miércoles, 24 de noviembre de 2010

Insulta la manera de tirar nuestro dinero :

Calderón y el entreguismo. Salvador García Soto

Serpientes y Escaleras |
Pocos presidentes mexicanos cedieron tanto ante las presiones de Estados Unidos como Felipe Calderón. Si con Carlos Salinas las fronteras comerciales del país se abrieron a las empresas y productos estadounidenses que inundaron y arrasaron mercados e industrias nacionales, con Calderón, las autoridades estadounidenses avanzan cada vez más, sigilosamente y con acuerdos secretos, en la operación e injerencia directa en acciones del gobierno y las Fuerzas Armadas mexicanas en la “guerra contra las drogas”.

Operativos de la Secretaría de Marina Armada de México, diseñados y dirigidos por personal de la DEA estadounidense, en la que los marinos mexicanos sólo siguen órdenes para atrapar o matar a capos del narco; entregas de narcotraficantes pactadas con autoridades de Estados Unidos, como la de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, donde el gobierno de México, la SSP, monta una captura; y hasta la existencia no desmentida de un Centro de Espionaje en territorio mexicano, en plena capital del país, donde operan agencias como la CIA, el Pentágono, el FBI y la misma DEA, son parte de peligrosas concesiones que la administración de Calderón ha dado a Washington en aras del combate al narcotráfico.

¿Por qué el presidente no ha informado ni al Congreso ni a la opinión pública de acuerdos o pactos secretos firmados con Washington que, bajo la oscura figura de la “cooperación binacional” y la difusa Iniciativa Mérida, han permitido que agentes extranjeros y espías trabajen en México y coordinen y ejecuten operaciones de seguridad, ordenando incluso a las Fuerzas Armadas mexicanas?

Porque en los últimos golpes de la Marina, desde la muerte de Arturo Beltrán Leyva hasta el reciente operativo que terminó con la vida de Ezequiel Cárdenas Guillén Tony Tormenta, personal de la DEA se ha encargado de las labores de inteligencia que han ubicado a los capos, y son los agentes estadounidenses los que coordinan todo el operativo que ejecutan los marinos mexicanos. Testigos de esos operativos afirman que entre los militares encapuchados que participaron en esos golpes, había agentes que “se movían como auténticos rambos”, y cuya complexión y forma de actuar es diferente a la de los marinos mexicanos.

En abril pasado, el general Roberto Badillo, diputado y secretario de la Comisión de Defensa, denunció que Estados Unidos estaba enviando a México a militares de élite entrenados y contratados por empresas privadas para participar en un centro de operaciones de vigilancia aérea con sede en Veracruz. Disfrazados de “contratos civiles” a empresas privadas de seguridad, esos “mercenarios o rambos”, como los llamó el diputado, estarían operando en territorio mexicano como parte de los acuerdos en materia de seguridad que negocian en secreto México y Estados Unidos con el aval de Calderón.

¿Hay entonces soldados estadounidenses, bajo la figura simulada de empresas outsourcing, actuando en operativos contra el narcotráfico en México? ¿Las agencias de seguridad estadounidenses y el Centro de Espionaje operan con la autorización del gobierno mexicano? ¿En qué acuerdos secretos se estableció todo eso? ¿Lo saben en el Congreso?

NOTAS INDISCRETAS… La foto en la que Yeidckol Polenvsky aparece sonriente y juntito a Enrique Peña Nieto provocó ayer una tormenta en la sede del gobierno legítimo en la colonia Roma. Andrés Manuel López Obrador se molestó con la imagen, y varios de sus cercanos aprovecharon para insistirle en la conveniencia de retirarle el apoyo a la polémica senadora. Hasta ayer por la tarde, el tema se discutía entre los lopezobradoristas, mientras en el CEN del PRD y en el Palacio del Ayuntamiento gritaban “¡se los dije!”… Otro tropezón de los dados. Serpiente.

