viernes, 26 de marzo de 2010
Ejército entra a universidad de Morelos
Militares y policías federales cercan el campus de la UAEM luego de que el dirigente estudiantil, Edgard Landeros, estalló un petardo en el Consejo Universitario en protesta por su destitución; buscan más explosivos
JUSTINO MIRANDA
El Universal
CUERNAVACA Viernes 26 de marzo de 2010
15:39
Soldados de la 24 zona militar y la Policía Federal ingresaron al campus de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), luego de que el dirigente de la comunidad estudiantil, Edgard Landeros Muñoz, estalló un petardo en el pleno del Consejo Universitario, en protesta por su destitución como representante universitario, tras demostrarse que no es alumno de la institución.
Los soldados y policías federales cercaron la universidad, situada al norte de Cuernavaca, y hasta este momento realizan la búsqueda de un artefacto explosivo que, de acuerdo con el ex líder estudiantil, estallaría en caso de que el Consejo Universitario de la UAEM mantuviera su postura de sustituirlo del cargo.
Edgar Landeros sucedió a Luis Salas Catalán, luego de que éste dejó la dirigencia de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), para contender por una regiduría en el municipio de Cuernavaca en los comicios de 2009, bajo las siglas del PAN. Actualmente es integrante del cabildo capitalino.
Landeros fue denunciado en febrero pasado ante el Ministerio Público luego de amenazar de muerte al presidente del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Derecho, Cristian Benítez Núñez.
El gobernador pelele
Estrictamente Personal
March 26, 2010
— 12:00 am
No hay duda alguna. Los políticos demuestran su talla en momentos de crisis. Por eso, tras la muerte de dos estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey el fin de semana pasado en la capital de Nuevo León, el gobernador Rodrigo Medina mostró lo enorme que le queda el cargo. La joven promesa que a tantos sorprendió -incluido a quien esto escribe- cuando asumió el poder hace casi seis meses, se desvaneció como agua entre las manos en unos cuantos días, escondido como avestruz, desconcertado en medio de la crisis, en contradicción con sus subalternos sobre los detalles de la tragedia y sin poder articular mejor iniciativa que encabezar una manifestación contra la inseguridad pública; es decir, protestar contra él mismo.
Medina no está pudiendo con el paquete de gobernador. Está totalmente desencajado y su equipo sumido en la crisis. Está a la deriva en el tema de la seguridad, y prisionero del pasado. Heredó el problema del gobierno de Natividad González Parás, quien dejó que le creciera el fenómeno del narcotráfico en la entidad y, como colofón, también tuvo que nombrar en su gabinete de seguridad a quienes administraron el desastre en la administración anterior. Es decir, González Parás, no Medina, sigue gobernando en Nuevo León en la parte más crítica de la administración, a través de sus ex colaboradores, y manipulando el destino de Medina, quien aparece frágil y vulnerable.
El gobernador no es dueño de su equipo. Su procurador, Arturo Garza y Garza, con quien no se pone de acuerdo para saber quién informó incorrectamente dentro del gobierno federal de que no había estudiantes muertos durante la operación militar del fin de semana, era el subprocurador de González Parás. El titular de esa dependencia en la anterior administración, Luis Carlos Treviño Berchelman, acaba de ser nombrado secretario de Seguridad Pública, porque la apuesta original de Medina, resultó un fiasco. Los brazos operativos de Medina en el campo de seguridad le son ajenos; le pertenecen a González Parás.
El joven mandatario está en una trampa, y tiene que someterse a las decisiones de un gabinete que formó parte del equipo que desde 2006 le abrió la puerta, por omisión o comisión, a los cárteles de la droga, construyendo un campo de batalla entre narcotraficantes del cual hoy en día se están viendo algunas de sus secuelas. Desde aquél año, altos funcionarios de la PGR le advirtieron al gobernador González Parás que no negociara con ningún cártel de las drogas, pero que si llegaba a hacerlo, lo hiciera con uno sólo, para no vender la plaza a varios y detonar la violencia. Sin embargo, lo alertaron que si lo descubrían, irían con toda la fuerza del gobierno en su contra.
Esto era retórico, pues no iban a perseguirlo porque el presidente Felipe Calderón le debía un favor: durante la elección presidencial, González Parás, en coordinación con la maestra Elba Esther Gordillo, operó a favor del candidato del PAN a la Presidencia. El blindaje político que quedó de manifiesto en diversas ocasiones, debe haber emitido todo tipo de señales hacia los agentes de poder en el estado, y en particular hacia el interior de las áreas de seguridad estatales, que comenzaron a trabajar para dos diferentes cárteles: el del Golfo y el de Sinaloa.
Por eso, cuando irrumpió la lucha de cárteles en Nuevo León, fue de manera estruendosa. En 2006, al salir de una Iglesia en el municipio de San Pedro -años después afamado por ser ahí donde sentaron sus reales los hermanos Beltrán Leyva, y es el que hoy gobierna el controvertido alcalde Mauricio Fernández-, fue asesinado a sangre fría el comandante de la Agencia Federal de Investigaciones, Marcelo Garza y Garza, hermano del actual procurador, con lo que se comenzó a mostrar la descomposición sociopolítica en el estado que vivía en paz.
Al año siguiente, en el centro de Monterrey, fue ejecutado el diputado local Mario Ríos, a quien en 2003 habían detenido en posesión de drogas. Ríos era muy cercano a Carlos González, ligado a personas sobre las cuales las autoridades tenían sospecha de pertenecer al Cártel del Golfo. El hermano de González, Pablo César, era el secretario particular del gobernador. Los dos tenían vínculos estrechos con el hermano del gobernador Luis González Parás, a través de quien habían impulsado a Ríos como diputado local, y a Pablo César como senador suplente de Eloy Cantú.
