miércoles, 8 de septiembre de 2010

NUEVA ASIGNATURA EN PRIMARIAS

Enseñan policias municipales a niños tirarse al suelo para protegerse de balaceras

CIUDAD JUAREZ.- Los niños de primaria en esta frontera, están felices con su nueva asignatura académica.

Agentes de la Policía Municipal enseñan como tirarse al suelo para protegerse de eventuales balaceras de las mafias.

Los cursos dieron comienzo este martes con instrucciones precisas a planteles escolares.

La intención es que al momento de un atentado los niños no entren en pánico, sino que se tiren al suelo y permanezcan bocabajo hasta que pase la contingencia.

Los niños han disfrutado mucho esta nueva materia optativa, que se aplica por mas de una hora en las canchas de las escuelas.

La Polaka...

Belicosidad priísta - Miguel Ángel Granados Chapa


Belicosidad priísta
Miguel Ángel Granados Chapa
Periodista

Distrito Federal– Es cierto que los tres priístas principales (si descontamos a algunos gobernadores) se sentaron el lunes a dialogar con el Presidente Calderón. Pero la presencia de Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Francisco Rojas en Los Pinos no necesariamente marca el cese de las hostilidades entre el PRI y el gobierno federal.

Dejemos a un lado la retórica ignorante, exagerada y provocadora de Enrique Peña Nieto –¡mire usted que comparar las alianzas políticas entre antagonistas con la delincuencia organizada –; basta con tener presentes las posiciones recientes del líder de los diputados para tener una idea del enfrentamiento que ocurrirá en esa cámara a propósito del paquete fiscal, que en el clima así esbozado será el asunto primordial en las próximas semanas.

Aun antes de la entrega de los proyectos hacendarios a que está obligado el Ejecutivo –que debe hacerse hoy–, la bancada tricolor anunció su posición, contraria a los indicios que sobre el contenido de ese paquete han salido de la secretaría de Hacienda. Por supuesto que se trata, como en el chalaneo mercantil, de una posición inicial, – “para empezar a platicar” se decía en el regateo de los mercados populares–, susceptible de ser modificada. Pero si persisten las diferencias entre la bancada del PRI (o al menos el sector mayoritario que acompaña a Rojas en su belicosidad), ese partido, junto con su dependiente que no aliado, el Verde, tiene los votos suficientes para aprobar un presupuesto que difiera del proyecto enviado por el Ejecutivo. Claro que asimismo el Presidente puede vetar el resultado del debate legislativo dominado por el PRI, pero es probable que éste lo acompañarán el PRD y los partidos que se agrupan en el DÍA cuando se llegara al punto de ratificar una posición controvertida por la Presidencia.

La fracción priísta dirigió una carta abierta al Presidente de la República en que le demanda un proyecto de presupuesto de egresos que sirva para el crecimiento, que no sea para simular, que sea realista y austero y que no implique más impuestos sino al contrario la reducción del impuesto al valor agregado. Hoy mismo, o mañana, ese grupo parlamentario hará una evaluación inicial del documento presidencial y lo calificará según se aproxime o se aleje de sus condiciones. La carta, sin embargo, fue precedida de un documento suscrito personalmente por Rojas que es un golpe al mentón o al plexo, o a ambas regiones corporales, del quehacer gubernamental. La crítica al Ejecutivo se monta en el lema gubernamental “Para vivir mejor”, que usa como ritornelo, entre interrogaciones, tras la aportación de datos sustantivos que muestran la ineficacia de la administración calderonista. El propio documento se titula así: “¿Para vivir mejor?

Es una crítica sin concesiones. La introducción arranca afirmando que “el estado que guarda la nación no es satisfactorio”, pero en las páginas siguientes esa calificación levemente reprobatoria se acendra y amplía. “La simple observación de la realidad –continúa el ex director general de PEMEX– muestra la incapacidad de los responsables de las instituciones para solventar los problemas más elementales de la población, que se expresan en una interminable sucesión de conflictos de los que tenemos noticia todos los días.

