revolución extinta y el alba de otra. José Agustín Ortiz Pinchetti
El Despertar
Con motivo de la conmemoración de la Revolución Mexicana ha surgido una tendencia a la autodenigración. Incluso hay quien piensa que no hemos perdido una o dos décadas, sino el siglo entero. Millones de mexicanos ignoran la gesta, no porque haya sido un fracaso colectivo, sino porque fue traicionada y vendida a sus peores enemigos, encargados hoy de celebrarla. Los mismos días de las conmemoraciones el Coneval y la ONU revelaron que en el último año en 18 por ciento de los hogares se padeció hambre. Han aumentado el precio de los alimentos y ha caído la recepción de remesas. El mismo día la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informó que a pesar de la crisis, los bancos que operan en México alcanzaron un nivel histórico en sus utilidades. La revolución destruyó una oligarquía, pero los regímenes revolucionarios permitieron que otra se levantara y finalmente, a partir de Salinas, el régimen se dedicó concientemente a fortalecerla y aliarse a ella. Ramón Eduardo Ruiz, historiador estadunidense especialista en México (poco conocido aquí), escribió que para que nuestra nación salga de su postración tendría que producirse un milagro: que su clase dominante sufra una metamorfosis.
Mientras tanto, en otra realidad, el domingo pasado celebramos con AMLO una asamblea de evaluación estatal del movimiento para la transformación de México. En condiciones extremadamente modestas, si las comparamos con las galas de la partidocracia. No pudimos dar ningún apoyo a las personas que vinieron de todos los rincones del estado. Se pagaron su propio transporte y sacrificaron un día de trabajo. Gracias a la generosidad del dueño del salón de actos El Campanario, pudimos alojar una audiencia sorprendente. Más de mil 500 representantes de centenares de comités en el estado. En su mayoría ciudadanos que no pertenecen a ningún partido. Aunque como en todo el país estamos creciendo de modo expansivo, tendremos que hacer un gran esfuerzo para cumplir nuestras metas.
AMLO dio un discurso breve, aclaró que el movimiento depende del entusiasmo de la gente. Y sí, el entusiasmo se desbordó ahí y se refleja cada vez más en la construcción de comités y en el reparto casa por casa del periódico. Aquí no hay apatía ni amargura ni se considera que la revolución sea un fiasco histórico. La gente tiene un empuje candoroso y febril. Son concientes de que son artífices de una hazaña. Percibo en ellos una sed de decencia, de limpieza en la política. Quieren que México rencuentre su camino. Me llamó la atención ver que en la multitud aparecía una pancarta escrita en un trozo de cartoncillo: “Nos proponemos lograr que la revolución complete sus metas”.
jaorpin@hotmail.com
Con motivo de la conmemoración de la Revolución Mexicana ha surgido una tendencia a la autodenigración. Incluso hay quien piensa que no hemos perdido una o dos décadas, sino el siglo entero. Millones de mexicanos ignoran la gesta, no porque haya sido un fracaso colectivo, sino porque fue traicionada y vendida a sus peores enemigos, encargados hoy de celebrarla. Los mismos días de las conmemoraciones el Coneval y la ONU revelaron que en el último año en 18 por ciento de los hogares se padeció hambre. Han aumentado el precio de los alimentos y ha caído la recepción de remesas. El mismo día la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informó que a pesar de la crisis, los bancos que operan en México alcanzaron un nivel histórico en sus utilidades. La revolución destruyó una oligarquía, pero los regímenes revolucionarios permitieron que otra se levantara y finalmente, a partir de Salinas, el régimen se dedicó concientemente a fortalecerla y aliarse a ella. Ramón Eduardo Ruiz, historiador estadunidense especialista en México (poco conocido aquí), escribió que para que nuestra nación salga de su postración tendría que producirse un milagro: que su clase dominante sufra una metamorfosis.
Mientras tanto, en otra realidad, el domingo pasado celebramos con AMLO una asamblea de evaluación estatal del movimiento para la transformación de México. En condiciones extremadamente modestas, si las comparamos con las galas de la partidocracia. No pudimos dar ningún apoyo a las personas que vinieron de todos los rincones del estado. Se pagaron su propio transporte y sacrificaron un día de trabajo. Gracias a la generosidad del dueño del salón de actos El Campanario, pudimos alojar una audiencia sorprendente. Más de mil 500 representantes de centenares de comités en el estado. En su mayoría ciudadanos que no pertenecen a ningún partido. Aunque como en todo el país estamos creciendo de modo expansivo, tendremos que hacer un gran esfuerzo para cumplir nuestras metas.
AMLO dio un discurso breve, aclaró que el movimiento depende del entusiasmo de la gente. Y sí, el entusiasmo se desbordó ahí y se refleja cada vez más en la construcción de comités y en el reparto casa por casa del periódico. Aquí no hay apatía ni amargura ni se considera que la revolución sea un fiasco histórico. La gente tiene un empuje candoroso y febril. Son concientes de que son artífices de una hazaña. Percibo en ellos una sed de decencia, de limpieza en la política. Quieren que México rencuentre su camino. Me llamó la atención ver que en la multitud aparecía una pancarta escrita en un trozo de cartoncillo: “Nos proponemos lograr que la revolución complete sus metas”.
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