Luchas Laborales Jesús Luna, Lourdes Martínez y Santos Martínez Cruz SME

Capitulo seis de las Luchas Laborales del Bicentenario, una producción de Frecuencia Laboral con la colaboración de Los Rudos del SME y el Sindicato Mexicano de Electricistas, transmisión y difusión Radio AMLO y Lux TV.

PGJDF: impugna obispo Onésimo Cepeda amparo en su contra por fraude




PGJDF: impugna obispo Onésimo Cepeda amparo en su contra por fraude


Tribunal Colegiado resolverá si el recurso de Arthinia Internacional se mantiene, informó el procurador.



Notimex

Publicado: 24/11/2010 12:27



México, DF. El procurador capitalino Miguel Ángel Mancera informó que el obispo Onésimo Cepeda y el empresario Jaime Matute, interpusieron un recurso de revisión en contra de un amparo que obligaba al Ministerio Público del DF a ejercitar acción penal en su contra.



En entrevista, Mancera explicó que deberá ser ahora un Tribunal Colegiado, el que defina si el amparo concedido por el Juzgado 11 de Distrito a la empresa Arthinia Internacional, la cual acusa de fraude al prelado católico y al empresario, se mantiene o es revocado.



“La sentencia de amparo queda en términos jurídicos pendiente de ejecutarse, es decir, la instrucción que había para que ejercitáramos acción penal queda pendiente hasta en tanto no la revise un Tribunal Colegiado, de momento no podemos hacer nada”, indicó el titular de la procuraduría General de Justicia del DF.



Cabe señalar que el amparo que había obtenido la mencionada empresa, reactivaba la averiguación en la que se acusa a Onésimo Cepeda y Jaime Matute de haberse apoderado ilícitamente de una colección de 42 pinturas de artistas nacionales y extranjeros, justificando dicha acción con un pagaré presuntamente irregular.



La sentencia obligaba a la Procuraduría capitalina a ejercitar acción penal en contra de los involucrados, y solicitar a un juez capitalino una orden de aprehensión en su contra.



No obstante, Mancera reiteró que con el recurso de revisión interpuesto por la parte quejosa, en este caso los acusados de fraude, ahora habrá que esperar lo que resuelva la justicia federal.



“Puede ser de uno a tres meses el tiempo en que se resuelva la revisión del amparo, no podemos adelantar nada más porque la determinación del juez de distrito ya está sujeta a lo que se resuelva el tribunal”, concluyó.



En la página del Consejo de la Judicatura Federal se dio a conocer oficialmente el escrito del recurso de revisión interpuesto en la víspera, y se instruye que la sentencia sea remitida a un tribunal colegiado en materia penal del primer circuito para su estudio.

Lázaro al frente del PRD frenaría alianza con el PAN: López Obrador



MÉXICO, D.F., 24 de noviembre (apro).-Andrés Manuel López Obrador manifestó su respaldo a la candidatura de Lázaro Cárdenas para presidir el PRD.



Con el exgobernador de Michoacán al frente del PRD, dijo López Obrador a la periodista Carmen Aristegui, no habrá alianza con el PAN.



Cuauhtémoc Cárdenas declaró en días pasados estar en contra de las alianzas con el PAN.



Ya han respaldado a Lázaro Cárdenas como el sucesor de Jesús Ortega, el jefe de gobierno Marcelo Ebrard y el propio Ortega.



La diferencia se da en los tiempos de la sucesión interna. Mientras los lopezobradoristas proponen que el relevo se de en diciembre, Ortega insiste que sea hasta marzo del año próximo.

México vive en paz: Calderón





El Presidente recuerda que el problema de la criminalidad en México es significativamente menor al de los países de América Latina





El presidente Felipe Calderón México no resuelve sus problemas ni con autoritarismo ni con dictadura.



"Hoy, a diferencia del pasado, sus problemas no se enfrentan ni desde el autoritarismo ni desde la dictadura", subrayó al entregar los premios nacionales de ciencias y artes 2010 en Palacio Nacional.



Pese a los enormes problemas y al desafío del crimen, México puede estar en paz, como en el acto en Palacio Nacional, dijo Calderón.



