Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 28 de marzo.- Frente a la tragedia, las autoridades manipulan y ocultan la información, e inician intensas campañas publicitarias para incidir en las percepciones ciudadanas. La muerte de tres inocentes en dos enfrentamientos entre militares y presuntos delincuentes evidencia algunas constantes en los comunicados oficiales: siempre que los fallecidos no son transgresores reconocidos en la opinión pública, se difunde que “hasta el momento se encuentran sin ser identificados”, además de minimizar el número de militares heridos.
Al darlos oficialmente por no identificados, siempre es posible señalarlos extraoficialmente como delincuentes o sicarios. En el caso de los dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey abatidos en el fuego cruzado frente a dicha institución, las versiones periodísticas reiteradamente los identificaron como sicarios hasta la tarde del sábado 20, cuando el rector del Tecnológico, Rafael Rangel Sostmann, aclaró a través de un comunicado oficial que se trataba de dos integrantes destacados de su comunidad estudiantil.
En la persecución de presuntos secuestradores en Colinas de San Jerónimo, las primeras versiones periodísticas, difundidas el sábado por la mañana, hablaban del fallecimiento de “un secuestrador, su novia y un cómplice de éstos”. El comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional a través de la Comandancia de la 7ª Zona Militar, distribuido el sábado 20 –más de 12 horas después del acontecimiento–, nuevamente señala: “En este evento resultó muerta una persona del sexo femenino que hasta el momento se encuentra sin ser identificada”. De nuevo, oficialmente está sin identificar; extraoficialmente, es la novia de un secuestrador.
Si en el caso de los estudiantes, aunque con reservas, puede entenderse la explicación de que los dos caídos no portaban identificaciones, en Colinas de San Jerónimo no había dudas: a la víctima le sobrevivió su esposo, que conducía el vehículo, así que de inmediato se conoció su identidad; sin embargo, es más conveniente dejar la idea de que todos los muertos son “sicarios” hasta que sus familiares demuestren lo contrario.
Por otra parte, si es atendible la versión de que los dos estudiantes cayeron víctimas del fuego cruzado, prácticamente es insostenible en el caso de Sandra de la Garza: según los indicios, casi todos, si no es que todos los disparos, fueron de los militares, pues de acuerdo con el boletín oficial a los secuestradores sólo les decomisaron “dos armas largas, 19 cartuchos de diferentes calibres, un cargador metálico…”. Vecinos del lugar afirman que prácticamente no hubo balacera.
Los estudiantes sí fueron víctimas del fuego cruzado y, en ese sentido, pudieron ser abatidos por cualquiera de los dos bandos; pero en el segundo caso lo más probable es que únicamente los militares hayan disparado contra la camioneta, de la que ciertamente no salió un solo disparo, lo cual puede comprobar fácilmente un perito en balística con sólo revisar los impactos sobre ese vehículo.
También era sencillo averiguar la identidad de los abatidos en el Tec, pues los militares o las autoridades que recogieron los radios de los guardias y los videos de la institución supieron desde el primer momento que el guardia de la puerta en ese crucero sospechaba que se trataba de estudiantes. No obstante, todo indica que desaparecieron todas sus pertenencias, incluyendo cualquier identificación. La madre de uno de ellos, Jorge Antonio Mercado, dijo que ni con mucho maquillaje pudo ocultarse el daño a su rostro, por lo que pudo ser “objeto de tortura” .
En cuanto a los soldados heridos en el enfrentamiento de la madrugada del viernes 19, Proceso señala en su anterior edición que “tres militares resultaron heridos por fragmentos de granada”. El boletín oficial dice que fue sólo uno; información extraoficial, pero de una fuente directa, confirma que fueron tres, y que uno de ellos fue trasladado para que lo atendieran en la Ciudad de México porque está en riesgo de perder un ojo.
Por haber involucrado a una institución educativa con el prestigio del Tecnológico de Monterrey, los hechos del pasado fin de semana permiten diseccionar claramente la estrategia oficial: la información se presenta de manera que permite generar la percepción de que “si bien hay bajas, le estamos metiendo muchos goles a la criminalidad”, como presumió el presidente Felipe Calderón en febrero de 2008, precisamente en el Tec. También facilita que los militares evadan su responsabilidad en las muertes de civiles ajenos a la delincuencia, y dejar a los familiares de los abatidos la tarea de buscarlos para demostrar posteriormente su inocencia.
Por si todo esto fuera poco, el gobierno del estado responde a la ola de inseguridad inundando de spots publicitarios las pantallas de televisión (incluso la nacional) en franca violación al artículo 134 de la Constitución, que prohíbe expresamente incluir en la propaganda oficial los “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen la promoción personalizada de cualquier servidor público”. Además, el gobernador Rodrigo Medina convoca a la ciudadanía a una manifestación para el domingo 28 de marzo a fin de “exigir que cesen las agresiones contra un pueblo ejemplar” y las diligentes televisoras locales agradecen los cientos de millones de pesos de propaganda promoviendo ese llamado en diversos espacios.
Así la estrategia oficial y la manipulación de la información parecen ser el elemento más sólido de esta llamada guerra contra la delincuencia organizada.
lunes, 29 de marzo de 2010
Una Iglesia en pecado mortal
PLAZA PÚBLICA
MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
29 Marzo 2010
El miércoles pasado se cumplieron 30 años del asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, Arzobispo de San Salvador: fue muerto en su catedral, en plena misa, hartos los militares de que los instara a dejar de reprimir a su pueblo. Al día siguiente de esa efeméride, que pasó inadvertida en la Iglesia mexicana, otros señores obispos se reunieron para pasarla muy bien, pues viven su ministerio de un modo totalmente distinto al de San Romero como se ha llamado a este mártir de la paz y la justicia. El Cardenal Norberto Rivera Carrera fue uno de los principales invitados a la rumbosa fiesta que como todos los años organiza el Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva.
Como suele ocurrir, el jolgorio atrajo presencias que deslumbran a quienes se dejan deslumbrar. El invitado civil más importante era Enrique Peña Nieto, como hace cinco años lo era su tío, el gobernador Arturo Montiel que luego de su refulgencia de ese año se eclipsó camino a la Presidencia, como deseamos que ocurra a su sucesor. El anfitrión que se agasaja a sí mismo no tiene empacho en convertir el seminario de su diócesis, enclavado en San Juan Ixhuatepec, una antigua comarca rural depredada por peligrosas instalaciones industriales, en la mundana sede de una comilona para centenares de personas, crema y nata de los negocios y la política.
Asombra la insensibilidad o la inverecundia de los prelados fiesteros, que se divirtieron como si la tierra no crujiera bajo sus pies. Ya no digamos por la violencia criminal que estalla en el norte del País pero que se expresa también con perfiles de alta peligrosidad en el Valle de México. Si sólo les importara lo que ocurre en su entorno puramente eclesiástico, en vez de brindar con tequila por el cumpleaños número 73 del señor Obispo, él mismo y el Cardenal su amigo y los otros clérigos convidados deberían estar refugiados en el silencio de sus templos, orando por la salvación de su alma y de la Iglesia toda, una Iglesia que como escribiera el periodista francés Henri Fesquet, durante décadas corresponsal de Le Monde en el Vaticano, se halla en pecado mortal.
Unos días antes del festín de Cepeda Silva el Papa Benedicto XVI había tenido que enfrentar, así fuera tibiamente, el horroroso caso de la Iglesia irlandesa, infectada por un aplastante cúmulo de infracciones al amor evangélico cometidas en forma de abuso sexual a menores, perpetrado por sacerdotes que gozaron, y disfrutan todavía porque la comunicación papal del 21 de marzo fue insuficiente, del solapamiento, de la complicidad de sus superiores. El propio Obispo de Roma ha sido involucrado en encubrimientos de ese género durante su tiempo al frente de la Diócesis de Munich y cuando encabezó la Congregación para la Doctrina de la Fe, el más importante de los dicasterios de la curia vaticana. Se le imputa, entre otras faltas, haber desoído la denuncia de víctimas del padre Lawrence Murphy, señalado por abusar en Milwaukee de unos 200 menores sordos durante 20 años, de 1950 a 1970. El caso fue expuesto por The New York Times el miércoles 24, que al día siguiente mereció la facilota, consabida respuesta de L’Osservatore Romano de que se quiere linchar al Papa alemán.
Una reacción así, convenenciera y elusiva, sirvió durante mucho tiempo para soslayar imputaciones de pederastia al fundador de la Legión de Cristo y su movimiento de laicos Regnum Christi, Marcial Maciel. A pesar del desdén hacia las denuncias contra el legionario mayor, la evidencia fue pesando tanto que si bien no se le siguió proceso canónico a causa de su edad y condición, se le conminó a dejar la dirección del vasto conglomerado de empresas, instituciones y movimientos y a sólo ejercer en privado su ministerio.
Como no cesaran las revelaciones sobre la múltiple vida de Maciel, el Papa Ratzinger se vio en el caso de ordenar hace un año una visita apostólica que ya concluyó en su fase operativa y dará lugar a, por lo menos, comunicaciones como la dirigida a la Iglesia de Irlanda o a una profunda revisión de la estructura y funcionamiento de la Legión de Cristo, que podría llegar a su desarticulación. Para impedirla, en prevención de que se pretendiera llegar a ese extremo como único modo de expiar las culpas del fundador (y, aunque no se reconozca así, la de quienes lo encubrieron dentro y fuera de esa congregación), el director general de los legionarios, Álvaro Corcuera escribió a los suyos una carta y distribuyó un comunicado público a manera de cura en salud. Ambos documentos están fechados el 25 de marzo, día de la Anunciación y día también del cumpleaños del fiestero Cepeda Silva.
Corcuera y la plana mayor de la Legión resolvieron no penetrar en las oscuras profundidades del comportamiento de su fundador ni asumieron las consecuencias del mismo. Reniegan de él, en cierto modo, para poner su obra a salvo, pero lo exoneran también al atribuir su conducta a las misteriosas maneras de Dios que escribe derecho en renglones torcidos. Como si las personas no estuvieran dotadas de libre albedrío y por lo tanto de responsabilidad de sus actos proclaman resignadamente que las cosas son como son. Y se proponen el relanzamiento de su misión. Reconocen parcialmente algunos hechos, como la doble vida conyugal de Maciel pero ni siquiera se asoman a la acusación de sus hijos víctimas de abuso sexual paterno. Y piden perdón a los denunciantes desoídos pero no a las víctimas de los desmanes de Maciel, a quienes sólo expresan “dolor y pesar”.
MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
29 Marzo 2010
El miércoles pasado se cumplieron 30 años del asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, Arzobispo de San Salvador: fue muerto en su catedral, en plena misa, hartos los militares de que los instara a dejar de reprimir a su pueblo. Al día siguiente de esa efeméride, que pasó inadvertida en la Iglesia mexicana, otros señores obispos se reunieron para pasarla muy bien, pues viven su ministerio de un modo totalmente distinto al de San Romero como se ha llamado a este mártir de la paz y la justicia. El Cardenal Norberto Rivera Carrera fue uno de los principales invitados a la rumbosa fiesta que como todos los años organiza el Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva.
Como suele ocurrir, el jolgorio atrajo presencias que deslumbran a quienes se dejan deslumbrar. El invitado civil más importante era Enrique Peña Nieto, como hace cinco años lo era su tío, el gobernador Arturo Montiel que luego de su refulgencia de ese año se eclipsó camino a la Presidencia, como deseamos que ocurra a su sucesor. El anfitrión que se agasaja a sí mismo no tiene empacho en convertir el seminario de su diócesis, enclavado en San Juan Ixhuatepec, una antigua comarca rural depredada por peligrosas instalaciones industriales, en la mundana sede de una comilona para centenares de personas, crema y nata de los negocios y la política.
Asombra la insensibilidad o la inverecundia de los prelados fiesteros, que se divirtieron como si la tierra no crujiera bajo sus pies. Ya no digamos por la violencia criminal que estalla en el norte del País pero que se expresa también con perfiles de alta peligrosidad en el Valle de México. Si sólo les importara lo que ocurre en su entorno puramente eclesiástico, en vez de brindar con tequila por el cumpleaños número 73 del señor Obispo, él mismo y el Cardenal su amigo y los otros clérigos convidados deberían estar refugiados en el silencio de sus templos, orando por la salvación de su alma y de la Iglesia toda, una Iglesia que como escribiera el periodista francés Henri Fesquet, durante décadas corresponsal de Le Monde en el Vaticano, se halla en pecado mortal.
Unos días antes del festín de Cepeda Silva el Papa Benedicto XVI había tenido que enfrentar, así fuera tibiamente, el horroroso caso de la Iglesia irlandesa, infectada por un aplastante cúmulo de infracciones al amor evangélico cometidas en forma de abuso sexual a menores, perpetrado por sacerdotes que gozaron, y disfrutan todavía porque la comunicación papal del 21 de marzo fue insuficiente, del solapamiento, de la complicidad de sus superiores. El propio Obispo de Roma ha sido involucrado en encubrimientos de ese género durante su tiempo al frente de la Diócesis de Munich y cuando encabezó la Congregación para la Doctrina de la Fe, el más importante de los dicasterios de la curia vaticana. Se le imputa, entre otras faltas, haber desoído la denuncia de víctimas del padre Lawrence Murphy, señalado por abusar en Milwaukee de unos 200 menores sordos durante 20 años, de 1950 a 1970. El caso fue expuesto por The New York Times el miércoles 24, que al día siguiente mereció la facilota, consabida respuesta de L’Osservatore Romano de que se quiere linchar al Papa alemán.