“El estancamiento de la economía, la falta de empleo y la inseguridad pública son muestra evidente de un ejercicio gubernamental ineficaz y contradictorio”. Y pasa a probarlo:

“En los últimos nueve años el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido de 1.2 por ciento” El dato sirve para que el autor pregunte: “¿La caída persistente de la economía es una forma de vivir mejor?”.

(De paso, Rojas lleva agua a su molino partidario al asegurar que, “en contraste, durante el periodo 1994-2000 el promedio del crecimiento fue del 3.6 por ciento, aun con la crisis de 1995 y la caída del precio del petróleo en 1998, con tasas de crecimiento que llegaron al 7 por ciento”)

Rojas aduce mucha otra información económica y financiera, referida al desempleo creciente y sus variantes; a la desarticulación de la industria, la disminución de la inversión extranjera, la caída de la competitividad y de los incentivos para los negocios; a la insuficiencia de créditos productivos; a la dependencia alimentaria; al despilfarro del petróleo y la desinversión en la industria eléctrica; y a la mala administración de las finanzas públicas, el incumplimiento de programas, los gastos no aprobados y la carencia de un sistema integrado y adecuado de evolución de resultados. Y en todos los casos pregunta si eso sirve para vivir mejor.

Procede de igual manera respecto de los indicadores sociales, y respecto de todos pregunta si sus insuficiencias hacen honor al lema “Para vivir mejor” y concluye hablando de la inseguridad pública, cuyo aumento, los temores de inestabilidad y la desconfianza en las instituciones son tampoco formas de vivir mejor.

No puede ignorarse el factor interno en esa acre posición. Los coordinadores de las bancadas en el Congreso, Beltrones y Rojas no sintonizan y, respecto de la sucesión presidencial persiguen intereses diversos. El contraste entre la serenidad dialogante ofrecida por el sonorense y la sequedad rasposa de Rojas quizá fue un factor para que éste extreme sus posiciones. Pero salvo inexactitudes dolosas como hablar en plural del incendio “de guarderías mal subrogadas” el examen del coordinador de los diputados es una crítica documentada, digna de un opositor serio.

Futurismo-Hernández

Precaución-Ahumada

Las alas del desempleo-Rocha

Fastidioso-Helguera

Astillero

Margen izquierdo
Opus Nieto
Guiños de Elba
Prórroga Chucha
Fuero Calderón
Julio Hernández López