"A pesar de los enormes problemas que tiene México, este país libre y democrático ha podido articular sus diferencias, aún con la enorme problemática de criminalidad que vivimos, por cierto no mayor e incluso significativamente menor a los países de América Latina, es precisamente lo que ha posibilitado que se articulen nuestras diferencias en expresiones democráticas y que México viva, aún con sus desafíos y problemas una democracia, una relación entre los mexicanos, que nos permite estar hoy aquí reunidos en el corazón político del país y en paz", aseguró Calderón.



El Zócalo se encuentra bloqueado por vallas, debido a los espectáculos por el centenario de la Revolución, y con fuerte presencia de policías federales, locales y el Estado Mayor Presidencial.



El mandatario federal dijo que la democracia mexicana "intrínsecamente vale la pena", porque ha servido para mejorar la educación y el ingreso de los mexicanos, entre otros aspectos.



Previamente el galardonado Enrique Krauze expresó la necesidad de llamar a las cosas por su nombre.



"Es importante incluso poder fortalecernos y respetarnos, llamando como se ha dicho aquí, a las cosas por su nombre.



"Llamando al crimen crimen; llamando a la libertad y a la pluralidad, libertad y pluralidad; llamando a la democracia, democracia.



"Esos valores son a mi juicio lo que ha permitido que a pesar de los grandes problemas que tiene México, este país libre y democrático ha podido articular sus diferencias", aseguró Calderón

Victoriano Huerta, el traidor sobreviviente Miguel Ángel Granados Chapa


MÉXICO, D.F., 22 de noviembre.- Si Victoriano Huerta y su red de secuaces pensaron que la historia los absolvería, se equivocaron. Sus nombres han sido y seguirán ligados a la más baja actitud en el espectro cristiano de la existencia: la traición.”

Tal dijo Enrique Krauze –Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 en el campo de la historia– hace 17 años, con motivo del octogésimo aniversario del asesinato de Madero, a manos de los esbirros de la fiera de Colotlán. Asombrado, he visto cómo el equivocado fue Krauze. Huerta es admirado, “mucho” o “algo”, por 41% de los entrevistados en una encuesta levantada en vísperas de celebrar el centenario del comienzo de la Revolución.

El Grupo Reforma –que publica el diario de ese nombre en la Ciudad de México, así como El Norte, en Monterrey, y Mural en Guadalajara– realizó ese sondeo por el 5 y 6 de noviembre. “Los resultados son representativos de los adultos que tienen una línea telefónica en su domicilio”, se explica en la nota metodológica. No sorprende que los protagonistas de la Revolución más admirados sean Zapata y Villa, por encima de Madero. Me dejó estupefacto, en cambio, que un porcentaje tan alto –cuatro de cada 10– admiren al traidor de febrero de 1913, si bien esa cifra es menor que la de los encuestados que lo execran, que llega al 46%.

Quizá aferrado en exceso a mi subjetividad, me parece que es necesario explicarnos lo que juzgo una anomalía, que lo es no condenar de modo unánime a ese chacal. Ese error moral puede deberse a ignorancia, es decir, a no saber quién fue Huerta, qué hizo y a quién. También podría ocurrir que ese resultado sea producto de la confusión, y que la gente que dijo admirar a Victoriano Huerta haya creído opinar en favor de Adolfo de la Huerta, el sonorense que rompió con Obregón, su amigo y jefe, 10 años después de la felonía del jalisciense.

Sería más sorprendente, sin embargo, que la admiración por Huerta proviniera de la información de que dispone el grueso de la sociedad, una información que trate con lenidad al asesino de Madero. En refuerzo de esa hipótesis recuerdo la normalidad con que el secretario de Gobernación Carlos Abascal ordenó incluir al traidor en la galería de sus antecesores, como si hubiera ocupado ese cargo en circunstancias normales, que no fueran producto de un forzamiento militar. En esa misma línea de la interpretación panista de la historia, encuentro natural el modo benevolente en que la página oficial del centenario de la Revolución, el sitio del gobierno de la República presenta la ficha biográfica de Huerta.

