sábado, 20 de septiembre de 2008

Este idiota o cayó redondito o le firmaron uno de varios ceros :

Puede Calderón ¿recuperar ? legitimidad: René Arce
Sostiene el senador del PRD que Andrés Manuel López Obrador debería reconocerlo como hombre con visión de estado

( ¿ Visión de Estado ? Pues sólo que sea de "Estado de Ebriedad" )

El presidente Felipe Calderón puede recuperar la legitimidad si asume un liderazgo frente a la crisis de inseguridad que vive el país, aseguró el senador del PRD, René Arce Islas.

( ¿ Quién puede "recuperar" algo que nunca ha tenido ? )



Sostuvo que Andrés Manuel López Obrador, debería reconocerlo como hombre con visión de estado.

( Sí, ¡ Como no ! )

El legislador perredista fue entrevistado en la radio por el periodista Javier Solórzano, a quien explicó la manera en que Calderón podría recuperar la legitimidad.

( De plano : ¡ Exigimos antidoping para este chucho, que de no ser por AMLO, andaría manejando algún microbús ! )

Y si te queda estómago, pues lee más:

http://www.eluniversal.com.mx/notas/539843.html











Cualquier parecido no es ninguna coincidencia :

Humor Renegado : Del Foro del Sendero del Peje

¿ A poco López Dóriga se vende ?

Las Esquirlas de Morelia Alcanzan a Calderón : Luis Javier Garrido

De Blogotitlán :


El gobierno calderonista ha hecho de la violencia material su principal arma política y ésta ha terminado por revertírsele.

1. La incapacidad del gobierno de facto para responder políticamente ante el grave atentado cometido la noche del 15 de septiembre en Morelia, no ha hecho más que agravar la crisis política latente que vive México y comprometer, de paso, su propio futuro. Calderón no ha hecho otra cosa, desde los estallidos de las granadas --que ocasionaron ocho muertos y más de 100 heridos--, que buscar sacar beneficios políticos del hecho trágico, tratando de hacerse publicidad, de fortalecer su campaña permanente de amedrentamiento de la población y de preconizar una subordinación de la oposición a sus políticas en aras de alcanzar la “unidad nacional”, como lo han hecho desde siempre los gobiernos autoritarios.

2. Y como si no fuera poco, no han faltado otras voces como los de algunos locutores del programa Tercer Grado, de Televisa, que en la emisión del miércoles 17 hablaron incluso de una política de “autocensura” de los medios para ocultar informaciones y fotografías, como las de las narcomantas, aludiendo a la portada del número 1661 de la revista Proceso del 31 de agosto, en la que se podía leer en una de ellas un mensaje que iniciaba diciendo: “Sr. Narco Presidente, si quiere que se termine la inseguridad deje de proteger a los narcotraficantes como el Chapo Guzmán…”

3. En medio del caos declarativo que se ha sucedido y que ha agravado la confusión, a nadie pudo extrañar, por consiguiente, la afirmación del embajador estadounidense, Tony Garza, que interviene cada vez más, con la tolerancia del gobierno calderonista, en los asuntos internos de México, y quien rompiendo todas las reglas del comportamiento diplomático atribuye también el acto al que llama “el narcoterrorismo” aun antes de que haya investigación alguna (16 de septiembre), arrojando así la sospecha, según algunos analistas, de que la mano de la CIA y de otras agencias estadounidenses pudiera estar involucrada en la fabricación del clima de violencia que se ha gestado en México en este sexenio, habida cuenta de los actos de desestabilización que la administración Bush está llevando a cabo en su ocaso en Bolivia, en Argentina y en Venezuela.

4. Un hecho, sin embargo, no puede soslayarse, y es que aun siendo correcta la hipótesis de que fue “el narco” el responsable del acto criminal, buscando supuestamente exigir con éste que se ponga fin al intento del gobierno de reordenar el mercado del narcotráfico en beneficio de los cárteles que le son afines, el atentado se inscribe en el clima de violencia generalizada que le han impuesto Calderón y los panistas al país, al hacer intervenir a los cuerpos de seguridad del Estado en tareas que no les competen, con evidentes propósitos políticos, y no es de sorprender, por lo mismo, que sean ellos los que pretenden ya desde ahora sacarle beneficios políticos.