La recomposición política en curso está llevando a una condición marginal a la izquierda, así sea ésta la meramente electoral o la identificable sólo por sus siglas. Con la vista puesta en el 2012, repartiéndose posiciones y asegurándose votos y buenas voluntades en órganos decisorios como el IFE y el tribunal electoral federal, tanto el PAN como el PRI zurcen la instauración de un bipartidismo de derecha, sin que el PRD, el PT, Convergencia o el lopezobradorismo atinen a actuar con eficacia alternativa ni parezcan deseosos de salirse de los carriles predeterminados y explorar formas de reinsertarse en condiciones realmente competitivas en la lucha política plena.
En el PRI hay un cierre de filas en torno al gobernador del estado de México, que es un yuppie derechista, educado en la Universidad Panamericana, del Opus Dei, y en cuya fraseología de precampaña no hay proyecto social de cambio o corrección más allá de lo que frente a la tragedia calderonista significaría la reinstalación del estilo mafioso de administración de lo público, que el partido de tres colores desarrolló durante largas décadas. En torno a esa precandidatura de visos exitosos se están reagrupando corrientes y personajes del viejo régimen. Por ejemplo, la profesora Elba Esther Gordillo, quien ha comenzado a desmarcarse del calderonismo y sus posibles candidatos, y ha comenzado a hacer guiños a sus antiguos compañeros de partido, deseosa de sumarse en condiciones negociadas a las tropas de asalto, sobre todo las de acción electoral, del expansivo Peña Nieto.
Los panistas están atenidos al improbable triunfo de las cada vez más cuestionadas armas del comandante Calderón, pero tienen el poder del erario abiertamente puesto al servicio de las estrategias electorales alegres que creen que la mapachería nada más es cuestión de dinero, y creen posible conseguir una aceptable porción de ayuda de los medios electrónicos a los que el felipismo está llenando de concesiones o expectativas de beneficios, sobre todo a Televisa, aunque es ya evidente que esta empresa entregará la mayor parte de su amor propagandístico a la facturación del estado de México y chequeras particulares solidarias. Lo peor para los panistas es que ni siquiera tienen, a estas alturas, una propuesta electoral medianamente aceptable (bueno, para que Creel sea el “mejor posicionado” en las encuestas), pero en cambio saben que el felipismo bajo fuego alienta una férrea voluntad de apego al poder, una vocación explícita de transexenalidad, una necesidad literalmente vital de continuidad en el uso de los recursos protectores del Estado.
La izquierda, mientras tanto, sigue dispersa y confrontada, tal como el libreto de Los Pinos lo ha deseado y promovido. Colaboracionista ha resultado en especial el ejercicio de Jesús Ortega al frente del PRD y de la corriente Nueva Izquierda. Frente al desastre nacional, esa izquierda electorera no ha podido articular una política viable para enfrentar el avance de las derechas, la panista y la priísta, y para reposicionarse. El problema de fondo es la falta de autoridad moral de esos dirigentes –en plural: no sólo Ortega, sino una buena parte de liderazgos formales en los estados y de “representantes populares” enviciados en el chantaje a los gobernantes locales y el disfrute de las migajas de lo plurinominal–. De allí que en lugar de avanzar se hunda, en vez de prosperar se marchite esa izquierda que intentará en próximo congreso nacional obligar a Ortega a que cumpla su palabra de retirarse en este diciembre de la presidencia partidista y no maniobre para quedarse hasta marzo, como ya sus allegados proponen. Pero Ortega sólo es un símbolo de la decadencia, no el único, ni siquiera el mayor. El problema es que el pragmatismo mercantil corroe la acción de las cúpulas perredistas y la política se entiende solamente como intercambio de cargos, puestos, favores y presupuestos, como se acaba de ver en los arreglos de San Lázaro para ceder todo al PRI en esta ocasión, a cambio de una ilusa promesa de reciprocidad a un año de distancia.
El lopezobradorismo centra su apuesta en lo electoral y no encuentra la manera de ensanchar su horizonte de votantes, aislado de una parte de las clases medias a causa de la incesante campaña de difamación y envenenamiento que sobre todo a través de medios electrónicos se ha mantenido contra el dirigente tabasqueño. El futuro electoral de este movimiento está condicionado por las maniobras que realicen el chuchismo antes mencionado, la probable candidatura alterna de Marcelo Ebrard y los vaivenes naturales de Convergencia y los que externamente le puedan crear al PT que hasta ahora ha sido la única instancia partidista que ha dado cobertura adecuada al proceso de construcción de la candidatura de López Obrador.
Astillas
El grado de belicosidad en el país ha sido decidido por Felipe Calderón, quien ha permitido o promovido que en diversos enfrentamientos parezca regir la máxima de matar en caliente a quienes son sumariamente clasificados como delincuentes exterminables y que en múltiples casos se cometan violaciones a los derechos humanos que son entendidas, en la lógica de esa peculiar “guerra”, como consecuencias inevitables y por ello no sancionables, como “daños colaterales”, dignos de condolencia pero no de justicia. Para que siga caminando sin castigo esa maquinaria de demolición masiva se requiere la existencia de un fuero militar que sustraiga a los soldados de las reglas de procesamiento judicial que se aplican a cualquier otro ciudadano. Con su fallo de ayer, la Suprema Corte sostiene el entramado que permite el constante dolor social. Calderón, por su parte, evade el cumplimiento de compromisos internacionales en la materia y promete –como ha hecho en otros temas– iniciativas y cambios, a sabiendas de que ese tratamiento de excepción a militares es indispensable para que continúen los operativos funerarios por todo el país. ¡Hasta mañana, con Javier Lozano Alarcón ofreciéndose como futuro presidente del desempleo!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Por qué Dios mío, por qué-Fisgón