Afirma que participó “en la pacificación de Yucatán en 1901”. Ese es el modo porfirista de referirse a la gran matanza de indios mayas ordenada desde el centro y ejecutada con gran brutalidad por Huerta, que con la experiencia de ese lance también incurrió en genocidio contra el pueblo yaqui. Es peor, sin embargo, el perdón que la historia oficial del presente extiende a Huerta. Lo llama “presidente interino”, en vez de llamarlo sencillamente “espurio”, pues si bien el Congreso le extendió el nombramiento, lo hizo forzado por el peso del Ejército al que Huerta había vuelto contra su jefe legítimo.

Taimado, Huerta había transitado de su condición de alto comandante del Ejército federal a ganar la confianza de Madero. Cuando el 9 de febrero de 1913 se inició lo que pretendía ser la contrarrevolución, la restauración del antiguo régimen con Bernardo Reyes a la cabeza, en el ataque de un batallón de la escuela de aspirantes al Palacio Nacional el defensor del baluarte, el fiel general Lauro Villar, fue herido, por lo que se hizo necesario reemplazarlo. Para ello, según refiere Vasconcelos en su Ulises criollo, Madero aprovechó “el ofrecimiento que en ese instante hizo de su espada el general Victoriano Huerta. De momento se había convertido así en el jefe militar del país”.

Impedidos de tomar la sede del gobierno, a la que llegó Madero para simbolizar que estaba en pleno ejercicio del poder, los rebeldes encabezados por el sobrino de su tío, Félix Díaz, y por el también traidor general Manuel Mondragón, se hicieron fuertes en la Ciudadela. Desde allí atacaron el Palacio Nacional. Huerta no combatió con toda su fuerza a los alzados: “Aun para los que no estaban acostumbrados a observar el desarrollo de una acción militar –reflexionó el después general Francisco L. Urquizo–, la batalla por la recuperación de la Ciudadela ya estaba resultando un tanto rara, extraña, fuera de lo que era natural que de ella se esperara, sobre todo si se tomaban en cuenta las declaraciones que reiteradamente había hecho el comandante militar de la plaza y jefe de las operaciones en la ciudad, general Victoriano Huerta, quien había asegurado una y otra vez, ante quien quiso oírlo, que tomar posesión de la Ciudadela y acabar con sus defensores era una operación sumamente sencilla y que no entrañaba ningún peligro de fracaso”.

Semejante extrañeza manifestó Vasconcelos mientras los sucesos ocurrían: “¿Por qué, pregunté dirigiéndome al ministro de Guerra tras uno de esos disparos, por qué los sublevados tienen tan buena puntería y en cambio los nuestros nunca le pegan a la Ciudadela? ¿Por qué no asaltan y acaban en dos horas con ese manojo de ratas?, insistí. Es una vergüenza que 400 hombres tengan en jaque a toda la nación que está en paz y apoya al gobierno”.

Era que la traición estaba en curso. El historiador Stanley R. Ross fija su consumación a pocas horas después de iniciada la Decena Trágica, como se llamó al tenso e intenso periodo del 9 al 22 de febrero: “El martes 11, a las 10.30 de la mañana, escasamente 15 minutos después de que empezó la ofensiva federal, el general Huerta y Félix Díaz conferenciaban (…) El primer fruto del pacto se produjo en las horas avanzadas de la tarde, cuando a un destacamento de las fuerzas rurales se le ordenó avanzar al descubierto sobre la calle de Balderas. Las ametralladoras de los rebeldes de la Ciudadela (…) hicieron pedazos la cerrada formación de los rurales”.

Alfonso Taracena retrata, como si hubiera estado presente, la dimensión del fingimiento del traidor ya en obra: “Un armisticio concertado al amanecer es roto a las 2.00 de la tarde, debido a que no se llega a un acuerdo para la introducción de víveres en la Ciudadela, si bien Huerta dice a Madero que debían enviar a los sublevados hasta mujeres y licores para que cuando la fortaleza caiga no quede uno de ellos en toda la ciudad. Y levanta al presidente diciéndole: ‘Está usted en brazos del general Victoriano Huerta’”.

