miércoles, 6 de marzo de 2019

Peña pagó a Fox 39.3 millones por enseñar “inteligencias múltiples” al Gabinete; se los dio sin licitar

El Centro Fox recibió contratos por 39 millones de pesos por dar consejos al gabinete priista sobre inteligencia emocional y “nuevo renacimiento”. El ex panista apoyó las candidaturas de Peña Nieto (2012) y Meade (2018).

De 2013 a 2014, Meade autorizó tres contratos de la Cancillería, uno para “servicios de capacitación” y dos para el “Programa Líderes MIQ (Inteligencias múltiples)” que fueron tomados –cada uno– por un solo funcionario. El primero duró cinco meses y cada uno de los otros dos un semestre. Gastó en los tres 520 mil 394 pesos. En febrero de 2016, Mikel Arriola fue nombrado director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Cinco meses después, pidió el curso “Cuotas para Capacitación Externa” a Servicios Corporativos Sociales del Centro Fox. Pagó 88 mil 500 pesos.

Por Linaloe R. Flores
Ciudad de México, 6 de marzo (VICE/SinEmbargo).- Un video colgado en el sitio web del Centro Fox presumía la oferta académica de la temporada: se trataba de una invitación a inscribirse al Programa MIQ Líderes, enfocado en desarrollar lo que algunos llaman “inteligencias múltiples”. Una voz varonil explicaba que, mediante una serie de cursos, el alumno desarrollaría habilidades de liderazgo basadas en la combinación de las inteligencias emocional y creativa, tomando en cuenta el coeficiente intelectual de cada persona. El promocional aún puede encontrarse en YouTube.
Tanto en la impartición de las cátedras como en la organización de los cursos estarían Tony Buzan, inventor de los mapas mentales y quien además había diseñado el programa; Deepak Chopra, experto en la combinación de la medicina moderna, la mente y el cuerpo; la pintora Lorraine Gill, a quien la BBC de Londres había comparado con Paul Cézanne; el ajedrecista británico Raymond Keene y, por su puesto, Vicente Fox Quesada, el ex Presidente que gobernó México de 2000 a 2006.
Para los efectos del programa, Fox se presentó como un apasionado de los modelos de liderazgo con orientación humana, compasivos y de servicio. Ofrecía compartir experiencias e historias vividas en la casa oficial de Los Pinos. Daría tips, consejos y asesoramiento especializado para generar empatía con los ciudadanos. Decía que sus lecciones enriquecerían las perspectivas de los participantes.
Así, los clientes llegaron. Entre 2013 y 2016, el Programa MIQ Líderes o de inteligencias múltiples tuvo asistentes frecuentes: los funcionarios que integraban el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Instancias gubernamentales como la Cancillería, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), la Secretaría de Economía (SE), la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), entre otros, recurrieron a este entrenamiento de liderazgo organizado por el ex Presidente.
Según el historial de las fichas de los contratos que hoy se encuentra en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT), la administración de Peña Nieto le pagó al Centro Fox 39 millones 321 mil 479 pesos por cursos de liderazgo. Todos los contratos de este servicio los otorgó por Adjudicación Directa; es decir, sin que hubiera concurso con otros competidores. Por cursos de un solo día erogó casi 200 mil pesos.
Durante la campaña presidencial de 2012, el panista Vicente Fox había hecho público su respaldo a Peña Nieto, candidato del PRI. Amor con amor se paga, 
LA PUERTA GIRATORIA: DE PRESIDENTE A CAPACITADOR
El 2 de julio de 2000, postulado por el Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox ganó las elecciones presidenciales con una ventaja de siete puntos porcentuales sobre Francisco Labastida Ochoa, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Tenía 58 años de edad y consiguió un logro histórico: romper con los 71 años del tricolor en el poder. Aquel día de su triunfo una multitud le gritaba en las calles: “¡No nos vayas a fallar!” “¡No nos vayas a fallar!” Según la encuestadora Parametría, 70 por ciento de los electores lo aprobaba.
Seis años después, cuando entregó la administración, la aceptación de su trabajo como mandatario había descendido a 51 por ciento, una cifra reprobatoria, según la misma Parametría. La biografía de Vicente Fox había acumulado algunos fracasos. Las dos promesas fundamentales en su campaña no fueron cumplidas: el índice de crecimiento económico del 7 por ciento quedó debajo del 3 y las reformas estructurales no fueron posibles debido a la falta de acuerdos en el Congreso de la Unión.