La sucesión de Peña Nieto


Jenaro Villamil



MÉXICO,DF, 7 de septiembre (apro).- Faraónico, pensado para impactar y no para convencer, el quinto informe de gobierno del mexiquense Enrique Peña Nieto tuvo dos mensajes fundamentales en medio del despilfarro mediático de casi 100 millones de pesos:

1. La exaltación de su figura en el momento en que su gobierno comienza su declive e inicia la guerra interna en las filas priistas para suceder al sobrino de Arturo Montiel y de Alfredo del Mazo. El objetivo central era decirle a todos los adelantados y suspirantes: en 2011 el copetazo será de Peña Nieto, de nadie más.

2. Lanzar una proclama en contra de las alianzas electorales como una forma implícita de reconocer que el PRI puede ser derrotado en el Estado de México si fuerzas como el PRD y el PAN se alían, y también como un reconocimiento claro de que el principal derrotado en las alianzas estatales de 2010 fue el propio Peña Nieto.

Para nadie es un secreto que él apostó por las victorias del PRI en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, que invirtió muchos recursos como lo ha hecho en otras contiendas estatales y que “la tasa de retorno” político (es decir, votos y dinero para su precampaña) no será posible.

En otras palabras, Peña Nieto se puso la propia soga al cuello. El mismo determinó que si su sucesión en 2011 no garantiza la unidad en las filas priistas y suceden rupturas de grupos políticos, su proyecto de candidatura para el 2012 se verá profundamente afectado. Así lo reconoció en su última respuesta a la cómoda entrevista que Joaquín López Dóriga le hizo para Canal 2, el lunes 6 de septiembre:

“Quiero ver cómo entrego mi estado y en un año tomaré una decisión”, respondió el gobernador del telepromter al ser cuestionado sobre sus aspiraciones presidenciales.

Distintos medios captaron que la “nota política” del V Informe de Gobierno mexiquense la dio el excandidato presidencial priista, Roberto Madrazo, quien se salió de la maratónica carrera por la sucesión del 2012 y estableció que sólo hay dos posibles candidatos de su partido: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.

Aún más, Madrazo les dio el “beso de la bruja” a los dos: afirmó que existe un pacto de no agresión entre ambos políticos. Expresión de deseo o mensaje salido de ultratumba, Madrazo determinaba así que si no existe unidad, la recuperación de la Presidencia de la República para el PRI será muy difícil.

La animadversión de Peña Nieto a las alianzas es directamente proporcional al grado de división que existe ya en las filas del PRI para sucederlo. En torno a la candidatura del Revolucionario Institucional para el 2011 orbitan cinco personajes:

--Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan, el heredero en línea directa de la dinastía familiar de Atlacomulco, nieto e hijo de exgobernadores y de excandidatos presidenciales. Sus dos problemas principales son: el caso Paulette y la presencia del capo del narcotráfico, Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, en los territorios de este municipio conurbado.

Huixquilucan es la expresión de la peor polarización social en el Estado de México: los más marginados conviven con los potentados y juniors emblemáticos de esta nueva era de los golden boys.

--Ernesto Nemer, coordinador actual de la bancada del PRI en el Congreso local. Se ha convertido en el candidato principal de dos exgobernadores con oficio político y enorme capacidad de intriga: Emilio Chuayfett y César Camacho Quiroz. Nemer tiene el dinero de una comunidad libanesa muy fuerte en la entidad y puede ser el puente entre una generación y otra de políticos profesionales. Por supuesto, no tiene las credenciales de la dinastía Del Mazo-Nieto-Monroy-Montiel.

