martes, 20 de noviembre de 2018

Peña dio a medios 2 mil millones para dar “impacto positivo” a su reforma estrella: la Energética

El 2013 y el 2014 fueron dos años intensos para la Secretaría de Energía, Pemex y CFE: la aprobación de la Reforma Energética terminaría por consolidar el paquete de reformas estructurales que presentó Enrique Peña Nieto tras su llegada al Poder Ejecutivo federal.

Esa dependencia y las dos empresas paraestatales gastaron en la producción y en la difusión de los cambios constitucionales, y los medios más beneficiados fueron los televisivos y los radiofónicos, tanto nacionales como locales. Los contratos se concentraron en Televisa, TV Azteca, Grupo Fórmula y en la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Como ejemplo, el monto que se gastó el Gobierno federal en difundir los supuestos beneficios de la reforma supera lo que en el Presupuesto se destinó en 2018 al Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las entidades federativas y a la Promoción de la atención y prevención de la violencia contra las mujeres.

Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- Durante 2013 y 2014, los mexicanos escucharon, vieron y leyeron diario anuncios sobre las bondades de la Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto. Cada uno de esos 730 días le costaron al erario 2 millones 849 mil 437 pesos que la Secretaría de Energía(Sener), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos(Pemex) le pagaron a medios de comunicación.
El monto total de la difusión de esas 21 campañas, fue de 2 mil 080 millones 089 mil 558 pesos. Es la misma cantidad de dinero que, en conjunto, se destinó en 2018 para Promover la atención y prevención de la violencia contra las mujeres, al Programa de Derechos Indígenas, al Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, al Fortalecimiento de la Calidad Educativa, Programa de Apoyo a la Vivienda, a Salud materna, sexual y reproductiva, a las Políticas de igualdad de género en el sector educativo y los Apoyos para la protección de las personas en estado de necesidad.
De acuerdo con las solicitudes 0001800069318, 1857200232118 y 1816400216318 realizadas por SinEmbargo a esas tres dependencias, las campañas de la Reforma Energética sólo se difundieron entre 2013 y 2014, y tuvieron como objetivo “dar a conocer a la opinión pública la importancia de modernizar y fortalecer el sector energético para convertirlo en una palanca de desarrollo nacional”, “informar a la población sobre los principales beneficios contenidos en la iniciativa de reforma energética” y “generar un impacto positivo y de aceptación en el 100 por ciento de la población objetivo”, que eran mujeres y hombres, de zonas rurales y urbanas. El rango de edad se determinó de 13 años a 65 o más.
Pero los resultados de esa inversión pueden ser cuestionables. La Reforma Energética es una de las políticas de la actual administración que más críticas ha recibido, tanto por los daños ocasionados a las comunidades indígenas como por los resultados, que están lejos de lo que justamente se prometieron en todos los spots.

