Kiev. Rusia cortará el gas a Ucrania si no paga una deuda de mil 950 millones de dólares antes de las 6:00 horas GMT de este lunes, declaró el portavoz de Gazprom tras fracasar las negociaciones de última hora en Kiev, lo que puede perturbar los suministros a Europa y agravar más el peor conflicto continental desde el final de la guerra fría.
"No nos pusimos de acuerdo y es improbable que nos volvamos a reunir, estamos en el avión" de regreso a Moscú, expresó Serguei Kuprianov por teléfono. "Si no recibimos el pago de aquí a las 10:00 (6:00 GMT), no vamos a suministrar más gas", añadió.
"Las negociaciones concluyeron sin resultado. Ignoramos cuando podrán reanudarse", había declarado poco antes una fuente gubernamental ucraniana.
Hacia la media noche (21:00 GMT), el presidente del grupo ruso Gazprom, Alexei Miller, y el comisario europeo de Energía Guenther Oettinger habían entrado de nuevo en la sede del gobierno ucranian, y según fuentes rusas, las negociaciones se habían reanudado.
En las negociaciones, auspiciadas por la UE, participaban el comisario europeo de Energía, Günther Öttinge, Alexei Miller, que preside el grupo ruso Gazprom, el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk y el ministro de Energía Yuri Prodan.
Gazprom exige el pago de mil 950 millones de dólares (mil 440 millones de euros) de facturas de gas pendientes. De lo contrario, Rusia había advertido de que pasaría a un sistema de prepago que implicaría un corte de suministro.
Un eventual corte afectaría de pleno a la Unión Europea, que depende en un 30% del gas ruso, la mitad del cual transita por Ucrania.
Moscú había fijado su oferta final en 385 dólares por mil metros cúbicos de gas, precio que rechaza Ucrania.
Las negociaciones se celebraban en un contexto sumamente tenso tras el ataque de los rebeldes prorrusos en Lugansk (este de Ucrania), que el sábado provocó la muerte de 40 paracaidistas y de los nueve miembros de la tripulación del avión derribado.
La negociación se ha visto también empañada por un nuevo escándalo diplomático tras la difusión de un vídeo en el que el ministro ucraniano de Exteriores insultaba al presidente Vladimir Putin ante los manifestantes que estaban atacando la embajada rusa en Kiev.
En una escena que grabó el sábado la televisión local, el jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Deshchitsa, lanzó un "Putin es un imbécil" delante de los manifestantes enfurecidos, para calmarlos e impedir que siguieran intentando atacar a la diplomacia rusa.
Varios altos responsables rusos pidieron al presidente ucraniano la destitución de Deshchitsa.
Querían "ver correr la sangre"
"Las negociaciones concluyeron sin resultado. Ignoramos cuando podrán reanudarse", había declarado poco antes una fuente gubernamental ucraniana.
Hacia la media noche (21:00 GMT), el presidente del grupo ruso Gazprom, Alexei Miller, y el comisario europeo de Energía Guenther Oettinger habían entrado de nuevo en la sede del gobierno ucranian, y según fuentes rusas, las negociaciones se habían reanudado.
En las negociaciones, auspiciadas por la UE, participaban el comisario europeo de Energía, Günther Öttinge, Alexei Miller, que preside el grupo ruso Gazprom, el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk y el ministro de Energía Yuri Prodan.
Gazprom exige el pago de mil 950 millones de dólares (mil 440 millones de euros) de facturas de gas pendientes. De lo contrario, Rusia había advertido de que pasaría a un sistema de prepago que implicaría un corte de suministro.
Un eventual corte afectaría de pleno a la Unión Europea, que depende en un 30% del gas ruso, la mitad del cual transita por Ucrania.
Moscú había fijado su oferta final en 385 dólares por mil metros cúbicos de gas, precio que rechaza Ucrania.