El 18 de febrero se precipitan los acontecimientos. Huerta se descara y arresta personalmente a Gustavo A. Madero, hermano del presidente, conocido por su influencia sobre don Francisco, y a éste mismo, en el Palacio Nacional. Para garantizar la paz según su modo de entenderla, el embajador estadunidense Henry Lane Wilson reúne en su oficina al rebelde Díaz y al infidente Huerta. El acuerdo entre ambos estaba siendo puntualmente cumplido, pero el diplomático metiche quiso ser parte y beneficiario del convenio. Allí se firmó el Pacto de la Embajada, según el cual Huerta asumiría la Presidencia y convocaría a elecciones que ganaría el sobrino del dictador huido a Francia; los intereses estadunidenses quedarían bien preservados en uno y otro caso.

El 19 de febrero Madero y el vicepresidente Pino Suárez, prisioneros en Palacio, son obligados a renunciar. Una Cámara entre timorata y temerosa acepta las dimisiones. El secretario de Gobernación, Pedro Lascuráin, suple a los renunciantes durante 45 minutos, suficientes para nombrar secretario de Gobernación a Huerta, que ha urdido toda la trama. Lascuráin se retira y Huerta es presidente. Que los reaccionarios en 1913 y en 2010 lo llamen “interino” no lo libra de su verdadero carácter de espurio.

Su felonía irá aún más lejos. Huerta mismo y el embajador de Washington engañan al cuerpo diplomático y a la familia de Madero, a quienes aseguran que el expresidente podrá salir al exilio. En vez de eso, Huerta ordena el traslado de sus eminentes prisioneros a Lecumberri. Y en el camino, los matones Cárdenas y Pimienta, a las órdenes de Aureliano Blanquet, un feroz traidor casi a la altura de Huerta y acatando instrucciones del espurio, asesinan al presidente y al vicepresidente. Como ocurre en 2010, se simula un tiroteo, y se informa que Madero y Pino Suárez fueron víctimas del fuego cruzado entre sus custodios y una banda que pretendió rescatarlos. Un daño lateral, pues.

Huerta se rodea de gente “decente” que no vacila en servir a un asesino, a quien en vez de vituperar se ensalza por haber salvado a México del peligro que era Madero para el país. En los siguientes meses, el espurio se portó como quien era: “En la persecución a los opositores a su gobierno destacó el asesinato del senador Belisario Domínguez y de los diputados Serapio Rendón y Adolfo Gorrión, así como el encarcelamiento de los integrantes de la legislatura, con el fin de elegir otra que aprobara todas sus medidas”, escribe el doctor Álvaro Matute en la muy sintética visión de esta época aparecida en la Historia de México, un volumen coordinado por la doctora Gisela von Wobeser, directora de la Academia Mexicana de la Historia con que el gobierno de Calderón festejó los centenarios.

“Huerta –continúa– se enfrentó al problema de que a pocos días de tomar el poder hubo cambio en el gobierno de Estados Unidos. El nuevo presidente Wodrow Wilson no aprobó la manera mediante la cual Huerta había llegado al poder y no le otorgó reconocimiento diplomático. Más adelante, ya en 1914, un incidente naval en Tampico, donde fue atacado un barco de Estados Unidos, propició el desembarco de tropas de ese país en Veracruz. Así, el gobierno de Huerta tenía que atacar varios frentes: la intervención, el Ejército Constitucionalista que avanzaba del norte al centro del país, y los zapatistas en el sur.”

Tras sucesivas derrotas militares, Huerta tuvo que renunciar el 15 de julio de 1914 y huyó del país. Pretendió volver año y medio después, y se radicó en El Paso, en una finca de su propiedad. Pero por burlar la ley migratoria (y hacer un guiño de buena voluntad al triunfante carrancismo) fue llevado preso a Fort Bliss. Allí murió víctima de cirrosis hepática. El salvaje bebedor que fue sucumbió al alcohol el 13 de enero de 1916.