Los indicios sobre cómo los cárteles de la droga se encontraban demasiado cerca del gobierno de González Parás, abarcaban diversos frentes. Los nombres de Rogelio Cerda, quien era el número dos en su gobierno, y de su hijo, comenzaron a aparecer en narcomensajes dejados sobre los cuerpos de ejecutados, con acusaciones de haber traicionado a los cárteles. Cerda siempre negó cualquier vinculación con la delincuencia organizada, pero la presión fue tanta que González Parás tuvo que relevarlo. Sin embargo, en la parte final de su gobierno lo rescató, negoció que fuera candidato a diputado, y hoy goza de fuero en San Lázaro.
Durante la gestión de González Parás la zona metropolitana de Monterrey se dividió en territorios. La parte aledaña al aeropuerto, que conecta con las carreteras hacia Tamaulipas, estuvo controlada mayoritariamente por el Cártel del Golfo. En las zonas más prósperas, como San Pedro Garza García y la Colonia del Valle, permitieron que convivieran las familias de los líderes de la banda criminal junto con las familias del Cártel de Sinaloa, en particular de los hermanos Beltrán Leyva.
Un cuerpo político y policial infectado fue el que recibió Medina al asumir la gubernatura. Pero en lugar de comenzar el proceso de sanación, permitió que aquellos que lejos de resolver el problema lo alentaron o dejaron crecer por sus omisiones, le fueran impuestos para mantener el status quo. Medina es prisionero de su sombra y rehén de una política de seguridad que le endilgó su antecesor sin que protestara. La administración del conflicto, como se venía haciendo desde la administración anterior, entró en crisis en la semana donde la guerra de los cárteles regresó a la zona metropolitana de Monterrey. Pero en esta ocasión, González Parás no será quien pague las consecuencias políticas. Será Medina, quien al no romper el cordón umbilical con su antecesor, se está ahorcando con él.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
March 26, 2010
— 12:00 am
No hay duda alguna. Los políticos demuestran su talla en momentos de crisis. Por eso, tras la muerte de dos estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey el fin de semana pasado en la capital de Nuevo León, el gobernador Rodrigo Medina mostró lo enorme que le queda el cargo. La joven promesa que a tantos sorprendió -incluido a quien esto escribe- cuando asumió el poder hace casi seis meses, se desvaneció como agua entre las manos en unos cuantos días, escondido como avestruz, desconcertado en medio de la crisis, en contradicción con sus subalternos sobre los detalles de la tragedia y sin poder articular mejor iniciativa que encabezar una manifestación contra la inseguridad pública; es decir, protestar contra él mismo.
Medina no está pudiendo con el paquete de gobernador. Está totalmente desencajado y su equipo sumido en la crisis. Está a la deriva en el tema de la seguridad, y prisionero del pasado. Heredó el problema del gobierno de Natividad González Parás, quien dejó que le creciera el fenómeno del narcotráfico en la entidad y, como colofón, también tuvo que nombrar en su gabinete de seguridad a quienes administraron el desastre en la administración anterior. Es decir, González Parás, no Medina, sigue gobernando en Nuevo León en la parte más crítica de la administración, a través de sus ex colaboradores, y manipulando el destino de Medina, quien aparece frágil y vulnerable.
El gobernador no es dueño de su equipo. Su procurador, Arturo Garza y Garza, con quien no se pone de acuerdo para saber quién informó incorrectamente dentro del gobierno federal de que no había estudiantes muertos durante la operación militar del fin de semana, era el subprocurador de González Parás. El titular de esa dependencia en la anterior administración, Luis Carlos Treviño Berchelman, acaba de ser nombrado secretario de Seguridad Pública, porque la apuesta original de Medina, resultó un fiasco. Los brazos operativos de Medina en el campo de seguridad le son ajenos; le pertenecen a González Parás.
El joven mandatario está en una trampa, y tiene que someterse a las decisiones de un gabinete que formó parte del equipo que desde 2006 le abrió la puerta, por omisión o comisión, a los cárteles de la droga, construyendo un campo de batalla entre narcotraficantes del cual hoy en día se están viendo algunas de sus secuelas. Desde aquél año, altos funcionarios de la PGR le advirtieron al gobernador González Parás que no negociara con ningún cártel de las drogas, pero que si llegaba a hacerlo, lo hiciera con uno sólo, para no vender la plaza a varios y detonar la violencia. Sin embargo, lo alertaron que si lo descubrían, irían con toda la fuerza del gobierno en su contra.
Esto era retórico, pues no iban a perseguirlo porque el presidente Felipe Calderón le debía un favor: durante la elección presidencial, González Parás, en coordinación con la maestra Elba Esther Gordillo, operó a favor del candidato del PAN a la Presidencia. El blindaje político que quedó de manifiesto en diversas ocasiones, debe haber emitido todo tipo de señales hacia los agentes de poder en el estado, y en particular hacia el interior de las áreas de seguridad estatales, que comenzaron a trabajar para dos diferentes cárteles: el del Golfo y el de Sinaloa.
Por eso, cuando irrumpió la lucha de cárteles en Nuevo León, fue de manera estruendosa. En 2006, al salir de una Iglesia en el municipio de San Pedro -años después afamado por ser ahí donde sentaron sus reales los hermanos Beltrán Leyva, y es el que hoy gobierna el controvertido alcalde Mauricio Fernández-, fue asesinado a sangre fría el comandante de la Agencia Federal de Investigaciones, Marcelo Garza y Garza, hermano del actual procurador, con lo que se comenzó a mostrar la descomposición sociopolítica en el estado que vivía en paz.
Al año siguiente, en el centro de Monterrey, fue ejecutado el diputado local Mario Ríos, a quien en 2003 habían detenido en posesión de drogas. Ríos era muy cercano a Carlos González, ligado a personas sobre las cuales las autoridades tenían sospecha de pertenecer al Cártel del Golfo. El hermano de González, Pablo César, era el secretario particular del gobernador. Los dos tenían vínculos estrechos con el hermano del gobernador Luis González Parás, a través de quien habían impulsado a Ríos como diputado local, y a Pablo César como senador suplente de Eloy Cantú.
