viernes, 17 de diciembre de 2010
Cocoa, nomás pariente Julio Hernández López
anónimo
líder ideológico
La Jiribilla: Más peligroso es Calderón que el Peje
Opinión - Jaime E. Rey |
Escrito por Jaime E. Rey |
al Peje. Quien gasta 400 millones en un festejo para intentar ser aceptado y nos ve como minoría eliminable es broncudo de dudoso patriotismo.
De Lázaro Cárdenas a la fecha, con breve respiro durante el sexenio de López Mateos, nos han gobernado puros peligros. Él y Fox son más peligrosos que todos, incluyendo a Santana.
Fox y Calderón nos hundieron debajo del Titanic. A los dos más amenazantes trataran de imponerlos Televisa y la mafia de los 30 archi millonarios paridos por Salinas. Salinas y Peña Nieto son Paco Miller y su muñeco, don Roque.
Con decirle, señor Calderón, que de reencarnar don Porfirio barrería con usted hasta en una elección deshonesta. Su último insulto a AMLO aparte de indecencia enseña miedo a que le vuelva a ganar a su partido.No hay posibilidades de que usted sea un buen presidente pero será menos peor si se dedica, a gobernar, y deja a sus candidatos chafones promoverse solos.
Pero tampoco hay posibilidades de que AMLO u otro que no este vendido con Televisa, tenga el aval de varios partidos y absoluta mayoría en las dos cuevas de Ali Baba, pueda ser buen presidente, ni teniendo la intención de serlo.
Señor Calderón, la caballada en su establo está flaca. Ninguno da esperanza al país que usted tiene en llamas. De una alianza PAN, PRD saldrá un candidato ni de derecha ni de izquierda, vendido por todos
rumbos.
AMLO puede tener la mejor de las intenciones. No lo dudo, ni lo creo. Él es quien menos podría ser buen presidente, a pesar de ser el que más presidenciable se ve.
Su libro “La Mafia Que Se Adueñó de México… y el 2012”, es valiente y bueno pero con el se elimina el tabasqueño. Exponer con lujo de datos infinidad de jugadas chuecas de Salinas de Gortari y de “los 30
personajes que realmente mandan en el país” es cometer suicidio.
El libro está bien organizado y documentado. Es creíble porque todos los mexicanos sufrimos lo que el Peje describe en su obra. Revela pocos secretos para los que estamos preocupados por el país y nos
documentamos.
Pero si el Peje debe de ser el próximo presidente las mafias políticas no lo dejarán serlo. Tampoco debe serlo. Si se colara no tendría la autoridad para gobernar como el cree poder hacerlo.
Gobernaría el sólo porque en la única forma en que lo apoyarían las dos cámaras sería si ganara por abrumadora mayoría de votos. Necesita algo así como un 70 por ciento de los votos, después de los que le robarán.
El pueblo tendría que asustar a los amañados políticos valemadres. Que dijeran, “o estoy con AMLO o todo México estará en mi contra y tendré que trabajar para comer”.
Se puede repetir el fenómeno del 2000. Entonces no elegimos a Fox, corrimos al PRI. Ahora hay que correr al imitador del PRI. He ahí el miedo. Si un inepto bocón como Fox terminó con esa dictadura, ¿Por qué que no puede terminar un mejor Peje con la más débil que intenta seguirle?
AMLO ante todo es trabajador y buen político. Además conoce todos rincones del México ignorado y sabe de todas sus carencias. Se acerca al pueblo y el pueblo lo recibe con brazos abiertos. Y eso que en su
contra están todos los que manipulan el pensar colectivo del país.
Calderón lo envidia por que a él se le recibe con cortesía, con disfrazado repudio.
México necesita una autentica izquierda y no la hay. Pero no necesita una izquierda fascista como la del amigo del Peje, el nefasto Chávez de Venezuela, o la de Castro.
Tiene el Peje otro problema: ¿Estará Estados Unidos de acuerdo y conforme con un presidente mexicano de izquierda? A Sedillo lo coronaron cuando andaba en Washington DC. ¿Quién fue? Salinas lo odia desde mucho antes.
Falta mucho para el 2012 pero ninguno de los aspirantes al trono cambiará para entonces. Tampoco en las cámaras habrá gente mejor. No se cuando tendremos un buen presidente.
No hay alguien con la capacidad para corregir ni la mitad de los males del país. Ni Juárez, ni Cárdenas juntos con Lincoln podrían hacerlo.