Dos ejemplos sobresalen. Uno, quizá el más controversial, es el gasolinazo de 2017. Con el incremento en el precio por la liberalización del combustible, las protestas en varios puntos del país duraron varios días y no fueron únicamente marchas, sino que la molestia escaló a la toma de vialidades importantes y saqueos a tiendas departamentales.
El otro es la inconformidad de algunos pueblos indígenas y originarios, sobre todo de Chiapas, Oaxaca y Puebla, que desde la implementación de la Reforma y del anuncio de proyectos extractivos en sus comunidades se mantienen en protesta permanente para impedir el avance de las obras de las que han señalado, serán devastadoras para su entorno y que económicamente significan poco para ellos.
Para la promoción de la Reforma, quien más dinero destinó fue Pemex a través de cuatro campañas. La primera costó 196 millones 339 mil 950 pesos; la segunda etapa, también pagada en 2013, fue por 325 millones 367 mil 730 pesos.
Para 2014 hubo una tanda más de “Reforma Energética” y la tercera fase. La primera costó 209 millones 213 mil 840 pesos y la otra, 18 millones 437 mil 380 pesos.
Los medios televisivos se llevaron la mayor cantidad de dinero en publicitar la Reforma y obtuvieron 414 millones 171 mil 700 pesos. Le siguió la radio con 170 millones 327 mil 830 pesos y los diarios, con 76 millones 713 mil 290 pesos.
La CFE en 2013 gastó todo su presupuesto de comunicación social en ese tema: fueron 478 millones 730 mil 180 pesos. Luego, en 2014, pagó por la difusión de “Reforma Energética: rendición de cuentas” por 111 millones 996 mil 490 pesos.
La CFE también pagó más por publicidad en televisión y pagó 193 millones 430 mil pesos; le siguió radio con 148 millones 386 mil 170 pesos; prensa con 71 millones 375 mil 980 pesos; Internet con 28 millones 802 mil 800 pesos y también pagó por “mantas”, 10 millones 237 mil 230 pesos.
La Sener, en 2013 pagó 344 millones 006 mil 154 pesos por “Reforma Energética Segunda Etapa”. En 2014, por “Reforma Energética 15 puntos”, 434 mil 768 pesos y por “Reforma Energética Fase Tres”, la campaña más costosa, 395 millones 563 mil 066 pesos.
“El petróleo es nuestro […] no a la privatización, sí a la Reforma Energética”, “vamos a tener mayor energía y a menor costo”, “Reforma Energética: toda nuestra energía para mover a México”, fueron algunos de los mensajes que se difundieron.
LOS MEDIOS ELEGIDOS
Petróleos Mexicanos gastó en 2013, 589 millones 101 mil 030 pesos y en esos dos años de promoción de la Reforma, los contratos de más dinero se concentraron en tres medios: 136 millones 293 mil 356 pesos fueron para Televisa, le siguió Estudios Azteca con 75 millones 901 mil 424 pesos y Grupo Fórmula con 21 millones 934 mil 906 pesos.
Para 2014, el gasto total anual fue de 251 millones 786 mil 790 pesos y la mayor cantidad de ese dinero la recibió Estudios Azteca, con 58 millones 928 mil pesos. Le siguió Televisa, con 46 millones 400 mil pesos y de nueva cuenta Grupo Fórmula con 11 millones 948 mil pesos.
En el caso de la Comisión, el gasto anual de 2013 se ubicó en 478 millones 730 mil 180 pesos y el gasto en medios se repite: Televisa obtuvo 111 millones 458 mil 275 pesos; Estudios Azteca, 60 millones 259mil 497 pesos; Grupo Fórmula, 29 millones 174 mil pesos; El Sol de México, 19 millones 260 mil 100 pesos y La Jornada y El Universal, 9 millones 976 mil pesos cada uno.
En el siguiente año gastó 301 millones 611 mil 870 pesos, de los cuales 86 millones 394 mil 381 pesos fueron para Televisa. Le siguió, muy atrás, Estudios Azteca con 36 millones 111 mil 151 pesos y El Sol de México, 10 millones 503 mil 969 pesos.
Por último, la Secretaría de Energía también concentró su gasto de comunicación en pocos medios, pero ésta se concentró en los medios impresos y le dio a la Organización Editorial Mexicana (OEM), 219 millones 476 mil 998 pesos, a El Universal 111 millones 999 mil 999 pesos y  46 millones, de un solo contrato, a Tv Excélsior y Cadena Tres.
En 2014, se destinó a la promoción 395 millones 997 mil 834 pesos y se asignó el dinero a Televisa con 104 millones 999 mil 998 pesos, a la OEM, 99 millones 999 mil 997 pesos, a El Universal 52 millones 399 mil 997 pesos y a Grupo Fórmula,39 millones 999 mil 999 pesos.