Los indicios sobre cómo los cárteles de la droga se encontraban demasiado cerca del gobierno de González Parás, abarcaban diversos frentes. Los nombres de Rogelio Cerda, quien era el número dos en su gobierno, y de su hijo, comenzaron a aparecer en narcomensajes dejados sobre los cuerpos de ejecutados, con acusaciones de haber traicionado a los cárteles. Cerda siempre negó cualquier vinculación con la delincuencia organizada, pero la presión fue tanta que González Parás tuvo que relevarlo. Sin embargo, en la parte final de su gobierno lo rescató, negoció que fuera candidato a diputado, y hoy goza de fuero en San Lázaro.
Durante la gestión de González Parás la zona metropolitana de Monterrey se dividió en territorios. La parte aledaña al aeropuerto, que conecta con las carreteras hacia Tamaulipas, estuvo controlada mayoritariamente por el Cártel del Golfo. En las zonas más prósperas, como San Pedro Garza García y la Colonia del Valle, permitieron que convivieran las familias de los líderes de la banda criminal junto con las familias del Cártel de Sinaloa, en particular de los hermanos Beltrán Leyva.
Un cuerpo político y policial infectado fue el que recibió Medina al asumir la gubernatura. Pero en lugar de comenzar el proceso de sanación, permitió que aquellos que lejos de resolver el problema lo alentaron o dejaron crecer por sus omisiones, le fueran impuestos para mantener el status quo. Medina es prisionero de su sombra y rehén de una política de seguridad que le endilgó su antecesor sin que protestara. La administración del conflicto, como se venía haciendo desde la administración anterior, entró en crisis en la semana donde la guerra de los cárteles regresó a la zona metropolitana de Monterrey. Pero en esta ocasión, González Parás no será quien pague las consecuencias políticas. Será Medina, quien al no romper el cordón umbilical con su antecesor, se está ahorcando con él.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
Azcárraga y artistas de Televisa "los mejores clientes" del Bar Bar, dice Charaf
La redacción de Proceso.com
MÉXICO, D.F., 26 de marzo (apro).- Simón Charaf, dueño del Bar Bar declaró que el propiertario deTelevisa, Emilio Azcárraga, altos ejecutivos de esa empresa y artistas del autollamado canal de las estrellas "eran los mejores clientes" de su centro nocturno, clausuarado desde el atentado al jugador del América, Salvador Cabañas.
En entrevista con Carmen Aristegui, Charaf, quien mantiene un litigio con Azcárraga por la disputa de la empresa "Imagen y Talento", respondió al desplegado que publica Televisa en algunos medios y en las que alude a "presuntas irregularidades" en las que operaba el antro Bar Bar.
Negó que en dicho centro nocturno se vendiera dorga y se ejerciera la prostitución disfrazada y se preguntó si el negocio estaba fuera de la ley, qué hacian ahí artistas y ejecutivos de Televisa, incluido su presidente Emilio Azcárraga Jean. "Eran los mejores clientes", afirmó.
El dueño del Bar Bar declaró a Aristegui que cuando Televisa empezó a presionarlo para que les vendiera la parte de sus acciones de la empresa dedicada a representar a artistas –“a un precio ridículo”, dijo--, tuvo un desencuentro con Alejandro Benítez, director de Comercialización Artística de la televisora, quien, le dijo que los ataques continuarían soltando la siguiente frase: “No te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el propio Presidente de la República somos nosotros”.
Televisa dijo que manda sobre el Presidente de la República: Charaf
Redacción/SDP | 26 de Marzo, 2010 - 13:45
Simón Charaf, dueño del Bar Bar, fue advertido por un alto funcionario de Televisa que la televisora “son quienes mandan sobre las autoridades y hasta sobre el Presidente de la República.”
Televisa se considera por encima de las autoridades mexicanas, incluyendo al presidente de la república, dio a conocer el dueño del Bar Bar, Simón Charaf.
En un texto publicado en el sitio de internet laverdadosobrelebarbar.com, se relata la manera en la que Charaf pidió al presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, rigor periodístico y neutralidad para la cobertura sobre el incidente en el cual Salvador Cabañas fue baleado en en el Bar Bar, pero que esto, la neutralidad, sólo ocurrió algunos días para luego convertirse en ataques al Bar Bar en los espacios de Televisa.
Cuando Charaf intentó hablar por teléfono con Azcárraga debido a esta situación, Alejandro Benítez, alto funcionario de la televisora, lo amenazó diciéndole que Charaf “debería acceder a la petición de entregarles sus acciones de Imagen y Talento Internacional” por una cantidad que Charaf consideró absurda.
Al negarse Charaf, Alejandro Benítez “informó entonces a Simón Charaf que los ataques continuarían hasta las últimas consecuencias, recalcando que debía quedar claro que ellos son quienes mandan sobre las autoridades y hasta sobre el Presidente de la República.”
El sitio señala, además, que “es revelador constatar como el Procurador Mancera acepta sacar de toda proporción lo ocurrido al responder servilmente a Joaquín López Dóriga la noche del 25 de enero que ya había hablado con el Presidente Calderón, el Secretario de Seguridad Pública Federal, el Procurador General de la República y el Secretario de Gobernación!!!!!!”
Simón Charaf, dueño del Bar Bar, fue advertido por un alto funcionario de Televisa que la televisora “son quienes mandan sobre las autoridades y hasta sobre el Presidente de la República.”
Televisa se considera por encima de las autoridades mexicanas, incluyendo al presidente de la república, dio a conocer el dueño del Bar Bar, Simón Charaf.
En un texto publicado en el sitio de internet laverdadosobrelebarbar.com, se relata la manera en la que Charaf pidió al presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, rigor periodístico y neutralidad para la cobertura sobre el incidente en el cual Salvador Cabañas fue baleado en en el Bar Bar, pero que esto, la neutralidad, sólo ocurrió algunos días para luego convertirse en ataques al Bar Bar en los espacios de Televisa.
Cuando Charaf intentó hablar por teléfono con Azcárraga debido a esta situación, Alejandro Benítez, alto funcionario de la televisora, lo amenazó diciéndole que Charaf “debería acceder a la petición de entregarles sus acciones de Imagen y Talento Internacional” por una cantidad que Charaf consideró absurda.
Al negarse Charaf, Alejandro Benítez “informó entonces a Simón Charaf que los ataques continuarían hasta las últimas consecuencias, recalcando que debía quedar claro que ellos son quienes mandan sobre las autoridades y hasta sobre el Presidente de la República.”
El sitio señala, además, que “es revelador constatar como el Procurador Mancera acepta sacar de toda proporción lo ocurrido al responder servilmente a Joaquín López Dóriga la noche del 25 de enero que ya había hablado con el Presidente Calderón, el Secretario de Seguridad Pública Federal, el Procurador General de la República y el Secretario de Gobernación!!!!!!”
Astillero
¿Candidato García Luna?
No aspiro a cargo político
2012 condicionado
Sugerenciasdel Tec
Julio Hernández López
Genaro García Luna propone que en materia de seguridad pública y guerra a la delincuencia organizada haya “un proyecto transexenal” y promete que si se convierte en el jefe máximo de una policía nacional única no buscará ningún cargo de elección popular, pues su interés es “servir al país” y no aprovechar ese poder de las armas en “plataforma política”. Así lo dijo a Mario Vázquez Raña en la cuarta entrega de una entrevista con la Organización Editorial Mexicana: “Estamos en un buen momento para dar el paso definitivo con una estrategia de largo plazo, que tenga alcance como país, por eso insisto en la perspectiva de tener un proyecto trans-sexenal (sic) en seguridad pública, donde el país tenga políticas de Estado en seguridad pública” (http://bit.ly/cdAuMs).
El hombre que ha acumulado tanto poder como para ser considerado una especie de vicepresidente ejecutivo (¿o ejecutor?) de la República de Los Pinos pareciera encartarse mediante un presunto descarte, incluirse mediante el método de excluirse, pues al hablar de la posibilidad de ser el máximo responsable de una policía única, dijo: “se ha hablado mucho de perspectiva de abuso o de poder, e inclusive, en algunos casos, me la fijaban de manera personal, diciendo: ‘Es que Genaro quiere ese poder’; pero Mario, se los he dicho incluso a algunos diputados y senadores y a amigos míos, que ofrecí que acabando mi responsabilidad yo no aspiro a ningún cargo político de esa naturaleza. Incluso propuse que quede escrito en la ley la oferta de que ningún secretario de Seguridad Pública o alguien que tenga que ver con la parte de justicia, pueda aspirar a un cargo de elección popular en los siguientes años de carrera, para que tengan bien claro que el que participe en la seguridad pública debe hacerlo con la convicción de que es por el país, no con la lógica de que sea un escalón político”.
Las palabras del gerente de García Luna Productions, subsidiaria de la Casa Calderón, no tendrían gran importancia si no se insertaran en el plan felipista de someter las elecciones de 2012 a la lógica de la “guerra” contra el narcotráfico. A nadie se le ocurriría pensar en la posibilidad macabra (un Felipato en la Roja Luna) de que el secretario federal de Seguridad Pública pudiese aspirar a altos cargos electorales (siendo secretario de Estado, lo natural sería que buscara el siguiente nivel, la Presidencia de la República) si no fuera porque lo primero que hizo Felipe Calderón luego de la visita impositiva de la Caravana Clinton (cuyas instrucciones más peligrosas para México no son, obviamente, del conocimiento público) fue colocar sobre la mesa la ficha de la sucesión “presidencial” condicionada. El siguiente ocupante de Los Pinos deberá seguir una línea, cuando menos en materia de seguridad pública, que está marcada por un “entramado sistémico” que el michoacano belicoso ha ido construyendo y del cual dio bravucona y altisonante muestra oratoria en un discurso de encendida defensa de su personalísima “guerra” contra el narcotráfico.
Un México aún más incendiado, con procesos electorales en absoluto riesgo a causa del narcotráfico desbordado y con una sociedad fluctuante entre la irritación y el miedo, entre el estallido y la apatía total, requeriría de un “héroe” de “guerra” que pudiera “meter orden”. Un riesgo pasa por la franja militar cuyo creciente poder lo llevó a repetir experiencias como las vistas en décadas pasadas en Centro y Sudamérica. Otro sería el que un “civil” como el ingeniero García Luna tuviera el visto bueno de la Iniciativa Mérida para garantizar el cumplimiento de compromisos oscuros.
Astillas
Ya se van definiendo el tono y la textura de la protesta oficial que hará el Tec de Monterrey por los sucesos en que dos de sus estudiantes murieron. En http://bit.ly/9DK106 puede verse la siguiente convocatoria: “Participa con tus propuestas para mejorar las condiciones de seguridad en nuestro entorno y nuestro país. Tus ideas serán integradas por profesores y expertos de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública (EGAP) y formarán parte de la postura y propuestas específicas que serán dados (sic) a conocer el 12 de abril en una sesión simultánea en todos los campus. Te invitamos a mantenerte atento de la hora y lugar de la sesión para que asistas. ¡Muchas gracias por participar!” Al dar clic en la página se precisa el alcance de lo que allí harán los miembros de la comunidad Tec: “Envío de sugerencias para contribuir en el tema de seguridad desde el Tecnológico de Monterrey”. Por cierto, uno de los profesores y expertos de la EGAP que podrían “integrar” las ideas de los participantes es Jorge Tello Peón, quien, según el sitio del Tec (al menos, hasta el 13 del presente), es “profesor de cátedra en EGAP y secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México”... Por otra parte, 36 miembros del Departamento de Relaciones Internacionales del propio Tec, en su campus Monterrey, emitieron una declaración en la que, además de condenar la violencia suscitada en su ciudad y demandar “una investigación justa y transparente” de los hechos en que murieron dos estudiantes, exigen “el respeto a las garantías individuales claramente violentadas en el marco de la estrategia gubernamental para afrontar la llamada ‘guerra’ contra el narcotráfico” y convocan “a la comunidad estudiantil y académica a defender los derechos ciudadanos fundamentales” (el texto está en http://bit.ly/cpTOIi )... No se fugaron: 41 huéspedes decidieron salir caminando por la puerta principal del penal de Matamoros... Y, mientras se ve en http://bit.ly/bDnd7q a un camarógrafo del Canal 44 de Ciudad Juárez defendiéndose de palabra de soldados que lo pretendían subir a una camioneta militar e incluso “cargarlo” (es de suponerse que con droga) para que luego “saliera en la tele”, ¡hasta el próximo lunes, en este México donde cada vez es más difícil desear cándidamente un feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
¡¿La vida no vale nada...?!
