MEXICO, D.F. (apro).- El panista Christian von Roehrich, quien junto con sus guaruras le propinó una golpiza a un vecino de 61 años de edad y amenazó con asesinarlo, está impune y a partir de hoy ejerce el poder como jefe delegacional en Benito Juárez de la Ciudad de México.
Pese a la denuncia y a las pruebas que presentó Román Francisco Lázaro Tapia por la agresión de que fue víctima el 1 de febrero de 2014, la Procuraduría General de Justicia del gobierno de Miguel Ángel Mancera no ha hecho nada para esclarecer los hechos que involucran a Von Roerich de la Isla.
–¿Qué ha hecho la Procuraduría de Justicia sobre la denuncia contra Von Roerich?
–Nada. Lo protege –responde Lázaro Tapia.
El afectado, de 61 años de edad, presentó desde febrero de 2014 una denuncia de hechos contra Von Roerich, miembro prominente del grupo que controla el Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México, luego de que lo sometió por la espalda y lo agredió a golpes junco con un grupo de escoltas.
–¡Te voy a romper la madre! ¡Y te voy a matar a ti y a tu familia! –amenazó el panista.
En pleno parque Las Américas de la colonia Narvarte, el legislador había tomado por la espalda a Román Francisco Lázaro Tapia para arrojarlo al piso y patearlo, junto con siete secuaces que vestían chalecos azules.
–¡Se los va a cargar la chingada a ti y a tu familia! –gritaba, fuera de sí.
La agresión del entonces diputado local Von Roehrich de la Isla contra el vecino de 61 años ocurrió la noche del 1 de febrero de 2014 y hasta hoy, que toma de posesión como delegado, permanece impune.
Luego de que el semanario Proceso hizo público el caso, el 31 de mayo, Von Roerich envió una carta para negar los hechos y adjuntó una copia de la denuncia de hechos que presentó ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal “con el objetivo de comprobar que en ningún momento fui citado por autoridad alguna a efecto de declarar por las supuestas acciones que se me atribuyen”.
También aseguró que pidió “a la autoridad competente esclarecer los hechos y que, una vez agotadas las respectivas diligencias, ejerza acción penal contra quien resulte responsable”.
Sin embargo, Von Roehrich no presentó la denuncia que adjuntó en su carta para contraponerse a los hechos denunciados en la averiguación previa FBJ/BJ/-3/T2/00328/14/02, en la que consta que él atacó sin razón a Lázaro Tapia, con quien minutos antes había pactado una reunión vecinal para discutir la inseguridad en la zona.
El compromiso le fue arrancado por los vecinos al legislador cuando gozaba de una tamaliza con prosélitos en vísperas del Día de la Candelaria. Esto y el hecho de que el representante vecinal, de filiación panista, fuese excluido de la junta pactada lo enfureció.
Von Roehrich pertenece al grupo que controla al PAN de la Ciudad de México y que encabeza Jorge Romero Herrera, anterior jefe delegacional, integrado por treintañeros conocidos dentro y fuera de ese partido por sus escándalos de corrupción, tráfico de influencias, prácticas clientelares, consumo de alcohol y drogas… y violencia.
Hasta ahora esta secta que se hizo del poder con el patrocinio de Felipe Calderón, vía Mariana Gómez del Campo y César Nava Vázquez, y que lo mantiene por su alianza con la cúpula nacional del PAN, no ha cometido un homicidio, que se sepa, pero uno de sus integrantes, Christian von Roehrich, ya amenazó con hacerlo.
Lázaro Tapia asegura que él y su esposa son continuamente hostigados por personeros del panista, a quien acusa de la agresión en volantes y carteles que él mismo distribuye. El 1 de mayo, por ejemplo, uno de los desconocidos que recogían los papeles que él repartía estaba armado: “Me mostró la pistola que traía en la mano”.
Estos hechos, incluidos la fotografía y el número de placas de la camioneta en la que se fugó ese sujeto –custodiado por una motopatrulla–, se anexaron a la denuncia que por amenazas y lesiones presentó el vecino ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), que nada ha investigado.
“La procuraduría tiene constancia de todo y no ha hecho absolutamente nada”, denuncia Lázaro Tapia, vecino sin filiación partidista, dedicado a la compra-venta de inmuebles y promotor de clases de zumba en parques públicos de Benito Juárez.
En marzo, ya siendo Von Roehrich candidato del PAN a jefe delegacional, el afectado envió una carta a Madero y a Mauricio Tabe, presidente de ese partido en el Distrito Federal, para enterarlos del caso. Con copias de la averiguación previa que les anexó –de las que tiene copia de recibido–, les dijo temer por su vida.
“Ante la posibilidad de que dicho sujeto ganara, mi temor crece día con día, porque ya empoderado puede hacer uso de la policía o sicarios a su servicio y cumplir sus amenazas de muerte, como lo hizo (el alcalde perredista de Iguala) José Luis Abarca con los estudiantes de Ayotzinapa, en Guerrero, o (el alcalde panista) Omar Cruz Reyes con el periodista (Moisés Sánchez) en Medellín de Bravo, Veracruz”.
Añade: “Ante ese temor mi familia y yo hemos decidido hacer pública la denuncia y comunicarlo al CEN del PAN para que sepa que este sujeto tiene cuentas pendientes con la ley, y como la Procuraduría del DF no ha querido actuar, acudiremos a la CDHDF y además acompañaremos al candidato en sus actos de campaña para denunciarlo públicamente y la ciudadanía se convierta en el mejor juez, porque si algo le sucede a mi familia o a mí, que quede constancia pública de que ninguna autoridad o institución hizo algo para evitar una tragedia anunciada”.
En efecto, esta misma carta y sus anexos la hizo llegar a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), donde ya declaró, pero también se la envió a cada uno de los consejeros del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), en la que rubrica: “Daré mi vida por mi familia si es necesario”.
Es la mañana del martes 26, a menos de dos semanas de las elecciones, y Lázaro Tapia niega que haga público su caso por razones electorales. “Tengo 15 meses diciéndolo. Sólo que nadie me ha hecho caso”, dice mientras extiende documentos en la mesa de un restaurante de la colonia Narvarte.
–¿Y hasta dónde piensa llegar?
–Esto no tiene fecha de caducidad el 7 de junio. Me vale si gana. Voy a seguir hasta que se haga justicia— dijo en aquella ocasión.
Ahora que Von Roerich asume el poder en la delegación, Lázaro Tapia tampoco desiste de su demanda de justicia.