Luis Mendoza Lara: El derrumbe de la inteligencia
Viernes, 17 de Diciembre de 2010 04:48
A William Faulkner le preguntaron la fórmula para escribir bien. Él sin inmutarse respondió: Primero, leer; segundo, leer, y tercero, leer. Este notable novelista del S. XX forma al lado de James Joyce [Ulises], Marcel Proust [En busca del tiempo perdido] y Malcolm Lowry [Bajo el volcán] la base de la creación literaria que tres décadas después los personajes y su entorno épico habrían de abonar las fértiles letras hispanoamericanas. Fue así como la pasión y pérdida que enciende y ensombrece a Comala [Rulfo], o que dan vida a aquella vieja casona de Coyoacán [Carlos Fuentes], la postración de Esteban y la belleza de Sofía [Carpentier], quizás el más largo embrujo que nos engulle el siglo de Macondo [García Márquez], el desaliento en Santa María [Onetti], las revelaciones que escuchamos en La Catedral... y, sin duda, la diversidad que nos prodiga el viaje a La casa verde [Vargas Llosa] representa el más vivo ejemplo del secreto de Faulkner: 99% de talento... 99% de disciplina... 99% de trabajo.
Semejante excelsitud poética deja mudo, al tiempo que ofrece una lección que ilustra el esfuerzo genuino de la voluntad de un individuo. En lo colectivo, los miserables parámetros del aprendizaje y consumo cultural del mexicano doblan o al menos cimbran cualquier festejo del poeta que alcanza la inmortalidad cuando una obra suya trasciende los idiomas, la localidad y el tiempo. Rompen todo equilibrio del espíritu y la armonía, porque detrás de ese fracaso de política pública están la desidia, la impericia y la irresponsabilidad que tienen postrada en la mediocridad a la niñez y juventud.
Hace unos días, el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA; edad 15 años) informó que México ocupa el último lugar (34°) en comprensión de lectura, matemáticas y ciencias entre los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Peor todavía, del total de países evaluados (65), incluidos los de la OCDE (34), estamos en el lugar 48.
Ayer el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes reportó que en el último año, sólo 27% de la población ha leído un libro, 86% nunca ha ido a una exposición y 43% no conoce una biblioteca. Sí, leyó usted bien: en un país de 112 millones de habitantes, alrededor de 48 millones de mexicanos no conocen una biblioteca. En música, 54% ha ido a un concierto, y el tipo de música que escucharon fue banda, con 32% y grupera, con 16%. El 91% manifestó que nunca ha ido a un concierto de música clásica. El estudio abordó los rubros de cine, danza, música, teatro, zonas arqueológicas, museos, artes plásticas, artes visuales, bibliotecas, librerías y lectura, asistencia a centros culturales, visita a monumentos históricos, exposición a medios, entre otros.
Recordando a Samuel Ramos y su “Perfil del hombre y la cultura en México”, 76 años después el panorama es desolador. Resulta que durante el tercer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) del rubro de servicios profesionales, científicos y técnicos registró una caída de 1.8 por ciento, la más profunda entre las cuatro actividades del sector servicios que fueron a la baja en ese periodo, actividades que no han dado signos de recuperación durante 2010, de acuerdo con cifras del INEGI. Con ese comportamiento, el PIB de servicios profesionales acumuló siete trimestres consecutivos a la baja; razón por la cual su comparativo contra el mismo lapso de 2008 lo deja 6.9 por ciento abajo del nivel alcanzado en ese año.
Resulta que las unidades económicas incluidas en este sector se dedican principalmente a proporcionar servicios legales, de contabilidad y auditoria, arquitectura e ingeniería, diseño especializado y diseño de sistemas de cómputo. También consultoría administrativa, científica y técnica, investigación científica y desarrollo, publicidad, investigación de mercados y encuestas de opinión pública, fotografía y videograbación, traducción e interpretación, medicina, psicología, psiquiatría y servicios veterinarios, entre otros. Sí, son parte del Sector Terciario de la Economía, ese que en los países más desarrollados participa con el porcentaje más alto de creación de riqueza, hasta el 80% del PIB, y que ocupa a la mayor cantidad de trabajadores que además perciben los sueldos más altos.
A eso súmese que conforme al Informe Mundial Sobre Salarios 2010-2011, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los salarios reales en México bajaron 2.6% en 2008 y 5% en 2009. En contraste, en Brasil y Argentina subieron 3.2% y 12.4%, respectivamente, a tasa anual en 2009. La negociación colectiva en los países del Cono Sur permitió proteger el poder adquisitivo de los salarios y el consumo sin comprometer el empleo. En México los salarios mínimos reales mensuales disminuyeron 1.1% en 2008 y 0.6% en 2009, mientras que en Brasil y Argentina aumentaron 9.3% y 6.8% a tasa anual en 2009, en cada caso.