--Luis Enrique Miranda Nava, secretario general de Gobierno, es el más cercano al círculo personal, político y de negocios de Enrique Peña Nieto. Ambos provienen del gobierno de Arturo Montiel. Formaron parte de los golden boys. De hecho, es el gobernador en funciones mientras su jefe se dedica a promoverse en toda la República y en el extranjero. Su posición está sumamente desgastada por sus desplantes autoritarios, su intromisión en el caso Paulette y la ola de inseguridad que vive el Estado de México. Los secuestros han aumentado 64% y tan sólo en lo que va del año suman 401 los ejecutados.

--Luis Videgaray, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, es la opción de la tecnocracia. Alumno de Pedro Aspe Armella, artífice de la reestructuración de la deuda en el Estado de México, Videgaray tiene el apoyo del gran capital que ha invertido en la entidad, pero no cuenta con trabajo ni redes electorales. Jugará un papel protagónico en la negociación del Presupuesto de Egresos para 2011.

--Erubiel Avila, alcalde por segunda ocasión de Ecatepec, la “joya de la corona” electoral del Estado de México, ya que es el municipio más grande del país, representa 12% del padrón estatal, tiene cuatro distritos locales y cinco federales (aunque usted no crea esta contradicción). Avila es un operador clave en el gobierno de Peña Nieto, aunque carezca de las credenciales familiares necesarias para una sucesión dinástica.

Entre algunos de estos cinco personajes se dará la sucesión de Peña Nieto. Puede surgir otro. Y si eso ocurre, Peña Nieto desde ahora quiere conjurar la posibilidad de que una ruptura en el priismo mexiquense provoque el fenómeno de Malova (en el caso Sinaola) o de Angel Aguirre (en el caso de Guerrero). El temor de que esto suceda provocó que el mandatario mexiquense pronunciara la frase más denostada de su Informe:

“La delincuencia no es el único riesgo que enfrenta el país, hay otra grave amenaza: la lucha del poder por el poder mismo que desvirtúa la democracia. Se promueve una democracia sin contenidos, donde por el solo fin de obtener el poder se negocian alianzas entre proyectos antagónicos”.

¿A quién realmente iban dirigidas estas palabras? Sólo Peña Nieto y sus asesores de discurso, tan dados a los mensajes crípticos, lo saben cabalmente.

En apariencia, era un veto a la posibilidad de que PAN y PRD se aliaran, como si él mismo no hubiera llegado a la gubernatura en 2005 como resultado de una alianza entre PRI y Partido Verde. Los partidos pequeños en este contexto jugarán un papel fundamental, pero también las divisiones al interior del PAN y del PRD.

Por lo pronto, este miércoles 8 de septiembre se presenta en el Congreso mexiquense una iniciativa de reforma constitucional para ponerle candados a las candidaturas comunes y coaliciones. Peña Nieto va con todo a nombre, según él, de la democracia. En realidad, el fantasma de que le surja otro Isidro Pastor le recorre el copete.

Comentarios: www.jenarovillamil.wordpress.com

La nueva embestida clerical


Por Jorge Canto Alcocer

Parece sacado de una zarzuela decimonónica: cura rechoncho, mal hablado, grotesco incluso. Tan sólo el verlo mueve a risa, cualquiera pensaría que es un pícaro vejete al que simplemente hay que tirar a loco. Parece, pero sólo parece. En realidad Don Onésimo Cepeda no es un personaje para reír y celebrar. Todo lo contrario: es fiel reflejo de una clase decadente, pervertida, agresiva y extraviada, dueña de un impresionante poder material, detentadora aún de una bárbara influencia ideológica. Estamos hablando, por supuesto, de la jerarquía católica, infernal grupo salido al escenario público de la calamitosa caja de Pandora del salinato, y que desde aquellos años, hace ya casi un cuarto de siglo, no para de manifestar su egoísta interés, su ambición terrenal y su ceguera histórica.