En noviembre de 2010, vísperas del centenario de la Revolución que combatió, su recuerdo sobrevive, no sólo para su mal, pues sorprendentemente hay mexicanos que lo admiran.

Qué le vamos a hacer.

Colima Miguel Ángel Granados Chapa Periodista


Distrito Federal– Cuando en 1979 José López Portillo resolvió que la poeta y maestra Griselda Álvarez fuera gobernadora de Colima, una de las razones de su decisión, adoptada con criterio machista, fue que ese estado era suficientemente apacible y calmo como para ser gobernado por una mujer, la primera que ejerció el poder ejecutivo estatal en la república.



En los dos decenios posteriores, la tranquilidad de los colimenses se vio paulatinamente disminuida. El ejercicio y la búsqueda del poder político se agitaron en términos inusuales, no sólo porque la oposición casi inexistente adquirió presencia y alcanzó victorias impensables, sino porque el PRI se fracturó o se hicieron evidentes y virulentas las diferencias entre los grupos que dominaban el partido gubernamental. Por añadidura, la delincuencia organizada descubrió el potencial de esa entidad para producir y procesar drogas, y el de Manzanillo en particular como vía de ingreso y salida de toda suerte de efectos del comercio no ilegal.

Esos fenómenos llegaron a puntos culminantes en la primera década del siglo XXI. En 2003 concluyó el sexenio de Fernando Moreno Peña, cabeza del Grupo Universidad, que había sido rector de esa institución y conseguido lo que otros caciques universitarios en otras entidades no lograron nunca alcanzar, el dominio de la política estatal. Tanto estaba Moreno Peña en el control de la vida gubernamental que no se cuidó de disimular su apoyo a Gustavo Vázquez Montes, elegido por él como su sucesor. Lo impulsó en el proceso interno de su partido –contra su antiguo jefe y aliado, Jorge Humberto Silva Ochoa, lo que significó la extinción del Grupo Universidad– y con mayor énfasis después, en la elección constitucional, frente a una alianza opositora. Tan notoria fue la injerencia del Ejecutivo en el proceso correspondiente –prevista y sancionada en el artículo 59 de la Constitución local–, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló la elección. Esa grave decisión no inhibió a Moreno Peña, que insistió en hacer candidato a Vázquez Montes. Ya como ex gobernador encabezó el mitin en que por segunda vez rindió protesta el aspirante priísta e hizo campaña a su lado, tan intensamente como si fuera la propia.

En esa coyuntura asomó sus fauces el monstruo de la violencia política, si bien entonces únicamente de manera simbólica: ante el edificio de la legislatura local fueron arrojados los cuerpos de tres perros, muertos con un balazo en la cabeza. Cada uno ostentó un letrero, con el nombre del propio Moreno Peña y los de Vázquez Montes y Antonio Sam López, ex procurador estatal de justicia. Moreno Peña acusó el golpe, y lo interpretó como una amenaza y una agresión “de la mafia” a sí mismo y a su esposa, Hilda Cevallos, legisladora local entonces y hoy diputada federal.

Vázquez Montes fue elegido por segunda vez, pero perdió la vida en un accidente aéreo, junto con varios de sus colaboradores, en un episodio cuya naturaleza nadie cuestionó de modo formal pero que despertó la incredulidad desinformada, misma opaca sensación que reapareció el domingo pasado cuando se trató de vincular aquella muerte con el asesinato de Silverio Cavazos.

Cavazos había tenido una brevísima trayectoria pública, Defensor de oficio en su natal Tecomán, también allí fue líder municipal del PRI y secretario del ayuntamiento, cargos ambos a que lo impulsó Vázquez Montes. También lo apoyó para que fuera diputado local, circunstancia en que se hallaba a la muerte de su protector. Inesperadamente resultó elegido para concluir el periodo del gobernador extinto. La misma sorpresiva capacidad que tuvo para hacerse del poder la mostró al imponer, contra la manifiesta voluntad de Beatriz Paredes, a su sucesor. A Mario Anguiano, que llamó “nuestra amiga” a la dirigente nacional priísta, este lunes, en el funeral de Cavazos, se le atribuían, como a Cavazos mismo, vínculos con el narcotráfico, sólo porque parientes suyos habían estado o están procesados por delitos contra la salud.