Una reacción así, convenenciera y elusiva, sirvió durante mucho tiempo para soslayar imputaciones de pederastia al fundador de la Legión de Cristo y su movimiento de laicos Regnum Christi, Marcial Maciel. A pesar del desdén hacia las denuncias contra el legionario mayor, la evidencia fue pesando tanto que si bien no se le siguió proceso canónico a causa de su edad y condición, se le conminó a dejar la dirección del vasto conglomerado de empresas, instituciones y movimientos y a sólo ejercer en privado su ministerio.
Como no cesaran las revelaciones sobre la múltiple vida de Maciel, el Papa Ratzinger se vio en el caso de ordenar hace un año una visita apostólica que ya concluyó en su fase operativa y dará lugar a, por lo menos, comunicaciones como la dirigida a la Iglesia de Irlanda o a una profunda revisión de la estructura y funcionamiento de la Legión de Cristo, que podría llegar a su desarticulación. Para impedirla, en prevención de que se pretendiera llegar a ese extremo como único modo de expiar las culpas del fundador (y, aunque no se reconozca así, la de quienes lo encubrieron dentro y fuera de esa congregación), el director general de los legionarios, Álvaro Corcuera escribió a los suyos una carta y distribuyó un comunicado público a manera de cura en salud. Ambos documentos están fechados el 25 de marzo, día de la Anunciación y día también del cumpleaños del fiestero Cepeda Silva.
Corcuera y la plana mayor de la Legión resolvieron no penetrar en las oscuras profundidades del comportamiento de su fundador ni asumieron las consecuencias del mismo. Reniegan de él, en cierto modo, para poner su obra a salvo, pero lo exoneran también al atribuir su conducta a las misteriosas maneras de Dios que escribe derecho en renglones torcidos. Como si las personas no estuvieran dotadas de libre albedrío y por lo tanto de responsabilidad de sus actos proclaman resignadamente que las cosas son como son. Y se proponen el relanzamiento de su misión. Reconocen parcialmente algunos hechos, como la doble vida conyugal de Maciel pero ni siquiera se asoman a la acusación de sus hijos víctimas de abuso sexual paterno. Y piden perdón a los denunciantes desoídos pero no a las víctimas de los desmanes de Maciel, a quienes sólo expresan “dolor y pesar”.
Plan 2030: “mexicoamericanos” gobernarán la nación
Autor: Nancy Flores
Contralínea
28 Marzo 2010
En 20 años, México será gobernado por “mexicoamericanos” y se habrá “integrado” a América del Norte: Estados Unidos dictará las políticas públicas, habrá “instituciones compartidas”, las fuerzas armadas mexicanas intervendrán en conflictos internacionales por la “seguridad hemisférica” y se abandonará el concepto de “soberanía”. Según el plan calderonista, el desarrollo del país no será del tipo BRIC (Brasil, Rusia, India, China). La anexión, para usar a México como área de control militar estadunidense, señalan expertos
/ Sexta parte
La entrega total del país a los intereses trasnacionales –impulsada por el plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa– incluye los ámbitos político, gubernamental y militar. En su último capítulo, el expediente revela que, en 20 años, “algunos mexicoamericanos” ocuparán “cargos públicos de relevancia en ciertas áreas”.
Esto, como parte del “proceso de integración con América del Norte”; cuyas primeras etapas abarcan las “áreas financiera, comercial y de políticas públicas”, detalla el documento de la política exterior, compilado en el capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”. El objetivo, según el proyecto transexenal, es que el país tenga un “liderazgo consolidado”.
La “integración” es, en realidad, la anexión, señala Pablo Moctezuma Barragán, autor de México, dependencia y autoritarismo y Cronología histórica de las intervenciones de EUA, entre otros libros. Acerca de la participación abierta de mexicoamericanos en el gobierno, indica: “Es la anexión ya descarada. Así seríamos un país accionista-asociado”.
Explica que el modelo que se quiere imponer con estos planes es neocolonialista. “El desarrollo económico no se da en función del bienestar de la población, sino de las funciones de la metrópoli”: el país produce materias primas (oro, plata, petróleo) y Estados Unidos y Canadá devuelven productos industrializados. Añade que, en este modelo, los derechos de las corporaciones trasnacionales se hacen valer en contra de los derechos nacionales.
En su último apartado, el Proyecto de Gran Visión establece que el país será “parte fundamental de una comunidad de América del Norte, que abarca a México, Estados Unidos y Canadá”.
El problema es que el análisis de las relaciones internacionales –hecho en el contexto de los talleres temáticos a los que convocó Calderón Hinojosa en octubre de 2006– parte desde Estados Unidos, como si la Unión Europea no existiera; como si China, Japón, Rusia e India tuvieran un valor muy relativo, considera el exdiplomático Héctor Lerín Rueda.
Esa “comunidad norteamericana”, dice el documento desclasificado por la Presidencia, estará “integrada con políticas e instituciones compartidas, incluyendo un espacio de seguridad común y una relación profunda en materia de migración, comercio e inversión”.
Moctezuma Barragán refiere que “ya nos anexaron económicamente y (ahora) nos van anexar militarmente. El reto está en qué modelo económico presentan para que no se vea tan feo. Por ejemplo, Puerto Rico es una colonia, pero también dicen que es un Estado independiente-asociado”.
Aunado a ello, el documento plantea abandonar la concepción de la soberanía: “Se deben reconsiderar conceptos considerados como ‘sacrosantos’, como el de la soberanía, ya que detonan debates que puedan llegar a contaminar la agenda internacional del país”.
Anexión militar
El expediente México 2030, Proyecto de Gran Visión, consta de 14 documentos que suman 831 páginas. Originalmente clasificados como confidenciales, éstos contienen los resultados de los talleres temáticos convocados por el panista Felipe de Jesús Calderón en octubre de 2006, tras ser declarado presidente electo de México por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en plena crisis poselectoral.
Los talleres fueron auspiciados por el Fideicomiso para Apoyar el Cambio de Administración del Ejecutivo Federal y se dividieron en cinco ejes: estado de derecho y seguridad pública; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; desarrollo sustentable; democracia efectiva y política exterior responsable.
En su nota “xvi”, correspondiente al capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”, el documento revela que el Ejército y la Marina participarán en invasiones y conflictos internacionales. Al consensuar la “visión” de que México será “un país con fuerzas armadas puntero que contribuyen a consolidar el liderazgo hemisférico”, los autores del plan acordaron que “el papel del Ejército no se circunscribiría a su intervención en situaciones de conflicto, pues su colaboración también era muy valiosa en otras situaciones de no beligerancia, como los desastres naturales”.
—Al territorio mexicano (los estadunidenses) lo quieren usar para sus fines de construcción imperial, y en gran medida quieren a México como un territorio controlado, como fuente de petróleo y materias primas de todo tipo, pero también como fuente de soldados. No sólo quieren petróleo, quieren sangre mexicana para sus guerras –dice Moctezuma Barragán.
El doctor en estudios urbanos critica que, con ello, la nación mexicana limitará su papel internacional a la seguridad que requiere Estados Unidos: “Nos quieren integrar en sus planes de guerra”.
De acuerdo con el Proyecto de Gran Visión, para 2030 México será “un país muy activo en el sistema militar internacional de seguridad, para ser escuchado por otros actores internacionales de gran peso”; compartirá “zonas y perímetros de seguridad en el hemisferio”, y será una “potencia media” con capacidad militar para “defender al mundo y sus intereses”.
Lerín Rueda –excónsul de México en Puerto Rico, exjefe de cancillería de la embajada mexicana en Nicaragua y profesor de la cátedra América Latina Hoy, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México– observa que la nación mexicana debe tener “mucho cuidado” en el uso de las fuerzas armadas, “cada vez más involucradas en el proyecto geopolítico norteamericano”.
—Dentro de la estrategia militar que se formula en Estados Unidos, hace tiempo que están pensando que México tiene graves deficiencias y que en algunos terrenos es hasta un Estado fallido. Tienen razón desde su propia lógica: ellos nos ven como un potencial país de conflicto, que podría, en un determinado momento, no ser capaz de salir adelante en asuntos como el del narcotráfico. Hasta la posibilidad de convertirse en un Estado narco”.
Influencia militar internacional
Según el plan México 2030, en el ámbito militar, el país será “un actor muy influyente en la definición de la agenda hemisférica”. Aunque este último capítulo plantea que las fuerzas armadas se integren a la política exterior, fortaleciendo el liderazgo de México a nivel hemisférico, en el primer capítulo –dedicado al estado de derecho y la seguridad pública– no se promueve una reforma militar que posibilite eso, critica Jorge Luis Sierra.
El especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas dice que no hay un “fortalecimiento en un sentido militar clásico, conforme a los intereses nacionales, no a los intereses de un grupo en el poder o del presidente en turno”. La participación de las fuerzas armadas en la seguridad internacional, explica, abandona el concepto clásico de la defensa nacional.
De acuerdo con el proyecto transexenal calderonista, en dos décadas el país será “promotor de solución de conflictos e impulsor de temas prioritarios, en especial en el de seguridad”.
—El plan estratégico de ellos es tener a México integrado en su área de seguridad; pero integrado como traspatio, por eso (Estados Unidos construyó) el muro. No se le va a integrar en igualdad de condiciones, sino que se va a usar su territorio para los fines que necesite Estados Unidos –dice Moctezuma Barragán.
Ése es el contexto de la Iniciativa Mérida, “que es un símil del Plan Colombia”, agrega el también autor de México: dependencia y autoritarismo. Indica que los planes para México se pueden prever a partir de lo que sucede en aquel país, donde ya hay siete bases militares estadunidenses. “A México lo quieren colombianizar, y el plan es usarlo como parte de su área de control militar”.
Riesgo de intervención
Los acuerdos que el gobierno de México viene pactando –tras los atentados del 11 de septiembre de 2001– con Estados Unidos, para garantizarle su seguridad, entrañan el riesgo de la intervención militar.
Para Moctezuma Barragán, el contexto es muy difícil, pues es previsible un conflicto bélico internacional de grandes proporciones. Estados Unidos está en declive económico y político; por ello, “está preparándose para la guerra. Quiere mantener su hegemonía, pero por el paso del control militar. Ya en el discurso de Barack Obama, de principios de 2010, se habló de la amenaza de China y de la India, y de las tensiones crecientes con Rusia e Irán”.
Históricamente, dice el investigador, las crisis llevan a la guerra: las invasiones a Afganistán e Irak se dieron después de la crisis de 2001 y la caída de las torres gemelas. La crisis de 1991 llevó a la guerra de Irak. Mientras que la Segunda Guerra Mundial fue producto de la crisis de 1929-1934.
En este contexto, explica el académico, el gobierno estadunidense necesita controlar su territorio estratégico: su área de seguridad, que involucra a Canadá y a México. “Necesita un control militar directo”.
Con la firma del Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, Canadá admitió que las fuerzas armadas estadunidenses intervengan en su territorio en casos de desastres naturales y revueltas sociales, sin necesidad de avisar al primer ministro o al Congreso, explica Moctezuma Barragán. Agrega que eso mismo quieren lograr con México.
El investigador dice que, hasta ahora, México no participaba de esa guerra contra el terrorismo porque aquí no había terrorismo. Entonces, indica, comenzaron los actos terroristas, como las 12 personas decapitadas en Yucatán, en agosto de 2008; o la bomba lanzada contra civiles en Morelia, el 15 de septiembre de ese mismo año.
—Todas estas matanzas que han habido en México tienen como objetivo crear un clima de inseguridad y justificar la intervención directa de Estados Unidos –refiere Moctezuma Barragán.
Contralínea solicitó conocer la versión de la Presidencia, a través del secretario técnico Nicolás Lohmann Rocha. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
Plan 2030 rechaza al BRIC, margina a Latinoamérica y amenaza a Cuba
Al definir el tipo de relaciones que México establecerá con el mundo en las próximas dos décadas, el documento dedicado a la política exterior –compilado en el “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”– no sólo prioriza el vínculo con América del Norte, sino que rechaza el desarrollo tipo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Además, margina la relación con América Latina, al limitarla a cinco países. Al tiempo, enfatiza su “interés” en Cuba.
En 2030, éste será “un país desarrollado no BRIC, con flujos migratorios hacia México que ha dejado de ser país expulsor de mano de obra” (sic), indica el reporte consultado por Contralínea.
Para el exdiplomático Héctor Lerín, esa propuesta se finca en la visión de que “México no debe molestar a Estados Unidos con estos países que, de algún modo, Washington considera como potenciales rivales y en algún momento hasta como enemigos”.
El excónsul de México en Puerto Rico indica que este tipo de visiones son “sumamente limitadas y temerosas: que hagamos amistad con todos los países del mundo no tiene por qué interpretarse como anti-Estados Unidos”.
Al respecto, Pablo Moctezuma Barragán señala que un documento de política exterior tiene que tener vínculos con todos los países del mundo. Pero, critica, el plan 2030 “está en negativo, diciendo que nos vamos a oponer a Brasil, Rusia, India y China. Éstos son los países competidores de Estados Unidos, entonces está muy claro que va acorde con la lógica de Estados Unidos y no con la de México”.