5. El verdadero responsable del escenario de caos que prevalece en la República es, a pesar suyo, Felipe Calderón, quien --luego de lograr imponerse en 2006 por la vía del fraude-- aceptó como estrategia fundamental de su gobierno, para superar la situación crítica en que se hallaba, el utilizar anticonstitucionalmente al Ejército para amedrentar a la población con el pretexto de la lucha antinarco, lo que permitía, además, reordenar el mercado de la droga, desviando la atención de sus políticas antipopulares; de ahí que una y otra vez se fuera ufanando en repetir que iba a “haber muertos”.

6. El “escenario” hechizo de una supuesta guerra del Estado contra el “crimen organizado”, encabezada por Calderón (a pesar de haber sido señalados él mismo y varios de sus colaboradores de tener un entramado de negocios ilícitos), no ha conducido, sin embargo, en estos meses de violencia, como era de suponerse, más que al fortalecimiento de los cárteles y a un mayor auge del negocio, así como a la deserción de decenas de miles de militares y policías, que han pasado a formar parte de los cuerpos de seguridad de los capos, de ahí el clamor social por que se detengan las acciones ilegales de esos cuerpos de seguridad del Estado entregados no a buscar la seguridad pública sino a satisfacer intereses privados.

7. El atentado de Morelia podría ser, por ello, un punto de inflexión para un cambio. Los discursos irracionales de Calderón que sucedieron al atentado han tenido al fin una respuesta política y los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados, a excepción de los del PAN y del PVEM, le exigieron el día 17 cambiar de “manera radical” la estrategia antricrimen, que como todo mundo reclama debe volver a los cauces constitucionales.

8. Ese escenario del caos, defendido por los teóricos del neoliberalismo como la mejor vía para acelerar las privatizaciones e ir desmantelando a los estados nacionales, y que el gobernante espurio ha querido utilizar en beneficio suyo, no puede ni debe ser el de México.

9. Entre las tonterías expresadas por Calderón después del atentado, una “perla” merece destacarse. En una alocución en Monterrey convocó el miércoles a los mexicanos a unirse contra “los traidores a la patria”, y ello suscita una cuestión. ¿Qué no es acaso él, el principal traidor a México, para millones de mexicanos? ¿Qué no existe acaso una acusación ante la PGR elaborada por distinguidos juristas pidiendo que se le investigue, destituya y procese conforme al artículo 108 constitucional por su pretensión de entregar el petróleo y otras riquezas estratégicas de México al extranjero, lo que tipifica el delito de “traición a la patria”?

10. La pretensión del gobierno de seguir fomentando el clima de violencia y de temor para que su partido pueda imponerse en 2009 no va a tener, por todo ello, después de Morelia muchas posibilidades de éxito.

El Grito de Morelia y su mensaje..de Armando Batra

Nadie merece morir a la mala. Pero uno se consuela tontamente pensando que nuestros muertos de cada día murieron por algo, por andar en negocios peligrosos, quizá. Hasta para los muertos en secuestros hay una razón, por sórdida que sea. Los muertos de Morelia, en cambio, son muertos gratuitos. Murieron porque sí, porque estaban ahí y alguien tenía que morir para que recibiéramos el mensaje.

Toda muerte impuesta nos ofende, pero las muertes del Grito rebasan el umbral, nos afrentan como especie. Y esto hace aún más despreciable el uso político que el gobierno federal y sus epígonos están dando a la masacre.

Porque los mexicanos, todos, salvo un puñado de criminales, estamos unidos desde hace rato en el repudio a la barbarie. Como lo estamos en la exigencia de que el Estado cumpla con su exclusiva e indeclinable responsabilidad de dar seguridad a la ciudadanía. Nadie, absolutamente nadie, ha escatimado su condena al progresivo baño de sangre.

¿A cuenta de qué, entonces, en su discurso del 16 de septiembre de apenas 700 palabras, Calderón se refirió 20 veces a la unidad y su antónimo, la división, metiendo en el costal de “traidores a la patria” tanto a criminales ciertos que tiran granadas a la muchedumbre, como a unos presuntos divisionistas y desestabilizadores que no conformes con “opinar distinto” también “atentan contra el Estado”?