Anguiano autorizó a la viuda de su amigo, la licenciada Idalia González, a decir un discurso en la porción del sepelio que tuvo lugar en la sede priísta, luego de la ceremonia luctuosa en el Palacio de Gobierno y antes de que se rindiera homenaje a Cavazos en la Cámara a la que perteneció. Con expresiones comprensiblemente entrecortadas, la señora Cavazos se dolió de la permanente crítica padecida por su esposo y ella misma durante su gobierno y en los trece meses corridos desde que concluyó su periodo. Dos veces aludió al “licenciado Fernando”, sin tener que pronunciar el nombre completo de Moreno Peña, y mencionó también al diputado local Nicolás Contreras, a los panistas Raymundo González –líder estatal de ese partido– y Leoncio Morán, antagonista de su marido en la elección del 2005 y hoy diputado federal, así como a los directores del Diario de Colima, Héctor Sánchez de la Madrid y Armando Martínez de la Rosa. No sugirió en modo alguno que tuvieran relación con el asesinato de su esposo, ocurrido 24 horas antes. Pareció ser solamente un desahogo movido por el dolor, como lo pareció también el innecesario relato de los últimos minutos de su vida familiar, en que ella reprochó a la inminente víctima el que la despertara tan temprano en domingo con la radio a volumen muy alto. Del relato de esos momentos, sin embargo, se desprende una versión distinta de la oficial sobre el instante en que Cavazos fue ultimado. Según su viuda, estaba dentro de la casa cuando se produjo “una ráfaga de balazos”.