El documento también refiere que, en dos décadas, México será “un país con relación estratégica con cuatro o cinco países de América del Sur”. Además, entre los factores inhibidores al plan, identifica que en América Latina hay liderazgos personalizados y populistas del pasado.
Moctezuma Barragán opina que la alusión es en contra, sobre todo, de tres gobiernos: el de Raúl Castro, en Cuba; el de Hugo Chávez, en Venezuela; y el de Evo Morales, en Bolivia.
Las referencias a Cuba van más allá: “Formar parte y ser un líder de la comunidad económica de América del Norte y Central, en especial Cuba”. El académico Héctor Lerín dice que “es una visión muy curiosa: tratan de implicar a Cuba y a Centroamérica y dicen que todos se vuelvan hacia el Norte”.
Agrega que “Estados Unidos y sus ideólogos quisieran una Cuba dominada por una visión capitalista, que volviera otra vez a las bendiciones del mercado. Eso que plantea la clase política mexicana, es una grosería”.
El exdiplomático considera que “nosotros no podemos obligarlos ni insinuarles (a los países de Centroamérica y a Cuba) que vean hacia el Norte. Tienen derecho también de ver al Sur”. Lerín considera que estos planteamientos se dan porque quienes manejan la política exterior de México son burócratas que están en Los Pinos; por ello, señala, han desarticulado el servicio exterior mexicano. (NF)
Adiós a la tradición no intervencionista
Uno de los objetivos del plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, es que los mexicanos olviden su pasado no intervencionista. Según los autores, se debe transitar hacia “un país con proyección positiva hacia América del Norte, con una política exterior del siglo XXI capaz de enfrentar la globalización, que haya superado la política exterior del siglo XX que en su momento fue eficaz para enfrentar la Guerra Fría”.
Pablo Moctezuma Barragán recuerda que, en esa época, México fue el primer país del mundo que protestó por la invasiones de Hitler y Mussolini en Albania, Checoslovaquia y otras naciones. Ésa era la tradición no intervencionista, rememora el investigador. (NF)
Contralínea
28 Marzo 2010
En 20 años, México será gobernado por “mexicoamericanos” y se habrá “integrado” a América del Norte: Estados Unidos dictará las políticas públicas, habrá “instituciones compartidas”, las fuerzas armadas mexicanas intervendrán en conflictos internacionales por la “seguridad hemisférica” y se abandonará el concepto de “soberanía”. Según el plan calderonista, el desarrollo del país no será del tipo BRIC (Brasil, Rusia, India, China). La anexión, para usar a México como área de control militar estadunidense, señalan expertos
/ Sexta parte
La entrega total del país a los intereses trasnacionales –impulsada por el plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa– incluye los ámbitos político, gubernamental y militar. En su último capítulo, el expediente revela que, en 20 años, “algunos mexicoamericanos” ocuparán “cargos públicos de relevancia en ciertas áreas”.
Esto, como parte del “proceso de integración con América del Norte”; cuyas primeras etapas abarcan las “áreas financiera, comercial y de políticas públicas”, detalla el documento de la política exterior, compilado en el capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”. El objetivo, según el proyecto transexenal, es que el país tenga un “liderazgo consolidado”.
La “integración” es, en realidad, la anexión, señala Pablo Moctezuma Barragán, autor de México, dependencia y autoritarismo y Cronología histórica de las intervenciones de EUA, entre otros libros. Acerca de la participación abierta de mexicoamericanos en el gobierno, indica: “Es la anexión ya descarada. Así seríamos un país accionista-asociado”.
Explica que el modelo que se quiere imponer con estos planes es neocolonialista. “El desarrollo económico no se da en función del bienestar de la población, sino de las funciones de la metrópoli”: el país produce materias primas (oro, plata, petróleo) y Estados Unidos y Canadá devuelven productos industrializados. Añade que, en este modelo, los derechos de las corporaciones trasnacionales se hacen valer en contra de los derechos nacionales.
En su último apartado, el Proyecto de Gran Visión establece que el país será “parte fundamental de una comunidad de América del Norte, que abarca a México, Estados Unidos y Canadá”.
El problema es que el análisis de las relaciones internacionales –hecho en el contexto de los talleres temáticos a los que convocó Calderón Hinojosa en octubre de 2006– parte desde Estados Unidos, como si la Unión Europea no existiera; como si China, Japón, Rusia e India tuvieran un valor muy relativo, considera el exdiplomático Héctor Lerín Rueda.
Esa “comunidad norteamericana”, dice el documento desclasificado por la Presidencia, estará “integrada con políticas e instituciones compartidas, incluyendo un espacio de seguridad común y una relación profunda en materia de migración, comercio e inversión”.
Moctezuma Barragán refiere que “ya nos anexaron económicamente y (ahora) nos van anexar militarmente. El reto está en qué modelo económico presentan para que no se vea tan feo. Por ejemplo, Puerto Rico es una colonia, pero también dicen que es un Estado independiente-asociado”.
Aunado a ello, el documento plantea abandonar la concepción de la soberanía: “Se deben reconsiderar conceptos considerados como ‘sacrosantos’, como el de la soberanía, ya que detonan debates que puedan llegar a contaminar la agenda internacional del país”.
Anexión militar
El expediente México 2030, Proyecto de Gran Visión, consta de 14 documentos que suman 831 páginas. Originalmente clasificados como confidenciales, éstos contienen los resultados de los talleres temáticos convocados por el panista Felipe de Jesús Calderón en octubre de 2006, tras ser declarado presidente electo de México por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en plena crisis poselectoral.
Los talleres fueron auspiciados por el Fideicomiso para Apoyar el Cambio de Administración del Ejecutivo Federal y se dividieron en cinco ejes: estado de derecho y seguridad pública; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; desarrollo sustentable; democracia efectiva y política exterior responsable.
En su nota “xvi”, correspondiente al capítulo “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”, el documento revela que el Ejército y la Marina participarán en invasiones y conflictos internacionales. Al consensuar la “visión” de que México será “un país con fuerzas armadas puntero que contribuyen a consolidar el liderazgo hemisférico”, los autores del plan acordaron que “el papel del Ejército no se circunscribiría a su intervención en situaciones de conflicto, pues su colaboración también era muy valiosa en otras situaciones de no beligerancia, como los desastres naturales”.
—Al territorio mexicano (los estadunidenses) lo quieren usar para sus fines de construcción imperial, y en gran medida quieren a México como un territorio controlado, como fuente de petróleo y materias primas de todo tipo, pero también como fuente de soldados. No sólo quieren petróleo, quieren sangre mexicana para sus guerras –dice Moctezuma Barragán.
El doctor en estudios urbanos critica que, con ello, la nación mexicana limitará su papel internacional a la seguridad que requiere Estados Unidos: “Nos quieren integrar en sus planes de guerra”.
De acuerdo con el Proyecto de Gran Visión, para 2030 México será “un país muy activo en el sistema militar internacional de seguridad, para ser escuchado por otros actores internacionales de gran peso”; compartirá “zonas y perímetros de seguridad en el hemisferio”, y será una “potencia media” con capacidad militar para “defender al mundo y sus intereses”.
Lerín Rueda –excónsul de México en Puerto Rico, exjefe de cancillería de la embajada mexicana en Nicaragua y profesor de la cátedra América Latina Hoy, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México– observa que la nación mexicana debe tener “mucho cuidado” en el uso de las fuerzas armadas, “cada vez más involucradas en el proyecto geopolítico norteamericano”.
—Dentro de la estrategia militar que se formula en Estados Unidos, hace tiempo que están pensando que México tiene graves deficiencias y que en algunos terrenos es hasta un Estado fallido. Tienen razón desde su propia lógica: ellos nos ven como un potencial país de conflicto, que podría, en un determinado momento, no ser capaz de salir adelante en asuntos como el del narcotráfico. Hasta la posibilidad de convertirse en un Estado narco”.
Influencia militar internacional
Según el plan México 2030, en el ámbito militar, el país será “un actor muy influyente en la definición de la agenda hemisférica”. Aunque este último capítulo plantea que las fuerzas armadas se integren a la política exterior, fortaleciendo el liderazgo de México a nivel hemisférico, en el primer capítulo –dedicado al estado de derecho y la seguridad pública– no se promueve una reforma militar que posibilite eso, critica Jorge Luis Sierra.
El especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas dice que no hay un “fortalecimiento en un sentido militar clásico, conforme a los intereses nacionales, no a los intereses de un grupo en el poder o del presidente en turno”. La participación de las fuerzas armadas en la seguridad internacional, explica, abandona el concepto clásico de la defensa nacional.
De acuerdo con el proyecto transexenal calderonista, en dos décadas el país será “promotor de solución de conflictos e impulsor de temas prioritarios, en especial en el de seguridad”.
—El plan estratégico de ellos es tener a México integrado en su área de seguridad; pero integrado como traspatio, por eso (Estados Unidos construyó) el muro. No se le va a integrar en igualdad de condiciones, sino que se va a usar su territorio para los fines que necesite Estados Unidos –dice Moctezuma Barragán.
Ése es el contexto de la Iniciativa Mérida, “que es un símil del Plan Colombia”, agrega el también autor de México: dependencia y autoritarismo. Indica que los planes para México se pueden prever a partir de lo que sucede en aquel país, donde ya hay siete bases militares estadunidenses. “A México lo quieren colombianizar, y el plan es usarlo como parte de su área de control militar”.
Riesgo de intervención
Los acuerdos que el gobierno de México viene pactando –tras los atentados del 11 de septiembre de 2001– con Estados Unidos, para garantizarle su seguridad, entrañan el riesgo de la intervención militar.
Para Moctezuma Barragán, el contexto es muy difícil, pues es previsible un conflicto bélico internacional de grandes proporciones. Estados Unidos está en declive económico y político; por ello, “está preparándose para la guerra. Quiere mantener su hegemonía, pero por el paso del control militar. Ya en el discurso de Barack Obama, de principios de 2010, se habló de la amenaza de China y de la India, y de las tensiones crecientes con Rusia e Irán”.
Históricamente, dice el investigador, las crisis llevan a la guerra: las invasiones a Afganistán e Irak se dieron después de la crisis de 2001 y la caída de las torres gemelas. La crisis de 1991 llevó a la guerra de Irak. Mientras que la Segunda Guerra Mundial fue producto de la crisis de 1929-1934.
En este contexto, explica el académico, el gobierno estadunidense necesita controlar su territorio estratégico: su área de seguridad, que involucra a Canadá y a México. “Necesita un control militar directo”.
Con la firma del Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, Canadá admitió que las fuerzas armadas estadunidenses intervengan en su territorio en casos de desastres naturales y revueltas sociales, sin necesidad de avisar al primer ministro o al Congreso, explica Moctezuma Barragán. Agrega que eso mismo quieren lograr con México.
El investigador dice que, hasta ahora, México no participaba de esa guerra contra el terrorismo porque aquí no había terrorismo. Entonces, indica, comenzaron los actos terroristas, como las 12 personas decapitadas en Yucatán, en agosto de 2008; o la bomba lanzada contra civiles en Morelia, el 15 de septiembre de ese mismo año.
—Todas estas matanzas que han habido en México tienen como objetivo crear un clima de inseguridad y justificar la intervención directa de Estados Unidos –refiere Moctezuma Barragán.
Contralínea solicitó conocer la versión de la Presidencia, a través del secretario técnico Nicolás Lohmann Rocha. Hasta el cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
Plan 2030 rechaza al BRIC, margina a Latinoamérica y amenaza a Cuba
Al definir el tipo de relaciones que México establecerá con el mundo en las próximas dos décadas, el documento dedicado a la política exterior –compilado en el “Eje 5. Democracia efectiva y política exterior responsable”– no sólo prioriza el vínculo con América del Norte, sino que rechaza el desarrollo tipo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Además, margina la relación con América Latina, al limitarla a cinco países. Al tiempo, enfatiza su “interés” en Cuba.
En 2030, éste será “un país desarrollado no BRIC, con flujos migratorios hacia México que ha dejado de ser país expulsor de mano de obra” (sic), indica el reporte consultado por Contralínea.
Para el exdiplomático Héctor Lerín, esa propuesta se finca en la visión de que “México no debe molestar a Estados Unidos con estos países que, de algún modo, Washington considera como potenciales rivales y en algún momento hasta como enemigos”.
El excónsul de México en Puerto Rico indica que este tipo de visiones son “sumamente limitadas y temerosas: que hagamos amistad con todos los países del mundo no tiene por qué interpretarse como anti-Estados Unidos”.
Al respecto, Pablo Moctezuma Barragán señala que un documento de política exterior tiene que tener vínculos con todos los países del mundo. Pero, critica, el plan 2030 “está en negativo, diciendo que nos vamos a oponer a Brasil, Rusia, India y China. Éstos son los países competidores de Estados Unidos, entonces está muy claro que va acorde con la lógica de Estados Unidos y no con la de México”.
El documento también refiere que, en dos décadas, México será “un país con relación estratégica con cuatro o cinco países de América del Sur”. Además, entre los factores inhibidores al plan, identifica que en América Latina hay liderazgos personalizados y populistas del pasado.