Pero había algo más. El hombre que había prometido “agarrar peces gordos” como parte de su programa de combate a la corrupción, sería investigado. La Secretaría de la Función Pública había abierto una indagatoria en sus 32 cuentas bancarias. La dependencia compararía el dinero en el banco con los datos de las declaraciones patrimoniales para aclarar si se había enriquecido de manera ilícita. Vicente Fox estaba en apuros.
Pero ello no parecía pesar en sus decisiones. El 22 de enero de 2009 creó la empresa Servicios Corporativos Sociales S. A. de C. V., según consta en escrituras públicas de León, Guanajuato. Esta entidad tendría el único propósito de brindar educación de liderazgo político. La albergó en el Centro Fox, un extenso complejo con biblioteca, salones, una réplica de Los Pinos y auditorio, ubicado en el kilómetro 13 de la carretera León-Cuerámaro, en la comunidad de San Cristóbal, municipio de San Francisco del Rincón, Guanajuato.
Cuando esta rama académica del Centro Fox fue inaugurada, la Presidencia de la República la ocupaba Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012). También había emanado del PAN y la banda presidencial la recibió del propio Fox, en medio de un conflicto postelectoral en el que los partidos de izquierda reclamaban fraude. Pese a un mismo origen político, los integrantes de la administración calderonista no acudieron a un solo curso de liderazgo en el Centro Fox. En cambio, apenas arrancó el gobierno del priísta Peña Nieto (2012-2018), hubo cinco instancias de gobierno que contrataron los cursos de Fox en un solo año: 2013.
Esos tres sexenios –Fox, Calderón y Peña Nieto– transcurrieron mientras Andrés Manuel López Obrador hacía una larga campaña basada, en buena medida, en denunciar fraudes electorales y corruptelas. Ahora como presidente no descarta juzgar a varios ex presidentes, entre ellos el guanajuatense, si se aprueba la reforma al Artículo 35 Constitucional para volver vinculatorias las consultas ciudadanas.
En su conferencia matutina del 20 de febrero, en Nuevo León, AMLO argumentó, ante la pregunta de un reportero (1:05:50), primero sobre Fox: “Porque después de llegar por un movimiento para establecer la democracia encabezó un operativo de fraude electoral para imponer a Felipe Calderón”. Y sobre el segundo: “Porque utilizó la fuerza y convirtió al país en un cementerio”. ¿Y el priísta?: “Queremos enjuiciar a Peña (Nieto) por corrupción”.
Sin embargo, matizó: “Yo soy partidario de hacer un juicio al régimen neoliberal, más que encarcelar a estos personajes, porque eso nos llevaría a la confrontación”. Esa consulta, la de preguntarle a la gente si quiere enjuiciar a los ex presidentes, está planeada para el 21 de marzo.
EL ARRANQUE DE PEÑA NIETO
En el archivo de contratos gurbernamentales consta que en el primer año peñanietista se entrenaron como líderes en el Centro Fox funcionarios de:
–Banobras, dirigido por Alfredo del Mazo Maza (2012-2015) y quien en 2017 ganaría las elecciones para gobernar el Estado de México.
–La Secretaría de Economía, a cargo de Ildefonso Guajardo Villarreal, uno de los principales negociadores del Tratado de Libre Comercio para América del Norte ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
–La Secretaría de la Reforma Agraria, cuyo titular era Jorge Carlos Ramírez Marín, quien posteriormente sería presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados. La dependencia sería transformada en de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
–La Secretaría de Relaciones Exteriores, en cuya silla principal estaba José Antonio Meade Kuribreña, quien en 2018 sería candidato del PRI a la Presidencia de la República.
–La Comisión Nacional del Agua, dirigida por David Korenfeld, quien renunciaría en 2015 envuelto en un escándalo de corrupción: usó un helicóptero oficial para trasladar a su familia en su periodo vacacional.
Con los años, las dependencias que más le encargaron cursos de liderazgo a Vicente Fox fueron, en primer lugar, la SCT, con cuatro contratos. Luego la SRE con tres y Banobras con dos.
CURSOS DE LIDERAZGO Y OPACIDAD
