JESÚS CANTÚ Los resultados de la prueba PISA 2015 dados a conocer hace un par de semanas simplemente confirman la mala calidad de la educación mexicana y las deficiencias ya identificadas; pero además revelaron que el problema no se limita a la educación pública, sino que abarca también a la privada, que además de agudizar las desigualdades internas no es lo suficientemente buena para lograr desarrollar a los jóvenes mexicanos a niveles de desempeño 5 y 6, los requeridos para formar a los futuros líderes científicos, sociales, empresariales y políticos. La prueba mostró que con los puntajes que obtuvo México en las áreas de ciencias, matemáticas y lectura se ubica en el lugar 57 de las 69 naciones evaluadas; pero además indica que en promedio 50% de los estudiantes se encuentra por debajo del nivel 2, considerado el mínimo indispensable para que los jóvenes de 15 años puedan continuar con sus estudios y su inserción en la vida laboral. Si a esto se agrega que 22% de los jóve