La publicación de The Economist acerca de Peña. |
MÉXICO, DF (apro).- El gobierno de Enrique Peña Nieto es “el blanco del desprecio despiadado” entre los mexicanos debido a dos grandes problemas en su administración: la continua falta de seguridad y la prevalencia de la corrupción.
Así lo resumió The Economist en un editorial titulado “El silencio de Los Pinos”. En él destaca las fallas que la administración del priista ha tenido, pese a las reformas estructurales que impulsó desde el inicio de su gobierno.
De entrada, el texto destaca que en los primeros 18 meses de gobierno Peña Nieto disfrutó de un “extraordinario éxito” que logró a través de “hábiles maniobras políticas” para sacar adelante reformas estructurales para la “lenta economía” mexicana. “Después todo empezó a ir mal”, critica.
Y enumera los tropiezos: Primero, una reforma fiscal “de mano dura” que alejó a los inversionistas privados. Después, “el asesinato de 43 estudiantes por narcotraficantes en complicidad con autoridades locales” en Guerrero que “puso en shock al país”.
La publicación británica destaca la revelación de que la esposa del presidente Angélica Rivera y el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray adquirieron lujosas casas con ayuda de Grupo Higa, la constructora que obtuvo contratos gubernamentales. Eso, dice, “apunta a conflictos de interés en la cima (pese a que todos negaron haber roto la ley)”. Además, el secretario de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza canceló el contrato asignado a un consorcio en el que participaba Higa para construir un tren rápido de 3 mil millones de dólares.
Por si fuera poco, la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán en julio pasado “añadió humillación y vergüenza” al gobierno de Peña Nieto.
“Todo esto ha minado el apoyo público para Peña Nieto. En un país que es tradicionalmente deferente hacia los presidentes, su aprobación se desplomó hasta 34% con la fuga de Guzmán. El gobierno es el blanco del desprecio despiadado entre la opinión pública de la Ciudad de México. Muchos mexicanos apuntan dos grandes problemas que asocian con la administración de Peña Nieto -la continua falta de seguridad y la prevalencia de la corrupción”, asegura.
Logros… y más fallas
El análisis de The Economist destaca como logros de la actual administración que la economía, aunque “no es estelar”, sigue creciendo en comparación con América Latina. Además, las reformas estructurales comienzan a “dar resultado” –como “una aguda” disminución en los costos de la telefonía móvil y el Congreso de la Unión camina hacia la creación del Sistema Nacional Anticorrupción.
“Muchas cosas, desde la reforma educativa a la industria automotriz van bien en México”, dice. Incluso, menciona que en materia de seguridad la tasa de homicidios cayó desde 2012 hasta marzo de este año, pese a que está subiendo de nuevo. “Varios estados del norte en los que la mafia causó estragos están ahora más calmados”, añade.
Con base en el testimonio de un funcionario de seguridad –de quien no revela su nombre—, el diario estadunidense dice que en Michoacán el gobierno quitó “los colmillos a una pandilla de la droga particularmente viciosa y a los vigilantes locales” y destaca un “nuevo programa” de policía comunitaria con “resultados medibles”.
Sin embargo, The Economist afirma que las fallas del gobierno de Peña Nieto “son más visibles”. Por ejemplo, Guerrero se ha convertido en una de las mayores fuentes de heroína en el mundo y algunas zonas están “totalmente penetradas por el crimen organizado”, según el testimonio del funcionario.
Luego, intenta dar una explicación: “Para sus críticos, Peña ha fallado en dar prioridad a la seguridad y al estado de derecho, en parte porque muchos políticos locales de su partido, el Revolucionario Institucional, se benefician del status quo. Esto se aplica aún más a la corrupción”.
La falla “más sorprendente de Peña es política”, asegura el diario. Afirma que el presidente “piloteó” las reformas, pero “se ha probado incapaz de reaccionar”. El texto cita al historiador Héctor Aguilar Camín, quien explica: ”Ellos no saben responder a la opinión pública”, en referencia a la “pequeña camarilla de ayudantes de Peña”.
El escritor llama al problema “El silencio de Los Pinos” y explica que cuando el PRI era el único partido en el gobierno “los presidentes eran despiadados en sacar a los subordinados que fallaban. Peña no: los ministros de Finanzas, Transporte y de Gobernación conservaron sus trabajos, a pesar de los conflictos de interés y la fuga de Guzmán”.
Por eso, The Economist asegura que “el presidente parece colocar la lealtad personal por encima de la rendición de cuentas”.
Sin embargo, concluye que pese a todos sus escándalos “Peña Nieto podría ser capaz de conseguir que su sucesor fuera electo en 2018, solamente conservando el voto duro de la alianza, de cerca del 36%. Eso es porque la oposición está fragmentada y la Constitución no contempla una segunda vuelta. El problema es que esta fórmula intensificará la desilusión de los mexicanos con su todavía joven democracia”.