El politólogo de la Universidad de Guadalajara, Enrique Toussaint, expresa que los cursos de liderazgo tomados por los funcionarios públicos eran un servicio cuyo contrato, hasta hace muy poco, era normal. “Podían ser la manera en que el gobierno federal subsidiaba proyectos como el Centro Fox”.
Para este analista político, Vicente Fox no había conformado por sí mismo liderazgo. “El liderazgo político depende de la formación intelectual ideológica sólida y no de la acumulación de diplomas. Se aprende con experiencia y la relación con la ciudadanía. El líder entiende el papel de su ser en su tiempo. El ex Presidente tuvo un momento muy importante en 2000 al romper con el priísmo en el poder y representar a un sistema democrático. Pero como estadista no se distinguió. Y entonces, su personaje político se convirtió en algo controvertido y no de líder”.
Nicolás Loza, investigador político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, expone que la puerta giratoria en la que logró entrar Fox al pasar de ex Presidente a capacitador de líderes durante el peñanietismo, muestra cómo la administración anterior “se congraciaba” con el exmandatario. “Más que la búsqueda de aprendizaje, era una forma de hacer negocios. Fue un signo que ni uno ni otro intentó ocultar”.
UN DÍA DE CLASES
Por varios cursos de un solo día, en 2014, la SCT, cuyo titular era Gerardo Ruiz Esparza (anteriormente director de administración de la CFE, de 1999 a 2005, en el sexenio de Fox), le pagó casi 200 mil pesos por cada uno al Centro Fox. Los siguientes son los datos oficiales que demuestran la forma de la contratación:
–“El Arte de la Ciencia y la Ciencia del Arte” se impartió el 14 de abril de 2014 y significó una erogación de 190 mil 125 pesos.
–“El Líder en el nuevo Renacimiento” representó 190 mil 125 pesos y fue impartido el 21 de abril de 2014.
–“Seguimiento de Proyecto” costó 190 mil 125 y fue impartido el 28 de abril de 2014.
–“Meta-herramientas y aplicaciones” costó 190 mil 125 y fue dictado el 7 de abril de 2014.
MEADE RECURRIÓ A FOX
En las elecciones de 2018, el PRI postuló a José Antonio Meade a la Presidencia de la República, y a Mikel Arriola Peñalosa al Gobierno de la Ciudad de México. Los dos fueron derrotados. En la carrera presidencial, Meade se quedó en el tercer sitio, con 16 por ciento de la votación. En la capital del país, Arriola también se fue al tercer sitio, con apenas 14 por ciento de los sufragios.
Los dos aspirantes en ese proceso electoral tenían en común que los despachos a su cargo, cuando fueron funcionarios públicos, pidieron los servicios de los cursos impartidos en el Centro Fox.
De 2013 a 2014, Meade autorizó tres contratos de la cancillería, uno para “servicios de capacitación” y dos para el “Programa Líderes MIQ (Inteligencias múltiples)” que fueron tomados –cada uno– por un solo funcionario. El primero duró cinco meses y cada uno de los otros dos un semestre. Gastó en los tres 520 mil 394 pesos.
En mayo de 2018, Fox se tomó una foto con Meade, y anunció que apoyaba la candidatura presidencial del abanderado del PRI.
En febrero de 2016, Mikel Arriola fue nombrado director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Cinco meses después, pidió el curso “Cuotas para Capacitación Externa” a Servicios Corporativos Sociales del Centro Fox. Pagó 88 mil 500 pesos.
Luego de los amagues de López Obrador –sobre la posibilidad de enjuiciar ex presidentes–, Fox luce descompuesto. Al otro día del más reciente lance presidencial, el jueves 21 de febrero, se difundió un video en el que Fox responde a AMLO, despeinado y con fallas de dicción: “Señor presidente: todos coludos o todos rabones; a juicio, tú también. Tú también vas a juicio, primero, por los más de 5 mil muertos por el crimen y la violencia; los 175 personas quemadas vivas (sic) en tu afán de dejarnos sin gasolina y controlar el huachicol; tu Fobaproa real e igual al anterior, en ese rescate que estás haciendo de los fondos perdidos del rescate del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; 10 mil millones de dólares que estás usando de fondos fiscales de los ciudadanos… Y tus crímenes ambientales con el trenecito invadiendo la Selva Lacandona, las selvas hermosas de Chiapas y de Tabasco y de aquellos estados, y el crimen ambiental en el caso de la refinería de Dos Bocas. Así que todos coludos, todos rabones, todos a juicio, según tú”.