Las negociaciones se celebraban en un contexto sumamente tenso tras el ataque de los rebeldes prorrusos en Lugansk (este de Ucrania), que el sábado provocó la muerte de 40 paracaidistas y de los nueve miembros de la tripulación del avión derribado.
La negociación se ha visto también empañada por un nuevo escándalo diplomático tras la difusión de un vídeo en el que el ministro ucraniano de Exteriores insultaba al presidente Vladimir Putin ante los manifestantes que estaban atacando la embajada rusa en Kiev.
En una escena que grabó el sábado la televisión local, el jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Deshchitsa, lanzó un "Putin es un imbécil" delante de los manifestantes enfurecidos, para calmarlos e impedir que siguieran intentando atacar a la diplomacia rusa.
Varios altos responsables rusos pidieron al presidente ucraniano la destitución de Deshchitsa.
Querían "ver correr la sangre"
Los manifestantes que atacaron el sábado la embajada de Rusia en Kiev "querían apoderarse del edificio y ver correr la sangre", afirmó el domingo el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, quien denunció las palabras de su homólogo ucraniano.
En Kiev, una manifestación de unas 300 personas terminó con el lanzamiento de un cóctel molotov contra la embajada rusa, donde se volcaron vehículos diplomáticos, se lanzaron huevos y se descolgó la bandera rusa. La policía anunció el domingo el arresto de tres personas. Rusia denunció la pasividad de la policía ucraniana frente a estas "acciones provocadoras".
Estados Unidos condenó también el ataque e instó a Kiev a respetar la Convención de Viena que obliga a garantizar la seguridad de los edificios diplomáticos.
Banderas a media asta
En Kiev, una manifestación de unas 300 personas terminó con el lanzamiento de un cóctel molotov contra la embajada rusa, donde se volcaron vehículos diplomáticos, se lanzaron huevos y se descolgó la bandera rusa. La policía anunció el domingo el arresto de tres personas. Rusia denunció la pasividad de la policía ucraniana frente a estas "acciones provocadoras".
Estados Unidos condenó también el ataque e instó a Kiev a respetar la Convención de Viena que obliga a garantizar la seguridad de los edificios diplomáticos.
Banderas a media asta
En Ucrania, donde el domingo se decretó una jornada de duelo nacional, las banderas ondeaban a media asta, mientras que los canales de televisión mostraban en la pantalla la imagen de una vela encendida en homenaje a las 49 víctimas del avión derribado en el este separatista.
El presidente ucraniano proccidental, Petro Poroshenko, prometió una "respuesta adecuada" contra los separatistas prorrusos por el derribo del avión militar.
El flamante mandatario ucraniano convocó una reunión del consejo de seguridad nacional y de defensa el lunes.
Poroshenko había presentado esta semana a Vladimir Putin un plan de paz, levantando la esperanza de un apaciguamiento del conflicto, el más grave entre Rusia y occidente desde el final de la Guerra Fría. Pero el ataque contra el avión ucraniano en Lugansk hace que disminuyan las expectativas.
Estados Unidos reafirmó el viernes que Rusia había suministrado tanques y lanzacohetes a los insurgentes prorrusos en el este de Ucrania a través de la frontera común.
El presidente ucraniano proccidental, Petro Poroshenko, prometió una "respuesta adecuada" contra los separatistas prorrusos por el derribo del avión militar.
El flamante mandatario ucraniano convocó una reunión del consejo de seguridad nacional y de defensa el lunes.
Poroshenko había presentado esta semana a Vladimir Putin un plan de paz, levantando la esperanza de un apaciguamiento del conflicto, el más grave entre Rusia y occidente desde el final de la Guerra Fría. Pero el ataque contra el avión ucraniano en Lugansk hace que disminuyan las expectativas.
Estados Unidos reafirmó el viernes que Rusia había suministrado tanques y lanzacohetes a los insurgentes prorrusos en el este de Ucrania a través de la frontera común.