Juan Antonio Zúñiga M.
Periódico La Jornada
Sábado 3 de agosto de 2013, p. 23
Sábado 3 de agosto de 2013, p. 23
La inestabilidad financiera internacional provocó que entre mayo y junio pasados inversionistas extranjeros retiraran unos 13 mil 800 millones de dólares, equivalentes a 178 mil 700 millones de pesos, que se encontraban colocados en bonos del gobierno federal denominados en moneda nacional, indicó el Banco de México (BdeM).
La corrida trastocó la tendencia ascendente seguida desde 2010 por la inversión extranjera en bonos gubernamentales, y mermó en casi dos tercios el monto de 21 mil 500 millones de dólares que ingresó al país con ese propósito en los primeros cuatro meses de 2013. Entre arribos y salidas, el ingreso neto de divisas quedó en 6 mil 550 millones en el primer semestre.
Se trata de la mayor salida de capitales golondrinos desde que se permitiera la participación de inversionistas del exterior en la compra de bonos gubernamentales para financiar el gasto público, a principios de la década de los 90 del siglo pasado.
Según la información del banco central, el saldo de la inversión de extranjeros, en títulos de la deuda interna del gobierno mexicano, disminuyó de un billón 977 mil 100 millones de pesos al término de abril de 2013, a un billón 798 mil 400 millones al cierre de junio.
La salida más voluminosa de capitales se registró el 20 de junio, menos de 24 horas después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, insinuara que hacia finales de 2013 daría inicio la disminución de la compra mensual de bonos del Tesoro por 80 mil millones de dólares para concluir el programa a mediados de 2014.
De acuerdo con el seguimiento cotidiano que lleva a cabo el Banco de México, ese día los inversionistas extranjeros vendieron bonos del gobierno federal en su poder por 66 mil 740 millones de pesos, equivalente a unos 5 mil 100 millones de dólares, cantidad que representó 37 por ciento del total de los capitales en fuga entre el término del cuarto mes de 2013 hasta el 30 de junio.
Con esto se interrumpió abruptamente la llegada de divisas dirigidas a la compra de títulos de la deuda interna del gobierno mexicano, que en un flujo ascendente desde 2010 fueron atraídas por el pago de unos intereses, que prácticamente duplican a los cubiertos por los bonos del Tesoro estadunidense.
Al finalizar 2009, el año de la
gran recesión, el monto de la inversión de extranjeros en bonos del gobierno mexicano se situaba en 326 mil 300 millones de pesos, equivalentes unos 25 mil millones de dólares que debieron ingresar para comprar esos títulos denominados en moneda nacional. En 2010 el saldo aumentó 94 por ciento hasta ascender a 632 mil 100 millones de pesos al término de ese año, tras la llegada al país de otros 32 mil 500 millones de dólares con el fin de invertirlos en bonos del gobierno federal.
Durante el año siguiente, los inversionistas extranjeros introdujeron a la economía mexicana otros 28 mil 800 millones de dólares para adquirir 402 mil 200 millones de pesos en Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) y Bonos, entre otros títulos gubernamentales. Con eso, el saldo total creció 64 por ciento y ascendió a un billón 34 mil 300 millones de pesos.
El incremento de esta inversión extranjera alcanzó una elevación casi explosiva en el transcurso de 2012 con el arribo de casi 53 mil millones de dólares, destinados a la compra de bonos emitidos por el gobierno federal por un monto en moneda nacional de 679 mil 300 millones de pesos, los cuales incrementaron 65.7 por ciento el saldo total hasta llegar a un billón 713 mil 600 millones de pesos al concluir el último año del sexenio de Felipe Calderón.
Las declaraciones hechas el 19 de junio de 2013 por el presidente del banco central de Estados Unidos, Ben Bernanke, indicaron que las circunstancias que llevaron a reducir casi a cero las tasas de interés de los bonos del Tesoro han cambiado y la política monetaria, probablemente, lo hará. Por lo pronto, el Banco de México indicó que el saldo de la inversión extranjera en bonos del gobierno federal, denominados en moneda nacional, fue de un billón 798 mil 700 millones de pesos al término del primer semestre de este año.