TERNA DE LUJO-Hernández

El fraude de Liverpool #BuenFin

“En Liverpool se encontró que en el Buen Fin de 2018 ningún producto analizado presentó una rebaja superior al 30 por ciento como publicitaba la tienda”. Foto: Especial
Fraude es definido, entre otras cosas, como un “engaño económico con la intención de conseguir un beneficio, y con el cual alguien queda perjudicado”. Qué le parecería a usted que un comercio infle el precio de sus productos unos días antes de iniciar lo que presentara como una gran rebaja de 30 por ciento en sus precios, cuando realmente es una rebaja de solamente 10 por ciento o menos del precio que esos productos llegaron a tener unas semanas antes. Qué le parecería que el Gobierno acompañara a ese comercio promoviendo esa campaña de ofertas como una gran oportunidad para los consumidores. El comercio comete fraude y el Gobierno se vuelve cómplice de ese fraude. Y qué le parecería que esto lo hicieran varios comercios y durante varios años con el apoyo y la publicidad del Gobierno.
La recientemente creada organización Tec-Check, especializada en comercio electrónico, ha comprobado lo que nosotros suponíamos y advertíamos a los consumidores que seguramente estaba sucediendo en el Buen Fin. Tec-Check seleccionó nueve tiendas en línea para identificar el mejor precio en 1.226 productos desde dos meses antes del Buen Fin de 2018, hasta un día antes y durante. El Buen Fin es el evento de ofertas más promocionado en el país por los propios comercios y el gobierno.
Entre las tiendas en línea destacó Liverpool por la práctica más extendida de inflar precios previo al Buen Fin en el 53.40 por ciento de los productos que fueron analizados. En Elektra fue en el 14.6 por ciento y en Walmart en el 13.9 por ciento. Estas tiendas inflaron sus precios previo al Buen Fin para presentar ofertas exageradas, engañosas. Un estudio anterior, citado por Tec-Check, sobre el Buen Fin entre 2011 y 2015 registró la existencia de descuentos pero identificó la práctica de inflar los precios antes de esos días, siguiendo más de mil productos en las tiendas en línea.
En Liverpool se encontró que en el Buen Fin de 2018 ningún producto analizado presentó una rebaja superior al 30 por ciento como publicitaba la tienda. De todas las tiendas en línea, de los 1,226 productos analizados, solamente 13.13 por ciento tuvo una rebaja de más del 10 por ciento y solamente 1.55 por ciento una de más de 30 por ciento, a pesar que en la mayoría de los comercios se publicitaban rebajas de hasta más de 30 por ciento.
Los electrónicos fueron los más vendidos en el Buen Fin y anunciados con grandes rebajas Entre estos productos los que tenían descuentos por encima del cinco por ciento no superaban el 11 por ciento. De los más de 40 televisores analizados sólo tres modelos tuvieron una rebaja de más del 10 por ciento, entre ellos, dos eran modelos de 2016. De todos los productos con un precio mayor a 15 mil pesos, sólo 11 por ciento tuvo un descuento mayor a 10 por ciento.
El Buen Fin es más bien un Gran Engaño del que el Gobierno ha sido cómplice. La importancia del reporte de Tec-Check, en este momento, se debe a que con una nueva administración de Profeco y con el reconocimiento de que el programa de esta institución “Quién es quién en los precios” es obsoleto para proteger al consumidor de este tipo de prácticas, es necesario establecer una plataforma útil para la comparación de precios en el mercado electrónico, como en el mercado directo en las tiendas departamentales.
El acceso a la información es fundamental para tener competencia en el mercado, para que los consumidores no sean manipulados y engañados. La competencia genera mejores precios para los consumidores, mejores ofertas, pero esta no existe sin transparencia y herramientas que permitan a los consumidores acceder a la información de forma sencilla. Profeco tiene una gran oportunidad para dejar de ser un aliado de las estrategias de engaño y manipulación a los consumidores por parte de las grandes empresas y proveer a los consumidores de herramientas de información. Si una organización de la sociedad civil, con pocos recursos, puede hacerlo, Profeco tiene las posibilidades de hacerlo.
Y, por otro lado, necesitamos reformas en la ley de defensa de los derechos de los consumidores para establecer una mayor protección a los consumidores y sus derechos. En este sentido, es urgente reformar los marcos legales de las acciones colectivas para que sean una herramienta útil para que los consumidores podamos actuar de forma colectiva contra este tipo de engaños y fraudes, pudiendo exigir la reparación del daño. Una legislación que no establezca obstáculos a los consumidores para ejercer nuestros derechos, una legislación establecida sin conflicto de interés, sin la interferencia de la industria, como pasó en las administraciones anteriores.