Muy comprensible-Hernández

Flexibilización-Helguera

La sabiduría de la Iglesia-Fisgón

Más milagros onésimos Julio Hernández López

Astillero
Decena trágica
Fiesta, en la tragedia
Lázaro, levántate


A partir del supuesto de que hay materia para celebrar, Felipe el festivo organiza reunión de domingo en el Auditorio Nacional para recordar que 10 años atrás el panismo llegó al poder. Foxismo y calderonismo unidos en el autoelogio con cargo al erario, aunque uno fuera caracterizado por la alta corrupción que tuvo como estrella a la señora Marta y sus hijos de negocios privilegiados y otro estuviese caracterizado por el bajo nivel a que ha llevado al país entre crisis y “guerras”. Pero los panistas consideran que la década perdida merece pachanga, con la presencia de sus cuadros gerenciales comisionados en los estados a título de gobernadores, con sus bancadas legislativas doblegadas y minoritarias, con la elite rapaz instalada en secretarías de Estado y en direcciones generales, con un panismo uncido al gobierno federal, incapaz de elegir dirigentes que no sean enviados por Los Pinos. Diez años de tragicomedia, con FC en lo trágico, sin siquiera posibilidades cómicas, y Fox en lo cómico que también fue trágico.
El secretario de gobierno de Baja California, que provisionalmente despacha como secretario de Gobernación, hizo saber que la estrategia de exterminio que actualmente desarrolla el felipismo podría ser sujeta a ciertos ajustes o correcciones, pero manteniendo esencialmente el mismo rumbo. No debe esperarse mayor cosa de ese aparente guiño oficial a las exigencias crecientes de los mexicanos para que cese o cuando menos aminore la “guerra” contra el narcotráfico, pues el mismo comandante en jefe ha encabezado sesiones de presuntos diálogos ciudadanos, en los que se han planteado similares propuestas de pacificación a las que el guerrero blanquiazul hace como que atiende mientras aviva el fuego de la confrontación. Así es que puro bla, bla, Blake.
En Colima, el narcotráfico vuelve a aparecer como telón de fondo de riñas partidistas y preparativos electorales. En esa entidad pequeña de tamaño, pero grande en importancia en asuntos marítimos y químicos (Manzanillo, el punto), el priísmo ha sido suciamente imbatible, a pesar de que algunos de sus personajes son socialmente impresentables, como el ex gobernador sombrío Fernando Moreno Peña y sus sucesores. La muerte del ex mandatario Silverio Cavazos ha permitido el avivamiento de la corriente panista que trata de aprovechar el enojo social contra las pésimas y corruptas administraciones de tres colores, de las cuales la actual, a cargo de Mario Anguiano, es ejemplo radiante. Conjunción de mafias, las políticas y las confesamente delincuenciales, el ejercicio gubernamental colimense tiene fisuras que pretenden ser aprovechadas para filtrar el escudo blanco y azul, como ha sucedido en otras latitudes. Mientras Anguiano se hace bolas respecto de los indicios de narco en el asesinato de su promotor, Cavazos, y la fortuna de éste es puesta bajo la lupa ciudadana, el presidente Calderón, presidente del comité nacional panista, pide que no se descarte ninguna hipótesis, y el ex candidato Leoncio Morán insiste en lo sabido de las oscuras relaciones de esos priístas hoy en apuros.
En hipótesis podría quedar el golpe efectista con que se quiso imponer a Yeidckol Polevnsky como candidata de PT, Convergencia y el lopezobradorismo a la gubernatura del estado de México. La torpe maniobra de destape, fundada en una presunta encuesta de opinión hecha al vapor, multiplicó las objeciones de fondo que miembros de ese segmento político hicieron a la polémica ex dirigente empresarial, a la que se atribuye conflicto de intereses en asuntos de tabaco. El PRD chucho-camachista-ebrardista obviamente también se opuso a lo que el monero Hernández definió en el título de uno de sus cartones como Dedazo legítimo. Descalificada desde diversos flancos, Polevnsky ya no se asumió como toda una señora candidata, sino como una tierna propuesta sujeta a tiempos y definiciones posteriores. La enjundia viajera de López Obrador podría haber sido mellada en esa entidad por la ligereza cupular con que trató de instalar a una candidata inviable.
Muy viable, de pronto, aparece el hijo del papá al que por cálculos electorales quieren volver a tener en fotografía de familia los aspirantes “izquierdistas” a la Presidencia de la República. Lázaro parece estar en condiciones de levantarse y andar, gracias a las paternales muletas marca Cuauhtémoc, modelo 2012. Marcelo Ebrard, en la recolección de elite con que pretende contrarrestar la movilización de base de su adversario tabasqueño, ha dicho que estaría encantado de la vida si el antecesor de Leonel Godoy fuese el próximo presidente del comité nacional del PRD, y ha hecho sentir que el propio pejismo esquivo coincidiría en ese personaje que fungiría como una especie de árbitro tutelado de la contienda por la postulación a partir de los mejores “posicionamientos”. Michoacanazo partidista en puerta, según eso. A fin de cuentas, en uno u otro bando, en un partido u otro, que siga la fiesta.
Astillas
Milagros jurídicos a cargo del venturoso obispo Onésimo: enfermose de gravedad, asuntos del corazón, a unas horas de que pudiera ser aprehendido por terrenos policías a causa de un cuadrado desliz artístico y algunos pagarés con aroma a lavado; ahora ha salido de su refugio hospitalario, pero la divina providencia médica le ha ordenado que descanse unos días en cualquier lugar que esté por debajo de la altura de la ciudad de México o, más precisamente, lejos de la altura o el alcance de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. El hombre del Señor (de los cielos) podrá reincorporarse al bullicio capitalino en cuanto le sean favorables algunos rezos a la virgen del Amparo, OC/Fraude/diagonal 2010... Peña Nieto ha dado su apoyo al todavía gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, para que releve a Beatriz Paredes, en una jugada de dos bandas que permitirá al hermano, Rubén, aspirar a recibir el mando coahuilense, no como herencia familiar, sino de manos de un mandatario interino... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo