viernes, 12 de abril de 2019

El desvanecimiento de la OEA

Luis Almagro, secretario general de la OEA. Foto: @Almagro_OEA2015

PABLO GÓMEZ
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los momentos más importantes de la historia de la Organización de Estados Americanos han estado vinculados a las órdenes impartidas por el gobierno de Estados Unidos. Se recordará, entre otros muchos, la expulsión de Cuba (“incompatibilidad de regímenes sociales”) y la ocupación militar para derrocar al gobierno constitucionalista de la República Dominicana.
Pero desde aquello que era dramático se ha llegado al ridículo inaudito: una organización de Estados admite como miembro del mismo al Poder Legislativo de un país. La idea de reconocer a Guaidó como presidente de Venezuela fracasó cuando en la resolución se sustituyó el término República Bolivariana de Venezuela por Asamblea Nacional, es decir, que el país ya no es integrante de la organización sino sólo su Poder Legislativo. Fue Jamaica, el voto 18 que era para alcanzar la mayoría suficiente, quien introdujo la corrección.
La OEA es ya una organización en la que están en la mesa gobiernos y una asamblea de diputados. Dentro de poco, de seguro podrán ingresar con derechos plenos partidos políticos si acaso eso sirve para llevar a cabo planes intervencionistas.
Hay un tal Almagro, quien opera como Secretario General de la OEA, que se ha dedicado a combatir todo aquello que odia Donald Trump en el continente. Entre los dos están logrando lo que no se pudo antes: llevar a la OEA a su completo desvanecimiento.
Una organización de tan pobre perfil que llega a los extremos de promover golpes de Estado, ya se ubica un peldaño más abajo que cuando admitía los mismos con simpatía. Pero al designar por sí y ante sí al representante de un Estado soberano, como recurso político golpista, conduce las relaciones internacionales hemisféricas al extremo del colapso. En realidad, esa resolución carece por completo de efectos reales, como se dijo luego de la votación.
La OEA no ha sido un foro privilegiado de sus países miembros, pues casi todos ellos han creado instancias regionales para impulsar relaciones políticas y económicas de mucho mayor calado que el viejo “ministerio yanqui de colonias”, como algunas veces le llamaba Fidel Castro.
El arribo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no fue lo que más aumentó la presión sobre la OEA. El mayor problema ha sido el conjunto de derrotas de las izquierdas en varios países. La llegada de gobiernos francamente derechistas en Argentina, Chile, Brasil, Perú y Ecuador ha llevado a la OEA a ser algo parecido a lo que era en los sesentas y setentas del siglo pasado.
México ha tenido históricamente una distancia de la OEA. Casi todos sus gobiernos fueron fríos en tanto que, por nacimiento y desempeño, esa organización estaba más cerca de la doctrina Monroe que de unas relaciones hemisféricas en pie de igualdad. El Estado mexicano nunca necesitó a la OEA, por lo cual fue uno de los más alejados de la misma.
El embajador mexicano ante ese organismo, Jorge Lemónaco, ha dicho que la afiliación de la Asamblea Nacional de Venezuela a la OEA es una victoria pírrica de algunos, es decir, que le ha costado demasiado a sus patrocinadores, para empezar, el más completo ridículo.
Nicolás Maduro quizá podrá caer, pero es más difícil que Juan Guaidó, el designado por Trump, llegue a ser realmente presidente. La crisis venezolana no es un fenómeno que afecte al hemisferio y mucho menos a las relaciones internacionales del mundo, como pretenden 50 gobiernos que quieren decidir la coyuntura en el país de Bolívar. Sin embargo, se encuentra sorprendentemente en la lista de conflictos mundiales.
En Europa occidental y central pocos han resistido los requerimientos de la Casa Blanca, pero acá, en América Latina, al menos existen todavía gobiernos con dignidad para negarse a intervenir en asuntos internos de otras naciones. México es uno de ellos.
Mientras, la OEA se ha desvanecido. Enhorabuena.

Gasolineros deberían devolver el dinero que pillaron

 Charrismo sindical y la nueva reforma // Niño Muerde: cobras y te vas
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▲ El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, recorrió parte del muro fronterizo en la ciudad de Nogales, Arizona. Aseguró que no se separarán las familias migrantes y pidió al Congreso terminar con lo que calificó de fallas en la ley de asilo.Foto Ap
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esde octubre del año pasado las autoridades detectaron que crecía el margen de utilidad de los gasolineros. Usaban un mecanismo hasta cierto punto simple: se quedaban –y se siguen quedando seis meses después– con el subsidio al impuesto IEPS que Hacienda otorga en beneficio de los consumidores, a fin de amortiguar las variaciones del dólar y del precio del petróleo. Se han venido embolsado de 30 a 50 pesos por cada tanque de gasolina, y son 30 millones de vehículos los que circulan en la República. Al parecer se pusieron de acuerdo en la reunión de Onexpo en Xcaret. El presidente López Obrador comisionó al subsecretario de Hacienda Arturo Herrera, para que atienda a los gasolineros que buscaron diálogo con el gobierno. En mi opinión, cualquier arreglo debe pasar por la devolución a los clientes del dinero que astutamente les pillaron. Punto y aparte, López Obrador indicó que dará a conocer quién es quién en los precios de las gasolinas a partir del próximo lunes.
¿Fin del charrrismo sindical?
En la práctica lo que logró la reforma laboral de Peña Nieto fue fortalecer los cacicazgos sindicales. No tocó, por ejemplo, a Carlos Romero Deschamps, quien era senador priísta aquellos días y, parte de la comedia, votó por la reforma. Va un nuevo intento para quitar a los líderes charros el control de las organizaciones y el dinero. Probablemente ya se inquietaron algunos, como el dueño del sindicato de Telefonista, Francisco Hernández Juárez. Ayer la Cámara de Diputados aprobó por una mayoría aplastante de votos (417) la legislación laboral que introduce la democracia a la vida interna de los sindicatos. Está a tono con los tratados internacionales firmados por México. La reforma es considerada clave para que sea ratificado en el Congreso de Estados Unidos un nuevo acuerdo que remplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Como quien dice es la reforma Trump
Contingencia
Greenpeace lanzó una iniciativa para que los ciudadanos exijan aire limpio al gobierno. “Hoy amanecimos en la Zona Metropolitana del Valle de México con mala calidad del aire. En respuesta, la Comisión Ambiental de la Megalópolis decretó la Fase Uno de Contingencia Ambiental. Es una medida temporal que no resuelve el problema de raíz. Hasta el día de hoy se han decretado tres contingencias en Fase Uno. De los 100 días transcurridos del año, sólo siete pueden considerarse limpios. ¿Te parece suficiente que sólo puedas respirar aire limpio siete días de 100?, dice Greenpeace y convoca a firmar una petición dirigida a las autoridades para que resuelvan el problema a fondo.
Cobras y te vas
Nadie echará de menos al Niño Muerde, Jorge Emilio González Martínez en la Cámara de Diputados. Acaba de pedir licencia en forma indefinida. Faltó este año a cuatro de cada 10 sesiones de votación del Congreso. El heredero del Partido Verde dejó en su lugar a un operador de Peña Nieto, Jorge Francisco Corona Méndez. Así que el mordelón bebé estuvo cobrando desde la instalación del Congreso hasta la fecha y se va, supuestamente para estar cerca de las elecciones de Quintana Roo, donde tiene intereses.
Ombudsman social
Asunto: la luminaria
Van 37 días que se hizo una petición vía telefónica a la alcaldía Venustiano Carranza para la reparación de la luminaria del poste en calle Norte 170 Nº 557 y nada. La inseguridad aumenta. Por Twitter se lo he pedido al alcalde Julio César Moreno cuatro veces. ¿Será porque soy de Morena y él es del PRD? Vino una camioneta y les indiqué la luminaria dañada. Me dijeron que regresaban luego porque tenían una urgencia.
Alejandro Ochoa Martínez (Facebook)
R: Cuando tomó posesión Moreno Rivera prometió instalar más de 300 cámaras de videovigilancia en las calles de la alcaldía pero no es capaz de instalar una luminaria. Está hecho talco el PRD y ni así aprenden.
Twiteratti
Correa tuvo el coraje de proteger la vida de Julian Assange en la embajada casi siete años de asilo. Su delito fue mostrarle al mundo la verdad. Pero llegó el Traidor de Moreno, quien quedará en la historia como el cobarde que entregó en bandeja a un héroe. Miserable.
Martín Fernández @Martincho78
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa

EL VIEJO TRUCO-Fisgón

“El neoliberalismo aplica la necropolítica, deja morir a las personas que no son rentables”


Clara Valverde, activista política y social y escritora argentina, presenta su nuevo libro 'De la necropolítica neoliberal a la empatía radical' (Icaria / Más madera) "El poder neoliberal se asegura que los incluidos no se fien de los Excluidos, que los vean como extraños, diferentes, desagradables y no se solidaricen con ellos"
Clara Valverde acusa al neoliberalismo de practicar una política basada en la muerte de los excluidos
Clara Valverde acusa al neoliberalismo de practicar una política basada en la muerte de los excluidos

Martes 11 de julio de 2017 | 21:30
Con la dictadura nos mataban. Ahora nos dejan morir
Clara Valverde introduce su nuevo libro con la alusión al texto de una pintada en la pared: “Con la dictadura nos mataban. Ahora nos dejan morir”. En ‘De la necropolítica neoliberal a la empatía radical’ (‘Icaria/Más madera’) esta activista política y social y escritora sostiene que el sistema neoliberal es incompatible con la lucha contra la desigualdad. Para ella, este sistema divide la sociedad en excluidos e incluidos. Se desentiende de los primeros y atemoriza a los segundos para perpetuar y aumentar el poder y la riqueza de los privilegiados.
¿Qué tenemos que entender por “necropolítica neoliberal”?
‘Necro’ es la palabra griega para ‘muerte’. Las políticas neoliberales son unas políticas de muerte. No tanto porque los gobiernos nos maten con su policía, sino porque dejan morir a la gente con sus políticas de austeridad y exclusión. Se deja morir a los dependientes, a los sin techo, a los enfermos crónicos, a las personas en listas de espera, a los refugiados que se ahogan en el mar, a los emigrantes en los CIEs…
A los cuerpos que no son rentables para el capitalismo neoliberal, que no producen ni consumen, se les deja morir.
¿Cómo se consigue convencer a los ciudadanos de que esa “necropolítica neoliberal” les beneficia? ¿Porqué no hay una rebelión masiva contra ella?
Los que aún no están excluidos, los que aún se creen el mito de que en esta sociedad somos libres aceptan y hacen suyo lo que dicen los poderosos y su prensa: que los excluidos no son como ellos, que son una gente zarrapastrosa, sucia, rara, diferente, con mala suerte y malos hábitos. El mito que ha calado es que los excluidos se han buscado la situación que sufren.
No hay una rebeldía masiva contra las necropolíticas de los gobiernos, contra la exclusión, porque la gente que aún no está excluida no se identifica con los excluidos. Piensan “ese no soy yo”, “eso no me pasará a mí”. No se dejan identificar con el que sufre, no hay empatía radical. Y en realidad las necropolíticas nos afectan a todos. En cuanto esa persona incluida enferme será posiblemente excluida sin ingresos y sin ayuda.
En este diseño social hay ciudadanos excluidos y ciudadanos incluidos. ¿Nadie defiende a los excluidos?
Muy poca gente defiende a los excluidos. ¿Cuánta gente se organiza para apoyar a los sin hogar? ¿Cuánta gente ayuda a los ancianos o enfermos crónicos y a sus asociaciones? En la PAH hay apoyo mutuo y empatía radical pero casi todos los que están activos en la PAH son afectados ellos también por los desahucios.
Los incluidos creen estar a salvo de su expulsión del sistema pero les adviertes que en cualquier momento pueden caer en la exclusión. El temor a la exclusión ¿fomenta la insolidaridad en nuestra sociedad?
Los que ahora tienen la suerte de no estar enfermos, desahuciados, en paro, deberían pensar que la mayoría, a menos que tengan mucho capital económico, podrían llegar a ser excluidos. Pongamos que eres conductor de autobús. Si enfermas, aunque lleves cotizando años, es muy posible que el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM) te dé el alta aunque estés demasiado enfermo para trabajar. Entonces, ¿qué harás? Sin poder trabajar, sin ingresos y con los gastos que una enfermedad conlleva y que no cubre la Seguridad Social…
El poder neoliberal se asegura de que los incluidos no se fíen de los excluidos, que los vean como extraños, diferentes, desagradables y no se solidaricen con ellos.