EN GUERRA-Helguera

Venezuela y la nueva guerra fría .- José Steinsleger

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Luego de que Juan Guaidó se autoproclamó presidente encargado de Venezuela (23 de enero) y Donald Trump lo reconoció con un simple tuit, el Tribunal Supremo de Justicia le prohibió abandonar el territorio nacional. Pero en días pasados el conspirador fue recibido por los presidentes Iván Duque (Colombia), Jair Bolsonaro (Brasil), Mauricio Macri (Argentina), Lenín Moreno (Ecuador) y Mario Abdo (Paraguay) que, con excepción del último, continúan manteniendo relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro.
Para Ripley. En poco más de cinco semanas, Guaidó vivió la insólita experiencia de sentirse representante legítimo de una entidad imaginada, que sólo podía dirigirse desde el extranjero. Pero desafortunadamente, a pesar de los agasajos y honores, nada le salió bien: ni el intento de golpe, ni la ayuda humanitaria, ni el llamado a la deserción de los militares bolivarianos, ni el delirio de autorizar una invasión militar yanqui a su país.
Guaidó regresó a Caracas el lunes 4 de marzo y en el aeropuerto Simón Bolívar sufrió otra decepción: las autoridades de Migración le sellaron el pasaporte, como a cualquier pasajero, sin decir pío (¡paf! ¿quién sigue en la fila?). Y la desilusión final tuvo lugar cuando constató la escasa conciencia cívica de los venezolanos, que siendo feriado de Carnaval optaron por aliviar la crisis humanitaria en las playas, en lugar de vitorear al flamante guarimbero de la democracia envasada con código de barras.
Algunos dirigentes antichavistas (primero Dios) fueron al aeropuerto junto con un nutrido contingente de embajadores europeos. Pero a estas alturas, el articulista no puede precisar si los diplomáticos eran simpatizantes del líder sedicioso, o acreditados por la República Bolivariana de Venezuela. ¡Uf! Si el último párrafo suena un tanto esquizofrénico, no me culpe. Los hechos fueron así.
Según el corresponsal de Página 12 en Caracas, el argumento de Guaidó para explicar por qué no lo arrestaron al llegar al país, tendría que ver con “…la ruptura de la cadena de mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), ya que él es el presidente encargado y la totalidad de las tropas lo apoyan”.
De enero a la fecha (penúltimo año de Trump, y vital para sus intentos de reelección), resulta curioso que el inquilino de la Casa Blanca continúe defendiéndose de las acusaciones de que Rusia se inmiscuyó en las elecciones de Estados Unidos, mientras se cree con derecho a intervenir en las de Venezuela. ¿Y si alguien le baja línea, desde dónde? ¿Desde Moscú o desde Miami?
La pretensión de las corporaciones estadunidenses para apoderarse del petróleo y los ingentes recursos naturales de la patria de Bolívar está fuera de discusión. Sin embargo, así es desde la proclamación de la Doctrina Monroe que Washington ha desempolvado una y otra vez desde 1823. En cambio, poco se habla de la preocupación de las derechas latinoamericanas que en todos y cada uno de sus países, satanizan al chavismo.
Sin restar importancia a la voracidad del imperio, el analista argentino Federico Bernal sostiene que Estados Unidos quiere derribar a Maduro cueste lo que cueste, por algo más que el petróleo. O sea, por el uso emancipador que la revolución bolivariana asigna al petróleo.
“Pero hay una razón aún más acuciante –dice Bernal–: Estados Unidos quiere terminar con Maduro porque sería dejar totalmente aislada a Bolivia. Y avanzando contra ella, terminar con el gran movimiento emancipador suramericano del nuevo siglo, en su primera etapa (Consenso de Mar del Plata, 2004)”.
Vale preguntarse, entonces, qué habrán platicado el canciller Jorge Arreaza y el emisario especial de Donald Trump para Venezuela, Elliot Abrams, en el par de encuentros secretos que sostuvieron en Washington, el 13 de febrero. ¿Será que Mike & Mike (Pence y Pompeo) empiezan a soltarle la mano a Guaidó por inútil, o a causa de la creciente amistad y cooperación de Moscú con Caracas?
En el clímax de la crisis y el fracaso de Washington para tratar de ingresar ayuda humanitaria por las fronteras de Venezuela, un gobernante extremadamente parco, pero que ha probado ser un buen amigo del pueblo bolivariano, dijo: “Los americanos saben sumar. Que cuenten cuántas armas tenemos los rusos”.