Versión insostenible, aun si la repiten todos sus corifeos mediáticos, pues sugiere que la presente administración está fracasando en su “guerra contra la delincuencia”, no por sus torpezas, sino porque los mexicanos estamos divididos y muchos discrepamos del gobierno (con la misma lógica se argumenta que la economía no crece y la pobreza sí, porque los eternos inconformes bloquean la reforma energética).

El mensaje presidencial con motivo de la masacre de Morelia es claro y ominoso: olviden que las elecciones de 2006 fueron fraudulentas, no insistan más en que la reforma energética calderonista es privatizadora, dejen de criticar la militarización del país, pues de lo contrario serán cómplices de la delincuencia, serán “desestabilizadores”, serán “traidores a la patria”.

Más grave aún que sacar raja política de la tragedia, insinuando –una vez más– que la oposición representa “un peligro para México”, es que con este discurso se sigue evadiendo el verdadero problema de la seguridad ciudadana: la batalla contra el crimen organizado se perderá –como se está perdiendo– si no rescatamos al país del naufragio económico, político y moral al que lo han llevado las últimas administraciones; se perderá fatalmente si el gobierno sigue pensando que la solución no radica en ofrecer a los jóvenes un futuro esperanzador, sino en aumentar la capacidad de fuego del Estado y para esto en la iniciativa presupuestal para 2009 propone dar más dinero a la fuerza pública y menos al campo.

Bush no fue autor de los atentados del 11 de septiembre, pero los utilizó para legitimar su prepotencia militarista. Que no nos pase lo mismo.

Desfiladero de Jaime Avilés

Desfiladero
Jaime Avilés
jamastu@gmail.com

■ Morelia: “fue AMLO”, afirma una tv de Saltillo

■ ¿Contratacan los amigos de El señor de los mares?

¿Qué diferencias hay entre el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y el 15 de septiembre de 2008 en Morelia? Tantas que ni hace falta nombrarlas. Vale más señalar, en cambio, las similitudes que hubo en las reacciones de George Bush y Felipe Calderón. Después de los atentados, a pesar de su origen electoral espurio, ambos aprovecharon las tragedias para llamar a las fuerzas políticas de sus respectivos países a reconocerlos como líderes únicos.

Bush redujo las libertades públicas en Estados Unidos, atacó Afganistán para instalar un gasoducto, culpó a Saddam Hussein, lo acusó de tener armas de destrucción masiva, invadió Irak y causó la muerte de más de 100 mil inocentes. Pero luego reconoció que todo era un mero pretexto para tratar de adueñarse de una de las mayores reservas de petróleo del mundo.

En México, no lo olvidemos, el Senado analiza una serie de iniciativas de reforma, enviadas por Calderón, que de ser aprobadas permitirán que empresas de Estados Unidos exploren, extraigan, exporten, almacenen y transformen nuestro petróleo. No es gratuito, entonces, que al día siguiente de las granadas en Morelia, Tony Garza, el embajador estadunidense, haya salido a los medios a condenar el acto “narcoterrorista”.

La noche del 16 de septiembre, entrevistado por Carmen Aristegui, el experto de Naciones Unidas en temas de narcotráfico, Edgardo Buscaglia, propuso que el caso Morelia fuese llevado al Consejo de Seguridad de la ONU, y afirmó que “en la mitad de los estados la República la sociedad civil le paga impuestos al narcotráfico”, con lo que abonó su tesis, planteada en ocasiones anteriores, de que “la mitad de los gobiernos municipales del país” responden a los intereses de los cárteles.

¿Qué procedería, hipotéticamente, al cabo de una eventual reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la desastrosa situación de México? ¿La intervención de los cascos azules, el reforzamiento de la Iniciativa Mérida por tropas estadunidenses? No es indispensable ser Maquiavelo para entender que ante el evidente fracaso del enfoque calderonista sobre el fenómeno del narcotráfico, lo primero que se necesita es cambiar de política al respecto, y desde luego de políticos: hay que dejar de hacer aquello que favorece a las potencias extranjeras que se benefician de nuestras debilidades para apoderarse de nuestro petróleo.

A nadie sorprenden, por lo tanto, las declaraciones de prensa que Juan Camilo Mouriño dio el jueves, al reunirse con la fracción del PAN en la Cámara de Diputados, donde reiteró que “el gobierno federal no tiene previsto modificar su estrategia de combate” al narcotráfico. En otras palabras, todo seguirá empeorando hasta que se consume la privatización de Pemex. Después, ya veremos.