El neoliberalismo impone su necropolítica mediante la violencia. Pero ésa violencia no siempre es explícita. Dice que la más eficaz para los intereses del neoliberalismo es la ‘violencia discreta’. ¿A qué se refiere?
Por ejemplo, los recortes, la mercantilización y la privatización de la sanidad pública son una violencia discreta. No matan a tiros a los enfermos en listas de espera. Pero ¿cuántos mueren por esas listas interminables? Esas listas son tan largas porque los administradores de la sanidad pública y los políticos la han organizado de modo que la sanidad privada “chupe” de ella. Y eso tiene, como una de sus consecuencias, el sufrimiento y la muerte lenta de los enfermos que esperan.
Asegura que nos han cambiado el sentido de las palabras y que para combatir la necropolítica neoliberal hay que volver a llamar a las cosas por su nombre ¿Qué trampas del lenguaje destacaría?
Hay que llamar a las cosas por su nombre. Los políticos de derechas neoliberales, los que van de “centristas”, todos esos nos maltratan. No hay otra palabra. Es maltrato. Las condiciones laborales son malos tratos. Los recortes son malos tratos. Las leyes mordaza son malos tratos.
Hay muchas trampas lingüísticas. El que la gente haga suyas las frases-trampa de los poderosos es preocupante. Frases como “es lo que hay”, “no me puedo quejar”, “no va a ir a peor”, “no pasa nada”, etc. Y el ‘pensamiento positivo’ que hace que la gente se sienta culpable de estar enfadados con los políticos y de la situación actual.
La tolerancia es otra gran trampa. La tolerancia es muy violenta. Se intenta decir que es buena, que sí, que hay que tolerar al que es diferente. ‘Tolerar’ quiere decir ‘aguantar’ y es una posición de poder sobre el otro. “Yo te aguanto aunque seas pobre, trans, negro, autista, etc.” No, las diferencias no son para ser toleradas. Las diferencias hay que mirarlas, entender el por qué hay desigualdades entre grupos diferentes y cambiar la situación. Es necesario nombrar las desigualdades y luchar contra ellas al mismo tiempo que celebramos la diversidad.
Choca que hable de la contratación de discapacitados o del papel de las ONGs como instrumento manipulado por el neoliberalismo en interés propio.
Aquí no se habla de esto pero en muchos países, sí. Hay numerosos autores que hablan del “ONGismo” y del “Inspiración Porn”.
El ONGismo es la utilización de la comunidad para hacer el trabajo que debería hacer el gobierno con nuestro dinero. El ONGismo es un tema complejo porque la buena gente que se implica en una ONG lo hace con buenas intenciones. Pero luego son ellos los que tiene que recortar y hacer que sus empleados acepten sueldos míseros para hacer tareas que corresponden al Estado de Bienestar.
Cita algunos ejemplos de esta manipulación en la publicidad.
Hace unos años la Fundación La Caixa utilizaba personas con síndrome de Down no muy severo como ejemplos de cómo deberían ser los trabajadores. Ahora hay un anuncio de la compañía que hace lavadoras, Balay, en la que un sordomudo dice: “¡Mirad! Si un trabajador discapacitado es el mejor trabajador, sonríe y no se queja, tú, que no eres discapacitado, deberías callar, trabajar y no protestar”. Esto es un ejemplo de “Inspiración Porn”, una suerte de pornografía con los discapacitados.
Pero la realidad es que la mayoría de los discapacitados no tienen ingresos y sufren mucho. Y si consiguen un trabajo, su empresa no tiene que pagar su Seguridad Social. Es un ahorro para el jefe.
¿La necropolítica es especialmente evidente en España? Destaca que en este país se ha enterrado la memoria histórica de lo que supusieron la guerra y el franquismo, que sólo en Camboya hay más fosas comunes por abrir.
En realidad, la necropolítica se puede ver por todo el mundo. Mira la situación de violencia en México.
Pero sí, una sociedad como la nuestra que destaca a nivel mundial por la cantidad de personas desaparecidas y sin enterrar desde hace 80 años, no es una sociedad que pueda funcionar de forma humana. Tenemos a más de 100.000 abuelos y abuelas sin enterrar aún. ¿A cuántas personas de nuestra generación afecta éso directamente? ¿E indirectamente?