Moctezuma Barragán opina que la alusión es en contra, sobre todo, de tres gobiernos: el de Raúl Castro, en Cuba; el de Hugo Chávez, en Venezuela; y el de Evo Morales, en Bolivia.
Las referencias a Cuba van más allá: “Formar parte y ser un líder de la comunidad económica de América del Norte y Central, en especial Cuba”. El académico Héctor Lerín dice que “es una visión muy curiosa: tratan de implicar a Cuba y a Centroamérica y dicen que todos se vuelvan hacia el Norte”.
Agrega que “Estados Unidos y sus ideólogos quisieran una Cuba dominada por una visión capitalista, que volviera otra vez a las bendiciones del mercado. Eso que plantea la clase política mexicana, es una grosería”.
El exdiplomático considera que “nosotros no podemos obligarlos ni insinuarles (a los países de Centroamérica y a Cuba) que vean hacia el Norte. Tienen derecho también de ver al Sur”. Lerín considera que estos planteamientos se dan porque quienes manejan la política exterior de México son burócratas que están en Los Pinos; por ello, señala, han desarticulado el servicio exterior mexicano. (NF)
Adiós a la tradición no intervencionista
Uno de los objetivos del plan México 2030, Proyecto de Gran Visión, es que los mexicanos olviden su pasado no intervencionista. Según los autores, se debe transitar hacia “un país con proyección positiva hacia América del Norte, con una política exterior del siglo XXI capaz de enfrentar la globalización, que haya superado la política exterior del siglo XX que en su momento fue eficaz para enfrentar la Guerra Fría”.
Pablo Moctezuma Barragán recuerda que, en esa época, México fue el primer país del mundo que protestó por la invasiones de Hitler y Mussolini en Albania, Checoslovaquia y otras naciones. Ésa era la tradición no intervencionista, rememora el investigador. (NF)
Astillero
Voto inútil
Seguir igual o peor
Gobernadores consolidados
Alianzas, para no cambiar
Julio Hernández López
Lo electoral no ofrece para el futuro inmediato más que la seguridad de que seguirá en el poder lo peor de la clase política, mediante los peores métodos y con las peores intenciones. Los gravísimos problemas nacionales no han logrado remover ni mejorar los procesos de selección de candidatos partidistas ni el entramado de sucios intereses que suele acompañarles hasta las urnas y ya en el ejercicio de los cargos buscados. Por el contrario: hoy se asiste a la consolidación de cacicazgos estatales a cargo de gobernadores priístas que, salvo en el caso de Chihuahua, en todos los demás impusieron a quienes quisieron como aspirantes a la sucesión, condicionada ésta a que los delfines designados les cuiden las espaldas en términos políticos y judiciales.
Las maquinarias priístas de avasallamiento electoral, financiadas con recursos públicos y con aportaciones privadas de oscuros y densos donantes-inversionistas, pretenden ser confrontadas mediante un artificio que en lugar de promover moralidad y esperanza las hunde: las famosas alianzas antitéticas que han llevado al panismo y al perredismo a aberraciones como la de ver actuando como débil oposición al partido presuntamente en el poder y al del sol azteca hacer pactos con su presunto adversario histórico irreconciliable. Asociación perversa de quienes se declaran tempranamente perdedores al grado de que sólo juntando sus capitales enemigos podrían aspirar a girar algún cheque de baja monta, siempre con el panismo como único beneficiario posible, con el perredismo chucho como comparsa en busca de migajas privatizadas y con la ínfima propuesta desoladora de cambiar a unos priístas por otros, sin perspectiva real de cambios más que de nombres y bandos.
Hay un panorama político rediseñado a partir de las alianzas perreánicas y los pactos de Bucareli que no pudieron ser mantenidos en secreto: el priísmo se ha desgastado en estos trances, pero no a los niveles de PAN y PRD; Peña Nieto pudo salir adelante del escándalo de los contratos firmados y su adversario Beltrones apenas alcanzó a fijar posición adversa a lo hecho por Paredes y el gobernador del estado de México, pero sin afectar el posicionamiento mediático adelantado de éste. En el PAN las noticias no pueden ser peores: Calderón se pelea con todo mundo y cada vez está más solitario y acotado, con una fuerza de control estadunidense cada vez más explícita y con una silenciosa rebelión de gobernadores priístas en contra (ayer, el de Tamaulipas se quejó de la desatención del gobierno federal a los problemas de fondo de su entidad; antes, la de Yucatán le había plantado en el aeropuerto y le había puesto cara de molestia durante una gira amarga, y más atrás, el de Coahuila había hecho críticas duras a esa misma administración felipista belicosa). El comisionado de Los Pinos para el manejo del PAN, César Nava de Patylú, carece de fuerza y respetabilidad, pero allí sigue, para evitar que prospere alguna rebelión interna contra el jefe real, Calderón, si se abriera alguna fisura mediante la renuncia del golpeado César. El PRD sigue viento en popa en los niveles directivos en cuanto a ganancias por las alianzas con el PAN, aunque socialmente se ha desdibujado y los resultados electorales (que son lo de menos para las cúpulas, pues sus pagos los consiguen por otras vías) podrían ser lamentables.
En ese esquema, López Obrador se ha quedado atrás y en riesgo de ser rebasado por los veloces reacomodos en curso. Mantiene, desde luego, una base social que le es absolutamente fiel, pero ya no hay signos de control de las estructuras partidistas o frentistas, pues sin ningún empacho los Chuchos le juegan las contras (antes se detenían un poco ante el temor de señalamientos o acusaciones del tabasqueño) y el tal Dia (sucesor del frente de tres partidos que tenían como eje a AMLO) es manejado por Manuel Camacho más en función de los intereses de Marcelo Ebrard y de una convivencia pragmática con el calderonismo. Otra franja de seguidores de López Obrador han quedado insatisfechos con la manera tibia y fuera de tiempo con que ha reaccionado ante los planteamientos de las alianzas perreánicas, aferrado a una pálida descalificación meramente discursiva.
El gran caldero sigue hirviendo, los gringos cada vez asoman más la mano sobre el tablero del perdido control nacional y la economía no repunta en la proporción que los discursos oficiales, pero la política y los políticos siguen igual, obsesionados con el tejido de las redes de poder que garanticen que todo siga igual, o peor.
Astillas
Varias columnas atrás (el 26 de enero, con el título Zacatecas, ¿al PAN?) se habló aquí de los indicios de arreglos para que en Zacatecas triunfe un panista a cambio de allanar el camino a alguna de las dos García (Amalia o su hija plenipotenciaria, Claudia Corichi) en aventuras políticas futuras, por ejemplo, una candidatura en el Distrito Federal de la todavía Señora Gobernadora. Ayer le preguntaron a Jesús Ortega sobre esos pactos en lo oscurito para favorecer al blanquiazul a costillas del sol azteca y, obviamente, lo negó con la misma enjundia con que meses atrás negaba que estuviera en curso un reconocimiento de Nueva Izquierda a la condición presidencial de Felipe Calderón. Lo cierto es que en Zacatecas el candidato del PRD, los Chuchos y las poderosas García nomás no levanta vuelo, de tal manera que todo puede suceder (incluso, que el PAN gane) en un escenario político intencionalmente fracturado y envenenado en el que compiten los candidatos de las familias PRI, Monreal, García y Calderón... En Sinaloa, Felipe Calderón cumplió con su propósito de cerrarle el paso a los panistas verdaderos (Heriberto Félix Guerra y Manuel Clouthier junior) y dejar que la sucesión se dirima entre priístas: unos, del lado del actual gobernador, Jesús Aguilar; otros, del lado (panista) del ex gobernador Juan S. Millán... Y, mientras Ulises baja el switch en Oaxaca, ¡hasta mañana, con Jean Succar Kuri de regreso a casa, en un Cancún de puertas abiertas!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
México y EU: ¿lo que no funcionó...?
• Rendición de cuentas
• Las rutas sin salida
• Las rutas sin salida
La desesperación, mi estimado, duplica las energías. Comienza la semana con la lindura del joven Rodrigo Medina convocando a un marcha contra...Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, entidad que Vive México con inéditas jornadas de violencia que hacen clímax hasta en partidos de futbol. Los ánimos regios están calientes y la ola de plomazos no cede con todo y los acuerdos, pactos y alianzas para coordinar esfuerzos descoordinados que son evidentes para la mayoría de los ciudadanos, cuyas vidas han sido modificadas por la sencilla razón de que el organizado crimen está incrustado en el centro de las esferas federales, estatales y municipales.
La violencia de la irreflexiva guerra de Felipe Calderón no se puede endosar frívolamente a los Estados Unidos, donde se encuentra el mercado más grande de drogas cuyas ganancias entran y circulan en el sistema financiero, sino como una parte importante de un peligroso problema integral que este (des)gobierno detonó con las malas decisiones que abarcaron medidas para legitimarse en la silla presidencial, enviar el Ejército a las calles sin brújula, plan ni marco legal y extraditar a los barones de la droga sin tener la radiografía completa sobre sus secuelas y derivaciones en el interior de las organizaciones criminales.
Cuarenta meses y 19,000 muertos después, my friend, es evidente que, aunque no lo parezca, en las mentes geniales del gymboree (con minúsculas) y su PANdilla, esta mal llamada guerra se está perdiendo.
Los daños colaterales de víctimas inocentes, de los atropellos y abusos y de la impunidad alcanzan niveles tan insospechados que desarrollaron una creciente inquietud de Washington desencadenando la delicada historia que se ha visto en los recientes días.
Calderón no puede pretender salir oliendo a rosas señalando culpables de la cascada imparable de violencia que azota varias entidades en el país. Estados Unidos no es el culpable de la ola roja, y el discursito presidencial huele a pirotecnia barata cuando el (des)gobierno no ha impulsado (ni demostrado) una política de fondo para atacar el volátil flagelo epicentro de corrupción. La responsabilidad de lo que sucede hoy es deFelipe Calderón y está compartida con los gobernadores que han permitido un descomunal crecimiento de la impunidad y contaminación en el interior de sus administraciones.
Es lamentable constatar que la PANdilla en el poder (del no poder) proyecte a estas alturas del partido una corresponsabilidad cuando el mal de origen, la ineptitud, la incompetencia y la corrupción está en aquellos que durante una década han estado al frente de las áreas en materia de seguridad, así que para qué tanta cortina de humo estando claro el panorama.
Hoy, la rendición de cuentas por el atractivo desmadre no pasa por el pétalo de una investigación. No pasa por las renuncias de funcionarios que son escalofriantes botones de lo que ya no funcionó. Lo único que pasa es la torpe, lenta o rápida reacción por la coyuntura. Esa que ha dañado irremediablemente a millones de mexicanos.
Este (des)gobierno ha sido todo menos previsor y responsable. Desde sus inicios decidió circular por veredas sin estudios previos o planeación estratégica. El 2006 dejó abierto el camino de la confrontación política y se abrieron frentes sociales y de seguridad cuyos altísimos costos paga México.
Y ante estas alertas que detonaron ya una crisis de seguridad nacional en los Estados Unidos, mi estimado, Washington se prepara para hacer la parte que también hace tiempo debió implementar porque la droga no circula en su mercado sin las complicidades y la corrupción. Y su frontera es el punto débil pero al mismo tiempo el punto más sólido para esa oferta y demanda.
El reciente anuncio sobre un nuevo plan para el dominio del flujo de drogas, dinero y armas está lejos de ser la única solución para que ambos (dos) países controlen la situación. Urgen en paralelo otras medidas, cambios y voluntad para demostrar que se quiere llegar al fondo del problema.
Y es ahí donde está uno de los principales nudos marinos que pasa irremediablemente por la situación económica y la falta de oportunidades que empuja a miles de personas desesperadas a peligrosas rutas para sobrevivir… aunque lo peor, my friend, es que esas rutas son, hoy para el país, también rutas sin salida.
¡ Cuánta mierda !
ASCO DAN DE VERLOS JUNTOS
(a Millonésimo en su cumple…)
Millonésimo Ceempeda
entre cagada podrida
de la mafia corrompida,
que anda vestida de ceda
y a este México depreda.
Asco dan de verlos juntos
luciéndose sus encantos,
aunque son podrida fruta
de Babilonia la Puta
estos gueyes y otros tantos.
Traga hostias caga santos,
víboras con piel de oveja
que en oscurantismo deja
a tantos, tantos incautos,
con los falsos argumentos
de que dios les dio el poder
para el pecado absolver,
y con eso manipulan
a la gente y obnubilan
su mente para no ver.
Millonésimo al beber
el guiski con harto vino
y tragar cual cuino fino
hasta el punto de caer
borracho cual debe ser,
insulta, estáse visto,
el mensaje de su cristo
de las bienaventuranzas,
prefiere la unión con ‘Tranzas’:
“deja más“, se dice listo.
Desde luego es manifiesto
que Ceempeda con la mafia,
la élite que es bazofia
y al país ha descompuesto.
Millonésimo dispuesto,
apoya golpes de estado
con las armas del soldado
y represión a la gente:
de poder vive sediente,
es fascista consumado.
De Momis Fitch en ¡¡¡ Exijamos lo imposible !
Sepulcros blanqueados
Bernardo Bátiz V.
