David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía del Senado anunció que los foros energéticos proyectados para este viernes se cancelan

03/10/2013 18:53 Jaime Contreras Salcedo
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de octubre.- Por cuestiones de agenda, por ser fin de semana o porque simplemente no quisieron acudir, cuatro de los seis especialistas en energía que estaban citados la tarde de este jueves para externar su opinión sobre la transición energética que México necesita, decidieron no acudir al Senado de la República. Tampoco lo hicieron varios de los senadores convocantes.

Así, la tarde de este 3 de octubre sólo acudieron al recinto senatorial Grabiel Quadri de la Torre, quien ahora se ostenta como “consultor en energías renovables”, atrás del capítulo de candidato a la Presidencia por el Panal y Daniel Chacón, “consultor en energía sustentable”. Desdeñaron a los legisladores el ex rector de la UNAM y actual integrante de la Comisión Reguladora de Energía, Francisco Barnés de Castro.
Tampoco acudieron al llamado de David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía del Senado, Alberto Montoya Martín del Campo, director en políticas de Estado por la Escuela de Educación de Stanford, ni Rocío Nahle García, doctora en ingeniería energética por la UNAM; el ex senador panista Juan José Rodríguez Pratz, también decidió no ir a la cita.
Lo peor es que el propio Penchyna, al final de esta mini reunión tuvo que anunciarle a sus compañeros, que sí fueron, que los foros energéticos proyectados para este viernes también se cancelaban, en donde estaba previsto acudirían los representantes de cámaras y organismos empresariales, como el CCE, Concamin, Canacintra, Canacero, Caintra de Nuevo León y la Asociación de Bancos de México. Incluso el foro previsto para el lunes en la mañana tampoco se realizará. Citó el legislador priista a sus pares hasta el lunes por la tarde.
Quadri de la Torre abogó por el establecimiento de un impuesto al dióxido de carbono de los vehículos automotores, “yo no creo que la industria, a la industria no, porque no vale la pena, es muy eficiente ya por muchas razones y puede afectar sus competitividad, pero sí a los vehículos automotores que son el principal contribuyente, fuente de emisiones de gases de efecto invernadero”.