INGLÉS NEOLIBERAL-Fisgón

Calificadoras: acción concertada .- Carlos Fernández-Vega

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 Pagar los platos rotos por otros
I
ncreíble: en sólo tres meses –versión Standard and Poor’s– el mundo financiero mexicano se vino abajo, junto con las empresas productivas del Estado. Bastó un trimestre de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República para que todo se desplomara, siempre de acuerdo con el análisis de la citada calificadora estadunidense.
Décadas de saqueo en Petróleos Mexicanos (Pemex) y en la Comisión Federal de Electricidad (CFE); décadas destinando los recursos de la banca de desarrollo (propiedad del Estado) a actividades muy distintas a las legalmente correspondientes; seis sexenios al hilo con un comportamiento económico verdaderamente raquítico… y sólo hasta ahora, 36 años después, la calificadora Standard and Poor’s se dio cuenta del riesgo de que persista un crecimiento económico débil, lo que afectaría la resiliencia económica del país y complicaría las condiciones operativas para las instituciones financieras locales y de paso rebaja de estable a negativa la perspectiva de calificación de la deuda emitida por las dos empresas productivas del Estados y algunas más.
Más que obvio resulta que el arrasador triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador disgustó a las calificadoras, pero en el caso de Standard and Poor’s parece que lo tomó como ofensa (de hecho, se autoproclama como vengadora del agravio), porque en su análisis de plano se fue hasta la cocina y para ella, en resumen, todo sucedió en apenas tres meses del nuevo gobierno.
Y se fue hasta la cocina, porque su descalificación (de estable a negativa) no sólo incluye a Pemex y a la CFE, sino suma a empresas privadas, como América Móvil, operadora de Teléfonos de México y Telcel; Coca-Cola Femsa, la mayor embotelladora en México; la cadena de tiendas Liverpool, y 77 entidades bancarias (entre ellas los bancos privados BBVA Bancomer, Banorte, Citibanamex, HSBC, Inbursa y Scotiabank, y los pertenecientes al Estado, como Nafin, Banobras, Banco del Ejército y Bansefi) y siete aseguradoras.
Para Standard and Poor’s la descalificación de las 77 instituciones financieras que operan en el país se justifica porque refleja el potencial deterioro de la calidad crediticia del país y el posible contagio a la industria bancaria local en forma de un mayor riesgo económico, algo totalmente contrario a lo que mes tras mes certifica la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la entidad gubernamental responsable de la salud de tales sectores.
Standard and Poor’s se suma –todo apunta a una acción concertada– a las calificadoras Fitch y Moody’s, que en los pasados dos meses han intentado pegar con todo al nuevo gobierno, dejando a un lado, claro está, la herencia de los gobiernos neoliberales y su complaciente acomodo con éstos. En castellano simple, como bien lo deja en claro el editorial de ayer de La Jornadatras la fachada tecnocrática y supuestamente objetiva de los oráculos financieros se esconde un mero mecanismo de chantaje y una de las muchas maneras en que los capitales trasnacionales han uncido a naciones soberanas a la globalización neoliberal.
La acometida obtuvo respuesta de López Obrador: Esta calificación está castigando al país por la política neoliberal de los pasados 36 años, que fue un rotundo fracaso; sobre todo en los últimos años, y para ser más preciso el año pasado, que no teníamos nosotros nada que ver con el gobierno; pero nos toca pagar los platos rotos. Para que esto también quede claro: fue una política económica ineficiente, caracterizada por el saqueo y la corrupción. Lo único que puedo reprochar a las calificadoras, de manera respetuosa, es que durante todo ese tiempo que imperó la corrupción en Pemex y en la CFE permanecieron calladas (y cobrando).
Las rebanadas del pastel
Si de vividores se trata, habrá que ver la reacción de los partidos políticos por la iniciativa de ley que ayer presentó Tatiana Clouthier, la cual busca reducir 50 por ciento el financiamiento público a dichas empresas familiares.

Escándalos de Luis Mendoza Acevedo