El abogado Mauro González Luna, integrante del Foro Democrático y diputado ex-terno del PRD, en flamígero discurso llamó a los panistas de la 56 Legislatura, no recuerdo por qué motivo, sepulcros blanqueados”. Al comentar el debate y sus vicisitudes le manifesté a Mauro, elocuente orador, que el calificativo me parecía excesivo.
Al voltear de una docena de años, al enterarme del proyecto panista de reforma laboral, no puedo menos que reiterar el reclamo. Son sepulcros blanqueados, se rasgan las vestiduras por pequeñeces y cuestiones menores, pero no tienen escrúpulo alguno en proponer modificaciones a la ley laboral que van directamente en contra de los derechos de los cada vez más empobrecidos y marginados trabajadores mexicanos y no les importa chocar con los principios antaño sostenidos por el Partido Acción Nacional, de justicia social y búsqueda de una mejor distribución de la riqueza.
Se han olvidado de su lema, que pide “una vida mejor y más justa para todos”, no sólo para los dueños del capital y los altos funcionarios. Entre esos todos están sin duda quienes no tienen más patrimonio que la fuerza de su trabajo.
Con toda razón, el reciente desplegado del Frente Auténtico del Trabajo reclama omisiones en el proyecto y señala la cancelación de derechos que parecían ya conquistas indeclinables de los trabajadores. El proyecto panista fortalece la desigualdad y la injusticia, y de aprobarse haría imposible la elevación social y económica de quienes prestan sus servicios a cambio de un salario.
Los olvidadizos panistas debieran releer a Adolfo Christlieb Ibarrola, quien en Solidaridad y participación sostenía que “cada reconocimiento de la dignidad del trabajo humano que la historia registra implica paralelamente un ajuste, una modificación o una restricción al concepto de propiedad” y, citando nada menos que al ilustre rector de la UNAM Mario de la Cueva, recuerda que “la historia del derecho del trabajo es uno de los episodios de la lucha del hombre por la libertad, la dignidad personal y social y por la conquista de un mínimo de bienestar, que a la vez que dignifique la vida de la persona humana facilite y fomente el desarrollo de la razón y la conciencia”.
En su arremetida en contra del sindicalismo libre e independiente del Estado y de los grandes consorcios, olvidan los panistas de hoy, si es que lo conocieron alguna vez, el discurso de campaña de Efraín González Morfín, quien en 1970 recordaba que para defender sus derechos de trabajo, mejorar sus ingresos y cambiar su condición económica tiene el obrero mexicano dos medios: el sindicato y la actividad ciudadana.
En ese discurso Efraín defiende al sindicato autónomo y al hablar de la lucha por el sufragio efectivo propone que ésta se dé, en el caso de los trabajadores, en la vida política de la nación, pero también en su sindicato, puesto que con esta lucha estarán los obreros defendiendo su dignidad y su derecho a participar en las decisiones que afectan su destino.
Otra distinguida panista que ha sido diputada, senadora y dirigente de su partido, doña María Elena Álvarez de Vicencio, en un bello libro de 1986, Alternativa democrática, al hablar del tema trabajo, en lo que llama el modelo de nación del PAN, dice que “el aspecto del trabajo parte de las premisas de que éste tiene preminencia sobre los bienes materiales e instrumentales que son objeto de propiedad, y reconoce al trabajo como la proyección del derecho a la vida y a la libertad y como el valor más importante del desarrollo”.
Estas ideas, que movieron durante muchos años la acción política y social de militantes de las filas panistas, tuvieron su expresión más acabada en la Proyección de los principios de doctrina, aprobados por el partido en 1965 y que ahora, según la reforma que proponen, deben estar arrumbados en el archivo de los documentos inútiles.
¿Cómo compaginan? Los autores del proyecto, que es evidentemente un documento que promueve los privilegios del capital y arrebata a los trabajadores los derechos que habían conquistado en largas luchas sociales y políticas, que siguen vigentes en el artículo 123 constitucional, pero que también encuentran precedentes y fuentes, lo mismo en las doctrinas socialistas del siglo XIX que en las encíclicas sociales de la Iglesia, con lo pretendido para la nueva legislación.
En la citada Proyección de principios leemos el siguiente párrafo que recomendamos a los proponentes: “El trabajo, actividad inmediata de la persona, tiene preminencia como principio ordenador de la economía social, sobre los bienes materiales e instrumentales que son objeto de propiedad. Considerar el trabajo humano como mercancía o como simple elemento de la producción atenta contra la dignidad del trabajador y contra el orden de la comunidad”.
Sosteníamos entonces que los trabajadores debieran tener, además de su derecho al salario justo, a su jornada de ocho horas y a su descanso obligatorio, oportunidad de integrarse a la empresa y participar no sólo en las utilidades o ganancias, sino también en la propiedad y en la dirección de la misma.
Hoy estos panistas olvidadizos no aceptan que los trabajadores puedan ser copropietarios de la empresa, sino que, con las reformas que proponen, les regatean con argucias y fórmulas confusas, sus derechos individuales y colectivos que la Constitución les reconoce. No hay que olvidar que el derecho laboral forma parte de lo que los juristas reconocen como el derecho social, diferente al derecho público y al derecho privado, y que tiene como función primordial proteger a un sector de la sociedad que evidentemente se encuentra en desventaja y sería víctima de injusticias y atropellos si no contara con una legislación protectora.
jusbbv@hotmail.com
Las recontrataciones de Felipe
México SA
Si saben contar, no los incluyan
Joven promesa en Bucareli
Carlos Fernández-Vega
Al flamante subsecretario de Gobierno en Bucareli, el ex diputado panista Roberto Gil Zuarth, se le ocurrió una brillante idea para estrenar el hueso: desmentir tajantemente al inquilino de Los Pinos o, si se prefiere, ubicar en la realidad a los mexicanos y recordarles que las promesas calderonistas nunca trascienden el discurso. Este esforzado ex vicecoordinador del rebaño blanquiazul en San Lázaro tiró al basurero el compromiso “social” que el pasado 11 de octubre públicamente hiciera Felipe Calderón con motivo de la “extinción” (léase el decretazo) de la otrora paraestatal Luz y Fuerza del Centro, y la cancelación, de un plumazo, de 45 mil puestos de trabajo en el sector formal de la economía.
Resulta que esta joven promesa de la política nacional (a quien el inquilino de Los Pinos organizó –erario paga– sabrosa y bullanguera “comida de despedida” como diputado, y de paso para “agradecer” al rebaño panista en San Lázaro “las decisiones responsables que ha tomado en los momentos en los que se necesita”) se aventó la siguiente puntada que tajantemente contradice el “compromiso” de su anfitrión: “hago un llamado al sector privado para que contrate a los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro, pues la solución de este conflicto le corresponde a todos y no sólo al gobierno… insisto en que el tema es una cuestión social que su solución conviene a toda la sociedad; debieron apoyar en la contratación de los ex trabajadores, pues a todos conviene que ellos encuentren un futuro y con ellos se coadyuve a la reactivación económica… un llamado a los gobiernos de los estados en los cuales funcionó LFC, para que también participen en esquema de reinserción de trabajadores”. ¡Ole!
Excelente forma de estrenar chamba como cabeza visible en la Secretaría de Gobernación y amarrar su relación con el inquilino de Los Pinos: llamarle mentiroso a su patrón, lavarle las manos al gobierno calderonista y, de plano, apostarle a la falta de memoria, echarle la responsabilidad a la iniciativa privada, en particular, y a la sociedad, en conjunto, por el descarado incumplimiento de un compromiso que ella no hizo, sino Felipe Calderón.
Para darle contexto, el 11 de octubre de 2009 (en su “mensaje a la nación” y en su papel de sepulturero de paraestatales y fuentes de empleo) Calderón se comprometió, con motivo del decretazo, de la siguiente forma: “he dado las siguientes instrucciones: a la administradora (Comisión Federal de Electricidad), para que busque recontratar al mayor número posible de trabajadores (de la ya extinta Luz y Fuerza del Centro), a fin de que colaboren de manera directa o indirecta en la provisión del servicio eléctrico bajo nuevas condiciones laborales y un nuevo arreglo institucional”. A la mañana siguiente, el nuevo “administrador”, Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE, celebraba que “a finales de la próxima semana más comenzarán a abrir el servicio de contratación para los ex trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, recientemente extinguida”. Y tan vertiginoso fue el proceso, que en diciembre del año pasado oficialmente se reconoció que sólo 3 por ciento de los 45 mil electricistas que de un plumazo Calderón echó a la calle “inició ya (…) su respectivo proceso de contratación para ingresar a la CFE”. Tres de cada 100, a quienes tampoco se les garantizó la chamba.
Dos días después Calderón reiteró: “hemos tomado también las medidas para atender con justicia, con responsabilidad a los trabajadores, respetando íntegra y pulcramente todos sus derechos, y otorgando una indemnización que está sustancialmente por arriba de la ley; además de proveer las medidas para poder recontratar al máximo número de trabajadores posible, de manera directa o indirecta, una vez que esté reorganizado operacionalmente el servicio”. Por si hubiera duda el 14 de octubre, ante los industriales de la radio y la televisión, repitió: “…se cuenta con esquemas, ya sea a través de la recontratación de muchos de ellos, el mayor posible, bajo un nuevo arreglo institucional, o también, a través de la organización de pequeñas y medianas empresas proveedoras de la Comisión Federal de Electricidad, integradas por los ex trabajadores, o bien otras empresas, que en cualquier actividad económica que ellos deseen serán apoyadas con asesoría y financiamiento por el gobierno”. El 16 de ese mismo mes: “… proteger íntegramente los derechos de los trabajadores del organismo, en ofrecerles indemnizaciones que prácticamente doblan a las que establece la ley y, además, por encima de eso, en brindarles todas las opciones laborales y productivas posibles para una reinserción pronta a la vida productiva”. Y así por unos días más, hasta que el discurso se desvaneció a la par que la oferta de recontratación del “mayor número”.
Pues bien, casi seis meses después de aquel “compromiso” público, reiterado hasta el cansancio, brinca a la palestra la nueva cabeza visible en Bucareli para desmentir al susodicho, comunicar oficialmente que todo fue una broma, una promesa más de saliva, como acostumbra, que –entiéndase bien– la recontratación de los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro no es bronca del sepulturero de paraestatales, sino responsabilidad de la iniciativa privada y de la sociedad, que son ellas quienes deben tapar los cráteres políticos y sociales caprichosamente abiertos por el de las promesas de humor, y que, en fin, si saben contar que no cuenten con la palabra del inquilino de Los Pinos ni con la “administradora” (Comisión Federal de Electricidad), porque están ocupadísimos en la venta de garaje, privatizando el sector, regalando el tendido de fibra óptica, y procurando jugosos negocios para los amigos de los amigos, a costillas de la nación.
Las rebanadas del pastel
En conferencia de prensa (22 de enero), los colegas preguntan al carismático secretario del desempleo: “¿y cuántos trabajadores (de Luz y Fuerza) han sido o están en proceso de contratación?” Y Javier Lozano Alarcón responde: “miren, hasta este momento tenemos 2 mil 125 personas que están en proceso y, entonces, es muy temprano para decir cuántos de ellos al final se darán”. La colegiza revira: “¿entonces hasta el momento no hay ningún contratado?” Y el simpático funcionario explica: “es decir, están en el proceso. Están en proceso”, lo que en castellano simple quiere decir ni uno.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Si saben contar, no los incluyan
Joven promesa en Bucareli
Carlos Fernández-Vega
Trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas fueron reprimidos con gases lacrimógenos por polícías al intentar colocar banderas rojinegras frente a una de las subestaciones, el pasado 16 de marzoFoto Carlos Ramos Mamahua
Resulta que esta joven promesa de la política nacional (a quien el inquilino de Los Pinos organizó –erario paga– sabrosa y bullanguera “comida de despedida” como diputado, y de paso para “agradecer” al rebaño panista en San Lázaro “las decisiones responsables que ha tomado en los momentos en los que se necesita”) se aventó la siguiente puntada que tajantemente contradice el “compromiso” de su anfitrión: “hago un llamado al sector privado para que contrate a los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro, pues la solución de este conflicto le corresponde a todos y no sólo al gobierno… insisto en que el tema es una cuestión social que su solución conviene a toda la sociedad; debieron apoyar en la contratación de los ex trabajadores, pues a todos conviene que ellos encuentren un futuro y con ellos se coadyuve a la reactivación económica… un llamado a los gobiernos de los estados en los cuales funcionó LFC, para que también participen en esquema de reinserción de trabajadores”. ¡Ole!
Excelente forma de estrenar chamba como cabeza visible en la Secretaría de Gobernación y amarrar su relación con el inquilino de Los Pinos: llamarle mentiroso a su patrón, lavarle las manos al gobierno calderonista y, de plano, apostarle a la falta de memoria, echarle la responsabilidad a la iniciativa privada, en particular, y a la sociedad, en conjunto, por el descarado incumplimiento de un compromiso que ella no hizo, sino Felipe Calderón.