Narcos: casos de la vida real .- Julio Hernández López

 Cantantes en Brooklyn // Muerte de funcionarios // Actores en Netflix
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▲ PRESENTACIÓN EN LECUMBERRI Alejandra Frausto, próxima secretaria de Cultura; Carlos Ruiz Abreu, director del Archivo Histórico de Ciudad de México; el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.Foto Cristina Rodríguez



El juicio a Joaquín Guzmán Loera, en Brooklyn, es en realidad al sistema político mexicano entero, no sólo a sus ramificaciones policiacas, militares o judiciales. Pero justamente cuando la Guerra contra el narcotráfico entra a su segunda transformación (Felipe Calderón planteó el modelo original y Enrique Peña Nieto realizó la primera transformación, que en realidad fue continuidad), ahora con el ropaje de una guardia nacional de origen militar, con mano castrense y con soldados aún más intrusivos (de aprobarse el correspondiente proyecto de ley, en sus términos, podrían ser auxiliaresde las agencias del Ministerio Público), las revelaciones provenientes de Nueva York muestran sin atenuantes el nivel de control del aparato estatal que han llegado a adquirir los grupos ejecutivos del crimen organizado, más allá de planes ingeniosos, declaraciones enjundiosas y buenas intenciones de reformismo compaginado.
Todas las declaraciones y acusaciones surgidas del jurado neoyorquino han de tomarse con las reservas del caso, pues obedecen a estrategias de defensa o ataque por voz de apoderados legales o partícipes y testigos que suelen tener beneficios si se conducen en la línea deseada por los controladores del proceso. Sin embargo, señalamientos crudos, en particular contra personajes de primer nivel, como los citados Calderón y Peña, como presuntos receptores de sobornos provenientes de determinados cárteles, embonan con precisión en el ánimo social que les condena por el contexto y antecedentes de corrupción y abuso que caracterizaron a sus reprobadas administraciones.
En el coro de delaciones que se desarrolla en Nueva York ha tenido un papel destacado Jesús Zambada, apodado El Rey, hermano del discreto Mayo, reputado como el máximo jefe real del cártel de Sinaloa. Ayer, El Rey relató que en 2005 se urdió un plan para asesinar a José Luis Santiago Vasconcelos, quien era titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo, que en 2012 se convirtió en Seido, Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada; meros cambios de fachada).
La orden de ejecución contra Santiago Vasconcelos tuvo como sustento su grave pecado operativo, según lo dicho por El Rey Zambada: dicho subprocurador “no agarraba dinero… de parte del narcotráfico” y, en ese sentido, no cooperaba con nadie. Peligrosísimo. Los jefes del cártel de Sinaloa desistieron de la intención exterminadora y desactivaron a los verdugos, según el citado Rey. Pero el subprocurador murió en otro de los extraños accidentes aéreos que caracterizaron las etapas de Vicente Fox y Calderón como presidentes.
En la tarde del 4 de noviembre de 2008, en viaje de San Luis Potosí a Ciudad de México, se desplomó el avión cuyos pasajeros más conocidos eran el propio Santiago Vasconcelos y, sobre todo, Juan Camilo Mouriño Terrazo, el joven economista nacido en Madrid al que Felipe Calderón hizo todopoderoso secretario de Gobernación y virtual precandidato explícito para la sucesión en 2012. El mayor golpe político e íntimo que recibió Calderón durante su paso por Los Pinos fue la muerte de su gran amigo y principal proyecto político a futuro.
En 2005, el mismo año en que los mafiosos sinaloenses tramaban el asesinato del fiscal antidrogas Santiago Vasconcelos, murió en accidente aéreo el secretario federal de seguridad pública, Ramón Martín Huerta, quien había suplido a Vicente Fox cuando éste dejó la gubernatura de Guanajuato para buscar Los Pinos. Y en noviembre de 2011, al caer el helicóptero en el que se transportaba, murió el secretario de Gobernación de Calderón, el tijuanense José Francisco Blake Mora.
Con esos y muchos episodios más (la muerte de Héctor Beltrán Leyva, por ejemplo, que pareciera mensaje con rumbo al norte), pareciera informe oficial de labores, lo que la serie de Netflix Narcos muestra en su cuarta temporada, con Diego Luna, Tenoch Huerta, Joaquín Cosío, José María Yazpik y Michael Peña en los papeles principales.
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