Como podrá usted inferir del texto precedente, el talento depende de (y está en simbiosis con) la disciplina y el esfuerzo, que ya en la práctica es susceptible de generar un milagro llamado arte, ciencia o innovación. Pero DETRÁS de esa posibilidad de manifestación lúdica o genialidad a nivel agregado (nacional), la entidad responsable es el Estado mexicano... so pena de que prevalezca la barbarie y la inteligencia se colapse en la comunidad MÉXICO.
Véase: “El Sector Terciario y la Economía del Conocimiento. Construyendo el Eje Chihuahua-México”. Proyecto registrado en el SEI, COECyTeCH.
Derechos humanos: reforma torcida Miguel Ángel Granados Chapa Periodista
A la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia les pesaba como una losa una atribución que les permitía investigar las violaciones graves a garantías individuales. Mostraban renuencia cada vez que se invocaba el artículo 97 constitucional que le asignaba esta facultad excepcional, más cercana al papel de un indagador ministerial que al estrictamente jurisdiccional, su razón de ser. Por esas reticencias, a lo largo del siglo XX sólo se produjeron dos aplicaciones de esa norma excepcional, y cuatro más en la primera década de este siglo. Independientemente de su resultado, las indagaciones mostraban la posibilidad de que un poder del Estado desplegara su señorío en beneficio de los derechos humanos.
La voluntaria renuncia de la Corte a una atribución señera condujo al Congreso a llevar esa facultad a la Comisión Nacional de Derechos Humanos o más exactamente, a su Consejo Consultivo, un órgano creado en la ley orgánica de la CNDH con un propósito por entero diferente, y al que habría que habilitar, luego de desnaturalizarlo, para que pueda encargarse de “desarrollar y desahogar” investigaciones constitucionales que por el sólo hecho de ser efectuadas por un apéndice de un órgano constitucional autónomo pierden la prestancia y el peso institucional que les confería su realización por el tribunal constitucional. Si un valor tenían las indagaciones realizadas conforme al artículo 97 constitucional, ello se debía a la fuerza ética de los juzgadores del más alto nivel institucional. Ejercida en un lugar distinto de la Corte, más valiera que la facultad desaparezca o sea parte de las atribuciones propias de la CNDH, no de su Consejo Consultivo, o de un ministerio público reforzado cuando dependa de una fiscalía general autónoma cuyo titular sea nombrado por el Congreso, no por el Ejecutivo.
Como su nombre lo indica, el Consejo Consultivo de la CNDH es una decena de ciudadanas y ciudadanos que cuentan con prestigio en el ámbito de su actividad y gozan de reputación, que les permite opinar con amplitud y solidez de criterio en casos a los que discrecionalmente los convoca el ombudsman, que puede atender o no las opiniones del Consejo. El carácter ornamental que en situación extrema llega a tener el Consejo se mostró hace dos años, cuando el presidente de la CNDH, José Luis Soberanes, no juzgó oportuno consultarlo antes de presentar una acción de inconstitucionalidad sobre legislación del Distrito Federal que afectaba positivamente los derechos humanos de los capitalinos.
Si no se corrige la flamante reforma, que tiene que ser aprobada aun por el Senado, los miembros del consejo consultivo quedarán investidos de un carácter legal que quizá no les cuadre, y requeridos de competencias profesionales distintas de las que las condujeron a ese encargo ad honorem. Su nueva función demanda un conocimiento y experiencia en el ámbito jurídico, y si bien es cierto que en la actual integración del consejo hay abogados, algunos de ellos merecedores de gran consideración social como Patricia Kurczyn Villalobos, Miguel Carbonell, Rafael Estrada Michel y Ricardo Sepúlveda, también es cierto que hay consejeras que profesan disciplinas ajenas al derecho, como la doctora en sicología Graciela Rodríguez (que encabezó la facultad correspondiente en la UNAM) y la actuaria Eugenia del Carmen Díez Hidalgo, que aunque dirigió la unidad de derechos humanos en la secretaría de Gobernación carece de formación jurídica. No le hacía falta para pertenecer al consejo en su actual configuración. Es de dudarse que no la requiera la diversa índole que ahora asumirá ese órgano.
Cuando la Corte desplegó la facultad que le confería el 97, encabezaron las indagaciones directamente miembros del pleno, ministros del propio tribunal, o éste las confió a magistrados, expertos en todos los casos en derecho penal, y los más de ellos con experiencia en actividades ministeriales o en la justicia ordinaria. Con la atribución a que nos referimos se despoja a la indagación mencionada no sólo de prestancia social sino también de certidumbre profesional.