Para darle contexto, el 11 de octubre de 2009 (en su “mensaje a la nación” y en su papel de sepulturero de paraestatales y fuentes de empleo) Calderón se comprometió, con motivo del decretazo, de la siguiente forma: “he dado las siguientes instrucciones: a la administradora (Comisión Federal de Electricidad), para que busque recontratar al mayor número posible de trabajadores (de la ya extinta Luz y Fuerza del Centro), a fin de que colaboren de manera directa o indirecta en la provisión del servicio eléctrico bajo nuevas condiciones laborales y un nuevo arreglo institucional”. A la mañana siguiente, el nuevo “administrador”, Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE, celebraba que “a finales de la próxima semana más comenzarán a abrir el servicio de contratación para los ex trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, recientemente extinguida”. Y tan vertiginoso fue el proceso, que en diciembre del año pasado oficialmente se reconoció que sólo 3 por ciento de los 45 mil electricistas que de un plumazo Calderón echó a la calle “inició ya (…) su respectivo proceso de contratación para ingresar a la CFE”. Tres de cada 100, a quienes tampoco se les garantizó la chamba.
Dos días después Calderón reiteró: “hemos tomado también las medidas para atender con justicia, con responsabilidad a los trabajadores, respetando íntegra y pulcramente todos sus derechos, y otorgando una indemnización que está sustancialmente por arriba de la ley; además de proveer las medidas para poder recontratar al máximo número de trabajadores posible, de manera directa o indirecta, una vez que esté reorganizado operacionalmente el servicio”. Por si hubiera duda el 14 de octubre, ante los industriales de la radio y la televisión, repitió: “…se cuenta con esquemas, ya sea a través de la recontratación de muchos de ellos, el mayor posible, bajo un nuevo arreglo institucional, o también, a través de la organización de pequeñas y medianas empresas proveedoras de la Comisión Federal de Electricidad, integradas por los ex trabajadores, o bien otras empresas, que en cualquier actividad económica que ellos deseen serán apoyadas con asesoría y financiamiento por el gobierno”. El 16 de ese mismo mes: “… proteger íntegramente los derechos de los trabajadores del organismo, en ofrecerles indemnizaciones que prácticamente doblan a las que establece la ley y, además, por encima de eso, en brindarles todas las opciones laborales y productivas posibles para una reinserción pronta a la vida productiva”. Y así por unos días más, hasta que el discurso se desvaneció a la par que la oferta de recontratación del “mayor número”.
Pues bien, casi seis meses después de aquel “compromiso” público, reiterado hasta el cansancio, brinca a la palestra la nueva cabeza visible en Bucareli para desmentir al susodicho, comunicar oficialmente que todo fue una broma, una promesa más de saliva, como acostumbra, que –entiéndase bien– la recontratación de los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro no es bronca del sepulturero de paraestatales, sino responsabilidad de la iniciativa privada y de la sociedad, que son ellas quienes deben tapar los cráteres políticos y sociales caprichosamente abiertos por el de las promesas de humor, y que, en fin, si saben contar que no cuenten con la palabra del inquilino de Los Pinos ni con la “administradora” (Comisión Federal de Electricidad), porque están ocupadísimos en la venta de garaje, privatizando el sector, regalando el tendido de fibra óptica, y procurando jugosos negocios para los amigos de los amigos, a costillas de la nación.
Las rebanadas del pastel
En conferencia de prensa (22 de enero), los colegas preguntan al carismático secretario del desempleo: “¿y cuántos trabajadores (de Luz y Fuerza) han sido o están en proceso de contratación?” Y Javier Lozano Alarcón responde: “miren, hasta este momento tenemos 2 mil 125 personas que están en proceso y, entonces, es muy temprano para decir cuántos de ellos al final se darán”. La colegiza revira: “¿entonces hasta el momento no hay ningún contratado?” Y el simpático funcionario explica: “es decir, están en el proceso. Están en proceso”, lo que en castellano simple quiere decir ni uno.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Ejecutan en la sierra de Durango a 10 jóvenes de entre 13 y 19 años
En Chihuahua, desconocidos fusilan a una mujer y cinco hombres en una brecha
Rubén Villalpando, Juan Carlos G. Partida, Javier Valdez, Saúl Maldonado, Javier Salinas, Sergio Ocampo, Carlos García, Antonio Heras y Hugo Martoccia, corresponsales
Periódico La Jornada
Lunes 29 de marzo de 2010, p. 7
Ayer por la tarde fueron asesinados 10 jóvenes de 13 a 19 años en un camino vecinal del serrano municipio de Pueblo Nuevo, Durango, por pistoleros que quisieron detener la camioneta en que se desplazaban rumbo a la comunidad de Los Naranjos, y al ignorar la señal de alto los acribillaron.
La Procuraduría General de Justicia estatal reportó que entre los occisos hay cuatro hermanos de apellido Ortega Rueda, dos Leyva Cabrera y dos Sarabia Mancinas. En la misma entidad, dentro del bar del hotel Sana Esperanza, de Gómez Palacio, fueron asesinadas otras cuatro personas.
En Chihuahua una mujer y cuatro hombres fueron puestos en fila y fusilados ayer por la mañana junto a una brecha del poblado Placitas, en el valle de Juárez, entre los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Praxedis G. Guerrero. En la ejecución se dispararon más de 100 balazos.
Horas antes un grupo armado llegó a Praxedis G. Guerrero y rafagueó la comandancia de policía, informaron fuentes oficiales.
Además de los anteriores, otros seis asesinatos fueron perpetrados en Ciudad Juárez, entre ellos el de un policía municipal el sábado a las 21:40 horas. Mientras en el resto de Chihuahua se reportaron tres asesinatos más, para un total de 14, que incluyen al policía municipal Osvaldo Orozco y otra persona en la colonia Villa Juárez, de la capital.
Ayer por la madrugada, en el también chihuahuense municipio de Villa Ahumada, militares irrumpieron en el salón de baile donde tenía lugar una narcofiesta amenizada por varias bandas musicales, entre ellas la llamada Skándalo, dos de cuyos integrantes ya fueron asesinados.
Personal del Operativo Coordinado Chihuahua dijo que al menos 30 personas fueron detenidas, entre ellas empresarios, políticos, presuntos gatilleros del grupo La Línea y un jefe de grupo de la Policía Ministerial, que serían trasladados a la capital del país.
Aparte de los 14 asesinatos ocurridos en Chihuahua hubo al menos 17 en distintas entidades, entre ellos el de Rubén Gutiérrez Rodas, policía del municipio de Yahualica, Jalisco, baleado cuando resguardaba la casa del director de la corporación, José Sandoval López, quien ya sobrevivió a un atentado en febrero pasado.
En Los Mochis, municipio de Ahome, Sinaloa, el sábado fue ultimado a tiros un sujeto en el cruce de los bulevares Centenario y Zacatecas. Los homicidas iban en varios vehículos y dispararon a un Tsuru, en el que se transportaban cuatro personas, una de las cuales murió y otra fue llevada a un hospital.
Horas después, varios pistoleros ingresaron al hospital ubicado en el bulevar Justicia Social y remataron al herido. Las identidades de ambas víctimas no fueron reveladas. Mientras en el municipio de Mocorito se halló un cuerpo decapitado con un mensaje clavado al pecho.
Autoridades sinaloenses también informaron que el policía estatal Juan Aguilar y los civiles Rigoberto Quiroz y Adulzaid Montoya, son las personas cuyos cadáveres aparecieron el viernes en la carretera Culiacán-Navolato.
Del resto de las ejecuciones dos más se cometieron afuera del bar El Toreo, de León, Guanajuato. Además, cuatro cadáveres aparecieron con un balazo en la cabeza en el municipio mexiquense de Tepotzotlán, y tres personas más –entre ellas un niño de 14 años– fueron ultimadas en Chilpancingo, Guerrero.
En Tijuana, Baja California, efectivos de la Marina decomisaron un cargamento de 4.8 toneladas de mariguana. En Nogales, Sonora –dio a conocer Notimex– personal de la Procuraduría General de la República (PGR) incineró otras 19.4 toneladas de la hierba, y en Cancún, Quintana Roo, militares decomisaron 12 fusiles AK-47, una carabina y dos kilogramos de cocaína.
Rubén Villalpando, Juan Carlos G. Partida, Javier Valdez, Saúl Maldonado, Javier Salinas, Sergio Ocampo, Carlos García, Antonio Heras y Hugo Martoccia, corresponsales
Periódico La Jornada
Lunes 29 de marzo de 2010, p. 7
Ayer por la tarde fueron asesinados 10 jóvenes de 13 a 19 años en un camino vecinal del serrano municipio de Pueblo Nuevo, Durango, por pistoleros que quisieron detener la camioneta en que se desplazaban rumbo a la comunidad de Los Naranjos, y al ignorar la señal de alto los acribillaron.
La Procuraduría General de Justicia estatal reportó que entre los occisos hay cuatro hermanos de apellido Ortega Rueda, dos Leyva Cabrera y dos Sarabia Mancinas. En la misma entidad, dentro del bar del hotel Sana Esperanza, de Gómez Palacio, fueron asesinadas otras cuatro personas.
En Chihuahua una mujer y cuatro hombres fueron puestos en fila y fusilados ayer por la mañana junto a una brecha del poblado Placitas, en el valle de Juárez, entre los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Praxedis G. Guerrero. En la ejecución se dispararon más de 100 balazos.
Horas antes un grupo armado llegó a Praxedis G. Guerrero y rafagueó la comandancia de policía, informaron fuentes oficiales.
Además de los anteriores, otros seis asesinatos fueron perpetrados en Ciudad Juárez, entre ellos el de un policía municipal el sábado a las 21:40 horas. Mientras en el resto de Chihuahua se reportaron tres asesinatos más, para un total de 14, que incluyen al policía municipal Osvaldo Orozco y otra persona en la colonia Villa Juárez, de la capital.
Ayer por la madrugada, en el también chihuahuense municipio de Villa Ahumada, militares irrumpieron en el salón de baile donde tenía lugar una narcofiesta amenizada por varias bandas musicales, entre ellas la llamada Skándalo, dos de cuyos integrantes ya fueron asesinados.
Personal del Operativo Coordinado Chihuahua dijo que al menos 30 personas fueron detenidas, entre ellas empresarios, políticos, presuntos gatilleros del grupo La Línea y un jefe de grupo de la Policía Ministerial, que serían trasladados a la capital del país.
Aparte de los 14 asesinatos ocurridos en Chihuahua hubo al menos 17 en distintas entidades, entre ellos el de Rubén Gutiérrez Rodas, policía del municipio de Yahualica, Jalisco, baleado cuando resguardaba la casa del director de la corporación, José Sandoval López, quien ya sobrevivió a un atentado en febrero pasado.
En Los Mochis, municipio de Ahome, Sinaloa, el sábado fue ultimado a tiros un sujeto en el cruce de los bulevares Centenario y Zacatecas. Los homicidas iban en varios vehículos y dispararon a un Tsuru, en el que se transportaban cuatro personas, una de las cuales murió y otra fue llevada a un hospital.
Horas después, varios pistoleros ingresaron al hospital ubicado en el bulevar Justicia Social y remataron al herido. Las identidades de ambas víctimas no fueron reveladas. Mientras en el municipio de Mocorito se halló un cuerpo decapitado con un mensaje clavado al pecho.
Autoridades sinaloenses también informaron que el policía estatal Juan Aguilar y los civiles Rigoberto Quiroz y Adulzaid Montoya, son las personas cuyos cadáveres aparecieron el viernes en la carretera Culiacán-Navolato.
Del resto de las ejecuciones dos más se cometieron afuera del bar El Toreo, de León, Guanajuato. Además, cuatro cadáveres aparecieron con un balazo en la cabeza en el municipio mexiquense de Tepotzotlán, y tres personas más –entre ellas un niño de 14 años– fueron ultimadas en Chilpancingo, Guerrero.
En Tijuana, Baja California, efectivos de la Marina decomisaron un cargamento de 4.8 toneladas de mariguana. En Nogales, Sonora –dio a conocer Notimex– personal de la Procuraduría General de la República (PGR) incineró otras 19.4 toneladas de la hierba, y en Cancún, Quintana Roo, militares decomisaron 12 fusiles AK-47, una carabina y dos kilogramos de cocaína.
El fiasco de Rodrigo
Estrictamente Personal March 29, 2010
— 12:00 am
Ni con el respaldo del corporativismo mercenario, ni con amenazas económicas a los burócratas, ni con el apoyo de las televisoras, el gobernador Rodrigo Medina pudo este domingo poner a caminar a su gobierno. Al contrario. Quiso mostrar su músculo político con una protesta ciudadana –convocada y organizada por él- y que decenas de miles de neoleoneses lo siguieran, pero lo dejaron prácticamente solo. Quiso demostrar consenso en su gobierno, pero enseñó que lo están reprobando. Calculó mal su liderazgo y sus apoyos. Pensó tener una fuerza de la que carece, y el resultado fue que su gran marcha en contra de la inseguridad fue una derrota.
A Medina se hizo fácil convocar a una protesta tras los bloqueos que sufrió Monterrey hace una semana y media y el asesinato de dos jóvenes del Tecnológico de Monterrey durante una persecución de militares a narcotraficantes. Desestimó las críticas por la contradicción de encabezar una protesta para exigir la seguridad que él, como gobernante, es el responsable de proveerla, y de manera bastante ligera argumentó que en este tema, el gobierno y la sociedad debían ir juntos. No entienden, repitió a los periodistas que lo cuestionaron, pero tras la manifestación de protesta, una cosa quedó clara: quien no entiende es el gobernador.