• El nuevo son de los güeros
• Reloj, no marques las horas
• Reloj, no marques las horas
El tiempo mi estimado, descubre la verdad. Interesante cierre de agitada semana donde comienza a develarse el tamaño del manotazo de la Casa Blanca ante el descomunal desorden en el patio trasero donde se han perdido 19,000 vidas y, oficialmente, tres funcionarios del consulado norteamericano. Si por esparcimiento antes de salir de puente saca una calculadora my friend, la furia de los güeritos devela que cada vida estadunidense equivaldría, en su pragmático tablero, aproximadamente a 6,000 vidas de mexicanos.
Análisis crudo, pero real. Y justo ese descontrol que ha desencadenado la visita poco diplomática del gabinete de seguridad de los Estados Unidos ha originado que el (des)gobierno de Felipe Calderón deje de jugar al tío Lolo y se aplique en entregar vía fast track a los revoltosos de la “ridícula minoría” que vulneran la seguridad nacional… del gobierno demócrata.
El divertido botón de la simpática captura del llamado “Rey de la Heroína”, José Antonio Medina alias Don Pepe quien introducía la friolera de 200 kilogramos al mes con un valor de 12 mdd en el mercado estadunidense, está incrustado justo en esa atractiva presión y en un deadline que tendrán que cumplirCalderón y sus amigous.
Sobre todo cuando este travieso líder de la heroína mi estimado, no estaba en la lista de los más buscados de aquí pero sí en la lista de los más seguidos... allá. Y con sugestivos datos de inteligencia finalmente se concretó su captura para que de inmediato se proceda a su trámite de extradición… lo que marca el atractivo son al que México deberá bailar.
Y este es el quid de la cascada de estupendos zapes que comienza una nueva etapa de colaboración bilateral donde cada vez será más difícil justificar que tanto cabecilla de esa “ridícula minoría” ande arropado y protegido con absoluta impunidad a lo largo y ancho del territorio nacional. Aunque para variar, hay un muy llamativo detalle que no debe pasar por alto y que documenta la enorme corrupción en poderosos despachoshere & there: la frontera se calienta porque la droga tiene permiso, de funcionarios norteamericanos, para entrar a su país.
Y de esos estratégicos puntos amable lector, comienza el largo camino de complicidades que colocan la droga en las calles y principales ciudades de los Estados Unidos, así que para qué tanta histeria estando el suelo tan parejo.
Sólo basta hacerse la cándida pregunta de (viernes) ¿cómo chingaos se introducen a Estados Unidos 200 kilogramos de heroína al mes..? Eso sin contar los demás estupefacientes que no aparecen por arte de magia en el mercado más grande y cotizado de drogas en el mundo, no le parece? Washington tiene un grave problema... tan grave como el que tiene Felipe & his dumb squad, ese donde el monstruo del organizado crimen anida en las estructuras de gobierno y que, gracias a los reacomodos, ajustes y derivaciones ha ocasionado una espiral de violencia que es un parteaguas en la relación entre ambos (dos) países.
Hoy el (des)gobierno federal tendrá que aportar algo más que sonsonetes discursivos y pirotecnia militar. Washington tiene datos duros, claros y precisos de los niveles de corrupción que corroen, no al (des)gobierno sino al estado mexicano. A varias instituciones incluidas... nuestras fuerzas armadas. Datos que después de los hechos en Ciudad Juárez han detonado un conflicto latente sobre la peligrosa infiltración... de esa “ridícula minoría” que ha alarmado al Tío Sam que había vivido con el placer de las drogas evadiendo su responsabilidad. Responsabilidad que pasa por el flujo de armas y dinero... que cruzan por su frontera. Terrestre y... aérea.
El margen de maniobra y las salidas de emergencia se le cierran a Los Pinos y ponen en serios aprietos a la administración de Obama que, ante el tiradero de esa “ridícula minoría” en su patio trasero que prendió los focos rojos de su ciudadanía, tiene que demostrar que el que esté libre de droga arroje al primer narcotraficante, yes?
Chingón.
El detallito es que Felipe Calderón sabe ya que le llega la hora chinguenguenchona. La hora de girar instrucciones y entregar resultados que pasan por, digamos, una Operación Limpieza reloaded que ahora sí cimbre un par de dependencias. De no hacerlo my friend, nuestros inquietos vecinos tomarán cartas en el asunto (como ya lo están haciendo)..Y para ellos también, el reloj está corriendo.
¿Vamos bien o me regreso...?
¡Adiós!
Depresión, segunda discapacidaden el orbe
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 39
La depresión es una tristeza profunda de la que, generalmente, las personas no pueden salir por sí solas. Es un desorden bioquímico cerebral en el que participan dos neurotransmisores: serotonina y norepinefrina. Aún se desconoce el origen del mal, aunque los científicos piensan que se debe a una combinación entre factores genéticos y experiencias de vida.
Representa la segunda causa de discapacidad en el orbe, sólo después de las enfermedades cardiacas, y afecta a 121 millones de personas de todas las edades, razas y posición económicas alrededor del mundo, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde 2001, este organismo internacional observó el acelerado incremento en la prevalencia de la depresión, por lo que decidió modificar la forma en que hasta ese momento se determinaba el impacto de las enfermedades en la sociedad, es decir, por la mortalidad que provocan, para enfocarse en los años de vida saludables perdidos (avisa).