Ya antes la Corte había logrado que se la librara de otro fardo, a juicio de algunos de sus integrantes, o de una facultad indispensable para asegurar la libertad de sufragio. Sobre el razonamiento (o el pretexto) de que el Instituto y el Tribunal federales electorales se encargan ya de esa tarea a partir de 1996, se suprimió la posibilidad de que la Corte investigara violaciones graves al voto público, Ahora el propio tribunal, con el auxilio de un poder legislativo que probablemente no se percató del paso que daba, abdicó de un deber, se cercenó una atribución que le daba majestad.
La errática y accidentada reforma en materia de derechos humanos de que forma parte esta aberración es rica en avances y logros, aun respecto a la propia CNDH. Pero la afea, es más que una verruga en su rostro dotar a un cuerpo no preparado para ese efecto una misión exigida hasta que se establezca un régimen de plena legalidad y de confianza social en las investigaciones del ministerio público, que de ser eficaz y respetable haría innecesarios los órganos de derechos humanos.
Las posadas Sergio Conde Varela Abogado
En el calendario de los juarenses aparecen como días de las tradicionales posadas del 16 de diciembre a la Noche Buena, o sea el 24 del corriente mes.
Desde luego que ese periodo, desde el punto de vista de la reflexión religiosa, permite que la atención se ponga en la celebración del nacimiento de Jesús y con ello en la recomposición no sólo de la vida personal sino del tejido social, tan necesitado de ser reestructurado después de tanto ataque a la vida, a la integridad personal, a la seguridad y a la esperanza de poder vivir la existencia en los límites de la alegría y la prudencia.
Algunos terrícolas fronterizos, ignorantes del verdadero sentido de las posadas, estiman y actúan como si se tratara de cualquier festividad en la cual el alcohol debe disfrutarse en torrentes y separados de manera completa de la esencia misma del espíritu que debe animar a las reuniones, que no es otro que el de contagiar la alegría por el acontecimiento cumbre del nacido en Belén.
La sucesión de estos años en nuestra frontera ha sido tumultuoso. La brújula se volvió loca y se ha perdido en muchas partes de la ciudad el propósito de estos festejos y las personas caminan confundidas pensando que se trata de otra cosa, menos del objetivo primordial que se persigue al conmemorar la Navidad.
Decíamos que las posadas son momentos que deben aprovecharse para la reflexión. Urge que la sociedad en pleno vuelva a los valores fundamentales que son los únicos que pueden devolverle a las familias la paz ansiada y el contento de poder darle a la existencia el verdadero sentido que la razón nos impone como humanos.
Desde luego que la reflexiones de inmediato le dictan al juarense la necesidad del respeto que debe haber por la vida y que debe desprenderse de otras prácticas que únicamente conducen al caos y a la desesperación.
También es tiempo de que se piense que la justicia debe imperar en nuestras relaciones humanas y en muestra vida en común. No es posible que mucha gente no tenga ni siquiera para comer, mucho menos que pueda darse el lujo de que en su mesa puedan disfrutarse platillos especiales. Esta época debe de servir para que nazca en nosotros la solidaridad a toda prueba y dentro de las condiciones que se vivan se pueda unir de alguna manera con los más desheredados y abandonados por la misma sociedad de consumo que hemos creado y a la cual nos hemos afiliado sin ningún bochorno.
Por sabiduría elemental, todos sabemos que las cosas deben de cambiar y ese cambio además de urgente debe de servir como impulso para crear una nueva sociedad. Pero esto no puede darse de manera mágica sino de una manera muy consciente y razonable entendiendo que la transformación empieza en uno mismo. Si no existe la voluntad de experimentar ese cambio en nuestra propia experiencia no puede darse el mismo en la vida social. Este tipo de pensamientos que deben embargarnos en esta época de posadas, producen efectos muy importantes en una comunidad como la nuestra que está en espera de que se forje un nuevo horizonte de realización con un número importante de juarenses.
La cifra impactante de más de 3000 muertes que hacen de Juárez la ciudad más violenta del orbe, debe indicarnos que es tiempo de formar el ejército de los partidarios de la vida, porque Jesús, nacido en Belén es la vida, el camino y la verdad y es el centro de todas estas festividades. Debemos de convencer a nuestro futuro que no existe más camino que el anterior y que todos los pueblos que lo han entendido han triunfado de manera radical y portentosa. No está lejos de nosotros el intentarlo y llevarlo a cabo, porque nuestras familias, el sentido común, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos nos lo exigen.
Estamos en tiempo de entender que el sentido de las posadas, no es el que muchos han o hemos pensado, sino el conectado hacia una vida mejor y pacífica, con la alegría que sale de lo profundo del corazón y no de aquélla aparente desprendida de una práctica pagana. No hay más.
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