miércoles, 21 de agosto de 2019

Claridad y confusión

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L
a historia, todavía en ciernes, ha empezado a registrar una cualidad básica de la presente administración federal: la honestidad. Es, esta cualidad, un trasfondo de extendidas impresiones y certezas ya manejadas entre buena cantidad de ciudadanos. Certezas que se han generado por el accionar y la actitud de los funcionarios integrantes del círculo que toma las decisiones de alto nivel. Dicho calificativo va marcando, también, la hondura y la eficacia de su funcionamiento. Tan apreciada característica, desafortunadamente, no se hace, al menos por ahora, extensiva a todo el rango burocrático inferior. Algunos, sin duda y por el rumbo contrario, cederán a la tentación –alegada como muy humana– de meter la mano en lugares indebidos. Pero, sólo con el anterior rasgo distintivo de la élite enunciado, muchas cosas cambiarán para bien en el gobierno. ¿Qué tanto cundirá el ejemplo entre los demás rangos? No es posible afirmarlo, por ahora. Se espera que sea, al menos por contagio, una pulsión de cambio que trastoque la decadente cultura burocrática aún dominante. Esperanza a la que habría de añadir la voluntad superior de implantar un conjunto de normas y mecanismos que, andando el sexenio, vayan tomando cuerpo dentro de las actuales o nuevas instituciones.
Además de su incuestionable legitimidad, al presente gobierno se le irán añadiendo otras características que, en conjunto, habrán de resultar en logros concretos para beneficio de la sociedad. Ya no sólo se cae en la acostumbrada y negativa reprobación hacia los políticos y hacia la misma política en general. Ahora se puede, con firmes bases, distinguir entre distintas famas, rostros, trayectorias y características de funcionarios y políticos. Se empieza a tomar precisa conciencia de la enorme fuga de haberes que implicaba la extendida corrupción que inundó la vida pública del país. Y no sólo cobra importancia el monto de los haberes desviados a través de los llamados negocios de gran calado que se vienen aireando. Cuentan, también, las mismas formas mafiosas con las que se acostumbraba proceder en las altas esferas del poder, público y privado. En tan perversas rutinas, las complicidades constituían, hasta hace pocos días, el sólido y seguro pegamento del ascenso. Así como el acceso a las oportunidades, la obtención de riquezas mal habidas y las mutuas protecciones. La confusión, en mucho inducida pero todavía mayoritaria al inicio de la era Morena, por fortuna, ha comenzado a clarear. El decidido y hasta radical vuelco de los votantes exilió gran parte de las dudas y oscuridades impregnadas en las prácticas del pasado. Pero todavía se oyen, cada vez más aislados ciertamente, los reclamos, por parte de los afectados y sus numerosos socios de viaje. Son estos afectados un trabuco, poderoso por cierto, que sigue bien posicionado dentro del sistema. Las visiones y usos patrimoniales, de generoso reparto entre asociados, en buena parte subsiste.
El imperioso vuelco de rectitud que se observa contrasta con las exigencias de imponer, sobre el mando político actual, un conjunto de consejas. Se llama con insistencia a proceder con calma, con sensible cuidado, sin dureza polarizante ni temperamentales improvisaciones. El propósito de los llamados aparece cada vez más claro en su urgencia ante el proceso de saneamiento en intempestiva marcha.
En estas tempranas horas del nuevo modelo, la claridad de sus contenidos, propósitos y ruta ha empezado a esparcirse sin remilgos ni contratiempos. No obstante, las oposiciones, sin recalar directamente en apoyos de los vetustos procederes de mercaderes de influencia o de cínicos atracadores bien conocidos en sus modos de operar, optan por sinuosas rutas de defensa, acomodo y resistencia. No pueden ni tampoco deben negarse los impactos de sus hábiles argumentos en el cuerpo social y político, pero, sin duda, la tendencia declinante de dichas voces no les favorece. Menos habrán de favorecerles en cuanto se vayan concretando los programas y los proyectos que se han definido como prioritarios, pensados para sustentar el desarrollo igualitario prometido.

PERREDIZACIÓN-Helguera

AMLO: trepadores y oportunistas ya no caben en política

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Descarta reunirse con los líderes de Morena
Los políticos que buscan colarse no ayudan: AMLO
Pide actuar anteponiendo ideales y principios // Enviará al congreso del instituto político su opinión acerca de los valores partidistas
 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de agosto de 2019, p. 3
En el contexto del choque entre senadores de Morena por la presidencia de la mesa directiva, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que los políticos que buscan colarse no ayudan y, sin precisar el destinatario de su mensaje, advirtió que el pueblo reconoce quién es un trepador, un oportunista, un politiquero.
Además, en vísperas de la renovación de la dirigencia nacional de Morena, donde también persiste una lucha entre dos grupos, anunció que enviará una carta al Congreso Nacional de ese partido con su opinión acerca de los valores que deben prevalecer en la fuerza política él que fundó y que lo llevó a la Presidencia.
Aclaró que tiene licencia de su militancia en Morena y descartó reunirse con los protagonistas de la pugna en el partido y en el Senado.
El mandatario fue consultado ayer sobre la votación en la fracción morenista en la que se eligió a la tabasqueña Mónica Fernández Balboa nueva presidenta del Senado, en medio de denuncias de irregularidades del proceso por parte de Martí Batres, quien pretendía relegirse.
Respondió que en política se debe actuar anteponiendo ideales, principios y amor al pueblo, y aclaró que su respuesta no es sólo para el conflicto en Morena, sino que aplica parejo para todos. Ya pasó el tiempo en que la política era sinónimo de individualismo, de sacar provecho personal. Ya no ayudan quienes solamente piensan en sus intereses personales, advirtió.
Ahora, señaló, los cargos no son lo importante, sino la contribución a los cambios y a la transformación del país.
El político tradicional, el que está pensando cómo colarse, no ayuda en nada y no tiene futuro, porque el pueblo de México ya es otro, hubo un cambio de mentalidad y cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo. El pueblo de México tiene un instinto certero, sabe quién habla con la verdad, quién tiene buenos sentimientos, quién se preocupa por ayudarlos y quién es un trepador, un oportunista, un politiquero.
Sostuvo que en Morena, pero también en todos los casos, debe haber discrepancias, polémica y libertad, y todo mundo debe manifestarse y expresarse; pero lo más importante de todo es hacer política para el pueblo. El que está todo el tiempo en la oficina, que no sale y no habla con la gente, que no le da el sol, hasta se puede enfermar, agarran un color, un amarillo burócrata.
El Presidente descartó reunirse con los líderes de Morena para hablar del tema, pero adelantó que enviará un documento, y si el congreso de Morena se realiza en domingo, probablemente asista.
A lo mejor envío una carta para expresar mi punto de vista, mis sentimientos y desear que le vaya muy bien a Morena, dijo.
Asimismo, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó que los encargados de los censos para la entrega de apoyos del gobierno, llamados Servidores de la Nación, se abstengan de usar chalecos con el nombre o la imagen del Presidente, López Obrador aclaró que no pertenecen a Morena.
Resaltó que se debe sancionar a los que hagan proselitismo y convino en que dejen de usar los chalecos con su nombre. No obstante, recordó que antes se usaba dinero para comprar votos y ante ello el INE estuvo de adorno, de florero.