Los avisa se traducen como abandono del empleo o la escuela, la desintegración familiar y la violencia dentro y fuera de la familia.
Mientras en el año 2000 la depresión se ubicó en el cuarto lugar en la tabla de enfermedades causantes de discapacidad, después de las infecciones respiratorias bajas, las condiciones perinatales y el VIH/sida, en la actualidad ya está en el segundo sitio, aseguró María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, quien comentó que otro obstáculo para controlar la enfermedad es el tiempo que transcurre entre el inicio de síntomas y la búsqueda de ayuda especializada.
En el caso de México pueden pasar hasta 14 años antes de que los afectados lleguen con el especialista, mientras en países como Japón es un año y Estados Unidos cuatro. Cuando los pacientes recurren al médico, generalmente el padecimiento ya se encuentra en etapas avanzadas y graves, advirtió.
Por causa de la depresión, señaló la especialista, se pierden 2.7 días más de trabajo que en cualquier otro padecimiento crónico. El problema es que en el caso de la enfermedad mental, los servicios de salud no proporcionan días de incapacidad.
Acusan al Papa de encubrir a pederasta
La cleropederastia
Escándalo por el caso Murphy
Los culpables serán juzgados por “Dios y la justicia”: Benedicto XVI
El religioso murió sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia católica
Benedicto XVI ha sido objeto de críticas por su actuación como guardián de la ortodoxia –cargo que desempeñó durante 23 años–, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.Foto Ap
Afp
Periódico La Jornada
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 2
Ciudad del Vaticano, 25 de marzo. El papa Benedicto XVI se vio salpicado este jueves por la ola de escándalos de pederastia en la Iglesia católica, luego que el diario The New York Times publicara información según la cual encubrió a un sacerdote estadunidense sospechoso de haber abusado de 200 niños.
Según el periódico, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger –cuando ejercía el cargo de prefecto en la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005)– no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence Murphy pese a las acusaciones de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos o con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.
Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez a finales de los años 90, es decir 20 años después de ocurrido”.
Si bien el caso reviste un “carácter trágico” debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadunidenses abandonaron la investigación contra el religioso, iniciada en los años 70 del siglo pasdo.
Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, “el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrado más denuncias en su contra en 20 años”, aseguró Lombardi.
La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó entonces a “sugerir” al arzobispo de Milwaukee que “limitara las actividades religiosas del padre Murphy y a que lo instara a que asumiera la total responsabilidad de sus actos”.
El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.
El caso sale de nuevo a la luz en un momento delicado para la Iglesia católica, sacudida por los escándalos de curas pederastas en numerosos países de Europa, en particular Irlanda y Alemania, país de nacimiento del pontífice.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, ha sido cuestionado también por la prensa de su país en estos días por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Munich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias.
“Desde el punto de vista canónico respetó todas las reglas, pero ese tipo de defensa, a la ‘Nuremberg’, que aduce que se limitó a cumplir, no satisface a la opinión pública”, comentó un observador de los asuntos del Vaticano que quiere mantener el anonimato.
“Como era anciano y no tenía más contacto con el público, lo dejaron”, comentó el vaticanista estadunidense John Allen, del National Catholic Reporter.
“Se trata, para algunos, de una justicia compasiva; para otros, de dejar pasar”, agregó.
Los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.
La mayoría de los casos denunciados se remontan a varios decenios y podrían convertirse en una “avalancha” para la Iglesia, según el vaticanista Bruno Bartoloni.
“Las víctimas ya no temen hablar, eso va a obligar a la Iglesia a cambiar completamente de actitud, que era la de evitar todo escándalo”, agregó.
Benedicto XVI ha condenado en numerosos ocasiones esos “actos abominables” e instó en un texto reciente a romper el “muro de silencio”.
El sábado, en una carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda, el Papa manifestó “la vergüenza y el remordimiento” de toda la Iglesia por los abusos cometidos y anunció que los responsables serán juzgados “por Dios y la justicia”.
Varias asociaciones de defensa de víctimas de curas pedófilos, tanto de Estados Unidos como de Alemania, consideran insuficientes las palabras del pontífice.
Escándalo por el caso Murphy
Los culpables serán juzgados por “Dios y la justicia”: Benedicto XVI
El religioso murió sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia católica
Benedicto XVI ha sido objeto de críticas por su actuación como guardián de la ortodoxia –cargo que desempeñó durante 23 años–, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.Foto Ap
Afp
Periódico La Jornada
Viernes 26 de marzo de 2010, p. 2
Ciudad del Vaticano, 25 de marzo. El papa Benedicto XVI se vio salpicado este jueves por la ola de escándalos de pederastia en la Iglesia católica, luego que el diario The New York Times publicara información según la cual encubrió a un sacerdote estadunidense sospechoso de haber abusado de 200 niños.
Según el periódico, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger –cuando ejercía el cargo de prefecto en la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005)– no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence Murphy pese a las acusaciones de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos o con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.
Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez a finales de los años 90, es decir 20 años después de ocurrido”.
Si bien el caso reviste un “carácter trágico” debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadunidenses abandonaron la investigación contra el religioso, iniciada en los años 70 del siglo pasdo.
Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, “el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrado más denuncias en su contra en 20 años”, aseguró Lombardi.
La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó entonces a “sugerir” al arzobispo de Milwaukee que “limitara las actividades religiosas del padre Murphy y a que lo instara a que asumiera la total responsabilidad de sus actos”.
El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.
El caso sale de nuevo a la luz en un momento delicado para la Iglesia católica, sacudida por los escándalos de curas pederastas en numerosos países de Europa, en particular Irlanda y Alemania, país de nacimiento del pontífice.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, ha sido cuestionado también por la prensa de su país en estos días por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Munich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias.
“Desde el punto de vista canónico respetó todas las reglas, pero ese tipo de defensa, a la ‘Nuremberg’, que aduce que se limitó a cumplir, no satisface a la opinión pública”, comentó un observador de los asuntos del Vaticano que quiere mantener el anonimato.
“Como era anciano y no tenía más contacto con el público, lo dejaron”, comentó el vaticanista estadunidense John Allen, del National Catholic Reporter.
“Se trata, para algunos, de una justicia compasiva; para otros, de dejar pasar”, agregó.
Los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la teología de la liberación.
La mayoría de los casos denunciados se remontan a varios decenios y podrían convertirse en una “avalancha” para la Iglesia, según el vaticanista Bruno Bartoloni.
“Las víctimas ya no temen hablar, eso va a obligar a la Iglesia a cambiar completamente de actitud, que era la de evitar todo escándalo”, agregó.
Benedicto XVI ha condenado en numerosos ocasiones esos “actos abominables” e instó en un texto reciente a romper el “muro de silencio”.
El sábado, en una carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda, el Papa manifestó “la vergüenza y el remordimiento” de toda la Iglesia por los abusos cometidos y anunció que los responsables serán juzgados “por Dios y la justicia”.
Varias asociaciones de defensa de víctimas de curas pedófilos, tanto de Estados Unidos como de Alemania, consideran insuficientes las palabras del pontífice.
Clamor de justicia
José Cueli
El poeta español León Felipe, quien tan certero fue al denunciar la injusticia, se nos vuelve un perfecto interlocutor ante los calamitosos tiempos que se viven en nuestro país y en todo el mundo.
“Esta pantomima sangrienta y desgarrada, ese truco monstruoso y despiadado que está aquí en la picota del escarnio... ¿Para qué? ¿Qué significa? ¿A dónde vamos? ¿A dónde nos lleva esto? ¿A la justicia? Pero, ¿qué es la justicia? ¿Existe la justicia? Si no existe, ¿para qué está aquí don Quijote? Y si existe, ¿la justicia es esto? ¿Un truco de pista? ¿Un número de circo? ¿un pim-pam-pum de feria? ¿Un vocablo gracioso para distraer a los hombres y a los dioses? Respondedme (...) Respondedme. Que me conteste alguien... ¿Qué es la justicia? Silencio... Silencio. ¡Otra vez el silencio!”
De nuevo la voz del poeta: “Yo no sé si ésta es la hora de que hablen los dioses... pero el momento actual de la Historia es tan dramático, el sarcasmo tan grande, la broma tan sangrienta... y el hombre tan vil... que el poeta prometeico... el payaso de las bofetadas... se yergue... rompe sus andrajos grotescos de farándula, se escapa de la pista, se mete por la puerta falsa de la gran asamblea donde los raposos y los mercaderes del Mundo dirigen los destinos del Hombre... y pide la palabra”.
Estas desgarradas y contundentes palabras fueron escritas por León Felipe en 1938, pero tienen hoy una vigencia asombrosa. Proceden de su obra El payaso de las bofetadas y El pescador de caña, donde su voz y a su alma se emparentan con don Quijote cuando “pronunció por primera vez la palabra justicia en los campos de Montiel”.
Para León Felipe, que conoció el horror de la guerra y la morada del exilio, “don Quijote es el poeta prometeico que se escapa de su crónica y entra en la Historia hecho símbolo y carne, vestido de payaso y gritando por todos los caminos: ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!... Sólo la risa del mundo, abierta y rota como un trueno, le responde. ¡Oh paradoja monstruosa! Todas las voces de la Tierra, zumbando en coro, haciendo rueda en los oídos de ese pobre payaso, del gran defensor de la justicia, con este estribillo de matraca: ¡No hay justicia!... ¡No hay justicia!... ¡No hay justicia!”
Eterno retorno de lo igual. Compulsión a la repetición. Dolor y desgarramiento. En estos difíciles momentos, la larga lista de damnificados del mundo a causa de la injusticia crece de manera galopante y “¡No hay justicia!” Como el poeta, queremos justicia, porque “la justicia nos dará el orden. Justicia hay que pedir y no orden. El orden no es más que una consecuencia de la justicia”.
México y el mundo claman justicia. No puede hablarse de justicia cuando millones de individuos viven inmersos en el hambre y la miseria. Cuando el desempleo deja a millones de familias en la calle de la indefensión esquina con la zozobra. Cuando la inseguridad, la violencia y el miedo nos calan hasta los huesos. Cuando muere gente inocente en medio de balaceras y familias enteras quedan destrozadas por el dolor.
Cuando atentados terroristas matan a centenares de civiles que ni la deben ni la temen. Cuando se atenta contra el planeta y el ecocidio avanza imparable porque nadie respeta los tratados que buscan proteger el medio ambiente. Cuando se desatan guerras preventivas y quedan países destrozados e inmersos en la ingobernabilidad.
Cuando vemos desastres naturales como los que viven nuestros hermanos de Haití, con la cauda de devastación y violencia producidas por la corrupción. Cuando vemos tanta desigualdad social en tantas partes. Cuando... Cuando... Cuando...
¡No hay justicia! Y el mundo entero clama por ella.
De bruces
Luis Javier Garrido
Las políticas de violencia militar desatadas por el gobierno panista en estos tres años con el pretexto de la lucha contra el narco han llegado adonde pretendían quienes las concibieron desde Washington: a una entrega casi absoluta de la vocación soberana de México por parte del gobierno panista.
1. La reunión en el edificio de la cancillería mexicana del gabinete de seguridad de Estados Unidos, encabezado por Hillary Clinton, secretaria de Estado, en la mal llamada Reunión de Alto Nivel México-Estados Unidos sobre la Iniciativa Mérida, el martes 23 de marzo, no buscó llegar a acuerdos sobre las políticas de supuesta lucha conjunta “contra el narcotráfico” (en territorio mexicano desde luego) ni reformular programas, sino dejar claro en un acto propagandístico que Washington dicta al gobierno calderonista no sólo las políticas financiera y económica, sino las políticas de seguridad y ahora incluso en materia social, transmitiendo un único mensaje: que México es para Estados Unidos su protectorado.
2. En dicho encuentro, como en el efectuado la tarde de ese día en Los Pinos, no hubo discusión alguna, como lo trataron infructuosamente de investigar algunos periodistas, sino un mero acto de sumisión de Felipe Calderón y sus colaboradores al gobierno de Barack Obama.
3. La campaña en los medios oficialistas mexicanos, que son la casi totalidad, ha buscado por eso en estos días tergiversar la realidad de las graves regresiones que se están produciendo en México por el entreguismo de un gobierno espurio y débil que se fue de bruces antes las exigencias de sumisión de Washington y que está dejando el control de la situación interna a agentes extranjeros al aceptar reducir las fuerzas militares y policiales nacionales a simples agentes operativos a las órdenes del Pentágono. Y está insistiendo por eso en celebrar el acontecimiento como un acto de confianza en México y en descalificar los señalamientos de lo que acontece como trasnochadas invocaciones a “la soberanía nacional”: una noción que, reiteran, no tiene ya cabida en el mundo globalizado.
4. La autojustificación de las políticas de claudicación se estuvo manifestando durante varios días en todos los niveles del gobierno panista sin que se produjera la menor reacción de las dirigencias de los partidos políticos. El creciente intervencionismo de Estados Unidos fue justificado con el mismo argumento: la incapacidad del gobierno calderonista para enfrentar el problema, una incapacidad que los propios panistas han buscado probar y evidenciar en los últimos tres años. El propio Felipe Calderón eligió el acto de supuesto homenaje a Juárez el 21 de marzo para aceptar este hecho y pedir la que llamó una “cooperación respetuosa”, y el general brigadier Benito Medina (director de Educación Militar de la Universidad del Ejército y la Fuerza Aérea), para vergüenza de las fuerzas armadas, insistió en una entrevista en que México “no puede solo” contra el narco (El Universal, 22 de marzo).
5. El pueblo mexicano ha entendido ya, sin embargo, a pesar de la propaganda, que la mayor parte de los crímenes cometidos contra la población civil en estos meses son obra de las fuerzas federales y de los grupos paramilitares creados desde el gobierno, incluyendo los de Ciudad Juárez y Monterrey que han generado tanta indignación, y no de los cárteles: que no son casos fortuitos, como se ha pretendido, sino atentados contra la sociedad que se enmarcan dentro de las acciones deliberadas que se ha instruido cometer a estas tres fuerzas armadas, que actúan ya fuera de control, con el objetivo de generar un clima de amedrentamiento y de confusión. Poco se dice, además, en este contexto fascistoide de violencia generalizada desatada desde el gobierno, de las decenas de dirigentes sociales victimados diariamente en Guerrero y otras entidades, ni de la violencia contra las comunidades zapatistas de Chiapas.
6. El gobierno de Estados Unidos no busca con la Iniciativa Mérida “luchar contra el narcotráfico” (negocio en el que se hallan coludidos poderosos intereses, empezando por los de la familia Bush), sino generar alarma y temor en los pueblos al sur de su frontera para controlar sus espacios estratégicos a fin de adueñarse de sus recursos naturales y de paso controlar mejor el mercado de estupefacientes. El gobierno de facto calderonista no pretende tampoco a su vez con “la guerra” que ha desatado “luchar contra el narcotráfico” (negocio en el que se hallan asociados poderosos intereses del PRI y el PAN), sino generar un amedrentamiento en el pueblo a fin de afianzarse en el control del aparato estatal para disponer de él de manera patrimonialista y poder imponer los programas neoliberales que les exigen el capital financiero y el gobierno de Washington.
7. La supuesta lucha contra el narco del gobierno de facto ha fracasado de manera estrepitosa precisamente porque no es una “lucha contra el narco” ni tampoco la idearon Calderón y sus empleados. Las políticas de violencia policiaco-militar que ha implementado en México el gobierno panista de facto fueron concebidas por el Pentágono sobre la base de la “doctrina preventiva” de Bush (en la mira de provocar reacciones que generen una escalada cada vez mayor de la violencia), y tienden en lo esencial, a mediano plazo, a desmantelar el Estado nacional mexicano y someter a nuestro territorio al control de Washington. El embajador estadunidense Carlos Pascual lo reconoció ante los micrófonos de Televisa, luego de la pregunta, ideada como parte de la propaganda panista, que le hizo López Dóriga en su Noticiero del miércoles 24, demandándole si el gobierno de Estados Unidos aprobaba la estrategia del gobierno de Calderón: esa estrategia “la hemos diseñado los dos juntos”, le recordó.
8. La principal lección que deja al pueblo el delirante baño de sangre en el que Felipe Calderón y el gobierno panista lo han hundido es que las acciones de un gobierno deben llevarse a cabo en todos los ámbitos en el marco de la legalidad constitucional, y no trasgrediéndolo o tratándolo de suprimir o de prostituir. La modificación legal aceptada en Morelia el martes 23 por los 31 gobernadores integrantes de la Conago, convalidando un “mando unificado” de policías judiciales estatales supuestamente para colaborar con el gobierno central en la persecución de delitos federales, es un ejemplo de las perversiones fascistoides actuales, pues trasgrede los fundamentos federales de la Constitución Mexicana al atentar contra la naturaleza federal de nuestro país y la autonomía de estados y municipios.
9. El aval del PRI a las políticas entreguistas del gobierno panista de Felipe Calderón sólo puede explicarse por una razón: la extrema debilidad del grupo salinista y de quien lo encabeza ante Washington, en razón de su vinculación con el narcotráfico, que lo vuelve en extremo vulnerable.
10. El saldo de la violencia desatada por Felipe Calderón y los panistas en estos tres años y medio, no contra el narco sino contra los mexicanos, está a la vista: un pueblo vejado impunemente con miles de víctimas inocentes, un Ejército federal cada vez más corrompido y subordinado a las agencias de Washington, los cárteles de la droga convertidos en fuerzas armadas fortalecidas con los miles de soldados que han desertado para unírseles, la Constitución y las leyes tornadas en letra muerta y México en vías a consolidarse como un protectorado estadunidense, pero eso sí: un negocio del narcotráfico cada vez más floreciente, en México y en Estados Unidos.
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