Por Mauricio Freyssinier
Hace unos momentos concluyó la rueda de prensa del Procurador Murillo Karam, muy a conveniencia, muy al estilo de las grandes dictaduras, muy al modo de los Pinochet, los Stronger, los Duvalier, los Somoza. Un montaje casi hollywoodense, un insulto a la inteligencia de los mexicanos, un abuso más en contra de los más desposeídos, una burla en contra de los padres de los normalistas de Ayotzinapa.
Dentro de todas las cosas que dijo el Procurador me quedan varias preguntas en la mente. ¿Nadie vio, nadie olió, nadie se percató de que había un incendio en el tiradero de basura? Me parece absurdo creer que durante más de 15 horas de fuego nadie hubiese notado algo extraño. Me parece hasta risible creer que 43 cuerpos fueron incinerados en una fogata “casera”, cuando en un horno crematorio (especialmente diseñado para ello) que alcanza altísimas temperaturas un solo cadáver tarde entre 2 y 4 horas en cremarse y aun así no se desintegra totalmente.
Me asalta también la pregunta ¿Tres tipos armados pudieron someter a 43 estudiantes acostumbrados a la lucha social y dispuestos a todo? Estos tres supuestos sicarios, hablan de que les entregaron a los muchachos y dan con detalle datos de lo que hicieron, además de mantenerse en la escena del crimen por más de 15 horas, por favor señor Murillo Karam y toda su gente de la PGR ¿Creen que los mexicanos vivimos en la edad de piedra? Videos muy bien realizados de las confesiones de los delincuentes y hasta con subtitulos para que todos nos enteremos perfectamente de lo que pasó, casi como los videos “ocultos” de Laura Bozo.
Muy convenientes también los reportajes de López Dóriga y Televisa con respecto al trabajo forense de los especialistas argentinos, emitidos desde el día lunes hasta el día de ayer, en donde los propios forenses explican que de las cenizas es casi imposible poder identificar un cuerpo. Muy a propósito la detención de los Abarca y la captura de estos tres sicarios con el conveniente descubrimiento de las bolsas con ceniza en el Río Cocula; mismo río que la Policía Federal había recorrido durante varios días la semana pasada y en donde un buzo de esta corporación pereció ahogado en un accidente; río que fue registrado por perros entrenados en búsqueda y no habían encontrado nada y ahora a partir de las detenciones como una luz cegadora la “verdad” aparece.
Ni los mismísimos nazis hubieran podido incinerar a 43 cuerpos con llantas, diesel, leña y papelitos recogidos a la orilla del basurero. Por ello estos grandes asesinos de la humanidad diseñaron hornos especiales. Por favor señor Procurador que clase de “investigación profesional” están realizando o más bien qué clase de circo mediático están armando para querer convencer al pueblo de México de que el animal que ocupa la silla presidencial no es responsable de un estado fallido en el que vivimos.
Las contradicciones son tantas y tan atroces las mentiras que se están vertiendo al respecto que da asco escribir más líneas al respecto.
Es una verdadera mierda lo que el Procurador afirmó en su conferencia de prensa. ¡Patrañas, viles patrañas! Quieren salvar lo insalvable. Si pensaron que con esta comedia televisiva el pueblo de México va a acallar sus protestas se equivocan, si piensan que como en el 68 todo quedará en marchas conmemorativas, si creen que Acteal, Aguas Blancas, El Charco, Allende, Tamaulipas, Chihuahua y tantos y tantos muertos por culpa del gobierno quedarán en el olvido, se equivocan, se equivocan rotundamente porque el pueblo ya está harto de mentiras convenientes, de verdades a medias, de sangre de sus hijos derramada, de la violencia, de la corrupción, de la ineptitud. Tenían por supuesto que solucionar todo antes de que el tipejo de Peña Nieto saliera de viaje, tenían que decirle al mundo que en este México de sangre, no pasa nada y que la justicia se hace y se hace en Televisa como una buena telenovela de Juan Osorio. Debían por supuesto de darle tranquilidad a la oligarquía mundial de que en México pueden venir a robarnos nuestros recursos naturales sin que les pase nada. Tenían por supuesto que mostrar al mundo que la policía mexicana hace la chamba bien. Pero que no se equivoquen, la última palabra la tiene el pueblo, ese es el que hará verdadera justicia.