Andamos por los campos y las cunetas, y debajo de nuestros pies están miles y miles de personas que el gobierno, ningún gobierno, cree que merezcan ser encontrados y devueltos a sus familias. Eso produce una sociedad muy enferma.
El sistema sanitario le sirve como ejemplo perfecto de la forma de actuar de esa necropolítica neoliberal. ¿Es donde se hace más evidente su forma de actuar?
Es una de las áreas en la que más vemos el sufrimiento causado por la necropolítica, porque en el sistema sanitario se trabaja con las vidas y los cuerpos de las personas, con el sufrimiento inevitable que es parte del ser humano.
Te doy un pequeño ejemplo. Los profesionales de enfermería en hospitales en los que se ha implantado el método “Lean”, método inventado para las cadenas de montaje de coches Toyota. Dan más importancia a estar “ on time” (puntuales con la velocidad que les imponen en sus tareas, velocidad nada humana ni para el profesional ni, sobre todo, para el paciente) que a la calidad del trabajo y al bienestar de los pacientes. Dicen estar contentos si están “ on time”, ¡como si fueran conductores de la Renfe!
El método Lean se ha conseguido implantar sin que hayan protestas entre los profesionales sanitarios. De la misma manera que tantos profesionales no cuestionan Lean, tampoco cuestionan el autoritarismo y el paternalismo que ellos mismos utilizan con los enfermos.
Lo grave es que estos profesionales sanitarios son ellos también víctimas del autoritarismo y paternalismo de las administraciones sanitarias. A ellos les maltratan y se les exige que también maltraten. Finalmente, sin darse cuenta, acaban haciendo lo que llaman muchos autores “gobernar por terceros”; o sea, haciendo el trabajo sucio de los neoliberales.
Y simboliza en las enfermas de Síndromes de Sensibilización Central esa acción. ¿Por qué?
Porque los enfermos, o enfermas porque la mayoría son mujeres, adolescentes y niños, de SSC son por lo menos el 3,5% de la población -aunque los investigadores internacionales dicen que el porcentaje es mucho más alto- y cada año pierden parte de los pocos derechos que tenían. Con Boi Ruiz, los enfermos de SSC en Catalunya, dejaron de tener derecho a acceder a sus médicos. Y si el nuevo consejero sigue el acuerdo Junts Pel Sí-CUP, seguirán sin poder ver a su médico y los que enfermen ahora no podrán ser diagnosticados.
El 80% de estos enfermos viven encerrados en sus casas, en sus camas, sin ninguna ayuda sanitaria ni social. Y están demasiado enfermos para protestar, participar en movimientos sociales, etc. La mayoría enferman entre los 10 y los 30 años de edad. No han cotizado. Les espera una larga vida de pobreza y sufrimiento en la cama. Y los que han conseguido trabajar unos años y cotizar, el ICAM hace todo lo posible para que no tengan una ayuda económica. Hasta a los que han conseguido una pensión a través de los juzgados el ICAM les quita la pensión.
El antídoto contra esa necropolítica está en la voluntad de compartir. “Para sobrevivir y vivir hay que compartir”, dice. ¿Funcionará?
Las iniciativas, ideas y grupos implicados en lo común son el antídoto contra la necropolítica. Lo que el poder absoluto quiere dividir, nosotros lo tenemos que juntar. Nos tenemos que juntar enfermos, sanos, trans y todos los géneros, razas varias, ancianos, niños… Pero para hacerlo tenemos que desarrollar una empatía radical y empezar desde los espacios excluidos. No funciona que los “incluidos” inviten a los excluidos a sus movimientos. Tiene que ser al revés. Los que aún se creen incluidos necesitan ir a esos espacios intersticiales en los que habita la exclusión y empezar desde ahí.
En ese sentido quería dar las gracias a Catalunya Plural por entender que para poder tener esta conversación conmigo, que vivo en la cama el 90% del tiempo con Encefalomielitis Miálgica, lo hemos tenido que hacer a mí manera. Unos necesitan una rampa para su silla de ruedas. Otros necesitamos Skype y email.