Medina estuvo más de una semana anunciando la marcha y su equipo organizando la logística. Este domingo, de acuerdo con las cifras proporcionadas por la Dirección de Protección Civil del estado, unas 18 mil personas acudieron a la convocatoria. La cifra, magra en sí misma, puede achicarse aún más en términos reales. Según Agustín Cerna, líder estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que durante lustros proporcionó sindicatos blancos al Grupo Monterrey, 10 mil de ellos eran sus agremiados. Denuncias de burócratas registradas por El Norte, revelaron que el gobierno de Medina los amenazó con quitarles un día de salario si no participaban en la protesta.
El fiasco de la protesta convocada por Medina tiene alcances adicionales en cuanto a los negativos que mostró. El gobernador logró que Televisa, que le hizo la mercadotecnia electoral durante su campaña, y Milenio Televisión en Monterrey, que acató en ese proceso electoral las directrices comerciales-electorales de Televisa, le ayudaran en la promoción. Le prestaron locutores y cómicos para que fueran ellos los que sirvieran de voces en el evento. Su participación, como si fueran teloneros de un concierto musical, tampoco sirvió para la motivación ciudadana. Para evitar que se socializara el fracaso del acto político promovido por su cliente, Milenio Televisión optó por mencionar a “miles de personas” participantes, y utilizar tomas cerradas para evitar los vacíos de un momento frustrante.
Desde otros ámbitos, le tiraron un salvavidas. En un evento sin aparente conexión, el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, viajó a Reynosa –donde en las últimas semanas se dieron numerosos enfrentamientos-, donde fustigó al gobierno federal su falta de atención de la frontera norte. Medina no comprendió que era el momento para redefinir a su gobierno. Hernández, que fue sometido a una mayor presión que Medina en la batalla de los cárteles de la droga, tuvo los reflejos que su colega careció. Mientras Hernández se echó para adelante a enfrentar el problema y lanzar dos mensajes con fuerza que han permeado en diversos segmentos de la población tamaulipeca –la crisis de seguridad es herencia del anterior gobierno de Tomás Yarrington, y el problema del narcotráfico es sólo del ámbito federal-, Medina se paralizó.
No se ha atrevido, como Hernández y otros gobernadores del PRI y del PRD, a enfrentarse al gobierno federal por el tema del narcotráfico. Menos aún ha hecho el deslinde con la administración previa, del ex gobernador Natividad González Parás, por haberle dejado a un estado con problemas de seguridad y narcotráfico que no tenía. Después de días de silencio, comenzó a salir a dar la cara en los medios de comunicación, donde la crítica casi generalizada fue que hubiera asumido la actitud de la avestruz. Medina lució engallado ante los comunicadores que lo cuestionaban, pero detrás del envalentonamiento, enfrentaba una crisis que lo tenía desarticulado. Su equipo, en Monterrey y la ciudad de México, reflejó el pánico. Una columna publicada en un periódico de distribución nacional, provocó que la autora recibiera 18 diferentes llamadas telefónicas de parte de Medina para buscar “arreglar” el problema con ella.
Después del domingo, Medina tiene que aceptar que el problema que tiene en Nuevo León –ya ni hablar de la percepción de incompetente que vuela entre la clase política nacional- es mucho más grave de lo que había calculado. El mensaje que le enviaron los neoleoneses a Medina es una crítica a la forma como los ha venido gobernando. Con escasos seis meses en el poder y una crisis de seguridad que originalmente no fue propiciada por él, la pérdida de consenso acelerada que arrastra en el estado lo obliga a tomar medias extraordinarias para evitar que la actitud pasiva y pusilánime con la que ha gobernado, lo siga ahogando.
La crisis que vive Nuevo León es la oportunidad de oro que tiene para comenzar a gobernar. A Medina le están cobrando facturas que no sólo tienen que ver con su mal manejo de las dos últimas semanas en el tema de la seguridad, sino porque quienes lo respaldaron, no han visto que empiece a caminar con sus propios pies. Se le sigue viendo como un apéndice de González Parás, quien controla su gobierno, a través de sus viejos colaboradores en dos aspectos básicos: el dinero y la seguridad. Quienes encabezan esas posiciones, lo hacían en el gobierno anterior; hasta su jefe de oficina, Carlos Almada, era el jefe de la oficina de González Parás.
Si Medina quiere crecer políticamente, tiene que cortar el lastre. Tiene que romper con González Paras y formar su primer gobierno. La derrota política en la protesta ciudadana que organizó, mostró que las alianzas con las que llegó al poder –el ex gobernador y las televisoras- ya no son suficientes para sacarlo adelante. Tiene que renovarlas. Claro, se necesitan agallas y un enorme instinto de supervivencia política, que hasta ahora, Medina no ha demostrado tenerlas.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
www.twitter.com/rivapa
— 12:00 am
Ni con el respaldo del corporativismo mercenario, ni con amenazas económicas a los burócratas, ni con el apoyo de las televisoras, el gobernador Rodrigo Medina pudo este domingo poner a caminar a su gobierno. Al contrario. Quiso mostrar su músculo político con una protesta ciudadana –convocada y organizada por él- y que decenas de miles de neoleoneses lo siguieran, pero lo dejaron prácticamente solo. Quiso demostrar consenso en su gobierno, pero enseñó que lo están reprobando. Calculó mal su liderazgo y sus apoyos. Pensó tener una fuerza de la que carece, y el resultado fue que su gran marcha en contra de la inseguridad fue una derrota.
A Medina se hizo fácil convocar a una protesta tras los bloqueos que sufrió Monterrey hace una semana y media y el asesinato de dos jóvenes del Tecnológico de Monterrey durante una persecución de militares a narcotraficantes. Desestimó las críticas por la contradicción de encabezar una protesta para exigir la seguridad que él, como gobernante, es el responsable de proveerla, y de manera bastante ligera argumentó que en este tema, el gobierno y la sociedad debían ir juntos. No entienden, repitió a los periodistas que lo cuestionaron, pero tras la manifestación de protesta, una cosa quedó clara: quien no entiende es el gobernador.
Medina estuvo más de una semana anunciando la marcha y su equipo organizando la logística. Este domingo, de acuerdo con las cifras proporcionadas por la Dirección de Protección Civil del estado, unas 18 mil personas acudieron a la convocatoria. La cifra, magra en sí misma, puede achicarse aún más en términos reales. Según Agustín Cerna, líder estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que durante lustros proporcionó sindicatos blancos al Grupo Monterrey, 10 mil de ellos eran sus agremiados. Denuncias de burócratas registradas por El Norte, revelaron que el gobierno de Medina los amenazó con quitarles un día de salario si no participaban en la protesta.
El fiasco de la protesta convocada por Medina tiene alcances adicionales en cuanto a los negativos que mostró. El gobernador logró que Televisa, que le hizo la mercadotecnia electoral durante su campaña, y Milenio Televisión en Monterrey, que acató en ese proceso electoral las directrices comerciales-electorales de Televisa, le ayudaran en la promoción. Le prestaron locutores y cómicos para que fueran ellos los que sirvieran de voces en el evento. Su participación, como si fueran teloneros de un concierto musical, tampoco sirvió para la motivación ciudadana. Para evitar que se socializara el fracaso del acto político promovido por su cliente, Milenio Televisión optó por mencionar a “miles de personas” participantes, y utilizar tomas cerradas para evitar los vacíos de un momento frustrante.
Desde otros ámbitos, le tiraron un salvavidas. En un evento sin aparente conexión, el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, viajó a Reynosa –donde en las últimas semanas se dieron numerosos enfrentamientos-, donde fustigó al gobierno federal su falta de atención de la frontera norte. Medina no comprendió que era el momento para redefinir a su gobierno. Hernández, que fue sometido a una mayor presión que Medina en la batalla de los cárteles de la droga, tuvo los reflejos que su colega careció. Mientras Hernández se echó para adelante a enfrentar el problema y lanzar dos mensajes con fuerza que han permeado en diversos segmentos de la población tamaulipeca –la crisis de seguridad es herencia del anterior gobierno de Tomás Yarrington, y el problema del narcotráfico es sólo del ámbito federal-, Medina se paralizó.
No se ha atrevido, como Hernández y otros gobernadores del PRI y del PRD, a enfrentarse al gobierno federal por el tema del narcotráfico. Menos aún ha hecho el deslinde con la administración previa, del ex gobernador Natividad González Parás, por haberle dejado a un estado con problemas de seguridad y narcotráfico que no tenía. Después de días de silencio, comenzó a salir a dar la cara en los medios de comunicación, donde la crítica casi generalizada fue que hubiera asumido la actitud de la avestruz. Medina lució engallado ante los comunicadores que lo cuestionaban, pero detrás del envalentonamiento, enfrentaba una crisis que lo tenía desarticulado. Su equipo, en Monterrey y la ciudad de México, reflejó el pánico. Una columna publicada en un periódico de distribución nacional, provocó que la autora recibiera 18 diferentes llamadas telefónicas de parte de Medina para buscar “arreglar” el problema con ella.
Después del domingo, Medina tiene que aceptar que el problema que tiene en Nuevo León –ya ni hablar de la percepción de incompetente que vuela entre la clase política nacional- es mucho más grave de lo que había calculado. El mensaje que le enviaron los neoleoneses a Medina es una crítica a la forma como los ha venido gobernando. Con escasos seis meses en el poder y una crisis de seguridad que originalmente no fue propiciada por él, la pérdida de consenso acelerada que arrastra en el estado lo obliga a tomar medias extraordinarias para evitar que la actitud pasiva y pusilánime con la que ha gobernado, lo siga ahogando.
La crisis que vive Nuevo León es la oportunidad de oro que tiene para comenzar a gobernar. A Medina le están cobrando facturas que no sólo tienen que ver con su mal manejo de las dos últimas semanas en el tema de la seguridad, sino porque quienes lo respaldaron, no han visto que empiece a caminar con sus propios pies. Se le sigue viendo como un apéndice de González Parás, quien controla su gobierno, a través de sus viejos colaboradores en dos aspectos básicos: el dinero y la seguridad. Quienes encabezan esas posiciones, lo hacían en el gobierno anterior; hasta su jefe de oficina, Carlos Almada, era el jefe de la oficina de González Parás.
Si Medina quiere crecer políticamente, tiene que cortar el lastre. Tiene que romper con González Paras y formar su primer gobierno. La derrota política en la protesta ciudadana que organizó, mostró que las alianzas con las que llegó al poder –el ex gobernador y las televisoras- ya no son suficientes para sacarlo adelante. Tiene que renovarlas. Claro, se necesitan agallas y un enorme instinto de supervivencia política, que hasta ahora, Medina no ha demostrado tenerlas.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
www.twitter.com/rivapa
Medina se reclamó a sí mismo: AMLO
Redacción/SDP | 28 de Marzo, 2010 - 15:56
Andrés Manuel López Obrador señaló que puesto que el gobernador de Nuevo León es responsable de la seguridad en el estado, entonces al organizar una marcha contra la inseguridad se está reclamando a si mismo.
12
Envía..El Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que puesto que el responsable de la seguridad en Nuevo León es el gobernador priista Rodrigo Medina, entonces la marcha que organizó es para reclamarse a si mismo.
De acuerdo con El Universal, López Obrador declaró que “este gobernador de Nuevo León es un bueno para nada, es una especie de ‘barbie’. Es una especie de ‘barbie’ masculino, es el modelito de Peña Nieto, que piensan que todo lo arreglan con campañas mediáticas”.López Obrador llegó a Nuevo León para revisar la organización de comités municipales en el municipio de Iturbide, al sur de la entidad, en la asamblea nacional que encabeza.
En el marco de una gira por Nuevo León, AMLO señaló que “imagínense, si el responsable de la Seguridad Pública en Nuevo León es el gobernador y él convoca a una marcha, se está convocado a él mismo para reclamarse por lo que está sucediendo”.
Televisa en el Bar Bar: hasta el tuétano
Gloria Leticia Díaz en proceso.com
El pleito por el control de actores y deportistas entre Televisa y Simón Charaf exhibe el uso electoral de más de media docena de “talentos” contratados para “avalar” campañas electorales y de imagen de partidos políticos y gobernadores. En entrevista con Proceso, el dueño del Bar Bar –donde casi muere el futbolista Salvador Cabañas– denuncia haber recibido amenazas de muerte. La Televisora y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal lo desmienten.
Dos meses después del atentado contra el futbolista Salvador Cabañas en el interior del Bar Bar, el dueño del establecimiento, Simón Charaf Medina, da cuenta de los negocios millonarios que la empresa Televisa tiene con gobiernos de los estados y partidos políticos, así como de las jugosas campañas publicitarias que se efectúan a través de los “talentos” del Canal de las Estrellas.
Charaf hace estas revelaciones luego de que fue marginado de los contratos a los que, asegura, tenía derecho por ser socio del consorcio de Emilio Azcárraga Jean en la empresa Imagen y Talento Internacional (ITI), la cual, sostiene, pretenden arrebatarle mediante amenazas de muerte. De éstas responsabiliza a directivos “de alto nivel” de Televisa y a autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En su edición 1735, Proceso reveló que Charaf Medina (exesposo de la Miss Universo 1991 Lupita Jones) mantenía relaciones de negocios con Televisa desde 1994, de acuerdo con documentos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) del Distrito Federal.
De 1994 a 2000, Charaf fue socio de Televisa en Promo Certamen, empresa dedicada a la promoción y comercialización del Certamen Señorita México (folio mercantil 188675).
En 2005 quedó incorporada en el expediente de Imagen y Talento Internacional la sociedad con altos directivos del consorcio televisivo: Joaquín Valcárcel Santa Cruz, vicepresidente jurídico; José Antonio Bastón Patiño, vicepresidente de Televisión y Operaciones; Salvi Rafael Folch Viadero, vicepresidente de Planeación Finaciera; Jorge Lutteroth Echegoyen, vicepresidente contralor del corporativo, y Rafael Carabias Príncipe, vicepresidente de Administración (folio mercantil 279989).
Televisa es socio mayoritario de ITI con 51% de las acciones; Charaf posee 49%.
Según el convenio accionario, el objetivo de la empresa es “la representación, promoción y contratación de personalidades, artistas, deportistas y conductores (‘las personalidades’), a efecto de comercializar en cualquier forma permitida por la ley campañas y proyectos publicitarios, promocionales, de relaciones públicas, conferencias, líneas de comerciales y productos, así como cualquier actividad semejante o conexa a las anteriores (‘la promoción publicitaria de personalidades’)”.
Viejos amigos
Tras aclarar que después de su divorcio con Lupita Jones en 2000 le cedió sus acciones de Promo Certamen, Simón Charaf dice en entrevista que mantenía una “buena relación con la gente de Televisa; eran clientes muy asiduos míos (en el Bar Bar), los veía muy seguido en el negocio”, y eso lo animó a crear ITI.
En 2004, apunta, se dieron los primeros acercamientos de Televisa para asociarse con él en ITI, que entonces contaba con más de 100 “talentos” como representados.
Dice que en esa época “un enviado de una televisora extranjera” –al que no identificó– le manifestó su interés en adquirir ITI, toda vez que se especulaba que el mercado de telecomunicaciones sería abierto a la inversión extranjera.
Según Charaf, el mayor atractivo que él vio en la sociedad con la empresa de Azcárraga Jean fue el compromiso asentado en el convenio de accionistas de que todos los talentos de Televisa estarían obligados por su contrato a “hacer cualquier actividad comercial, aunque sea con Televisa”, a través de ITI.
Ello implicaría, explica, pasar de una plantilla de talentos “de 100 a 500 u 800, considerando que se están renovando todo el tiempo”.
En la lista de personajes sobre los que ITI tendría injerencia destacan “los deportistas que tiene Televisa en América, Necaxa y San Luis, es decir de una exclusividad de todo su talento”.
Charaf se entusiasmó porque, además, entre las cláusulas del convenio se establece la no competencia entre los socios, así como la prohibición de que fuera de la empresa realicen actividades equiparables al objeto de ITI, que es la “promoción publicitaria de personajes”. Otro candado señala que las decisiones de la compañía sólo podrían tomarse por “dos consejeros nombrados por Televisa y por lo menos uno de los consejeros nombrados por el señor Charaf, o bien con 60% del voto favorable de los accionistas”.
Sin embargo, en la operación hubo algunas trabas. Actrices como Lucero y Angélica Rivera, por ejemplo, que han promocionado al gobierno de Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y aspirante a la presidencia, trabajaron fuera de los lineamientos del convenio por indicaciones de la televisora.
“La verdad, para no enfrentarme con ese monstruo hemos tenido que acceder”, señala Charaf, quien dice que su empresa ha invertido en la promoción de las personalidades entre los gobiernos estatales para que funjan como “avales”, así como entre empresas comerciales para campañas publicitarias.
Asegura que en los últimos años fue excluido de las ganancias de al menos 100 proyectos en los que participaron “talentos” de Televisa. “Por cada talento cobramos al menos 1 millón de pesos, sólo en la promoción; de lo demás se encarga Televisa. Por eso quieren apropiarse del negocio”.
En abril de 2008, ITI realizó la campaña promocional del estado de Hidalgo, con Irán Castillo como figura, y después de ese proyecto “ya no nos dejaron participar en ese tipo de campañas porque vieron el tamaño del negocio”.
Charaf es cuestionado sobre su relación comercial con TV Promo, creada por Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente Corporativo de Televisa, y que, junto con la empresa Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia, “han sido mencionadas como mecanismos para maquillar los costos en spots y la venta subrepticia de tiempo-aire en espacios informativos de Televisa a manera de gacetillas electrónicas, que finalmente no se reportan como ingreso de publicidad en la televisora”, de acuerdo con un reportaje de Jenaro Villamil. (Proceso 1512)
“Muchos proyectos los trabajábamos de la mano. La función de TV Promo, según entiendo, es promoción y activación de marcas, y nosotros éramos los que proveíamos el talento. Lo que hacemos nosotros es promoción de personalidades, ya el resto lo hace Televisa.”
–A TV Promo se le adjudican campañas políticas para gobernadores como Enrique Peña Nieto.
–No sé quién lo haya hecho, lo desconozco. Nuestro alcance está en la promoción de la personalidad: mandamos CD o DVD a las empresas más importantes y en algún momento a los gobiernos de los estados para que sean sus avales. Cuando TV Promo o cualquier empresa ha requerido algún talento, lo que hacemos es proveerle al talento y cotizarle al talento, nuestro alcance no llega más allá.
Entre las campañas de las que dice haber sido marginado, sólo en 2009, están la de Chantal Andere, con Convergencia; Ernesto Laguardia, con el estado de Coahuila; Itatí Cantoral, con Hidalgo, y Maite Perroni y Raúl Araiza, con el Partido Verde Ecologista de México.
Esta última campaña le habría reportado ganancias a ITI por 600 mil dólares, pero, asegura, fue operada directamente por Televisa. Y eso fue la puntilla para el empresario de origen libanés, pues su empresa elaboró a petición del PVEM la campaña electoral de 2009, que tuvo como tema central la promoción de la pena de muerte. El proyecto, dice, fue rechazado por Televisa, pero después apareció en las pantallas.
Charaf entregó a Proceso el registro de la comunicación que sostuvieron el exdiputado federal del PVEM Jesús Sesma y la directora de Relaciones Públicas de ITI, Grisel Charaf, en marzo de 2009, para diseñar la campaña electoral, que incluía cineminutos, espectaculares, parabuses, revistas y cartas a domicilio.
Charaf buscó en varias ocasiones, sin éxito, a Emilio Azcárraga para exigirle una explicación, hasta que en diciembre Alejandro Benítez Cueto, directivo de Televisa y apoderado de ITI, le ofreció comprarle su paquete accionario, “por una cifra ridícula”. Charaf se negó, y respondió que preferiría vender a un tercero, lo que provocó la furia de Benítez, quien lo amenazó con un litigio.
Según el empresario, las amenazas arreciaron tras el intento de asesinato de Cabañas, el 28 de enero, luego de enviar un correo electrónico a Azcárraga Jean en el que reclamaba que desde los noticiarios de Televisa se orquestaba una campaña mediática en contra del Bar Bar, al que señalaron como sitio de prostitución y drogas. Charaf le recordó al hijo del Tigre Azcárraga que él, lo mismo que “innumerables ejecutivos del más alto nivel de Televisa” y sus estrellas, eran clientes de su negocio.
Cuenta que Benítez le habría insistido en que la única salida para detener esa campaña era que accediera a vender sus acciones, pero afirma que nuevamente se negó.
“Entonces los ataques seguirán. ¿Qué no te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el mismo presidente de la República somos nosotros?”, sostiene Charaf que le dijo Benítez.
El empresario dice que no pretende buscar justicia con su denuncia, sino mantenerse vivo:
“Lo que espero es que no me vayan a matar. Hay alguien involucrado, de muy alto nivel. Y a mí me dijo el señor Benítez que esto obviamente no era algo que me decía a título personal, él es el mensajero, de que si no accedo a soltar el 49% (de su empresa) van a continuar los ataques.”
Charaf dice que durante los primeros días de las investigaciones del caso Cabañas recibió otra amenaza de un “funcionario cercano al procurador Miguel Mancera”, al cual tampoco identifica en la entrevista.
Según el empresario, el subprocurador de Averiguaciones Previas, Luis Genaro Vásquez, a través de su representante legal Jorge Antonio Domblas, le advirtió que acudiera a los medios para denunciar las presuntas irregularidades.
“Cuando se enteraron de que teníamos una copia del video original y que pensábamos utilizarlo para evidenciarlos, se enfurecieron. Diez días después del atentado de Cabañas, una persona cercana al procurador me buscó y me amenazó de que si decíamos algo, me iban a romper la madre a mí y a mi familia”, acusa.
Dice que realmente tiene miedo, porque la información que ha difundido a través de su página web (laverdadsobreelbarbar.com) “revela el poder de Televisa y el sometimiento de la autoridad, porque no puede ser que todas esas imágenes que ellos tienen, hasta de mejor calidad, nunca las hayan dado a conocer”
Y advierte: “Cualquier cosa que me pase a mí o a mi familia, responsabilizo a Televisa o a la procuraduría. A mí lo que me preocupa ya es mi vida y la de mi familia. Quien me está amenazando son dos grandes poderes”.
Que lo pruebe
El subprocurador Luis Genaro Vásquez Rodríguez, en entrevista con Proceso, invitó al empresario a formular su querella ante las instancias correspondientes, “acompañada de pruebas”, y sugirió que la información que contiene su página en internet sea presentada como “prueba que ofrezca a la autoridad judicial y que ésta valore”.
Según el subprocurador, los únicos funcionarios de la PGJDF que han tenido contacto directo con Charaf en las diligencias son el fiscal de Álvaro Obregón, Miguel Espejel, y el agente del Ministerio Público Hilarión Guerrero Sánchez.
Durante los primeros días de las investigaciones, la dependencia recurrió a los noticiarios de Azcárraga para dar a conocer sus avances. Aun así, Vásquez Rodríguez aseguró que “a Televisa se le ha dado el trato que a cualquier medio se le ha dado. En concreto, si hemos tenido presiones o lineamientos (de Televisa), no”.
Resume que “de la investigación únicamente está vivo un desglose para dar con el otro coautor de los hechos, que es el sujeto identificado como El Paco. Por lo que respecta a las conductas y omisiones desarrolladas por los exempleados del Bar Bar y del señor Carlos Cázares Ocaña, las investigaciones están cerradas debido que se ejercitó acción penal y está en la etapa procesal, sólo le resta al juez recibir más pruebas, procesarlas y valorarlas”.
En cuanto al presunto autor material, José Jorge Balderas Garza, El JJ, Batman o El Modelo, contra quien hay una orden de aprehensión, dijo que se envió un desglose a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), pues “la multiplicidad de identidades” es un elemento que lo vinculaba con la delincuencia organizada.
En cuanto a los tres escoltas del JJ que trabajaban en el Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem), recordó que están en el Reclusorio Sur sometidos a un juicio por homicidio calificado en el grado de tentativa.
Después de que durante dos días Simón Charaf encabezó una intensa campaña para presentar su página web a través de entrevistas a diarios nacionales, como Reforma, El Universal, Récord y La Jornada, que reprodujeron algunas frases de tres entrevistas radiofónicas con Carmen Aristegui, Televisa respondió con un desplegado firmado por el director general corporativo de comunicación, Manuel Compeán.
En el texto, publicado en varios diarios nacionales, Compeán asegura que la estrategia de Charaf es sólo “para distraer la atención” sobre las “presuntas irregularidades” con las que operaba el Bar Bar, al que ubica como “oscuro antro”.
Compeán califica como “inverosímil y ridícula” la acusación contra Alejandro Benítez y señala que la empresa Imagen y Talento Internacional representó para Televisa ventas netas en 2009 por 8.5 millones de pesos, equivalentes a “0.02% de los ingresos” del consorcio.
Simón Charaf replica: “Si vende esa cantidad es porque muchos de los proyectos, y los proyectos más grandes, Televisa los ha hecho en directo, violando nuestros acuerdos de accionista”.
–¿Esa es la cifra que le ofrecen para comprarle sus acciones?
–Es una cantidad ridícula que no te voy a revelar
–¿Es menor de esos 8.5 millones que dice Compeán?
–Sí, es una cantidad muy baja, una cantidad ridícula.
Al preguntarle por qué no ha recurrido a los tribunales civiles y mercantiles por el incumplimiento de contrato de Televisa, así como por el daño moral que dice que le ha causado a sus empresas, a él y a su familia la campaña mediática de la televisora contra el Bar Bar, Simón Charaf asegura que son asuntos que está estudiando con sus abogados.
–En cuanto a las amenazas que asegura que recibió de funcionarios de la procuraduría, ¿por qué no recurrir a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, si desconfía de las autoridades?
–Es lo que vamos a hacer.
–¿Por qué no lo ha hecho, si ya tienen tiempo esas amenazas?
–Hemos estado atendiendo a los medios. l
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
La historia de la familia Ramírez es casi como de película. El matrimonio Ramírez compuesto por Enrique Ramírez Miguel y María Villalón...
-
El encargado de despacho de la PGJEM, Alfredo Castillo, explicó que el cuerpo de la niña tardó en emitir un olor fétido debido a que su cue...
-
El voto de castigo. Cartón: Rocha MÉXICO, D.F. (Proceso).- México es un claro ejemplo de la indisociable relación entre una demo...