El llamado calderonista a la “unidad” con su política y sus políticos tiene la absurda pretensión de hacernos creer que no hay más ruta que la suya. El que durante la campaña se ofreció como la única opción capaz de evitar que México se hundiera en una nueva crisis, ha arrastrado al país a la peor espiral de violencia que se recuerde desde los años posteriores al triunfo de la Revolución.

Su discurso y su abrumador aparato de propaganda, formado por todos los medios electrónicos de comunicación, no sólo se empeñan en reiterar que no hay de otra sino, sobre todo, en ocultar que existe y está en marcha un programa alternativo que se resume en unas cuantas líneas y que Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la noche del 15 en el Zócalo, ante decenas de miles de seguidores que lo escucharon con entusiasmo bajo la incesante lluvia.

El país puede volver a crecer económicamente si el gobierno federal reduce en 200 mil millones de pesos sus gastos superfluos; si destina ese dinero y el producto de los excedentes del petróleo a las siguientes obras y metas: construir las tres refinerías que faltan para que dejemos de importar gasolina, subsidiar con becas a todos los estudiantes de preparatoria, elevar el presupuesto de las universidades para absorber a los 300 mil jóvenes que son rechazados cada año; apoyar con medio salario mínimo mensual a todos los ancianos; cancelar la llamada “alianza educativa” que pretende acabar con las escuelas normales, formadoras de maestros; aumentar el presupuesto al campo; construir infraestructura para detonar la creación de empleos; librar a Pemex de su enorme carga fiscal y modificar radicalmente la política de seguridad pública, devolviendo las tropas a sus cuarteles y abandonando el modelo policiaco de la ultraderecha.

Sin embargo, mientras las noticias de Morelia y las arengas calderónicas borraban de los periódicos toda mención al discurso del Zócalo, el coordinador de los diputados priístas en San Lázaro, Emilio Gamboa Patrón, declaraba que “López Obrador es un mal mexicano, que divide en tiempos que reclaman unidad”, a la vez que un lector de noticias del canal 7 de la televisión de Saltillo (XHRGC), llamado Antonio Dávila, decía con todas sus letras que el tabasqueño “mandó” lanzar las granadas en Michoacán.

En un video, disponible en YouTube bajo el título “Acusa televisora saltillense a López Obrador”, el comentarista asegura textualmente lo que sigue: “¿Quién se atribuye este atentado? Un grupo político. ¿Quién? Eso lo vemos en otras partes del mundo, pero no en México. Y lo hacen, repito, grupos políticos separatistas, anarquistas. El único grupo separatista político que veo ya no es el PRD sino únicamente Andrés Manuel López Obrador. Lo vimos ahí precisamente en el Zócalo de México compitiendo con El Buki, compitiendo con Lucero, con las que se presentaron ahí; allá, abandonado, ni la dirigencia del PRD, ni Marcelo Ebrard, parece ser que se están desmarcando. Cuando se requiere de unidad, Andrés Manuel López Obrador habla de no, de separarse precisamente. Entonces pudiéramos decir que, como es el único grupo separatista que existe, él es el que mandó el atentado”.

El autor de tales reflexiones, no por nada, está estrechamente relacionado con el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y con nativos de aquella entidad que ocupan posiciones relevantes en la industria petrolera: Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción (Ramos Arizpe, 1954); el contratista Antonio Juan Marcos Issa (Torreón, 1940) y Rosendo Villarreal Dávila (Saltillo, en 1942). Los dos primeros fueron denunciados por López Obrador como copartícipes en el fraude del buquetanque El señor de los mares. El tercero, miembro del PAN, ex alcalde de Saltillo, no tenía dinero cuando a principios de 2007 Calderón lo nombró director corporativo de administración de Pemex. Hoy comparte con sus hijos Rosendo, David y Gabriela Villarreal Berlanga la empresa Servicios Sierra de Arteaga, que posee al menos 67 camiones de carga, tipo tráiler.

De Marcela López Salce:

Si no pueden, váyanse: La Familia


PRI: Acuse de recibo
• De decomisos y visitas…

En la venganza, mi estimado, el débil es siempre el más feroz. Finalmente termina la explosiva semana entre distintos niveles de gritos que sumergen al país en una especial zozobra que comienza, irremediablemente, en la burbuja de este (des)gobierno donde el pasmo, la descoordinación, la incomunicación, la impunidad, los golpes bajos, los deseos de desquite, la ineptitud y la corrupción son sellos inigualables de que las instituciones del Estado están rebasadas.