“Eso del Estado laico es una jalada”, declaró hace unos días el robusto obispo de Ecatepec. Y vaya que lo sabe Don Onésimo, que convive un día sí y otro también con diputados, ministros y gobernadores de todos los signos políticos. Amigo íntimo del “góber precioso”, a lo mejor es incluso el confesor que le ha otorgado el perdón a las muy humanas flaquezas del gobernante poblano tan aficionado a las jovencitas como a las comilonas. Pero no crea Ud. que Mario Marín es el único mandatario que frecuenta la “divina” compañía del obispo de peso completo, pues también la “Barbie” Peña Nieto es comensal cotidiano en las nada espirituales fiestas de Cepeda, lo mismo que, entre los panistas de mayor renombre, Don José Ángel Montoya, el ineficiente y reaccionario secretario de Salud del muy espurio gobierno de “Felipillo” Calderón.

El cinismo grotesco y vulgar de Don Onésimo tiene la virtud de la honestidad. Mientras que Norberto Rivera y Juan Sandoval disfrazan sus ataques al poder político con un supuesto interés por “defender a la familia” –un interés que nunca mostraron estos Príncipes de la Iglesia en el caso de las familias de los cientos de niños abusados por curas pederastas-, al siempre bien comido jefe de la Diócesis de Ecatepec sólo le faltó decir, parafraseando a Luis XIV, “¿Estado laico? Pues si el Estado soy Yo”. Y es que en las manifestaciones de Don Onésimo vemos claramente la verdadera ideología clerical: estos curitas alzados ambicionan el poder, y más aún, TODO EL PODER.

Con sus cínicas y provocativas palabras, Onésimo Cepeda, el “cura banquero” que tiene expedientes abiertos por usura, fraude e incluso lavado de dinero, pretende borrar sin más trámite la histórica figura de Juárez, la enérgica firmeza del Constituyente de 1917, la inexcusable derrota que el Estado Revolucionario le endilgó a la rebeldía eclesiástica de los años veinte del siglo pasado, y la dimensión histórica del laicismo cardenista.

Hay voces dentro del movimiento popular que convocan a la prudencia y a evitar confrontaciones con la Iglesia. No concuerdo con ellas. Si doscientos años de historia nacional no fueran suficientes, baste recordar la experiencia de 2006, cuando Andrés Manuel fue especialmente cuidadoso en su relación con Don Norberto, en un intento por no conflictuarse con el poderoso cura, al grado –según trascendió- de haber sugerido a la Asamblea capitalina la no aprobación de la reforma civil que posibilitara la para entonces avanzada figura de las sociedades de convivencia, todo con el fin de no provocar disgustos al reaccionario Cardenal, quien, sin embargo, desde un segundo después de que toda la maquinaria gubernamental y oligárquica se lanzara desesperadamente para consumar el fraude, abrazó la causa de la mentira y atacó sin miramientos a nuestro líder y al movimiento.

Fieles al progresista espíritu de Valentín Gómez Farías, de Ignacio Ramírez, de Benito Juárez, de Camilo Arriaga, de los hermanos Flores Magón, de Salvador Alvarado y de Lázaro Cárdenas, es nuestra obligación combatir la nueva embestida clerical. La liberación del pueblo necesariamente pasa por la libertad de conciencia, y eso no lo podremos lograr si permitimos que los mercaderes del templo se paseen impune y groseramente por escenarios que no les corresponden. Alguien dijo hace más de dos mil años “Al César lo que es del César”. ¿No lo recordarán los Onésimos y Norbertos, o será que ya no creen en la palabra de aquel Jesús al que llamaban “El Cristo”?

Enfrentamiento de Mineros con Policias Federales en cananea (video)

Video 1



Video 2



Original MINEROLEAL07

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo