▲ En meses recientes los integrantes de la nueva agrupación recibieron amenazas de despido, falta de pago incluso un bombero opositor fue asesinadoFoto Jesús Villaseca
Josefina Quintero M
Periódico La Jornada
Sábado 29 de septiembre de 2018, p. 31
Sábado 29 de septiembre de 2018, p. 31
Después de 16 años de hegemonía sindical a cargo de Ismael Figueroa Flores, de voces de denuncia, amagos, condicionamientos, soportar la carencia de equipo para trabajar y la inseguridad laboral surge un nuevo sindicato en el Heroico Cuerpo de Bomberos de Ciudad de México: Unión y Fuerza.
Con nueve meses de agresiones e incluso el asesinato de uno de sus integrantes, por fin la agrupación fue reconocida como un segundo sindicato por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, por lo que se declaro opositor a Figueroa, quien con el aval del gobierno se ha apoderado no sólo del gremio si no de la institución, expuso el abogado Manuel Fuentes Muñiz.
En conferencia de prensa el asesor jurídico narró cómo empezó la organización de los 27 vulcanos que decidieron formar la agrupación y en menos de 24 horas de manifestar su interés por la defensa de sus derechos laborales fueron víctimas de agresiones físicas y despidos.
Se usó la violencia, los sacaron de su fuente de trabajo por aspirar a la constitución del sindicato. Por ese derecho fundamental fueron agredidos, les retiraron el pago de salarios, llamaron a sus casas para evitar la conformación del gremio e incluso les ofrecieron buenas jubilaciones, expresó el también ex consejero de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
El terror y las amenazas contra quienes se oponen a Figueroa Flores han sido avalados por las autoridades, agregó, Fuentes, porque
él no sólo decide el destino de la organización sindical, también el de la corporación. Tiene el control en áreas importantes como recursos humanos y licitaciones.
El dominio de Figueroa ha llegado a tal grado, abundó el defensor,
que si se pregunta en la corporación quién es el jefe, refieren que es el secretario sindical.
Por su parte, Heliodoro González Romero, secretario general del nuevo sindicato reconoció que la toma de nota costó la vida a su compañero Javier Salinas, quien fue asesinado el pasado mes de junio, por eso se mostró como claro opositor a Figueroa Flores y abiertamente declaró que
esto apenas empieza.
Expresó que los dirigentes del sindicato desvirtuaron la esencia de la agrupación gremial,
vulneraron la dignidad, los derechos humanos y laborales. Nos quitaron la armonía, han impuesto el terrorismo sindical y amenazan con quitarnos empleo.
Ante los amagos, indicó que temen manifestarse de manera pública, pero hasta el momento hay 700 bomberos que quieren el cambio, pero temen perder su empleo.