El abominable acontecimiento en las celebraciones de las fiestas patrias en Morelia, Michoacán, my friend, no sólo fue parteaguas en esta mal llamada guerra contra el narcotráfico, sino que ya es ilustre botón de que el calderón se le está yendo de las manos a Felipe, quien a la fecha no ha instruido públicamente, como le encanta hacer en su divertido rol de soldadito retozón, al responsable en su gabinete de coordinar las investigaciones para dar con la ruta criminal e informar puntualmente de los resultados.

Entre la PGR, la SSPF, la Sedena, (des)Gobernación, la procuraduría michoacana y la sociedad civil, se disparan misiles de información que coadyuvan a la confusión que devela la desinformación, con la cual el gobierno cuenta, al día de hoy, sobre los fatídicos sucesos. Una vez más, cada quien juega su juego en medio del griterío presidencial sobre la urgencia de la célebre unidad…substancial ausente en el interior de su propio gabinete de seguridad.

No hay manejo profesional de crisis y mucho menos control de daños por parte de estos ineptos imb… erbes en el poder (del no poder).

Y para honrar a Ripley en el simpático colmo del surrealismo mexicano, amable lector, el denominado grupo de traviesos denominado como La Familia lanzó un tercer mensaje por Internet en el que dan aviso a las autoridades y a la sociedad que realizarán su propia investigación con sus divertidas células, caiga quien caiga, para así dar con los responsables del sangriento desmadre.

O sea... ¡¿si no pueden, váyanse?!

Y ya encarrerados, ¿también serán Ministerio Público, o suplirán al inservible Cisen? en el que hace años desapareció el insigne GAT (Grupo Antiterrorista), donde periódicamente se revisaba una agenda de riesgos, se compartía información sensible y se tomaban medidas de prevención que hoy con estos torpes panistas son cosa del pasado. Y para documentar la incompetencia federal, el achispado tesorito de Bucareli, Juan Camilo, señaló que el (des)gobierno de Calderón recibió un Cisen sin los recursos suficientes —en una clara alusión al singular sexenio foxista rompiéndole la madre pero… al llamado de unidad presidencial–, lo que desencadena la ingenua pregunta del sonriente respetable de ¿por qué no se tomaron estrictas medidas en estos aciagos 21 meses…? porque baste recordar que peligrosas alertas, comenzando por las explosiones de los oleoductos de Pemex –donde parajodas de este incongruente gobierno se terminó ¡negociando con los encantadores revoltosos!– le han sobrado a este aparato de inteligencia encabezado por un experto en... sondeos de opinión y/o encuestas.

Los condenables hechos en Morelia no ameritaron (corbata negra de Felipe y algunos funcionarios, salvo Medina Mora) que nuestra bandera ondeara a media asta con todo y la gravedad, sin precedentes, de acontecimientos como éste en la historia reciente.

Michoacán desató a los demonios internos en el gobierno, que en franca colusión con la organizada delincuencia se benefician con la zozobra, la confusión y el pasmo. Los mismos que por su debilidad hoy ganan tiempo al caminar en el filo de la navaja… secuestradora. Hoy que se reúna la República (bananera) en Palacio Nacional, a las 1100 en el marco de la reunión del CNSP, y se designe (si nada cambia) a Alejandro Rubido García —ficha de… ajá… Genaro García Luna–, quien se perfila como el sucesor de Roberto Campa como secretario ejecutivo, las fichas de un muy complejo dominó comenzarán a caer.

Porque tarde o temprano, my friend, una devastadora verdad terminará aflorando. Con o sin explosivas cortinas de humo….

Por la Mirilla

Uno.- Manlio Fabio ya acusó a Felipe de plagiarle (término de moda) al PRI la iniciativa de la transición de AM a FM advirtiéndole que van por la anulación del decretazo.

Dos.- Decomisos sin detenidos es igual a ¿entregamos dinerito a cambio de una simpática visita en estos días a Chihuahua…?

Y tres.- ...mmmm… ¡Adiós!

gomezalce@aol.com